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Jacob y Raquel: trabajo de amor
Lección 4
Para el 28 de Julio del 2007
Efesios 5:25
Objetivos para la Enseñaza a tu clase
Saber que en el matrimonio deberíamos estar unidos en un yugo igual.
Sentir que el favoritismo conduce a los celos.
Hacer aprender de los errores de Jacob y de Labán.
Bosquejo de la Lección
I. Estar unidos en un yugo igual (Gén. 28:1-4)
A. Esaú tomó no solo una esposa, sino dos: Basemat y Judit. Sabemos muy poco más que sus nombres.
La Biblia dice que fueron una amargura para Isaac y Rebeca, causando que ella dijera: "Fastidio tengo de
mi vida". ¿Por qué es tan importante que nosotros, como Jacob, elijamos cónyuges que no sean de los
"heteos" sino de entre los que aman a Dios?
B.
Jacob se casó con Raquel después de catorce años de trabajo duro. ¿Qué responsabilidad tenemos
en cuanto a demostrar que somos capaces de proveer para una familia antes de comenzar una? ¿En qué
forma esto salvaguarda el matrimonio?
II. La avaricia, el engaño y la revancha (Gén. 29:15-30)
A. Jacob se despierta y se encuentra casado con la mujer equivocada. Labán le ofrece a Raquel por
otros siete años de trabajo agotador. Sin duda, la manipulación le recuerda a Jacob la forma en que una
vez él se aprovechó de Esaú. ¿Por qué, a veces, Dios nos permite ser arrastrados sobre el terreno por el
que nosotros hemos arrastrado a otros?
III. Amas de casa desesperadas (Gén. 29:30; 33:1-3)
A. ¿Has oído de parejas en las que un bebé salvó el matrimonio? Considera a Lea para ver cómo
funciona eso. Los nombres de sus hijos reflejan su desesperación. De Rubén, dijo: "Me amará mi marido";
de Simeón: "Oyó Jehová que yo era menospreciada"; de Leví: "Esta vez se unirá mi marido conmigo". Pero
de Judá dijo: "Esta vez alabaré a Jehová". ¡Demandó dar a luz cuatro veces para nacer de nuevo ella
misma! ¿De qué manera la historia de Lea muestra que en el matrimonio nuestros afectos deben estar
puestos en el Señor en primer lugar?
B. La desesperación de Raquel por tener un bebé la lleva a recordar a Sara. De pronto, Bilha se
encontró promovida de criada de Raquel a esposa de Jacob; Lea se desquita danto también su criada a
Jacob. La guerra de bebés aumenta cuando Rubén, el hijo de Lea, recoge mandrágoras, una fruta que
tenía la reputación de promover la fertilidad. En un acto digno de Labán, Lea le da las mandrágoras a
Raquel por una noche con Jacob. Pero solo cuando Raquel se dirige a Dios, que "la oyó", ella concibió. ¿Por
qué debemos esperar hasta que Dios satisfaga nuestras necesidades?
Resumen
Los cristianos deben hacer elecciones sabias, ser honestos en sus tratos y no mostrar favoritismo
hacia nadie.
Motiva
¿Tiene Dios un propósito para nuestras vidas? Piensa en la seguridad que Dios le dio a Jeremías: "Antes que te
formase en el vientre te conocí, y antes que nacieras te santifiqué, te di por profeta a las naciones" (Jer. 1:5).
Siglos antes, Dios le había revelado a Rebeca que ella tenía mellizos en su vientre y que "el mayor servirá al menor"
(Gén. 25:23), una promesa a la que se refiere Pablo al analizar el propósito de Dios en la historia (ver Rom. 9:12,
13). Que Dios conoce el fin desde el principio y que sus planes se cumplirán (ver Isa. 46:10) es un mensaje central
en la Biblia. En vista de esto, los hijos de Dios deben esperar pacientemente que sus planes se cumplan. Pero aquí
hay ejemplos de cómo a veces los santos vacilan: Abraham y Sara procuraron cumplir el pacto mediante Agar;
Rebeca y Jacob, mediante su propio engaño. El resultado final de esta desconfianza en Dios fue solo tristeza y
dolor. Rebeca nunca más vio al hijo que amaba y Jacob mismo "se sintió agobiado por la condenación propia" (PP
179).
Considera: ¿Por qué esperar pacientemente en Dios es una característica importante del pueblo de Dios? (Heb.
6:12; 12:1; Sant. 5:11; Apoc. 14:12).
¡Explora!
Comentario de la Biblia
La primogenitura, las bendiciones, ser el jefe de la familia, la herencia del pacto: todo esto no proveyó el gozo
y el valor que necesitó Jacob para llevar una vida normal. Él huyó de la casa paterna; se separó de su madre, a
quien nunca vio otra vez; escapó por temor a Esaú; y cambió la seguridad de su hogar por la incertidumbre de un
futuro desconocido. Pero había algo en el carácter de Jacob que mantuvo juntas las piezas de su vida
resquebrajada: "Sus pensamientos se dirigían constantemente hacia el provenir, y trataba de comprender sus
bendiciones invisibles" (PP 177).
Al extenderse hacia el futuro, Jacob supo que Dios estaba en el control. Vemos esto, a pesar de las muchas
incertidumbres en la vida de Jacob, en los eventos que ocurrieron entre Bet-el y Peniel.
I. Bet-el: la casa de Dios
Una escalera al cielo. Al huir de la seguridad de su hogar, no familiarizado con los males y las trampas del
desierto, Jacob se encontró apremiado por el temor. ¿Cuál sería su futuro? ¿Se despertaría para ver el amanecer,
sin caer presa de las criaturas de la noche? Jacob se encontró apremiado por el temor. ¿Cuál sería su futuro? ¿Se
despertaría para ver el amanecer, sin caer presa de las criaturas de la noche? Jacob necesitaba aprender que su
seguridad estaba en otra parte. La promesa del pacto de Dios estaba basada no en su astucia o egoísmo sino en la
propia fidelidad de Dios. Un sueño profundamente agitado cede a un sueño tranquilizador, que asciende al cielo.
Un alma perturbada, caída, presa de la desesperación, necesita mirar hacia arriba y reclamar la seguridad: "Mi
socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra" (Sal. 121:2), como lo hizo también Isaías (Isa. 50:7). Dios
permite que baje una escalera siempre que nos apartemos de las maquinaciones propias para confiar en aquel que
cumplirá sus propósitos.
Considera: ¿Qué significan estas promesas para ti? "Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal
alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento" (Sal. 23:4). "He aquí que no se ha
acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír" (Isa. 59:1).
"Es [...] puerta del cielo" (Gén 28:17). Aunque el sueño tuvo su drama de ángeles que ascendían hacia Dios y
descendían de allí, asegurando a Jacob que él no estaba completamente separado de la comunicación con su
Hacedor, el centro de toda esta experiencia fue la renovación del pacto de Dios con Jacob: el pacto del Dios de
Abraham y de Isaac. La continuidad del pacto, a pesar de lo errático de las decisiones humanas, es el hilo
conductor que corre a lo largo de la historia bíblica. Los seres humanos pueden fallar, pero ¿Dios? ¡Nunca!
"Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía" (Gén. 28:16). Cuánto se parece esta experiencia a
la de cualesquiera de nosotros. Requiere un sentido de estar absolutamente perdido e indefenso darse cuenta de
que Dios estaba aquí. La promesa de Dios es invariable. "He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin
del mundo" (Mat. 28:20). ¡Bendita es la persona que reconoce esto!
Considera: "La escalera representa a Jesús, el medio señalado para comunicarnos [...]. Cristo une el hombre
débil y desamparado con la fuente del poder infinito" (PP 184).
II. Jacob, Raquel y Lea: Amor y agitación
¿Extenderse hacia arriba o a la belleza exterior? En Bet-el, Dios le dio a Jacob una cuádruple seguridad (Gén.
28:15: Yo estoy contigo y te guardaré; volveré a traerte; no te dejaré), y eso debería haber sido suficiente para
que Jacob confiara su futuro en las manos de Dios. Pero él elige negociar con Labán para conseguir a Raquel, y se
encuentra engañado. Las decisiones basadas en la belleza exterior a expensas de la interior, sin tomar en cuenta el
propósito de Dios y su dirección, a menudo terminan en dolor y tristeza. El apresuramiento de la juventud, el amor
por la hermosa Raquel y la sombra de la tradición se combinan para producir una tragedia inesperada de otros
siete años de trabajo. Jacob se encuentra casado, no con su amada Raquel, sino con Lea, y el camino de engaño
con el que Jacob abandonó su hogar da la vuelta para completar el círculo. El salario del engaño es el chasco y el
dolor. Considera a Lea, Raquel, sus criadas, y las relaciones de Jacob con ellas. ¿Por qué la poligamia no puede
producir un hogar feliz?
Considera: Raquel era hermosa y romántica, y conquistó el corazón de Jacob, pero Lea se sintió despreciada y
anhelaba la atención de Jacob. Sin embargo, Dios eligió a Lea para participar de la línea progenitora de Cristo.
¿Hay alguna lección que podemos obtener de esto?
¡Practica!
Preguntas para reflexionar:
Dios le había dicho a Rebeca, aun antes de que nacieran los mellizos, que el menor sería el heredero del pacto.
De manera que, ¿qué había de malo en que Rebeca quisiera impedir que Isaac bendijera a Esaú?
Elena de White declara: "Rebeca y Jacob deberían haber esperado que Dios cumpliera sus propósitos, a su
manera, y en su tiempo, en lugar de tratar de lograr los eventos predichos con la ayuda del engaño" (3 SpG 115).
¿Puedes citar casos en los que tú actuaste de la misma manera?
Testificación
¿De qué modo una vida matrimonial puede ser un testimonio del amor y la conducción de Dios?
¡Aplica!
A pesar de su pecado y engaño, Jacob fue elegido por Dios como el heredero de su pacto con Abraham. ¿Qué
lecciones puedes obtener de esto que sean aplicables a tu vida?
Compilador: Dr. Pedro Martínez
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