Arquitectura y luz: compañeros inseparables Caroll Rojas Fotografías: cortesía de Colección Líneas 04.04 Semanas atrás visitó el país el renombrado arquitecto catalán Joseph María Montaner, para ofrecer una charla titulada “Arquitectura y Luz Natural”. El encuentro se realizó en el Colegio de Ingenieros y Arquitectos, en el marco del II Congreso Líneas, El placer de la Luz. Este evento fue organizado por el Arq. Luis Diego Barahona, editor de la Colección de Arquitectura Latinoamericana Líneas, que tiene como objetivo el dar a conocer la obra de los profesionales más destacados del área, y cuyo último número estuvo dedicado a conmutado Arq. Jaime Rouillón. Al congreso también fueron invitados los arquitectos Alejandro Aravena, de Chile; Rolando Barahona, representando a Costa Rica; Bernardo Gómez-Pimienta, de México; y Jorge Rigamonti, de Venezuela. A continuación le ofrecemos un breve resumen de algunas de las ideas presentadas por el Arq. Montaner en su amena exposición. Luz: tiempo, visión, espacio y energía Así define el Arq. Montaner los cuatro elementos que han acompañado a la luz natural a lo largo de los siglos. Y es que, para este profesional, el factor luz en arquitectura ha evolucionado con el paso de los años acompañado de otros conceptos. Y su ruta por el mundo es resultado de momentos históricos muy concretos que dejaron huella y son precursores de la época que vivimos. Tiempo La luz es el medio que ha permitido atrapar el tiempo, y por eso el hombre primitivo trató de medirlo a través de la arquitectura. Un claro ejemplo es Stonehenge, la serie de monumentos megalíticos presentes en Inglaterra. “Los grandes monumentos son grandes relojes”, sostiene Montaner al citar también panteón de Roma. Y para lograrlo, las formas esféricas, piramidales y demás captan la luz solar como dando sentido simbólico. Visión La luz potencia la cultura moderna de la visualidad y por eso el sentido de la vista priva sobre los otros en nuestros días. Y como la arquitectura permite experimentar, el profesional ha logrado poder ver la luz de manera perfecta en sus obras. Basta con observar las edificaciones del gótico europeo donde lo que da valor es la presencia de la luz que es utilizada como símbolo de la luz solar en el bosque traspasado. Y ya para el Renacimiento, sin duda, el ser humano posee una gran capacidad e interpretar el mundo y por ello se posesiona por completo de la luz. Con el barroco, se potencia aún más la utilización de este elemento en formas convexas y con el juego de sombras que delínea. Espacio “Es necesario reivindicar la arquitectura moderna”, insistió Montaner, al expresar que los grandes arquitectos como Le Corbusier amaron la ciudad y utilizaron luz natural en sus obras con el fin de que esta fuera la principal característica del espacio. Ejemplos como el Museo Guggenheim de Nueva York lo confirman. “La luz es esencial en los museos”, sostiene el profesional. www.ldbarquitectura.com / [506] 2253 5069 / [email protected] Energía Por último, es necesario recordar que el planeta es, en esencia, energía y que en los últimos cien años el uso masivo de la luz eléctrica ha marcado una gran diferencia. Con ella llegaron nuevos materiales y adelantos, y desde su aparición el estatuto de la arquitectura se transformó. “La luz es ahora un fenómeno global. Luz natural y luz artificial se complementan”. Joseph Montaner: Doctor y arquitecto, oriundo de Barcelona, autor de una veintena de libros dentro de los cuales destacan Arquitectura y Crítica y Los Nuevos Museos. Es director de la revista “Visión” de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona. Además, colabora de forma constante con varios periódicos españoles, incluido El País. www.ldbarquitectura.com / [506] 2253 5069 / [email protected]