MODALIDADES DE LA RELACIÓN OBJETAL

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MODALIDADES
DE
LA
RELACIÓN
OBJETAL
JOSÉ BLEGER
En el desarrollo y profundización de la obra de Freud, M. Klein ha
aportado el descubrimiento de la existencia de dos posiciones básicas que
corresponden a dos modalidades distintas -aunque dinámicas y coexistentes- en que se organiza y se estructura la conducta: las posiciones esquizoparanoide y depresiva. A cada una de éstas posiciones corresponden ansiedades, objetos y defensas típicas.
En cuanto a la relación objetal, en la posición esquizoparanoide --que
se extiende durante los tres o cuatro primeros meses de vida- predomina
la relación de objeto parcial mientras que en la posición depresiva la relación es con un objeto total. Es decir que, en la primera, las experiencias
de gratificación y frustración son percibidas y mantenidas por separado
como correspondientes a dos objetos totalmente distintos (bueno y malo).
El reconocimiento de estas dos posiciones no han hecho sin embargo
que M. Klein incurriera en un esquematismo simplista, aportando ella
misma elementos que permiten una indagación y una problematización de
sus propias hipótesis. Así, no obstante postular que el mundo del niño se
construye o integra a partir de elementos o experiencias aisladas entre sí
(objetos parciales), afirma en su trabajo" Algunas conclusiones teóricas
sobre la vida emocional del niño" (1952) que "hay fundamentos para suponer que en la mente del niño aún durante los tres o cuatro primeros meses de vida el objeto bueno y malo no se diferencian totalmente el uno del
otro ". El pecho de la madre tanto en su aspecto bueno como malo parece
fundirse para él con la presencia corporal de la madre y la relación con
ella como persona se va construyendo gradualmente a partir de ese momento" 1.
En la presente comunicación intento señalar, sucintamente, como el
estudio de la transferencia en el análisis de psieótieos y el estudio de la
simbiosis me ha llevado a dar gran importancia y validez a esta afirmación de M. Klein que ella no ha desarrollado sistemáticamente y cómo
he llegado además a sugerir una hipótesis de trabajo que -según creoamplía la comprensión de un grupo de fenómenos.
* El subrayado es mío.
Fairbairn en "Observaciones sobre la naturaleza de los cuadros histéricos"
(1954) dice también al respecto (y modificando puntos de vista previos) que: "La
diferenciación de objetos en buenos y malos sólo surge después que el objeto original
preambivalente ha sido introyectado";
"la diferenciación en objeto bueno y malo
es efectuada a través de la división de un objeto internalizado que es en primera
instancia ni bueno ni malo, pero en alguna medida' insatisfactorio' y que solamente
se hace verdaderamente ambivalente después de la introyeceión".
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He arribado a la conclusión que lo que caracteriza la transferencia psicótiea no es otra cosa que su cualidad simbiótica y que -en cierta medida- esta última se encuentra en todo análisis. Centrando así el estudio
en el fenómeno de la simbiosis observé que la relación objetal de la misma
no tiene las características que en rigor se reconoce para el objeto parcial
ni el objeto total. La simbiosis incluye la dinámica de un objeto de características muy complejas en el cual se hallan partes buenas y malas sin
discriminación ni diferenciación entre sí; sin discriminación de las partes
del yo implicadas en todas esas experiencias, es decir, una falta de delimitación y discriminación entre yo y no-yo, entre lo interno y lo externo.
Este objeto presenta además la característica de que su movilización se
hace en bloque de tal manera que promueve en el yo más integrado ansiedades extremas y masivas (catastróficas, confusionales) frente a las que
solamente actúan las defensas más primitivas. Por todas estas características lo he denominado en un trabajo anterior Objeto agl~ttimado.
Relacionando los fenómenos simbióticos que he estudiado con la más
temprana relación simbiótica madre-niño, he sugerido que la relación con
un objeto aglutinado es un remanente de las más primitivas experiencias
y que esto constituye la parte psicótica de la personalidad. De esta manera,
el objeto aglutinado implica una parte no diferenciada ni discriminada
del yo del sujeto tanto como de la realidad exterior; un conglomerado de
una gran cantidad de experiencias frustrantes y gratificadoras de distintos momentos e intensidades del comienzo de la vida del lactante, en todas
las etapas del desarrollo (oral, genital, anal) con una falta de estratificación y secuencia entre las mismas, con muy variados aspectos de la realidad
exterior, cada una con un pequeño núcleo del yo, pero todo aglutinado, no
diferenciado ni discriminado. Un remanente de esta primitiva formación
aglutinada subsiste en todos y de su amplitud depende el déficit en la
personificación, sentido de realidad, sentimiento de identidad, esquema
corporal, procesos que van siempre ligados entre sí.
De esta manera, desarrollamos y valoramos indicaciones de M. Klein,
que, como la transeripta al comienzo, parecen diferir con las características del objeto parcial que M. Klein admitió para la posición esquizoparanoide. Encontramos también sugerencias muy concretas de lo que afirmamos, en pasajes aislados de autores anteriores a M. Klein, tal como Feniehel, quien al referirse a las primeras percepciones del lactante dice que
en ellas "los objetos no son necesariamente distingui.dos 'en forma neta uno
del otro, o del yo, o bien partes del yo. Las primeras imágenes son muy
amplias en extensión, abarcándolo todo, e inexactas. No se componen de
elementos que luego dian de ser reunidos sino de unidades conjuntas, en
los que sólo más tarde se reconoce que contiene diferentes elementos. No
sólo se mantienen inseparadas la percepción y la motilidad, sino que se
superpone mutuamente las percepciones correspondientes a muchos órganos de los sentidos. Predominan los sentidos más primitivos, especialmente
las sensaciones kinestésicas y los datos de la sensibilidad profunda (sensaciones propioceptivas) ". En esto coinciden también estudios de autores no
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psicoanalíticos que como Wallon han sugerido el nombre de sincretismo
para este tipo de relación primitiva.
Creemos, por tanto, que en los primeros o más tempranos momentos
del desarrollo no existen objetos parciales (buenos y malos) y que la
delimitación y diferenciación de elementos aislados se obtiene progresiva
y paulatinamente
a partir de una disociación y discriminación operada
dentro del objeto aglutinado, proceso que también comienza a actuar desde
el primer momento de la vida. Queda, sin embargo, siempre una porción
muy variada del objeto aglutinado en el cual no se ha producido la división esquizoide. M. Klein ha estudiado algunas interferencias en la disociación de objeto bueno y malo y las atribuye a la envidia excesiva, expresión de los impulsos destructivos. Dentro del objeto aglutinado no hay,
En rigor, verdadera relación objetal entre los objetos y núcleos del yo en
él incluídos, sino una verdadera "identificación primaria" según la denominación de Fairbairn para aquellos estados en los cuales no ha ocurrido
una diferenciación entre el objeto y la parte del yo con él vinculado. Por
ello, me parece ahora preferible hablar de Núcleo aglutinado y no de objeto aglutinado como lo hice hasta ahora.
Por todo ello, he sugerido también la existencia muy precoz de una posición anterior a la esquizoparanoide que he llamado Glischro-cán:ca (Glisehros :viscoso; Carión :núcleo) cuya extensión o predominio en el tiempo
tanto CO)UO en el período intra y extrauterino me resulta en la actualidad
imposible de fijar. En ella es donde se diferencian paulatinamente los núcleos del yo y los objetos parciales; es decir, la posición esquizoparanoide
se forma a partir o a expensas de la posición glisehro-eárica, por medio
de una gradual discriminación en pequeños fragmentos del núcleo aglutinado (" Spaltung" de Bleuler o "Disociación" de Bion) que se logra
con dos técnicas fundamentales: la diversificación de vínculos con otros
objetos y la diversificación de contactos con el mismo objeto, dependiendo
ambas cosas en gran medida del proceso de maduración. Muchas de las características que M. Klein describe para los estadios más tempranos de la
posición esquizoparanoide creemos corresponden más estrictamente a la
posición glisehroeáriea". En ésta las ansiedades son extremas, poderosas
y masivas por la gran debilidad y falta de cohesión del yo y porque éste
se ve amenazado masivamente por un núcleo aglutinado, no discriminado
y que se mueve en bloque; son ansiedades confusionales y frente a ellas
las defensas son primitivas y violentas: la disociación y proyección. Estas
defensas se utilizan también en la posición esquizoparanoide pero son más
graduadas y menos violentas. Son defensas primitivas porque son las únicas que pueden actuar antes de que se haya discriminado objeto bueno y
malo, yo y no-yo, mientras que las neurosis infantiles se estructuran con
técnicas defensivas (fóbica, histérica, obsesiva, paranoide) que sólo pueden actuar sobre objetos parciales bien discriminados, es decir, sobre una
2 En una reunión científica
de la A. P. A., en la que presenté mi trabajo"
Simbiosis"
(abril 1961), el Dr. Liberman ha sugerido que la posición glischrocárica podría
en rea lidad ser una modalida d de la posición esquizoparanoide
y no una posición
exclusiva tal como yo la presento.
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previa división esquizoide. Postulamos que esta posición glischrocárica
constituye el punto de fijación de la epilepsia y epileptoidías 3.
La clínica del núcleo aglutinado deriva de tres circunstancias y en todas 'ellas lo fundamental está dado no sólo por el destino del núcleo aglutinado sino además por su relación COnel yo más integrado de la personalidad. Esquemáticamente podemos reconocer:
1. Oontrol de,l núcleo .aglutinado. El yo sano o más integrado necesita
tener inmovilizado el núcleo aglutinado ;el evitar la reintroyección es la
defensa fundamental para preservar el yo más integrado (la parte no psicótiea de la personalidad). La excesiva aglutinación y la falta básica de
discriminación impide una reintroyección suave y fraccionada. El control
se logra con:
a) Simbiosis: se desarrollan técnicas para el control del depositario;
b) Bloqueo afectivo;
c) Hipocondría: que es la utilización del cuerpo como "buffer". Incluídas las enfermedades psicosomáticas (los vínculos más primitivos son
los corporales) ;
d) Reproyección violenta y masiva.
2. Pérdida del control del núcleo aglutinado e invasión masiva del yo.
a) Prodromoe : Insomnio. Intensificación de la observación y control.
Otros síntomas como el "suspenso" y la perplejidad;
b) Deiensae ccceeionales de;l yo: Refuerzo de la disociación entre el
yo más integrado y el núcleo aglutinado: ausencias y lipotimias; descargas
epilépticas; epileptoidía: sobresalto, escalofrío, estremecimiento, etc.;
c) Invasión del yo más integrado: Se pueden producir fenómenos muy
variados y entre ellos, el aniquilamiento del yo (pérdida de su integración), pánico, todos los grados de estrechamiento de la conciencia: eonfusión, obnubilación, estado crepuscular.
3. Disgregación psicótica. Según nuestro desarrollo y comprensión
actual del tema, pueden existir dos tipos extremos de disolución psicótica
que seguramente se dan siempre combinados en medidas variadas.
a) Desintegración del yo más integrado tal como hemos visto más arriba (2. e) al ser invadido por el núcleo aglutinado. Corresponderían a él
-entre otras- las psicosis graves descriptas por Maus como esquizocarias,
b) Pérdida de la aglutinación y dispersión del núcleo aglutinado (la
parte psicótica de la personalidad) que corresponde a lo que Bleuler llamó
"Zerspaltnng" y Bion "Splitting". Ooincide con un cierto grado de regresión del Yo más integrado. La psicosis puede aquí ser un paso previo
para la discriminación que no se realizó normalmente en el curso del desarrollo y llevar a la curación con un enriquecimiento de la personalidad,
3 En la discusión de mi trabajo"
Estudio de la dependencia independencia en su
relación con el proceso de proyección introyección" presentado en la A. P. A., en abril
de 1960, el Dr. Enrique J. Pichon Bíviere sugirió la existencia de una tercera posición,
además de la esquizoparanoide y depresiva, la que sería el punto de fijación de Ia
epilepsia. En nuestro estudio sobre Simbiosis hemos arribado a la misma conclusión.
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tal como lo ¡ha descripto French y Kasanin para algunas psicosis y nosotros
lo hemos también constatado posteriormente, parangonándolas
con la crisis
de adolescencia que se efectúa en forma psícótica, condensada y postergada. La restitución psicótica es un proceso de re-aglutinación y entre este
último es donde debe ubicarse el "objeto bizarro" de Bion que es, entonces,
una forma de núcleo aglutinado pero que, como fenómeno de restitución,
no existe normalmente en el curso del desarrollo; en el objeto bizarro está
incluido con el objeto el aparato perceptivo, eon intervención del proceso
secundario, que lógicamente falta en el núcleo aglutinado 4.
BIBLIOGRAFÍA
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proyección introyección. Revista Psicoanálisis, 1960, 17, 4.
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WALLON,R.: Les origines du caractere che» Venfomt, P.U.F., París, 1954.
WINNlCOTT,D.: Desarrollo emocional primitivo. Rev. Psicoanálisis, 1948, 5, 4.
4 La intervención del proceso seeundario en el objeto bizarro me fué sugeriel:t
por el Dr. R. Avenburg en un grupo ele estudio sobre la obra de M. Klein y su escuela.
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