Cuestiones de Léxico-Semántica

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CUESTIONES DE LÉXICO-SEMÁNTICA
Fernando Carratalá
RELACIONES SEMÁNTICAS: ANTONIMIA,
SINONIMIA, POLISEMIA Y HOMONIMIA
I. La antonimia y sus clases.
Se conocen como palabras antónimas aquellas que expresan ideas opuestas o
contrarias; así, por ejemplo, los nombres virtud/vicio, trabajo/descanso; los
adjetivos claro/oscuro, triste/alegre; los verbos recordar/olvidar, ir/venir; los
adverbios antes/después, bien/mal; etc., etc. <1> Y como las relaciones de
oposición entre dos palabras son de diferentes tipos, suelen distinguirse hasta tres
clases de antónimos, según que entre dichas palabras se establezca una relación de
complementariedad (macho/hembra), de reciprocidad (comprar/vender) o de
antonimia propiamente dicha (blanco/negro).
En efecto, dos palabras son complementarias cuando la negación de una supone
necesariamente la afirmación de la otra; tal es el caso de los antónimos
muerto/vivo -si de una persona se dice que no está muerta es porque
necesariamente está viva; o a la inversa-, estimar/desestimar, etc. Y dos palabras
son recíprocas cuando el significado de una implica al de la otra, como sucede con
los antónimos cobrar/pagar -el hecho de que alguien cobre supone que haya otra
persona que pague; y a la inversa-, dar/recibir, etc. Finalmente, dos palabras son
antónimas propiamente dichas cuando entre ellas se extiende una gradación; tal
es el caso de los antónimos alto/bajo -ya que lo contrario de alto no es
necesariamente bajo, pues entre ambos extremos cabe la existencia de grados
intermedios <2>-, caliente/frío, etc. <3>
La antonimia desde una perspectiva morfológica: antónimos gramaticales y
léxicos.
Para obtener de una palabra su contraria, en muchas ocasiones basta con
anteponerle uno de los prefijos que expresan negación, privación o inversión del
significado de la palabra simple a la que se anteponen; y, en tales casos, los
antónimos se llaman gramaticales. Estos prefijos son los siguientes:
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a-, an- (ante vocal)-: normal/anormal, aerobio/anaerobio.
de-: poner/deponer.
des-: componer/descomponer.
di-: sentir/disentir.
dis-: conforme/disconforme.
in-, im- (ante p y ante b), i- (ante l y ante r -que se duplica-): sano/insano,
pío/impío, batido/imbatido, lícito/ilícito, regular/irregular. <4>
Cuando las palabras opuestas son absolutamente distintas -porque sus lexemas
son diferentes-, los antónimos se llaman léxicos: bueno/malo, grueso/delgado,
etc.
El valor expresivo de la "atenuación".
La atenuación -o lítotes- es una figura retórica que consiste en no expresar todo
lo que se quiere dar a entender, sin que por esto deje de ser bien comprendida la
intención de quien habla. Y se usa generalmente negando lo contrario de aquello
que se quiere afirmar; por ejemplo: "No soy tan irrazonable como parezco". Así
pues, entre los adjetivos antónimos lícito/ilícito -por ejemplo- cabrían gradaciones
del tipo no ilícito/no lícito que atenúan el valor significativo de la antonimia y
confieren a la expresión un indudable valor expresivo, tal y como puede
comprobarse en los siguientes ejemplos: "Tu comportamiento resulta no tan ilícito
como el de un delincuente"; "Tu modo de actuar me parece no tan lícito como
fuera deseable".
PROPUESTA DE ACTIVIDADES
Actividad 1.
Escribir las siguientes frases sustituyendo la palabra destacada en cada una de
ellas por su correspondiente antónimo. Indicar, a continuación, la relación de
oposición entre tales palabras (complementariedad, reciprocidad o antonimia
propiamente dicha); y si se trata de antónimos gramaticales o léxicos.
Tomar el ejemplo que se ofrece como punto de referencia.
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Esa chica está delgada.
Los hijos de Azucena son obedientes.
Los atletas llegaron a la meta muy cansados.
Todos los soldados de aquel pelotón eran cobardes.
Mi abuelo está enfermo.
Ejemplo de referencia.
"El portero del edificio es viejo/joven".
viejo/joven:
• Vocablos antónimos propiamente dichos.
• Antónimos léxicos.
Actividad 2.
Relacionar cada adjetivo -palabra compuesta por prefijación, formada con un
prefijo de carácter negativo o privativo- con su correspondiente significado.
Incluir después dichos adjetivos en otras tantas frases, empleados con la propiedad
debida, y precisamente en la acepción reseñada. En caso de duda, consúltese el
diccionario.
Adjetivos: afónico,-ca, anoréxico,-ca,
disléxico-ca, insepulto,-ta, imberbe,
irrelevante.
deforme, desalmado,-da,
impertérrito,-ta, ilegible,
Disponer la actividad en la forma indicada.
Contexto
Adjetivo
____________________________________________________________
Desproporcionado o irregular en la forma.
<...>
Que carece de irrelevancia o importancia.
<...>
Que padece dislexia, dificultad en el aprendizaje
<...>
de la lectura, la escritura o el cálculo,
frecuentemente asociada con trastornos de la
coordinación motora y la atención, pero no de
la inteligencia.
Que no se puede leer.
<...>
Que padece anorexia, falta anormal de ganas de
<...>
comer, dentro de un cuadro depresivo, por lo
general en mujeres adolescentes, y que puede
ser muy grave.
Falto de voz o de sonido.
<...>
Dicho de una persona, que no se le infunde
<...>
fácilmente terror o que nada le intimida.
Cruel, inhumano.
<...>
Dicho de un cadáver, que todavía no ha sido
<...>
sepultado.
Dicho de un joven, que todavía no tiene barba.
<...>
Actividad 3.
Uno de los prefijos más usados para la formación de antónimos es el de origen
griego a-, que significa privación, negación, y que interviene, particularmente, en
voces cultas: acéfalo,-la (del latín acephalus, y este del griego 'aképhalos': falto
de cabeza), ateo,-a (del latín atheus, y este del griego 'átheos': que niega la
existencia de dios), etc.; prefijo que se convierte en an- ante vocal: Anacanto (del
griego 'anákanthos', sin espinas: se dice de los peces teleósteos con aletas de
radios blandos y flexibles y de las cuales las abdominales están situadas debajo de
las pectorales o delante de ellas), anestesia (del griego 'anaisthesía': falta o
privación general o parcial de la sensibilidad, ya por efecto de un padecimiento, ya
artificialmente producida), etc.
Relacionar una docena de palabras en que figuren dichos prefijos (a-/an-), con
anotación de su etimología y significado (siguiendo, pues, los ejemplos ofrecidos):
átomo, anónimo,-ma, etc, etc.
SUGERENCIA DE RESPUESTAS
Actividad 2.
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afónico,-ca. Falto de voz o de sonido: "Un fuerte catarro le dejó afónico y tardó varios días
en recuperar la voz".
anoréxico,-ca. Que padece anorexia, falta anormal de ganas de comer, dentro de un cuadro
depresivo, por lo general en mujeres adolescentes, y que puede ser muy grave: "La persona
axoréxica tienen problemas psíquicos que le llevan a perder el apetito".
deforme. Desproporcionado o irregular en la forma: "Tenía el cuerpo deforme, a causa de
trastornos del crecimiento".
desalmado, -da. Cruel -que se deleita en hacer sufrir o se complace en los padecimientos
ajenos-, inhumano -falto de humanidad, es decir, carente de sensibilidad y compasión ante
las desgracias de los demás-: "Es tan desalmado que no le preocupa el dolor de sus
semejantes".
disléxico,-ca. Que padece dislexia, dificultad en el aprendizaje de la lectura, la escritura o el
cálculo, frecuentemente asociada con trastornos de la coordinación motora y la atención,
pero no de la inteligencia: "La persona disléxica suele confundir, invertir y omitir letras,
sílabas o palabras en la lectura, por lo que tiene dificultades para comprender lo que lee".
insepulto,-ta. Dicho de un cadáver, que todavía no ha sido sepultado: "El cuerpo permanecía
insepulto, a la espera de que le practicaran la autopsia para averiguar la causa de la muerte".
imberbe. Dicho de un joven, que todavía no tiene barba: "Es un mozalbete imberbe que
todavía no ha cumplido los catorce años".
impertérrito,-ta. Dicho de una persona, que no se le infunde fácilmente terror o que nada le
intimida: "Recibió impertérrito la embestida del toro".
ilegible. Que no puede leerse: "Necesitas mejorar la caligrafía, porque tienes una letra
ilegible que ni tú mismo puedes leer tus propios escritos".
irrelevante. Que carece de relevancia o importancia: "Aun cuando trataban un asunto
irrelevante, se produjeron violentas discusiones entre los asistentes a la reunión".
NOTAS.
<1> En casos excepcionales, una misma palabra puede presentar dos acepciones antónimas; tal y
como ocurre, por ejemplo, con el verbo arrendar, que significa ceder o adquirir por precio el goce
o aprovechamiento temporal de cosas, obras o servicios. E incluso existen palabras compuestas del
tipo vaivén (de ir y venir) -movimiento alternativo de un cuerpo que después de describir una
línea vuelve a describirla, caminando en sentido contrario-; ganapierde (de ganar y perder), juego
en que se conviene que pierda el ganador; etc.
<2> Alto/bajo son adjetivos que forman parte del campo semántico "estatura"; como también
pertenecen al mismo campo semántico, por un lado, los adjetivos -en alguna forma sinónimos de
alto- corpulento, crecido, espigado, gigante, grandullón, larguirucho, talludo...; y, por otro
bajo, los adjetivos -en cierto modo sinónimos de bajo- chaparro, enano, liliputiense, pigmeo,
rechoncho, renacuajo, repolludo, retaco, tapón... La relación de vocablos ofrecida -que todavía
se podría haber ampliado con algunos más- es suficiente para poner de manifiesto la dificultad que
entraña precisar su exacto significado, tanto más si entre los teóricos sinónimos de alto y de bajo
intentamos establecer las oportunas relaciones de antonimia , pues, a fin de cuentas, se trata de
palabras -las de cada "serie"- que expresan ideas opuestas o contrarias entre sí.
<3> Una misma palabra puede contraer distintos tipos de oposición con otras palabras. Sirva como
ejemplo la palabra olvidar -dejar de tener en la memoria lo que se tenía o se debía tener-, que está
en una relación de complementariedad con la palabra recordar -traer a la memoria algo-; y en una
relación de reciprocidad con la palabra saber -conocer algo, o tener noticia o conocimiento de
ello.
<4> Formando compuestos por prefijación se emplea también la preposición sin: sinrazón -acción
hecha contra justicia y fuera de lo razonable o debido-, sinvergüenza -pícaro, bribón; se dice de la
persona que comete actos ilegales en provecho propio, o que incurre en inmoralidades; etc.
II. Palabras sinónimas.
Las palabras conducir y guiar tienen el mismo significado; igual sucede con las
palabras automóvil y coche; o con las palabras espléndido y magnífico, de muy
parecido significado. Tales palabras son sinónimas, y pueden intercambiarse en
una misma frase sin que se altere el sentido de ésta. Y así, en la frase “Elena
conduce un automóvil espléndido”, las palabras conduce, automóvil y espléndido
pueden ser reemplazadas, respectivamente, por guía, coche y magnífico, sin que
cambie el sentido de aquélla: “Elena guía un coche magnífico”. La sinonimia en
lengua española se extiende a las voces y acepciones que son propias de los países
americanos de habla hispánica, circunstancia esta recogida en el DRAE con la
marca abreviada Am ('América'); por lo que cualquiera de las dos frases anteriores,
en boca de un hablante hispanoamericano, se convierte en "Elena maneja (Am) un
carro (Am) excelente", pues para dicho hablante manejar y carro tienen el mismo
significado, respectivamente, que para un hablante español conducir/guiar y
automóvil/coche. (El valor connotativo que acompaña al significado de las
palabras permitiría, asimismo, la sustitución, en dicho contexto, de los adjetivos
espléndido/magnífico por otros del tipo excelente/grandioso).
Son, pues, sinónimas las palabras que, perteneciendo a una misma categoría
gramatical, tienen una misma o muy parecida significación, y admiten, por tanto,
la posibilidad de intercambiarse en determinadas frases:
Elena conduce
un automóvil
Elena guía
un coche
Elena maneja (Am) un carro (Am)
__________
________
verbos
nombres
espléndido.
magnifico.
excelente.
_________
adjetivos
Sinonimia relativa.
No es frecuente, sin embargo, la sinonimia absoluta -es decir, la posibilidad de
intercambiar en cualquier contexto una palabra por otra que tenga una misma o
muy parecida significación-. La frase “El coche de Elena tiene un motor
silencioso” no podríamos convertirla en “El coche de Elena tiene un motor
callado”; y menos aún en “E1 coche de Elena tiene un motor taciturno”. Por de
pronto, la sinonimia se produce no tanto entre las palabras, cuanto entre
determinadas acepciones de las mismas. Y así, silencioso, en la frase “El coche de
Elena tiene un motor silencioso”, significa “que no hace ruido”. Esta acepción la
posee el adjetivo callado cuando se aplica a la fuerza del viento o a la agitación de
las olas, para expresar su interrupción o cesación, o sea, que se dice del mar, del
viento, de un volcán, etc., cuando deja de hacer ruido: “El Vesubio lleva mucho
tiempo callado”. Por otra parte, nunca se da una total identidad en los
significados, pues siempre hay algún matiz expresivo que impide que sean
conmutables unos vocablos por otros: taciturno, con el significado de callado o
silencioso, se aplica al que le molesta hablar, y también al triste, melancólico o
apesadumbrado.
Otras veces es el nivel de habla el que hace que no resulte indistinto emplear
esta palabra o aquella otra de significado equivalente o muy parecido, lo que pone
de manifiesto, por otra parte, la necesidad de tener presente el registro idiomático
en que se inscribe el uso de un vocablo. Y, en efecto, serán el contexto lingüístico
y también las circunstancias en que se produzca la comunicación los encargados
de determinar el nivel de habla que en cada caso convenga y, en consecuencia, los
responsables últimos de que el hablante escoja ciertos vocablos -y no otros-, en
cada momento; y, de que, por ejemplo, pueda decir:
•
•
•
anciano, abuelo, viejo, etc.
embriaguez, borrachera, intoxicación etílica, tablón, trompa, curda, pea, etc.
doméstica, sirvienta, criada, marmota, etc.
Y todavía existen otros muchos factores -además de los distintos niveles en su
uso- que impiden la sustitución de un vocablo por otro; tales como los siguientes:
•
Un sinónimo ofrece mayor extensión que otro en su significado; por
ejemplo: rehusar/ rechazar.
rehusar. No querer o no aceptar algo.
rechazar. Acepción 1: Dicho de un cuerpo, resistir a otro, forzándolo a
retroceder en su movimiento. Acepción 2: Resistir al enemigo,
obligándolo a retroceder. Acepción 3: Contradecir lo que alguien expresa
o no admitir lo que propone u ofrece. Acepción 4: Denegar algo que se
pide. Acepción 5: Mostrar oposición o desprecio a una persona, grupo,
comunidad, etc. Acepción 6: En Biología: Producir o experimentar
rechazo (inmunológico).
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Un vocablo puede expresar un grado mayor de afectividad que su sinónimo:
amor/cariño.
Un vocablo figura en el habla infantil y su sinónimo en el de las personas de
edad: papá/padre.
Un vocablo es más culto que su sinónimo: fallecimiento u óbito/muerte.
•
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Un vocablo añade un sentimiento de aprobación o censura que falta a su
sinónimo: avaro (avaricioso, que manifiesta afán desordenado de poseer y
adquirir riquezas para atesorarlas)/económico (moderado en gastar).
Un vocablo es más literario que su sinónimo: bogar/remar.
Un vocablo es forma jergal en relación con su sinónimo: achares (de caló
jachare, quemazón, tormento)/celos.
La complejidad del fenómeno sinonímico puede comprobarse si acudimos, por
ejemplo, a la definición que el DRAE -en la edición del 2001- ofrece de los
siguientes vocablos, que, inicialmente, pueden considerarse sinónimos de
abertura (acepción 2: Boca, hendidura, agujero. Acepción 3: Grieta <hendidura>):
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boquete. Acepción 1: Entrada estrecha de un lugar. Acepción 2: Brecha
(abertura hecha en una pared).
brecha. Acepción 1: Rotura o abertura irregular, especialmente en una pared
o muralla.
grieta. Acepción 1: Hendidura alargada que se hace en la tierra o en
cualquier cuerpo sólido. Acepción 2: Hendidura poco profunda que se forma
en la piel de diversas partes del cuerpo o en las membranas mucosas
próximas a ella.
hendidura. Corte en una superficie o en un cuerpo sólido cuando no llega a
dividirlo del todo.
raja. Acepción 2: Hendidura, abertura o quiebra de algo.
rendija. Acepción 1: Hendidura, raja o abertura larga y estrecha que se
produce en cualquier cuerpo sólido, como una pared, un tabique, etc., y lo
atraviesa de parte a parte. Acepción 3: Hendidura por donde puede entrar la
luz y el aire exteriores.
resquebrajadura. Hendidura.
resquicio. Acepción 1: Abertura que hay entre el quicio y la puerta. Acepción
2: Hendidura pequeña.
PROPUESTA DE ACTIVIDADES
Actividad 1.
Una vez determinado el significado de las siguientes palabras, escribir otras
tantas frases que las contengan y sustituirlas después por otras, sinónimas de
aquéllas, que convengan a tales contextos.
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Nombres: salario, cariño.
Adjetivos: miserable, rápido.
Verbos: fingir, suplicar.
<Conviene recordar que la sinonimia sólo se produce entre determinadas
acepciones de las palabras: “Andrés tiene/posee/atesora bienes en
paraísos fiscales”; pero no es aceptable la construcción *“Andrés posee
sesenta años”; y menos todavía la construcción *“Andrés atesora sesenta
años”, construcción que, en todo caso, podría emplearse con claro sentido
metafórico (y quizá con cierta ironía)>.
Actividad 2.
Reemplazar, en la siguiente poesía de Gabriel y Galán, los vocablos destacados
en negrita por los sinónimos que en cada caso convengan.
Ara y canta
Ara tranquilo, labriego,
y piensa que no tan ciego
fue tu destino contigo,
que el campo es un buen amigo
y es dulce miel su sosiego,
y es salud el puro día,
y estas bregas son vigor,
y este ambiente es armonía,
y esta luz es alegría...
¡Ara y canta, labrador!
Actividad 3.
Confeccionar una lista de vocablos con sus correspondientes sinónimos para
hablantes hispanoamericanos (p. ej.: autobús/coche de línea = guagua, "vehículo
automotor que presta servicio urbano o interurbano en un itinerario fijo" -en las
Antillas-; manta -para abrigarse- = cobija; etc.); e introducir dichos vocablos
propios del español de hispanoamérica en contextos apropiados.
Actividad 4.
<Con palabras que significan “una forma de abertura”>.
<abertura. Sustantivo femenino. Acepción 1: En una superficie, hendidura o
espacio libre que no llega a dividirla en dos: “La falda tiene una abertura
lateral”>.
Los siguientes sustantivos significan una forma de abertura: boquete, brecha,
grieta, hendidura, raja, rendija, resquebrajadura, resquicio. Completar cada una
de estas oraciones -una vez copiadas aparte- con el sustantivo apropiado, elegido
de entre los anteriores. En caso de duda, recurrir al diccionario.
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Me he cortado con ese cuchillo y mire qué <...> me he hecho.
Ha aparecido una <...> en la pared.
Los ladrones hicieron un <...> en la puerta, pero no pudieron entrar.
El hielo del estanque tenía <...> y era peligroso patinar sobre él.
La artillería abrió varias <...> en la fortaleza durante el asedio.
El aire se cuela por cualquier <...>.
Tras el terremoto, la pared quedó llena de <...>.
El aire y la luz entran por las <...> de la persiana.
Actividad 5.
Extraer todos los sinónimos del verbo comer que figuran en el siguiente texto de
Ramón J. Sender y, con ayuda del diccionario, establecer el significado particular
de cada uno de ellos, así como sus diferentes matices expresivos.
La fiesta se interrumpió hacia las once y se pusieron todos a comer y a
beber. E1 viejo miró el reloj y dijo que era la hora de la “carpanta”. Al
parecer, llaman así a las once de la noche. Además de le hora del gusanillo, y
del almuerzo, y de la comida, y la merienda, y la cena, tienen la “carpanta” de
las once. Y luego dicen que los gitanos no comen. Mira los sinónimos que
tienen para comer, que ya los he apuntado: tragelar, jalar, manducar, mascar,
engullir, jamar, devorar, zampar, englutir, embaular, atracar, hartar, escudillar,
embuchar, cebar, atiborrar; dedicarse a la bucólica, a la jamancia, a la
manducancia, y muchas más expresiones que no recuerdo. <1>
Actividad 6.
Extraer del siguiente texto de Ramón J. Sender los sinónimos del nombre
borrachera, y clasificarlos de acuerdo con el correspondiente registro lingüístico.
Después ampliar cuanto sea posible la relación ofrecida por Sender.
La gente bebía mucho. Para que veas cómo avanzo en el conocimiento del
“slang” español, te diré los diferentes nombres que aquí tiene la borrachera,
según me ha dicho mi novio, que es experto: embriaguez, melopea, pítima,
pea, tablón, papalina, mona, moscorra, zorra... También la llaman “la
poderosa”. Antes de cerrar esta carta, mi novio revisará esta lista de nombres
de modo que puedas usarla si quieres para tus clases. Ya ves que mi léxico se
enriquece. <2>
Actividad 7.
Explicar las “diferencias de matiz” entre las siguientes parejas de vocablos,
cuando se emplean como sinónimos:
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odio/antipatía
gocho/cerdo
fiebre/calentura
ebúrneo/marfileño
guripa/soldado
laico/lego
can/perro
camino/atajo
SUGERENCIA DE RESPUESTAS
Actividad 2.
Estos son algunos posibles sinónimos de los vocablos indicados que, aunque evidentemente
rompen la estructura rítmica del verso, no alteran de manera sustancial el significado de la
composición poética:
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verso 1: labriego/labrador.
verso 3: destino/suerte, fortuna, hado.
verso 5: sosiego/calma, tranquilidad, serenidad.
verso 7: bregas/trabajos duros, luchas.
verso 8: armonía/concordia.
Actividad 4.
Sinónimos del vocablo abertura integrados en contextos apropiados:
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Me he cortado con ese cuchillo y mire qué raja me he hecho.
Ha aparecido una hendidura en la pared.
Los ladrones hicieron un boquete en la puerta, pero no pudieron entrar.
El hielo del estanque tenía resquebrajaduras y era peligroso patinar sobre él.
La artillería abrió varias brechas en la fortaleza durante el asedio.
El aire se cuela por cualquier resquicio.
Tras el terremoto, la pared quedó llena de grietas.
El aire y la luz entran por las rendijas de la persiana.
Actividad 5.
Como sinónimos del verbo comer, Sender recoge los siguientes: tragelar, jalar, manducar,
mascar, engullir, jamar, devorar, zampar, englutir, embaular, atracar, hartar, escudillar,
embuchar, cebar y atiborrarse. A la anterior relación hay que añadir los nombres carpanta
(hambre violenta), gusanillo -presente en la expresión matar el gusanillo (satisfacer el hambre
momentáneamente)- y bucólica (alimento). El DRAE no recoge los nombres jamancia (que
habría que interpretar como la “acción de jamar”) y manducancia, pero sí manducación, con el
significado de la “acción de manducar”.
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Idéntico significado que comer tienen las palabras jamar -quizá de origen gitano-, tragelar
-voz caló, no incluida en el DRAE- y manducar (del latín manducare, masticar): tomar
alimento.
Para expresar la idea de saciar con creces el apetito se emplean como sinónimos de comer
las palabras atiborrarse, atracarse y hartarse.
Devorar (tragar con ansia y apresuradamente), embaular, englutir, engullir (del latín in, en,
y gula, garganta: tragar la comida atropelladamente y sin masticar) y jalar (comer con
mucho apetito) añaden al significado de comer un matiz de ansia, rapidez y voracidad.
Un significado muy próximo tienen las palabras cebar (dar comida a los animales para
aumentar su peso) y embuchar (introducir comida en el buche de un ave, para que se
alimente; comer mucho, deprisa y casi sin masticar).
Y sólo en términos muy relativos puede decirse que son sinónimos de comer las palabras
mascar y escudillar: aquélla significa masticar; y ésta, echar en escudillas, fuentes y platos
caldo u otros alimentos.
En el castellano actual, y siempre según el contexto, quizá los vocablos que se emplean con
más frecuencia como sinónimos de comer sean tragar, devorar, engullir y tomar.
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Actividad 6.
Sinónimos de borrachera:
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Nivel culto: embriaguez.
Nivel familiar: melopea, pítima, tablón, papalina, mona, moscorra (en el País Vasco).
Nivel vulgar: pea, zorra.
Otros sinónimos familiares para designar a la borrachera: chispa, cogorza, merluza, perra,
tajada, toña, tranca, turca, etc., etc.
NOTAS.
<1> Ramón J. Sender: La tesis de Nancy. Madrid, editorial Magisterio Español, 47 edición
(4/1998). Colección Novelas y Cuentos, núm. 25. (Barcelona, editorial Casals, 2/2004; edición de
Francisco Troya y Pilar Úcar).
<2> Ídem. La voz inglesa slang empleada por Sender en el texto es equivalente a la castellana
argot.
III. Polisemia, contexto lingüístico y situación comunicativa.
Con la palabra banco pueden expresarse, entre otros, los siguientes significados:
• Asiento, con respaldo o sin el, en que pueden sentarse varias personas: "Los
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bancos de ese parque suelen estar muy limpios".
Madero grueso escuadrado que se coloca horizontalmente sobre cuatro pies y
sirve como de mesa para muchas labores de carpinteros, cerrajeros,
herradores y otros artesanos: "El ebanista dejó el cepillo y la garlopa en el
banco".
En los mares, ríos y lagos navegables, bajo que se prolonga en una gran
extensión -es decir, elevación del fondo que impide navegar a las
embarcaciones: "Cuando navegaban río abajo, se toparon con un banco que
les abrió una vía de agua en el casco".
Conjunto de peces que van juntos en gran número: "Los pescadores divisaron
un banco de sardinas".
Establecimiento público de crédito, constituido en sociedad por acciones:
"He abierto una cuenta corriente en el banco que han inaugurado en el bajo
de mi casa".
Establecimiento médico donde se conservan y almacenan órganos, tejidos o
líquidos fisiológicos humanos para cubrir necesidades quirúrgicas, de
investigación, etc.: "El banco de sangre de ese hospital necesita
urgentemente donantes". Etc., etc.
Esta propiedad que tienen algunas palabras -como banco- de presentar diversos
significados se llama polisemia. Y son, por un lado, el contexto en el que una
palabra está inserta -es decir, su entorno lingüístico, el conjunto de palabras que la
rodean y las relaciones que entre ellas se establecen, integradas en una frase-; y,
por otro, la situación -es decir, el conjunto de circunstancias no lingüísticas que
rodean a la comunicación- los que permiten identificar la acepción con que tal
palabra se emplea.
Y así, la palabra polisémica carta tiene, en cada uno de los siguientes contextos,
el significado diferente que se expresa:
•
•
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"He recibido una carta procedente de Burgos": Papel escrito, y
ordinariamente cerrado, que una persona envía a otra para comunicarse con
ella."
"El tahúr escondió una carta en la manga de su chaqueta": Cada una de las
cartulinas que componen la baraja.
"Ese mesón tiene una amplia carta de vinos": En un restaurante o
establecimiento análogo, lista de platos y bebidas que se pueden elegir.
•
"Los primitivos indígenas de las islas Marshall confeccionaron cartas de
navegación": Mapa (de la Tierra o parte de ella).
Y de las anteriores acepciones, la situación comunicativa que a continuación
planteamos -en este caso, el lugar en el que se produce la comunicación y las
personas que en ella intervienen- es la encargada de determinar el correspondiente
significado:
•
•
En una cafetería, un camarero entrega a un comensal la carta, al tiempo que le
dice: "Aquí tiene usted la carta de vinos". (Significado de carta: "En un
restaurante o establecimiento análogo, lista de platos y bebidas que se pueden
elegir").
En un despacho de abogados, una secretaria está acabando de escribir a
máquina una carta, mientras afirma: "Ahora mismo echo al correo esta
carta". (Significado de carta: "Papel escrito, y ordinariamente cerrado, que
una persona envía a otra para comunicarse con ella").
El enriquecimiento de las posibilidades significativas de una lengua
por medio de la polisemia de las palabras
Multiplicidad de significados de las palabras más usuales.
Que una misma palabra pueda expresar una multiplicidad de significados deriva
de nuestra habitual concepción de las cosas a través de su analogía o conexión con
otras; y, con ello, se evita que cada significado requiera una palabra diferente que
lo exprese. Este este valor polisémico de las palabras en modo alguno dificulta la
correcta comprensión de los mensajes, pues -tal y como hemos visto- el contexto
en que está incluida y la situación comunicativa en que se emplea son suficientes
para determinar el significado que en cada caso convenga. Por otra parte, esa
capacidad que las palabras tienen de multiplicar sus significados de acuerdo con
las necesidades comunicativas de los hablantes -capacidad tanto mayor cuanto
más usuales resultan- convierte a la polisemia en la mayor fuente de
enriquecimiento de las posibilidades significativas de un a lengua. Las 49
acepciones de la voz bajo,-ja <1>, o las 57 de la voz dar <2> -recogidas en la
vigésima segunda edición del DRAE, de 2001- constituyen un buen ejemplo de
palabras que han ido adquiriendo nuevos significados.
El léxico técnico-científico y su incidencia en la ampliación de la polisemia de
las palabras.
Y frente a la multiplicidad de significados de las palabras de más uso, las voces
técnicas y científicas suelen ser monosémicas, lo que garantiza su univocidad y
confiere al léxico técnico-científico la necesaria precisión designativa que evita
ambigüedades de sentido. Monosémicas son, por ejemplo, el vocablo -propio de la
Zoología- Equinodermo, la voz -usada en Medicina- laringoscopia, y el acrónimo
-propio de la Electrónica- radar <3>. Con todo, también el lenguaje técnicocientífico es una vía nada desdeñable para el enriquecimiento de la polisemia de
los vocablos, pues esa necesidad de precisión designativa a la que aludíamos hace
que experimenten diferentes concreciones en razón del ámbito del saber que se
apropia de ellos. Así sucede con la palabra base, por ejemplo, cuyo significado
genérico -"fundamento o apoyo principal de algo"- ha sufrido las siguientes
especializaciones <4>:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Arquitectura. Asiento sobre el que se pone la columna o la estatua (basa).
Bioquímica. Base nitrogenada. Cada uno de los compuestos químicos
nitreogenados que constituyen los ácidos nucleicos.
Deportes. En el juego del béisbol, cada una de las cuatro esquinas del campo
que defienden los jugadores.
Geometría. Lado o cara horizontal a partir del cual se mide la altura de una
figura plana o de un sólido. En algunas figuras, como el trapecio, cilindro,
etc., línea o superficie paralela a aquella en que se supone que descansa.
Matemáticas. Número sobre el que se construye un sistema de logaritmos:
"Tabla de logaritmos en base 10". Base de numeración. Número en que se
fundamenta un sistema de numeración.
Química. Sustancia que en disolución aumenta la concentración de iones de
hidroxilo y se combina con los ácido para formar sales.
Topografía. Recta que se mide sobre el terreno y de la cual se parte en las
operaciones geodésicas y topográficas.
Derecho. Base de cotización. Retribución de los trabajadores con arreglo a la
cual se calcula la cuota que se ha de pagar a la Seguridad Social.
Base imponible. Cantidad expresiva de una capacidad económica
determinada sobre la que se calcula el pago de los tributos. Base liquidable.
Resultado de practicar sobre la base imponible las reducciones establecidas
por la ley para cada tributo. Base reguladora. Cifra que, con base en la
retribución y en el tiempo de cotización, determina la cuantía y la duración de
las prestaciones de los beneficiarios de la Seguridad Social. Ley de bases. La
que solo contiene las normas generales sobre una materia.
Informática. Base de datos. Conjunto de datos organizado de tal modo que
permita obtener con rapidez diversos tipos de información.
•
Milicia. Base de operaciones. Lugar donde se concentra y prepara un
ejército. Base aérea. Aeropuerto militar donde las fuerzas aéreas, con el
apoyo de instalaciones logísticas adecuadas, se prepara para el vuelo y el
combate. Base naval. Puerto o fondeadero, abrigado y defendido, donde las
fuerzas navales, con el apoyo de instalaciones logísticas adecuadas, se
preparan para navegar y combatir.
La contribución del lenguaje metafórico a la multiplicidad de los significados
de los vocablos.
Sin duda, el lenguaje metafórico es una excelente vía para ampliar la polisemia
de los vocablos. Sabido es que la metáfora consiste en trasladar el sentido recto de
las voces a otro figurado, en virtud de una comparación tácita; por ejemplo, llamar
puñalada a la "pesadumbre grande dada de repente". Muchas transposiciones
metafóricas están originadas por razones meramente expresivas -así, por ejemplo,
llamar águila a la "persona de mucha viveza y perspicacia"-; o por la necesidad de
encontrar para un determinado significado un significante del que la lengua carece
inicialmente -y así, por ejemplo, el significante boca se emplea para designar el
significado "entrada o salida": boca de horno, de cañón, de calle, de metro, de
puerto, de río; aplícase a los ríos, usado más en plural: las bocas del Danubio, del
Ródano-. Precisamente los significantes propios de partes del cuerpo humano
ofrecen multitud de usos metafóricos que enriquecen considerablemente la
polisemia de tales significantes.
El sentido de la ironía y del humor llevan también a utilizar la metáfora para
caricaturizar la realidad, que adquiere con frecuencia connotaciones grotescas o
peyorativas; y así, a la cabeza se la llama coco, chola, tarro...; y se dice que la
"persona torpe o necia" es un besugo; el "hombre rudo y de poco entendimiento",
un asno; el "hombre sucio, grosero o ruin", un cerdo... Y, de esta manera, los
aludidos vocablos han ampliado su polisemia con tales acepciones.
Por otra parte, muchas metáforas se han lexicalizado, al incorporarse al sistema
general de la lengua; tal es el caso, por ejemplo, de ariete (del latín aries,-etis,
carnero), "máquina militar que se empleaba antiguamente para batir murallas,
consistente en una viga larga y muy pesada, uno de cuyos extremos estaba
reforzado con una pieza de hierro o bronce, labrada, por lo común, en forma de
cabeza de carnero"; de pluma (del latín pluma), originariamente la "pluma de ave
que, cortada convenientemente en la extremidad del cañón, servía para escribir"
-hoy, la palabra pluma designa el "instrumento de metal, semejante al pico de la
pluma de ave cortada para escribir, que sirve para el mismo efecto colocado en un
mango de madera, hueso u otra materia"-; de columna vertebral -espinazo: "eje
del neuroesqueleto de los animales vertebrados, situado a lo largo de la línea
media dorsal del cuerpo y formado por una serie de huesos cortos o vértebras,
dispuestos en fila y articulados entre sí"-; etc., etc. Y estas lexicalizaciones son
otra vía de enriquecimiento del valor polisémico de los vocablos.
Efectos humorísticos producidos por la polisemia.
Suele ser frecuente jugar equívocamente con el valor polisémico de los vocablos
para producir efectos cómicos, al interpretar una misma palabra -en un
determinado contexto y/o situación- con diferentes significados. Quevedo -y en
general los escritores conceptistas del siglo XVII- nos han legado brillantes
testimonios de cómo se puede jugar con varios significados a la vez de una misma
palabra, provocando las más disparatadas interpretaciones. "Salió de la cárcel con
tanta honra -escribe Quevedo, en El buscón-, que le acompañaban doscientos
cardenales, sino que a ninguno llamaban señoría"; frase en la que la palabra
cardenal no significa "prelado de los que componen el colegio consultivo del Papa
y forman el cónclave para su elección" (voz que proviene del latín cardenalis,
fundamental), sino que significa "mancha amoratada, negruzca o amarillenta de la
piel a consecuencia de un golpe u otra causa (voz que proviene de cárdeno, y este
del latín cardinus, de carduus, cardo). <5>
PROPUESTA DE ACTIVIDADES
Actividad 1.
Comentar este breve texto del académico Manuel Seco acerca de la influencia
que la polisemia tiene en el enriquecimiento de las posibilidades expresivas de una
lengua; e ilustrar el comentario con ejemplos adecuados.
Si, como las científicas, todas las palabras del idioma tuvieran un solo
significado, nos veríamos obligados a utilizar muchísimas más palabras que
las que normalmente utilizamos. La limitación de nuestra memoria, unida a
nuestra habitual concepción de las cosas a través de su analogía o conexión
con otras, hace que nos veamos impulsados a designar un objeto cuyo
nombre desconocemos por medio del nombre de otro objeto en el que nos
parece ver alguna semejanza con el primero. <...> La polisemia de las
palabras no es ningún inconveniente para la correcta comprensión del
mensaje, pues siempre el contexto precisa suficientemente en cuál de sus
acepciones está empleada la palabra. Por otra parte, la polisemia, recargando
de sentidos nuevos las palabras ya existentes, es una vía muy importante
para enriquecer las posibilidades de significación de la lengua al margen de
la adquisición o de la creación de nuevas palabras. <6>
Actividad 2.
En la voz polo convergen dos palabras diferentes: una de origen latino, polus
-procedente, a su vez, del griego 'pólos', eje-, y otra de origen inglés, polo -que
proviene, a su vez, del tibetano pholo, pelota-. Determinar, con ayuda del
diccionario, y examinando el contenido de las frases que siguen, las acepciones
que corresponden a una y a otra palabra; es decir, establecer la polisemia de ambas
palabras homógrafas.
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Las baterías de los automóviles tienen dos polos: uno positivo y otro
negativo.
En los imanes, los polos opuestos se atraen.
Un partido de polo se divide en siete tiempos, cada uno de los cuales consta
de ocho minutos.
La fábrica de cerveza se ha instalado en el polo industrial recientemente
inaugurado.
El polo de atracción de las fiestas populares lo constituían las comparsas de
moros y cristianos.
La tierra es una esfera achatada por los polos.
Llevaba puesto un pantalón vaquero y un polo de color azul.
He comprado en una heladería un polo de limón.
La tierra tiene dos polos: el polo Norte, Ártico o Boreal, y el polo Sur,
Antártico o Austral.
Los extremos de la brújula apuntan siempre hacia los polos magnéticos.
Actividad 3.
Muchos ilustradores de historietas gráficas han basado su humor en divertidos
equívocos. En la siguiente historia se juega equívocamente con la voz polisémica
silla. Interpretar, en términos semánticos, el fundamento de la comicidad de la
historia; y, seguidamente, reproducirla plásticamente en cuatro viñetas, de acuerdo
con la secuencia presentación (viñeta 1)/nudo (viñetas 2 y 3)/desenlace (viñeta 4).
Un yóquey le pide al nuevo encargado de las cuadras que le prepare el
caballo con los arreos necesarios para montarlo. Este nuevo encargado, que
es hombre sin conocimiento alguno de equitación, no sabe qué arreos
ponerle. Pero finalmente, tras una burda reflexión, y ante el estupor del
yóquey, le ata -con cinchas- a la cabalgadura, en lugar de la silla de montar,
una silla de anea que ha encontrado en un desván.
SUGERENCIA DE RESPUESTAS
Actividad 1.
El texto de Manuel Seco comienza justificando la incidencia que la polisemia tiene en la
economía del lenguaje. Una misma palabra puede, en efecto, expresar una multiplicidad de
significados -posibilidad que resulta de nuestra habitual concepción de las cosas a través de su
analogía o conexión con otras; y, con ello, se evita que cada significado requiera una palabra
diferente que lo exprese. Y así, por ejemplo, es bastante obvio que la acepción de "entrada o
salida" que la palabra boca presenta en boca de horno de cañón, de calle, de metro, de puerto, de
río..., está motivada por este otro significado: "abertura anterior del tubo digestivo de los
animales, situada en la cabeza, que sirve de entrada a la cavidad bucal; también se aplica a toda la
expresada cavidad en la cual está colocada la lengua y los dientes cuando existen".
Prosigue Seco afirmando que este valor polisémico de las palabras, tanto mayor cuanto más
usuales resulten, en modo alguno dificulta la correcta comprensión de los mensajes, ya que el
contexto en que una palabra está inserta y la situación en la que se emplea se encargan de precisar
en cada caso la acepción con que tal palabra ha sido empleada. Y así, en la frase "Me ha arañado
el gato", la palabra gato designa el animal doméstico de la familia de los Félidos; mientras que en
la frase "No pude cambiar la rueda del coche por falta de gato", la palabra gato significa "máquina
compuesta de un engranaje de piñón y cremallera, con un trinquete de seguridad, que sirve para
levantar grandes pesos a poca altura; también se hace con una tuerca y un husillo"; acepción esta
cuyo origen hay que rastrear en la capacidad que el gato tiene para elevar su columna vertebral,
especialmente cuando se encrespa.
Por otra parte -concluye Seco-, esa capacidad que muchas palabras tienen de multiplicar sus
significados de acuerdo con las necesidades comunicativas de los hablantes convierte a la
polisemia -como ya hemos señalado anteriormente- en la mayor fuente de enriquecimiento de las
posibilidades significativas de una lengua. Las 36 acepciones de las palabra cabeza y mano
-registradas en la edición vigésima segunda del DRAE- ejemplifican, bien a las claras, cómo, con
el paso del tiempo, las palabras "desentrañan" nuevos significados.
Actividad 2.
Las acepciones de la palabra de origen latino polo que a continuación se recogen constituyen un
claro ejemplo de palabra que ha ido desarrollando nuevos significados.
•
•
•
<Geografía>. Cada uno de los dos puntos de intersección del eje de rotación de la Tierra con
la esfera terrestre o celeste: "La tierra es una esfera achatada por los polos".
Región contigua a un polo terrestre: "La tierra tiene dos polos: el polo Norte, Ártico o
Boreal, y el polo Sur, Antártico o Austral". <Cada uno de los dos puntos de globo terrestre
situados en las regiones polares, hacia los que, por acción del campo magnético terrestre, se
dirige la aguja imantada (polo magnético): "Los extremos de la brújula apuntan siempre
hacia los polos magnéticos">.
<Física>. Cada uno de los dos puntos opuestos de un cuerpo, en los cuales se acumula en
mayor cantidad la energía de un agente físico; como el magnetismo en los extremos de un
imán: "En los imanes, los polos opuestos se atraen".
•
•
•
•
Punto de convergencia, especialmente si es centro de atención o de interés: "El polo de
atracción de las fiestas populares lo constituían las comparsas de moros y cristianos". (Esta
acepción no está recogida en la vigésima segunda edición del DRAE).
Zona oficialmente delimitada, cuyo desarrollo industrial se trata de conseguir mediante
diversas medidas de favor a las industrias que en aquella se establezcan <polo de desarrollo
o industrial>: "La fábrica de cerveza se ha instalado en el polo industrial recientemente
inaugurado".
<Electricidad>. Cada uno de los terminales del circuito de una pila o de ciertas máquinas
eléctricas: "Las baterías de los automóviles tienen dos polos: uno positivo y otro negativo".
(Marca registrada). Tipo de helado que se come cogiéndolo de un palillo hincado en su base:
"He comprado en una heladería un polo de limón".
Tal y como apunta Manuel Seco, en el caso de la palabra polo tenemos un primer significado:
"extremo del eje de la Tierra"; por la "proximidad al polo Norte", damos nombre al polo
magnético; de aquí, por la idea de "atracción", el polo de un imán; de nuevo por la idea de
"atracción", el polo industrial; por la idea de "extremo", el polo de un generador eléctrico; por la
idea del "frío" de los polos de la Tierra, el polo, caramelo helado. <7>
Por lo que a la palabra polo -de origen inglés- se refiere, son dos las acepciones que presenta:
•
•
Juego practicado entre grupos de jinetes que, con mazas de astiles largos, impulsan una bola
de madera hacia una meta: "Un partido de polo se divide en siete tiempos, cada uno de los
cuales consta de ocho minutos".
Prenda de punto que llega hasta la cintura, con cuello, y abotonada por delante en la parte
superior: "Llevaba puesto un pantalón vaquero y un polo de color azul".
La homonimia -homografía, en este caso, por escribirse ambas palabras de la misma forma- se
produce entre la palabra de origen latino polo -con las diferentes acepciones reseñadas, pues se
trata de una palabra polisémica- y la palabra de origen inglés polo, en cualquiera de sus dos
acepciones, pues también es palabra polisémica.
Actividad 3.
En la breve narración del cómico suceso protagonizado por un yóquey y su nuevo encargado de
las cuadras se juega con dos de las acepciones de la palabra silla: "asiento con respaldo, por lo
general con cuatro patas, y en la que solo cabe una persona"; y "aparejo para montar a caballo,
formado por una armazón de madera, cubierta generalmente de cuero y rellena de crin o pelote".
Sobre este equívoco ha de girar la conversión del lenguaje escrito en una historieta muda.
NOTAS.
<1> La palabra bajo,-ja, en la edición del 2001 del DRAE, cuenta con acepciones adjetivas -1 a
23-, sustantivas -24 a 36-, adverbiales -37 a 42- y preposicionales -43 a 49.
<2> En cuanto a las acepciones del verbo dar, en la vigésima segunda edición del DRAE aparecen
en primer lugar las transitivas -acepciones 1 a 30-; siguen, después, las acepciones intransitivas
-31 a 47-; y al final van las acepciones pronominales -48 a 53.
<3> La voz radar proviene del inglés radar, acrónimo de radetecting and ranging: detección y
localización por radio; y designa el "sistema que utiliza radiaciones electromagnéticas reflejadas
por un objeto para determinar la localización o velocidad de este".
<4> La palabra base ha ampliado considerablemente su polisemia, según puede apreciarse
comparando las ediciones del DRAE de los años 1992 -la vigésima primera: p. 192- y 2001 -la
vigésima segunda; p. 200-; edición, esta última, en la que las acepciones se han definido con
extremada propiedad, precisión y rigor científico.
<5> El soneto "A una nariz", una de las más desaforadas caricaturas de Quevedo, es un
extraordinario ejemplo de cómo los equívocos -que la polisemia de los vocablos posibilitamanifiestan un sorprendente ingenio verbal y una capacidad expresiva sin límites. Este soneto es
de lectura obligada, como también lo es la interpretación que de él nos ofrece Fernando Lázaro
Carreter en el trabajo titulado "Sobre la dificultad conceptista", incluido en la obra Estilo barroco
y personalidad creadora: Góngora, Quevedo, Lope de Vega. Madrid, Cátedra, 1992, 5.ª edición
(1/1984). Colección Crítica y estudios literarios, núm. 8.
<6> Manuel Seco: Gramática esencial del español. Madrid, Espasa-Calpe, 4/1995; 15.5.2.
<7> Ibídem.
IV. La homonimia: homografía y homofonía.
La igualdad entre los significantes de dos o más palabras que poseen distinto
significado se llama homonimia. Esta igualdad puede ser acústica y gráfica, en
cuyo caso las palabras se llaman homógrafas; o sólo acústica, y entonces las
palabras reciben la denominación de homófonas.
Son, por tanto, homógrafas las palabras hoz (del segador) y hoz (de un río). Y
que, en efecto, se trata de palabras diferentes, puede comprobarse consultando en
un diccionario su distinta etimología y cotejando la diferencia significativa que
existe entre ellas:
•
hoz
Del latín falx, falcis.
•
hoz
Del latín faux, faucis.
•
Nombre femenino.
•
Nombre femenino.
•
•
Instrumento que sirve para segar •
mieses y hierbas, compuesto de una
hoja acerada, curva, con dientes muy
agudos y cortantes o con filo por la
parte cóncava, afianzada en un mango
de madera: "Las modernas máquinas
segadoras han reemplazado a las
hoces y a las guadañas en la siega de
los campos".
Angostura de un valle profundo.
Angostura que forma un río entre dos
sierras: "Los ríos Huécar y Júcar
forman profundas hoces a su paso por
la ciudad de Cuenca".
Familia léxica de hozar (del latín • Familia léxica de hoz: faucal, fauces
vulgar *fodiare, cavar): hozada, (del latín fauces; garganta, desfiladehozadero, hozador,-ra, hozadura; ro).
falcado,-da, falcario, falcata, falce
(hoz o cuchillo corvo), falciforme,
falcirrostro,-tra.
Y son homófonas (identidad acústica, pero no gráfica, entre significantes) las
palabras honda (profunda) y onda (ondulación, festón), que pertenecen, además, a
categorías gramaticales diferentes, tal y como puede comprobarse a continuación:
•
honda <1>
Del antiguo fonda.
•
Del latín unda.
•
Adjetivo femenino.
•
Nombre femenino.
•
•
onda
Que
tiene
profundidad:
"Los •
espeleólogos penetraron en una
honda caverna". Dicho de una parte
un terreno, que está más baja que todo
lo circundante: "El agua y el viento
han formado hondas pozas en esa
montaña". Profundo, alto o recóndito:
"Esa herida de bala es honda y tardará
mucho en cicatrizar". Dicho de un
sentimiento, intenso, extremado:
"Sentía una honda tristeza por la
muerte de aquel perro".
Cada una de las elevaciones que se
forman al perturbar la superficie de un
líquido: "El viento producía ondas en
la superficie del lago". Movimiento
que se propaga en un fluido: "La
onda explosiva rompió todos los
cristales de las ventanas de ese
edificio". Cada una de las curvas, a
manera de eses, que se forman natural
o artificialmente en algunas cosas
flexibles, como el pelo, las telas, etc.:
"Las ondas de su cabello le dan un
aspecto jovial". Cada uno de los
recortes, a manera de semicírculo,
más o menos prologados o variados,
con que se adornan las guarniciones
de vestidos u otras prendas: "El traje
de fiesta estaba adornado con
pequeñas
onda
bordadas
que
remataban la cinturilla".
Familia léxica de hondo,-da:
•
– hondable, hondamente, hondear
<2>, hondón, hondonada, hondura, ahondamiento, ahondar, etc.
– fondo (del latín fundus), fondeadero, fondeado,-da, fondear, fondeo, fondista <3>, fondón,-na;
profundo, -da, (del latín profundus), profundamente, profundar,
profundización, profundizar, etc.
Familia léxica de onda: ondeado,
ondeante, ondear, ondeo, ondina,
ondoso,-sa, ondulación, ondulado,-da,
ondulante, ondular, ondulatorio,-ria;
undoso,-sa, undulación, undular (del
latín undula, ola pequeña), undulatorio,-ria.
Homonimia absoluta y homonimia parcial.
Distingue Charles Bally entre homonimia absoluta, que se da entre palabras
homónimas que pueden desempeñar la misma función; y homonimia parcial,
cuando los significantes presentan alguna diferencia de forma. Y así, hay
homonimia absoluta entre las siguientes palabras:
•
•
•
•
hacha
hacha
Del latín *fascula, cruce de facula • Del francés hache, y este del franco
facula, pequeña antorcha, y fascis, hapja.
haz.
Nombre femenino.
•
Vela de cera, grande y gruesa, de •
forma por lo común de prisma
cuadrangular y con cuatro pabilos:
"Un capuchino, con un hacha
encendida, encabezaba la procesión".
Mecha que se hace de esparto y
alquitrán para que resista al viento sin
apagarse: "La comitiva prendió las
hachas antes de adentrarse por el
pasadizo". Haz de paja liada o atada
como faja, usada alguna vez para
cubiertas de chozas y otras
construcciones de campo: "La
techumbre de la cabaña estaba
formada por hachas bien liadas".
Nombre femenino.
Herramienta cortante, compuesta de
una gruesa hoja de acero, con filo algo
convexo, ojo para enastarla, y a veces
con peto: "Los leñadores talan los
árboles con afiladas hachas". Antiguo
baile español.
Familia léxica de hacha: hachero, • Familia léxica de hacha: hachar,
hacho, hachón, hachote <4>.
hachazo, hachear, hachero, hacho,
hachuela <4>.
Y hay homonimia parcial entre estas otras palabras:
•
hola
Voz expresiva (cf. inglés hello).
•
ola
De origen incierto.
•
Interjección.
•
Nombre femenino.
•
Se usa como salutación familiar: •
"¡Hola! ¿qué tal andas?" También se
usa, generalmente repetida, para
denotar extrañeza, placentera o
desagradable: "¡Hola! ¡Hola! Conque
esas tenemos, ¿eh?"
•
Onda de gran amplitud que se forma
en la superficie de las aguas: "Una alta
ola hizo naufragar la embarcación".
Fenómeno atmosférico que produce
variación repentina en la temperatura
de un lugar: "Una ola de frío asoló la
comarca durante el último invierno".
Oleada (movimiento impetuoso de la
gente apiñada): "Una ola de gente
entró precipitadamente en el estadio".
Oleada (aparición repentina de algo:
"La ola de gripe colapsó las urgencias
de los hospitales".
Familia léxica de ola: oleada, oleaje,
olear <5>.
Homofonía de las palabras homógrafas.
Las palabras homógrafas son, a la vez, homófonas, ya que suenan y se escriben
de igual modo; así, por ejemplo, el nombre femenino haya y la forma verbal haya.
Sin embargo, no todas las palabras homófonas son homógrafas, pues las hay que,
aun cuando suenan de igual modo, se escriben de diferente manera; así, por
ejemplo, cualquiera de las dos palabras con significante haya -nombre femenino o
forma del verbo haber- y el nombre femenino aya; y, asimismo, cualquiera de esas
tres palabras -haya/nombre, haya/verbo, aya/nombre- y la forma verbal halla, en
pronunciación yeísta (es decir, articulando la ll como y, con salida del aire por el
centro de la cavidad bucal, variante de pronunciación esta admitida como correcta
por la Academia; pronunciación que convertiría en parónimas dichas palabras).
<6>
Causas de la homonimia.
De entre las diversas causas por las que se produce la homonimia, hay que
resaltar, principalmente, dos:
1. La evolución fonética convergente de palabras que inicialmente tuvieron
distintos significantes; por ejemplo:
–
–
vela(vigilia); palabra que procede de velar; y esta del latín vigilare (estar sin
dormir).
vela(de una embarcación que se mueve impelida por el viento); palabra que
procede del latín vela, plural de velum (velo), de donde proviene velare
(velar: cubrir con un velo).
Los cultismos han evitado, no obstante, en muchas ocasiones, la coincidencia de
significantes a que se habría llegado como consecuencia de la evolución formal de
los vocablos del léxico hispanogodo que se han incorporado al castellano. De la
palabra latina oculus, por ejemplo, proviene la palabra castellana ojo. Esa misma
palabra debiera haber resultado de la evolución fonética de la palabra latina oleum
que, al no seguir la evolución sufrida por las palabras patrimoniales, ha originado
el cultismo óleo. Por otra parte, el árabe prestó al castellano la palabra aceite (del
árabe hispano azzáyt, este del árabe clásico azzayt -el jugo de la oliva-, y este del
arameo zayta), y se evitó, así, un posible caso de homonimia.
2. Los préstamos lingüísticos de significantes de otros idiomas, que casualmente
ya existen en la lengua que los recibe; por ejemplo:
–
–
Cuando la palabra francesa botte se incorpora al castellano con el significante
bota ("calzado, generalmente de cuero, que resguarda el pie y parte de la
pierna"), aquél ya disponía del significante bota (procedente del latín tardío
buttis, odre, con adaptación de la terminación al género correspondiente) para
designar el "cuero pequeño empegado por su parte interior y cosido por sus
bordes, que remata en un cuello con brocal de cuerno, madera u otro material,
destinado especialmente a contener vino", y la "cuba para guardar vino y
otros líquidos".
De igual manera, las palabras castellanas bote (del mismo origen que pote,
del catalán pot, bote, tarro), "recipiente pequeño, comúnmente cilíndrico, que
sirve para guardar medicinas, aceites, pomadas, tabaco, conservas, etc.", y
"propina que se da con destino al personal de un establecimiento; y recipiente
en el que se deposita"; y bote (de botar, del germánico *botan, golpear),
"salto que da una pelota u otro cuerpo elástico que sale despedido al chocar
contra una superficie dura", y "salto que da da cualquier cuerpo elevándose
desde la superficie donde se encuentra", coinciden con un préstamo
lingüístico tomado del inglés antiguo: bat > bote, "barco pequeño y sin
cubierta, cruzado de tablones que sirven de asiento a los que reman, y que se
usa para los transportes de gente y equipajes a los buques grandes, y para
todo tráfico en los puertos".
Homonimia y paronimia.
La paronimia es un fenómeno diferente al de la homonimia. Mientras que los
homónimos, siendo iguales por su forma, tienen distinta significación, los
parónimos simplemente tienen entre sí relación o semejanza, por su etimología o
solo por su forma o sonido. Son, por tanto, parónimas, las siguientes palabras,
cuyo parecido fonético es evidente:
•
infligir
Del latín infligere, herir, golpear.
•
infringir
Del latín infringere, romper, quebrar.
•
Verbo en infinitivo.
•
Verbo en infinitivo.
•
•
Causar daño: "El ejército regular •
infligió una severa derrota a la
guerrilla rebelde". Imponer un
castigo: "Fue denunciado por infligir
un castigo cruel a su hijo".
Quebrantar leyes, órdenes, etc.:
"Aquel
acuerdo
infringió
las
disposiciones vigentes en materia de
abastos".
Familia léxica de infligir:
• Familia
léxica relacionada con
– afligidamente, afligido,-da, afliinfringir:
gir; (lexema flig-).
– frangir
(de latín frangere,
– aflicción (del latín afflictio,-onis),
fractum), infrangible; (lexema
aflictivo,-va, conflictividad, confrang-).
flictivo,-va, conflicto; (lexema
– frágil, fragilidad, etc.; fragmenflic-).
tar, fragmento, etc.; fragor, fragosidad, etc.; naufragar, naufragio,
etc.; sufragar, sufragio, etc.; (lexema frag-).
– fracción, fraccionar, etc.; fractura, fracturar; infracción, infractor,-ra; refracción, refractar, etc.;
(lexema frac-).
Homonimia y polisemia.
La homonimia -igualdad de forma de palabras con distinta significación- no
debe confundirse con la polisemia -pluralidad de significados de una palabra-. Y
aunque a veces resulta difícil -si no se conoce la procedencia etimológica de las
palabras- la distinción entre homonimia y polisemia, para hablar de homonimia y
no de polisemia bastará con constatar que los significados de dos -o más palabrasresultan lo suficientemente distantes los unos de los otros, de manera que entre
ellos no pueda establecerse el menor punto de contacto. Con todo, existen varios
procedimientos lingüísticos que permiten reconocer las palabras homónimas; de
entre los que reseñamos los siguientes:
–
–
–
–
La diferente grafía, que ayuda a identificar como palabras distintas -y, por
tanto, homófonas- las de las parejas del tipo baca (del francés bâche, y este
del galo *bascanda; portaequipajes)/vaca (del latín vacca; hembra del toro);
ingerir (del latín ingerere; introducir por la boca la comida, bebida o
medicamentos); injerir (del latín inserere; meter una cosa en otra); espiar (de
espía, y este del gótico *spahía; acechar, observar disimuladamente a alguien
o algo)/expiar (del latín expiare; dicho de un delincuente, sufrir la pena
impuesta por los tribunales).
La diferente categoría gramatical y función sintáctica; así, por ejemplo, vino
(latín venit, de venire; tercera persona del singular del pretérito perfecto
simple), dicho de una persona o de una cosa, llegar a donde está quien
habla;/vino (del latín vinum; nombre masculino), licor alcohólico que se hace
del zumo de las uvas exprimido, y cocido naturalmente por fermentación. (En
la frase "El vino de Rioja es uno de lo más apreciados de España", el nombre
vino desempeña la función sintáctica de núcleo del sujeto; mientras que en la
frase "Tu amigo vino a la hora prevista", la forma verbal vino desempeña la
función de núcleo del predicado).
La diferenciación de género, que sirve para distinguir, por ejemplo, el pez (del
latín piscis), vertebrado acuático, de respiración branquial, generalmente con
extremidades en forma de aleta, aptas para la navegación y sustentación en el
agua, y cuya piel, salvo raras excepciones, está protegida por escamas; y la
pez (del latín pix, picis), sustancia resinosa, sólida, lustrosa, quebradiza, y de
color pardo amarillento, que se obtiene echando en agua fría el residuo que
deja la trementina al acabar de sacarle el aguarrás. De igual manera, el
artículo ayuda a distinguir el coma (del griego 'kóma', sopor), estado
patológico que se caracteriza por la pérdida de la conciencia, la sensibilidad y
la capacidad motora voluntaria; y la coma (del latín comma, y este del griego
'kómma', corte, parte de un período), signo ortográfico que sirve para indicar
la división de las frases o miembros más cortos de la oración o del período, y
que también se emplea en aritmética para separar los enteros de las fracciones
decimales.
La diferenciación de número, que permite distinguir, por ejemplo, hinojo (del
bajo latín fenuculum) -planta aromática, de gusto dulce, que se usa en
medicina y como condimento-; e hinojos (del latín vulgar genuculum, con i
resultante de yenojo), palabra que origina las locuciones adverbiales de
hinojos -de rodillas- e hinojos fitos -hincadas las rodillas.
–
Y, sobre todo, el contexto, que es el que, en definitiva, permite establecer con
claridad las diferencias de significado entre palabras homónimas. Y así, por
ejemplo, hay tres vocablos con el significante cola <7>, tal y como puede
comprobarse en los siguientes contextos:
•
•
•
"Si coges el gato por la cola, te bufará". Cola, del latín vulgar coda, y
este del latín cauda: extremidad posterior del cuerpo y de la columna
vertebral de algunos animales. (Cf. "Hacer cola": esperar vez, formando
hilera con muchas personas, para poder entrar en una parte o acercarse a
un lugar con algún objeto).
"He pegado con cola la tapa de la caja". Cola, del latín vulgar colla, y
este del griego 'cólla': pasta fuerte, translúcida y pegajosa, que se hace
generalmente cociendo raeduras y retazos de pieles, y que, disuelta
después en agua caliente, sirve para pegar. (Cf. "No pegar ni con cola
algo": ser notoriamente incongruente con otra cosa, no venir a cuento).
"Se bebió el refresco de cola de un tirón". Cola, del mandinga k´ola:
bebida refrescante que contiene la sustancia estimulante extraída de la
semilla de un árbol ecuatorial, de la familia de las Esterculiáceas, que
contiene teína y teobromina, y que se utiliza en medicina como excitante
de las funciones nerviosas y digestivas.
Homonimia y nombres ambiguos.
Un reducido número de nombres comunes de cosa -a los que la gramática
tradicional llama ambiguos-, sin cambiar su significado, pueden emplearse como
masculinos o femeninos; así, por ejemplo: el armazón/la armazón (del latín
armatio,-onis), pieza o conjunto de piezas unidas que presta estructura o sostén a
algo; el arte/las artes <8> (del latín ars, artis, y este calco del griego "téjne",
manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión
personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginario con recursos plásticos,
lingüísticos o sonoros; el azúcar/la azúcar <9> (del árabe hispánico assúkkar,
este del árabe clásico sukkar, este del griego "sákjari" y este del pelvi sakar),
cuerpo sólido cristalizado, perteneciente al grupo químico de los hidratos de
carbono, de color blanco en estado puro, soluble en el agua y en el alcohol y de
sabor muy dulce, que se obtiene de la caña dulce, de la remolacha y de otros
vegetales; el calor/la calor <10> (del latín calor,-oris), sensación que se
experimenta ante una elevación de temperatura; el mar/la mar (del latín mare),
masa de agua salada que cubre la mayor parte de la superficie de la tierra; el
puente/la puente (del latín pons, pontis), suelo que se hace poniendo tablas sobre
barcas, odres u otros cuerpos flotantes, para pasar un río <11>; etc. Estos nombres
ambiguos no deben confundirse con las voces homónimas, de una misma forma,
pero cuya significación es diferente; y así, son homógrafos los tres nombres
expresados con el significante haz <12>, tal y como puede comprobarse a
continuación:
•
•
•
haz (del latín fascis).
– Nombre masculino.
– Porción atada de mieses, lino, hierbas, leña u otras cosas semejantes:
"Colocó junto a la chimenea el haz de leña recién cortada"; sinónimos:
gavilla, manojo. Conjunto de partículas o rayos luminosos de un mismo
origen, que se propagan sin dispersión: "Un haz de luz iluminó la
estancia". En Geometría, conjunto de rectas que pasan por un punto, o de
planos que concurren en una misma recta: "El haz de líneas de un punto
delimita un círculo".
– Familia léxica: hacina, hacinamiento, hacinar; fasces, fasciculado,-da,
fascículo, fascismo, fascista, fascistizante.
haz (del latín acies, fila, con la h de haz -de fascis-).
– Nombre masculino.
– Tropa ordenada o formada en trozos o divisiones: "El haz estaba
dispuesto en orden de batalla". Tropa formada en filas: "El haz atacó al
enemigo con ímpetu".
haz (del latín facies, cara).
– Nombre femenino.
– Parte anterior de la cabeza humana desde el principio de la frente hasta
la punta de la barbilla: "Era persona de torva haz"; sinónimos: cara,
rostro, faz. Cara de una tela o de otras cosas, que normalmente se
caracteriza por su mayor perfección, acabado, regularidad u otras
cualidades que la hacen más estimable a la vista y al tacto: "El haz de
terciopelo es muy suave al tacto". En Botánica, cara superior de la hoja,
normalmente más brillante y lisa, y con nervadura menos patente que en
la cara inferior o envés: "Las hojas de los álamos son verdes por el haz y
blanquecinas por el envés".
– Familia léxica: facción, facial, facies.
Tampoco deben confundirse con las palabras homónimas -ni con los nombres
ambiguos- ciertos nombres que son masculinos o femeninos según el significado
con que se emplean; tal y como sucede, por ejemplo, con los nombres cólera,
cometa y cura:
•
el cólera/la cólera(del latín cholera, y este del griego "joléra", de "jolé",
bilis).
–
–
•
el cometa/la cometa(del latín cometa, y este del griego "kométes", de "kóme",
cabellera).
–
–
•
Nombre masculino. En Medicina, enfermedad epidémica aguda de
origen bacteriano, caracterizada por vómitos repetidos y diarrea severa:
"El cólera se transmite a través de las aguas contaminadas, y puede
causar la muerte por deshidratación".
Nombre femenino. Ira, enojo, enfado: "El jefe se dejo llevar por la
cólera y empezó a insultar a sus subordinados".
Nombre masculino. En Astronomía, astro generalmente formado por un
núcleo poco denso y una atmósfera luminosa que le precede, le envuelve
o le sigue, según su posición respecto del Sol, y que describe una órbita
muy excéntrica: "El astrónomo británico Edmond Halley observó, en
1682, el cometa que lleva su nombre, y anunció su regreso para fines de
1758 o principios de 1759".
Nombre femenino. Armazón plana y muy ligera, por lo común de cañas,
sobre la cual se extiende y pega papel o tela. En la parte inferior se le
pone una especie de cola formada con cintas o trozos de papel, y, sujeta
hacia el medio a un hilo o bramante muy largo, se arroja al aire, que la
va elevando, y sirve de diversión a los muchachos: "Hacía mucho viento
y, aunque tiraba fuertemente del cordel, no conseguía controlar el vuelo
de la cometa".
el cura/la cura(del latín cura, cuidado, solicitud).
–
–
Nombre masculino. En la iglesia católica, sacerdote encargado, en virtud
del oficio que tiene, del cuidado, instrucción y doctrina espiritual de una
feligresía; coloquialmente, cura católico: "El cura que nos casó es amigo
de mi padre".
Nombre femenino. Acción y efecto de curar o curarse: "La cura de sus
heridas corrió a cargo del médico de guardia".
Prevención de errores ortográficos
Sobre los parónimos infligir/infringir.
Debe evitarse la confusión de infligir con infringir, así como el uso de formas
híbridas -*inflingir, *infrigir- en cualquiera de los dos sentidos. Infligir significa
'causar daño; imponer un castigo'; e infringir, 'quebrantar leyes, órdenes, etc.'. Se
dice, pues, 'Con su insensatez infligió a sus compañeros daños irreparables'; 'El
domingo infringió el precepto de oír misa'. En el primer caso, infligir es sinónimo
de aplicar; en el segundo, infringir equivale a incumplir, transgredir, contravenir,
violar, vulnerar.
PROPUESTA DE ACTIVIDADES
Actividad 1.
1.1. Justificar si, en las frases que siguen, la palabra cerca es la misma en ambas,
empleada en distintas acepciones (polisemia); o si, en cada frase, es una palabra
diferente, aunque haya coincidido la forma (homografía). Recúrrase al
diccionario.
– Una cerca de alambre impedía que escapara el rebaño.
– Llegamos cerca de las tres de la madrugada.
1.2. Siguiendo el modelo ofrecido, y con ayuda del diccionario, establecer el
“valor gramatical” de la palabra cerca, homógrafa de la aquí reseñada.
•
cerca.
–
–
–
Etimología: Del latín circa.
Categoría gramatical. Adverbio de lugar y de tiempo. (Superlativo:
cerquísima).
Acepciones y contextos:
•
•
Próxima o inmediatamente: “Vivimos aquí cerca”; “Llegamos
cerca de las tres de la madrugada”.
cerca de, locución preposicional -junto a-: “Se puso cerca de él”;
“El cine está cerca de la estación”. Se usa para designar la
residencia de un ministro en determinada corte extranjera: “Mi
padre desempeñó el cargo de embajador cerca de la Santa Sede”.
Locución adverbial -casi-, usada con un complemento de cantidad:
“En el estadio había cerca de cien mil espectadores”.
•
–
–
de cerca. Locución adverbial -a corta distancia-: “Le siguió de
cerca sin que lo advirtiera”.
Familia léxica: cercanía, cercano, acercamiento, acercar, etc.
Prevención de errores. Seguido de un pronombre posesivo, el uso de
cerca es incorrecto: *Está cerca tuyo (por Está cerca de ti).
1.3. Con ayuda del diccionario, justificar por qué la solución a la siguiente
adivinanza es la cerca (sinónimos: cercado, vallado o tapia):
Cuanto más cerca, más lejos.
Cuanto más lejos, más cerca.
Actividad 2.
El significante corte, entre otros muchos significados, presenta los de “incisión,
tajo”; y, asimismo, los de “comitiva, séquito”. Determinar, con ayuda del
diccionario, si dichos significados corresponden a un único significante -e
integrarían otras tantas acepciones de su polisemia-; o si han coincidido en el
mismo significante vocablos de diferente procedencia etimológica, convertidos,
así, en palabras homógrafas. Repetir la actividad con el significante gato y los
significados “minino” y “elevador de pesos a poca altura”.
Actividad 3.
Establecer, con ayuda del diccionario, la categoría gramatical y el significado de
los vocablos homófonos sabia/savia.
Actividad 4.
Diferenciar morfológica, ortográfica y semánticamente los vocablos homónimos
que figuran en las siguientes frases, distinguiendo los vocablos homófonos de los
homógrafos.
–
–
–
Algunos pueblos primitivos empleaban la honda para cazar.
Siento un honda congoja por la desgracia que le aflige.
La onda expansiva provocada por la explosión destrozó las ventanas de un
centenar de viviendas.
Actividad 5.
Averiguar, con ayuda del diccionario, las razones que determinan la existencia
de tres palabras distintas con el mismo significante papa (y diferentes
significados: pontífice, patata y paparrucha).
SUGERENCIA DE RESPUESTAS
Actividad 1.
1.1. Son homónimas las palabras cerca (sinónimos: cercado, vallado o tapia) y cerca
(significado: próxima o inmediatamente); ya que se produce una igualdad acústica y gráfica entre
ellas (homografía); pero poseen distinto significado y, además, pertenecen a categorías
gramaticales diferentes (homonimia parcial, en la terminología de Charles Bally).
1.2. “Valor gramatical” de la palabra cerca.
•
cerca.
–
–
–
–
Etimología: De cercar, y este del latín circare, rodear.
Categoría gramatical. Nombre femenino.
Significado y contexto: Vallado, tapia o muro que se pone alrededor de algún sitio,
heredad o casa para su resguardo o división. “El fuerte viento derribó la cerca de la
plantación”.
Familia léxica: cercado, cercador,-ra, cercamiento, cercar, cerco, etc.
1.3. La adivinanza está montada sobre la siguiente idea: una cerca es tanto mayor (es decir, es más
cerca) cuanto más lejos alcanza (esto es, cuanto mayor es el sitio alrededor del cual se instala). En
el contexto, la palabra cerca está empleada como sustantivo femenino -precedido de un
determinante indefinido-, y no como adverbio. Así pues, hay dos palabras con el mismo
significante -cerca-, pero con distinto significado, y son, por tanto, palabras homógrafas.
Actividad 2.
Los vocablos homógrafos corte (de cortar) y corte (de cors, cortis, o cohors, cohortis, cohorte).
Dos son los vocablos a los que corresponde el significante corte:
–
–
El que deriva del verbo cortar, y que cuenta con 15 acepciones en la edición del DRAE2001, entre las que figura la de acción y efecto de cortar: “Me he hecho un corte en la
mano izquierda”; (sinónimos de corte: cortadura, incisión, tajo, hendidura). A la familia
léxica de corte pertenecen, en este caso, y entre otros, los siguientes vocablos:
acortamiento, acortar, cortacésped, cortacircuitos, cortado,-da, cortafuego(s), cortante,
cortaúñas, recortable, recortar, recorte, etc.
El que proviene del latín cors, cortis -o cohors, cohortis-, y del que la edición del DRAE2001 recoge 12 acepciones, entre las que figuran las de <...> acompañamiento habitual
del rey y entorno de personas que rodean a alguien famoso o importante: “Nos visitó el
director general de la empresa, acompañado de toda su corte”; (sinónimos de corte:
comitiva, séquito, cortejo). En este otro caso, a la familia léxica de corte pertenecen, entre
otros, los siguientes vocablos: cohorte, cortés, cortesía, cortijo, etc.
En cuanto al significante gato, entre sus acepciones -17 en la edición del DRAE-2001-, además
de la de minino, figura la de máquina compuesta de un engranaje de piñón y cremallera, con un
trinquete de seguridad, que sirve para levantar grandes pesos a poca altura; también se hace con
una tuerca y un husillo: “Como le habían robado el gato, no pudo cambiar la rueda pinchada del
coche”. (Adviértase que cuando el gato se encrespa, irritándose, además de erizar el pelaje, eleva
el tronco).
Actividad 3.
Etimología, categoría gramatical y significado de los vocablos homófonos sabia/savia.
•
sabia
Del latín sapida, juiciosa.
•
Adjetivo femenino.
•
Dicho de una persona, que tiene profundos
conocimientos en una materia, ciencia o arte:
"Era una sabia y sus conocimientos de
astronomía dejaban sorprendidos a todos sus
compañeros". Dicho de una cosa, que
instruye o que contiene sabiduría: "Ha
tomado una sabia decisión: no volverá a
fumar". Cuerda (prudente): "Mi hermana es
lo suficientemente sabia como para actuar
con cautela y no dejarse arrastrar por falsas
apariencias". Dicho de un animal, que tiene
muchas habilidades: "Es una perra muy
sabia y por eso hace números circenses".
•
Familia léxica de sabio,-bia: sabelotodo,
saber, sabiamente, sabidi- llo,-lla, sabido,-da,
sabiduría, a sabiendas, sabiondo/sabihondo;
insí- pido,-da, sapiencia, sapiencial, etc.
•
savia
Del latín sapea, de sapa, vino cocido y jugo.
•
Nombre femenino.
•
En Botánica, líquido que circula por los vasos
de las plantas pteridofitas y fanerógamas y del
cual toman las células las sustancias que
necesitan para su nutrición: "La savia está
compuesta de agua, sales minerales y
azúcares que la planta absorbe del suelo y
elabora". Energía, elemento vivificador: "Por
sus venas corría la savia de la juventud".
Actividad 4.
El nombre honda procede del latín funda; el adjetivo honda, del antiguo fonda, y este del latín
profunda; y el nombre onda, del latín unda. Téngase presente, a la hora de precisar el significado
de honda/nombre, honda/adjetivo y onda/nombre, que todas estas palabras son polisémicas.
Actividad 5.
Los diferentes vocablos con el significante papa.
Son homógrafas las siguientes palabras:
•
•
•
papa. Del latín papas, y este del griego "páppas". Sumo Pontífice romano, vicario de
Cristo, sucesor de San Pedro en el gobierno universal de la iglesia católica, de la cual es
cabeza visible, y padre espiritual de todos los fieles: “El Conciclio Vaticano II fue
convocado por el papa Juan XXIII”. Voz infantil para llamar al padre: “Iré con mi papa al
parque de atracciones este fin de semana'. (Familia de palabras de papa: papable, papado,
papal, papisa, papista, etc.).
papa. Del quechua papa. Patata (tubérculo): “La papa se emplea como guarnición,
acompañando al bistec”. (Familia de palabras de papa: papalisa -en Bolivia y Perú,
melloco-, papal -en América, terreno sembrado de papas).
papa. Del latín pappa, comida de niños. Tontería, vaciedad, paparrucha: “Es tan estúpido
que solo dice una papa detrás de otra”. Sopas muy blandas: “Solo come papas porque tiene
problemas con la dentadura”. (Familia léxica de papa: papanatas, papanatismo, papar,
paparrucha, etc.).
La palabra aguda papá -padre, respecto de sus hijos- es de origen francés (papa).
NOTAS.
<1> Son homógrafos el adjetivo honda y el nombre honda (del latín funda): tira de cuero, o trenza
de lana, cáñamo, esparto u otra materia semejante, para tirar piedras con violencia. A la familia
léxica de este vocablo pertenecen hondada/hondazo, hondero y hondijo.
<2> También son homógrafos los verbos hondear (de hondo) -reconocer el fondo con la sonda- y
hondear -disparar la honda.
<3> Y lo son, igualmente, fondista (de fondo) -deportista que participa en una carrera de largo
recorrido- y fondista -persona que tiene a su cargo una fonda, establecimiento público de categoría
inferior a la del hotel, o de tipo más antiguo, donde se da hospedaje y se sirven comidas.
<4> Los vocablos hachero -candelero o blandón que sirve para poner el hacha de cera- y hacho
(de hacha, vela) -manojo de paja o esparto encendido para alumbrar- tienen como homógrafos,
respectivamente, a los vocablos hachero -hombre que trabaja con el hacha; soldado gastador- y
hacho -hacha pequeña de cortar.
<5> Se produce homografía entre los vocablos oleada -embate y golpe de la ola; movimiento
impetuoso de mucha gente apiñada; aparición repentina de algo en gran cantidad: una oleada de
atracos- y oleada (de óleo, del latín oleum) -cosecha abundante de aceite-; y entre los vocablos
olear -hacer o producir olas, como el mar- y olear (de óleo) -aceitar una ensalada u otro alimento;
dar a un enfermo el sacramento de la extremaunción; signar con óleo sagrado a una persona, para
denotar el carácter de su dignidad.
<6> Haya/nombre; del latín <materia> fagea, madera de haya. Haya/verbo; del latín
habeam/habeat, de habere, haber. Aya/nombre; de ayo, y este del gótico *hagja, guarda.
Halla/verbo; del latín afflat; de afflare, soplar hacia algo, rozar con el aliento, olfatear.
<7> Como elemento compositivo, <´-cola> (del latín -cola, de la raíz de colere, habitar, cultivar)
significa "que cultiva o cría" o "que habita en": avícola, arborícola.
<8> Aunque la Academia lo registra como nombre ambiguo, en singular se usa más como
masculino (el arte egipcio) y, en plural, como femenino (las Bellas Artes).
<9> En la lengua coloquial suele usarse el artículo en masculino y el adjetivo en femenino: el
azúcar morena (azúcar de segunda producción, cuyo color varía desde el amarillo claro al pardo
oscuro, según la cantidad de mezcla que queda adherida a los cristales).
<10> El uso de calor como nombre femenino es característico del lenguaje poético y, en cualquier
otra circunstancia, se considera un arcaísmo.
<11> En esta acepción, puente era usado como femenino, y aún se usa dialectalmente.
<12> Haz es también una forma verbal: segunda persona del singular del presente de imperativo
del verbo hacer (del latín facere): "Haz versos cuando sepas métrica" (hacer con el significado de
formar algo con la imaginación o concebirlo con ella).
Conflictos homonímicos planteados por el verbo haber.
Una de las palabras que más errores concita en su escritura es, sin duda, el verbo
haber, en cualquiera de sus formas; y, sobre todo, como cuando, en calidad de
verbo auxiliar, forma los tiempos compuestos de cualquier otro verbo. Y así,
resulta frecuente omitir la h del verbo haber en la escritura de la tercera persona
del singular del pretérito perfecto de indicativo de cualquier verbo: *a hecho -en
lugar de ha hecho-, falta que se viene repitiendo hasta la saciedad; o la confusión
entre y/ll en la escritura de la tercera persona del singular del pretérito perfecto de
subjuntivo de cualquier verbo, escribiendo con ll la forma del verbo auxiliar
haber: *halla huido -en vez de haya huido-. Por cierto que tampoco resulta
inusual toparse -en niveles superiores de enseñanza- con dislates del tipo *a echo
-por ha hecho- y *alla uido -por haya huido-, que incluso producirían estupor a
maestros de los primeros niveles educativos. Se impone, por tanto, una
concienzuda revisión de la escritura de todas las formas del verbo haber, así como
de los conflictos homonímicos que este verbo pueda plantear.
Recordemos -antes de entrar en problemas homonímicos- que el verbo haber
puede usarse como impersonal y, como auxiliar, formando perífrasis verbales.
Cuando el verbo haber se emplea como impersonal -y en construcción
transitiva-, sólo dispone de una persona en cada tiempo: la tercera del singular. En
este caso, el verbo haber puede presentar, entre otros, los siguientes significados:
•
•
•
•
Ocurrir, acaecer, acontecer: “Hubo un choque de trenes en el interior de aquel
túnel”, “Esta mañana ha habido un grave accidente de tráfico”.
Celebrarse, efectuarse: “Ayer hubo acuerdo entre Patronal y Sindicatos”.
“Hace tan mal tiempo que no creo que haya corrida de toros”.
Estar realmente en alguna parte: “Tal vez hubiera habido más gente en la
manifestación si se hubiera celebrado en otro momento”, “Ya sabía yo que
habría poco público en el estreno”.
Hallarse o existir real o figuradamente: “Hay varios votos en contra del
presidente”, “En apoyo de su dictamen habrá sobradas razones”.
Y como auxiliar, se emplea para formar los tiempos compuestos de cualquier
verbo, según la fórmula: verbo haber conjugado + participio del verbo de que se
trate: ha cogido (pretérito perfecto de indicativo del verbo coger), haya hecho
(pretérito perfecto de subjuntivo del verbo hacer), etc.; y también como auxiliar,
interviene en la formación de dos perífrasis verbales de carácter obligativo:
haber de + infinitivo y haber que + infinitivo. Ambas construcciones denotan,
pues, deber, conveniencia o necesidad de realizar lo expresado por el infinitivo:
“Hemos de llegar a casa temprano” -construcción que se percibe como menos
enérgica e intensa que la formada por tener que + infinitivo: “Tenemos que llegar
a casa temprano” expresa una obligación más conminatoria-, “Habrá que buscar
otra solución” -construcción en la que “haber que...” tiene carácter impersonal,
por lo que carece de sujeto determinado.
Las formas del verbo haber y sus correspondientes vocablos homónimos.
La escritura de algunas formas del verbo haber puede plantear dificultades
ortográficas, al existir otras palabras homónimas de aquellas que se escriben de
diferente manera. Se recogen, a continuación, todas estas palabras homófonas.
• he/e/¿eh?, ¡eh!
–
–
–
•
he (del latín habeo). Primera persona del singular del presente de
indicativo del verbo haber. Como verbo auxiliar, acompañado de un
participio, origina el pretérito perfecto de indicativo del verbo al que
corresponde el participio: “He asistido a la representación de una
comedia de Lope de Vega”.
e. Nombre. Sexta letra del abecedario español, y quinta del orden latino
internacional, que representa un fonema vocálico medio y palatal: “La e
de la palabra ébano lleva tilde, por ser esdrújula”. (Del latin et).
Conjunción que enlaza dos oraciones independientes -o palabras de una
de ellas- relacionándolas entere sí por una idea de adición: “Coge tus
bártulos e instálate en la buhardilla”. Esta conjunción copulativa se
emplea, en vez de y -para evitar el hiato-, ante palabras que empiezan
por i o por hi: “Mónica e Ignacio salieron juntos de compras”; salvo en
principio de interrogación o admiración, o cuando la palabra siguiente
comienza por y o por la sílaba hie: “¿Y Inés tampoco viene?”, “Al
derrumbarse el edificio cayeron sobre la acera piedras y hierros”.
¿eh?, ¡eh!Interjección que se emplea para preguntar, llamar, despreciar,
reprender o advertir: “Procura que no tenga que repetírtelo, ¿eh?”, “¡Eh,
niño, cruza la calzada por el paso de peatones!”
has/as.
– has (del latín habes). Segunda persona del singular del presente de
indicativo del verbo haber. Como verbo auxiliar, acompañado de un
participio, origina el pretérito perfecto de indicativo del verbo al que
corresponde el participio: “¿Has roto tú el cristal?”
– as (del latín as, assis). Nombre. Carta que en la numeracion de cada
palo de la baraja de naipes lleva el numero uno: “Guardó para la última
jugada el as de oros”. Persona que sobresale de manera notable en un
ejercicio o profesión: “Está hecho un as del volante”.
• ha/a/¡ah!
– ha (del latín habet). Tercera persona del singular del presente de
indicativo del verbo haber. Como verbo auxiliar, acompañado de un
participio, origina el pretérito perfecto de indicativo del verbo al que
corresponde el participio: “El tren ha llegado con retraso”.
– a. Primera letra del abecedario español y del orden latino internacional,
que representa un fonema vocálico abierto y central: “La palabra dátil
lleva tilde en la a, por ser llana terminada en consonante l”. (Del latín
ad). Preposición. Estos son algunos de sus usos principales:
•
•
•
•
•
•
Indica la dirección que lleva o el término a que se encamina alguien
o algo: “Mañana iremos de vacaciones a Jaén”, “Cayó a la piscina”.
Precisa el lugar o tiempo en que sucede algo: “Le esperó a la puerta
de su casa”, “Los domingos se levanta a las nueve”.
Indica la situación de alguien o algo: “Instalaron la librería a la
derecha del ventanal”.
Denota el modo de la acción -formando parte de numerosas
locuciones adverbiales-: “Recorrimos a pie los cinco últimos
kilómetros del trayecto”, “Lo molieron a palos”.
Precede a la designación del precio de las cosas: “El fresón se
vende a 4 euros el kilo”.
Precede a la conjunción que en fórmulas interrogativas con una
idea implícita de apuesta o desafío: “¿A que no eres capaz?”; “¿A
que no lo dices ahora?”
– ¡ah! (del latín habet). Interjección que se usa para denotar pena,
admiración, sorpresa o sentimientos similares: “¡Ah..., qué ganas tenía
de sentarme!”
• hay/¡ay!
– hay (de ha+ allí). Forma impersonal del verbo haber (tercera persona
del singular del presente de indicativo): “No hay noticias”.
– ¡ay!Interjección que se usa para expresar muchos y muy diversos
movimientos del ánimo, y más ordinariamente aflicción o dolor: “¡Ay,
qué golpe me he dado en la cabeza!” [La construcción ay+de+nombre o
pronombre denota pena, temor, conmiseración o amenaza: “¡Ay de mí!”,
“¡Ay del que se atreva a replicarme!”] Nombre (plural, ayes). Suspiro,
quejido: “Estar en un ay”. <1>
• hube/uve.
– hube (del latín habui). Primera persona del singular del pretérito
perfecto simple del verbo haber. Como verbo auxiliar, acompañado de
un participio, origina el pretérito anterior del verbo al que corresponde el
participio: “Apenas hube terminado de cenar, salí a dar un paseo”.
– uve. Nombre. Vigésima quinta letra del abecedario español, y vigésima
segunda del orden latino universal, que representa un fonema
consonántico labial y sonoro, el mismo que la b en todos los países de
lengua española. (Se llama también ve, ve baja o ve corta). “El adjetivo
precavido se escribe con v, y significa sagaz, cauto, que sabe precaver
los riesgos”.
•
habría, habrías.../abría, abrías...
– habría, habrías... Condicional del verbo haber: “Habría cien personas
en aquella reunión”. Como verbo auxiliar, acompañado de un participio,
origina el condicional compuesto del verbo al que corresponde el
participio: “De haberlo sabido te lo habría dicho”.
– abría, abrías... (del latín aperiebam, aperiebas...). Pretérito imperfecto
de indicativo del verbo abrir: “Ni siquiera en verano abría las ventanas,
porque era muy friolero”.
• haya/halla/aya. <Palabras homófonas sólo en el caso de que la ll de halla se
pronuncie como y, con salida central del aire por la cavidad bucal,
articulación admitida como correcta por la RAE>.
– haya (del latín habeam/habeat). Tercera persona del singular del
presente de subjuntivo del verbo haber, usado como impersonal: “No
creo que haya más discusiones”. Como verbo auxiliar, acompañado de
un participio, origina el pretérito perfecto de subjuntivo del verbo al que
corresponde el participio: “¡Ojalá me haya tocado la lotería!” (Del latín
<materia> fagea, madera de haya). Nombre. Árbol de la familia de las
Fagáceas, que crece hasta 30 m de altura, con tronco grueso, liso, de
corteza gris y ramas muy altas, que forman una copa redonda y espesa,
hojas pecioladas, alternas, oblongas, de punta aguda y borde dentado,
flores masculinas y femeninas separadas, las primeras en amentos
colgantes y las segundas en involucro hinchado hacia el medio, y madera
de color blanco rojizo, ligera, resistente, y de espejuelos muy señalados.
Su fruto es el hayuco. “El haya es propia de clima húmedo”. Madera de
este árbol: “Compramos un cofre de haya que no pesa nada y es muy
resistente”.
– halla (del latín afflat; infinitivo afflare; soplar hacia algo, rozar con el
aliento, olfatear). Tercera persona del singular del presente de indicativo
del verbo hallar: “Si halla la solución, me lo comunicará en seguida”
(significado contextual: dar con algo que se busca). Otros significados
del verbo hallar:
Descubrir con ingenio algo hasta entonces desconocido:
• “¿Halla el médico el remedio para esa enfermedad?”
• Ver, observar, notar: “Siempre que visita Sevilla la halla muy
cambiada”.
• Descubrir la verdad de algo: “¡Por fin halla el motivo de tanta
disputa!”
•
– aya (de ayo, y este del gótico *hagja, guarda). Nombre. Mujer encargada
en las casas principales de custodiar niños o jóvenes y de cuidar de su
crianza y educación: “Al carruaje de los señores seguía el de sus hijos, a
los que acompañaba el aya”.
Prevención de errores ortográficos
Cómo evitar confusiones ortográficas y escribir con corrección las palabras ha
(forma verbal) y a (preposición).
–
–
Primer procedimiento. Si puesta en plural -y ajustadas las concordancias que
correspondan-, la frase resulta correcta, se trata de una forma del verbo haber
(tercera persona del plural: han) y, por tanto, se escribe con hache. Entonces
el verbo haber funciona como auxiliar y, acompañado de un participio, forma
el pretérito perfecto de indicativo del verbo al que pertenece dicho participio.
Por ejemplo: “El barco ha arribado con retraso” puede transformarse en “Los
barcos han arribado con retraso”, y, como esta otra frase es correcta, la
palabra ha es verbo auxiliar, y se escribe con hache. Sin embargo, si puesta
en plural -y ajustadas, nuevamente, las correspondientes concordancias-, la
frase resulta incorrecta, se trata de la preposición a, que, evidentemente, se
escribe sin hache. Por ejemplo: “El barco arribó a puerto con retraso” no
puede convertirse, sin menoscabo de la corrección gramatical, en *“Los
barcos arribaron han puerto con retraso”; por tanto, la palabra a, escrita sin
hache, es una preposición (y no forma parte del núcleo verbal).
Segundo procedimiento. La palabra ha es una forma del verbo haber, que
funciona como auxiliar -y, por tanto, se escribe con hache-, cuando sigue un
participio (palabra terminada en -ado, en -ido, en -to y en -cho); y, en tal caso,
origina el pretérito perfecto de indicativo -en tercera persona del singular- del
verbo al que dicho participio pertenece: “Ha cenado en un buen restaurante”,
“Ha cogido un fuerte resfriado”, “Ha abierto una cuenta corriente”, “Todavía
no ha dicho la última palabra”.
Cómo evitar confusiones ortográficas y escribir con corrección las palabras
haya (forma verbal, de haber) y halla (forma verbal, de hallar).
Si se plantea la duda en la elección entre y o ll a la hora de escribir la forma
verbal, esta se escribirá con ll cuando pueda reemplazarse por encuentra -al ser
sinónimos los vocablos hallar y encontrar-; por ejemplo: “No para hasta que no
halla/encuentra lo que busca” (verbo hallar, con ll). En caso contrario, la forma
-con y- pertenece al verbo haber, ya sea la tercera persona del singular del
presente de subjuntivo -en cuyo caso el verbo haber está usado como impersonal-,
ya sea la tercera persona del singular del pretérito perfecto de subjuntivo -forma
en la que el verbo haber funciona como auxiliar y va seguida de un participio-;
por ejemplo: “Cuando haya baile en la plaza del pueblo, me avisas” (verbo haber,
usado como impersonal), “Es muy discutible que haya convencido a sus
detractores” (verbo haber, usado como auxiliar, en la tercera persona del singular
del pretérito perfecto de subjuntivo del verbo convencer). Evidentemente, no
tendrían el menor sentido frases del tipo *“Cuando halla/encuentre baile en la
plaza del pueblo, me avisas”, *“Es muy discutible que halla/encuentre convencido
a sus detractores”.
Distinción ortográfica entre las palabras ¡ay!/ahí/¡huy!/¡uf!
Evítese la confusión de ¡ay! con el adverbio ahí, que significa en ese lugar o a
ese lugar; en esto o en eso: “Ahí está la solución”; esto o eso: “De ahí se deduce
que la razón está de mi parte”, “Por ahí puede saberse la verdad”-. Tampoco debe
confundirse ¡ay! con ¡huy!, interjección que se usa para denotar dolor físico
agudo, melindre o asombro: “¡Huy, qué delgado te encuentro!”. Y también ha de
evitarse la confusión entre ¡huy! y ¡uf!, interjección que se usa para denotar
cansancio, fastidio o sofocación, y que también indica repugnancia: “¡Uf!, ¡Buena
la hemos hecho!”, “¡Uf, esta sopa sabe a petróleo!”
PROPUESTA DE ACTIVIDADES
Actividad 1.
Copiar las siguientes frases, una vez completadas con la palabra adecuada a cada
contexto.
• ¡ah!/ha/a.
– Aquel rótulo luminoso tiene apagada la <...>.
– <...>, esos nubarrones presagian tormenta.
– Fuimos <...> Valencia en avión y una semana mas tarde regresamos <...>
–
–
–
–
–
–
–
Madrid en tren.
La representación teatral <...> comenzado a las 19 horas.
Le dispararon <...> bocajarro.
<...>, ¡qué espléndida tarde hace!
Hoy no <...> habido clase en la Universidad.
<...> la noche terminaré el balance.
La gasolinera está situada <...> la izquierda del Ayuntamiento.
¿Dónde <...> ido Enrique?
•
¡eh!/he/e.
– Paula <...> Isabel sufrieron un accidente de circulación, pero resultaron
–
–
–
–
–
–
ilesas.
Trazó una <...> en la arena con el pie.
<...> llegado el primero a la meta.
<...>, Daniel, cierra la puerta.
Dame aguja <...> hilo.
Ya te <...> dicho que hoy no puedo acompañarte.
Abordaron el navío <...> izaron la bandera corsaria.
• haya/nombre, haya/verbo, aya/nombre, halla/verbo.
– La educación del niño le fue confiada a la misma <...> que había tenido
su propia madre.
– Tal vez no <...> mucho público en el estreno.
– La buscó por toda la ciudad y, finalmente, la <...> donde menos
esperaba.
– El <...>, con la encina y las coníferas, constituye la base de los bosques
de la Península Ibérica.
– En ese momento, y por casualidad, <...> la solución del problema.
– Telefonéame cuando <...> partido de baloncesto.
•
Interjecciones ¡ah!, ¡huy!, ¡uf! y adverbio ahí.
–
–
–
–
–
–
Si nos colocamos <...>, veremos mejor el escenario.
<...>, qué calor tan sofocante.
<...>, qué raro me parece que aún no haya regresado!
<...> estoy completamente de acuerdo contigo.
<...>, ¿es que no nos acompañas?
<...>, casi me caigo de la escalera.
Actividad 2.
Reseñar las acepciones transitivas más frecuentes del verbo hallar, e incluir
dicho verbo -conjugado en tercera persona del singular del presente de indicativo
(halla)- en otras tantas frases, empleado en cada una de tales acepciones.
Apéndice. Actividades con otras palabras homónimas
con dificultades ortográficas
Actividad 1.
Averiguar, con ayuda del diccionario, los correspondientes homófonos de las
palabras hecho y hoya -en este último caso, en pronunciación yeísta-; precisar la
categoría gramatical de cada vocablo, así como su significado; e incluirlos en
contextos apropiados.
Actividad 2.
Reemplazar en las siguientes frases el verbo destacado en cursiva por el
sinónimo que en cada caso convenga, elegido entre los homófonos ojear/hojear,
errar/herrar.
Disponer la actividad en la forma indicada.
–
–
–
–
Antes de entrar a clase examinó/<...> su cuaderno de trabajo.
El caballo cojea porque el herrador lo clavo/<enclavó>/<...> mal.
El cazador falló/<...> el disparo y con el estruendo espantó las perdices.
Al pasar frente al quiosco, miró/<...> los titulares de los periódicos.
Actividad 3.
3.1. Comprobar el significado de estas parejas de homófonos, formas verbales
cuya distinción es posible gracias a la diferente grafía:
–
–
–
–
–
–
–
deshecho (de deshacer)/desecho (de desechar).
hablando (de hablar)/ablando (de ablandar).
haré (de hacer)/aré(de arar).
hecho (de hacer)/echo (de echar).
hice (de hacer)/ice(de izar).
hiendo (de hender)/yendo(de ir).
hierro (de herrar)/yerro (de errar).
3.2. Completar ahora cada una de estas frases -copiada en hoja aparte- con el
anterior verbo que en cada caso corresponda, conjugado en la forma indicada.
–
–
–
–
–
arar. Primera persona del singular del pretérito perfecto simple.
La pasada semana <...> los bancales y planté legumbres.
deshacer. Participio.
Una vez <...> del único testigo, el asesino suponía que estaba a salvo de la
justicia.
errar. Primera persona del singular del presente de indicativo.
<...> en las respuestas porque no conozco en profundidad los aspectos más
significativos del tema que estamos abordando.
hacer. Participio.
<...> el equipaje, se dispuso a salir de viaje.
herrar. Primera persona del singular del presente de indicativo.
Antes de que pasten por la dehesa, <...> los toros de mi ganadería para
tenerlos identificados.
– hablar. Gerundio simple.
<...> con esa habilidad retórica que le caracteriza, suele conseguir cuanto se
propone.
– izar. Tercera persona del singular del presente de subjuntivo.
No creo que ese grumete <...> él solo las velas de la embarcación.
– ir. Gerundio simple.
– echar. Primera persona del singular del presente de indicativo.
Siempre <...> la basura en los contenedores adecuados.
– hender. Primera persona del singular del presente de indicativo.
Si <...> con mi espada tu armadura, daremos por terminado el combate.
– ablandar. Primera persona del singular del presente de indicativo.
Si no lo <...> con mi buen comportamiento, no creo que deponga su actitud, y
seguirá enfadado conmigo.
–
hacer. Primera persona del singular del futuro imperfecto de indicativo.
En esta comedia <...> el papel del gracioso.
–
–
desechar. Primera persona del singular del presente de indicativo.
Como has demostrado que eres mi amigo, <...> las reservas que tenía hacia tu
persona.
hacer. Primera persona del singular del pretérito perfecto simple.
Cuando era joven <...> primero de Bachillerato en un Instituto situado
enfrente de mi casa.
Actividad 4.
Confeccionar un breve diccionario de palabras homófonas, seleccionando
expresiones heterógrafas que correspondan a conceptos homófonos
desambiguados mediante la diferencia de grafía (b/v, g/j, presencia/ausencia de la
h); y anotar su etimología, categoría gramatical y acepciones más usuales
convenientemente contextualizadas.
SUGERENCIA DE RESPUESTAS
Actividad 1.
Frases para completar con ¡ah!/ha/a; ¡eh!/he/e; haya/, haya/, aya/, halla/; interjecciones
¡ah!/¡huy!/¡uf/ y adverbio ahí.
•
¡ah!/ha/a.
–
–
–
–
–
–
–
–
–
–
•
Aquel rótulo luminoso tiene apagada la a.
¡Ah!, esos nubarrones presagian tormenta.
Fuimos a Valencia en avión y una semana mas tarde regresamos a Madrid en tren.
La representación teatral ha comenzado a las 19 horas.
Le dispararon a bocajarro.
¡Ah!, ¡qué espléndida tarde hace!
Hoy no ha habido clase en la Universidad.
Ala noche terminaré el balance.
La gasolinera está situada a la izquierda del Ayuntamiento.
¿Dónde ha ido Enrique?
¡eh!/he/e.
–
–
–
–
–
–
–
Paula e Isabel sufrieron un accidente de circulación, pero resultaron ilesas.
Trazó una e en la arena con el pie.
He llegado el primero a la meta.
¡Eh!, Daniel, cierra la puerta.
Dame aguja e hilo.
Ya te he dicho que hoy no puedo acompañarte.
Abordaron el navío e izaron la bandera corsaria.
• haya/nombre, haya/verbo, aya/nombre, halla/verbo.
– La educación del niño le fue confiada a la misma aya que había tenido su propia
madre.
– Tal vez no haya mucho público en el estreno.
– La buscó por toda la ciudad y, finalmente, la halla donde menos esperaba.
– El haya, con la encina y las coníferas, constituye la base de los bosques de la Península
Ibérica.
– En ese momento, y por casualidad, halla la solución del problema.
– Telefonéame cuando haya partido de baloncesto.
•
Interjecciones ¡ah!, ¡huy!, ¡uf! y adverbio ahí.
–
–
–
–
–
–
Si nos colocamos ahí, veremos mejor el escenario.
¡Uf!, qué calor tan sofocante.
¡Ah!, qué raro me parece que aún no haya regresado!
Ahí estoy completamente de acuerdo contigo.
¡Ah!, ¿es que no nos acompañas?
¡Huy!, casi me caigo de la escalera.
Actividad 2.
Acepciones transitivas frecuentes del verbo hallar y contextos apropiados para las mismas (con la
forma halla).
•
•
•
•
•
•
Dar con alguien o algo que se busca: “Siempre que la busca la halla en la biblioteca”.
Dar con alguien o algo sin buscarlo: “Si halla una plaza de aparcamiento libre en la calle es
por pura casualidad”.
Descubrir con ingenio algo hasta entonces desconocido: “De proseguir sus investigaciones,
en poco tiempo halla el remedio contra esa enfermedad maligna”.
Ver, observar, notar: “El público halla burla en las palabras de ese humorista”.
Descubrir la verdad de algo: “Por mucho que le interroga no halla las respuestas esperadas”.
Conocer, entender después de una reflexión: “Como le han dado las indicaciones correctas y
detalladas, halla la solución del problema sin dificultades”.
Apéndice. Actividades con otras palabras homónimas
con dificultades ortográficas
Actividad 1.
El nombre y el adjetivo/participio irregular hecho provienen del latín factus, participio de facere.
En cuanto al nombre hoya, procede del latín fovea. Ambas palabras son polisémicas, como
también lo son los correspondientes homófonos -echo/olla-, que proceden, respectivamente, del
verbo latino iactare y del latín olla.
Actividad 2.
Entre las acepciones de clavar (del latín clavare, de clavus, clavo) figura la de “causar a una
caballería una clavadura”; y, en este sentido, clavar es sinónimo de enclavar: “causar una herida a
la caballería por introducir mucho el clavo al herrarla”. (Una clavadura es, pues, la “herida que se
hace a las caballerías cuando se les introduce en los pies o manos un clavo que penetra hasta la
carne”). Por lo tanto, solo en términos relativos, y dependiendo en todo caso del contexto, podrían
ser sinónimos clavar y herrar (una de cuyas acepciones es, precisamente, la de “ajustar y clavar
las herraduras a las caballerías, o los callos a los bueyes”; (callo: “cada una de las chapas, a modo
de herraduras, con que se refuerzan las pezuñas de las vacas o de los bueyes domésticos”).
Adviértase, por otra parte, la diferencia entre “mirar superficialmente un texto” (ojear) y “pasar
las hojas de un libro, leyendo deprisa algunos pasajes” (hojear). Consecuentemente con todo lo
anterior, esta es la inclusión en contextos apropiados de los homófonos ojear/hojear y
errar/herrar:
–
–
–
–
Antes de entrar a clase examinó/hojeó su cuaderno de trabajo.
El caballo cojea porque el herrador lo clavo/<enclavó>/herró mal.
El cazador falló/erró el disparo y con el estruendo espantó las perdices.
Al pasar frente al quiosco, miró/ojeó, sin detenerse, los titulares de los periódicos.
Actividad 3.
3.1. y 3.2. Homonimia y morfología verbal. Etimología, análisis morfológico y significado -en la
acepción que figura en el correspondiente contexto- de cada una de las palabras de las parejas de
homófonos que se relacionan a continuación.
–
deshecho (participio irregular de deshacer; de des- y hacer). Matar a alguien: “Una vez
deshecho del único testigo, el asesino suponía que estaba a salvo de la justicia”. Desecho
(primera persona del singular del presente de indicativo de desechar; del latín disiectare).
Deponer, apartar de sí un pesar, temor, sospecha o mal pensamiento: “Como has demostrado
que eres mi amigo, desecho las reservas que tenía hacia tu persona”.
– hablando (gerundio simple de hablar; del latín coloquial fabulari). Dicho de una persona,
comunicarse con otra u otras por medio de palabras: “Hablando con esa habilidad retórica
que le caracteriza, suele conseguir cuanto se propone”. Ablando (primera persona del
singular del presente de indicativo de ablandar). Hacer que alguien ceda en una postura
intransigente o severa, mitigar su ira o enojo: “Si no lo ablando con mi buen
comportamiento, no creo que deponga su actitud, y seguirá enfadado conmigo”.
– haré (primera persona del singular del futuro imperfecto de indicativo de hacer; del latín
facere). En un espectáculo, representar (ejecutar en público una obra dramática): “En esta
comedia haré el papel del gracioso”. Aré (primera persona del singular del pretérito perfecto
simple de arar; del latín arare). Remover la tierra haciendo en ella surcos con el arado: “La
pasada semana aré los bancales y planté legumbres”.
– hecho (participio irregular de hacer; latín factus, de facere). Disponer, componer, aderezar:
“Hechoel equipaje, se dispuso a salir de viaje”. Echo (primera persona del singular del
presente de indicativo de echar; del latín iactare). Hacer que algo vaya a parar a alguna
parte, dándole impulso: “Siempre echo la basura en los contenedores adecuados”.
–
hice (primera persona del singular del pretérito perfecto simple de hacer; latín feci; de
facere). Cursar un estudio académico: “Cuando era joven hice primero de Bachillerato en un
Instituto situado enfrente de mi casa”. Ice (primera/tercera persona del singular del presente
de subjuntivo de izar; del francés hisser). Hacer subir algo tirando de la cuerda de que está
colgado: “No creo que ese grumete ice él solo las velas de la embarcación”.
– hiendo (primera persona del singular del presente de indicativo de hender; del latín findere).
Abrir o rajar un cuerpo sólido sin dividirlo del todo: “Si hiendo con mi espada tu armadura,
daremos por terminado el combate”. Yendo (gerundio simple de ir; del latín ire). Avanzar en
la realización de una acción, por un lugar, tiempo o situación determinados: “Yendo por la
página treinta y siete de la novela, ya habrás adivinado el desenlace”.
– hierro (primera persona del singular del presente de indicativo de herrar; de hierro, y este
del latín ferrum). Ajustar y clavar las herraduras a las caballerías , o los callos a los bueyes:
“Antes de que pasten por la dehesa, hierro los toros de mi ganadería para tenerlos
identificados”'. Yerro (primera persona del singular del presente de indicativo de errar; de
latín errare). No acertar: “Yerro en las respuestas porque no conozco en profundidad los
aspectos más significativos del tema que estamos abordando”.
Actividad 4.
Confección de un breve diccionario de palabras homófonas.
• Homófonos b/v: b/vaca, balido/valido, baso/vaso, baya/vaya/valla, bello/vello, bocal/vocal,
etc., etc.
• Homófonos g/j: gira/jira, ingerir/injerir(se), vegete/vejete, etc., etc.
• Homófonos con y sin hache: h/ala, hasta/asta, hatajo/atajo, hato/ato, horca/orca,
huno/uno, etc., etc.
Este breve diccionario podría incluir también:
• Parónimos s/x, convertidos en homófonos, al pronunciarse la x ortográfica, ante consonante,
como simple s: espiar/expiar, espirar/expirar, etc.
• Parónimos s/z, convertidos en homófonos, en pronunciación seseante: bazo/vaso, hace/ase,
etc.
• Parónimos ll/y, convertidos en homófonos, en pronunciación yeísta: calló/cayó, rallo/rayo,
etc.
NOTAS.
<1>El adverbio de lugar ahí (de a, preposición, y el antiguo hi, y, en tal lugar) es palabra bisílaba
y, por tanto, no es homónima de las palabras monosílabas hay/¡ay!; y significa: en ese lugar o a
ese lugar: “Guárdalo ahí <= en ese cajón>”; en esto o en eso: “Ahí está la diferencia”; esto o eso:
“Por ahí puedes encontrar la solución”. (La frase -ya clásica en muchos manuales ortográficos“Hay ahí un niño que dice ¡ay!” no pasa de ser un desafortunado galimatías ortográfico).
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