Vigilias de oración en el Año de la Fe - Resurrección - Vida - Amén 8 1 podemos hacer de toda nuestra vida un “amén a Dios nuestro Padre. Monasterio de Santa Clara - Zamora En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Silencio Canción: Santa María del amén (Espinosa) Silencio ORACIÓN FINAL: Señor y Dios nuestro, el único que puedes dar la vida después de la muerte, concédenos la ayuda de tu Espíritu, para que permaneciendo firmes en la fe que confesamos en el Credo y haciendo de nuestra vida un “amén” a tu Palabra, alcancemos la vida verdadera y podamos gozar de la paz y de la eterna felicidad de tu Reino en el día de la resurrección universal. Por Jesucristo nuestro Señor. MONICIÓN INICIAL Los cristianos sabemos que Dios no nos ha creado para la muerte, sino para la vida. Porque creemos esto, proclamamos nuestra fe en la resurrección de los muertos y en la vida eterna. Sabemos que la muerte pondrá fin a nuestra vida en este mundo, pero creemos que la muerte y la corrupción no tendrán la última palabra: resucitaremos a una vida nueva, a una vida que ya no tendrá fin. Pero la resurrección de la carne y la vida eterna no pueden ser comprobadas de forma empírica, tampoco pueden ser negadas: son objeto de fe. Ahora, proclamamos todos juntos nuestra fe diciendo: Creo en Dios… PRIMERA PARTE: RESURRECCIÓN DE LA CARNE MONICIÓN Sabemos y creemos que el mismo que resucitó a Cristo de entre los muertos dará vida a nuestros cuerpos por su Espíritu que habita en nosotros1. 1 cf. Rom 8, 11 Vigilias de oración en el Año de la Fe - Resurrección - Vida - Amén 2 LECTURA BÍBLICA 7 LECTURA BÍBLICA De la primera carta de San Pablo a los Corintios2: De la segunda carta de San Pablo a los Corintios8: 35 18 Alguno preguntará: ¿Y cómo resucitan los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán? 36 Insensato, lo que tú siembras no recibe vida si (antes) no muere. 37 Y al sembrar, no siembras el cuerpo que llegará a ser, sino un simple grano, de trigo, por ejemplo, o de cualquier otra planta. 42 Lo mismo es la resurrección de los muertos: se siembra un cuerpo corruptible, resucita incorruptible; 43 se siembra un cuerpo sin gloria, resucita glorioso; se siembra un cuerpo débil, resucita lleno de fortaleza; 44 se siembra un cuerpo animal, resucita espiritual. Si hay un cuerpo animal, lo hay también espiritual. 53 Porque es preciso que esto que es corruptible se vista de incorrupción, y que esto que es mortal se vista de inmortalidad. Silencio breve Pistas para la REFLEXIÓN Los cristianos sabemos que la muerte no es el final. Cuando morimos no caemos más que hasta las manos de Dios. Sabemos que Dios “salva al hombre entero, en cuerpo y alma”3, La resurrección de Cristo es el fundamento de nuestra espera de la resurrección final y la garantía de que nuestro destino no es la muerte. ¡Dios me es testigo! La palabra que os dirigimos no es sí y no. 19 Pues el Hijo de Dios, Jesucristo, que fue anunciado entre vosotros por mí, por Silvano y por Timoteo, no fue sí y no, sino que en él sólo hubo sí. 20 Pues todas las promesas de Dios han alcanzado su sí en él. Así, por medio de él, decimos nuestro Amén a Dios, para gloria suya a través de nosotros. Silencio breve Pistas para la REFLEXIÓN “Amén” puede expresar tanto la fidelidad de Dios hacia nosotros como nuestra confianza en Él9. Nuestro Dios es el “Dios del Amén”, es decir, el Dios fiel a sus promesas10. Decir “amén” significa aceptar la fe que se nos ha propuesto, confiándonos por completo al Dios que nos ha conquistado. Podemos decir “amén” porque Jesús se ha revelado para nosotros en su Muerte y Resurrección como fiel y digno de confianza. “Amén” es comunión filial con el Padre; es comunión con Jesús; es comunión íntima con el Espíritu Santo, que lleva dentro de nosotros la tarea de la fidelidad, gracias al cual, 8 2 Monasterio de Santa Clara - Zamora 1Cor 15 35-37. 42-44. 53 3 Youcat 153 2Cor 1, 18-20 cf. CEC 1062 10 cf. CEC 1063 9 Vigilias de oración en el Año de la Fe - Resurrección - Vida - Amén 6 encuentra. Por fin, está mirando a su madre con sus propios ojos. Así es nuestro mundo, así es nuestra vida. El universo es un gran vientre en que la humanidad va tomando lentamente forma humana. Está claro que aquí nos sentimos en nuestra propia casa. Pero estamos perplejos. Nos arrastran deseos de vida infinita, de amor loco, de fraternidad absoluta y de felicidad. Algún día, el universo dará a luz, por fin, a la humanidad llegada a término: a esto le daremos el nombre de muerte. Chillaremos de miedo. Pero Dios llama a esto nacimiento. Con lágrimas, con lágrimas de alegría, descubriremos que todo, absolutamente todo lo que formaba parte de nuestra vida humana nos habrá preparado maravillosamente para esta vida nueva. Nada se habrá perdido. Y descubriremos el rostro de Dios, como un niño el de su madre. Este gran parto ha comenzado. Cristo ha sufrido los primeros dolores. Ha muerto la muerte: ha pasado de la muerte a la nueva vida. Silencio breve Canción: La muerte no es el final (Gabaráin) Silencio TERCERA PARTE: AMÉN MONICIÓN Jesucristo es el “Amén” definitivo del amor del Padre. Solamente apoyados en él, nosotros podemos pronunciar nuestro amén a Dios nuestro Padre. 3 Monasterio de Santa Clara - Zamora La fe en la resurrección de la carne afirma el valor irrepetible de la existencia de cada uno de nosotros. Lo esencial de cada uno permanecerá. Silencio LECTURA COMPLEMENTARIA He de morir, Señor. No sé cuándo, ni cómo, ni dónde. Sé que el vivir me lleva al morir inevitable. Gracias, Señor, por el don de la vida en esta tierra. Gracias, Señor, porque, aunque algunos dicen que nacemos para morir, los que en ti creemos, Señor, sabemos que morimos para vivir. Ayúdame a saber vivir, para que sepa morir. Dame fuerza para vivir mis cortos años, con el amor como fuerza. Y dame amor a la muerte que ha de abrirme a otra vida. Dame, Señor, tu Fe sobre mis días fugaces y perecederos, y dame tu Fe para llegar al momento final con la valentía del que abre la puerta a la eternidad. Dame, Señor, Esperanza. Que nunca me olvide de que mi vida ha de llevarme a tu Vida y de que la muerte es tan sólo el paso definitivo hacia ella. Quiero vivir, Señor, con toda la gratitud a tu regalo. Y quiero morir cantando el don de mi traslado a tu Reino. No sé cómo será mi vida después de mi muerte, pero sé que Tú lo has dispuesto y preparado todo y en ti confío. Acepto vivir, y acepto morir. Sólo quiero vivir en Ti para estar en Ti después de mi muerte. Gracias, Señor, por mi vida hacia la muerte. Y gracias por mi muerte hacia tu Vida. Amén. Vigilias de oración en el Año de la Fe - Resurrección - Vida - Amén 4 Silenco breve 5 Monasterio de Santa Clara - Zamora tenga sed yo le daré de la fuente del agua de la vida gratuitamente». Canción: Entre tus manos (M. Carchenilla) Silencio breve Silencio Pistas para la REFLEXIÓN SEGUNDA PARTE: VIDA ETERNA MONICIÓN Jesús es la resurrección y la vida, el que cree en él, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en él, no morirá para siempre4. LECTURA BÍBLICA Del libro del Apocalipsis5: 1 Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva, pues el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar ya no existe. 2 Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén que descendía del cielo, de parte de Dios, preparada como una esposa que se ha adornado para su esposo. 3 Y oí una gran voz desde el trono que decía: «He aquí la morada de Dios entre los hombres, y morará entre ellos, y ellos serán su pueblo, y el “Dios con ellos” será su Dios». 4 Y enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni duelo, ni llanto ni dolor, porque lo primero ha desaparecido. 5 Y dijo el que está sentado en el trono: «Mira, hago nuevas todas las cosas». Y dijo: «Escribe: estas palabras son fieles y verdaderas». 6 Y me dijo: «Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que 4 5 cf. Jn 11, 25-26 Ap 21, 1-6 Después de la muerte hay vida, Vida Eterna. Estamos hechos para “poder mirar a Dios cara a cara como un único y eterno momento de amor”6. Si Dios ha salvado a Jesús de la muerte, también salvará a los que nos identifiquemos con su vida y recorramos su camino. La Trinidad nos acogerá plenamente si respondemos a su amor con amor. La fuerza de su amor transforma nuestra muerte en Vida Eterna. ¿Piensas alguna vez en la Vida Eterna?, ¡despierta tu esperanza! “La Vida Eterna existe, es la verdadera vida”7 Silencio LECTURA COMPLEMENTARIA Cuando un niño se encuentra en el vientre de su madre, está bien. No conoce ningún otro universo. Y llega un día en que se le retira brutalmente de todo aquello que para él era el mundo. A esto nosotros le llamamos nacimiento. Mas, para él, es una muerte. Chilla de miedo. Pronto se da cuenta de que sigue vivo. Maravillosamente adaptado al mundo nuevo en que se 6 7 Youcat 158 Benedicto XVI, Homilía 15 de abril de 2010