Vaginosis bacteriana

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RESUMED 2000;13(2):63-75
Artículo de Revisión
Vaginosis bacteriana
Autores: Dra. Raquel I. Caballero Pozo,1 Dr. Ricardo Batista Moliner,2 Lic. Manuel Cué
Brugueras,3 Dra. Lilia Ortega González4 y Dra. María E. Rodríguez Barrera5
Resumen
Se presentó un trabajo de revisión del tema vaginosis bacteriana, actualmente muy
controversial. Se plantean los antecedentes históricos de esta entidad y los problemas de
definición del concepto. También se ofreció información sobre la epidemiología, ecología
de la flora vaginal, manifestaciones clínicas, criterios de diagnóstico y evaluación microscópica así como, tratamiento, secuelas y condiciones asociadas a la enfermedad. Finalmente, se brindan sugerencias para el manejo de las personas con esta enfermedad.
La vaginosis bacteriana (VB) es un
proceso patológico que afecta la vagina y
se considera un síndrome por alteraciones
de la flora bacteriana que se traduce en
cambios fisicoquímicos de las secreciones vaginales y en el que intervienen las
características propias del hospedero y su
pareja sexual1. Es el término actual que se
le ha conferido a un síndrome clínico
polimicrobiano que se caracteriza por presentar una secreción vaginal anormal con
1
2
3
4
5
disturbios en el ecosistema vaginal con
desplazamiento del lactobacilo por
microorganismos anaerobios. 2
En 1982, Krönig publicó dibujos de
secreciones vaginales con tinción de Gram
en mujeres con problemas de descarga, y
observó que no tenían tricomonádidos ni
Candida albicans y que los bastoncitos
largos gram-positivos que se encuentran
presentes normalmente (los cuales se conocerían después como lactobacilos), es-
Especialista de I Grado en Medicina General Integral. Máster en Infectología. Policlínico Docente "Carlos M.
Portuondo Lombard", Marianao.
Especialista de I Grado en Medicina General Integral. Máster en Epidemiología. Unidad de Análisis y Tendencias
en Salud, MINSAP.
Licenciado en Ciencias Farmacéuticas Especialista en Información Científica y Técnica. Centro Nacional de
Información de Ciencias Médicas, MINSAP.
Especialista de I Grado en Medicina Interna. Máster en Infectología y Medicina Tropical. Hospital General
Docente “Calixto García”.
Especialista de II Grado en Dermatología. Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí”
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taban ausentes. Aun cuando fue la primera
descripción precisa con tinción de Gram
de descarga en una paciente con vaginosis
bacteriana, Krönig atribuyó el desorden a
estreptococos anaeróbicos. 3
Sin embargo, la historia de la
vaginosis bacteriana se extiende a más de
40 años y ha sido marcada con los cambios de nombre de la bacteria que se conoce actualmente como Gardnerella
vaginalis, así como a su papel en la enfermedad y su diagnóstico.4
Aunque la VB es el tipo de infección
vaginal más común entre mujeres en edad
reproductiva y representa una tercera parte de todas las infecciones vulvovaginales,
se ha mantenido una gran controversia alrededor de la misma, debido a la evolución
de su nomenclatura dada por la larga sucesión de nombres. Por tanto la VB no es un
síndrome nuevo sino una enfermedad que
finalmente se ha reconocido.5 Una larga y
controversial lista de nombres se describe hasta que en 1984 Weström y col. recomendaron el nombre actual del síndrome, durante el primer Simposium Internacional sobre Vaginitis, en Estocolmo; después de revisar todos los datos clínicos y
microbiológicos recolectados en décadas
recientes. 6
Los datos probaron que la enfermedad se caracteriza por una cantidad muy
anormal de bacterias tanto anaeróbicas
como aeróbicas, con predominio de
anaeróbicas; por lo tanto se propuso el adjetivo de bacteriana. Puesto que la enfermedad no produce un flujo de células sanguíneas blancas (una respuesta
inflamatoria), el término vaginitis fue considerado incorrecto y se propuso
vaginosis. Por consiguiente la enfermedad
se nombró correctamente: vaginosis
bacteriana.
La vaginosis es un síndrome clínico
resultado de la sustitución de la flora
vaginal normal de lactobacilos producto-
res de peróxido de hidrógeno por altas
concentraciones de bacterias anaeróbicas
(Prevotella sp. y Mobiluncus sp.),
Gardnerella vaginalis y Micoplasma
hominsi.13 Esta condición se considera la
causa más frecuente de descarga vaginal y
mal olor, sin embargo la mitad de las mujeres en las que se encuentran criterios
clínicos de la entidad se mantienen
asintomáticas.13-15
Epidemiología
Esta entidad es universal aunque antes era ignorada por la comunidad médica
o considerada como una molestia menor
para las mujeres. Además de los muchos
problemas emocionales y físicos relacionados con la vaginitis, la pérdida económica que ha ocasionado es de proporciones relevantes.16 Dicha entidad afecta tanto a las mujeres de países industrializados
como a la población femenina de países
en vías de desarrollo. No se refieren diferencias en relación con razas u origen étnico.
Es una infección diagnosticable entre
el 5 % y el 15 % de las mujeres que acuden a las consultas de Ginecología, y en el
33 % de las mujeres en edad reproductiva
que padecen de vulvovaginitis. Con excepción se observa en la primera y segunda
infancia.2
Un estudio realizado entre 407 mujeres que consultaron en una clínica brasileña de planificación familiar para iniciar el
uso de anticonceptivos mostró que 35 %
tenían infecciones del aparato reproductivo.
La VB (26 %) y Clamidia (7 %) fueron los
tipos de infección más comunes.17
La VB es la causa más común de
morbilidad de infecciones vaginales, incluyendo la descarga vaginal. A menudo no
se reconoce correctamente a pesar de ser
la causa del 40-50 % de las infecciones
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vaginales. Sin embargo, la VB es una condición clínicamente definida que se diagnostica con frecuencia en la atención primaria, aunque los cambios en su nomenclatura, los microorganismos causantes,
así como en el tratamiento han causado
confusión. Corrientemente es vista como
un cambio en el ecosistema vaginal normal de bacterias aerobias a anaerobias resultando en una descarga de mal olor.14,18,19
Algunos estudios sobre la epidemiología de la VB indican que estaba relacionada con un historial de actividad
sexual, embarazo, trichomoniasis anterior
o enfermedades de trasmisión sexual y el
uso de contraceptivos, en particular por el
uso de dispositivos intrauterinos (DIU).20
Bartlett y col. analizaron el contenido
vaginal obtenido entre los días 3 a 5 durante el ciclo menstrual de 5 mujeres voluntarias. En ellas se encontró concentración disminuida de grampositivos, cocos
y bacilos, mientras que en mujeres estudiadas en la semana premenstrual la concentración de organismos anaeróbicos
permaneció constante.21
Los factores responsables del cambio
de la flora son desconocidos y hay muchos
aspectos por aclarar, como la asociación
de los estrógenos y la introducción de un
nuevo compañero sexual.22 Aunque la VB
está asociada con la tenencia de múltiples
parejas sexuales, no está claro si la enfermedad es adquirida por la introducción de
un agente transmitido sexualmente. Por
otro lado las mujeres sexualmente inactivas son afectadas con poca frecuencia .13
Estudios anteriores mostraron tasas de
30 a 45% en mujeres en edad reproductiva
en varios entornos clínicos, la tasa más alta,
(45 %) se reportó en mujeres que acuden a
consultorios privados.22 Las tasas en las clínicas prenatales u obstétricas varían entre
10 y 26 %.17 Se han reportado tasas desde el
23 al 29 % en otras clínicas ginecológicas
o de planificación familiar.5, 23
En consultas el 17 % de las mujeres
que asistía por sintomatología genitouri-
naria tuvo VB. En un consultorio de la
Universidad de Washington el 19 % de
estudiantes que concurrían por algún problema presentó VB. En las mujeres que
acudían por enfermedad de transmisión
sexual, la frecuencia de VB varió del 24 a
37 %. Estos resultados fueron semejantes
tanto en Norteamérica como en Europa.3
Existen múltiples causas de descarga
vaginal que pueden agruparse en infecciosas, descarga secundaria a cambios hormonales y otras causas. Estas causas pueden
resumirse de la forma siguiente: 24
1. Infecciosas:
-
Vaginosis bacteriana.
Candidiasis vulvovaginal.
Vaginitis por trichomonas.
Cervicitis mucopurulenta
(C. trachomatis).
Blenorragia.
Condiloma acuminado.
Herpes virus tipo 2.
Vaginosis citolítica.
2. Descarga vaginal secundaria por cambios hormonales:
- Leucorrea fisiológica.
- Vaginitis atrófica.
3. Otras causas:
- Vaginitis química/alérgica (por cuerpo extraño).
- Vaginitis inflamatoria descamativa
(liquen plano erosivo).
- Cervicitis crónica.
- Ectropión cervical.
- Polipos cervicales.
- Cáncer endometrial y cervical.
- Enfermedades vasculares por colagenosis.
Ecología de la Flora Vaginal
La flora vaginal normal es un
ecosistema dinámico que puede alterarse
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con facilidad. Las secreciones vaginales
tienen una composición que incluye moco
cervical, secreciones transudadas a través de
la pared vaginal y varía la cantidad con la edad,
la fase del ciclo menstrual, la excitación y
la actividad sexual, los contraceptivos, embarazos, frecuencia y estado emocional.
Las secreciones vaginales normales se
caracterizan por ser:
-
Inodoras.
Claras o blancas.
Viscosas.
Homogéneas o algo floculentas con
elementos aglutinados.
- pH ácido < 4,5.
- No fluyen durante el examen del
espéculo.
- Sin neutrófilos polimorfonucleares
(PMNs).
Las especies microbiológicas que se
encuentran en la vagina de la mujer saludable en edad reproductiva tienen una gran
importancia por la producción de peróxido
de hidrógeno de los Lactobacillus spp.25 En
la flora vaginal normal éstos se encuentran
en concentraciones de hasta 10 millones de
lactobacilos por mililítro de secreciones
vaginales.26 Mientras que la Gardnerella
vaginalis puede aislarse en el 5 a 60 % de las
mujeres sanas sexual-mente activas,16, 26, 27 el
Mycoplasma hominis en el 15-30 %28 y existen concentraciones balanceadas de organismos facultativos y anaerobios.
Los bacilos producen ácido láctico a
partir de la descomposición del glucógeno
que se deposita en las células epiteliales
de la vagina después de la pubertad. Este
proceso hace que el pH normal de la vagina se ubique entre 3,8 y 4,4, excepto durante las menstruaciones, que fomenta el
crecimiento de lactobacilos acidofílicos
(bacilos anaerobios y facultativamente
grampositivos).29
La VB es la más común infección del
tracto genital inferior que se encuentra
entre las mujeres en edad reproductiva.
Esta condición puede considerarse mejor
como un síndrome vaginal asociado con
una alteración de la flora normal más que
una infección específica a algún microorganismo. En la misma, los lactobacilos
normalmente predominantes se reemplazan por un conjunto de microorganismos,
incluyendo Gardnerella vaginalis y
anaerobios.15, 30
Las investigaciones muestran que el
95% de toda la descarga vaginal o infección proviene de 5 condiciones,31 que en
orden de frecuencia son: vaginosis
bacteriana., vulvovaginitis por cándida,
cervicitis (con frecuencia ocasionada por
Chlamydia trachomatis, virus Herpes
simple o N. gonorrhoeae, secreciones
normales pero excesivas y vaginitis por
Trichomonas. La candidiasis es la segunda
infección vaginal más frecuente en los
EE.UU y la primera en Europa.16
Bacteriología de la VB
La flora vaginal de una paciente con
VB difiere en forma importante a la de una
mujer sana, aunque aún se desconoce lo suficiente de patogénesis exacta; sin embargo, probablemente los factores hormonales
jueguen un papel importante.31 La VB no es
provocada por un solo patógeno sino que es
una entidad clínica polimicrobiana que se distingue por una alteración de la ecología
microbiana normal con una proliferación de
los anaerobios, pero no se caracteriza por
una respuesta inflamatoria6 (tabla 1).
Los investigadores han determinado
que en la VB se produce un aumento de
mil veces en cuanto a la cantidad de bacterias anaerobias, no lactobacilos (una minoría de la población bacteriana vaginal
normal) que en forma esencial reemplaza
la flora endógena (lactobacilos que producen peróxido).26,29
La gardnerella produce succinato, que
es necesario para la proliferación de los
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TABLA 1. Historia de la nomenclatura de la Vaginosis Bacteriana.
Afeccion
Bacterias sospechadas
Vaginitis no específica
Diplobacillus variabilis. (Henriksen, 1947).7 Anaerobios (Pheifer
et al. 1978)8. Estreptococos anaerobios (Krönig,1982)3.
Haemophilus vaginalis. (Gardner and Dukes, 1955).9
Corynebacterium vaginale. (Zinnerman and Turner, 1963).10
Gadnerella vaginalis. (Greenwood and Pickett, 1980)11
Anaerobios. (Blackwell and Barlow,1982).12
Polimicrobiana. (Weström et al, 1984).5
Polimicrobiana. (Thomason, 1990).6
Vaginitis Haemophilus vaginalis
Vaginitis Corynebacterium
Vaginitis Gadnerella
Vaginosis anaeróbica
Vaginosis bacteriana
Vaginosis no específica
anaerobios. En las mujeres con VB, la
concentración de G. vaginalis es de 100
a 1 000 veces más alta que la de mujeres que
no padecen de esta enfermedad. Aun cuando el mobiluncus aparece como morfotipo
predominante entre los organismos marcados con la tinción de Gram, con frecuencia éste no puede cultivarse. Los
micoplasmas se encuentran también presentes en la flora anormal de las pacientes
con VB.
En la actualidad se cree que en el
tracto intestinal es donde se originan los
organismos encontrados en la vagina de la
mujer con VB. Se puede encontrar especie de mobiluncus en el recto de las mujeres con VB con tanta frecuencia como en
aquéllas sin VB.28
Como consecuencia de los cambios
y la interacción microbiana la flora vaginal
anormal se caracteriza por presentar un pH
más alcalino (>4,5). En la misma, se observan cantidades disminuidas de especies
lactobacilos que producen peróxido. Es
típica la proliferación de Gardnerella
vaginalis, y la presencia de especies de
mobiluncus, bacteroides (especialmente las
que se encuentran pigmentadas de negro), bacterias anaerobias como Prevotella bivia, otras
especies de Prevotella, así como especies de
Peptostreptococcus y Mycoplasma hominis.32
Por tanto existe un criterio bien fundamentado sobre la presencia de una
interacción microbiana que caracteriza la
VB donde predomina la G. vaginalis, bacterias anaerobias y el M. hominis, las que
constituyen el núcleo patológico de esta
afección.33
Cuadro Clínico
Las pacientes con infecciones
vaginales o cervicales presentan síntomas
variados. Refieren principalmente una descarga desagradable. El interrogatorio en la
primera visita debe dirigirse hacia la naturaleza de los síntomas y abarcar una serie
de problemas que pueden no ser expresados por la paciente. La respuestas a estas
preguntas pueden ayudar a enfocar las posibles causas de la infección y con el examen físico complementar para la terapia
subsecuente después del diagnóstico de
laboratorio (tabla 2).
A continuación se muestra una serie de
preguntas que deben hacerse a las pacientes
para determinar posibles causas de la descarga vaginal, al indicar las características y
manifestaciones asociadas con la misma:
Muchas pacientes se quejan de una
descarga vaginal excesiva o que mancha su
ropa interior y que tiene un olor fétido a
pescado. La causa del olor es la producción de aminas debido a las múltiples bacterias en la vagina. El olor fétido puede ser
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TABLA 2. Ecosistema Vaginal: normal contra Vaginosis Bacteriana
Parámetro
Normal
Vaginosis bacteriana
Presencia de lactobacilos
Lactobacilos predominante
Cantidad de lactobacilos
Relación naerobios/aerobios
Presencia de G. vaginalis
Presencia de mobiluncus
Generalmente < de 107 organismos
por g. de tejido.
2 a 5:1
Presente en 5 a 60 % de las mujeres
Presente en 0 a 5 % de las mujeres
Presencia de Mycoplasma
hominis
Presente en 15 a 30 % de las mujeres
activas sexualmente
Pocos organismos lactobacilos
que producen peróxido
109 organismos por g. de tejido
100 a 1 000:1
Presente en 95 % de las mujeres
Presente en 50 a 70 % de las
mujeres.
Presente en 60 a 75 % de las
mujeres
Pregunta
V.B
Cándida
Trichomonas
1.¿ Se queja de comezón?
2.¿ Se percata de un olor?
+/++++
maloliente
++
+
++++
+
inodora
+++
+++
+/++
maloliente
++++
++++
+/+
-
+++
++++
+
-
++++
++++
-
-
++++
+
++
++++
-
-
consistente
homogéneo
3.¿ Existen molestias vaginales?
4.¿ Existe dispareunia?
5.¿ La paciente tiene un nuevo
compañero sexual?
+
6.¿ La paciente tiene relaciones sexuales
con un hombre con síntomas?
7.¿ Existe relación entre síntomas
y ciclo menstrual?
8.¿ Se ha ingerido recientemente medicina
local o sistémica para estos síntomas?
++
9.¿ Cómo se relaciona el inicio de los
síntomas con el uso de antibióticos sistémicos? 10. Características del flujo al examen físico.
homogéneo
y adherente
(N. gonorrheae)
+
+/-
mucopurulenta
+ presencia de síntomas, ++ ocasionalmente, ++++ casi siempre, - sin síntomas.
más marcado después de una relación sexual
sin protección, debido a que el fluido
seminal alcalino favorece más el mal olor.
En general, las pacientes informan
que perciben el olor al ponerse de pie y
caminar después de haber estado sentadas
por un período largo de tiempo. Muchas
pacientes observan una relación entre el
inicio de la descarga y un cambio en sus
compañeros sexuales. Los compañeros
sexuales se encuentran uniformemente
asintomáticos. A diferencia de otras pacientes con vaginitis, las mujeres con VB no se
quejan necesariamente de prurito vulvar.34
Las observaciones al examen físico
pueden hacer sospechar al médico de la
presencia de la enfermedad, considerando que el examen microscópico de las
secreciones vaginales puede producir elementos de diagnóstico contundentes.
Cuando las pacientes con VB reposan en
posición supina, una descarga blancuzca o grisáceo-blanca se observa en el
introito vaginal; la vulva generalmente no
se observa edementosa o erite-matosa.
Al e x a m e n c o n e s p é c u l o s e
visualiza una descarga espesa, homogénea que puede ser fácilmente retirada
de las paredes vaginales y el cérvix,
como si se hubiera vertido un vaso de leche en ella. En muchas pacientes, las
secreciones vaginales tienen un olor fétido
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(a pescado) y la presencia de burbujas
(espuma).
Criterios de diagnóstico y evaluación
microscóspica
Un diagnóstico de VB se basa en la
presencia de cuando menos tres de los
cuatro criterios clínicos propuestos por
Amsel y colegas en el Simposio Internacional sobre Vaginosis Bacteriana en
Estocolmo,35 y establecidas como estándar
para indicar la presencia de la enfermedad.13
1) Descarga fina, blanca adherente y
homogénea.
2) pH superior a 4,5.
3) Prueba de amina positiva.
4) Células indicadoras (células guía) en
preparación salina.
El uso de sólo 2 de los 4 criterios clínicos una prueba de "olor" a amina positiva y la presencia de células indicadoras,
permite hacer un diagnóstico exacto y rápido de la VB sin afectar la sensibilidad,
según Thomason y col. 31
Descarga homogénea. Se observan
descargas vaginales blancas o blancogrisáceas no inflamatorias en el introito,
cuando la paciente se encuentra en posición supina, la cual cubre las paredes de la
vagina. Si la descarga es abundante, puede
extenderse del vestíbulo vulvar hasta el
perineo. El examen con el espéculo revela la descarga clásica, como si se hubiese
derramado un vaso de leche en la vagina.
La consistencia homogénea puede ser fácilmente comprobada al retirarla de las
paredes de la vagina con una torunda.
pH vaginal: Se mide con un papel de
pH sujetado con fórceps e introducido en
la descarga vaginal, con precaución para
evitar las secreciones menstruales y cervicales las cuales tienden a ser alcalinas.
Es importante no emplear lubricantes en
el espéculo cuando se realiza el examen,
ya que los mismos pueden elevar el pH y
provocar resultados erróneos. La descarga también puede ser aplicada en el papel
de pH con una torunda.
El pH en las pacientes que tienen VB
es superior a 4,5 (por lo general es de 5,0
a 6,0). Un pH vaginal inferior a 4,5 excluye el diagnóstico de VB. El pH de las
secreciones del endocérvix es superior al
de las secreciones vaginales, por consiguiente, las secreciones deben ser
muestreadas sólo en la vagina.
Olor o prueba de aminas. Las aminas
(trimetilamina, putrescina y cadaverina)
son producidas por la flora vaginal mezclada y se detectan cuando las secreciones
vaginales se mezclan con hidróxido de
potasio en la platina de un microscopio o
cuando una torunda con secreciones
vaginales se sumerge en un tubo de ensayo que contiene hidróxido de potasio. El
olor de amina, que recuerda el olor a pescado, se produce cuando una gota de descarga se mezcla con una gota de hidróxido
de potasio al 10 %. No se produce este
olor en ausencia de VB. El olor de amina
puede encontrarse en mujeres con
trichomoniasis. La prueba de amina empleada sola predice el diagnóstico de VB en forma exacta en el 94 % de las pacientes.
Células indicadoras. Las células
indicadoras son células epiteliales
escamosas con tantas bacterias adheridas
a su superficie que el borde de las células
se torna oscuro. Las células vaginales
epiteliales generalmente tienen bordes
característicos. La presencia de células
guías (clue cells) en el examen en fresco,
se detecta diluyendo la secreción en 1 mL
de solución salina y observando al microscopio.1,13
Generalmente más del 20 % de las células epiteliales de la mujer con VB tienen la apariencia distinta del borde
dentando. Amsel y col. han mostrado que
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una preparación húmeda positiva clara de
las células indicadoras significa la presencia de VB con una especificidad del 90 %
o superior.36 Las pacientes con VB pueden
tener células epiteliales que no son células indicadoras.
Otras evaluaciones microscópicas
Diagnóstico mediante análisis de
muestras al microscopio. El método definitivo de diagnóstico es el análisis microscópico de las secreciones vaginales
para un análisis de preparación húmeda.5
Primero se localiza el campo en potencia
baja (fijación del objetivo 10x) para
trichomonas o yemas de levaduras y seudohifas. Luego se ubica el campo en potencia
alta (fijación del objetivo 40x) para los organismos relacionados con VB: células
indicadoras, leucocitos, morfotipos de los
lactobacilos, otras bacterias en el medio.
Los hallazgos microscópicos típicos permiten diferenciar las secreciones normales de las de origen infeccioso.
En la descarga normal las células
epiteliales generalmente sobrepasan en
número a los leucocitos. Los morfotipos
de los lactobacilos sobrepasan en número a otras bacterias en el medio circundante. Hay ausencia de células indicadoras, de
mobiluncus y de tricomonádidos o yemas
de levadura y pseudohifas.3
Por el contrario, en la VB pueden
aparecer células epiteliales que no son
células indicadoras; las células epiteliales por lo general sobrepasan el número de los leucocitos; otras bacterias
del medio sobrepasan el número de
morfotipos de los lactobacilos; hay presencia de células indicadoras; los
mobiluncus se identifican aproximadamente al 50 %; y, si los tricomonádidos
se encuentran presentes, existe una relación estrecha con el diagnóstico.5
Los mobiluncus se observan como un
bastoncito móvil anaerobio más útil como
marcador de diagnóstico para la enfermedad que gardnerella. Los bastoncitos tienen forma de media luna se doblan y se
trasladan como tirabuzón y se mueven en
forma de serpentina. Si se agrega azul de
metileno a una solución salina, las bacterias se tiñen de azul oscuro y se distinguen
de la flora normal (lactobacilos).
Si predominan los leucocitos, el médico debe considerar la posibilidad de que
la paciente tenga otra ETS, debido a que la
VB rara vez provoca un derrame de
leucocitos. La VB ha sido localizada en el
86 % de las mujeres diagnosticadas con
tricomoniasis. 5
Cultivos. La G. vaginalis se encuentra en 5 a 60 % de las mujeres sanas. Un
cultivo positivo para G. vaginalis, es insuficiente para diagnosticar VB sin el soporte de evidencias clínicas y otras pruebas de laboratorio.
Tratamiento
El principal objetivo del tratamiento
es eliminar las manifestaciones y signos
de la infección vaginal, por tanto toda mujer con sintomatología requiere de tratamiento. En la actualidad, el metronidazol
se ha reconocido como medicamento altamente efectivo contra anaerobios y moderadamente activo contra G. vaginalis.1
El régimen recomendado en mujeres
no gestantes, incluye metronidazol, 500 mg
por vía oral, 2 veces al día / 7 días, asociado
con metronidazol ge l 0,75 %, 5 gramos
intravaginal, por 5 días; o lindamicina
3 00 mg por vía oral, 2 veces al día/ 7 días,
más clindamicina crema 2 %, 5 g
intravaginal al acostarse/ 7 días. Un régimen alternativo consiste en el uso de
metronidazol (2g en dosis única), pero
esta variante tiene menos eficacia en
la VB. 13,37-41
Otras opciones de tratamiento pueden
ser dosis únicas de secnidazol o tinidazol,
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con los cuales se obtiene una cura entre el
59 y 96% de los pacientes. El secnidazol
es bien tolerado y sus efectos adversos son
en su mayoría gastrointestinales.42
Además, se han aplicado alternativas
utilizando sustancias fisiológicas o naturales, tales como lactato en forma de gel y
yogur comercial, el cual es acidificante y
contiene cepas de lactobacilos; esta clase
de tratamientos puede tener un espacio en
ciertas condiciones clínicas, como es en
el embarazo, inflamaciones recurrentes y,
también, como profilácticos ante procedimientos ginecológicos invasivos o cirugía abdominal.43
El tratamiento de la pareja no está recomendado por el momento. No se reconoce una equivalencia clínica de la VB en
el hombre y no se ha demostrado que el
tratamiento en el hombre sea beneficioso
para el paciente y su pareja.13,37
Las consultas posteriores o visitas de
seguimiento habitualmente no son necesarias, si los síntomas desaparecen. La
recurrencia de la VB es rara.13
parto, el parto pretérmino, trastornos infecciosos como la corioamnionitis y el
incremento del riesgo de endometritis
posparto o poscesárea.13,30,44,45
Estudios recientes sugieren que la VB
puede ser un factor causante de la rotura
prematura de las membranas y parto prematuro; por tanto, es esencial un seguimiento clínico de las mujeres embarazadas con VB.
Corioamnionitis. Recientemente se
ha relacionado mucho la corioamninitis
con la VB de la madre y con el riesgo de
alumbramiento prematuro, con trabajo de
parto pretérmino o ruptura prematura de
membranas o ambos. 31
Endometritis posparto. El aislamiento de la flora microbiana del endometrio
de las pacientes con endometritis posterior
al parto refleja la flora de las pacientes
con VB.13 Diversos autores han encontrado que la tasa de endometritis
posparto es 10 veces superior en las
pacientes con VB que en las mujeres
con flora normal. 1,2,26,34
Inicio prematuro de trabajo de parto. El inicio prematuro del trabajo de parto continúa complicando el 10 % de todos
los embarazos. 5 Las grandes cantidades de
fosfolipasa A2 podía causar la cascada de
prostaglandinas, provocando el trabajo de
parto. Las especies bacteroides y las especies Peptostreptococcus, que se encuentran presentes en grandes cantidades en las
Vaginosis bacteriana en embarazadas
La VB ha sido asociada con alteraciones importantes, fundamentalmente relacionadas con la terminación del embarazo, entre ellas la rotura prematura de membranas, el inicio prematuro de trabajo de
TABLA 3. Tratamiento contra G. vaginalis
Medicamento
Metronidazol
Clindamicina crema 2 %
Metronidazol gel 0.75 %
Dosis
Duración
500 mg oral (2 veces al día)
5 g intravaginal al acostarse
5 g intravaginal (2 veces al día) 5 días
7 días
7 días
2 g oral
300 mg oral
Dosis única
7 días
Régimen alternativo
Metronidazol
Clindamicina
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pacientes con VB, produciendo considerables volúmenes de fosfolipasa A2.
Con la vaginosis bacteriana como único factor de riesgo, el riesgo relativo de
trabajo de parto antes de término fue de
2,6 veces más que el normal. Sin embargo, cuando la VB se combinó como factor
de riesgo con el hallazgo de mobiluncus
en la tinción de Gram o el aislamiento de
micoplasma de la flora vaginal, las tasas
relativas de nacimiento antes de término
se incrementaron 6 veces en comparación
con las tasas normales. El tratamiento de
la VB durante el embarazo debe dirigirse a
la eliminación de los síntomas. Se ha indicado el tratamiento en gestantes
asintomáticas con el alto riesgo (parto
pretérmino anterior) o gestante de bajo
riesgo con sintomatología.13
Otras afecciones asociadas con la
vaginosis bacteriana
Aún cuando la VB con frecuencia produce síntomas en las pacientes, se presentan secuelas infecciosas importantes en las
mujeres que padecen de esta enfermedad.
Un aumento en la concentración de bacterias patogénicas de 100 a 1 000 veces en
la vagina proporciona una oportunidad
amplia para las infecciones del tracto genital superior e inferior.
Un cirujano puede predecir una tasa
superior de infección posoperatoria que la
normal si el sitio de la incisión se encuentra en la vagina. También en forma importante, las enzimas y los subproductos
metabólicos de la flora bacteriana
anormalmente incrementada impiden la
respuesta de las células blancas sanguíneas
normales a la infección.22
La vaginosis bacteriana se ha con ligado en forma epidemiológica varias enfermedades y condiciones urogenitales.
Las condiciones relacionadas con la VB
identificadas desde el punto de vista obs-
tétrico y ginecológico son: Ginecológicas: 1) Descarga vaginal anormal 2) Displasia
cervical 3) Cervicitis mucopurulenta 4) Enfermedad pélvica inflamatoria 5) Infección
posterior a la cirugía 6) Infección del tracto
urinario. Obstétricas: 1) Corioamnionitis
2)Endometritis pos parto 3) Trabajo de
parto antes de término 4) Endometritis
puerperal y 5) Bajo peso al nacer.
Descarga vaginal anormal. Cuando
menos, del 20 % al 30 % de todas las
mujeres con vaginitis tienen VB. 22,34 Sin
embargo, el médico debe decidir si la
descarga es cervical o vaginal. Por ejemplo, aun cuando la VB por sí misma no provoca cervicitis mucopurulenta. La
cervicitis mucopurulenta causada por
clamidias, gonorrea, micoplasma, etc. se
relaciona epidemiológicamente con VB.1
Displasia cervical. El papilomavirus
humano es el organismo encontrado con
más frecuencia en las pacientes con
displasia cervical. El riesgo de este problema en las pacientes con VB es 2 veces
mayor que el riesgo normal. Una teoría
asociada con la relación entre VB y la
displasia cervical contempla una posible
concentración anormal de nitrosamidas;
éstas son potentes carcinógenos humanos
relacionados con grandes cantidades de
muchas especies de bacterias anaeróbicas.1
Salpingitis . La frecuencia de
salpingitis ha aumentado hasta proporciones epidémicas y cuando menos 3 millones de mujeres llegan a infectarse por año.29
Weström relacionó la salpingitis con la VB
y señaló que las mujeres con secreciones
vaginales normales (morfotipos de
lactobacilos en cantidades superiores a las
bacterias en el medio circundante y las
células epiteliales sobrepasan el número de
leucocitos), de conformidad con el análisis
de preparaciones húmedas, raramente o casi
nunca, tienen salpingitis verdadera.6
Enfermedad pélvica inflamatoria. En
forma similar Paavonen y col encontraron que la VB está estrechamente rela-
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cionada con la enfermedad pélvica inflamatoria cuando emplearon un criterio riguroso, (la evidencia laparoscópica de la
infección); la salpingitis es una enfermedad polimicrobiana (se pueden aislar
anaerobios del epitelio tubárico en casi el
50 % de las pacientes.46
Infección recurrente del tracto urinario. Cuando se comparan los cultivos
cuantitativos del introito vaginal de las
mujeres sanas con las pacientes que tienen infecciones recurrentes del tracto urinario, las cuentas bacterianas son muy superiores en las pacientes cuyo pH vaginal
es superior a 4,5.34
Papel del compañero sexual masculino
La frecuencia de VB en las mujeres
sexualmente activas ha llevado a la conclusión de que la VB se transmite por contacto saexual.35 La recolección frecuente
de G. vaginalis de los compañeros sexuales masculinos ha reforzado ese concepto. Sin embargo, algunos autores no encontraron relación entre la recurrencia de VB
y el aislamiento de G. vaginalis de los
compañeros sexuales masculinos. 47 La
enfermedad se transmite de una forma más
compleja, y la fisiopatología de esta infección nos vuelve renuentes a etiquetear a la
VB como una enfermedad de transmisión
sexual.
En un estudio se aislaron especies de
mobiluncus ya sea de la vagina y/o del recto
en 29 de 34 mujeres (85%) con VB, lo que
sugiere con fuerza que el recto puede ser
una reserva para estos organismos.31 Presentan evidencias de transmisión sexual
los estudios que muestran una estrecha
correlación entre la cantidad de compañeros sexuales 30 días antes del examen
en las mujeres con y sin VB, con tasas mayores en el caso de las mujeres con más
de 5 compañeros a lo largo de su vida.29
La transmisión sexual inequívoca de
vaginosis bacteriana permanece sin comprobarse. 5,31,34
Conclusiones
La VB no es un síndrome nuevo pero
sí una enfermedad ya reconocida. Es el
tipo de infección vaginal más común en
todo el mundo entre las mujeres en edad
reproductiva y representa cuando menos
1/3 de todas las infecciones vulvovaginales. La VB no es provocada por un patógeno único sino que es un síndrome
clínico polimicrobiano que se distingue
por una secreción vaginal anormal y una
alteración de la ecología microbiana normal de la vagina con desplazamiento de la
flora lactobacilar. Aún cuando no se entiende por completo la patogénesis y la
transmisión de VB, es posible en la actualidad hacer un diagnóstico exacto en base
a la presencia de cuando menos 3 de los 4
criterios clínicos propuestos por Amsel y
col. descarga homogénea; pH superior a
4,5; prueba de "olor aminado" positiva y
presencia de células indicadoras. Las pacientes con VB pueden no presentar síntomas. Cerca del 50 % de todas las pacientes
con VB no se quejan de descargas anormales. La transmisión sexual inequívoca de VB
permanece sin comprobarse. El tratamiento actual con metronidazol oral y vaginal
o clindamicina oral y vaginal es efectivo.
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