1º DE MAYO, SAN JOSÉ OBRERO “¿No es el hijo del carpintero? (Mateo 13, 54-58) Celebramos a San José Obrero y el día internacional de los trabajadores. El evangelio nos presenta el texto en el que Jesús se siente despreciado ante sus propios paisanos por el simple hecho de ser hijo de la tierra, hijo de un trabajador. La condición de trabajador no parecía merecer aprecio alguno y ante tales circunstancias nadie se explicaba la sabiduría del hijo de José y de María. Era imposible e indigno que el Mesías esperado proviniera de una cuna tan humilde. El desprecio por el trabajo y por los trabajadores no parece haber cambiado demasiado. (Me refiero a los hechos, más que a los discursos.) San José, el carpintero de Nazaret, su mujer María y su hijo Jesús, sufrieron entonces lo que hoy sufren millones de personas. El 1º de mayo nos recuerda que debemos reivindicar la dignidad del trabajo. En nuestro país el panorama no puede ser más desolador. Seis millones de personas desempleadas, una tasa de paro juvenil que se sitúa en torno al 55%, más de 1,8 millones de hogares con todos sus miembros en paro… La ansiedad, la incertidumbre, la sensación de vulnerabilidad más absoluta se ha apoderado de gran parte de la población al tiempo que esta misma mañana escuchamos que el consejero de un banco se jubilará con 88 millones de euro…Las causas las debemos buscar en un pasado reciente donde el consumismo y la voracidad individualista hacía del trabajo poco menos que un castigo para los menos avispados. ¿Podrá salir algo bueno de un mundo obrero sometido y despreciado por el capital hasta límites insospechados? ¿Podrán surgir otros hijos de José y de María, que apuesten por un nuevo orden donde la solidaridad, el consumo responsable, la dignidad humana, no sean pisoteadas por las prebendas de los poderosos? Jesús, hijo de un obrero, nos debe llenar de esperanza. Él es la alternativa, él nos regala la utopía necesaria para superar el caos en el que nos encontramos. Sólo hace falta tener fe, creer que es posible un mundo diferente al que hemos construido dando la espalda a Dios y a nuestros hermanos. Hoy es un día para pensar la Hospitalidad en clave evangélica de justicia laboral. Muchas personas construyen día a día la Hospitalidad desde su compromiso profesional. Es un día para revisar la relación empresa-trabajadores desde la relectura evangélica que nos ofrece la doctrina social de la Iglesia. Danilo Luis Farneda Calgaro pastoral Atención Espiritual y Religiosa- COORDINACIÓN PROVINCIAL