Pautas para hacer un comentario de texto PAUTAS PARA HACER LA ESTRUCTURA EN UN COMENTARIO DE TEXTO LITERARIO 1) Siempre que sea posible, dividiremos un texto en apartados (la mayoría de las veces “se podrá”). [Ejemplo: Este texto se compone de tres apartados…] 2) Siempre se indicará la extensión precisa de cada apartado; es decir desde dónde a dónde abarca exactamente. [Ejemplo:El primer apartado comprende desde el primer verso hasta el verso octavo…] Si un apartado no coincide con una unidad completa (verso, estrofa, o párrafo en el caso de la prosa), se citará la palabra, sintagma o frase donde comience y/o acaba el apartado [Ejemplos de verso //y prosa, respectivamente: El primer apartado va del verso uno al quinto cuando dice:”…y se fue para siempre.“/ /o desde el principio del texto hasta el segundo párrafo cuando dice:”…y se fue para siempre.“] 3) Siempre se definirá cada apartado de modo descriptivo. Esto quiere decir que hay que hacer algo así como un pequeño resumen de la parte del argumento del texto que se desarrolla en cada apartado. Se trata de una descripción argumental del apartado y no temática todavía. Debe ser corta, mejor una sola frase, una o dos líneas. [Ejemplo: En este primer apartado se cuenta el momento en que los amantes se conocieron… / En el primer apartado se describe el rostro de la amada…] 4) Siempre que se pueda, se le indicará además un subtema a todos y cada uno de los apartados de un texto. Esto es lo ideal porque significará que se ha reflexionado lo suficiente sobre el texto como para haber comprendido completamente su organización significativa. Sin embargo, hay textos que no lo permiten porque alguno de sus apartados no tiene suficiente densidad significativa. Por ejemplo, en un texto un apartado puede ser la descripción física de la casa donde vive la amada. El contenido de un texto así no es lo bastante abstracto como para sintetizarlo con un subtema. Bastará con una definición descriptiva o argumental: [En el primer apartado se describe la casa de la amada“] 5) Un texto sin apartados, puede de todos modos tener subtemas, y hay, por tanto, que comprobar esta posibilidad. [Por ejemplo, en un fragmento de monólogo interior, un personaje de una novela podría mezclar de modo incoherente alusiones a diferentes motivos temáticos: desesperación amorosa, hambre y aburrimiento, pongamos por caso. En un supuesto así, a modo de hipótesis, podríamos haber dicho en el análisis del tema que el tema del fragmento es “La angustia existencial”. A continuación, al intentar analizar la estructura, tras señalar que no es posible separar apartados, podríamos añadir: “A lo largo del fragmento el personaje entremezcla divagaciones sobre la calamidad a la que ha quedado reducida su vida. Como subtemas podríamos indicar la desesperación por el amor frustrado y el vacío existencial.]. 6) Los subtemas serán frases con las mismas características que las de los temas: claras, breves, abstractas y precisas. (Pueden verse algunas indicaciones sobre cómo trabajar el tema AQUÍ.) [Para entendernos, “La desesperación tras un fracaso amoroso”, podría ser el tema de un poema o el subtema de uno de los apartados de otro poema] 7) Cuando no sea posible relacionar cada apartado con un subtema, se definirán con subtemas todos los apartados en los que ello sea posible. 8 ) Los apartados que no se pueden definir con subtemas, se definirán sólo descriptivamente. Pero se procurará añadir lo que podríamos llamar la “nota temática” que lo caracteriza. Una nota temática vendría a ser una palabra abstracta que venga a recoger lo esencial del apartado en cuestión, lo esencial de su contenido o de su tono, la “nota dominante” (ironía, grandiosidad, pesimismo, armonía, serenidad, tremendismo, nostalgia, fantasía, intimismo…). Sólo en último extremo nos conformaremos con definir un apartado de un modo simplemente descriptivo o argumental. 9)Puede darse el caso de que el texto deba definirse en unidades más pequeñas que los apartados. Si esto es así, normalmente caracterizaremos esos subapartados de un modo meramente descriptivo. 10) En el caso de textos muy largos, confeccionaremos primero un esquema del argumento, es decir, una estructura enteramente descriptiva (esto está muy cerca de lo que es el análisis de la estructura narrativa en un comentario de textos narrativos). Resumimos brevemente el contenido argumental de cada apartado. A continuación, intentaremos redactar una explicación coherente del sistema de subtemas asociados al tema central, sin preocuparnos demasiado de ligar cada apartado con un subtema pues, como hemos dicho, en los textos largos el conglomerado temático normalmente se distribuye en el texto de un modo mucho más complejo e irregular. En exte tipo de textos largos, cuando podamos seguir los subtemas de un modo claro a través de los apartados, sin que ello suponga forzar demasiado el texto, lo haremos; pero en caso contrario, no nos obsesionaremos con ese modelo ideal de análisis de la estructura.