NOTA CLÍNICA Presentación de tres casos de síndrome de Pallister-Killian Laura Toledo-Bravo de Laguna, Miguel del Campo-Casanelles, Alfredo Santana-Rodríguez, Alexandre Santana-Artiles, Irma Sebastián-García, José Carlos Cabrera-López Introducción. El síndrome de Pallister-Killian se caracteriza por discapacidad intelectual, hipotonía, retraso motor y un fenotipo característico en el que destaca un aspecto facial tosco, alteraciones pigmentarias de la piel y alopecia bitemporal. Es frecuente que se asocie a crisis convulsivas y a malformaciones en otros órganos y sistemas. Tiene como causa principal el mosaicismo para la tetrasomía del cromosoma 12p. Casos clínicos. Se presentan tres nuevos casos pediátricos afectos de esta rara entidad, se describen las características clínicas y se realiza una revisión de la bibliografía. Conclusiones. Debe resaltarse la importancia del conocimiento del síndrome para poder llevar a cabo su diagnóstico, puesto que lo habitual es que, sin practicar la biopsia cutánea o el frotis de mucosa bucal, la anomalía cromosómica pasa desapercibida si se usan técnicas citogenéticas clásicas. Hoy en día, es posible realizar el diagnóstico en sangre mediante array-CGH o array-SNP, si bien la posibilidad de encontrar la anomalía cromosómica depende del porcentaje de mosaicismo. Palabras clave. Discapacidad intelectual. Discromía. Isocromosoma i(12p). Mosaicismo. Pallister-Killian. Tetrasomía 12p. Introducción Casos clínicos El síndrome de Pallister-Killian (SPK) (OMIM 601803) también se conoce como síndrome de Teschler-Nicola/Killian, mosaicismo de Pallister, tetrasomía 12p en mosaico o síndrome del isocromosoma 12p en mosaico. Se trata de una anomalía cromosómica rara producida por un mosaicismo para la tetrasomía 12p. Consiste en la existencia de un pequeño cromosoma extra metacéntrico, llamado isocromosoma i(12p), formado por dos brazos cortos idénticos del cromosoma 12. Esta patología de aparición esporádica tiene una incidencia cercana a 1/25.000. El porcentaje de células con la tetrasomía varía de unos tejidos a otros, pero la piel es uno de los tejidos donde se puede encontrar en mayor cantidad. De este modo, mientras el cariotipo en la sangre periférica casi siempre es normal, en la mayoría de los fibroblastos se encuentran 47 cromosomas, de los que el cromosoma extra es el formado por los dos brazos cortos del cromosoma 12 [1]. Clínicamente, los pacientes presentan discapacidad intelectual y retraso motor grave, un fenotipo facial característico con una distribución anómala del cabello, alteraciones cutáneas discrómicas y la posibilidad de asociar convulsiones y otras malformaciones [2]. Presentamos tres pacientes, no relacionados familiarmente entre ellos, con mosaicismo para la tetrasomía 12p que consultaron en nuestra unidad por retraso psicomotor y fenotipo anómalo. www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 58 (2): 63-68 Caso 1 Niña de 7 años de edad valorada a los 4 meses de vida por retraso psicomotor y fenotipo peculiar. Tercera hija de padres sanos y no consanguíneos, dos hermanos mayores sanos. El embarazo cursó con hipertensión arterial. Parto eutócico a las 38 semanas de edad gestacional, test de Apgar 8/10. Peso al nacimiento: 3.350 g. Desde los primeros meses se evidenció retraso en la adquisición de las pautas motoras: inició el sostén cefálico a los 4 meses y la sedestación con apoyo a los 12 meses, y no ha adquirido deambulación autónoma ni lenguaje en la actualidad. En la exploración destacaba un retraso profundo de la capacidad intelectual, estereotipias manuales, hipotonía global moderada-aguda con re­flejos osteotendinosos exaltados, estrabismo convergente alternante y ausencia de deambulación. Fenotipo: braquicefalia, cara tosca, filtrum largo y prominente, labio superior fino e inferior grueso, Centro de Investigaciones Biomédicas en Red de Enfermedades Raras, CIBERER (A. Santana-Rodríguez). Departamento de Medicina Molecular y Genética; Hospital Universitario Materno-Infantil Vall d’Hebron; Barcelona (M. del Campo Casanelles). Servicio de Neuro­pediatría, Departamento de Pediatría (L. Toledo-Bravo de Laguna, A. Santana-Artiles, I. Sebastián-García, J.C. Cabrera-López); Unidad de Genética Médica (A. SantanaRodríguez); Complejo Hospitalario Universitario Insular MaternoInfantil. Unidad de Investigación; Hospital de Gran Canaria Doctor Negrín (A. Santana-Rodríguez); Las Palmas de Gran Canaria, España. Correspondencia: Dra. Laura Toledo Bravo de Laguna. Unidad de Neurología Infantil. Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno-Infantil. Avda. Marítima, s/n. E-35007 Las Palmas de Gran Canaria. E-mail: [email protected] Aceptado tras revisión externa: 18.11.13. Cómo citar este artículo: Toledo-Bravo de Laguna L, Del Campo-Casanelles M, SantanaRodríguez A, Santana-Artiles A, Sebastián-García I, Cabrera-López JC. Presentación de tres casos de síndrome de Pallister-Killian. Rev Neurol 2014; 58: 63-8. © 2014 Revista de Neurología 63 L. Toledo-Bravo de Laguna, et al Figura 1. a) Fenotipo facial tosco con filtrum largo y prominente, labio superior fino e inferior grueso, labio de Pallister (extensión de la piel del filtrum en el borde bermellón del labio superior hasta perderse la frontera nítida que separa ambos), nariz bulbosa con raíz ancha, hipertelorismo, epicanto y hendiduras palpebrales descendentes; b) Perfil y occipucio plano con la característica alopecia en la región temporal. a b guaje, hipotonía grave con reflejos osteotendinosos normales. Realizaba estereotipias de manos, balanceo del tronco y movimientos linguales. Fenotipo: braquicefalia, cara tosca, hipertelorismo, epicanto, raíz nasal ancha, boca con el labio superior fino y el inferior grueso, escaso pelo en la zona bitemporal y alteraciones cutáneas pigmentarias en forma de manchas acrómicas e hipercrómicas (Fig. 2). Tenía criptorquidia bilateral y precisaba corsé por escoliosis dorsal derecha. Se le practicaron las siguientes pruebas complementarias: cariotipo en sangre pe­ riférica, ecografía abdominal, estudio cardiológico, electroencefalograma y resonancia magnética craneal, que fueron todas normales. En los PEAT se evidencia hipoacusia coclear bilateral. Caso 3 nariz bulbosa con raíz ancha, hipertelorismo, epicanto, hendiduras palpebrales descendentes, perfil y occipucio plano, alopecia bitemporal, surco palmar transverso bilateral y alteraciones pigmentarias cutáneas (manchas acrómicas e hipercrómicas) siguiendo las líneas de Blaschko (Fig. 1). Se realizaron las siguientes exploraciones complementarias que fueron normales: cariotipo en sangre periférica, resonancia magnética craneal, ecografía abdominal, estudio metabólico, valoración cardiológica, electroencefalograma, electromiograma y velocidad de conducción y potenciales evocados auditivos de tronco (PEAT). Caso 2 Niño de 6 años remitido a los 3 meses por rasgos dismórficos y retraso del desarrollo psicomotor. Padres sanos, no consanguíneos, un hermano mayor sano. Durante el embarazo se detectó hidramnios y acortamiento de los miembros. Parto eutócico a las 39 semanas de edad gestacional, test de Apgar 9/10. Peso al nacimiento: 3.680 g. Presentó retraso en la adquisición de las pautas motoras: sostén cefálico a los 7 meses, sedestación después de los 3 años, no deambulación ni lenguaje en la actualidad. Exploración física: paciente con escaso seguimiento visual, discapacidad intelectual profunda, ausencia de len- 64 Niño de 5 años, primer hijo de padres no consanguíneos. Estudiado en otro hospital desde los primeros meses de vida por retraso en el desarrollo psicomotor y rasgos dismórficos. El embarazo fue de curso normal; nació de parto eutócico a las 40 semanas de gestación, con un peso al nacimiento de 3.850 g. Entre los antecedentes personales destacaba retraso importante en el desarrollo psicomotor: sostén cefálico a los 7 meses, sedestación a los 22 meses, no ha conseguido la deambulación autónoma. Lenguaje ausente, únicamente presenta vocalizaciones. Del mismo modo que los casos anteriores, presentaba hipotonía generalizada moderada, aspecto facial tosco e idénticas lesiones cutáneas discrómicas en el tronco y las extremidades (Fig. 3). Se apreció una alopecia bitemporal durante los primeros años de vida que ha ido atenuándose hasta ser imperceptible en la actualidad; llamaba la atención la presencia de un mechón de cabello claro en la parte frontal. Se realizaron varios estudios: cariotipo en sangre periférica, estudio cardiológico, electroencefalograma de vigilia y PEAT, todos ellos fueron normales. A los 4 años comenzó con crisis convulsivas generalizadas durante el sueño. La polisomnografía mostró una actividad de base lenta y desestructurada con la presencia, durante el sueño, de descargas generalizadas de complejos punta-onda y polipunta-onda lenta y paroxismos en forma de punta-onda en la región posterior de predominio izquierdo. Estos episodios se controlaron con valproato sódico y clobazam. En los tres casos se practicó una biopsia de piel para cultivo de fibroblastos, donde el estudio con técnicas de FISH mostró el mosaicismo para el isocromosoma i(12p), que confirmó el diagnóstico. www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 58 (2): 63-68 Presentación de tres casos de síndrome de Pallister-Killian Figura 2. Aspecto facial característico del segundo paciente, se observa el hipertelorismo, el epicanto, la raíz nasal ancha, la boca con el labio superior fino y el inferior grueso y pelo escaso en la región bitemporal. Figura 3. Discromías en el tronco del tercer paciente: alteraciones pigmentarias (manchas acrómicas e hipercrómicas) que siguen las líneas de Blaschko. Discusión de las malformaciones que afectan a los órganos y aparatos descritos, encuentran mayor índice de prematuridad, con probabilidad en relación con la macrosomía fetal y polihidramnios. Asimismo, destacan algunas características fenotípicas menos resaltadas en la bibliografía previa, como anomalías de los dermatoglifos, pulgares y primer dedo de los pies anchos y duplicados, hoyuelos en el pabellón auricular o aumento del tejido celular subcutáneo en manos y pies. Además describe el labio de Pallister, que consiste en la extensión de la piel del filtrum en el borde bermellón del labio superior hasta perderse la frontera nítida que separa ambos. Esta característica se observaba en los casos 1 y 2. En cuanto al patrón de crecimiento, encuentran que si bien estos niños nacen con peso, talla y perímetro craneal dentro de los parámetros normalesaltos, sufren una desaceleración tras el nacimiento fundamentalmente en los tres primeros años de vida. Aunque la causa no está clara, se cree que podría tener relación con el aumento progresivo del porcentaje de las células cromosómicamente normales sobre las células con el isocromosoma. Las convulsiones se han descrito en un alto porcentaje de pacientes afectos de SPK. En una serie de El síndrome fue descrito de manera independiente por Pallister en 1977 y por Teschler-Nicola y Killian en 1981 basándose en la combinación de discapacidad intelectual aguda y convulsiones con un fenotipo característico, fundamentalmente conformado por un aspecto facial tosco, alteraciones pigmentarias de la piel con parcheado de manchas acrómicas e hipercrómicas y alopecia o pelo ralo y escaso localizado en la región bitemporal. Además de estos síntomas principales, pueden presentar alteraciones esqueléticas de los miembros, fundamentalmente acortamiento rizomiélico, anomalías cardíacas, renales, genitales, gastrointestinales como malrotación intestinal o imperforación anal [3], hernia diafragmática, pezones extranumerarios, estenosis del conducto auditivo externo, estrabismo y cataratas. Existen casos en la bibliografía que describen asociación a trastornos de migración neuronal [4], fisura palatina con apéndice sacro [5] o tumor de la glándula pineal [6]. El amplio espectro de manifestaciones clínicas se recoge en una publicación que recopila datos de 59 pacientes afectos de esta patología [7]. Además www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 58 (2): 63-68 65 L. Toledo-Bravo de Laguna, et al 51 pacientes, el 53% presentaba crisis epilépticas donde la edad media de inicio eran los 2 años y 4 meses, y el tipo más frecuente, las convulsiones mioclónicas seguidas de las generalizadas y de las salvas de espasmos tónicos [8,9]. Se han publicado pacientes que tuvieron un inicio tardío de espasmos infantiles, en los que se observó un patrón hipsa­ rrítmico en el trazado electroencefalográfico con pobre respuesta terapéutica [10,11]. En nuestra casuística, de momento, sólo uno de los pacientes ha presentado episodios convulsivos, si bien debemos mantener un alto índice de sospecha por la posibilidad de que las crisis puedan quedar enmascaradas por las alteraciones conductuales propias de estos pacientes. Aunque los tres casos presentan retraso grave del desarrollo psicomotor, en la bibliografía se describen pacientes con funcionamiento cognitivo alto [12], por lo que debe estudiarse a un paciente con rasgos característicos del síndrome aunque tenga un cociente intelectual normal o borderline. En una publicación de 16 individuos afectos se presentan dos casos con capacidad de hablar, caminar y discapacidad intelectual leve-moderada, si bien uno de ellos cumplía criterios de trastorno del espectro autista [13]. Otro paciente con discapacidad mental leve y rasgos fenotípicos poco sugerentes del trastorno fue diagnosticado por estudio cromosómico de las alteraciones pigmentarias [14], lo que ilustra una vez más la variabilidad fenotípica del síndrome, algo común en los mosaicismos. Se ha publicado un caso con sintomatología más leve de mosaicismo para tetrasomía/trisomía/disomía 12p en fibroblastos y mosaicismo de trisomía/ disomía en los linfocitos de sangre periférica [15]. La proporción de metafases que contiene el cromosoma extra es claramente inferior en linfocitos que en fibroblastos, amniocitos y en células de la médula ósea [16]. La frecuencia de la tetrasomía 12p es máxima en los cultivos de fibroblastos de las áreas de piel con pigmentación característica. La proporción de células con tetrasomía no parece correlacionarse con la gravedad de las malformaciones congénitas, la supervivencia a largo plazo o el grado de deficiencia mental. Parte de la dificultad para determinar el grado de gravedad en función del porcentaje de mosaicismo en fibroblastos o linfocitos sanguíneos está en la imposibilidad de extrapolar estos valores con el porcentaje de mosaicismo en el cerebro o de los tejidos de otros órganos internos. Se ha relacionado el incremento de la edad materna con el riesgo de aparición del síndrome [17]. En cuanto a la supervivencia de los pacientes, un porcentaje de ellos fallece en época prenatal, perina­ tal o posnatal por malformaciones asociadas, otros 66 fallecen entre los 10 y los 15 años; sin embargo, hay casos publicados en la bibliografía que sobrepasan los 40 años. Durante la evolución de los pacientes, algunas características clínicas pueden ir modificándose: así, la alopecia frontotemporal desaparece con la edad, como ha sucedido en dos de nuestros pacientes. La cara va tornándose cada vez más tosca, los labios y la lengua se vuelven más gruesos y la mandíbula, más prominente [2]. Usando técnicas citogenéticas convencionales, el marcador rara vez se encuentra en la sangre periférica por lo que, hasta ahora, en general ha sido necesario practicar una biopsia de piel para su diagnóstico. El cultivo de fibroblastos permite la aplicación de estas técnicas citogenéticas clásicas en el intento de detectar la presencia de un cromosoma extra correspondiente a i(12p). En nuestra experiencia, es habitual que se produzca una selección en contra de las células portadoras de i(12p). Por ello, recomendamos que el estudio genético se lleve a cabo en un cultivo celular no superior al tercer pase para incrementar al máximo la sensibilidad de detección. La aplicación de tecnología FISH en los fibroblastos cultivados se valorará como metodología complementaria al cariotipo tradicional; el uso de una sonda centromérica para el cromosoma 12 (tres señales positivas) o específica del brazo corto del cromosoma 12 (cuatro señales positivas) corroborará el diagnóstico [18]. En los últimos años, se ha demostrado la eficacia de las técnicas de array-CGH (microarray-based comparative genomic hybridization) y array-SNP (single nucleotid polymorphism) para el estudio en sangre de anomalías cromosómicas que cursan con mosaicismo. Los estudios llevados a cabo mediante análisis cromosómicos estándar se realizan en cultivos de linfocitos de sangre periférica estimulados con fitohemaglutinina (PHA-estimulated), mientras que los realizados mediante array se realizan en cultivos celulares no estimulados. El hecho de encontrar mayor porcentaje de mosaicismos con esta última técnica sugiere que en los cultivos celulares de sangre periférica estimulados se puede distorsionar el porcentaje de células con determinadas anomalías cromosómicas, lo que puede dificultar su detección por las técnicas citogenéticas convencionales [19]. Este hecho ha permitido el uso de array-CGH y array-SNP para detectar la tetrasomía 12p en cultivos de linfocitos de sangre periférica, incluso en los que no se pudo realizar el diagnóstico por técnicas convencionales. A pesar de lo expuesto, los investigadores encontraron que, utilizando array-CGH, la tetrasomía se detectaba en sangre periférica cuando existe un 10% de mosai- www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 58 (2): 63-68 Presentación de tres casos de síndrome de Pallister-Killian cismo, y el límite inferior para detectarla es de un 5% [20]. Conlin et al publicaron 15 pacientes afectos de SPK previamente confirmados por clínica y citogenética en los que la anomalía cromosómica se pudo detectar en sangre mediante array-SNP únicamente en el 46% de los mismos y fue negativo para las muestras con mosaicismos en un porcentaje inferior al 5%. Esta técnica es menos eficaz a medida que aumenta la edad del paciente, ya que con la edad va disminuyendo el porcentaje de células sanguíneas portadoras de la tetrasomía. No se ha podido establecer el punto de corte de edad por encima del cual el estudio no sería útil [21]. De acuerdo con estos datos, en el SPK no es posible el uso exclusivo de array en sangre para el diagnóstico, sigue siendo la prueba de referencia realizar el estudio en una muestra de tejido, habitualmente la piel o, como se recomienda en un reciente artículo, utilizando técnicas menos invasivas, en frotis de mucosa bucal [22]. El diagnóstico diferencial se debe realizar principalmente con el síndrome de Fryns (OMIM 229850), que consiste en una hernia diafragmática congénita, dismorfias faciales y anomalías esqueléticas de los miembros. A diferencia del SPK, que es de aparición esporádica, su herencia es autosómica recesiva, lo que es muy importante a la hora de proporcionar consejo genético. Existe la posibilidad de diagnóstico prenatal, el SPK se puede sospechar cuando por ecografía se detecta hernia diafragmática, hidramnios, acortamiento rizomiélico de los miembros o una cara anormal [23-25]. La presencia de hidrops fetal, aumento de la traslucencia nucal, sobrecrecimiento fetal, ventriculomegalia o la detección de un apéndice sacro son menos frecuentes. El diagnóstico se lleva a cabo mediante amniocentesis, biopsia corial o cultivo de células de cordón umbilical [26,27], que demuestra la presencia del isocromosoma i(12p). En la actualidad, no existe terapia específica para el SPK, pero los niños afectados pueden mejorar con programas de intervención temprana y educación especial. En conclusión, queremos resaltar la importancia del conocimiento del síndrome para poder realizar su diagnóstico, puesto que habitualmente sin practicar la biopsia cutánea o el frotis de mucosa bucal pasará desapercibida la anomalía cromosómica si usamos técnicas citogenéticas clásicas en cultivos estimulados de linfocitos de sangre periférica. Hoy en día, es posible llevar a cabo el diagnóstico en sangre mediante array-CGH o array-SNP, si bien la posibilidad de encontrar la anomalía cromosómica de- www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 58 (2): 63-68 pende del porcentaje de mosaicismo, que debe ser superior al 5%. Este porcentaje va disminuyendo a medida que aumenta la edad del paciente. Debemos mantenernos alertas ante la posibilidad de aparición de crisis convulsivas que pueden comenzar después del primer año de vida y realizar exámenes complementarios para descartar alguna otra malformación asociada, si bien de nuestros tres pacientes, sólo en uno de ellos se encontró sordera coclear y criptorquidia, pero no presentó anomalías cardíacas, renales ni gastrointestinales. Bibliografía 1. Peltomaki P, Knuutila S, Ritvanen A, Kaitila I, De la Chapelle A. Pallister-Killian syndrome: cytogenetic and molecular studies. Clin Genet 1987; 31: 399-405. 2. Schinzel A. Tetrasomy 12p (Pallister-Killian syndrome). J Med Genet 1991; 28: 122-5. 3. Baglaj M, King J, Carachi R. Pallister-Killian syndrome: a report of 2 cases and review of its surgical aspects. J Pediatr Surg 2008; 43: 1218-21. 4. Adachi M, Urata R, Takashima R, Miyamoto H, Tsuneishi S, Nakamura H. Pallister-mosaic syndrome and neuronal migration disorder. Brain Dev 2003; 25: 357-61. 5. Chaouachi S, Ben Hamida E, Ennine I, Chaabouni M, Sfar R, Chaabouni H, et al. Pallister-Killian syndrome with additional manifestations of cleft palate and sacral appendage. Tunis Med 2010; 88: 614-6. 6. Mauceri L, Sorge G, Incorpora G, Pavone L. Pallister-Killian syndrome: case report with pineal tumor. Am J Med Genet A 2000; 95: 75-8. 7. Wilkens A, Liu H, Park K, Campbell LB, Jackson M, Kostanecka A, et al. Novel clinical manifestations in PallisterKillian syndrome: comprehensive evaluation of 59 affected individuals and review of previously reported cases. Am J Med Genet 2012; 158A: 3002-17. 8. Castaño de la Mota C, Muñoz-Jareño N, Losada del Pozo R, Usano-Carrasco AI, Blanco-Rodríguez C, et al. Caracterización de un paciente con síndrome de Pallister-Killian y epilepsia mioclónica. Rev Neurol 2013; 57 (Supl 1): S275. 9. Candee MS, Carey JC, Krantz ID, Filloux FM. Seizure characteristics in Pallister-Killian syndrome. Am J Med Genet A 2012; 158A: 3026-32. 10. Cerminara C, Compagnone E, Bagnolo V, Galasso C, Lo-Castro A, Brinciotti M, et al. Late-onset epileptic spasms in children with Pallister-Killian syndrome: a report of two new cases and review of the electroclinical aspects. J Child Neurol 2010; 25: 238-45. 11. Sánchez-Carpintero R, McLellan A, Parmeggiani L, Cockwell AE, Ellis RJ, Cross JH, et al. Pallister-Killian syndrome: an unusual cause of epileptic spasms. Dev Med Child Neurol 2005; 47: 776-9. 12. Stalker HJ, Gray BA, Bent-Williams A, Zori RT. High cognitive functioning and behavioral phenotype in Pallister-Killian syndrome. Am J Med Genet A 2006; 140: 1950-4. 13. Kostanecka A, Close LB, Izumi K, Krantz ID, Pipan M. Developmental and behavioral characteristics of individuals with Pallister-Killian syndrome. Am J Med Genet 2012; 158A: 3018-25. 14. Genevieve D, Cormier-Daire V, Sanlaville D, Faivre L, Gosset P, Allart L, et al. Mild phenotype in a 15-year-old boy with Pallister-Killian syndrome. Am J Med Genet A 2003; 116A: 90-3. 15. Leube B, Majewski F, Gebauer J, Royer-Pokora B. Clinical, cytogenetic, and molecular observations in a patient with Pallister-Killian-syndrome with an unusual karyotype. Am J Med Genet 2003; 123: 296-300. 67 L. Toledo-Bravo de Laguna, et al 16. Ward BE, Hayden MW, Robinson A. Isochromosome 12p mosaicism (Pallister-Killian syndrome): newborn diagnosis by direct bone marrow analysis. Am J Med Genet 1988; 31: 835-9. 17. Wenger SL, Steele MW, Yu WD. Risk effect of maternal age in Pallister i(12p) syndrome. Clin Genet 1988; 34: 181-4. 18. Gerdes AM, Hansen LK, Brandrup F, Soegaard K, Christof­ fersen A, Rasmussen K. Pallister-Killian syndrome: multiband FISH of tetrasomy 12p. Pediatr Dermatol 2006; 23: 378-81. 19. Ballif BC, Rorem EA, Sundin K, Lincicum M, Gaskin S, Coppinger J. Detection of low-level mosaicism by array CGH in routine diagnostic specimens. Am J Med Genet A 2006; 140: 2757-67. 20. Hodge JC, Hulshizer RL, Seger P, St Antoine A, Bair J, Kirmani S. Array CGH on unstimulated blood does not detect all cases of Pallister-Killian syndrome: a skin biopsy should remain the diagnostic gold standard. Am J Med Genet A 2012; 158A: 669-73. 21. Conlin LK, Kaur M, Izumi K, Campbell L, Wilkens A, Clark D. Utility of SNP arrays in detecting, quantifying, and determining meiotic origin of tetrasomy 12p in blood from individuals with Pallister-Killian syndrome. Am J Med Genet A 2012; 158A: 3046-53. 22. Cobben JM, Engelen M, Polstra A. Array CGH on unstimulated 23. 24. 25. 26. 27. blood does not detect all cases of Pallister-Killian syndrome: buccal smear analysis should remain the diagnostic procedure of first choice. Am J Med Genet A 2013; 161: 1517-9. Soukup S, Neidich K. Prenatal diagnosis of Pallister-Killian syndrome. Am J Med Genet 1990; 35: 526-8. Paladini D, Borghese A, Arienzo M, Teodoro A, Martinelli P, Nappi C. Prospective ultrasound diagnosis of Pallister-Killian syndrome in the second trimester of pregnancy: the importance of the fetal facial profile. Prenat Diagn 2000; 20: 996-8. Mourali M, El Fekih C, Dimassi K, Fatnassi A, Zineb NB, Oueslati B. First trimester diagnosis of Pallister-Killian syndrome in a fetus with suggestive abnormalities. Tunis Med 2010; 88: 666-9. Los FJ, Van Opstal D, Schol MP, Gaillard JL, Brandenburg H, Van den Ouweland AM, et al. Prenatal diagnosis of mosaic tetrasomy 12p/trisomy 12p by fluorescent in situ hybridization in amniotic fluid cells: a case report of Pallister-Killian syndrome. Prenat Diagn 1995; 15: 1155-9. Schubert R, Viersbach R, Eggermann T, Hansmann M, Schwanitz G. Report of two new cases of Pallister-Killian syndrome confirmed by FISH: tissue-specific mosaicism and loss of i(12p) by in vitro selection. Am J Med Genet 1997; 72: 106-10. Three cases of Pallister-Killian syndrome Introduction. Pallister-Killian syndrome is characterised by intellectual disability, hypotonia, motor disability and a characteristic phenotype in which notable features include a rugged-looking face, alterations affecting the pigmentation of the skin and bitemporal alopecia. It is often associated with seizures and malformations in other organs and systems. The main cause is mosaicism for tetrasomy of chromosome 12p. Case reports. We present three new paediatric cases of this rare entity, its clinical features are described and a literature review is carried out. Conclusions. It is important to be familiar with the syndrome so that it can be diagnosed, since what commonly happens is that, without performing a skin biopsy or buccal smear, the chromosomal abnormality goes undetected if the classic cytogenetic techniques are used. Nowadays, the diagnosis can be performed in blood by means of CGH-array or SNP-array, although the chances of finding the chromosomal anomaly depend on the percentage of mosaicism. Key words. Dyschromia. Intellectual disability. Isochromosome i(12p). Mosaicism. Pallister-Killian. Tetrasomy 12p. 68 www.neurologia.com Rev Neurol 2014; 58 (2): 63-68