Hoy los churros se hacen bien, incluso desde el aburrido punto de vista nutricional: son hidratos de carbono Foto: Archivo Siglo Nuevo EL PLACER DESAPARECIDO fritos, pero los hidratos de carbono son necesarios. El chocolate de hoy no tiene nada que ver con el de los años cincuenta. Y hay chocolateríaschurrerías en las que llegan a formarse colas. Chocolate con churros. Hoy también se toman para merendar; antes, los churros eran algo popular, lo que no impedía que los disfrutasen también los señoritos; pero a la hora de merendar, la gente ‘fina’ sustituía los churros por picatostes, lingotes de pan no menos frito, de apetitoso color dorado, que si se sirven bien secos, sin aceite, son una delicia... pero no comparable con los churros. Ya lo sabe, amigo lector: cuando venga por Madrid es usted muy dueño de irse a tomar un té al Ritz o al Palace, o de hacer un saludable e impersonal desayuno en su hotel. Pero no le darán el pasaporte de madrileño -que, por otra parte, estarán deseando darle, que Madrid es ciudad muy hospitalaria y abierta- hasta que no pase usted su examen de castizo desayunando -o merendandouna taza de chocolate con su media docenita de churros. Foto: Takashi Matsumura Foto: Tim Lucas drileñas, como la de San Antonio (“la primera que Dios envía”) o la de la Paloma, se siguen friendo churros; algo hemos ganado, sin embargo: ya nadie fríe gallinejas ni entresijos, que son intestinos de cordero cuyo olor es de lo más disuasorio. Pero ya no se ven los churros ensartados en cañitas: vienen en muy higiénico cucurucho o cartucho de papel. A mí me siguen gustando los churros; claro que en nuestros días lo normal es freírlos en buen aceite de oliva, que se cambia cada pocas fritadas. Es bonito ver cómo el churrero va dejando caer la masa sobre el aceite hirviendo, dándole forma de lazo a cada churro. Es interesante presenciar cómo se trabaja la masa, cosa que requiere mucha habilidad y otra tanta fuerza. SIGLO NUE V O • 27