FACTURA APÓCRIFA

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GERMÁN J. RUETTI
FACTURA APÓCRIFA
FACTURA APÓCRIFA
ESTADO JURISPRUDENCIAL
1.
Introducción: la utilización de facturas apócrifas y sus consecuencias
impositivas e infraccionales
La problemática de la factura apócrifa no sólo es actual y relevante sino también
compleja debido a las múltiples variables que en los hechos se presentan. Así, están
los contribuyentes que “compran” facturas con el claro propósito de reducir la carga
fiscal en el Impuesto a las Ganancias y en el Impuesto al Valor Agregado, ya sea (a)
encubriendo un gasto o una salida relacionada con el circuito marginal; (b)
disminuyendo la base imponible o generando crédito fiscal a su favor.
Pero también están, y son muchos los casos, los contribuyentes que han recibido un
bien o servicio y pagaron por ello conforme usos y costumbres comerciales,
controlando a su vez todo el circuito que formalmente está a su alcance. Sin embargo,
por deficiencias o incumplimientos sólo atribuibles a los proveedores, el ente fiscal
ha procedido a objetar los gastos y los créditos fiscales de los prestatarios o
adquirentes.
Entendemos que las irregularidades que presentan los proveedores en sus
obligaciones impositivas no puede perjudicar la buena fe de los contribuyentes en las
operaciones realizadas y menos aún ser éstas desconocidas por la AFIP (DGI) para
castigar las erogaciones realmente efectuadas. Lo contrario perjudicaría el
desenvolvimiento normal de las actividades comerciales, ya que obligaría a todo
sujeto que quiera contratar o efectuar una operación comercial, a recabar más datos o
hacer mayores averiguaciones respecto de las condiciones personales de cada
vendedor, comprador o prestador de servicios, de manera previa a cada negocio, lo
que resulta impracticable.
Asimismo, no existe norma alguna que los obligue a suministrar esa información por
lo que tales sujetos pueden negarse a brindarla alentándose con ello el comercio
marginal, en perjuicio de empresa sanas que cumplen con todas sus obligaciones
fiscales.
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Se desprende de lo expuesto que en algunos casos la AFIP (DGI) ha pretendido
remplazar su imposibilidad de fiscalizar a los proveedores respecto de sus propios
deberes impositivos, con una determinación sobre las obligaciones tributarias de los
contribuyentes que han computado de modo genuino los gastos propios de la
actividad, lo que a nuestro criterio constituye un arbitrario proceder fiscal.
La correcta contabilización de los pagos efectuados por la adquisición de bienes está
garantizada por elementales principios de derecho que impiden que un sujeto (el
prestatario y pagador) sea responsabilizado por el incumplimiento de otros, como así
también son aplicables los principios que inspiran la responsabilidad tributaria, pues
para su configuración es necesario encontrarse en la situación o presupuesto de hecho
que origina el supuesto de responsabilidad y ello actualmente en nuestro
ordenamiento no tiene regulación ni reglamentación.
La AFIP (DGI) sólo puede impugnar créditos fiscales cuando los mismos sean
inexistentes o hayan sido ilegítimamente declarados debiendo para ello
DEMOSTRAR la inexistencia de los presupuestos que han llevado a su generación;
es decir, LA RESPONSABILIDAD DIRECTA del contribuyente en la
contabilización de esos conceptos.
En suma, resulta de importancia efectuar un repaso de la jurisprudencia relativa a la
cuestión y la evolución de los criterios de las distintas salas del Tribunal Fiscal de la
Nación y de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo
Federal, haciendo hincapié en los aspectos fácticos y jurídicos empleados en cada
caso para sustentar la decisión final sobre el asunto.
2.
Evolución jurisprudencial
Tribunal Fiscal de la Nación
Sala A
REVOCACIÓN DE LA DETERMINACIÓN DE OFICIO – LA FALTA DE
UBICACIÓN DE LOS PROVEEDORES NO ES ELEMENTO PROBATORIO
SUFICIENTE – DEFICITARIA FISCALIZACIÓN
“Forgues, Gustavo Roberto” (21/11/2003)
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Al contribuyente se le había determinado de oficio el IVA de los períodos
fiscales 12/1999 a 12/2000, con más intereses y multa del art. 46
equivalente a dos tantos, por la impugnación del crédito fiscal que se tomó
por la compra de mercaderías que, según la AFIP, estarían respaldadas con
facturación apócrifa. El Tribunal, tras analizar la situación de cada
proveedor impugnado, revocó la determinación impositiva.
Sostuvo que la impugnación de las facturas de los proveedores no ha sido
adecuadamente ponderada por el organismo fiscalizador, habida cuenta que
no se aprecia que haya dado adecuado sustento a su pretensión fáctica. En
otras palabras, no ha demostrado de manera suficiente que las facturas en
cuestión sean apócrifas.
Según surge de las actuaciones administrativas, los proveedores se
encontraban todos inscriptos ante el organismo recaudador. También ha
sido probado que los códigos de autorización de impresión (CAI) que
figuraban en las facturas cuestionadas coincidían con autorizaciones
vigentes otorgadas por la AFIP.
Los únicos elementos que tuvo en cuenta el Fisco Nacional para concluir
que las facturas eran apócrifas eran la no ubicación de los proveedores en
los domicilios fiscales y la falta de presentación de las declaraciones
juradas y/o no ingreso de los importes resultantes de las mismas, o bien la
inexistencia de coincidencia entre el débito fiscal declarado por éstos y los
créditos fiscales que declaraba el recurrente.
Para el Tribunal, fue escasa la actividad desplegada por el organismo
fiscalizador para dar con los supuestos proveedores. En definitiva, la no
localización de los proveedores en los domicilios fiscales informados a la
AFIP no es una cuestión que por sí sola permita concluir que las facturas a
ellos atribuidas sean apócrifas, ni puede arribarse a tal conclusión por el
incumplimiento de sus obligaciones fiscales, circunstancia ésta que también
resulta ajena al recurrente de autos.
Tampoco puede el Fisco Nacional pretender fundar la impugnación en el
hecho de que a criterio de los inspectores la mayoría de las facturas fueron
llenadas con la misma máquina de escribir a pesar de pertenecer a diversos
proveedores, toda vez que más allá del celo profesional puesto de
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manifiesto por los actuantes a fin de dar acabado cumplimiento a sus tareas,
no puede dejar de advertirse que carecen de los conocimientos técnicos
apropiados para arribar a tal conclusión, para lo cual debió recurrirse, en su
caso, a la opinión de peritos en la materia.
“Industria Metalúrgica Clamar SH” (6/2/2004)
La Sala A del Tribunal Fiscal de la Nación revocó una multa aplicada al
contribuyente en los términos del artículo 46 (defraudación fiscal) sobre la
base de la presentación de declaraciones juradas rectificativas del IVA,
puesto que en las originarias había computado crédito fiscal producto de
compras supuestamente inexistentes.
La impugnación de las facturas de los proveedores referenciados en los
puntos precedentes no ha sido adecuadamente ponderada por el organismo
fiscalizador (salvo en el caso del supuesto proveedor Alberto Rojas) por lo
que no ha demostrado de manera suficiente que las facturas en cuestión
sean apócrifas.
Los únicos elementos que tuvo en cuenta el Fisco Nacional para concluir
que las facturas eran apócrifas, fue la no ubicación de dichos proveedores
en los domicilios fiscales, como también la no presentación de
declaraciones juradas o la presentación parcial de las mismas. El hecho de
que los proveedores cuestionados hubieren mudado su domicilio sin
informar al organismo fiscal, no puede ser utilizado a falta de otros
elementos concordantes en contra del recurrente, toda vez que es una
circunstancia que le es ajena.
La no localización de los proveedores en los domicilios fiscales informados
a la AFIP no es una cuestión que por sí sola permita concluir que las
facturas a ellos atribuidas sean apócrifas, ni puede arribarse a tal conclusión
por el incumplimiento de sus propias obligaciones fiscales, circunstancia
ésta que también resulta ajena a la recurrente.
Los elementos colectados por la inspección no son suficientes para fundar
la tacha de apócrifa que le atribuye a la facturación impugnada. Más aún,
no se advierte que las impugnaciones que efectúa el organismo fiscalizador
posean entidad suficiente para poner en duda la real existencia de las
operaciones que por tales facturas se instrumentan.
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GERMÁN J. RUETTI
FACTURA APÓCRIFA
“Gruas San Blas S.A.” (13/6/2007)
El Tribunal revocó la multa impuesta al contribuyente en los términos del
art. 46 en virtud de la observación de facturas emitidas por proveedores
supuestamente apócrifos, pues la resolución carece de sustento para
endilgar una conducta dolosa del recurrente en tanto no se explican ni
describen cuales son las facturas que fueron fraguadas ni cual es el grado
de participación del responsable en la maniobra, dando por cierta la
falsedad de la documentación y achacando culpabilidad dolosa, sin sustento
probatorio alguno e invirtiendo la carga de la prueba.
De la causa surge que los únicos elementos que tuvo en cuenta el Fisco
Nacional para concluir que las facturas eran apócrifas consistieron en la no
ubicación de los proveedores en los domicilios fiscales y la falta de
presentación de las declaraciones juradas y/o no ingreso de los importes
resultantes de las mismas, o bien la inexistencia de coincidencia entre el
débito fiscal declarado por éstos y los créditos fiscales que declaraba el
recurrente. Esto no es de por sí suficiente para imputar la figura
defraudatoria.
CONFIRMACIÓN DE LA DETERMINACIÓN DE OFICIO – OBTENCIÓN
POR EL FISCO DE PRUEBA CONCRETA RELATIVA A LA FALSEDAD DE
LOS COMPROBANTES
“Medio Ambiente S.A.” (22/3/2007)
En este caso, la sala A del Tribunal confirma las resoluciones por medio de
las cuales la DGI determinó la obligación del contribuyente frente a los
impuestos a las ganancias, salidas no documentadas e IVA a raíz de la
impugnación de comprobantes de compras y gastos pues dio acabado
fundamento a la presunción de que las facturas eran apócrifas, basándose
en elementos concretos y razonables tales como la existencia de domicilios
no localizables, el desconocimientos que los proveedores tienen del
recurrente y la falta de coincidencia entre la CUIT citada por éste y la
correspondiente al proveedor, todo lo cual permitió suponer la inexistencia
de los comprobantes que respaldarían las operaciones denunciadas.
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Con relación al impuesto al valor agregado, se comprobó que la actora
computó créditos fiscales sin respaldo. Se analizó el crédito fiscal
registrado en el libro IVA Compras y se lo comparó con la información que
surge de la base Fisco, a fin de observar el débito declarado por los
proveedores. Se comprobó que existían facturas no declaradas por la
apelante. Asimismo, se advirtió la inexistencia del proveedor bajo el
número de CUIT señalado en la factura presentada por el contribuyente
como comprobante respaldatorio del gasto.
También pudo constatarse que el débito declarado por los proveedores no
superaba los importes presentados como crédito fiscal por la contribuyente.
Todo ello determinó la existencia de indicios suficientes de la existencia de
facturas apócrifas, comprobándose que los nombres de los proveedores se
repetían en los distintos períodos, por sumas significativas y coincidentes
con un crédito fiscal menor.
Salidas No Documentadas: atipicidad: respecto a este ajuste, revoca la
multa aplicada en la determinación del impuesto a las ganancias con
sustento en el art. 46 de la ley 11.683 por cuanto la salida no documentada
no constituye, por sí misma, un ilícito tributario tipificado en la figura de la
defraudación fiscal, ya que en todo caso ésta puede configurarse en la
deducción indebida del gasto, o eventualmente en el cómputo improcedente
de un crédito fiscal en el IVA, al no contar el contribuyente con los
correspondientes comprobantes respaldatorios, pero no por el solo hecho de
la existencia de una erogación sin aportar la documentación respectiva.
CONFIRMACIÓN DE LA DETERMINACIÓN DE OFICIO – EL
CONTRIBUYENTE NO PROBÓ LA EXISTENCIA DE LAS OPERACIONES
“Solma Constructora S.A.” (8/2/2007)
El Tribunal confirma la determinación del impuesto al valor agregado que
el Fisco practicó a la sociedad recurrente al impugnar el crédito fiscal
computado, por considerar apócrifas las facturas correspondientes a las
compras realizadas con su proveedor, en tanto aquella no probó la
existencia fehaciente de las operaciones cuestionadas. Es decir, se invirtió
la carga de la prueba desplazándose la misma en cabeza de quien alegó la
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prestación del servicio y no de quien afirmó la falsedad de los
comprobantes.
Sala B
REVOCACIÓN DE LA DETERMINACIÓN DE OFICIO – FALTA DE
RESPONSABILIDAD DEL ADQUIRENTE DE BIENES Y SERVICIOS POR
LOS INCUMPLIMIENTOS DE LOS PROVEEDORES A SUS PROPIAS
OBLIGACIONES FISCALES
“Translavial S.A.” (21/11/2005)
El Tribunal revocó la determinación de oficio basada en presunta
facturación apócrifa. Sostuvo que ninguna norma legal en vigencia exige
que el contribuyente deba verificar si las empresas emisoras de las facturas
–proveedores- cumplen o no con el deber de presentar declaraciones
juradas y pagar el impuesto que de ellas surja determinado. De modo tal
que los eventuales incumplimientos en que ellas hayan incurrido en manera
alguna acarrean responsabilidad al adquiriente ni habilitan al Fisco a
impugnar la deducción del gasto o del crédito fiscal a que se tiene derecho.
En el caso bajo análisis, los únicos elementos que tuvo en cuenta el Fisco
para concluir en la inexistencia de las operaciones comerciales efectuadas
por la recurrente han sido la imposibilidad de localizar a los proveedores de
aquel en sus domicilios fiscales y la falta de presentación de declaraciones
juradas a su cargo, la impugnación de los créditos fiscales computados por
la recurrente es improcedente.
CONFIRMACIÓN DE LA DETERMINACIÓN DE OFICIO – EL
CONTRIBUYENTE NO PROBÓ LA EXISTENCIA CONCRETA DE LAS
OPERACIONES
“Web 21 Corporation S.A. Sunart Trading S.A. UTE“ (26/4/2007)
Corresponde confirmar la determinación del Impuesto al Valor Agregado
realizada al contribuyente como consecuencia de la impugnación del
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crédito fiscal computado en tanto los comprobantes respaldatorios fueron
considerados apócrifos pues, la actora no ha probado el circuito comercial
desplegado para tener por existentes a las operaciones realizadas con las
firmas cuestionadas, para que permitan concluir que fueron efectivamente
realizadas.
En esta inteligencia debe recordarse que esta sala tiene dicho que "no
procede el cómputo del crédito fiscal sólo por la facturación ya que esta
última debe ser por las operaciones que allí se describen, no teniendo, per
se, la factura, entidad suficiente para generar crédito.
Es la real efectivización de las operaciones lo que da fundamento al sistema
del Impuesto al Valor Agregado..." (cfr. Forestal Futaluefú S.A. sentencia
del 21/05/1993). Este criterio fue reiterado nuevamente in re Sidertec S.A.,
sentencia del 15/11/1996, donde, además, se señaló categóricamente que no
resultaba ajustado a derecho sostener que el art. 12 de la ley del gravamen
que se refiere al crédito fiscal, haga procedente a éste sólo por la existencia
de la facturación, criterio que fue seguido por otras salas del Tribunal (vide
por caso la causa "Impulso S.A.", TFN, sala A, sentencia del 27/03/1998, la
causa "Carrizo Luis E." de la misma sala, sentenciada el 31/08/1999, y
"Cía. Petrolífera del Carmen S.A." sentencia de dicha sala de fecha
21/09/2000, TFN, sala D, sentencia de fecha 23/06/1999 in re "Romero
S.A.") y compartida por la Alzada en distintos decisorios entre los que se
menciona la causa "Estándar Motor Arg. SAIC", CNACAF, sala V,
sentencia del 12/07/2000).
“ABH Pesquera S.A.” (23/2/2007)
Es procedente la impugnación de los gastos deducidos por una sociedad
comercial en el Impuesto a las Ganancias y los créditos fiscales
computados en el Impuesto al Valor Agregado, pues amen de las notorias
diferencias que existían entre las facturas respaldatorias de dichas
erogaciones registradas por la recurrente con las exhibidas por los
proveedores —en el caso de importes, de diseño, tipografía— ésta no probó
la real efectivización de las operaciones cuestionadas, lo que resulta ser una
condición esencial dentro del sistema tributario argentino.
Sala C
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CONFIRMACIÓN DE LA DETERMINACIÓN DE OFICIO – EL
CONTRIBUYENTE NO PROBÓ LA EXISTENCIA CONCRETA DE LAS
OPERACIONES
“Loza Benjamín del Valle” (4/12/2006)
Es procedente la determinación de los impuestos al valor agregado y a las
ganancias que el Fisco practicó al contribuyente a raíz de la impugnación
de ciertas facturas de compras que se consideraron apócrifas, lo cual
determinó la imposibilidad de deducir el gasto y de computar los créditos
fiscales contenidos en éstas, ya que aquél no pudo demostrar
fehacientemente que las operaciones se hayan efectivamente realizado, y no
tomó todos los recaudos exigibles a un contribuyente celoso en el
cumplimiento de las obligaciones fiscales al no haber requerido a sus
proveedores la "Tarjeta de Acreditación" establecida por la Res. general
3798 a efectos de exteriorizar su condición de inscriptos en los referidos
impuestos.
“Baraballe, Roberto” (18/12/2006)
Corresponde confirmar la determinación del impuesto al valor agregado
practicada por el Fisco al contribuyente que se le impugnó el crédito fiscal
tomado por operaciones de adquisición de cereal, al considerar apócrifas
las facturas correspondientes, puesto que no se han aportado elementos que
permitan acreditar la real existencia de las operaciones impugnadas,
resultando insuficiente, a tal fin, la existencia de proveedores, ya que se
requiere la correspondencia entre la actividad de compra-venta y la
atribución de dichas operaciones a las facturas en cuestión.
REVOCACIÓN DE LA DETERMINACIÓN DE OFICIO – LA FALTA DE
UBICACIÓN DE LOS PROVEEDORES NO ES ELEMENTO PROBATORIO
SUFICIENTE
“Coop. de Trabajo Servicio Integral Electromec. SIEM LTDA”
(13/12/2006)
El hecho de que el Fisco no logre ubicar a un proveedor entre los
domicilios posibles, resulta insuficiente para considerar apócrifa la
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respectiva factura y aplicarle una multa, dada la escasa actividad
desplegada por el ente fiscal para encontrarlo y las amplias facultades con
las que por ley cuenta para ubicar y hacer comparecer personas en el
cumplimiento de sus tareas específicas.
REVOCACIÓN DE LA DETERMINACIÓN DE OFICIO – EL
CONTRIBUYENTE DESVIRTUÓ LA PRUEBA RECABADA POR LA
INSPECCIÓN FISCAL
“Cía. de Alimentos Kovex S.A.” (21/3/2006)
Es improcedente la impugnación de los créditos fiscales del IVA por
exportaciones, efectuada por la DGI al considerar que la documentación de
respaldo era apócrifa, ya que las pruebas producidas por la actora, tales
como las fotocopias de las facturas cuestionadas, de los cheques con los
que se cancelaron, de los resúmenes bancarios donde consta el débito de los
cheques, de las declaraciones juradas originales o rectificativas del IVA
presentadas por los proveedores impugnados y de los subdiarios de IVA
ventas de éstos, así como también sus declaraciones testimoniales en las
que reconocen haber realizado las operaciones, sirven para desvirtuar las
meras conjeturas utilizadas por del Fisco acerca de que se estaría
computando un crédito fiscal fraguado o inexistente.
Sala D
REVOCACIÓN DE LA DETERMINACIÓN DE OFICIO – FALTA DE
RESPONSABILIDAD DEL ADQUIRENTE DE BIENES Y SERVICIOS POR
LOS INCUMPLIMIENTOS DE LOS PROVEEDORES A SUS PROPIAS
OBLIGACIONES FISCALES
“Banco Mayo Cooperativo Limitado s. recurso de apelación - Impuesto a
las Ganancias” (28/6/2000)
El Tribunal revocó la resolución apelada en todas sus partes. Afirmó que
del examen de las facturas impugnadas surge que las mismas fueron
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emitidas cumpliendo con las disposiciones sobre facturación establecidas
por la Resolución General 3419 y sus modificatorias, razón por la que
deben tenerse por válidas, y ello porque el recurrente no debía tomar
ningún otro recaudo al recibirla como comprobante legítimo del servicio
prestado por el proveedor, debiendo agregarse, además, que también
cumplió con la obligación de requerir a cada uno de ellos fotocopia de la
constancia de inscripción ante la DGI.
Sostuvo además que resulta inadmisible la pretensión fiscal de exigir al
contribuyente la verificación del cumplimiento dado por estos proveedores
a sus obligaciones tributarias a fin de admitir la verosimilitud de los
trabajos realizados en las sucursales bancarias de la entidad absorbida,
subordinando así el derecho de la actora a que se consideren auténticas
tanto las facturas como sus respectivos pagos y retenciones a la conducta
fiscal de terceros.
“Fercon S.R.L.” (15/4/2005)
Los eventuales incumplimientos en que puedan incurrir los emisores de
facturas no acarrean responsabilidad a quienes reciben tales comprobantes,
y mucho menos puede aceptarse que con esos argumentos se impugne la
deducción del gasto o del crédito fiscal -en el caso, se comprobó pese al
autodeclarado cese de operaciones por parte del proveedor, que habría
continuado con su actividad emitiendo facturas en una operatoria marginalpues no es procedente que el Fisco pretenda colocar en cabeza del
contribuyente una obligación fiscal de control a título de obligación
delegada o sustitutiva de sus propias obligaciones respecto del
cumplimiento fiscal de quienes emiten facturas (según la doctrina sentada
en la causa “Tecninfor S.R.L.” del 23/6/2003).
REVOCACIÓN DE LA DETERMINACIÓN DE OFICIO – EL
CONTRIBUYENTE DESVIRTUÓ LA PRUEBA RECABADA POR LA
INSPECCIÓN FISCAL
“Kopruch, Roberto s/recurso de apelación”
La sentencia dictada por el Tribunal Fiscal de la Nación en la causa
“Kopruch, Roberto s/recurso de apelación – impuesto al valor
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agregado” (Expediente 19.651-I) FUE CONFIRMADA POR LA
CÁMARA, SALA III, en sentencia de fecha 11 de octubre del 2006.
La Sala D del Tribunal Fiscal de la Nación había revocado la
determinación de oficio puesto que había quedado acreditada la efectiva
prestación de los servicios y la correcta contabilización de los créditos
fiscales. Sobre las pruebas arrimadas por el actor a fin de demostrar la
veracidad de las facturas cuestionadas, cabe admitir que las facturas donde
figura que fueron impresas por CADICA de Juan Carlos Gil –y que el
imprentero niega haberlas hecho o haber operado con el Sr. Elía-, no le
cabe responsabilidad alguna al recurrente en este aspecto, máxime que se
ha reconocido la existencia de las operaciones realizadas con el Sr. Elía
quien se encuentra debidamente inscripto ante el organismo fiscal.
Sobre el cumplimiento, o no, de las restantes normativas sobre las que se
asentaba la pretensión fiscal (el Fisco había alegado que ciertas facturas no
observaban lo dispuesto en el artículo 3 de la RG 151 en razón de superar
sus importes los $ 10.000 y en otras facturas no se habrían acreditado los
medios de pago) el Tribunal afirmó que, con fundamento en el artículo 8 de
la citada resolución como el artículo 34 de la ley 11.683, ha quedado
acreditada la veracidad de dichas operaciones y de su medio de pago, que
en casi todos los casos fueron efectuados en efectivo.
REVOCACIÓN DE LA DETERMINACIÓN DE OFICIO – DEFICITARIA
FISCALIZACIÓN
“Werk Constructora S.R.L.-Comyt S.A., UTE” (26/9/2005)
Resulta improcedente el criterio seguido por la AFIP en cuanto impugnó el
crédito fiscal originado en las operaciones celebradas con un proveedor al
que en fiscalizaciones anteriores practicadas a distintos contribuyentes se
concluyó que su actividad no es de la magnitud de la declarada y por ende
los créditos eran inválidos, ya que ello no implica que los inspectores
puedan en el caso de autos presumir que las compras realizadas a tal
proveedor son inexistentes o fraguadas, cuando de las pruebas surge que se
encontraba inscripto como contribuyente, utilizaba libros para registrar el
impuesto al valor agregado, presentaba sus declaraciones juradas y está
comprobado que la recurrente utilizó los materiales adquiridos a él.
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FACTURA APÓCRIFA
“Tekno Construcciones S.R.L.” (14/4/2005)
Corresponde revocar la resolución de la AFIP que determinó de oficio el
impuesto al valor agregado a una empresa constructora, en tanto impugnó
el crédito fiscal por considerar que la documentación de compras era
apócrifa, ya que ello no surge de las probanzas de la causa, pues, en un
caso la diligencia llevada a cabo por los funcionarios de la administración
para ubicar a la imprenta que las confeccionó se realizó en el domicilio
fiscal y no en el que figuraba en la factura comercial y en el otro, los
materiales provistos consignados en el documento impugnado coinciden
con el tipo de obra que la recurrente estaba llevando a cabo.
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo
Federal
Sala III
CONFIRMACIÓN DE LA DETERMINACIÓN DE OFICIO – EL
CONTRIBUYENTE NO PROBÓ LA EXISTENCIA DE LAS OPERACIONES
“Gilardi, Oscar A. c. DGI” (6/2/2007)
Resulta procedente la sentencia del Tribunal Fiscal de la Nación que
confirmó la impugnación del crédito fiscal computado por el contribuyente,
al considerar que las facturas emitidas por supuestos proveedores no
respondían a la instrumentación de adquisiciones de ganado, puesto que la
recurrente no ofreció prueba alguna que respalde la veracidad de las
compras que alega haber realizado.
Sala IV
REENCUADRE DE LA SANCIÓN AL ILÍCITO OMISIVO POR
CUANTO LA IMPUTACIÓN DE APÓCRIFA SE SUSTENTA EN
UNA PRESUNCIÓN
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“Gonzalez, Claudio R. c. D.G.I.” (6/2/2007)
Corresponde reencuadrar en la figura omisiva la sanción por defraudación
aplicada por la AFIP como consecuencia de considerar apócrifas las
facturas emitidas por ciertos proveedores de la sociedad de hecho que el
sancionado integra, pues el fundamento para ello fue que no se había
podido desvirtuar las manifestaciones de éstos acerca de la inexistencia de
relaciones comerciales entre ambos, lo que si bien puede servir de sustento
para una determinación de oficio, resultan insuficientes para justificar el
dolo requerido por los arts. 46 y 47 inc. a) y b) de la ley 11.683.
Sala V
CONFIRMACIÓN DE LA DETERMINACIÓN DE OFICIO – EL
CONTRIBUYENTE NO PROBÓ LA EXISTENCIA DE LAS OPERACIONES
“Standard Motor Argentina S.A.I.C. c. D.G.I.” (12/7/2000)
Corresponde confirmar la determinación de oficio respecto del I.V.A. –
basada en la confesión en sede judicial del proveedor que reconoció haber
emitido diversas facturas a distintos responsables facturando el gravamen
por la venta de bienes inexistentes y prestaciones de servicios que no
fueron realizadas- si la actora no aporta pruebas idóneas sobre la realidad
económica de las transacciones impugnadas, lo cual hubiera permitido
demostrar que el crédito fiscal que pretende computarse surge de efectivas
adquisiciones.
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