PROYECTO EVANGELIZADOR MENESIANO_1

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PEM
¡Si conocierais
cómo os ama!
(JMª)
1
2
PROYECTO EVANGELIZADOR
MENESIANO
La Escuela Menesiana fundamenta su misión educativa y evangelizadora en la
convicción básica de que la apertura a la trascendencia constituye un
enriquecimiento fundamental para la persona humana. (Car. Pro. 3.6)
1. RELACIÓN ENTRE EVANGELIZAR Y LA MISIÓN MENESIANA
La dimensión evangelizadora forma parte constitutiva de la Misión Educativa Menesiana, a
través de la cual, nosotros y nosotras, miembros de la Familia Menesiana, respondemos a la
misión que la Iglesia nos ha encomendado.
La fidelidad creativa al carisma fundacional de Juan María de la Mennais y de las primeras
comunidades de Hermanos nos pide un esfuerzo de renovación y de coherencia en el compromiso
asumido para la Misión. Las obras educativas menesianas se inspiran en el talante cristiano y
evangelizador de toda la acción educativa que desarrollan.
Así queda recogido en el documento marco “Carácter Propio de La Escuela Menesiana”.
Consecuentemente, este talante lo concretamos y contextualizamos en los respectivos Proyectos
Educativos de cada obra, explicitando la tarea evangelizadora en cuatro niveles: Diálogo Fe-Cultura
– Vida; Pedagogía del umbral, Espacios de evangelización para todos y Espacios de Evangelización
optativos, tanto la dirigida a todos como la que es fruto de la opción de los destinatarios.
Este talante cristiano y evangelizador es el principio inspirador de todos los esfuerzos
educativos en los diferentes campos donde la Familia Menesiana trata de hacerse presente:
-
en el trato y la relación personal y cercana que establecemos entre los educadores, los
alumnos, las familias y su entorno;
en la educación en valores que promovemos;
en las clases de Enseñanza Religiosa que impartimos;
en la oferta de propuestas formativas que hacemos a alumnos y antiguos alumnos;
en el respeto a todas y cada una de las personas con las que convivimos;
en las acciones sociales y solidarias que fomentamos;
en nuestro objetivo de suscitar cristianos maduros;
en las experiencias eclesiales que apoyamos.
Como respuesta al compromiso evangelizador, todo Centro Menesiano estructura toda su
acción educativa en favor de todos los alumnos, especialmente a los más necesitados: ya sea en
lo intelectual, espiritual, económico, psicológico o social. Por ello, los educadores Menesianos damos
especial importancia a conocer la situación real que está viviendo cada alumno, sus necesidades,
para facilitar su crecimiento y maduración personal.
Somos conscientes de los cambios que vivimos en la sociedad, la escuela y la propia
institución: el plural entramado social, político, religioso y cultural, el peso de obras, la complejidad
del funcionamiento educativo, las cambiantes necesidades de educadores y alumnos...
Este es un momento apasionante en nuestra Provincia para vivir la Misión Menesiana. Una
oportunidad para compartir la propia vocación, como un don que Dios nos ha regalado, que nos lleva
a una FAMILIA MENESIANA nueva , para descubrir los múltiples signos de los tiempos, donde el
Espíritu se hace presente hoy.
3
2. DESTINATARIOS DE NUESTRA TAREA EVANGELIZADORA
“La acción educativa de la Escuela Menesiana nace desde el alumno y
está a su servicio”1
Cuando nos preguntamos cómo son los destinatarios (niños y jóvenes y adultos) a quienes se
dirige nuestra evangelización, no podemos dejar de hacer referencia al contexto socio-cultural en
que nos movemos.
El momento actual, que percibimos como un cambio de época, está marcado por un giro
antropocéntrico: la persona es el centro organizador de la realidad que le rodea, tiene conciencia
de su ser absoluto frente a cualquier instancia externa y quiere tener la última palabra sobre sí
misma. Predomina la subjetividad en la interpretación del mundo y el crecimiento personal se
fundamenta en las relaciones interpersonales.
Fruto de la sensibilidad social hacia valores como la libertad, la igualdad y la fraternidad, surge
con fuerza la conciencia de la dignidad personal en la matriz de un mundo globalizado. La
necesidad de autorrealización de cada ser humano nos hace pensar que no hay niñez ni juventud,
sino niños y jóvenes concretos y diversos. Así, se impone .la integración en el mismo acto y en la
misma persona la instrucción, la educación y la evangelización de esos niños y jóvenes.2
Necesitamos nuevos enfoques educativo-pastorales para hacer posible un proyecto
Menesiano que implique a toda la comunidad educativa. Nuestra escuela ha de dar respuesta a una
sociedad en la que emergen con fuerza nuevos valores. Ya no es la sociedad de la modernidad, de
la razón organizadora, de los sistemas de contenidos, sino de la postmodernidad, que pone el acento
en lo emocional, en las relaciones, en lo fragmentario y en el cambio.
Un gran reto que hemos de asumir, por nuestra parte, es la capacidad de generar un estilo
educativo-pastoral que ofrezca al alumno el protagonismo que necesita para educarse; un proyecto
centrado en el aprendizaje experiencial a través de las competencias. Necesitamos hacer de la
escuela un ámbito de vida que potencie los valores positivos en alza, con los que pueden conectar
más fácilmente nuestros alumnos: la ecología, la justicia, la solidaridad, la paz, el respeto a las
minorías, la interculturalidad, la comunicación interpersonal, el diálogo constructivo en la búsqueda
de la verdad, la participación voluntaria en la mejora del mundo...
Se trata de valores encarnados en personas, colectivos y organizaciones que son
referenciales en medio de una cultura de la satisfacción, entendida como libertad del consumidor
para colmar todos sus deseos, que promueve el individualismo como forma de vida y el éxito social
como aspiración irrenunciable.
La realidad compleja y plural, unida a cierta superficialidad y a los rápidos cambios sociales que
vivimos, suscitan algunas tendencias en los destinatarios de la evangelización:
- relativismo ético y anomia frente al dogmatismo y moralismo anterior;
- pensamiento débil y fácilmente manipulable, con su consiguiente falta de identidad;
- vitalismo y ganas de vivir el presente aprovechando al máximo la gran cantidad de ofertas de
la sociedad de consumo;
- fragmentación de vida y falta de autenticidad al vivir con incoherencia las distintas facetas de
la personalidad y en compartimentos estancos los diferentes ámbitos sociales.
Con frecuencia, notamos en los niños y jóvenes que llegan a nuestra escuela:
- falta de conciencia clara de los límites de respeto para la convivencia constructiva;
- carencia de apoyo afectivo adecuado e incondicional para una sana autoestima;
- poca exigencia razonable de trabajo y esfuerzo para desarrollar todas sus capacidades;
- insuficiente reconocimiento, gradual y dialogado, de espacios de libertad y autonomía acordes
con su madurez y responsabilidad;
- escasez de valores capaces de motivar esfuerzos, inspirar proyectos y orientar la vida.
1
2
Car.Propio 3.1
Car. Propio 1.2.3
4
Creemos importante tener en cuenta que :
o Conocen los medios de comunicación. Aprenden con imágenes y saben hacer
“zapping” con sentido, no necesitan verlo todo para captar la idea.
o Sus vínculos sociales son más importantes que los individuales; comunicarse
significará “hablar todos con todos” y no sólo “yo cuento, tú me escuchas”. Se
relacionan según sus intereses. Las personas son tomadas en serio unas a otras, se
escuchan mutuamente y se valoran por su autenticidad.
o Tienen interés, aunque parezcan superficiales. Generalmente están satisfechos con lo
que hacen.
o Están llenos de pasión e implicados socialmente aunque parezcan indiferentes.
o Aprenden de forma lateral, por asociación de ideas y no de forma lineal con patrones
fijos. Creen que se aprende mejor cuando se tiene la necesidad de saber algo.
o Investigan y descubren cómo hacer algo sin esperar que otros se lo expliquen.
o Toman en serio la justicia y el respeto a todo aquel que sea auténtico y sincero.
Buscan intimidad.
o Se comunican entre sí, viven y trabajan en red. Les gusta estar juntos. Les encantan y
necesitan las relaciones en armonía. El contacto con los amigos es especialmente
importante para ellos.
Nuestros alumnos, por la influencia de los Medios de Comunicación Social y de las Tecnologías
de la Información y de la Comunicación, están expuestos a multitud de estímulos externos. Así,
predomina en ellos una actitud pragmática, se muestran frágiles psicológicamente, tienen dificultades
para cultivar su vida interior y son escépticos ante los grandes discursos racionales y las instituciones
sociales.
Leemos esta situación como una llamada para atender a las necesidades particulares de cada
niño y joven, especialmente a las de aquellos que padecen las nuevas pobrezas como son: la
desestructuración familiar, la desmotivación vital, las carencias económicas motivadas por la
precariedad laboral de los padres, las carencias intelectuales y afectivas, la inmigración con lo que
acarrea de dificultad para la integración socio-cultural... Nos preocupa detectar, definir y remediar
estas pobrezas.
Pero somos conscientes del peligro de que nuestra escuela, en un mundo tan competitivo, se
dedique prioritariamente a la formación de trabajadores eficientes. Se descuidan así aspectos, poco
rentables a corto plazo, pero que, a la larga, humanizan y dan sentido a quienes los cultivan.
En medio del secularismo, del inmanentismo y de la instalación en lo efímero, predomina la
indiferencia religiosa; aunque el sentimiento religioso encuentra cauce en una religión a la carta que
se nutre de las múltiples ofertas pseudo-trascendentes ofrecidas en el mercado.
Surgen así nuevos tipos de personalidad religiosa. Destacamos brevemente algunos nuevos
rasgos de la religiosidad juvenil:
– la evidencia de que la fe no es un supuesto, sino una decisión;
– la importancia del componente experiencial-emocional de la espiritualidad;
– el analfabetismo religioso e incluso la deformación de la percepción de la propuesta cristiana
y eclesial.
– la vivencia religiosa subjetiva, de baja intensidad racional e institucional;
– la necesidad de conectar la fe con sus intereses personales inmediatos y de comprobar que
sirve para la vida;
– la insuficiencia e incomprensión de lo sacramental, de la moralidad y del compromiso para el
cultivo de la fe;
– la necesidad de compartir su fe en grupos primarios y sentir la comunión como factor
configurador;
– retraso en opciones fundamentales
Estos rasgos son el punto de partida para nuevas propuestas evangelizadoras. En este
sentido, estamos convencidos de que los destinatarios de la evangelización van a descubrir al Dios
de Jesús por el testimonio enamorado de creyentes y comunidades cristianas, por la lectura de la
propia vida desde la interioridad y el encuentro con los otros desde la compasión, y por la presencia
cercana de los testigos del Evangelio.
5
3. AGENTES DE LA EVANGELIZACIÓN
“ El éxito de la formación humana y espiritual requiere la colaboración y
el testimonio complementario de todos los educadores: padres,
profesores religiosos y seglares, sacerdotes, etc. Exige también la
participación de los alumnos” (RV Dir 113)
Si es de especial interés para nuestra labor conocer y profundizar en el mundo exterior e interior de
los destinatarios de la misión que nos encomienda la Iglesia, todavía tiene más trascendencia e
importancia conocer quiénes son los agentes de la evangelización y cómo deben llevarla a cabo.
Todos los educadores de nuestros centros (profesores, animadores, entrenadores, voluntarios,
catequistas, familias, personal de administración y servicios...) cuando realizamos nuestra labor educativa
e intentamos que los alumnos crezcan como personas y vayan desarrollando su propio proceso de
humanización, estamos ya, desde este mismo instante, haciendo una labor de evangelización. Todos los
profesores, desde nuestra materia curricular, intentamos dar sentido a la vida de los alumnos y les
ayudamos a interpretar la cultura en la que viven. De esta forma, estamos asentando la formación y el
soporte antropológico que la experiencia de fe necesita para ser personalizada en su vida. Dicha labor es
importante y fundamental para que en nuestras obras pueda darse el diálogo fe-cultura-vida al que nos
sentimos llamados en una escuela cristiana.
Los educadores, inevitablemente, trasmitimos valores, sentido de la vida, saberes, creencias y
provocamos interrogantes. De esta manera, somos directa o indirectamente evangelizadores de nuestros
niños y jóvenes. Hoy día, hemos de entender que, debido al secularismo que predomina en nuestra
sociedad, los educadores de nuestras escuelas también nos vemos necesitados de ser evangelizados y
de entrar en un proceso de conversión permanente. No es fácil en la actualidad marcar diferencias nítidas
entre quiénes somos los agentes y quiénes somos los destinatarios de la evangelización. Sería más
preciso entender que toda la comunidad educativa es a la vez evangelizadora y evangelizada por la
propia realidad de los niños y jóvenes a los que quiere servir.
Ser evangelizadores y a la vez sentirnos evangelizados, y descubrirnos como llamados y enviados
por Dios a esta misteriosa y apasionante misión, es una experiencia que configura nuestra identidad.
Estamos invitados a mantener con los chicos y chicas unas relaciones de calidad que “les haga saberse
amados”.
Los educadores Menesianos tenemos la oportunidad, bien en el ámbito escolar o más allá del aula y
el horario lectivo3, de ser experiencia de relación, cercanía, acompañamiento para los niños y jóvenes
destinatarios de nuestro quehacer cotidiano. Sólo la presencia entre ellos, la cercanía y los lazos
creados4, en un primer momento, darán paso después a un compartir más profundo.
Los educadores menesianos debemos estar dispuestos a salir en busca de la oveja perdida, a
escuchar el desafío de los que quizás no creen pero querrían creer5.
Los educadores que evangelizan deben mediar en el proceso de iniciación y crecimiento de la fe de
sus alumnos,6 ser motivo de encuentro, personas coherentes para el joven que se abre a la vida. Deben
ser personas a través de las cuales el joven se sienta invitado a creer, a vivir el Evangelio, a pertenecer a
la Iglesia. En el contacto con los jóvenes y con los compañeros, los educadores podemos ir aprendiendo
a ver a Dios en todo, a comprender que todo tiene sentido porque todo está habitado por Él.
Por ello, optamos por esforzarnos en lograr que todos sean considerados y tratados como
“hermanos”, hijos del mismo Padre7. Sabemos que el lugar privilegiado para la evangelización es la propia
comunidad a la que pertenecemos. Es la Iglesia Comunidad la que evangeliza y a la vez la que se siente
interpelada y evangelizada por la propia vida del niño y del joven. Por ello cuidamos la relación y los lazos
con la Iglesia local.
En nuestras obras son muy necesarias personas y comunidades cristianas que resalten la
transcendencia de las realidades humanas y procuren que su testimonio sea visible a los corazones
sencillos y abiertos de nuestros niños y jóvenes8.
Car. Prop 3.8
Car. Prop 3.2
5 Car. Prop 1.2.4
6 Car. Prop. 3.3.
7 Car. Prop.1.2.1
8 RV Dir 109
3
4
6
4. CLAVES DE PASTORAL MENESIANA
“Uno de los objetivos fundamentales de la educación en una Escuela
Menesiana es la colaboración en la formación del hombre nuevo y de la mujer
nueva según los valores proclamados en el Evangelio. ”.(Car. Prop. 1.3)
Los educadores conscientes del cambio son los que pueden hacer una evangelización en
la Escuela Menesiana, teniendo en cuenta que solamente si existe una comunidad cristiana de
educadores que tenga conciencia de su misión esa escuela puede llegar a ser evangelizadora. La
comunidad es siempre fuente, lugar y meta de toda acción evangelizadora.
“La comunidad cristiana del centro —con presencia de vida consagrada o no— debe ser
referencia que dinamice la misión evangelizadora del centro. Los educadores deben ser
modelos de vida cristiana compartida que muestren un modo de vida y animación de los
centros digna de ser imitada”9.
4.1.
LA
CENTRALIDAD
EVANGELIZADOR10
DEL
ALUMNO
EN
EL
PROCESO
Antes de proponer la fe, los educadores debemos conocer, acoger, respetar y apreciar a los
niños, jóvenes y adultos a quienes nos dirigimos.
Ayudamos a cada educando a plantearse el tema de la fe desde su situación personal, desde
su realidad, desde su mundo
El proceso evangelizador debe conectar con la vida, las situaciones personales11, el lenguaje
y la capacidad expresiva del niño y del joven. Los educadores estamos invitados a revisar
nuestro modelo antropológico, social, teológico y eclesial.
Fomentamos una pedagogía de la fe activa, reflexiva, experiencial, participativa e implicativa,
donde el niño, el joven o el adulto, desde su libertad, se sientan responsables y se
comprometan en acciones concretas.
4.2. FOMENTAMOS EL DIÁLOGO INTERCULTURAL E INTERRELIGIOSO12
Fomentamos el diálogo intercultural e interreligioso porque nuestros niños y jóvenes
pertenecen a mentalidades y contextos socio-culturales plurales.
Tratamos de potenciar cuanto de positivo hay en la cultura actual y ayudamos a las personas
a explorar y desarrollar sus aspiraciones profundas, como lugar donde Dios se manifiesta
hoy.
Descubrimos y valoramos, junto con los niños y jóvenes, las aportaciones que las diferentes
opciones creyentes hacen a la sociedad.
Fomentamos la pedagogía del sentido crítico13 ante las diferentes propuestas culturales y
religiosas, a fin de descubrir los valores y contravalores de esta sociedad plural14
Creemos que las diferentes culturas y religiones enriquecen la comprensión del anuncio
explícito de Jesucristo y su Evangelio.
Ayudamos a valorar la propia identidad y tradición cristiana.
Temas clave del Proyecto Educativo FERE-CECA pág. 159
Car. Propio 3.5
11 Car. Prop. 3.6
12 Car. Porpio 3.10
13 Car. Prop 3.7
14 Car. Prop 3.7
9
10
7
4.3. DESDE UN ESTILO EVANGÉLICAMENTE FRATERNO
El encuentro y la acogida de las personas es más importante que los planes y las acciones
evangelizadoras. Optamos por el acompañamiento personalizado, para hacernos
responsables unos de otros.
Sabemos ser flexibles, innovadores y creativos en las formas y los lenguajes que empleamos.
Para que pueda darse el proceso de evangelización consideramos que cada uno debe
sentirse responsable del otro15 para escuchar, comprender, acompañar, estar cercanos y
tomar la iniciativa en el encuentro.
Preparamos a los niños y jóvenes para trabajar en la desaparición progresiva de las
estructuras económicas y sociales injustas y de la discriminación que atenta contra los
derechos fundamentales de la persona humana16.
4.4. CON UNA ESPIRITUALIDAD DE LAZOS-COMUNIÓN
El proceso de evangelización es también un proceso de espiritualidad, de experiencia de
Dios, de reconocerle entrelazando nuestra vida y acompañando nuestra historia.
Hemos de facilitar que niños, jóvenes y adultos descubran la presencia de Dios en su historia
personal, en los lazos que establece en los vínculos con los demás y en la manera de
vivirlos17.
Recobramos la dimensión afectiva de la fe: el valor de la experiencia, la capacidad de
comunicación, el deseo de relaciones personales auténticas, la expresión de sentimientos, la
escucha de la interioridad, el desarrollo de las emociones, la dimensión celebrativa y
comunitaria de la fe...
El testimonio personal de la propia vivencia de fe se convierte en la mejor metodología para la
evangelización.
Favorecemos las experiencias de comunión, los proyectos en equipo, las celebraciones en
las que compartimos la fe..., de esta manera, como Familia Menesiana, Laicos y Hermanos
juntos, construimos Iglesia.
Ayudamos a descubrir los “signos de los tiempos” en todas las realidades, personas,
situaciones. Nuestra acción evangelizadora se afronta desde la fe en el Espíritu como la
presencia actuante de Dios, en las personas y en las comunidades.
Somos creativos en el proceso evangelizador. Dios sigue necesitando de la creatividad de
cada persona porque la creación todavía no ha terminado.
4.5. CON ESPECIAL SENSIBILIZACIÓN HACIA EL NECESITADO
Entendemos al necesitado como lugar privilegiado de presencia y llamada interpelante de Dios.
El espacio que los necesitados ocupen en nuestra vida y nuestra misión será el indicador de la
autenticidad de nuestra fe y fidelidad al carisma Menesiano.
El proceso evangelizador en nuestra escuela no puede obviar la opción preferencial por los
pobres que nos lleva a evitar todo tipo de discriminación, a afinar la sensibilidad por todas las
pobrezas que especialmente afligen a niños y jóvenes de pueblos enteros18.
Sabemos orientar a todos y cada uno de nuestros niños y jóvenes no solamente en los
aspectos profesionales sino también en los vocacionales. Una tutoría individualizada ayudará
a orientarles en la pregunta sobre el sentido de sus vidas.
Car. Prop 1.2.1
Car. Prop. 1.3. 2 y RV Dir 120
17 Car. Prop. 3.2
18 “Las personas consagradas en la escuela “(S.C. Educación Católica 2002) nº 69
15
16
8
Procuramos que los mejores recursos y las personas más preparadas estén al servicio de los
últimos19 de nuestro centro ya sea por motivos económicos, intelectuales o sociales.
Los contenidos que proponemos priorizan los de la Doctrina Social de la Iglesia20 de modo
que estén al servicio de la vida y valgan para el crecimiento integral de la persona.
Buscamos formas de ofrecer educación no formal21 donde los más desfavorecidos puedan
tener acceso a nuestra escuela menesiana.
Trabajamos con organizaciones sociales, civiles y eclesiales, así como con personas de
buena voluntad, en la defensa de los derechos del niño22, de todos los niños y jóvenes.
5. UNA EVANGELIZACIÓN EN PROCESO.
Estructuramos el proceso de evangelización en los siguientes niveles de profundización:
Primer nivel: Diálogo FE-Cultura-Vida
“ La enseñanza de las asignaturas profanas se imparte respetando sus
propias exigencias. Sin embargo el educador menesiano se esfuerza por
“ordenar toda la cultura humana … de suerte que quede iluminado por la
fe el conocimiento que los alumnos van adquiriendo del mundo, de la
vida y del hombre” (Concilio Vaticano II GE. E. 8,1) “ (RV Direc 119)
La tarea de fondo de toda la actividad educativa de una Escuela Menesiana es el diálogo
provocado23 con los saberes culturales socialmente significativos para su recreación crítica a la luz
del Evangelio. En este nivel consideramos dos opciones a desarrollar:
a.- Evangelización de las situaciones cotidianas
“ La acción mediadora de cada educador se desarrolla en la atención que
presta a cada alumno en los procesos de enseñanza-aprendizaje, en la
transmisión de la cultura,… en la creación de un clima de libertad y
caridad…”(Car.Propio 3.3.)
En esta opción cuidamos en la vida ordinaria del centro:
Las relaciones entre los diferentes agentes que participan en el aula, entendida como espacio
de aprendizaje intencionalmente planificado.
La convivencia diaria, las actividades que se ofrecen, las situaciones imprevistas, la forma de
resolver los conflictos, el clima institucional del centro… analizados a la luz del Evangelio.
La oferta curricular de la Escuela Menesiana como oferta de sentido de vida para quienes se
acercan a ella.
La forma de desarrollarla incide en la Evangelización de los agentes, por lo que
cultivamos:
o
El rigor científico impartido en cada una de las materias , rigor que en los momentos
actuales lleva a un desarrollo curricular basado en competencias, incluyendo la
competencia espiritual como básica.
o
Un modo de trabajar basado en la pregunta: Enseñar y aprender a preguntar y
preguntarse24.
o
Una planificación y selección de los contenidos basados en criterios de
profesionalidad, de adhesión a la misión25 y a los valores de la Escuela Menesiana.
Idem nº 70
Idem nº 72
21 Idem nº 73
22 Idem nº 74
23 Car. Propio 3.6
24 “Cada educador es el primer responsable de la calidad de los procesos pedagógicos de sus alumnos”(Car.Propio2.2.5)
25 Car. Propio 3.3
19
20
9
b.- Evangelización de la cultura e inculturación del Evangelio
“ EL educador de la Escuela Menesiana media en el proceso de
iniciación y crecimiento de la fe de sus alumnos mediante … la
promoción del diálogo fe-cultura en sus materias…” ( Car. Propio
3.3.)
En esta opción consideramos que el lugar privilegiado para desarrollarla no es otro que los
aprendizajes sistemáticos de la distintas materias.
Hacer una reflexión acerca de las selecciones curriculares concretas que la Escuela Menesiana
propone en su Proyecto Educativo y las que proponen los educadores en el desarrollo de sus
propuestas curriculares en el aula. Reflexión que va desde el análisis histórico de por qué y
cuándo fueron formuladas las teorías y prácticas que proponemos hasta localizar cuáles serían
hoy las respuestas a los problemas que quisiéramos solucionar. Esta historicidad tiene que
suscitar esperanza, alternativa26, utopía. Se trata de demostrar con la teoría y la práctica que se
puede vivir hoy humanamente aprendiendo ese currículo.
Si la red curricular de conocimientos está constituida básicamente por el elemento científico, lo
artístico y lo ético, el educador menesiano buscará en su materia introducir la pregunta por el
sentido de la vida y la pregunta religiosa, que puede tener distintas caras: La pregunta por el
universo, su inteligibilidad y su fundamento; la pregunta por lo incondicionado moral y su relación
con las opciones concretas; la pregunta por el origen y el futuro del mundo y de nosotros mismos;
la pregunta por el sentido de la vida; la pregunta por los límites habituales de la existencia… A
poder ser en equipo, cada materia introducirá momentos donde se susciten este tipo de preguntas
buscando ejemplos del Evangelio que apoyen las mismas. Se trata de abrir la cultura de la
escuela a su raíz religiosa desde nuestra fe en la Encarnación de Dios en nuestra historia.
La reflexión crítica de las ciencias, de cada una de las materias, serán un camino para preparar la
evangelización de la cultura. “La Escuela Menesiana fomenta en los alumnos actitudes de crítica
constructiva hacia sí mismos, hacia los demás y los hechos y circunstancias del entorno…”(Car.
Propio 3.7 “Pedagogía del sentido crítico”) Se trata de buscar descubrir una dimensión cristiana en
esos saberes, se trata de buscar poner en diálogo los contenidos de todas las materias con la
lógica del Evangelio, se trata de buscar provocar el diálogo entre los aprendizajes científicos y las
preguntas de la fe.
En una época de ocultación de lo religioso, sin embargo lo religioso hoy sobrevive
“clandestinamente” en el empeño por la justicia, en la maravilla ante el mundo y la vida, en el
encuentro amoroso, en el encuentro con el dolor, con la muerte, en el encuentro con los límites
éticos y estéticos, en la música, la naturaleza, los testigos de la fe, en la búsqueda del sentido de
la vida…. Necesitamos buscar educar para la contemplación, para iniciar a la vida cristiana.
Segundo nivel: Pedagogía del Umbral – Valores
“Creación de un ambiente educativo caracterizado por el cultivo de los
valores cristianos y el despertar a la trascendencia.” (Car. Propio 3.6)
En este nivel educamos en aquellas actitudes y acciones que sustentan y facilitan la
evangelización. Está propuesto para niños, jóvenes, adultos, creyentes o no creyentes, católicos o de
otras confesiones, normalizados o con riesgos, en búsqueda o instalados...
Los contenidos se dirigen a educar en valores: libertad, solidaridad, responsabilidad,
compromiso y transcendencia. (Cf. Carácter Propio Centros Menesianos, 1.3).
Proponemos la participación, la implicación y la solidaridad (educar para la utopía, creer que un
mundo mejor es posible).
Estimulamos la búsqueda del sentido, como primera experiencia espiritual.
Provocamos la experiencia de la fraternidad.
26
Car. Propio 1.2.2
10
Favorecemos el acompañamiento personal por parte del educador (tutoría, seguimiento...).
La Pedagogía del Umbral se lleva a cabo a través de diversas acciones:
- Educación para el ocio.
- Convivencias Escolares o de Grupo.
- Voluntariado.
- Formación en el lenguaje de los símbolos.
- La ambientación de locales y clima de centro.
- Educación en la interioridad
- Participación y protagonismo en campañas sociales
- Educación deportiva.
- Participación en experiencias comunitarias.
- Acompañamiento tutorial.
- Orientación vocacional.
- Dinámicas sobre Derechos Humanos, Derechos del Niño, Globalización, Ecología...
- Análisis e intervención en las necesidades del entorno.
- Formación de padres y madres.
- Formación inicial y permanente de los educadores.
- Etcétera.
Tercer nivel: Espacios de Evangelización Explícita para todos
“Creemos en el valor educativo del Evangelio de Jesús vividos en la comunidad
cristiana” (Car. Propio 1.3.5)
En este nivel hacemos posible la reflexión y valoración de la propuesta religiosa desde la
libertad y la personalización de la opción creyente. Está dirigida a los mismos destinatarios que los
de la Pedagogía del Umbral.
Para ello, iniciamos a las personas en la lectura crítica de la realidad, con el fin de descubrir los
valores de la sociedad y cultura actuales, especialmente las aportaciones históricas y
contemporáneas que la cultura ha hecho a la religión: superación de fanatismos e integrismos,
defensa de los derechos humanos, de la dimensión ética, de la libertad de conciencia y de
creencias... Esta lectura crítica incluye el análisis de los excesos de las religiones.
Asimismo, ayudamos a valorar la aportación de la religión al mundo actual: exploración de otras
dimensiones de la realidad, propuesta de sentido de la vida, descubrimiento de la espiritualidad y
educación de la interioridad y la trascendencia. Hacemos una lectura crítica de los excesos de las
culturas actuales: secularismo, pensamiento único, reduccionismo economicista, individualismo,
nihilismo, hedonismo, insolidaridad...
Enseñamos a valorar las diferencias entre las culturas y entre las religiones como una riqueza.
Educamos en el aprecio a la propuesta cristiana.
-
Practicamos el diálogo Fe-Cultura en:
Reflexión de la mañana.
Enseñanza Religiosa Escolar.
Oraciones y celebraciones litúrgicas en diferentes momentos de la vida escolar: Semana de
Juan María, celebraciones eucarísticas, adviento-navidad, pascua,…
Convivencias cristianas con el grupo-clase.
Formación específica de los agentes evangelizadores.
Las convocatorias sistemáticas a participar en grupos de maduración humana y cristiana en
el ámbito extraacadémico.
Proyectos de iniciación evangelizadora y apertura a la trascendencia para todos.
Etcétera.
11
Cuarto nivel: Espacios de Evangelización Explícita para voluntarios
“Procesos de iniciación cristiana y catecumenal para quienes libremente lo
aceptan que tienden al nacimiento de comunidades cristianas menesianas
insertas en la Iglesia” (Car. Propio 3.6.3)
En el cuarto nivel iniciamos a la persona en la relación con Dios y facilitamos la experiencia y vivencia del
Evangelio como buena noticia para la persona y los grupos. Está dirigido a niños, jóvenes y adultos que desean
profundizar en la persona de Jesucristo, participar en alguna dinámica comunitaria y compartir su espiritualidad.
Proponemos la vivencia constructiva y gozosa de la fe, a través de la experiencia grupal y comunitaria
así como de diferentes propuestas y experiencias. Planteamos la necesidad de la búsqueda espiritual, del
discernimiento vocacional, del compromiso social estable y del compromiso explícito por el Reino de Dios.
Ofrecemos una formación religiosa continuada que haga posible el seguimiento de Cristo.
-
Hacemos posible la Evangelización Explícita en:
Celebraciones bíblico-simbólicas o de la Palabra.
Participación activa en las oraciones.
Dinamismo del Proyecto personal.
Compromiso social.
Participación en los sacramentos.
Experiencias vocacionales.
Procesos catecumenales.
Pertenencia comunitaria.
Participación e integración en la vida eclesial.
Formación y acompañamiento de grupos de educadores.
Grupos de Fe.
Acompañamiento personal
Etcétera.
Atención a GRUPOS CRISTIANOS
o Los objetivos y contenidos secuenciados deben marcar un itinerario cuyas ejes más
importantes podrían sintetizarse en:
 Amistad: Donde predominan el juego, las actividades al aire libre, salidas y
campamentos, la simbología, la educación en grupo y en valores, en la fe y en el
servicio, en compañerismo...
 Propuesta cristiana: Presentación más explícita de la persona de Jesús y el comienzo
de labores de compromiso de servicio y solidaridad con los demás, primera
elaboración de un proyecto personal de vida…
 Propuesta de catecumenado27 o de personalización de la fe a fin de profundizar en los
núcleos básicos de la fe, acompañando con experiencias de vivir la fe de modo adulto.
 Oferta de participar y formar parte de la Familia Menesiana
Atención a la PASTORAL VOCACIONAL específica
o La pastoral vocacional tiene como principal activo el TESTIMONIO personal y comunitario de
todos los agentes de evangelización del centro.
o Uno de los temas transversales en todo el itinerario de grupos son las opciones vocacionales,
es decir, descubrir la vocación de cada cual, el lugar donde va a ser más feliz y donde va a
colaborar más con un mundo mejor para todos.
o Esto supone un acompañamiento personal más cercano a partir de la adolescencia, en la
elaboración del proyecto personal, en la importancia del servicio a los demás,… sabiendo que
desde la pequeña porción de Iglesia que es la Escuela Menesiana destacamos:
 La vocación religiosa menesiana, que proponemos con claridad a nuestros jóvenes a
través de una pastoral específica
 La Familia Menesiana como modo de desarrollar la vocación de cristiano laico al estilo
menesiano.
 Otras vocaciones a la vida sacerdotal o religiosa .
Desarrollo de la FAMILIA MENESIANA como oferta optativa de evangelización a educadores,
familias, …
o
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Destacamos principalmente el participar en las dos modalidades:
 De participación
 De pertenencia
Portugalete, 9 de Marzo de 2010.
Car.Propio 3.6
12
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