Ondas disciplinadas

ego | alisado del cabello
Textura, elasticidad y resistencia
de la onda son factores a considerar antes
de elegir la técnica de alisado
Alisado del cabello
Ondas
disciplinadas
Llevar el cabello liso es una tendencia que, para muchas mujeres, trasciende
los patrones de la moda. Hacer lacios los rizos más rebeldes es posible con técnicas
profesionales de efecto temporal o permanente
Lena Jahn Santorufo | fotografía Rafael Borrachero
Sea por un día, una semana, o por algunos meses, modificar la apariencia física se ha convertido
en una “necesidad” y un disfrute para muchas mujeres. Alisar el cabello es una alternativa de
transformación muy demandada, y cada día el mercado ofrece mejores opciones, siempre en
la búsqueda de formulaciones más efectivas y menos perjudiciales. Para obtener los resultados
esperados, es indispensable acudir a expertos de la química capilar que, además de emplear
productos de calidad y dominar la técnica, sugieran el alisado más conveniente, en atención a
las particularidades de cada cabello.
Técnicas permanentes
Actúan rompiendo los enlaces de azufre que hay en el interior de cada hebra y modificando
la estructura capilar. Una vez que el cabello pierde su ondulación, es posible redefinir su
forma y hacerlo liso. Los rizos sólo reaparecen en el cabello nuevo.
Desriz tradicional. Aunque es uno de los métodos más antiguos, aún figura entre las
opciones disponibles. Su composición, a base de hidróxido de sodio (soda cáustica), es
muy agresiva para la fibra capilar, por lo que amerita la aplicación de una crema protectora
y sólo se recomienda para cabellos muy resistentes y abundantes.
Alisado con barro. Con el mismo principio activo que el desriz tradicional, incorpora
ingredientes orgánicos y aceites naturales que contrarrestan levemente la acción abrasiva
de los químicos.
Desriz sin soda cáustica. Una fórmula mejorada que permite alisar cabellos muy rizados
sin maltratar su fibra. Al peinado, como técnica modeladora principal, se le suma el
planchado de todo el cabello.
Alisado japonés. Es la opción por excelencia para disciplinar ondas, tanto por sus resultados como por su acción reparadora. Es una de las técnicas más complejas por la cantidad de
pasos que implica, entre ellos una hidratación previa a la aplicación del producto alisador.
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modelo Adriana Di Prisco (Agencia Niñitos) / estilista Kirssy Herrera
alisado del cabello | ego
Técnicas temporales
Consisten en hidrataciones que si bien
no penetran la estructura del rizo, al abrir
la cutícula del cabello permiten relajar la
onda. Incluyen diversos procedimientos
que actúan eliminando el frizz, con lo cual
la textura capilar se uniformiza y el cabello
gana suavidad y brillo. Son ideales para ondulaciones ligeras o crespos dóciles y tienen
una duración aproximada de entre cuatro
y seis meses.
Queratina. Hidratación intensiva a base
de queratina, componente natural del
cabello. Este tratamiento satura en humectación la fibra capilar, lo cual suaviza y
aplaca la onda. Entre sus ingredientes está
el formol, compuesto químico muy volátil
que debe ser utilizado en concentraciones
que no superen el 0,2%, de acuerdo con
el estándar establecido por la FDA (Agencia de Alimentos y Medicamentos, por sus
siglas en inglés). Su aplicación, posterior
a un lavado minucioso del cabello con un
champú desmineralizante y anti-residuos,
incluye el planchado riguroso a una temperatura que puede alcanzar 400°F.
Aceite de queratina. Formulado para
cabellos excesivamente decolorados,
combina emolientes derivados de la
proteína capilar y descarta el uso de la
plancha. Se aplica por secciones que se
masajean manualmente hasta lograr cierta temperatura: el estilista transmite calor
con sus manos y el producto penetra de
una manera menos abrasiva.
Hidratación iónica. Combina queratina sin formol con ingredientes que restauran el equilibrio natural del cabello.
Su aplicación es muy sencilla: se lava el
cabello, se distribuye el producto cremoso
y se enjuaga. Otras preparaciones libres
de formol, bajo denominaciones como
“baño de oro” o “brillo de seda”, prometen un efecto similar: nutrir, reparar y
alisar cabellos con ondas moderadas.
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Liso ocasional
Cambiar de look temporalmente –sin perder la posibilidad de volver a los rizos– es
posible a través de técnicas que disciplinan la onda mediante aplicación localizada
de calor y movimientos mecánicos de tensión. Al contacto con el agua, el cabello
recobra su forma original.
Secado. Opción tradicional. Es recomendable aplicar siempre una emulsión protectora sobre el cabello y, si se desea un lacio con volumen, distribuir espuma modeladora
antes de proceder. Para lograr un buen secado, el cabello debe estar mojado –no
empapado–, limpio y libre de restos de acondicionador. El calor debe aplicarse
primero en las capas más bajas, luego en los laterales y finalizar con el flequillo.
Es indispensable usar un cepillo redondo, preferiblemente con cerdas metálicas
que mantienen el calor. Por último, se debe aplicar aire frío en todo el cabello para
conservar la nueva forma y repartir una pequeña cantidad de silicón en las puntas
para iluminar y evitar el efecto frizz.
Planchado. Ofrece un liso más extremo y duradero, pero los expertos advierten
que su uso frecuente e inadecuado puede debilitar –e incluso fracturar– la fibra
capilar. Aun cuando algunas planchas han sido diseñadas para usarse sobre cabello
mojado, la recomendación general es utilizarlas siempre sobre cabello seco y preferir
las de titanio con regulador de temperatura. Antes de proceder, en especial cuando
el planchado es frecuente, debe aplicarse sobre cada mechón una loción protectora.
El instrumento debe deslizarse de la raíz a las puntas, sobre mechones de dos
centímetros, y la temperatura debe estar entre 250 y 350°F.
Diagnóstico clave
Optar por el tratamiento correcto requiere de la asesoría de un especialista, quien, tras
una detallada evaluación capilar, determinará el método más conveniente.
Coloraciones o decoloraciones previas, textura, fuerza, sensibilidad y resistencia de la
onda son algunos de los factores a considerar antes de elegir la técnica. Como parte
del diagnóstico, el estilista debe medir la elasticidad del cabello, estirando un mechón:
si cede como una liga, está contraindicado cualquier tratamiento de alisado. También
debe hacer una prueba del producto a utilizar en un mechón posterior y observar la
reacción capilar. Para evitar irritaciones o alergias, toda formulación para alisar ha de
aplicarse a dos centímetros de la raíz.
Cuidado extremo
El formol –componente del alisado
de queratina– empleado en concentraciones
superiores al 0,2% puede provocar alergias,
irritaciones, caída del cabello, daños
en el sistema respiratorio e, incluso,
diversas formas de cáncer, según
la Organización Mundial de la Salud.
La técnica de la queratina está contraindicada en
mujeres embarazadas o sometidas
a tratamientos de quimioterapia
y radioterapia.
Principios del alisado
Si bien la coloración previa no impide el alisado, se recomienda alisar y tinturar
después, pues el procedimiento puede alterar el tono.
El corte de cabello debe hacerse antes de alisar. Para mantener un lacio uniforme
se recomienda cortar las puntas cada tres meses si el cabello es largo, cada dos si es
mediano y una vez al mes si es corto.
El cloro es enemigo de cualquier tratamiento para alisar; en consecuencia, debe evitarse
sumergir el cabello por tiempo prolongado en piscinas.
Preferir productos específicos para las características del cabello –fino, grueso, quebradizo, decolorado–, tanto para el alisado como para el mantenimiento, optimiza
los resultados.
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Fue n t es c o n sul t a d a s
º Ricardo Chang, estilista. Chang Hair Style. El Rosal (Caracas).
º Kirssy Herrera, estilista. Carita Peluquería. Altamira (Caracas).
º Organización Mundial de la Salud (OMS).
º Food and Drug Administration (Estados Unidos).
º www.cuidadodelcabello.net / www.cabellosypeinados.com.
a g r a decimie n t o
Carita Peluquería
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