Energías renovables

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Energías renovables
¿Cuáles son las principales ventajas que ofrecen hoy en día las energías renovables para
Colombia?
A diferencia de muchos países en el mundo, Colombia tiene la ventaja de contar con un enorme
potencial para el aprovechamiento de energías renovables en el campo hidroeléctrico, gracias a
su riqueza en fuentes de agua en mucha parte de su territorio. De hecho hoy, cerca del 80% de
su sistema de generación proviene de ellas, lo que le permite disponer de una energía
almacenable, económica, firme y confiable, asegurando este recurso para su desarrollo, hoy y en
el futuro próximo.
En consonancia con lo anterior, nuestra matriz de generación es limpia, pues la hidroelectricidad
es una energía renovable y de baja intensidad en carbono. Por ello el país debe continuar
aprovechando de manera sostenible sus ventajas, pero considerando la necesidad de acelerar la
diversificación de su canasta energética, ya que la variabilidad climática y la vulnerabilidad de las
fuentes hídricas en nuestro medio, hacen necesaria la realización de grandes esfuerzos para
gestionar esos riesgos y adaptarse a ellos, por un lado, y paralelamente estudiar y aprovechar el
potencial en otras fuentes renovables y alternativas, de tal modo que asegure su abastecimiento
en el futuro.
Colombia, por su estratégica posición en el trópico y en el sistema montañoso de los Andes, tiene
un potencial importante en energías como la eólica, la solar y la geotérmica, por ejemplo, pero
debe crear las condiciones para desarrollarlas en firme, lo cual le permitirá mantenerse como una
economía baja en carbono y posicionarse además como exportador de energías limpias y de
productos con una huella igualmente baja en carbono.
¿Qué desarrollos puede destacar EPM en la búsqueda de este tipo de energías?
Somos la única empresa en Colombia con una central eólica en operación en el Sistema
Interconectado Nacional, gracias a la decisión de inversión en el proyecto piloto Jepírachi, un
parque eólico ubicado en La Guajira, con 19.5 MW de potencia nominal que hace parte de un
programa de investigaciones para el desarrollo futuro de esta tecnología en Colombia.
Esta apuesta por el desarrollo de capacidades se concibió como una inversión en investigación y
desarrollo y ha generado amplio conocimiento y experiencia en diferentes fuentes, no solo al
interior de la empresa sino en el mercado en general, lo que ha motivado a otros agentes a
adelantar proyectos que se encuentran en distintas fases de desarrollo.
Buena parte de nuestra matriz energética opera con energías renovables, y tenemos un 23% en
energías renovables no convencionales en estudio. Dentro de estos últimos están a nivel de
factibilidad dos parques eólicos de 200 y 400 MW en La Guajira, bastante avanzados desde el
punto de vista técnico.
Adicionalmente, con recursos de nuestros ingresos operacionales, trabajamos de forma
permanente y en construcción conjunta con la comunidad científica de la región, generando
iniciativas para el desarrollo empresarial y la sociedad en general, a través de entidades como el
Centro de Investigación e Innovación de Energía (CIIEN) y con universidades locales y regionales
que lo integran, así como con otras instituciones, empresas privadas y consultores.
Para 2011, la ejecución fue de $5,694.60 millones, invertidos en 48 proyectos, de los cuales 14
finalizaron y 8 corresponden a nuevas iniciativas en desarrollo. El mayor número de proyectos
corresponde a innovación (13), en tanto que las partidas más grandes se destinan a los de
energías renovables ($12,825 millones).
En innovación, por ejemplo, avanzamos en investigaciones para la producción de biocombustibles
que generen energía a partir de microalgas y jatrofa, y en otras para el aprovechamiento de
biogás en rellenos sanitarios.
En energías renovables, mientras tanto, continuamos las investigaciones para generar a través de
fuentes como la solar, la geotérmica, la mareomotriz y la biomasa (madera y residuos agrícolas).
Particularmente en el campo de la geotermia, avanzamos en el estudio del potencial
aprovechamiento de este recurso en el Nevado del Ruiz, donde se ha perforado un pozo
exploratorio y se realizan estudios complementarios tendientes a verificar su potencial energético.
Y en el campo de la energía solar fotovoltaica, trabajamos en el desarrollo de celdas solares
híbridas con nuevos materiales más baratos y de alta eficiencia que podrían impulsar la apuesta
por esta alternativa energética en Colombia.
Es importante destacar también como proyecto clave el de la valorización energética de los
residuos sólidos urbanos que se está formulando a partir de este año.
¿Cuál es el mayor reto al que se enfrenta Colombia frente al desarrollo y uso de las
energías renovables?
En el caso de la hidroelectricidad, es necesario que el país avance en el aprovechamiento
sostenible de sus recursos hídricos, lo que implica el desarrollo de los proyectos en proceso y de
muchos de los que tiene en su portafolio, atendiendo a su crecimiento y a las necesidades del
mercado. Nosotros creemos que si se realiza un manejo responsable y riguroso de los impactos
ambientales y sociales de estos proyectos es posible avanzar, y tenemos muchos ejemplos que
así lo demuestran.
Pero hoy las empresas generadoras ejecutamos proyectos en entornos institucionales,
ambientales y sociales cada vez más complejos y estamos enfrentando retos que desbordan el
quehacer mismo de la actividad empresarial. Por ello, como lo dijimos recientemente en el
Congreso de Andesco, consideramos necesaria una política que desde el Estado intervenga en
forma integral los territorios donde desarrollamos los macro proyectos de impacto regional y
nacional, que son la columna vertebral para la competitividad y la sostenibilidad del país.
La presencia del Estado en forma integral y coordinada, que brinde garantías para los
inversionistas y operadores, que resuelva la problemática social, de seguridad, conflicto armado y
de ilegalidad e informalidad en las zonas de los proyectos, es absolutamente necesaria.
Igualmente se requieren señales claras en materia de ordenamiento de cuencas hidrográficas
para garantizar el máximo aprovechamiento de los recursos hídricos entre todos sus usos, por
ejemplo.
Es precisamente aquí donde vemos el mayor reto: la necesidad de que exista coordinación
interinstitucional para la implantación de una política integral del recurso hídrico, que permita su
aprovechamiento de manera óptima de acuerdo con los usos potenciales de las diferentes
cuencas del país.
En el caso de las energías alternativas renovables no convencionales como la eólica, es necesario
trabajar en un marco regulatorio que la remunere de acuerdo con sus reales aportes al
abastecimiento energético nacional; en mecanismos de apoyo para financiarla, en el
fortalecimiento social e interinstitucional en los territorios de influencia, y en el desarrollo de
infraestructura eléctrica y de transporte que permita su salida e interconexión.
A futuro, estos proyectos pueden ser trascendentales para el país y la región, ya que zonas como
la Alta Guajira, por ejemplo, constituyen una reserva de potencial eólico muy importante para el
sector eléctrico, con un régimen complementario a la hidroelectricidad, de tal modo que se podría
disponer de mayor generación eólica durante los períodos más secos, cuando escasea la
hidroelectricidad, aportando significativamente a la seguridad energética nacional.
Hoy en Colombia los costos de construcción de un parque eólico pueden estar alrededor de los
2,000 dólares por kilovatio instalado, y los costos de producción de su energía pueden estar por
los lados de 45 a 60 dólares por megavatio/hora en condiciones de vientos altos y con la inversión
indicada. Estos precios todavía no son competitivos comparados con los costos de generación de
las plantas hidroeléctricas, y por tanto no favorecen su desarrollo. Sin embargo, teniendo en
cuenta la cada vez mayor complejidad en el manejo ambiental y social de los proyectos
hidroeléctricos, es posible que a futuro los costos de la generación eólica sean más competitivos.
Frente al cambio climático, ¿de qué manera puede conjugar el país la búsqueda de nuevas
energías y la conservación de la matriz limpia que lo caracteriza?
Consideramos que debe haber una intervención del Estado y un consenso con las comunidades y
otros actores para propiciar el aprovechamiento sostenible del potencial hidroeléctrico, y
paralelamente se deben tomar decisiones de fondo que apalanquen decididamente el desarrollo
de las energías alternativas renovables, para complementar el abastecimiento energético del país
en las décadas futuras. Esto teniendo en cuenta, además, la reducción del promedio anual de
lluvias previsto en el período 2011 a 2040, de acuerdo con las proyecciones del Ideam.
Adicionalmente Colombia debe profundizar en la ejecución de las estrategias de cambio climático,
desarrollo bajo en carbono, mitigación por deforestación y degradación de bosques y en el plan
nacional de adaptación, sobre todo considerando que somos uno de los países más vulnerables
por la variabilidad climática en el mundo, y que por tanto debemos centrar nuestros esfuerzos en
la evaluación de sus posibles impactos y en el desarrollo de medidas de adaptación, como nuestro
principal reto en este sentido.
Y desde luego, se deben impulsar iniciativas que conduzcan a la reducción de emisiones a través
de la eficiencia energética y la transferencia y apropiación de tecnologías más limpias y eficientes,
entre otras.
Como Grupo EPM estamos dando pasos importantes en este sentido, y así lo hicimos público en
nuestra en nuestra Declaratoria de Cambio Climático, donde además del tema de mitigación nos
comprometimos a apoyar al país en las iniciativas que promueva para adaptación como un asunto
de especial interés, por nuestra dependencia directa con la disponibilidad del agua para la
prestación de nuestros servicios.
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