Cuento basado en la película “Lórax, en busca de la trúfula perdida”. Erase una vez un mundo sin oxígeno donde vivía una chica llamada Dana. A Dana le encantaban los árboles pero en su ciudad no había y tampoco había oxígeno. Allí el oxígeno se vendía. Gobernaba en ella un pequeño hombrecillo llamado Oznar. Oznar era malvado con la gente. Se hacía el bueno, pero en realidad sólo le interesaba el dinero. Un día Dana decidió ir en busca de un árbol, pero no sabía por donde empezar. Su abuela le contó dónde lo podía encontrar, fuera de las murallas de la ciudad. Oznar descubrió que quería salir de la ciudad y se enfadó al pensar ¿por qué querrá salir de la ciudad si aquí tiene todo lo que necesita? Dana fue a buscar a un sabio para que le explicara lo que le ocurrió a los árboles de la ciudad. El sabio le explicó la historia y Dana lo entendió. El sabio le dio a Dana una semilla para que la plantara en medio de la ciudad y así lo hizo. Toda la gente la observaba y Oznar intentó que la gente le escuchara pero nadie le hizo caso. Desde aquel día los árboles volvieron a la ciudad y eran muy queridos y cuidados por la gente. Inés de Miguel Castillo 3º B.