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Tratamiento del quiste sebáceo por tunelización
Sección Cirugía Dermatológica
Tratamiento del quiste sebáceo por tunelización
Norberto Grinspan Bozza
RESUMEN: Se recuerda que para la enucleación de un quiste sebáceo pequeño o mediano en la
cara y producir cicatrices poco visibles es factible recurrir a una incisión no en la parte convexa más prominente del quiste (como generalmente se realiza en otras localizaciones), sino
efectuar un corte de la piel alejado de la tumoración pero que coincida con un pliegue, surco o
arruga. A partir de allí, por medio de una “tunelización” se puede llegar al quiste y proceder
delicadamente a su extirpación.
Palabras clave: tratamiento - quiste sebáceo - incisión paramediana – tunelización.
ABSTRACT: We remember that we can remove a small or medium sebaceous cyst in the face
and do scars almost invisible, we can do an incision besides it, it means that instead of do ten
incision exactly over the sebaceous cyst we can do it one next to it coinciding with a wrinkle or
fold and from this place we can reach to the sebaceous cyst and remove it gently through a
tunnel.
Key-words: Treatment - Sebaceous cysts - Tunnel for remove sebaceous cysts.
Arch. Argent. Dermatol. 58:169-171, 2008
INTRODUCCION
Al tratar un quiste sebáceo en la cara, ya sea pequeño o mediano, se debe emplear una técnica apropiada
que asegure buenos resultados, tanto desde el punto
de vista terapéutico como estético, con el fin de que la
cicatriz no se constituya en un problema posterior.
En dos enfermos muy jóvenes con esta patología proponemos que en la extirpación del quiste sebáceo se
acuda a un método por “tunelización”.
La “tunelización” consiste en llegar al quiste a través
de la divulsión del tejido hasta encontrar el quiste.
Quiste sebáceo es la denominación que se aplica a
quistes triquilémicos y quistes infundibulares pilosebáceos, indistintamente.
Los quistes triquilémicos (lupias), se presentan en
un escaso porcentaje (menos del 20%).
Los quistes infundibulares pilosebáceos se conocen
comúnmente como epidérmicos o epidermoides y son
los que se observan con mayor frecuencia (más del 80%
son de este tipo). Se localizan habitualmente en la cara,
Director del Curso Anual de Cirugía Dermatológica de la Escuela
de Graduados de la Asociación Médica Argentina (A.M.A.).
Recibido: 19-6-2008.
Tomo 58 nº
4, Julio-Agosto
Aceptado
para
publicación: 2008
8-7-2008
pero no se excluyen otras zonas como cuero cabelludo,
cuello y tórax.
Frente a cualquiera de estas dos variedades de quistes, el tratamiento indudablemente será quirúrgico y no
ofrecerá mayores dificultades, por cuanto se trata de neoformaciones bien delimitadas, cuya cápsula permitirá una
fácil enucleación, mientras la misma no presente adherencias.
Al tratar un quiste sebáceo en cara es aconsejable
observar los pliegues, los surcos o arrugas que ya están
presentes en la piel, para realizar entonces una adecuada incisión.
Esta se hará paralela al pliegue, surco o arruga, teniendo en cuenta el esquema de Kraissl y Conway, que
en la cara no ofrece mayores dificultades.
Anestesia: al hacer la infiltración anestésica se debe
tratar que el líquido colocado a presión produzca una
hidrodivulsión con la consiguiente separación del quiste
del tejido circundante, con lo que quedará facilitada la
disección.
Elección de la incisión: la cicatriz quirúrgica resultante debe ser, en lo posible, poco visible y para
ello la incisión es conveniente que sea programada,
tratando de hacerla coincidir con un pliegue, surco o
arruga.
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Norberto Grinspan Bozza
a) Incisión en la parte convexa más prominente
b) Incisión paramediana sobre pliegue, surco o arruga
Figura 1.
Fig. 2 a: Incisión pre auricular.
Fig. 2 c: Sutura
Fig. 2 b: Enucleación del quiste.
Fig. 2 d: Resultado final
Fig. 2: Caso 1: “Tunelización” a partir del surco pre auricular.
Existen varios procedimientos para extirpar quistes
sebáceos y la opción dependerá de su localización, dimensión y número de quistes a tratar.
Para la exéresis y enucleación total del quiste sebáceo la incisión se puede realizar en el vértice del mismo
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o alejada del tumor, pudiendo ser mayor que su diámetro a fin de facilitar el “parto” del tumor (Fig. 1 a y b).
Esta ha sido la elección en los dos casos presentados (Fig. 2 a, b, c y d y Fig. 3 a, b y c).
El quiste sebáceo está rodeado por una doble en-
Arch. Argent. Dermatol.
Tratamiento del quiste sebáceo por tunelización
Fig. 3 a: Incisión sobre pliegue frontal
voltura: una cápsula interna, propia del tumor y otra
seudo-cápsula externa. Esta está formada por la simple condensación de los tejidos circundantes debido
al crecimiento de la tumoración, hecho que facilita su
enucleación si es abordado por separación o divulsión de dicho plano.
Se llega allí por medio de una “tunelización” cuidadosa. Se progresa lentamente y observando detenidamente lo que se corta hasta llegar al quiste, que
se distinguirá sin dificultad por el color nacarado.
En general hay poca hemorragia y si la hubiere
se la detendrá por compresión. En casos que fuera
necesario se emplearán puntas de electrocoagulación
y se seguirá separando el quiste en todo su contorno
(circunferencia) con una tijera delicada, una Halstead
curva o bien una cureta de Brocq.
Esta maniobra se ve facilitada cuando el quiste
sebáceo no ha sufrido infecciones que hayan dejado
adherencias, en cuyo caso sería algo más difícil su
exéresis total.
Extirpado el quiste, se limpia el lecho con agua
oxigenada y se termina mediante una sutura de puntos separados, dejando finalmente un apósito de gasa
de tipo compresivo.
Si el acto quirúrgico se ejecutó sin complicación,
a los seis/siete días se pueden retirar los puntos y la
cicatriz quedará “oculta” por el pliegue, surco o arruga.
BIBLIOGRAFIA
Fig. 3 b: Sutura
1.
2.
3.
4.
5.
Fig. 3 c: Resultado a los 6 días.
Fig. 3: Caso 2: “Tunelización” a partir de una arruga frontal.
Tomo 58 nº 4, Julio-Agosto 2008
Grinspan Bozza, N.: Tratamiento de los llamados quistes
sebáceos. Arch Argent Dermatol 1975; 25: 65-70.
Grinspan Bozza, N.: Manual Práctico de Dermatología
Quirúrgica. 2a. Edic. Ed. Publicaciones Latinoamericanas.
Buenos Aires; 2006.
Spadafora, A.: Las maniobras quirúrgicas. Ed. Bibliográfica
Argentina. Buenos Aires; 1957.
Grinspan Bozza, N.: Cirugía dermatológica. Arch Argent
Dermatol 1963; 13: 303-319.
Kraissl, C.; Conway, H.: Excision of small tumors of skin of
face, with special reference to wrinkle liners. Surgery 1949;
25: 592-600.
Dirección postal
N.O. Grinspan Bozza
Centro Dermatológico Argentino
Rincón 83. Piso 2.
1081.Ciudad Autónoma de Buenos Aires
E-mail: [email protected]
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