Alejandro de Bérgamo, Santo

Alejandro de Bérgamo, Santo
Santoral / Santoral
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MtirMartirologio Romano: En Bgamo, de Traspadana, san Alejandro, mtir (s. III/IV).
Fecha de canonizaci: Informaci no disponible, la antigedad de los documentos y de las tnicas usadas para archivarlos, la acci del clima, y
en muchas ocasiones del mismo ser humano, han impedido que tengamos esta concreta informaci el d de hoy. Si sabemos que fue
canonizado antes de la creaci de la Congregaci para la causa de los Santos, y que su culto fue aprobado por el Obispo de Roma, el
Papa.Perteneciente a la legi tebana, murien un 26 de agosto, por no querer acceder a la orden del emperador Maximiano, de sacrificar
a los dioses. La villa de Bgamo se atribuye la posesi de sus reliquias autticas. Fiesta: 26 de agosto.
Si cada persona es objeto de una providencia especial por parte de Dios, y tiene un designio determinado que cumplir en este mundo, m
an los Santos, amados de de un modo particular, son objeto de una determinaci concreta. O dicho de otra manera: Cada persona, en
los planes divinos, viene al mundo para hacer algo que Dios ha determinado de antemano. Segn su adaptaci a los divinos planes, assus
mitos; la gracia necesaria no le faltaren ningn momento. Pues bien, en esa ordenaci especial de cada uno y, por tanto, de cada Santo,
est las diferencias personales que hacen a te el Santo de la pobreza, a aqu el de la obediencia; y a todos, los Santos del amor a Dios y
al primo.
Si hubiamos de poner un sobrenombre a Alejandro, seguramente le aplicarmos el de Santo del primer mandamiento, o el de mtir de la
confesi de Dios. Dios, que promulgsu Ley en el Sina Nuestro Ser Jesucristo, que la revalorizcon su predicaci y vida, nos la han
transmitido e interpretado por medio de su Iglesia: Yo soy el Ser, tu Dios; no tendr otro Dios m que a M Y toda la vida de Alejandro,
especialmente su martirio, no vienen m que a dar cumplimiento a este mandato. Y su negativa de sacrificar a los dioses es una afirmaci
del supremo respeto al Dios uno y verdadero.
Poco sabemos de la vida de Alejandro. icamente, que era portaestandarte y oficial de la legi africana de Tebas, que luchen Europa.
Aprisionado por motivos que ignoramos seguramente por su confesi cristiana, en Mil, es presentado al emperador, que le obliga a
sacrificar a los dioses. A su negativa, sigue la amenaza del martirio, y a nuevas negativas, su ejecuci.
Y aquprticamente termina nuestro trabajo de presentaci. Vale la pena ahora que dejemos hablar a las actas del martirio, un documento
hermosimo y de especial valor. El emperador dice a Alejandro:
Si yo te he hecho comparecer delante de m es nicamente para que sacrifiques a los dioses inmortales, que t has abandonado. S en
efecto, que has renunciado al culto de los dioses y que te has hecho cristiano.
Y, haciendo traer el altar sagrado, cubierto con sus ricos pas propios, ade:
Aproxate y sacrifica a los dioses, si quieres escapar al castigo terrible reservado a los que los desprecian.
Alejandro le responde:
Es proponerme un crimen abominable, oh emperador!; yo bien quiero respetarte y honrarte como prcipe, pero no adorarte como a un
dios.
Maximiano dice
Si no sacrificas pronunciarcontra ti sentencia de muerte.
Alejandro responde:
Esta muerte, con la que me amenazas, serpara mla vida en el seno de mi Dios. Porque apenas haya abandonado este mundo, ira
gozar de la vida verdadera y de la posesi de este Rey lleno de justicia, que es mi Creador y el tuyo.
La respuesta parece haber impresionado a Maximiano, que hace al intrido confesor de Cristo esta propuesta:
No pretendo obligarte a sacrificar por tu propia mano. Asiate, al menos, a los sacrificios ofrecidos por los dem, y ser libre.
Entonces el emperador manda aproximar el altar y preparar el sacrificio. Pero el prisionero, elevando los ojos a Dios, exclama:
Si pudiese llevarte al conocimiento del Dios verdadero y arrancar de tu espitu los pensamientos vanos! Tus amenazas, oh Car!, son para
mm agradables que las promesas m seductoras, y los tormentos que tu cera me tiene reservados me dar la corona inmortal...
Maximiano se irrita. Manda a sus esbirros drogarle y obligarle a participar en el sacrificio. Alejandro es arrastrado por la fuerza, pero una
vez delante de aquel altar, lo derriba de un puntapi El emperador, exasperado por tal audacia, ordena que sea ejecutado al momento el
cristiano sacrego. Antes de ser decapitado, Alejandro, elevando los ojos al cielo, rezara Dios diciendo:
Bendito seais, Creador todopoderoso, que otorgs los bienes eternos a aquellos que os sirven dignamente. Bienaventurado ses, Dios de
la gloria, que anonaddoos tomando la forma de esclavo, habs querido, por nosotros, obedecer a vuestro Padre hasta la muerte, y muerte
de Cruz; por la que despu de haber destruido el imperio de la muerte, habs subido glorioso al cielo y allnos habs preparado un lugar.
Bendito seais, oh indulgente, que dais el arrepentimiento a aquellos que abandonan el pecado, y que os habs dignado conceder una
recompensa plena a los obreros de la hora undima. Bendito seais, oh Ser, que en vuestra sabidur habs apartado de mla ignorancia de
la impiedad, arrancdome del culto a los olos, y me habs admitido misericordiosamente en el culto de los que os veneran!