La Última Bruja de Texcoco

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Cultura
Historia, Mito o Realidad
La Última Bruja de Texcoco
Dentro de nuestro territorio nacional, se oyen diferentes
leyendas y no podía ser menos el estado de México y muy en
lo particular ese pueblo tan pintoresco como lo es Texcoco,
cuna de grandes gobernantes como Netzahualcóyotl.
Nos narran los habitantes de este lugar que sucedió en el año
de 1948.
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Los habitantes hasta esta fecha Vivian asustados, por los
sucesos que les pasaban a los niños y algunos animales.
El marido de Flor salía todos los días a trabajar se iba muy
temprano después de despedirse con cariño de sus hijos y
de su esposa regresaba ya entrada la noche, con hambre y
cansado era usual que sobre su mesa encontrara “moronga”
era la especialidad de su mujer.
Un día lo abordo un amigo para explicarle lo que pasaba
en su casa, le narro lo que el pueblo decía que su esposa
era bruja, porqué la veían salir de noche a depredar niños y
algunos animales, regresaba en la madrugada a su casa y se
recostaba con su marido que no notaba nada por lo cansado
de su trabajo
Una noche queda de acuerdo con su amigo para espiar a la
bruja y así comprobar si era real lo que los habitantes decían,
simulo quedarse dormido y espero.
Poco antes de la media noche sintió como su esposa se
levantaba, escucho las suaves pisadas perderse en la cocina,
unos cuantos ruidos y después la puerta de la calle.
Su amigo toco suavemente a la ventana y le comento como
había visto que su mujer se convertía en una bola de fuego.
Ambos fueron a la cocina, para ver que había y la sorpresa
fue que encontraron el horno encendido con un fuego
tibio, al asomarse retrocedieron con pavor, cerca del fuego
estaban dos piernas humanas, colocadas de tal forma que no
las tocaran las llamas ambos decidieron meterlas a la lumbre
y quemarlas.
Su amigo y varios pobladores se reunieron cerca de la casa y
se prepararon para arremeter contra la bruja, en un rato llego
una bola de fuego que se transformo en la mujer.
Se escucho el sonido al entrar a la casa y después un llanto
doloroso y desgarrador que cimbro asta las entrañas de
los que estaban afuera escondidos, el marido se levanto
rápidamente y fue a la cocina donde encontró a su mujer en
el suelo llorando.
Pero al querer ayudarla a levantarse, se percato de que no
tenia piernas y solicito ayuda todos entraron a la carrera,
vieron este macabro espectáculo la agarraron y se la llevaron
a la presidencia municipal.
Donde las autoridades la encerraron en una celda, los testigos
decían que donde habían estado las piernas se veían los
muñones perfectamente cerrados como si nunca hubiesen
existido las piernas.
Las autoridades no supieron que hacer y llamaron al clero y
entre ambos decidieron quemarla lo que no se sabe es si la
quemaron en la plaza principal o en la catedral lo que sí se
sabe es que desde ese momento el pueblo vive tranquilo.
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