Primeras reacciones de las organizaciones agrarias al acuerdo

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Reacciones en el sector y en los patidos políticos al acuerdo sobre la
reforma de la PAC
COOPERATIVAS AGRO-ALIMENTARIAS
El compromiso alcanzado en Luxemburgo por el Consejo de Ministros
sobre la reforma de la PAC, a falta de conocer en profundidad los detalles
de la decisión del trílogo y de la ratificación del Parlamento Europeo, se
centró en corregir la propuesta de Ciolos sobre los pagos directos y no tanto
en mejorar los instrumentos de gestión de mercado y el reequilibrio de la
cadena agroalimentaria.
Desde Cooperativas Agro-alimentarias de España valoramos positivamente
que la aplicación del nuevo sistema de pagos directos se haya flexibilizado,
muy especialmente en la aplicación de la convergencia interna, mecanismo
que obligaba a igualar los pagos directos por hectárea percibidos por los
agricultores. En España, por su gran diversidad productiva, no se
justificaba ni económicamente ni socialmente el establecimiento de la
denominada tasa plana. No obstante, todavía queda pendiente la discusión
entre Administración central y CCAA para acordar las modalidades de
aplicación del nuevo sistema de pagos directos y conocer el impacto final
que tendrá en el actual nivel de pagos.
En cuanto a la política de desarrollo rural, se ha conseguido que pueda
coexistir un plan nacional junto con los planes de desarrollo rural
autonómicos. Esta posibilidad será clave para el desarrollo de la Ley de
Integración Cooperativa impulsada por el Gobierno, actualmente en trámite
parlamentario, que pretende apoyar proyectos comunes llevados a cabo por
cooperativas de ámbito supra-autonómico.
Valoramos positivamente la extensión de las OPs a todos los sectores, por
el contrario, las negociaciones sobre la OCM única no han servido para
mejorar unas propuestas de la Comisión totalmente insuficientes en la
gestión de los mercados e incoherentes con los objetivos de reequilibrar la
cadena de valor. Una mayoría en el Consejo, liderado por los países del
Norte de la UE, ha bloqueado la propuesta del Parlamento y del sector
cooperativo para habilitar un instrumento que permita a las asociaciones de
OPs o Interprofesionales retirar producto del mercado de manera
preventiva. Esta retirada queda condicionada a la autorización de la
Comisión y a la utilización de todos los instrumentos públicos con los que
cuenta el sector, pero tiene como aspecto positivo que queda salvaguardada
del derecho de Competencia.
Cooperativas Agro-alimentarias destaca la labor negociadora del
Parlamento Europeo, que ha mejorado las propuestas de la Comisión, y el
papel del Ministerio, que en estas negociaciones le ha tocado liderar la
postura de los países del sur frente a la gran presión que han ejercido los
del norte.
ASAJA
Tras los resultados del acuerdo del Consejo Agrícola de la UE de la pasada
noche y a la espera de las decisiones de las reuniones trilaterales entre
Consejo, Parlamento Europeo y Comisión que deberían desembocar en un
acuerdo político sobre la Reforma de la PAC, ASAJA considera que se han
cumplido las expectativas de la delegación española y cree de justicia
felicitar a nuestros representantes ministeriales por el trabajo realizado ante
las distintas instituciones comunitarias y sus alianzas con otros países
defensores de la PAC.
La posibilidad de poner un límite a las superficies con derecho a pagos
agrícolas y ganaderos, así como garantizarse una flexibilidad suficiente a la
hora de establecer un plan de regionalización que permitiera diferenciar
entre las distintas zonas y métodos de producción para evitar desequilibrios
e injusticias entre territorios, cultivos y explotaciones, han sido prioridades
para España que se han visto satisfechas en este Consejo Agricola, alejando
la propuesta inicial de “tasa plana” de la Comisión que sería enormemente
lesiva para los agricultores y ganaderos españoles.
La combinación de estas dos medidas evita la dilución de las ayudas y el
impacto tan negativo que tenía la propuesta inicial sobre el territorio y
sobre los sistemas productivos, muy especialmente sobre aquellos sobre los
que se sustenta la actividad agraria y que son los que generan más empleo,
más movimiento económico y mayor dinamismo en el mundo rural.
ASAJA se ha manifestado desde el principio contraria a la introducción de
mayores exigencias medioambientales en relación con los pagos directos,
por no tener en consideración los esfuerzos ya realizados por los
profesionales agrarios y suponer mayores costes de producción y reducción
de la capacidad productiva de las explotaciones, precisamente lo contrario
de lo que predican las instituciones y foros internacionales para afrontar los
retos alimentarios del siglo XXI.
No obstante, este apartado estaba directamente relacionado, no con la
reforma de la PAC, sino con el marco presupuestario aprobado en febrero
de 2013 y pendiente de ratificación por el Parlamento Europeo. El Acuerdo
del Consejo Agrícola permite flexibilizar las condiciones inicialmente
propuestas por la comisión posibilitando un nivel de adaptación razonable a
las nuevas exigencias.
En materia de desarrollo rural también se han conseguido mejoras
sustanciales respecto a las propuestas de la Comisión. La compatibilidad de
programas regionales con un programa nacional de desarrollo rural dará
coherencia y máxima cobertura a actuaciones prioritarias en el Segundo
pilar. Las inversiones en regadío, esenciales para España, consiguen
apostar por la eficiencia, además de por el ahorro. Por otra parte, se ha
podido obtener una solución para las regiones que podrían verse muy
comprometidas en la cofinanciación como consecuencia de su paso a
regiones en transición.
En cuanto a los mecanismos de gestión de mercado, donde los debates han
sido sumamente tensos e intensos, se han podido introducir algunas
mejoras sobre las propuestas de la Comisión, respaldadas por los países
más liberales, en cuestiones como la actualización de precios de referencia
para la intervención y el almacenamiento privado o la prorroga de algunos
sistema en sectores importantes para España.
Lamentamos que no se haya podido ir mas lejos, especialmente en cuanto
al sector lácteo, que verá desaparecer las cuotas en 2015, o un mayor
periodo de vigencia para el régimen de cuotas y precios del azúcar y la
remolacha o el mantenimiento de los derechos de plantación hasta 2030,
como proponía el Parlamento Europeo.
En definitiva, y a la espera de que el Parlamento Europeo ratifique el
Acuerdo de la Cumbre de Jefes de Estado de febrero de este año, sobre el
Marco Financiero de la UE para el periodo 2014-2020, y la distribución
definitiva de los Fondos Agrícolas entre países, podemos considerar que
esta fase trascendental de las negociaciones se ha cerrado
satisfactoriamente para los intereses agrarios de España.
A partir de ahora habrá que adoptar a nivel nacional muchas decisiones
importantes para ofrecer a los agricultores un marco legislativo simple y a
largo plazo que les permita afrontar con garantías los retos que se presentan
para nuestra agricultura.
Será por tanto, necesario un nuevo ejercicio de negociación, esta vez con
los representantes de las CC.AA. para lograr una implementación nacional
de la PAC que evite distorsiones innecesarias entre agricultores y sectores.
COAG
El secretario general de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores
y Ganaderos (COAG), Miguel Blanco, ha hecho un "balance negativo" de
la reforma de la Política Agrícola Común (PAC), porque será "muy lesiva"
para los "intereses de los profesionales del campo español".
Blanco ha declarado que la reforma acordada por las instituciones de la
Unión Europea (UE) "no se justifica" desde el punto de vista del
profesional de la agricultura, porque le deja en una situación peor que en la
revisión anterior de la PAC.
Según COAG, el presupuesto para la PAC se va a reducir un 12 % y en
2014 ya se va a aplicar una "disciplina financiera" que implicará una rebaja
del 5% de fondos.
Blanco ha criticado que se "desmantelen" medidas de intervención, se
supriman las cuotas lácteas y que a partir de 2017 desaparezca el régimen
de cupos que regulan la producción azucarera, porque a su juicio si se
acaban "el sector remolachero no se va a mantener".
COAG ha rechazado, también, que la UE no haya logrado una definición
de "agricultor activo", algo que corresponderá al Gobierno y a las
Comunidades Autónomas.
En este sentido, Blanco ha señalado que en España hay 900.000
perceptores de ayudas agrícolas y 340.000 cotizantes, ante lo que ha
mostrado su desacuerdo, porque "diluye" el objetivo de esos apoyos y no
propicia un modelo "sostenible".
Ha lamentado que la UE "se haya cargado" la propuesta que hizo la
Comisión Europea (CE) para reducir o modular las ayudas que perciben los
grandes beneficiarios; según el acuerdo, habrá modulación para los
productores que obtengan más de 150.000 euros en apoyos y con
deducciones más limitadas que las previstas inicialmente.
El responsable de COAG ha cuestionado los argumentos del Gobierno por
los que la negociación ha sido un éxito, porque ha habido "avances"
respecto a las propuestas iniciales de Bruselas, pero a juicio de Blanco "no
han mejorado las cosas".
No obstante, ha valorado que la UE haya sido más flexible al acordar la
convergencia o igualación de ayudas entre los agricultores de todos los
países, pues el proyecto inicial de "tasa plana era desastroso", si bien habrá
que esperar a la distribución entre comunidades autónomas.
Sin embargo, según Blanco, se continuarán concediendo las ayudas por
hectárea y la ganadería sin suelo "se queda sin apoyos" y será "la gran
perdedora".
"En esencia, todo sigue igual, las ayudas indiscriminadas injustamente
repartidas", ha añadido.
Ha admitido que los apoyos a los jóvenes son positivos, pero ha advertido
de que es "fácil disparar con pólvora de rey", porque salen de otras partidas
presupuestarias previstas para los agricultores, puesto que no han
aumentado las ayudas.
En cuanto a las exigencias ecológicas impuestas por la UE para el cobro de
una parte de las ayudas, ha argumentado que son "un mero escaparate" para
tratar de justificar algo que "ya es legítimo", como las ayudas a los
agricultores.
UPA
El secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos
(UPA), Lorenzo Ramos, ha manifestado que "aún queda mucho por
resolver" en España entre el Gobierno y las comunidades autónomas sobre
la reforma de la Política Agrícola Común (PAC).
Ramos ha reaccionado así, en declaraciones a la prensa, al acuerdo
alcanzado por las instituciones de la Unión Europea (UE) para la reforma
agrícola, que se aplicará en los próximos siete años.
El responsable de UPA ha admitido que en el resultado de las
negociaciones de la PAC ha habido "avances importantes respecto a las
propuestas iniciales, en cuestiones como el reparto de las ayudas, pero "aún
hay que leer la letra pequeña".
Sin embargo, ha apuntado que en esta reforma "se ha perdido una
oportunidad" para establecer mecanismos que estabilicen los mercados y
permitan al agricultor obtener mejores remuneraciones por sus productos.
Dentro de los avances, ha subrayado que el acuerdo final sobre
"convergencia" de las ayudas plantea menos problemas que los proyectos
iniciales, que "hubieran tirado por tierra a profesionales"
En concreto, ha valorado que la reforma establezca que a la hora de igualar
los apoyos ningún agricultor pierda más del 30 % del pago que recibe en la
actualidad.
Sin embargo, ha apuntado que la nueva PAC permitirá a España plantear
una regionalización con 40 zonas diferentes, en la distribución de las
ayudas, y habrá que ver cómo se efectúa ese reparto.
En cuanto al pago por hectárea, Ramos ha opinado que deberían entrar en
ese régimen sectores que dan empleo, como las frutas y hortalizas, y que
ahora se quedan fuera, en lugar de explotaciones que ahora tienen derecho
a ayuda y no tienen actividad.
"Debemos estar vigilantes para que el presupuesto vaya a quienes lo
necesiten", según Ramos.
Ha considerado que el Gobierno "vende como un éxito la reforma de golpe
y porrazo, pero aún queda mucho por definir".
COPA-COGECA
El Copa-Cogeca se complace de que los responsables de las negociaciones
entre la Comisión Europea, el Consejo y el Parlamento hayan logrado un
acuerdo preliminar sobre la reforma de la Política Agrícola Común (PAC).
Se pondrá así fin a la incertidumbre en la que están sumidos los
agricultores de la UE, que podrán proseguir con sus importantes planes de
inversión. "Sin embargo, ante los retos crecientes, como el aumento de la
demanda alimentaria, que debería incrementarse en un 70% de aquí a 2050,
lamentamos que no se haya hecho más por reforzar el papel económico de
los agricultores y las cooperativas agrícolas en tanto que productores de
alimentos de calidad", han declarado los Presidentes del Copa y de la
Cogeca.
El Presidente del Copa, Gerd Sonnleitner, ha subrayado los puntos clave y
ha declarado: "Conforme al acuerdo alcanzado, las ayudas se destinarán a
los agricultores activos y las medidas para seguir ecologizando la PAC
serán más prácticas y flexibles y, por ende, más beneficiosas para el medio
ambiente y, a la par, para garantizar el suministro alimentario. Con la nueva
PAC, se autoriza que las medidas que formen parte de un programa
agroambiental o de un sistema de certificación medioambiental nacional o
regional sean consideradas equivalentes a las medidas de ecologización.
Este paso está bien encaminado. Hemos presionado mucho durante cuatro
años en este sentido. En cuanto a la política europea de desarrollo rural, el
fondo del acuerdo resulta muy satisfactorio. Se ha puesto un mayor énfasis
en la viabilidad de las explotaciones y la innovación, así como en la gestión
sostenible de los bosques. Sin embargo, lamento sinceramente que la
competitividad del sector silvícola de la UE se haya quedado fuera de las
prioridades".
"Por fortuna, se prorrogarán momentáneamente las cuotas de la UE para la
producción de azúcar; aunque no por tiempo suficiente. De esta manera, los
productores dispondrán de algo de tiempo para adaptarse y para garantizar
la estabilidad del mercado azucarero. Se mantendrá asimismo el
crecimiento y el empleo en nuestras zonas rurales. El sector
agroalimentario de la Unión proporciona 26 millones de puestos de trabajo,
en su mayoría en las zonas rurales, por lo que constituye un motor
fundamental de sus economías que, además, revierte en otros sectores. Esto
es crucial ante el contexto económico actual", ha añadido.
“Sin embargo, algunos elementos del acuerdo son contrarios a los objetivos
de la PAC. En particular, nos oponemos a cualquier transvase de fondos del
primer al segundo pilar de la PAC. El primer pilar de la PAC será más
importante que nunca para que la UE pueda garantizar un suministro
alimentario seguro, estable y sostenible", ha advertido.
Por su parte, el Presidente de la Cogeca, Christian Pees, ha considerado
como un avance positivo la idea de reforzar las organizaciones de
productores. Con el acuerdo, se ampliará la gama de productos que puedan
optar al reconocimiento de una OP, incluyendo a los cereales y al vacuno de esta manera la posición de los agricultores en la cadena alimentaria sale
reforzada y éstos podrán obtener una mejor compensación del mercado.
Los últimos informes de la Comisión Europea demuestran que las
organizaciones de productores, como lo son las cooperativas, tienen la
capacidad de ayudar a los agricultores a obtener un mejor precio por sus
productos".
"Ahora bien, en algunas regiones de la UE, los agricultores deberán hacer
frente a recortes de más del 30% en sus ayudas; por lo que lamento de
veras que la Unión haya desaprovechado la oportunidad de reforzar la
posición económica de los agricultores, para que puedan estar a la altura de
los desafíos futuros. Me decepciona también el que no se haya hecho un
mayor esfuerzo para garantizar el crecimiento ecológico: es decir, medidas
que a la vez que benefician al medio ambiente, mantienen la capacidad
productiva, la eficiencia de los recursos y el empleo. Igualmente, se
necesitan medidas de gestión del mercado que permitan reducir la extrema
volatilidad de los mercados agrícolas. Eso sí, deben evitarse las
distorsiones de competencia en el seno del mercado único y de la PAC”, ha
señalado.
No obstante, el Sr. Pees ha expresado su satisfacción con el nuevo sistema
normativo europeo para el sector vitivinícola. Se trata de una evolución
positiva por comparación a la decisión política adoptada en 2008, que
pretendía poner fin al sistema actual de derechos de plantación; sistema que
ha funcionado bien, puesto que ha sido capaz de asegurar la gran calidad y
la amplia diversidad de los vinos europeos.
Se espera que la nueva PAC, una vez aprobada formalmente por el
Parlamento Europeo en septiembre, se aplique íntegramente a partir de
2015; tras la fase transitoria de 2014. Puesto que todo se esconde en la letra
pequeña, el Copa-Cogeca mantendrá una estrecha vigilancia para garantizar
que las disposiciones de aplicación de la PAC no se traduzcan en una carga
para el agricultor, por causa de los trámites burocráticos.
Finalmente, ambos Presidentes instan a las instituciones de la UE a cerrar
un acuerdo sobre las perspectivas a largo plazo de la UE 2004-2020,
subrayando que es preciso apuntalar la nueva PAC con presupuesto
adecuado que permita garantizar la existencia de un sector agroalimentario
viable en los próximos años
COOPERATIVAS AGRO-ALIMENTARIAS DE CASTILLA-LA
MANCHA
A falta de conocer en profundidad los detalles del acuerdo alcanzado por el
Consejo y de la ratificación del Parlamento Europeo, Cooperativas Agroalimentarias Castilla-La Mancha entiende que los esfuerzos se han centrado
en modificar la propuesta de Ciolos sobre los pagos directos, y no tanto en
mejorar los instrumentos de gestión de mercado y el reequilibrio de la
cadena agroalimentaria. No hay que olvidar que el 70% de la renta de los
agricultores proviene de la comercialización de sus productos en el
mercado.
En pagos directos, el sistema de convergencia interna que proponía el
comisario de agricultura (consistía en una tasa plana en 2019), se ha
convertido en un sistema de reparto distinto al actual, pero con parecidos
resultados. Es decir, vamos recorrer un difícil camino administrativo para
llegar a una administración de dinero público muy parecida a la actual.
Asimismo, se ha perdido la oportunidad de nivelar las ayudas de regiones
como Castilla-La Mancha (216 euros/hectárea de ayuda media), que no
llega al 75% del pago medio por hectárea español (285 euros/hectárea de
ayuda media). No obstante sigue habiendo grandes incógnitas por despejar
y, en lo que concierne a pagos directos, nadie sabrá a ciencia cierta las
ayudas que percibirá hasta pasado octubre de 2015. También quedan
pendientes la multitud de decisiones que se tienen que tomar desde el
Ministerio y desde las comunidades autónomas.
Se consolida la posibilidad de limitar la superficie admisible para nuevos
derechos de pago en España en la reforma a 22,4 millones de hectáreas. El
sector cooperativo regional, y en especial el del vino y las frutas y
hortalizas, espera que en la concreción del acuerdo estos dos sectores
puedan ser superficies generadoras de los derechos en el sistema de
regionalización que prevé acordar el ministerio con las comunidades
autónomas.
En cuanto a la política de desarrollo rural, se ha conseguido que pueda
coexistir un plan nacional junto con los planes de desarrollo rural
autonómicos. Esta posibilidad será clave para el desarrollo de la Ley de
Integración Cooperativa impulsada por el Gobierno, actualmente en trámite
parlamentario, que pretende apoyar proyectos comunes llevados a cabo por
cooperativas de ámbito supra-autonómico.
Valoramos positivamente la extensión de las Organizaciones de
Productores a todos los sectores, por el contrario, las negociaciones sobre la
OCM única no han servido para mejorar unas propuestas de la Comisión
totalmente insuficientes en la gestión de los mercados e incoherentes con
los objetivos de reequilibrar la cadena de valor.
Cooperativas Agro-alimentarias destaca el importante esfuerzo que aún
queda por hacer en la instrumentación de esta compleja reforma en nuestro
país y comunidad autónoma, y recuerda a los agricultores socios de
cooperativas que en el primer año de aplicación de los nuevos pagos – la
PAC 2015 – confíen en el personal técnico de sus cooperativas, tanto en la
explicación y comunicación de las nuevas condiciones, como en la
tramitación de sus ayudas, pues la complejidad de las normas comunitarias
requieren de un servicio cada vez más profesional y permanente al
productor.
LA UNIÓ
LA UNIÓ de Llauradors señala que la nueva reforma de la PAC 2014-2020; acordada
hoy por el Consejo de Ministros, votada por la Comisión Europea y a falta de la
ratificación del Parlamento Europeo, mantiene prácticamente el nivel de apoyo actual y
permite a la mayor parte de cultivos del campo valenciano acceder a las ayudas,
incluidos los cítricos.
Pese a las dudas generadas, y tal y como ha venido diciendo LA UNIÓ, los cultivos
permanentes cumplen los requisitos del componente verde (greening) al ser sumideros
de CO2 y por tanto recibirán esa parte de ayuda. Esto beneficiará a los cítricos, olivar,
viña y frutales; así como a cultivos bajo agua como el caso del arroz. Se destierra
finalmente el debate sobre la tarifa plana que hubiera implicado una ayuda igual por
hectárea que para todos los productores, independientemente de su cultivo. Permite así
definir comarcas con importes homogéneos por tipo de superficies.
Resulta importante que la ayuda a los agricultores jóvenes sea obligatoria y que no
sean cofinanciadas, lo que permitirá la agilidad en el cobro al contrario de lo que
sucede ahora por los retrasos de la Conselleria de Agricultura en abonar su parte.
La modulación sólo se aplicará a los productores que reciban más de 150.000 euros. A
falta de confirmar los porcentajes posibilitará que los agricultores profesionales no
tengan reducción de ayudas por recibir más de 5.000 euros como es el caso de los
arroceros. Se considera como agricultor activo aquel que no está en una lista negativa
formada según el nuevo texto de reforma por aeropuertos, servicios ferroviarios, obras
hidráulicas, servicios inmobiliarios y zonas recreativas como los campos de golf; a su
vez deja en manos de los Estados miembros ampliar la misma con mayores
restricciones.
En desarrollo rural se financian las inversiones que garanticen un ahorro de al menos
el 5%, lo que beneficia a balsas de riego, mejora de la eficiencia energética, utilización
de aguas regeneradas y nuevos regadíos en determinadas condiciones. Puede ser un
aspecto positivo siempre y cuando no se incrementen los nuevos regadíos y a la espera
de conocer las condiciones para crearlos. Se destinará un 30% del presupuesto asignado
a medidas forestales, a la directiva marco del agua, zonas de Natura 2000,
biodiversidad y zonas con limitaciones naturales. Se permite la coexistencia entre
programas estatales y regionales, que supondrá por ejemplo establecer unas ayudas
agroambientales en la Comunitat Valenciana a la medida de nuestras necesidades.
En el desarrollo rural se incrementa el porcentaje de cofinanciación para
determinadas comunidades autónomas hasta el 85% como Andalucía, Extremadura,
Galicia y Castilla La Mancha y hasta el 63% en Murcia. No se nombra a la Comunitat
Valenciana que está en alrededor del 50%, lo que nos sitúa en una situación de
desventaja y más con los problemas de financiación que aquí sufrimos.
Para el vino se darán autorizaciones de plantación hasta el año 2030 y los derechos
actuales mantendrán su efectividad durante un periodo transitorio de cinco años hasta el
2020. Este aspecto podría ser perjudicial para el sector porque permite un incremento
progresivo de las nuevas plantaciones en detrimento de aquellos que tienen derechos de
plantación y pagaron por ellos. Se puede dar la paradoja que viticultores que se
acogieron a ayudas por arrancar la viña ahora puedan volver a plantar viñas. Las
actuales medidas de promoción del vino que están limitadas a países terceros, a partir
de la nueva reforma se podrán realizar de forma positiva a nuestro juicio también para
los mercados de la Unión Europea, principal destino de nuestros vinos.
En el aceite de oliva se han introducido precios -no estipulados- que desencadenan el
almacenamiento privado con la posibilidad de revisarlos en función de la producción,
mercado y teniendo en cuenta los costes de producción.
Para las frutas y hortalizas se mejora -aunque no se especifica- el régimen de precios
de entrada de productos de países terceros, pero no se dice absolutamente nada sobre
las exigencias fitosanitarias de estos productos para ponerlas al mismo nivel que las que
cumplimos en la UE.
Los aspectos más negativos de la reforma se encuentran a juicio de LA UNIÓ en las
medidas de mercado y en la ganadería. La actualización de los precios de referencia,
el reforzamiento de los mecanismos de intervención públicos y privados y la extensión
de estos mecanismos a otros sectores con graves dificultades de mercado quedan por
tanto pendientes. Los mecanismos de mercado y la potenciación del papel del agricultor
frente a los intermediarios y a la gran distribución son los grandes olvidados de la
reforma y apenas se mencionan de forma ambigua, pero en ningún momento adopta
medidas para limitar el poder de la gran distribución en las negociaciones de la cadena
alimentaria.
Por lo que se refiere a la ganadería no se menciona a los ganaderos extensivos (ovinocaprino-bovino) que se quedarían sin hectáreas elegibles y que en principio no tendrían
derecho a ayudas, lo que supondría su práctica desaparición pese al importante papel
que desempeñan en las zonas de interior.
El presupuesto para el Estado español durante el nuevo periodo 2014-2020 será de
unos 35.700 millones de euros para ayudas directas, 8.300 millones de euros para
Desarrollo Rural y 3.000 millones de euros para medidas de mercado. Estas cifras son
muy similares a las que ya veníamos percibiendo hasta ahora, con una ligera reducción.
Se queda la superficie elegible en los 22,4 millones de hectáreas declaradas en 2011, tal
y como reclamaba el sector agrario español.
LA ALIANZA UPA-COAG DE CASTILLA Y LEÓN
El Consejo, el Parlamento y la Comisión de la Unión Europea (UE) han
logrado esta mañana un principio de acuerdo sobre la reforma de la Política
Agrícola Común (PAC) que se aplicará en los próximos siete años (20142020).
En una primera valoración calificamos como muy negativa la reforma
aprobada puesto que penaliza a los profesionales del sector, y al modelo
social y profesional de agricultura y ganadería que es estratégico en nuestra
comunidad autónoma.
Además de reducirse el presupuesto para la PAC y por lo tanto los fondos
que llegarán a los estados miembros, se establece un nuevo sistema de
pagos que favorece a los que más hectáreas tienen y no a los que producen,
y se aumentan las obligaciones para el cobro de las ayudas aplicando un
falso `verdeo´ de la PAC.
Otro aspecto que no compartimos es que se elimina el tope de ayudas por
explotación para los grandes perceptores, favoreciendo una vez más a los
que más cobran.
A expensas de conocer detalladamente los pormenores de dicho acuerdo,
hay algunos sectores productivos importantes en la región como el vacuno
de leche o el remolachero que salen muy perjudicados por la desaparición
en los próximos años del sistema de cupos y cuotas que los regulan.
La nueva reforma también deja `tocada´ a la ganadería que no tiene base
territorial como es la de Castilla y León, y por lo tanto que no tiene
hectáreas para activar las nuevas ayudas de la PAC. Lejos de tener un
tratamiento específico y preferencial la actividad ganadera vuelve a salir
perjudicada.
Por otro lado la convergencia aprobada es excesiva puesto que se podrá
desviar el 30 % de las ayudas de los agricultores y ganaderos
profesionales, y por lo tanto los que genera actividad, empleo y riqueza,
hacia hectáreas no productivas.
Respecto a los pagos acoplados, LA ALIANZA UPA-COAG siempre se ha
posicionado a favor de que los estados miembros tuvieran máxima
capacidad para reservar un porcentaje de fondos a favor de los sectores más
desprotegidos.
Planteamientos de ayudas similares en un alto porcentaje para todos los
sectores, con distintas rentabilidades y costes de producción, pueden ser
positivos en países centroeuropeos pero en nuestro país, y también en
Castilla y León, es sencillamente injusto y antisocial.
Además consideramos que la reducción presupuestaria va a traer consigo
una pérdida de competitividad, que sin duda afectará a los profesionales
del sector agrario de nuestro país.
LA ALIANZA UPA-COAG apunta que lejos de despejarse las
incertidumbres, el acuerdo de esta mañana supone un serio perjuicio para
los verdaderos profesionales ATP, puesto que es injustificable que se
impulse políticamente quitar fondos a sectores competitivos para dárselos a
hectáreas improductivas.
También esta primera valoración que realizamos no es nada positiva en
materia de regulación de mercados, puesto que no se recogen medidas
suficientes para actuar en situaciones extremas de crisis de precios.
LA ALIANZA UPA-COAG pide que la opción que Consejo, Parlamento y
Comisión Europea han dejado a los estados miembros para actuar dentro de
su territorio, permita ahora que el Magrama corrija estos perjuicios hacia
los verdaderos profesionales, escuche las reivindicaciones de nuestra
organización agraria, excluya de cualquier tipo de ayudas a campos de golf,
inmobiliarias y otros perceptores ajenos a la agricultura y ganadería
profesional, y priorice las políticas nacionales sobre los agricultores y
ganaderos a título principal.
ASAJA CASTILLA Y LEÓN
Los acuerdos políticos sobre la reforma de la PAC que están en estos
momentos llegando de Bruselas, en los que interviene la Comisión, el
Consejo y el Parlamento, “entran dentro de lo que estaba previsto y son un
mal menor”, según una primera valoración de ASAJA de Castilla y León.
Lo más positivo de lo conocido hasta el momento es que se abre un
horizonte hasta el año 2020, periodo en el que el campo de Castilla y León
va a disponer de unos recursos financieros importantes –aunque menores
que en etapas anteriores–, para compensar parte de lo que no remuneran los
mercados, así como unas ayudas para la modernización de las
explotaciones y para el fomento del relevo generacional en el campo.
ASAJA considera que con esta nueva PAC se garantiza la continuidad de la
agricultura y la ganadería de Castilla y León a lo largo de esta década, con
un tamaño similar al actual, lo que será decisivo para tirar de la economía y
el desarrollo del medio rural mientras se remonta la situación de crisis
general.
ASAJA de Castilla y León valora positivamente que en la medida de
convergencia interior se limite a un 30 por ciento la reducción máxima que
pueda sufrir un agricultor en sus ayudas, como valora positivamente la
flexibilidad que se ha introducido para la puesta en marcha del conocido
como “pago verde”. Respecto a los pagos acoplados, ASAJA considera que
se debería de haber reservado para ellos un porcentaje mayor de fondos, ya
que son el único instrumento que admite la nueva PAC para salir en auxilio
de las producciones ganaderas y también de los cultivos más desprotegidos
por las condiciones de los mercados, entre otros la remolacha o las
legumbres.
Para ASAJA de Castilla y León, “la cobardía de las instituciones europeas
a la hora de definir la figura de agricultor activo genera un problema en
comunidades como ésta, donde una parte muy importante de los fondos
agrarios se van a manos de gente que no es profesional del campo”.
ASAJA espera que se pueda profundizar en esta cuestión, por parte de la
Junta y del ministerio de Agricultura, para que la mayor parte de las ayudas
de la PAC lleguen a las explotaciones de quienes de verdad viven del
campo, de quienes cotizan a la Seguridad Social como agricultores o
ganaderos.
La supresión de los cupos lecheros, el desamparo en el que quedan las
diferentes producciones ganaderas, la permanencia de las cuotas
remolacheras únicamente hasta el 2017, los nulos apoyos a las políticas de
mercados, el tímido apoyo a los jóvenes y la escasa profundización en
políticas para afrontar crisis, centran las principales carencias de esta nueva
PAC.
Más que nunca, esta nueva Política Agrícola Común “deja amplio margen a
las autoridades nacionales para su puesta en marcha, por lo que ahora se
abre un periodo en el que se debe de tener en cuenta la opinión de las
organizaciones agrarias y en el que debe de haber voluntad de consenso
entre el Ministerio y las comunidades autónomas”. Todo ello a la espera de
que Bruselas publique los reglamentos de desarrollo de los acuerdos
políticos, donde con frecuencia se suelen encontrar sorpresas, tal como
advierte ASAJA.
UAGR
A falta de un análisis pormenorizado cuando se conozcan sus detalles, la
UAGR considera que la reforma de la PAC acordada será muy lesiva para
los profesionales del campo, y especialmente negativa para el modelo
social y profesional de agricultura y ganadería, estratégicos para La
Rioja. Además, este acuerdo supone el fin de los derechos de plantación
de viñedo, con una grave pérdida para el patrimonio de los viticultores
riojanos, así como el fin de las cuotas láctea y de azúcar.
En un resumen de urgencia, la UAGR detalla los aspectos más negativos
de la reforma:
‐ Se reduce el presupuesto comunitario para la PAC y por tanto las ayudas.
‐ Se desmantelan las medidas de regulación de mercado y el principio de
preferencia comunitaria, eliminando cuotas de producción y derechos de
plantación.
‐ Se desaprovecha la ocasión para defender al agricultor activo como
principal destinatario de las ayudas, al ser el verdadero profesional de la
agricultura, generador de empleo y desarrollo en el medio rural.
‐ Se establece un nuevo sistema de pagos que favorece a los que más
hectáreas tienen y no a los que producen.
‐ Con menos presupuesto, se aumentan las obligaciones para el cobro de las
ayudas aplicando un falso “verdeo” de la PAC.
‐ Se reducen las ayudas por hectárea y por activo, por efecto de la
reducción presupuestaria y el sistema de capas.
‐ Se elimina el tope de ayudas por explotación para los grandes perceptores,
favoreciendo una vez más a los que más cobran.
‐ Se corre el riesgo de desmantelamiento de un sector, el agrario,
estratégico para nuestra economía, toda vez que es la base de nuestra
producción alimentaria y que genera empleo y otros bienes públicos
(gestión del territorio, medio ambiente, etc.) en el medio rural, que
atraviesa a su vez una grave crisis de envejecimiento y despoblación.
‐ En definitiva un agricultor español seguirá recibiendo un 69% menos de
ayudas PAC que un francés, un alemán o un británico.
Por otro lado, la UAGR considera alarmante la eliminación de los sistemas
de cuotas de producción y derechos de plantación. Así, las cuotas lácteas
desaparecerán en 2015 y las de remolacha azucarera en 2017, lo que
significa un duro golpe para estos sectores, que corren el riesgo de
desaparecer en nuestro país. Se aumentarán los excedentes de producción
de leche en Centroeuropa, con la consiguiente caída de precios en origen y
el cierre de explotaciones en España. En remolacha, cultivo importante
para muchos agricultores de La Rioja Alta, esta medida amenaza su propia
supervivencia.
Respecto a los derechos de plantación de viñedo, en contra de lo que
mantiene el Ministro, desaparecen en 2016, siendo sustituidos por un
sistema de autorizaciones administrativas que permite un incremento anual
del 1% de las actuales plantaciones. Esta iniciativa provocará excedentes de
producción que presionarán a la bajo de los precios de la uva y la
consiguiente pérdida de renta para los viticultores profesionales. Todo esto
se añadirá a la grave pérdida de valor patrimonial que sufrirán los
viticultores riojanos.
AVA ASAJA
La propuesta para la reforma de la Política Agraria Común (PAC) aprobada
por el Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE)
durante la cumbre celebrada esta semana en Luxemburgo perpetúa la
discriminación de los cultivos mediterráneos en general y de la agricultura
valenciana en particular, de acuerdo con la valoración efectuada por la
Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA).
El texto refrendado por el Consejo no establece variaciones sustanciales
respecto a los criterios de reparto vigentes en los últimos años, de tal
manera que –a la vista del presupuesto para el sector agrario del que va
disponer España en el período comprendido entre 2014 y 2020- los
agricultores valencianos apenas percibirán un 3% del total previsto para
cada uno de esos años, según las primeras estimaciones efectuadas por el
departamento técnico de AVA-ASAJA. El Ministerio de Agricultura
informó de que el paquete económico global –incluyendo en el mismo las
medidas cofinanciadas por Bruselas, el Gobierno central y las propias
comunidades autónomas- ascenderá a unos 50.000 millones de euros, a
razón de algo más de 7.000 millones anuales hasta 2020. Teniendo en
cuenta el modelo que se ha establecido y los precedentes en la materia, al
campo valenciano únicamente le llegará cada año un exiguo 3% de esa
suma global, o lo que es lo mismo poco más de 221 millones de euros.
Hasta ahora percibía una media anual de 252 millones, con lo cual aún
recibirá un 12% menos de ingresos en la nueva PAC.
En opinión del presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado “esta
propuesta avalada por el Consejo de Ministros, y que reviste por tanto un
carácter poco menos que definitivo aún a falta de las reuniones trilaterales
entre el propio Consejo, la Comisión y el Parlamento Europeo, supone un
nuevo revés para los intereses de los agricultores y ganaderos valencianos,
cuyas aspiraciones no han sido recogidas en absoluto. Es posible que para
el conjunto de España esta nueva PAC no resulte tan negativa, pero para la
Comunitat Valenciana es decepcionante”. En este sentido, Cristóbal
Aguado, apunta que “más allá de la evidente y notoria discriminación que
sufrimos en materia de ayudas y pagos directos, lo más frustrante del caso
es que la reforma apenas aborda el problema central de nuestra agricultura,
que no es otro que la crisis de precios. La propuesta sólo menciona de
forma muy tangencial las medidas de mercado, que para nosotros son un
aspecto absolutamente primordial.
Así las cosas, podemos decir que se ha desaprovechado una oportunidad
histórica de poner un poco de orden en la cadena alimentaria, que es donde
los cultivos mediterráneos se juegan verdaderamente el futuro”.
Otro de los agravios comparativos que consolida la nueva PAC es el de
mantener fuera del llamado Pago Único, esto es, fuera de la posibilidad de
percibir ayudas directas, a los frutales (sin incluir a los cítricos que sí
cobran este tipo de subvención) y a las hortalizas. Por tanto, unas 500.000
hectáreas de frutales y hortalizas en España, de las que alrededor de 40.000
pertenecen a la Comunitat Valenciana continuarán excluidas, en virtud de
criterios meramente políticos, de unas ayudas que sí perciben la mayor
parte de cultivos.
Con todo y con eso, los planes de la UE para el futuro de la agricultura
también incluyen algunos aspectos positivos dignos de mención, entre los
que destaca de manera especial la decisión de incluir, tanto a los cítricos
como al arroz, entre los beneficiarios del “greening” o pago verde, que son
los fondos establecidos para aquellas producciones que contribuyan al
beneficio medioambiental.
En cualquier caso, el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado,
asegura que “ahora se abre un escenario de negociación de gran
trascendencia porque cada Estado miembro tiene capacidad de decidir en
asuntos tan importantes como el régimen para los pequeños agricultores o
las ayudas acopladas para sectores como el arroz o el porcino. Los
agricultores valencianos tenemos que actuar unidos en esta batalla y la
Generalitat debe tomar cartas en el asunto de forma decidida y encabezar
ante Madrid las reivindicaciones del sector”.
CC.OO y UGT
Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT)
han confiado en que la nueva Política Agraria Común (PAC) traerá mejoras
también para los asalariados agrarios, a pesar de que no recoge
explícitamente las demandas planteadas por estas organizaciones.
Desde la Secretaría de Comunicación, Formación, Medio Ambiente y Rural
Federación Agroalimentaria de CCOO, Pepe Gallo ha considerado que la
nueva PAC mejorará la transparencia y competitividad de la agricultura
española y ayudará a "hacer aflorar la economía sumergida en torno al
campo; una de nuestras principales demandas".
A pesar de que la PAC no recoge de forma directa las demandas de los
sindicatos, el hecho de que pueda ayudar a terminar con el empleo negro,
así como con las malas condiciones laborales que lleva implícito, es una
noticia positiva, ha apuntado Gallo.
Sí que reclamarán al ministro de Agricultura, Alimentación y Medio
Ambiente, Miguel Arias Cañete, que cree la Mesa Nacional para el
Desarrollo de la PAC, en la que estén "todos" los agentes del sector
agroalimentario y también los sindicatos, para que en la transposición
nacional del reglamento "podamos introducir mejoras".
Entre ellos, que exista un mecanismo de gestión de riesgos para los
trabajadores agrarios, ya que -igual que los agricultores cuentan con los
seguros agrarios que cubren sus pérdidas debido, por ejemplo, a
inclemencias climáticas-, el asalariado debe contar con un sistema similar,
porque se queda sin jornal.
Por su parte, el responsable del sector agrario y manipulado hortofrutícola
de la Federación de Industria y Trabajadores Agrarios (Fitag-UGT), Miguel
Rodríguez, ha explicado que trabajarán para que en la transposición de las
directivas se logre la aplicación de sus demandas y que Arias Cañete "haga
suyas nuestras peticiones".
En una primera valoración sobre el acuerdo sobre reforma de la PAC,
Rodríguez ha apuntado que, aunque tiene aspectos positivos para el sector,
"nuestras reivindicaciones no han sido tenidas en cuenta".
Ha valorado que se mantenga el mismo presupuesto agrícola, que se haya
evitado una tasa plana para todos los agricultores -que perjudicaba a los
pequeños productores-, así como que se haya mejorado la posición inicial
respecto al tabaco y al algodón.
Aunque las cuotas lácteas desaparecerán, "se harán los equilibrios
necesarios para evitar la crisis del sector" y ha resaltado la prórroga de dos
años concedida al sector azucarero.
Ha criticado que no se haya aceptado su propuesta de vincular los pagos
directos a la creación de empleo agrario; que tampoco se apueste por la
formación -"cada días más necesaria", sobre todo, en una agricultura
moderna y tecnificada- y que se tenga más en cuenta la seguridad de los
animales que la de los trabajadores.
Ambos han insistido en que, a partir de septiembre u octubre -que es
cuando estarán traducidos al español todos los documentos de la PAC-,
trabajarán para que la aplicación estatal recoja sus demandas, que
redundarán en una mejora de las condiciones laborales de los más de
800.000 trabajadores agrarios por cuenta ajena.
REDER y REDR
Las dos redes de desarrollo rural mayoritarias han valorado que en la
Política Agraria Común (PAC) prevista para 2014-2020 se haya permitido
la coexistencia de un programa nacional de desarrollo rural con los
regionales.
El secretario general de la Red Estatal de Desarrollo Rural (Reder), Felipe
González de Canales, ha explicado a Efeagro que la coexistencia de
programas regionales con uno nacional era "el objetivo estrella", que
supondrá "ahorro y homogeneidad".
Otra de las medidas que González de Canales ha aplaudido es que se haya
incluido la diversificación hacia actividades no agrarias de pequeñas
empresas agroalimentarias ubicadas en el medio rural.
También se ha acordado la financiación de las inversiones en regadío que
supongan un ahorro de al menos un 5 %, lo que para Reder "mejorará el
tejido productivo y creará empleo".
En la negociación también se ha tratado la cofinanciación, de manera que
las regiones menos desarrolladas como Extremadura y las que están en
transición como Andalucía, Castilla-La Mancha, Galicia y Murcia
dispongan de una tasa del 85 % (del 63 % en el caso de Murcia).
"Resulta muy importante en un momento en que se devuelve dinero a
Europa por la imposibilidad de confinanciar por parte de las
administraciones", ha explicado González de Canales, tras reclamar que
"2014 sea un año hábil para la aplicación de esta nueva política".
Por su parte, el presidente de la Red Española de Desarrollo Rural (REDR),
Aurelio García, ha coincidido en que la cuestión más importante es la
posibilidad de poder aprobar un programa nacional que se conjugue con los
regionales, porque "hasta ahora era una locura, lo que era financiable en un
sitio no lo era en otro".
Aunque ha recalcado la importancia de los niveles de cofinanciación
aprobados, García ha mostrado su preocupación por que finalmente se
permitan los trasvases de fondos de desarrollo rural al primer pilar (ayudas
directas).
FEPEX
Tras el acuerdo ayer del Consejo de Ministros de Agricultura de ayer y la
nueva reunión de hoy entre Parlamento, Consejo y Comisión Europea, en
la que se espera alcanzar un acuerdo sobre la reforma de la PAC, el sector
de frutas y hortalizas reitera la necesidad de que se incluya en el régimen
de pagos directos.
El acuerdo del Consejo de Ministros de Agricultura de la UE prevé que
sean los Estados miembros, según el texto previsto del artículo 21 del
Reglamento relativo al régimen de pagos directos, los que decidan la
inclusión de la generalidad de los productores de frutas y hortalizas, patata
y plantas ornamentales en el régimen de pagos directos, asignándoles
derechos de pago. Su inclusión permitiría suprimir las discriminaciones y
las distorsiones de la competencia que el régimen de pagos de ayudas
desacopladas actualmente en vigor ha generado, tanto entre productores de
un mismo Estado como entre productores de distintos Estados miembros.
Para FEPEX, la decisión discrecional de los Estados miembros sobre la
inclusión de los sectores mencionados en el régimen de pagos directos
puede tener consecuencias muy negativas sobre la competitividad y las
condiciones de competencia de un amplio número de producciones y
regiones, si no existe un amplio consenso en el conjunto de la UE.
En el ámbito de la Organización Común de Mercado Única, el acuerdo del
Consejo mantiene el statu quo actual con relación a las organizaciones de
productores y programas operativos, que cofinancian inversiones y medidas
de mejora de la calidad.
En la PAC en vigor está excluido del régimen de pagos directos la
generalidad del sector de frutas y hortalizas frescas, sector que genera la
mitad del empleo agrario en España y representa el 55% de la producción
agraria. La importancia del sector hortofrutícola trasciende a la del sector
agroalimentario, ya que es de los capítulos que más aportan a las
exportaciones totales españolas, con el 5,8% del total en 2012. El superávit
comercial español en frutas y hortalizas en 2012 fue de 8.228 millones de
euros. Este importante superávit permite que la balanza comercial
agroalimentaria no sea deficitaria.
SEO/BirdLife y WWF
Finalmente, los ministros de agricultura de la UE y el Parlamento Europeo
parecen haber alcanzado un acuerdo sobre el futuro de la PAC para al
menos los próximos siete años. Lamentablemente, este acuerdo no frenará
el declive ambiental y social de las áreas rurales europeas, según
SEO/BirdLife y WWF. Al contrario, supone un claro retroceso con
respecto a expectativas y necesidades de los ciudadanos europeos para la
política de mayor presupuesto de la UE.
Uno de los objetivos originales de esta reforma era fomentar y generalizar
unas prácticas agrarias más beneficiosas para el medio ambiente. Así se
podría revertir la pérdida de biodiversidad y la degradación de recursos
naturales, de cuyo buen estado depende el futuro de la propia agricultura.
Igualmente se pretendía mejorar el apoyo a los sistemas agrarios de mayor
valor ambiental y social, que actualmente reciben ayudas marginales. Sin
embargo, lo que se ha acordado es un sistema pintado de verde que
mantiene en gran medida la injustificable situación actual e intenta
conceder las ayudas a los agricultores con unos compromisos ambientales
aún menores que los actuales en algunos casos.
SEO/BirdLife y WWF muestran también su preocupación sobre cómo el
fondo de Desarrollo Rural (FEADER) ha sido marginado en este acuerdo,
dejándolo en una posición secundaria que no aprovecha su gran potencial
para resolver muchos de los problemas de la agricultura y el medio rural
europeo.
A pesar de la continua reducción del número de agricultores, especialmente
los más pequeños, y los graves problemas de erosión, sobreexplotación y
contaminación del agua y pérdida de biodiversidad, se ha perdido la
oportunidad de poner remedio a esta situación. En esto, el Consejo de
Agricultura ha tenido una gran responsabilidad, y en concreto los
representantes españoles han preferido evitar los conflictos internos
defendiendo el status quo en lugar de apostar por los valores ambientales y
culturales que diferencian a nuestra agricultura.
Ambas ONG señalan que la nueva PAC no sólo pondrá en riesgo el
cumplimiento de los objetivos ambientales de la UE, sino también el futuro
de la agricultura europea a medio plazo.
Los negociadores han acordado un gasto mínimo para objetivos
ambientales en los programas de desarrollo rural incluso superior al actual
(un 30% frente al 25%), pero incluyendo medidas de cuestionable eficacia
en conseguir beneficios ambientales, como las inversiones en
infraestructuras y ayudas a la modernización de explotaciones.
Han fracasado además en vincular los pagos directos a un paquete de
prácticas simples y efectivas para conseguir mejoras ambientales en las
tierras agrarias europeas. Finalmente, se ha acordado un menú demasiado
amplio de prácticas de valor variable entre las que poder elegir, excluyendo
de partida a la mayoría de agricultores del cumplimiento de estos nuevos
requisitos. Además, la posible doble financiación de las mismas prácticas
ha sido resuelta sólo parcialmente, renunciando a unas medidas
agroambientales más ambiciosas.
Una de las prácticas más relevantes, el mantenimiento de “áreas de
prioridad ambiental” en cada explotación, se ha llenado de excepciones y
posibles usos, incluidos algunos cultivos convencionales o intensivos,
reduciendo enormemente su valor potencial para la biodiversidad. Y de
manera crucial para España, los cultivos leñosos han sido completamente
excluidos de tener que cumplir con cualquier requisito ambiental adicional,
ignorando los graves problemas que presentan en algunas zonas. Es el caso
del olivar o el viñedo, por ejemplo.
Ni siquiera se ha aceptado incluir dentro de la condicionalidad vinculada a
las ayudas la nueva normativa en vigor de relevancia para el sector, que
regula el uso de plaguicidas y el manejo del agua.
Además se han eliminado algunos requisitos importantes para la protección
del medio ambiente en el entorno agrario, que ya estaban en vigor en la
actualidad. En concreto, se han desprotegido los pastos permanentes fuera
de las áreas Natura 2000, obviando la importancia de estos espacios como
sumideros de carbono y, por tanto, para la lucha contra el cambio climático.
También se han eliminado ciertos requisitos destinados a la protección de
hábitats y especies de interés.
El pacto logrado en Bruselas deja en manos de la Comisión la decisión
sobre elementos clave y un gran margen de maniobra a los Estados en la
aplicación de la futura PAC en su territorio. SEO/BirdLife y WWF
seguirán luchando para la conservación de los recursos naturales, para
garantizar el futuro del sector y de la seguridad alimentaria. La agricultura
es una actividad fundamental para la protección de especies, hábitats,
paisajes y ecosistemas que estamos obligados a conservar por nuestro
propio interés. Es una parte del propio sector el que ha contribuido a crear y
conservar esos paisajes de gran valor ambiental.
AVA-ASAJA
La propuesta para la reforma de la Política Agraria Común (PAC)
aprobada por el Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea
(UE) durante la cumbre celebrada esta semana en Luxemburgo perpetúa la
discriminación de los cultivos mediterráneos en general y de la agricultura
valenciana en particular, de acuerdo con la valoración efectuada por la
Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA).
El texto refrendado por el Consejo no establece variaciones
sustanciales respecto a los criterios de reparto vigentes en los últimos años,
de tal manera que -a la vista del presupuesto para el sector agrario del que
va disponer España en el período comprendido entre 2014 y 2020- los
agricultores valencianos apenas percibirán un 3% del total previsto para
cada uno de esos años, según las primeras estimaciones efectuadas por el
departamento técnico de AVA-ASAJA. El Ministerio de Agricultura
informó hoy de que el paquete económico global –incluyendo en el mismo
las medidas cofinancias por Bruselas, el Gobierno central y las propias
comunidades autónomas- ascenderá a unos 50.000 millones de euros, a
razón de algo más de 7.000 millones anuales hasta 2020. Teniendo en
cuenta el modelo que se ha establecido y los precedentes en la materia, al
campo valenciano únicamente le llegará cada año un exiguo 3% de esa
suma global, o lo que es lo mismo poco más de 221 millones de euros.
Hasta ahora percibía una media anual de 252 millones, con lo cual aún
recibirá un 12% menos de ingresos en la nueva PAC.
En opinión del presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado “esta
propuesta avalada por el Consejo de Ministros, y que reviste por tanto un
carácter poco menos que definitivo aún a falta de las reuniones trilaterales
entre el propio Consejo, la Comisión y el Parlamento Europeo, supone un
nuevo revés para los intereses de los agricultores y ganaderos valencianos,
cuyas aspiraciones no han sido recogidas en absoluto. Es posible que para
el conjunto de España esta nueva PAC no resulte tan negativa, pero para la
Comunitat Valenciana es decepcionante”. En este sentido, Cristóbal
Aguado, apunta que “más allá de la evidente y notoria discriminación que
sufrimos en materia de ayudas y pagos directos, lo más frustrante del caso
es que la reforma apenas aborda el problema central de nuestra agricultura,
que no es otro que la crisis de precios. La propuesta sólo menciona de
forma muy tangencial las medidas de mercado, que para nosotros son un
aspecto absolutamente primordial. Así las cosas, podemos decir que se ha
desaprovechado una oportunidad histórica de poner un poco de orden en la
cadena alimentaria, que es donde los cultivos mediterráneos se juegan
verdaderamente el futuro”.
Otro de los agravios comparativos que consolida la nueva PAC es el
de mantener fuera del llamado Pago Único, esto es, fuera de la posibilidad
de percibir ayudas directas, a los frutales (sin incluir a los cítricos que sí
cobran este tipo de subvención) y a las hortalizas. Por tanto, unas 500.000
hectáreas de frutales y hortalizas en España, de las que alrededor de 40.000
pertenecen a la Comunitat Valenciana continuarán excluidas, en virtud de
criterios meramente políticos, de unas ayudas que sí perciben la mayor
parte de cultivos.
Con todo y con eso, los planes de la UE para el futuro de la
agricultura también incluyen algunos aspectos positivos dignos de
mención, entre los que destaca de manera especial la decisión de incluir,
tanto a los cítricos como al arroz, entre los beneficiarios del “greening” o
pago verde, que son los fondos establecidos para aquellas producciones que
contribuyan al beneficio medioambiental.
En cualquier caso, el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado,
asegura que “ahora se abre un escenario de negociación de gran
trascendencia porque cada Estado miembro tiene capacidad de decidir en
asuntos tan importantes como el régimen para los pequeños agricultores o
las ayudas acopladas para sectores como el arroz o el porcino. Los
agricultores valencianos tenemos que actuar unidos en esta batalla y la
Generalitat debe tomar cartas en el asunto de forma decidida y encabezar
ante Madrid las reivindicaciones del sector”.
GRUPO IFOAM EU
La Presidencia irlandesa de la UE, el Parlamento Europeo y los
negociadores de la Comisión llegaron a un acuerdo sobre la Política
Agrícola Común (PAC) de 2014 a 2020. El Grupo IFOAM EU (al que
pertenece SEAE) critica duramente la falta de ambición del acuerdo final.
Aunque se haya establecido la idea “verde”, el acuerdo no contempla el
cambio necesario hacia una agricultura más ecológica y más justa con las
comunidades
rurales.
"La introducción del greening en el Pilar 1 es apenas el primer paso para
dirigir los pagos directos hacia mejores prácticas - pero las obligaciones
son demasiado débiles!. Mientras que el reconocimiento de las fincas
ecológicas como 'verdes, por definición, "es un buen paso para reconocer
su papel pionero en la sostenibilidad, el acuerdo incluye también un
principio de equivalencia cuestionable y exenciones para las prácticas
agroambientales de bajo nivel que vacían de toda sustancia la
ecologización ", según Christopher Stopes, presidente del Grupo IFOAM
EU. "El acuerdo está también lejos de proporcionar la equidad entre los
agricultores, ya que la convergencia de los pagos de la PAC sigue siendo
insuficiente."
"Damos la bienvenida a que al menos el 30% del presupuesto del Pilar 2 se
destine a las medidas que en su mayoría contribuyen al rendimiento
medioambiental mejorado, sin embargo esto no es un progreso sino una
continuación del statu quo", agregó J Plagge, presidente de la sectorial de
agricultores ecológicos del Grupo IFOAM EU. "Las pocas medidas
positivas - como el aumento del apoyo a la inversión conectada a la
agricultura ecológica y a los esquemas agroambientales y climáticos, es un
mensaje claro de que las nuevas cooperaciones de innovación (eip) deben
apoyar una transición hacia enfoques agroecológicos, y la introducción de
un artículo suplementario que rige los sistemas de apoyo para la agricultura
ecológica - sólo puede tener un impacto positivo si hay una importante
financiación asignada al Pilar 2. La posibilidad de que los Estados
miembros gasten grandes partes del presupuesto para los planes de seguros
y otras medidas sin impacto positivo en la sostenibilidad, socava aún más la
posibilidad del Pilar 2 para promover el cambio hacia una agricultura
sostenible
".
"Sólo una buena aplicación de la PAC a nivel regional y nacional podría
salvar parcialmente el intento verdear la PAC ", concluyó Thomas Fertl,
vicepresidente del Grupo IFOAM EU. "En los próximos meses, los
agricultores ecológicos y ciudadanos deben presionar a los países y
regiones para hacer el mejor uso de nuevas y las existentes herramientas a
través
de:
- Implementación clara y estricta de los requisitos verdes en el Pilar 1 que
no obstaculice medidas más firmes de sostenibilidad avanzada en el Pilar 2
- Uso de la opción de cambiar hasta el 15% de los presupuestos nacionales
de la PAC de Pilar 1 a Pilar 2 (modulación, artículo 14.1)
- Dedicando más del 50% del presupuesto del Pilar 2 a medidas que
promuevan la sostenibilidad avanzado (agricultura ecológica medidas
agroambientales
y
climáticas)
- Dar prioridad a los enfoques agro-ecológicos, incluyendo la agricultura
ecológica a través de programas de desarrollo rural ".
ASOCIACIÓN GENERAL DE FABRICANTES DE AZÚCAR
La Asociación General de Fabricantes de Azúcar de España (AGFAE) ha
expresado su satisfacción por la extensión del sistema de cuotas de
producción de azúcar hasta el 30 de septiembre de 2017, prórroga acordada
tras largas negociaciones en el seno de las instituciones europeas desde el
inicio del nuevo marco legislativo de la Política Agraria Común en 2011.
Este acuerdo, que supone dos años más de mantenimiento de cuotas
respecto a la propuesta inicial de la Comisión establecida en 2015,
permitirá al sector remolachero azucarero español disponer de más tiempo
para ganar en competitividad industrial y afianzar las importantes
inversiones industriales realizadas en los últimos años, y a los cultivadores
mejorar aún más los rendimientos agrícolas conseguidos hasta la fecha.
La prórroga ha sido posible en gran medida gracias al esfuerzo en la
negociación del equipo del Ministerio de Agricultura, Alimentación y
Medio Ambiente y de sus técnicos, así como el de los eurodiputados y
eurodiputadas españolas integrantes de la Comisión de Agricultura, en su
afán por la búsqueda del mejor escenario para la agricultura de nuestro
país.
El sector remolachero azucarero es un sector estratégico en el ámbito rural,
agrícola e industrial de Castilla y León, Andalucía, País Vasco, La Rioja y
Navarra. El sector confía en que, precisamente por esta contribución al
desarrollo económico y por su importante peso en estas regiones, pueda
recibir todo el apoyo que la nueva Política Agraria Común posibilita, tanto
en relación con las ayudas directas al cultivo de la remolacha, como en
cuanto a los planes de desarrollo rural que se pongan en marcha y que serán
claves para el futuro del sector.
PARTIDO POPULAR
El portavoz del PP en la Comisión de Agricultura del Congreso, José Cruz
Pérez Lapazarán, ha valorado el acuerdo alcanzado en el seno de la Unión
Europea para reformar la Política Agraria Común (PAC), un documento
que "permite más flexibilidad" y "ha dado la vuelta a la reforma inicial".
En declaraciones a Efeagro, Pérez Lapazarán ha destacado como un uno de
los elementos claves que se haya conseguido una aplicación "más flexible"
y evitar la tasa plana, "que fue avalada por el Gobierno anterior".
Ha aplaudido, además, el mantenimiento de un apoyo económico para el
campo español similar al del periodo precedente, un hecho "relevante y
positivo, especialmente en un escenario de crisis y de reducciones
presupuestarias", así como "que se haya alargado el horizonte de
convergencia".
Se ha referido a asuntos como el "greening" o "reverdicimiento de la PAC",
un aspecto en el que "los éxitos de España han sido importantes, como
lograr que los cultivos permanentes sean considerados como componente
verde".
En asuntos de mercado, Lapazarán ha subrayado la posibilidad de hace
almacenamiento privado "en base a unos precios reales y que se pueden ir
actualizando".
El diputado del PP ha reconocido que ahora comienza una segunda etapa
"complicada", la de trasladar fondos y modelos al país, una situación que
requiere "buena voluntad".
Preguntado sobre la petición del PSOE para que comparezca de forma
urgente el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente,
Miguel Arias Cañete, para explicar los términos de la reforma, Pérez
Lapazarán ha recordado que hay que "dar tiempo y que existen una serie de
plazos legales".
En cualquier caso, ha asegurado que Arias Cañete "informará en su
momento", porque no es un ministro que "eluda dar explicaciones en el
Congreso, ante la prensa o antes las organizaciones agrarias".
Por su parte, la secretaria ejecutiva de Agricultura y Medio Ambiente del
Partido Popular, María Luisa Soriano, ha afirmado que la reforma de la
Política Agraria Común (PAC) "atiende la mayoría de las reivindicaciones
españolas" y supone una garantía de futuro para los agricultores y
ganaderos.
En un comunicado, Soriano ha indicado que el texto final supone "un giro
de 180 grados con respecto a la propuesta inicial, que era realmente
perjudicial para el campo español" y ha felicitado al Gobierno "por la
magnífica labor que han realizado para lograr un acuerdo que da estabilidad
al sector agrario nacional".
Ha destacado que se han logrado frenar los criterios de convergencia que
pretendía imponer Bruselas, que pasaban por una "tasa plana" con una
ayuda fija por hectárea, lo que habría supuesto "un fuerte trasvase de
fondos entre sectores o entre comunidades autónomas".
Además, ha mostrado su satisfacción por el mantenimiento de la superficie
con derecho a ayudas en los 22,4 millones de hectáreas actuales, en lugar
de los 38 millones de hectáreas que preveía Bruselas al principio y que
habrían significado "un fuerte recorte a la ayuda por hectárea".
María Luisa Soriano se ha referido también a otras cuestiones importantes,
como la "amplia flexibilidad que se ha introducido en los requisitos
medioambientales o 'greening'; las mejoras en sectores como el vino, aceite
de oliva y aceituna de mesa o frutas y hortalizas; o las medidas de
mercado".
PARTIDO SOCIALISTA
El portavoz del PSOE en la Comisión de Agricultura en el Congreso,
Alejandro Alonso, ha pedido al ministro de Agricultura, Alimentación y
Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, que "rebaje la euforia" ante el
acuerdo para la reforma de la PAC, porque, a su juicio, tendrá efectos
negativos.
En declaraciones a Efeagro, Alonso ha anunciado que ha pedido la
comparecencia urgente del ministro en la Cámara Baja, porque "es
imprescindible" que el Gobierno explique "con cifras y datos" el contenido
de este acuerdo sobre la reforma de la Política Agraria Común (PAC) del
que "el PSOE aún no tiene ninguna información oficial, ni en papel, ni por
teléfono".
En una comparecencia de prensa, el ministro de Agricultura se ha mostrado
"muy satisfecho" porque España ha conseguido "dar la vuelta" a las
propuestas iniciales de reforma de la PAC.
Para Alonso, el acuerdo "no justifica el triunfalismo con el que se
manifiesta", ya que los avances que ha habido a lo largo de la negociación
se han producido en el Parlamento Europeo y no, en su opinión "por la
gestión del propio ministro".
El diputado socialista ha señalado que la convergencia que detalla la
reforma "va a tener unos efectos negativos en miles de explotaciones" y
puede "estar condenando a los agricultores a una rebaja del 30 % en el
montante de las ayudas".
"Este modelo nos ofrece mucha dudas", ha recalcado Alonso,
especialmente en cultivos como el del olivar o en el sector lácteo.
Por otro lado, ha expresado su preocupación por el modelo de aplicación de
la reforma en España, "un toro que va a ser difícil de lidiar", y por otros
"muchos aspectos" que no se han resuelto.
Por su parte, la eurodiputada socialista Iratxe García, integrante del equipo
negociador del Parlamento Europeo, ha destacado que "ha sido una reforma
con luces y sombras, no es la PAC que queríamos pero mejora la propuesta
de partida".
Iratxe Garcia ha destacado el "papel fundamental" que ha tenido el
Parlamento Europeo para modificar la propuesta inicial del Ejecutivo de la
UE, que ha calificado de “muy negativa”, ya que han podido frenarse
cuestiones que hubieran sido muy perjudiciales para la agricultura
española.
En ese sentido, ha subrayado que “el resultado final del acuerdo reduce el
impacto negativo sobre determinados sectores que podían verse muy
afectados”. Sin embargo, ha recordado que "todavía queda mucho trabajo a
nivel de los Estados miembros para materializar los acuerdos en los
respectivos territorios".
“El fin último que debe tener esta reforma es garantizar el futuro de la
actividad agrícola y ganadera, indispensables para el mantenimiento de un
medio rural vivo", ha manifestado la eurodiputada.
No obstante, ha señalado que este acuerdo político sobre la PAC no será
ratificado por el Pleno del Parlamento Europeo hasta que no haya acuerdo
sobre el marco presupuestario. En este sentido, ha exigido al Consejo “que
mueva ficha para que la Eurocámara pueda aprobar el marco financiero
plurianual, ya que tal y como se acordó el pasado mes de febrero no tiene el
respaldo del PE".
CiU
El portavoz para Agricultura en el Congreso de CiU, Marc Solsona, ha
subrayado que tras el acuerdo alcanzado en la Unión Europea para reformar
la Política Agraria Común aún quedan "muchos interrogantes abiertos".
En declaraciones a Efeagro, Solsona ha explicado que desde hace meses
"se allanó el camino" al alcanzar un buen acuerdo para el cheque
económico nacional, si bien ahora "comienza el debate interno y la
definición de aspectos como el método para distribuir los fondos o fijación
del periodo de convergencia".
Por ello, ha añadido, es importante "tener prudencia" y no "generar falsas
expectativas", porque "aún queda mucho camino por recorrer a nivel
interno".
BNG y Compromís
La diputada del Bloque Nacionalista Galego (BNG), Olaia Fernández, y el
de Compromís-Equo, Joan Baldoví, han coincidido en señalar que la
reforma de la Política Agraria Común (PAC) aprobada "se queda corta".
En declaraciones a Efeagro, Fernández ha criticado que "de nuevo se
vuelven a establecer las ayudas de una manera que no tienen en cuenta la
relación económico-social", esto es, que "una numerosa cantidad de
explotaciones agrarias que no son debidamente trabajadas seguirán
recibiendo cuantiosas ayudas".
Ha opinado que esta norma "no aporta soluciones a muchos de los
problemas del sector", como "la garantía de unos precios de origen que
garanticen el futuro del sector".
Fernández, quien ha afirmado que "no hay modificaciones importantes en
este acuerdo sobre lo que se conocía", ha mostrado su preocupación por
cuestiones concretas como el futuro del sector lácteo.
Por su parte, Baldoví ha definido el acuerdo como una situación con "luces
y sombras", ya que a su juicio existen aspectos positivos como que "el
conjunto de la agricultura española vaya a recibir una cantidad económica
similar".
Sin embargo, según el diputado, se "han olvidado de la ganadería
extensiva, que va a ver mermadas sus ayudas" y las medidas para mejora de
la cadena alimentaria "se dejan muy en el aire, sin incluir medidas
definitivas".
Otro aspecto negativo para Baldoví es que no se prevea exigir las mismas
garantías a los alimentos que vienen de fuera que a los que se producen en
España, "por lo que así siempre estaremos en desventaja y perdiendo
competitividad", ha añadido.
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