Resumen del informe CAE n° 102 (Nov. 2012) Informe de Francis Kramarz, Alexandra Spitz-Oener, Charlotte Senftleben y Hanna Zwiener Sinopsis Consejo de Análisis Económico Conseil d’analyse économique Las transformaciones del mercado laboral alemán Las reformas estructurales del mercado laboral introducidas en Alemania desde 2003 no suelen dejan indiferente a nadie. Aclamadas por unos, criticadas por otros, constituyen una experiencia fundamental para el debate económico y político, como es evidente en Alemania, pero también en el extranjero y, muy especialmente, en Francia. Tanto el presente informe como los comentarios y apéndices que incluye proporcionan un análisis pormenorizado y equilibrado de las leyes Hartz aprobadas en Alemania entre 2003 y 2005. Las reformas Hartz se plantearon con objetivos enormemente ambiciosos: fomentar la vuelta al empleo, promover la demanda de trabajo por parte de las empresas, aumentar la eficacia de los servicios públicos de empleo, etc. Estas reformas no podrían transponerse en Francia tal cual, aunque solo sea porque nuestro modelo social es diferente al alemán. Sin embargo, un conocimiento más profundo y pertinente de la experiencia alemana sí podría arrojar luz sobre los debates y las decisiones que se tomen en Francia, evitando los escollos que supondrían la imitación servil y el rechazo a priori. Christian de Boissieu El informe de Francis Kramarz, Alexandra Spitz-Oener, Charlotte Senftleben y Hanna Zwiener detalla las recientes reformas institucionales introducidas en el mercado laboral alemán, así como los trabajos destinados a evaluar su eficacia. En primer lugar, los autores exponen de forma explícita las reformas Hartz, piedra angular de este proceso de transformación. Estas reformas pretenden movilizar a los beneficiarios de prestaciones de desempleo limitando la generosidad de dichas prestaciones y endureciendo las condiciones en que puede rechazarse un empleo, así como promoviendo la creación de empresas individuales y determinadas oportunidades de trabajo temporal. Las reformas Hartz pretenden asimismo mejorar la eficacia del proceso de acompañamiento de los desempleados mediante la reorganización de las oficinas de empleo, a las que se proporcionan nuevas herramientas como, por ejemplo, los centros de empleo y la posibilidad de recurrir a prestatarios privados y de expedir bonos de empleo. En segundo lugar, los autores exponen las especificidades del sistema de relaciones sociales en Alemania, que se articula en torno a dos ejes principales: la legislación y la negociación colectiva. En definitiva, y aunque los estudios de cada una de las medidas tomadas de forma aislada no siempre son concluyentes, el conjunto de las transformaciones producidas ha constituido un auténtico «cambio de paradigma» cuyas consecuencias han sido benéficas para el empleo. En su análisis, Gilbert Cette argumenta que la estabilidad del empleo en Alemania durante la crisis, a pesar de haber sufrido una contracción del PIB dos veces superior a la francesa, también puede explicarse por un uso más intensivo del empleo a tiempo parcial y por la reducción transitoria, previo acuerdo entre los interlocutores sociales, de la jornada laboral y de los salarios a cambio de la garantía de mantenimiento del empleo o de la ausencia de despidos económicos. Michel Didier, por su parte, resalta dos especificidades alemanas que contribuyen de forma irrefutable al «cambio de paradigma»: por una parte, la capacidad de entablar negociaciones en torno a los tres componentes del tríptico «empleo-salario-jornada laboral», no solo a nivel sectorial, sino también, y de forma muy especial, en el ámbito de la empresa; y por otra, la política global de competitividad asumida por el conjunto de los interlocutores sociales. El apéndice de Perrine Fréhaut compara los dispositivos de desempleo parcial en Francia y Alemania, concentrándose en sus efectos durante la crisis. Además, analiza cómo se explican las diferencias existentes entre ambos países en el uso del desempleo parcial: la importancia del impacto inicial, la estructura existente en el mercado laboral antes de la crisis, y la complejidad/sencillez de los dispositivos existentes en cuanto a financiación y reparto de funciones entre poderes públicos, sindicatos y empresas. Las reformas Hartz: una refundición de las instituciones del mercado laboral Movilizar a los beneficiarios de prestaciones Reforma de las prestaciones Las reformas Hartz reorganizan el antiguo sistema de prestaciones con el objetivo de estimular la recuperación del empleo, fundamentalmente limitando la generosidad de las indemnizaciones y disminuyendo las posibilidades de rechazar una oferta de trabajo. El nuevo régimen se asienta en dos pilares: una prestación de desempleo proporcional a la renta anterior (AC-I) con una reducción de la duración de indemnización, que actualmente oscila entre 12 y 18 meses dependiendo del periodo de cotización, que ahora debe comprender como mínimo 12 meses de los últimos 24, y una prestación de desempleo al tanto alzado sujeta a condiciones relativas a recursos y condicionada a la capacidad de trabajar (AC-II). La reforma también endurece las condiciones de aceptabilidad de trabajos, quedando los beneficiarios obligados a aceptar determinadas ofertas de empleo cuyas características varían en función del periodo de desempleo, bajo pena de que se les reduzca o incluso suspenda la prestación. Las evaluaciones realizadas concluyen que la reforma ha ejercido un impacto reducido sobre las tasas de actividad y el crecimiento del empleo, impacto que varía en función del sexo y la situación familiar de las personas afectadas. Fomento de la creación de empresas individuales Un nuevo programa de ayuda a la creación de empresas ofrece a los beneficiarios del AC-I una subvención inicial que, desde 2006, combina durante 15 meses la prestación por desempleo con una prestación al tanto alzado de 300 euros destinada a financiar las cotizaciones sociales; esta última prestación es la única que puede prorrogarse por 6 meses adicionales. De forma global, las evaluaciones realizadas concluyen en que el efecto medio a largo plazo es muy positivo: la probabilidad de que los beneficiarios no vuelvan a las listas del paro al cabo de 56 meses ha aumentado en un 15,6%, y la probabilidad de trabajar en un 22% en comparación con los trabajadores no participantes con las mismas características. Trabajos por un euro Las oportunidades de empleo temporal que sean de interés público se ofertan a beneficiarios del AC-II que presenten una trayectoria profesional especialmente precaria para mejorar su empleabilidad. Además de su prestación, los participantes perciben una renta adicional de entre uno y dos euros por hora trabajada. Sin embargo, las evaluaciones realizadas concluyen que la eficacia a la hora de hacer que los beneficiarios vuelvan al empleo ha sido moderada, sobre todo si la comparamos con la que poseen otras medidas susceptibles de fomentar la creación de empleo. Prima de vuelta al empleo Los beneficiarios del AC-II que acepten un empleo sujeto a cotizaciones o constituyan una sociedad pueden percibir durante 24 meses una prima mensual por un importe equivalente, como máximo, al de su prestación. De acuerdo con una evaluación relativa a las personas que han creado una empresa propia, la probabilidad de no volver a las listas del paro al cabo de dos años aumenta en un 20%. Aumentar la eficacia de los servicios de empleo Con el objetivo de mejorar la eficacia de las oficinas de empleo, en cada oficina de empleo local se establecen objetivos cuantitativos; además, se les otorga una mayor autonomía y se les proporcionan nuevas herramientas como, por ejemplo, los centros de empleo y la posibilidad de recurrir a prestatarios privados y de expedir bonos de empleo. Creación de los centros de empleo Los nuevos centros de empleo, supervisados por las oficinas de empleo locales y los municipios, se encargan de realizar un seguimiento de los beneficiarios del AC-II en lo que concierne a su alta, la validación de sus prestaciones, su contratación Las transformaciones del mercado laboral alemán La vivienda y las clases medias Conseiléconomique d’analyse économique Conseil d’analyse 2 y su asignación a los diferentes programas. Cada beneficiario se asigna a un agente, que le informa de sus derechos y obligaciones y define una estrategia personalizada de búsqueda de empleo. impuestos, o «midiempleos», exentos de una parte de las cotizaciones patronales y salariales. No obstante, esta reforma ha tenido efectos limitados a corto plazo, además de favorecer el pluriempleo. Introducción de los bonos de empleo y formación Un sistema de relaciones entre los interlocutores sociales basado en la legislación y la negociación colectiva El beneficiario de la prestación tiene derecho, previa solicitud, a un bono de empleo que le permite contratar los servicios de una agencia de trabajo privada. El beneficiario se encarga de buscar la agencia, que puede rechazarlo, y esta percibe una prima tanto en el momento de la contratación como a los seis meses de su eventual empleo. En la práctica tan solo se utiliza el 9% de los bonos; a pesar de ello, estos parecen ser muy eficaces, ya que el beneficiario de un bono posee una probabilidad un 6,5% mayor de encontrar trabajo transcurridos doce meses. Los bonos de formación, por su parte, permiten a los beneficiarios acudir por su cuenta a centros de formación privados homologados, lo que genera una situación de competencia entre los prestatarios que se presume promueve su eficacia. A pesar de haberse producido un fuerte efecto de bloqueo, estos bonos parecen haber generado una ligera mejora en la eficacia de los programas públicos de formación, así como un impacto significativo en los salarios. Estimular la demanda de trabajo Para estimular la demanda de trabajo, las reformas apuntan a liberalizar el mercado laboral. Liberalización del trabajo temporal La legislación en materia de trabajadores temporales liberaliza el trabajo temporal sin traicionar el principio de igualdad salarial y de tratamiento. Sin embargo, las evaluaciones realizadas parecen poner de manifiesto un efecto significativo de sustitución entre empleo permanente y trabajo temporal. Flexibilización de la protección laboral Se ha flexibilizado la protección laboral relativa a contratos de duración determinada y en caso de despido para determinados tipos de trabajadores. Las medidas relativas a la duración de los contratos no han tenido un impacto significativo sobre los tipos de contrato celebrados. Reducción de los costes laborales Se abonan subvenciones salariales a las empresas que contraten trabajadores en dificultades, además de haberse creado nuevos tipos de empleo. Así, es posible proponer a los trabajadores «miniempleos», trabajos a tiempo parcial de baja remuneración pero que eximen al asalariado de En Alemania, las relaciones sociales se articulan en torno a dos ejes principales: la legislación y la negociación colectiva. Aunque los asalariados gozan de una gran protección contra los despidos, el uso del contrato de duración determinada se ha flexibilizado. Así, se autoriza una jornada laboral de 48 horas semanales, que no obstante puede ser reducida por los convenios colectivos sectoriales. Por último, los mecanismos de codecisión constituyen la legislación alemana de carácter más específico: los asalariados de empresas con más de cinco trabajadores pueden constituir un consejo profesional que, cuando proceda, debe ser informado de todas las decisiones tanto individuales como colectivas, así como suscribir con la patronal acuerdos que cubran aspectos no contemplados en los convenios colectivos. Aunque el sistema de negociación colectiva se asemeja al francés, cabe destacar algunas diferencias notables: no existe salario mínimo y la financiación de los sindicatos depende en mayor medida de las aportaciones de sus miembros, que por lo demás son más numerosos que en Francia. En última instancia, la desigualdad salarial se ha incrementado considerablemente desde la década de los noventa, mientras que los costes laborales han quedado estancados entre 2000 y 2008, tras moverse progresivamente al alza desde los años setenta. Además de la cualificación de la mano de obra y la evolución de la pirámide de edad, este fenómeno se debe en gran medida a las transformaciones institucionales. Comentarios Gilbert Cette constata que el empleo en Alemania se ha mantenido estable a pesar de una contracción del PIB nacional dos veces mayor que la francesa, y analiza en qué medida han contribuido a este buen resultado, además de las reformas Hartz, el uso discriminado del desempleo parcial, la reducción negociada de la jornada laboral y de los salarios, y la articulación entre protección del empleo y protección de las personas. En efecto, en 2009, mientras en Francia el desempleo parcial tocaba techo en 300.000 personas, en Alemania se situaba en torno a los 1,5 millones, lo que sin lugar a dudas compensó a corto plazo los efectos de la crisis sobre el empleo. Además, numerosos conve- Las transformaciones del mercado laboral alemán La vivienda y las clases medias Conseiléconomique d’analyse économique Conseil d’analyse 3 nios sectoriales permiten reducciones transitorias de la jornada laboral y de los salarios a cambio de la garantía de mantenimiento del empleo o la ausencia de despido económico. Por norma general, en estos convenios se estipula una reducción salarial proporcional a la reducción de la jornada laboral. No obstante, estos convenios se enmarcan claramente en una lógica de protección del empleo más que de las personas. Estos dispositivos de garantía del empleo durante la crisis actúan como contrapeso de la mayor flexibilidad introducida por las reformas Hartz. Esta mejor articulación entre protección de los trabajadores y protección del empleo podría introducirse en Francia, aunque sería necesario redefinir la relación entre contrato de trabajo y convenio colectivo, de forma regulada, en beneficio del derecho asociado al segundo. 1 punto en Francia; al final del periodo, afectaba aproximadamente a 1,44 millones de trabajadores alemanes, en comparación con 0,27 millones en Francia. En ambos países, el desempleo parcial ha sido utilizado principalmente por grandes empresas, fundamentalmente en el sector de la industria, y ha supuesto una reducción media de la jornada laboral de un tercio. No obstante, la duración media del periodo de desempleo es como mínimo dos veces superior en Alemania, y asciende a cerca de cinco meses. En definitiva, los primeros elementos de balance ponen de manifiesto un aumento continuado del desempleo parcial de larga duración en Alemania desde la crisis. El coste total del dispositivo ascendió entre 2007 y 2010 a 9.500 millones de euros en Alemania, en comparación con 1.100 millones en Francia. Michel Didier expone dos especificidades alemanas que, de forma irrefutable, también contribuyen a este «cambio de paradigma» promoviendo la eficacia del mercado laboral alemán. En primer lugar, la capacidad de entablar negociaciones en torno a los tres componentes del tríptico «empleosalario-jornada laboral», no solo a nivel sectorial, sino también, y de forma muy especial, en el ámbito de la empresa, explica parcialmente la moderación salarial. En segundo lugar, la política macroeconómica global de competitividad asumida por el conjunto de los interlocutores sociales contribuye en gran medida a mejorar el rendimiento de las empresas alemanas, sobre todo en el ámbito de la exportación. La intensidad relativa del uso del desempleo parcial en Alemania responde a varias causas. Para empezar, el impacto coyuntural fue mucho más pronunciado en Alemania que en Francia durante el año 2009, lo que derivó en un mayor uso del dispositivo para paliar sus efectos. Además, la buena situación financiera de las empresas alemanas en un contexto de escasez de mano de obra cualificada les permitió a priori mantener a sus asalariados incluso en condiciones de empleo parcial, a pesar del descenso de la actividad. Por último, el dispositivo francés reviste una complejidad relativa que lo hace menos atractivo: las obligaciones asociadas a la introducción del desempleo parcial en la empresa resultan más exigentes; hasta marzo de 2012 la expedición de una autorización previa llevaba asociado un plazo administrativo de 20 días; el Estado tan solo reintegra al empleador una parte de la indemnización legal por desempleo parcial; y la formación en caso de desempleo parcial sigue corriendo por cuenta de la empresa. Apéndice Perrine Fréhaut compara el dispositivo público de desempleo parcial en Alemania y Francia, ya que parece haber desempeñado un papel importante en la particular capacidad de Alemania para mantener los niveles de empleo durante la crisis. Los dispositivos de desempleo parcial permiten a las empresas con dificultades derivadas de la coyuntura económica o de determinados acontecimientos acompañar la reducción temporal de su actividad con una disminución de la jornada laboral y la remuneración de sus asalariados. Durante el periodo de desempleo parcial, los contratos de trabajo siguen vigentes pero son suspendidos temporalmente, otorgándose a los asalariados una garantía de renta que se asume en parte a través de una subvención pública de las horas de desempleo. Durante la crisis, Alemania reforzó su dispositivo, fundamentalmente mediante una flexibilización de las condiciones de aplicación, un aumento de la duración máxima de indemnización y una reducción de los costes para el empleador. Como consecuencia, se produjo un mayor uso del desempleo parcial, que entre 2007 y 2009 se incrementó cerca de 3,2 puntos, en comparación con En conclusión, aunque aún es demasiado pronto para valorar si el uso del dispositivo de desempleo parcial supondrá una ventaja para Alemania, sobre todo en términos de recuperación del empleo después de la crisis, hasta ahora las ganancias en términos de reducción del desempleo y capacidad de las empresas para mantener intacta su mano de obra parecen evidentes. No obstante, la prolongación de la subvención del dispositivo de desempleo parcial en condiciones ventajosas hasta finales de 2012 en Alemania podría resultar problemática y limitar su relación coste-eficacia. El mantenimiento del dispositivo en niveles superiores a los existentes antes de la crisis también podría apuntar a la existencia de efectos de desplazamiento y efectos de peso muerto. Sin embargo, la reforma del dispositivo francés iniciada en 2008 parece inspirarse en el modelo alemán para garantizar una mejor capacidad de reacción ante la coyuntura y una reducción del coste soportado por los empleadores. Las transformaciones del mercado laboral alemán La vivienda y las clases medias Conseiléconomique d’analyse économique Conseil d’analyse 4