TEMA 7 - Grado de Historia del Arte UNED

Anuncio
HISTORIA SOCIAL DE LA EDAD MODERNA
TEMA 7: LA SOCIEDAD DEL SEISCIENTOS
Algunos cambios sociales se registraron ya al final del s. XVI y se
observarán a lo lago de todo este siglo, aunque sin afectar en el fondo a la
constitución de la estructura estamental. Se tiende a subrayar la decadencia
económica para explicar la realidad de una pobreza y marginación ya
comprobada desde el siglo anterior. La nobleza vio reducido su poderío y
responsabilidad militar, en la exclusión de los altos cargos de la administración
y del gobierno y en una restricción de los privilegios, es una “crisis de la
aristocracia”. Se llega a decir que las rebeliones armadas de la nobleza se
originan, en parte por esos motivos. En España, la monarquía absoluta siguió
operando con ayuda de la aristocracia.
En el resto de sectores también operan cambios, los artesanos y los
campesinos son las grandes víctimas de la crisis. Se toma conciencia de la
injusticia y desigualdad, y las agitaciones que estallan en Europa, serán las
manifestaciones violentas de esa realidad negativa y desfavorable.
1. REACCIÓN DEL ESTAMENTO NOBILIARIO (Floristán, pág. 517).
Mantiene su nivel de prestigio dentro de la ordenación estamental y sus
privilegios (exención fiscal, extensa jurisdicción…), destacando los beneficios
que le aporta la inflación de honores. Hay que señalar otros signos que
parecen más llamativos en la Europa del XVII: la relación que la nobleza
establece con el poder soberano que representa al estado y que significa la
adaptación de ciertas minorías nobiliarias a los cambios impuestos por el
desarrollo del Estado Absoluto; el abandono de ciertas funciones tradicionales
y la adscripción y legitimación de otras que, le sirven para arraigar su posición
de privilegio; una reducción de sus miembros y un fortalecimiento interno como
élite de poder; y también renovación de las vías de acceso a la nobleza.
Es la principal propietaria de las tierras y ejerce sobre ella y sobre quien
la trabaja su autoridad jurisdiccional y señorial. Su peso social deriva de que es
el mayor terrateniente en una estructura socioeconómica que gira en torno a la
agricultura y a la propiedad rural. También se generan dependencias fiscales,
jurídicas y personales. También ostentan el monopolio del poder político. En la
mayor parte de Europa occidental, estos rasgos tradicionales ya no serán tan
claros, diversos factores comienzan a desvalorizar el rango de linaje y la
condición privilegiada. De ahí la relevante significación que adquieren esos
OLGA R. SANTÍN
1
HISTORIA SOCIAL DE LA EDAD MODERNA
cambios a lo largo del período moderno; es la práctica de una novedosa ética
noble, los hábitos de violencia, que toma parte activa en los negocios y que
despilfarra su riqueza y vive en el derroche. Todos ellos son indicadores que
implican el deterioro de la situación dominante y una quiebra de su poder,
circunstancias que se agravan cuando nuevas fuerzas sociales de otros
estamentos se introducen en las competencias del gobierno, y hasta la misma
acepción de la nobleza (la vieja o la nueva) empieza a provocar
contradicciones internas y rivalidades.
El siglo XVII es testigo del problema de la movilidad y de la posición
social. La riqueza, la centralización del aparato del gobierno y de la
administración, su mayor burocracia, fomentan los cambios y funciones con los
que podían beneficiarse quienes no eran nobles. El ascenso social tenía unas
bases que respondían a la necesidad del enriquecimiento y constitución de un
patrimonio junto a la participación en el poder. De igual forma ha surgido una
corriente historiográfica que entiende que la nobleza tradicional y sus
caracteres de identidad se hallan en crisis, basado en aspectos como la
disminución constante de ingresos a causa de la inflación, las crisis agrarias,
las guerras, gastos militares, las exigencias fiscales, así como por un consumo
excesivo. Todo lo anterior provoca el endeudamiento progresivo que provoca la
disminución de la riqueza y del poder. Además, todas las redes locales y
clientelares, que eran la base de su poder en el siglo anterior, son objeto de
interferencias por parte de la Corona, confrontando los intereses de ambas
instituciones. Por último, la vieja nobleza experimenta una pérdida de
funcionalidad a favor de quien, como efecto de la inflación de honores,
desempeñaría un papel más acorde con la nueva realidad histórica.
En la Europa Occidental, el ennoblecimiento y la venta de títulos fue una
práctica cada vez mayor, tanto por los ingresos que suponían para la hacienda
real, como por tratarse de una estrategia para vincular los intereses de los
grupos sociales más poderosos a los del Estado. Se puede entender que el
servicio al Estado se intentaba convertir en un factor determinante de la
posición social. De esto se beneficiaron grupos sociales en ascenso que
crecieron hasta desafiar la situación de la antigua nobleza.
En Castilla, esta venalidad de cargos se había desarrollado desde
finales del XVI, debido a las necesidades financieras de Felipe II y favoreció
OLGA R. SANTÍN
2
HISTORIA SOCIAL DE LA EDAD MODERNA
que los “grandes” se adueñaran de la política del país. En el siglo XVII, con una
debilitada monarquía y el reforzamiento de la aristocracia, la situación era de
dependencia y estrecha colaboración que ligaba a la aristocracia con el Estado.
Esta correlación significaba un empujón a los burgueses castellanos hacia la
condición de rentistas. También hubo ventas de oficios en Inglaterra, lo que
provocó controversias, aunque este libre juego económico entre las clases
sociales, la ausencia de pugnas en torno a prerrogativas nobiliarias y el
prestigio social de los negocios, permitieron un mejor desarrollo económico y
social. En la parte septentrional y oriental del Imperio, los terratenientes nobles
reforzaron su poder señorial.
La imagen de la nobleza europea se fue diversificando en la medida que
peso socioeconómico de las actividades agrarias, el comercio y la industria se
fue desplazando desde el sur hacia el norte del continente.
2. LA SOCIEDAD URBANA. COMPORTAMIENTO DE LA BURGUESÍA
EN EL MAPA EUROPEO (Floristán, pág. 519)
La ciudad es un observatorio privilegiado para el examen de las
relaciones sociales, ya que en ella conviven hombres y mujeres de todos los
órdenes, clases, posiciones productivas, riqueza y cultura.
La mayor parte de las ciudades de Europa habían alcanzado una
libertad y autonomía corporativa que, las liberó del poder de los señores y les
proporcionó una relativa independencia en su gobierno y administración,
aunque siempre en el ámbito del absolutismo como práctica de poder.
La ciudad se trata también de un lugar de producción de bienes y
servicios, al tiempo que desarrolla una función consumidora. Nos ofrece la
imagen de oferta, demanda y consumo, abundancia, excedente y comercio,
ejerce unas funciones distintas a las del mundo rural.
Asimismo es una comunidad y, a la vez, la conciencia de la comunidad
era necesaria para mantener la coherencia de la propia ciudad y la relación en
su ámbito jurisdiccional. Se configura, por tanto, como un complejo orgánico de
las distintas clases sociales. Esa misma caracterización como concentración
social puede ser también el motivo adecuado por el que se produzcan revueltas
sociales. No obstante, la ciudad, a través de sus autoridades, creaba el clima y
los mecanismos para liberar tensiones, potenciando las fiestas y celebraciones.
La ciudad, también es un centro de poder político, religioso y administrativo y
OLGA R. SANTÍN
3
HISTORIA SOCIAL DE LA EDAD MODERNA
su vinculación con la monarquía le proporciona privilegios, fuerza política y un
cierto derecho a la intervención en la política real.
En realidad existía un amplio sector medio, conocido como burguesía. A
veces es difícil situarlo en un lugar de la estructura social y vive disperso entre
los demás, aunque se caracteriza por vivir en la ciudad y practicar unas
actividades materiales. Su composición responde a un patriciado urbano
constituido por quienes vivían y administraban las ciudades. En el nivel superior
estaban los mercaderes, funcionarios y profesionales liberales, en el inferior,
los miembros de gremios, corporaciones, asociaciones y comerciantes.
Su aspiración era la de compartir la “ética aristocrática”. Los miembros
más destacados de la burguesía se preocupaban por ascender al estamento
nobiliario. Es esta ambición lo que produce un efecto enojoso sobre su
existencia y su “conciencia social”. Compran tierras y construyen mansiones
pero, frecuentemente prefieren reinvertir los beneficios, más que en el comercio
o la industria (generadores de riqueza y dinamismo), en la compra de cargos y
oficios.
Este grupo social, por tanto, realiza una vida económica a través de la
actividad comercial y liberal, o el cargo y la función pública. Por dichos medios
lograba el capital que le permitiría la compra de tierras y el disfrute de rentas,
convirtiéndose en rentistas y hacendados. En ciertos períodos y en algunos
países como Inglaterra o las Provincias Unidas estas posiciones se
radicalizaron, aunque siempre se mantuvo en su modelo de estado una
importante participación de elementos burgueses en los que se mantiene el
espíritu de empresa y la dedicación al comercio que son la caracterización
genuina
del
espíritu
burgués.
Y
serán
los
territorios
meridionales,
mediterráneos y la Europa central y oriental en los que la decadencia de esta
burguesía aparece ligada a factores económicos, políticos y a comportamientos
culturales y mentales. Estos burgueses renunciaron a su clase y debilitaron su
posición y la de las ciudades. No solo se produjo una relación entre decadencia
e inexistencia burguesa, a causa de que ésta era necesaria para la expansión
económica, si no que creaba trastornos entre la vida diaria de las ciudades y de
sus respectivos estados.
OLGA R. SANTÍN
4
HISTORIA SOCIAL DE LA EDAD MODERNA
3. LA SOCIEDAD CAMPESINA. DEPENDENCIA Y EMPOBRECIMIENTO
(Floristán, pág. 521)
Se incluyen en este grupo tanto a los que no mantienen una ligazón con
la tierra y son errantes del campo a la ciudad, como los campesinos
dependientes y los independientes con más o menos instrumentos de
producción. Su imagen se muestra con un continuo ascenso y descenso de
status, con procesos de movilidad social. Representan los principales
elementos de esta sociedad rural que se verá afectada por la incidencia del
Estado, las clases dominantes y la ofensiva de las ciudades, sin olvidarnos del
fenómeno de pauperización a causa del empobrecimiento del medio campesino
y la “ruina de la aldea”. Una situación provocada por el bloqueo de la
producción, la pérdida de los derechos colectivos y el retroceso en el uso de los
bienes comunitarios, las crisis de subsistencias, la guerra, el reparto de
impuestos desigual, el lento paso de los medios de producción agrarios a otros
grupos sociales, el creciente endeudamientos y el reforzamiento de la
dependencia de estas masas campesinas. Es la crisis de la comunidad rural
que se empobreció al perder sus bienes y medios de subsistencia y se debilitó
ante los ataques del poder central y absoluto.
Un mundo rural que tiene una amplia representación a lo largo de todos
los siglos de la Edad Moderna pero que distan mucho de ser homogéneos, con
variedades regionales, territoriales y derivadas de las estructuras económicas y
referentes políticos. Las diferencias existentes entre nobles y campesinos que
cultivaban la tierra son un claro reflejo de las que existían en una y otra parte
de Europa. En Europa del este predominará la servidumbre, el la mediterránea
el régimen señorial, el la Europa noroccidental se encuentra el “mundo lleno”,
tierras de los grandes arrendatarios (por ejemplo, los señores ingleses
arrendaban sus tierras y vivían de las rentas).
La colectividad rural experimentó las dificultades de las actividades
agrarias en el siglo XVII y de las modificaciones entre los diferentes grupos
sociales. Alguno de los condicionantes que poseían los campesinos de la
Europa occidental eran: la cantidad de tierra poseída, el aumento de los
impuestos, las malas cosechas, la concentración de la propiedad rural y a la
apropiación de tierras por parte de las clases urbanas.
OLGA R. SANTÍN
5
HISTORIA SOCIAL DE LA EDAD MODERNA
El campesinado de la Europa del Este se encuentra con la ausencia de
un estado centralizado y con una nobleza dedicada a la explotación agrícola y
a la adquisición de riquezas territoriales, es decir, un proceso de
aristocratización
de los instrumentos de gobierno, decadencia del interés
comercial burgués , y aliento e instauración de la servidumbre, que conduce al
campesinado a no disfrutar de la libertad, sufrir una explotación más intensa de
s trabajo, padecer la expropiación de su tierra y estar atada a ella y al señor
noble. Entre uno y otro modelo territorial y social europeo podrán existir
diferentes factores que intervienen en la vida campesina, como el clima, el
ámbito geográfico o conductas humanas, así como las características de
utilización y formas de explotación de la tierra…pero el factor principal era esa
relación entre campesino y señor: individuos formalmente libres en el oeste y
gran importancia de la servidumbre en el este. El estudio del campesinado y las
relaciones entre campesinos y señores ofrece motivos de análisis para
reflexionar sobre el comportamiento y evolución del Estado, la evolución de la
jerarquía social, así como estudiar las incidencias que provocaron los conflictos
bélicos.
Las masas campesinas no permanecieron insensibles ni inmóviles frente
a los desequilibrios, el aumento de la miseria y la agravación de la alienación.
Sobre todo en los países orientales enfrentados a la servidumbre y el los
occidentales por la oposición a los poderosos y al centralismo estatal. Como
característica de unión de este conjunto heterogéneo, solo podría mencionarse
el hecho de que no estaban exentos de ninguna de las cargas estatales, siendo
los únicos encargados de soportarlas. Cuando estas tributaciones se
extendieron de manera desmedida y en contra del derecho y la costumbre, se
favorecieron actos de resistencia contra los propietarios o los representantes
estatales. Se asumen procesos de concienciación que se traducen en diversas
reacciones: desde la resignación a la pasividad, desde el fraude a las revuelta y
a la resistencia violenta. Así, los “furores campesinos”, el desarrollo del
bandolerismo los episodios violentos se manifestaron a lo largo de todo el siglo,
afectando, en mayor o menor medida a todos los territorios europeos. Estos
fenómenos son el mejor indicador para conocer la situación del campesinado.
OLGA R. SANTÍN
6
HISTORIA SOCIAL DE LA EDAD MODERNA
4. LOS MARGINADOS EN ÉPOCA DE “CRISIS” (Floristán, pág. 523)
La sociedad del siglo XVII establecía rígidas diferencias entre las
personas haciendo a unas superiores y a otras inferiores. A ello, hay que
sumarle la situación de decadencia y debilidad económica que tienen
repercusiones en la sociedad. Se desarrolló de manera importante el fenómeno
del pauperismo, tanto en el campo como en las ciudades. Aparecen grupos
marginales integrados por desposeídos, ociosos, desempleados, vagabundos,
pobres…son el ejemplo inherente a toda sociedad agrícola tradicional, el
contraste entre el limitado número de ricos y la miseria de la numerosa masa
de individuos que padecen las inclemencias de la fragilidad material
(polarización social). Desde finales del XVI se ha ido fraguando una extrema
desigualdad socioeconómica, sobre todo, en la comunidad rural. En el mismo
sentido, en el mundo urbano existía un alto porcentaje de individuos sin
privilegios, desposeídos, era un “proletariado urbano”: trabajadores sin
cualificación, servicio doméstico, y toda clase de sectores marginados
(temporeros, peregrinos, desertores, prostitutas, pobres criminales, pobres
incapacitados…)
La distribución de la riqueza era desequilibrada y la expansión de la
población trabajadora tuvo una incidencia negativa en numerosos aspectos de
la vida diaria: aumentó el subempleo, los desocupados, y el escaso poder
adquisitivo para los grupos sociales más débiles y desatendidos. Por todos los
países las migraciones de pobres y vagabundos fueron importantes y, ante los
ojos de los propietarios, se vieron como una amenaza a la seguridad y al
orden público, es decir, una situación de marginalidad que desencadenaría
actitudes de revuelta.
Como reacción a los minorías de privilegiados y a la cultura de las élites,
surgen los marginados de la sociedad. Frente a los “establecidos” en el
sistema, los delincuentes, vagabundos y mendicantes forman un mundo más
“desestructurado”, con oficios viles e innobles. Es la parte social que ilumina la
cara más triste y deshumanizada de la vida cotidiana.
Había más pobres de los que nunca habían existido antes, algunos
“honrados” que carecían de propiedades y rentas y que trabajaba para otros
para ganarse la vida, también los viejos y los enfermos, los había que se
consideraban “indignos”, mendigos y vagabundos que se negaban a desarrollar
OLGA R. SANTÍN
7
HISTORIA SOCIAL DE LA EDAD MODERNA
ningún trabajo y los pobres “respetables”, que atravesaban una mala racha
pero que poseían valoras morales aceptables para el conjunto de la sociedad.
La crisis del XVII aumentó el número de pobres y marginados sociales,
y, desde finales del XVI se intentó afrontar el problema de la asistencia y
prestación social. La actitud política con relación a la pobreza inicia los pasos
hacia el tránsito desde una visión cristiana tradicional a una idea práctica y
secularizada, basado en la idea del trabajo frente a la limosna y la caridad
social. Una pobreza que despierta desde el periodo bajomedieval en su
comprensión y el sentido religioso, y como solución la compasión y la caridad.
En la tradición católica, socorrer a esos pobres era una obra de caridad. Por
ello, en el siglo XVII siguen muy vigentes las respuestas caritativas a la
presencia de la pobreza. Al tiempo, surge otra forma de interpretarla
pobreza, como realidad producida por el mal gobierno de los hombres y
por los defectos del sistema económico y social. Su solución proviene de
una política social racional en cuanto a la actitud del Estado y de las
instituciones. La secularización en la práctica del socorro a los pobres, el nuevo
intento de la beneficencia, implica un control y policía de los pobres por parte
del Estado; no obstante, aun faltaban numerosos ingredientes en la actitud
política, económica y social para que, en la percepción de pobre, actuaran
mecanismos en nombre de una nueva ética del trabajo y de la productividad.
OLGA R. SANTÍN
8
Descargar