La fiesta de la Srna. Virgen de la Merced

Anuncio
Orga p o öe sa VeDerable
°t'UD Cercera y (ofraäías
erre
15
DE SEPTIEMBRE DE 1932
Dirección y Administración:
Silva, 39.-Madrid (12). -Teléf. 12803
<>
S Ti M A
RJ
NÚM.
9
10
LA FIESTA DE NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED DE 1932.—LA GLORIOSA ORDEN MERCEpor Fr. Juan G. Castro.—EL TRIUNFO SE
DARIA.—EDUCACIÓN RELIGIOSA: CATEQUISTAS,
ACERCA, por Ff.
R. Sanjurjo.—MISA DE NUESTRA SANTÍSIMA MADRE, por Natanael.—
por Fr. Guillermo Vázquez.—MAGISTERIO ECLESIÁS-
EL PRIVILEGIO DE LA MISA SABATINA,
TICO: INSTRUCCIONES Y NORMAS DE LOS PRELADOS ESPAÑOLES A LOS FIELES EN ORDEN AL
M ATRIMONIO. — MERCEDARIOS ILUSTRES: EL R. P. MANUEL TAPIA, por Fr. Diego A. Rojas.—
CONSTANTINOPLA AL DÍA, por Fr. Guillermo VáZailleZ. — ROMANCE AL SANTÍSIMO, por el
Miro. A. Remón.—ESTLIDIOS GALLEGOS: EL MAESTRE DE SANTIAGO, por Fr. Gurnersindo
Placer.—NOVEDAD, por Sergio M. Dun.—RADIOGRAMAS, por Llján.—NOTICIAS.—NECRO-
LOGíA.— BIBLIOGRAFÍA.
La fiesta de la Srna. Virgen de la Merced
24 de Septiembre
ECCE MATEP TUA
La Santa Sede, concediendo para
el oficio y misa de esta festividad
el texto evangélico en que Jesús
moribundo da a su propia Madre
por madre al Discípulo amado,
aprueba la tradición constante en
la Orden de que la Santísima Virgen por fundadora directa es Madre de la Merced: Mulier, ecce filius
tuus, e inculca a los Mercedarios
el cumplimiento de los deberes de
hijos para con María: Ecce mater
tua.
El retablo de la sacristía de
nuestro antiguo convento de Con/o,
es un comentario de apropiación
del texto sagrado a las relaciones
de maternidad y filiación que median respectivamente entre la Santisüna Virgen y la Orden de la
Merced.
- 522 —
Son tres imágenes: la de Jesús
pulo los deberes de mutua piedad.
Crucificado en la hornacina cen-
«María estuvo en esta ocasión a
tral, la de la Santísima Virgen,
la altura que convenía a la Madre
con hábito de la Merced, manifes-
de Cristo; por que, huidos los
Apóstoles, se mantuvo firme al pie
tación clara de la apropiación, en
la hornacina lateral derecha y San
Juan en la izquierda, prototipo de
los hijos de la Santísima Virgen.
En tres taletones, cada uno al
de la cruz, y con tiernos ojos repasaba las llagas del hijo, viendo en
ellas no tanto la muerte de la prenda, cuanto la salud del mundo.
pie de las imágenes, están las pala-
Tal vez estaba allí la que era Re-
bras culminantes del «tríptico» so-
cámara Real, porque sabiendo que
lemne con que San Ambrosio co-
por la muerte del Hijo se redimía
menta el testamento de Cristo.
«El mundo está convulso, el cielo cubierto de tinieblas y el sol
el mundo, se ofrecía a acrecentar
huido» y «Jesús testa desde la cruz
pero aceptó ciertamente este devoto
y signa el testamento Juan, digno
afecto de su Madre.
testigo de tal testador.
«Magnífico testamento, no de di-
con su muerte el público sacrificio.
No necesitaba Cristo esta ayuda,
«Tenemos en este espectáculo el
tinta sino por el Espíritu de Dios
dechado. de la piedad familiar. Nos
enseña lo que debe hacer el amor
vivo, de quien se ha escrito que «su
materno, y adónde debe llegar la
lengua es la pluma del que veloz-
piedad de los hijos: que las madres
mente escribe».
«El vencedor de suplicios y de
se ofrezcan a los peligros en que
nero sino de vida; no escrito con
penas, el vencedor del diablo, ha-
se encuetren los hijos, y que éstos
se preocupen más del cuidado de
cia su testamento familiar y públi-
sus madres que de la tristeza de la
co, dividiendo entre Madre y discí-
Propia muerte.
00 Onceoo000000oo0000000000000000000000n00000000noon000p000000000n0000e000000000000000000000000e 0000 %
1
La gloriosa Orden Mercedaria
%o ...out. u o.u000ceo o
oo0000 00000000000000000000000000
Orden españolísima fundada en
1218. Más de 60.000 cautivos redimidos por la Merced. Glorias
mercedarias en la reconquista de
Mallorca, Valencia, Sevilla..., en
cl descubrimiento y evangelización
del Nuevo Mundo yen las letras patrias. Colegios, reformatorios, misiones y ministerios parroquiales
p000000 Do000000000000000000000000000000
en la carta dirigida a la Orden con
motivo del octavo centenario de su
fundación, hace subir los mártires del
cuarto voto a mil quinientos. Puede
fijarse en SESENTA MIL los redimidos, a razón de cien cada año, cifra
no exagerada, pues la investigación
va descubriendo redenciones de las
cuales no se tenía el menor indicio.
«Léanse las listas que casi cada año
Orden genuinamente española, fue salen impresas, decía Tirso de Molina
fundada en la Catedral de Barcelona a los de su tiempo, de los que la
el año 1218 por inspiración de la Merced redime, y hallaránse en todas,
Santísima Virgen, hecho que se so- a las primeras líneas, clérigos, relilemniza en toda la Iglesia el 24 de giosos, monjas, caballeros militares
se pti e m b re.
(y pueblo, como es natural, en mayoDióle carácter militar y escudo (el ría), cuya libertad nos es deudora,
Único heráldico de las Ordenes exis- cuyo cautiverio, si no hubiera Merced,
tentes) el rey don Jaime el Conquisacabara sus vidas. (Segunda parte de
tador.
la Historia general de la Orden de
Como rnilitar . intervino en la recon- Nuestra Señora de la Merced, en el
quista de Mallorca, Valencia, Sevivigésimonono Maestro General, Malla..., donde entre las Ordenes militanuscrita en la Academia de la Histores obtiene repartimientos.
ria.)
La redención de cautivos y su ejer»De lo que costaron las redenciocicio con voto de empeñarse, vender- nes no se pueden hacer cálculos; basta
s e y dar la vida, cuando el peligro en
decir que las sumas llegan a ser fabul a fe de algún cautivo lo exigiese,
losas, por lo cual algunos no dudaron
Co nstituyó su fin principal. «Excelenimpugnar ese tráfico por ser de las
ci a única, escribe Tirso de Molina en
principales fuentes de riqueza que
<<El Vandolero», del cuarto voto de
aumentaba el poderío de los Estados
musulmanes.»
es ta Milicia, con que se obligan cuando profesan a aventurar sus vidas por
Mas con ser la redención el fin
Las de sus hermanos, cuyo empleo
principal de la Merced, no fué el único,
í nclito tantas veces cubre de púrpura pues desde los comienzos se consalo s alarbes campos, de mártires el graron también los Mercedarios al
C ielo y su Religión de tutelares, pues culto, servicio del altar, cura de alPasan de 500.» El Papa Benedicto XV,
mas, predicación y cultivo de las le-
— 324 --
tras, de todo lo cual es prueba la vida
de San Pedro Pascual en el mismo
siglo XIII, cuyas obras en lemosin y
castellano son unánimemente alabadas.
Halláronse los Mercedarios ocupando con frecuencia, juntamente con
las demás Ordenes religiosas, los
primeros puestos en cátedras, púlpitos, dirección de almas y evangelización del nuevo mundo.
«Los frailes de la Merced son pocos,
mas hácenlo bien»; así reza el refrán
nacido probablemente en Salamanca,
en su Universidad, donde los Mercedarios alternaban en la enseñanza con
Agustinos, Dominicos y Franciscanos.
Obtuvieron cátedras y las desempeñaron con prestigio y llegaron a ocupar muchas veces los primeros puestos en las Universidades de Salamanca, Alcalá, Valladolid, Huesca, Lérida, Zaragoza, Valencia, Santiago...
Como figuras cumbres son índice
de la actividad científica y literaria de
la Orden el P. Maestro Zumel en Teología; en Mariología, el genial P. Silvestre Saavedra, en su «Sacra Deipara»; el P. Freitas, en Derecho Internacional; en Mística, el P. Falconi. Tirso
de Molina, genio dramático de primer
orden, no sólo de la literatura española, sino de la universal; el Padre
Maestro Santiago, «Pico de Oro»,
gloria de la cátedra sagrada, pasmo
de propios y extraños, cuya elocuencia fue admiración en el extranjero, y
en una cuaresma en Salamanca se
hubieron de dispensar las clases de la
tarde por oirle, El P. Bernal, cuya
oración fúnebre de Felipe II en Sevilla
es una joya oratoria; el P. Interiam de
Ayala, socio cofundador de la Academia de la Lengua.
En Historia y Geografía, Murúa, el
gran crítico Nicolás Cavero, el eximio
Ribera, «uno de los fundadores de la
Academia de Buenas Letras de Barcelona, a quien se debe la formación de
los 21 volúmenes de índices que aún
hoy sirven de guía al investigador en
el Archivo de la Corona de Aragón, y
el primer ensayo de colección diplomática que se hizo en España, el cual
permanece inédito en dos volúmenes
en folio.»
En el descubrimiento de América
comparte la Orden Mercedaria, con
Franciscanos y Dominicos, la gloria
de haber dado a aquellas regiones los
primeros evangelizadores. En la conquista de las Indias llevaron casi
siempre la vanguardia y allanaron el
camino. En el segundo viaje de Colón
ellos «presentaron al bautismo las
primicias de aquella gentilidad remota; por muchos años, sin ayuda de
clérigos ni de otras religiones, colgô
de ellos solamente el peso de la conversión de los indios y distribución de
los Sacramentos a los soldados, no
sólo en Chile, sino en la provincia de
Cuyo, que está a la otra parte de la
Cordillera Nevada, sin que hayan
perdonado los peligros e incomodidades que saben los que conocen
cuán difíciles de pasar a pie son
aquellos valles anegados de ciénagas
y subir sus riscos intratables por su
aspereza y nieve.»
El P. Bartolome Olmedo fue el inseparable consejero de Hernán Cortés
y alma de la gloriosa epopeya de la
— 325 °
Ti
'conquista de Méjico. El P. Francisco
y Matemáticas», haciendo centro de su
B obadilla, «hombre de gran prestigio
apostolado el convento de Santa Cruz
e influencia», que en el año 1514 había de la Sierra, en una región asperísipasado a tierra firme con Pedrarias ma y de montañas y riscos casi inacDávila, es elegido por Almagro y Picesibles, con celo y actividad javezarro juez de sus diferencias en 1537;
riana evangeliza a los chiriguanas y
•el P. Hermanfunda dosciendo de Granada
tas iglesias ...
acompaña a
Baste este
Belalcázar a
sucinto índice
Quito el ario
como muestra
1534 y «actuó
de la actividad
luego en la
de la Orden
conquista de
Mercedaria en
Popayán como
sus primeros
ángel de paz y
tiempos.
espíritu superior»; en 1535
La actuación
van al Río de
de la provinla Plata con
cia rnercedadon Pedro de
ria de Castilla
Mendoza, fundador de BueCo m prende
nos Aires, el
ésta el territoP. Juan de
rio de las relazar y el Pagiones que dan
dre Juan de Alal Cantábrico
macla; a Almay el limitado
Stma. Virgen de la Merced con los Santos de su Orden:
gro en el des- La
por éstas, la
San Pedro Nolasco. San Ramón, San Serapio, San Pedro
cubrimiento de Pascual, San Pedro Arrnengol y Santa María de Cervellón. Cordillera IbéChile le acomrica, el río GuaPañan los Padres Antonio de Almansa diana, Portugal y el Atlántico.
y Antonio de Solís y brillan después
En esta vasta región tiene la Orden
en aquel país como grandes misione- Mercedaria sólo once casas, de las
ros los Padres Correa, Rendón, Fran- cuales cuatro son conventos y las res. cisco Ruiz y Ponce de León; el Padre tantes residencias.
Marcos Dardón, nombrado protector
Personal: Sacerdotes, 74; Hermade los indios en Chiapas, deja inmornos de Obediencia, unos 35, y un cent alizada su memoria entre ellos por la tenar de jóvenes en formación religioc aridad suma con que ejercita su car- sa y científica.
g o. El Padre Diego de Porres, «docMinisterios:
t ísimo en Demarcaciones, Astrología
a) La formación de este personal
— 526 —
propio se tiene en los conventos de
Poyo (Pontevedra) y Sarria (Lugo).
b) Servicios de Parroquias: tres en
Galicia, cuatro en Puerto Rico y una
en Milwaukee Wisconsin (Estados
Unidos) para la colonia de la lengua
española:
c) Tres colegios:
El de Ferrol, de Primera y Segunda enseñanza, Magisterio, Comercio,
preparaciones para carreras especiales...
El de Lequeitio (Vizcaya), de Primera y Segunda enseñanza y Comercio.
El de Madrid, de Primera enseñanza, gratuito para niños de las clases
humildes.
d) Dos Reformatorios de menores:
El de Nuestra Señora de Liba, en el
barrio de Loyola, en San Sebastián.
El de Covadonga, en San Claudio,
en las cercanías de Oviedo.
e) Ministerios sacerdotales de predicación, confesionario con la dirección de obras benéficas, como escuelas dominicales, roperos, bibliotecas
circulantes... en Ferrol, Sarria, Verín
(Orense), Buena Dicha (Madrid) y
Herencia (Ciudad Real) y Junquera de
Ambia (Orense), cuya comunión anual
en conjunto—de casi todas las casas
tenemos cifras exactas—asciende a
unas 400.000, que supone un confesonario muy asiduo;
f) Misiones rurales en Galicia,
cuyo centro principal es el convento
de Poyo;
g) Misiones en Puerto Rico en sus
dos Obispados, el de Ponce y el de
San Juan;
h) Servicio en la Prelatura del
Buen Jesús, de Gurgueia, en el Estado de Piauhy (Brasil), confiada a la
Orden por Benedicto XV el año 1921;
i) Servicios varios de predicación,
enseñanza y gobierno en Argentina,
Chile, Perú, Méjico y Roma.
A pesar de la penuria económica
con que se desenvolvió esta provincia
en su restauración y del agobio de
trabajo, la formación de sus miembros
es completa.
Son diecisiete los especializados en
estudios y práctica de reforma de
menores, algunos beneméritos de la
Historia, y muy estimables poetas,
prosistas y compositores, que no en
vano son hermanos de hábito del gran
Tirso de Molina.
La labor Mercedaria en los Colegios
En los tres de Ferro], Lequeitio y
Madrid los matriculados son 630.
El de Ferro] tiene:
Veintidós años de existencia, instalado en lo que se llamaba Colegio de
la Marina, en la espléndida Plaza de
Amboage; actualmente los matriculados son 300. Al abrirse el Instituto
Nacional de Segunda enseñanza bajel
la matrícula; pero llegó desde el año
siguiente a altura jamás igualada en
tiempos anteriores.
«En la preparación de carreras militares se obtuvieron resultados brillantes, como lo demuestran los muchos
oficiales salidos de sus aulas, que por
su cultura y por su fe honran a sus
maestros.'
Se da preferente importancia, como
— 527 —
es natural, a la instrucción y formación religiosas, y los resultados obtenidos son en extremo consoladores.»
Colegio de Madrid.—Viene funcionando desde octubre de 1910; por sus
clases desfilaron mäs de un millar de
alumnos.
con el cultivo del canto y de representaciones teatrales y excursiones al
campo.
El Reformatorio de San Sebastián
tiene talleres de encuadernación y
carpintería.
Reformatorios
Eficacia de la obra educadora
Desde 1921 se dedicó la provincia
también a este ministerio. La experiencia de diez años en los de San
Sebastián y Oviedo, y también en los
de Godella — donde hasta el primero de mayo pasado 1931, que la Orden
lo dejó, hubo dos padres de esta provincia—, demostró que precisamente
la acción sacerdotal es la más eficaz
en 1a - reforma de menores. Con cariño
y entusiasmo se dedican a esta obra
los sacerdotes destinados por la obediencia, algunos de ellos con bagaje
de gran cultura que podían utilizar en
otro ambiente más propicio.
Organización.—Son tres las secciones absolutamente aisladas del Reformatorio: Observación, Perseverancia y Reforma, a las que puede añadirse, para completar y asegurar el
resultado, la Casa de Familia para
aquellos jóvenes que, concluida su reforma, no puedan conservarse en la
virtud fuera de aquel ambiente, hasta
su mayor edad o hasta tomar estado.
Régimen. — Totalmente pat e rnal,
con exclusión de castigos aflictivos y
reclusiones y sin omitir los puramente científicos, indicados para cada individuo, y como medio insustituible y
excelente, el de máximos resultados,
la instrucción religiosa y la práctica
de la piedad, fomento de sana alegría
Por el Reformatorio de Nuestra Señora de Uba han desfilado 325 menores y por el de Covadonga, que sólo
tiene cuatro arios de existencia, 150.
Los éxitos obtenidos en éste han alcanzado un 80 por 100; los de San Sebastián, un 90 por 100, ambos muy
superiores a los Centros similares
del extranjero. Las causas de malograrse la reforma, además de los
contadísimos casos de degeneración
y perversión moral, son el ambiente
en que tienen que volver a vivir los
reformados y que a los diecisiete
años, edad en extremo crítica, se ven
fuera del Reformatorio, cuando más
necesarios les son los cuidados de
los educadores.
Misiones en Galicia.—Nos referimos a las comarcales, celebradas al
aire libre, con asistencia de varios
millares de personas. Este trabajo es
rudísimo, capaz de rendir las naturalezas más fuertes. Los mercedarios
vienen ocupándose hace años, 'con
general aceptación, en este ministerio,
en que se hicieron famosos los Padres Martín López, Nolasco Gaite,
Armengol Fernández y José Orjales.
Por los muchos Centros que fundaron en sus correrías apostólicas
en Galicia, tiene el Padre Comendador de Poyo la dirección general en
— 528
esta región de la Asociación de los
Jueves Eucarísticos.
Misiones en el Estado de Piauhy
(Brasil)
Tiene esta Prelatura 100.000 kilómetros cuadrados y diseminadas en
esta vasta extensión 75,000 almas. El
país es hermosísimo, pero atrasado;
un sol de fuego agotador, clima insano por falta de agua potable y sobra
de paludismo, que le merecen con razón el nombre de «infierno verde».
Aunque la misión es de la Orden,
llevan casi totalmente su trabajo religiosos españoles. Desde el año 1922
puede decirse que cuenta la Orden
Mercedaria con seis víctimas, de las
que tres entregaron allí su vida y las
otras quedaron con ella en extremo
averiada.
Su primer Obispo, Padre Pascual
Miguel, y el actual, Padre Inocencio
López, son hijos de esta Provincia.
Producción literaria
Publican los Mercedarios españoles
tres revistas: LA MERCED, órgano de
la O. T. y cofradías de este nombre,
donde aparecen casi todos los meses
semblanzas documentadas de Mercedarios insignes por su santidad o
ciencia, y que cuenta en su haber la
promoción de la celebración de las
fiestas centenarias de la Santa madrileña, la Beata Mariana de Jesús, cuyo
cuerpo, milagrosamente incorrupto,
se conserva en el monasterio de don
Juan de Alarcón.
Las otras revistas son: «San Ra-
món y su santuario» y «La Colonia
de San Vicente», interesantísima revista de los Reformatorios de menores.
Entre los escritores modernos de la
Orden Mercedaria merecen especial
mención, por el sinnúmero de obras
que han brotado de sus plumas. el
muy reverendo padre Faustino D. Gazulla, licenciado en Filosofía y Letras, académico de número de la Academia de Buenas Letras de Barcelona
y correspondiente de la Academia de
la Historia.
El muy reverendo padre Manuel
Sancho, poeta laureado, literato, teólogo, cuentista, comediógrafo y músico.
El muy reverendo padre Ramón Serratosa, doctor en Sagrada Teología por la Gregoriana. De los contemporáneos tiene la gloria de ser el fomentador y orientador de los estudios
históricos.
El muy reverendo padre Guillermo
Vázquez, doctor en Filosofía y Letras,
autor también de un buen número de
obras.
Los conventos son: Poyo (Pontevedra), fundado en 1890; Sarria
(Lugo), en 1897; Buena Dicha (Madrid), en 1917; Ferrol, en 1908. Las
residencias: Verín (Orense), en 1897;
Junquera de Ambía (Orense), en 1628;
Reformatorio de Covadonga, en 1'427;
Lequeitio, en 1928; Reformatorio de
Nuestra Señora de Liba, en 1922; Colegio de Madrid, calle de San Pedro, 3, en 1910; Herencia (Ciudad
Real), en 1896.
(De «Los Hijos del Pueblo ' , jueves
31 marzo 1932.)
ép00000.3
oto
.oeo 000e o nor,00000cl00000.0 00000 uo0r5oelnono00000000000vegao0000u000000./beeno000.00.0000000n.°0
`
_
dp000000
e°"%"er,
eo oo*44
o. o 0 Educación religiosa e o hOggc',
o.
...0
Catequistas
Segundo elemento de abajo arriba
de todo Catecismo.
Ordinariamente son las catequistas,
pero debiera haber también los catequistas. «Estos (niños y niñas), conforme a los admirables designios del
Creador, están destinados a completarse recíprocamente en la familia y
en la sociedad, precisamente por su
diversidad, la cual, por lo mismo,
debe mantenerse y fomentarse en la
formación educativa, con la necesaria distinción y correspondiente separación, proporcionada, a las varias
edades y circunstancias.» (Pío XI, en
la Encíclica sobre la educación de la
inventud.) Los niños deben ser educados por hombres y las niñas por
mujeres. Lo pide la psicología y el
modo diversó de ser de unos y otras.
La influencia predominante de la
mujer o del hombre en la educación
imprime carácter indeleble de feminidad o virilidad en toda la vida del
educando. Tenemos el ejemplo de
una y otra influencia en San Francisco de Sales y en Santa Juana Fremiot
de Chantal. La educadora única de
San Francisco fué su madre, el de
Santa Juana, huérfana de madre, fue
su padre, «austero magistrado». «Este
contraste (de formación) se hizo sensible siempre en el aspecto exterior
de los dos santos. Francisco, con su
dulzura y su sonrisa, conservó algo
de femenino, de maternal en medio
del ejercicio de las más viriles virtudes; Juana, de aspecto más rígido, sorprendentemente apta para organizar y
dirigir, a veces demasiado severa a
los ojos del buen Francisco, pareció
hasta la muerte completamente varonil entre sus compañeras.» (Mauricio Henry-Coüannier, en San Francisco de Sales, su vida y sus amistades.)
Podrá discutirse hasta qué punto ha
de influir en la educación de la mujer
el hombre y en la del hombre la mujer; pero es indiscutible que en la formación del niño debe predominar la
intervención del hombre y en la de la
niña la mujer.
Que los niños sean catequizados
por hombres y que las niñas lo sean
por mujeres es el ideal, realizable
en los Catecismos bien llevados,
porque de ellos saldrán, así como las
jóvenes y mujeres, también los jóvenes y hombres, notables por su piedad y, por lo mismo, por su espíritu
de apostolado.
Pero mientras el Catecismo no dé
estos frutos, hay que contentarse
con las catequistas para niñas y
niños.
Mal procedimiento también es reservar a las jóvenes y en su primera
juventud la labor catequística; no pueden esperarse frutos sazonados. Cada
edad tiene sus ventajas; reunidas de
las varias edades en ia obra del Catecismo serán magníficos los resultados. Las personas de edad dan auto-
—
350 —
ridad y seriedad, aportan la experiencia de la enseñanza y de los años y la
madurez del juicio al cuerpo de catequistas. Menos fervorosas para el
trabajo las de edad madura son más
constantes y de mayor rendimiento;
menos imaginativas son más prácticas y con afecciones más desarrolladas, más probadas por el sufrimiento,
más ennoblecidas por la práctica de
la virtud, tienen mejor temple para la
labor catequística.
La Asociación, pues, de la Doctrina Cristiana debe tener dos secciones: la de mujeres y la de hombres,
y una y otra integrada por personas
de toda edad y de toda condición.
Por más desocupadas y por más
hábiles han de predominar las personas acomodadas, pero no deben ser
excluidas las de posición modesta y
aun menesterosa, entre las cuales se
encuentran con frecuencia quienes
tienen excelente espíritu cristiano y
cualidades verdaderamente extraordinarias para la enseñanza.
Enseñar es la función del catequista, Enseñanza teórica y práctica, que
es la enseñanza integral: luz en la inteligencia, calor en el corazón; ideal
en la mente, impulso en la voluntad;
norma de conducta en la doctrina,
conformidad de obra en la práctica.
Deberá ser, pues, el Catecismo
escuela práctica de la vida cristiana,
que del conocimiento pase al afecto,
y del afecto a la obra, y con la espontaneidad con que el fuego alumbra,
calienta y mueve, no se contente con
enseñar lo que debe ser, sino que
enseñe lo que es la vida cristiana.
Enseñanza más eficaz, porque tiene
más elementos, entra por los sentidos, despierta y desarrolla los afectos, y crea a la par que el hábito cognoscitivo el afectivo de la vida religiosa, en que consiste su acto culminante: amar a Dios.
El saber es el fundamento, la medida y también el método de la enseñanza. Porque nadie enseña si no
sabe, ni más de lo que sabe y enseñará sólo según sabe; porque—razón
que las abarca todas--, cada ser obra
a su imagen y semejanza.
Es, pues, necesario que las catequistas sepan mucho y bien el catecismo, si han de enseñarlo bien y a
fondo. Los medios por donde aprenden son los mismos con que enseñarán.
—
No basta, con todo, saber para enseriar, es preciso, además, saber enseñar.
Si todos tuviésemos igual capacidad y por lo mismo fuesen iguales las
etapas de nuestro progreso cognoscitivo, claro está que sólo y por los
mismos medios por donde uno conoce por esos mismos enseñaría. Pero
no es así; las capacidades son distintas y, además, hay muchos pasos por
donde se llega al conocimiento, que
aunque pertenecen al orden cognoscitivo, de tal modo se sumieron en el
abismo del olvido, que no se conserva de ellos la menor noticia y, por lo
mismo, no tienen utilidad para la enseñanza, porque son como si nunca
hubiesen existido.
Para enseñar, pues, es necesario:
—
331 —
primero, saber; después, saber que
se sabe, es decir, conocer el camino
y los pasos por donde se llegó a
saber y, por fin, conocer el estado de
conocimiento en que se encuentran
los catequizandos y su capacidad
de aprender para, tomando como
punto de partida lo que saben, al
paso que permita su capacidad, se les
enserie hasta formarlos perfectamente
en la vida cristiana.
He aquí la labor del director del
Catecismo en la escuela de catequistas, de la cual pende el porvenir del
Catecismo.
FR. JUAN
102 Q9
EL TRIUNFO SE ACE
Cuando la lucha es sin piedad, no
puede ser duradera, dice el viejo aforismo latino.
Mas para los católicos de hoy, tenemos una esperanza particularísima,
y en extremo consoladora. Me refiero
a las profecías de la Madre María
Ráfols.
Cuando oí hablar de ella la primera
vez, el escéptico, que todo español
lleva en el fondo de su alma, dibujó
en mis labios una sonrisa, que se
concretó en unas objeciones al que
de ella me hablaba. Quedé intrigado;
pedí su vida y escritos, los leí y medité, y ahí tienes, lector, el fruto de esta
meditación,
Ante todo, dos trazos para presentar a la heroína, luego, unas observaciones, no sutiles, sino redactadas
por el sentido común.
De familia pobre nació en el molino
S'En Rovira, Villafranca del Panades,
el día 5 de noviembre de 1781. Era el
molino asilo de los pobres que a él
ll egaban; instruida religiosamente por
-su madre, hizo su primera comunión
el día 4 de junio de 1795, en la que
consagró su virginida
efte t u eifey
divino Esposo de las alm
catorce años ingresó en las monjas
Sanjuanistas, de Barcelona, y después de sentir y someter a prudente
prueba su nueva vocación fundó la
Hermandad de Santa Ana, teniendo
como primera casa el Hospital de
Nuestra Señora de Gracia, de Zaragoza. Allí la cogió la guerra de la
Independencia, y en sus sitios viéndose privada de alimentos para sus
enfermos, fue al campo francés en su
busca, salvando a muchos prisioneros españoles, en el fondo del carrito
en que llevaba los restos que le daba
el ejército sitiador.
Estuvo condenada a muerte por
esta causa, salvándose milagrosamente. Ya en Zaragoza, rivalidades
políticas la metieron en la cárcel, sin
culpa de ningún género, y la desterraron luego a Huesca, donde pasó
el increíble suplicio de verse despreciada aun por sus mismas hijas.
Carácter entero, sacrificada en extremo, no dió muestras de sus dolores, y animó siempre a sus hijas a
—
332 —
vivir bien y santamente como lo habían prometido.
Vuelta a Zaragoza, enferma, aún
trabajó lo que no podía esperarse de
ella, y ya terminada su carrera entregó su alma al Señor, en un dulcísimo
deliquio de amor, el día 30 de agosto
de 1853, en el Hospital de Nuestra
Señora de Gracia.
A grandes rasgos está trazada la
heroína. Veamos ahora las reflexiones a que me referí al comenzar.
Entre las gracias que disfrutó, tuvo
el don de profecía (I). Aparece este
don en los escritos póstumos, dos de
los cuales andan en todas las manos.
En ellos se anuncia, más de un siglo
antes, la persecución de los católicos
españoles y aun la organización mundial de los sin Dios, que tan bien
describe y ataca la última Encíclica
de Su Santidad, «Charitale Christi
compulsi», publicada con motivo de
la solemnidad especial que revistió
este año la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús.
Tres clases de profecías se encuentran en estos famosos escritos de la
Sierva de Dios:
1.° Profecías referentes a sus Hermanas.
2.° Profecías particulares dirigidas
a España.
3. 0 Profecías universales para todos mis Hijos los hombres.
Me concretaré a las referentes a España, tocando de paso las universales.
(I) Todos los conceptos de este artículo quedan
sometidos a lo que en su día diga la Santa Iglesia.
Los títulos de Santa y Sierva de Dios no pretenden prejuzgar el juicio definitivo que sólo puede
emitir el Vicario de Cristo.--;Nota de' autor).
Ante todo. Se han cumplido. El hallazgo de los dos Crucifijos. El señalamiento del año 1931, año en que
«empezará abiertamente» la época
persecutoria. El designio de Pío XI
como fundador de la festividad de
«Cristo Rey». La retirada de los Crucifijos de las escuelas y la laicización
embrutecedora de la enseñanza, «de
manera especial querrán con gran
empeño quitar (dijo Jesús a su santa
hija) y quitarán de la vista de sus
hijos pequeñuelos, tan amados de su
Corazón, su imagen y prohibirán que
se les enseñe su «Doctrina Divina».
Todo esto está llevado a cabo y sin
género de duda puede argumentarse
así: Si parte de lo dicho se cumplió,
es de esperar se cumpla lo restante.
Y lo restante admite una división,
que puede ser: Causas de esta persecución y Promesa del triunfo de los
buenos.
Causas de esta persecución. «Son
muchas las ofensas que he recibido y
las que he de recibir, sobre todo, de
la mujer, con sus vestidos impúdicos,
sus desnudeces, su frivolidad y sus
perversas intenciones, con las que
conseguirán la desmoralización de
las familias y de los hombres, y ésta
será en gran parte la causa de que se
irrite la Justicia de mi Eterno Padre y
se vea obligado a castigar a los hombres por lo mucho que se alejarán de
El y de mi Iglesia católica y de los
mandatos de mi Vicario en la tierra y
de los Divinos preceptos» (I).
«La relajación e infidelidades con que
(1) Escrito encontrado el día 29 de enero de
1932, pág 5.
— 333 —
le corresponden las almas que a su servicio le están consagradas, y de un
modo especial de las ofensas que recibe de los sacerdotes que indignamente
celebran el santo sacrificio de la Misa.
Esto es lo que hace llorar y lastima
más el Corazón de mi Divino Hijo."
Palabras de la Santísima Virgen a la
Madre Ráfols.
He aquí, pues, las causas de la persecución. A todos nos toca algo y bastante. Hemos con nuestras miserias
y contemporizaciones, frecuentemente olvidado nuestros deberes. Ahora
nos llama Jesús, y si no le oímos, se
verá obligado a «destruir poblaciones
enteras». Recuérdese el caso de Managua, destruida en gran parte por un
terremoto en la Semana Santa del
año pasado.
Aprendamos de una vez y escar
mentemos, si es que todavía nos
queda un resto de sentido común.
Pero Jesús, cuyo amor a España es
de sobra conocido, en forma de una
predilección especial, consuela a la
santa Madre y anima a todos con
estas palabras: «No temas; por más
medios y maquinaciones que mis hijos
desgraciados inventen para quitar la
fe de España, no lo conseguirán, y
Yo te aseguro, para tu consuelo y
tranquilidad, que por amor a las almas
j ustas, puras y castas que en España
siempre habrá, Yo reinaré hasta el fin
de los tiempos en ella de una manera
singular, y mi Imagen será venerada
hasta por las calles y plazas.'
Por amor a las almas justas, puras
y castas, que son siempre los pararrayos de la Justicia divina. No se refiere con esto el Señor a las almas todas
merengue, que se pasan la mañana
extasiadas ante el Sagrario y a la
tarde se van a los bailes de sociedad,
a los cines o teatros inmorales o a
charlar sin recato ni pudor; la vergüenza dejó de existir en el mundo,
esos flits, resbaladizos cuando no
abiertamente obscenos. Almas en las
que el amor que dicen sentir por
Cristo no es más que hiperestesia
elevadísima, producida por su desarreglado vivir.
Hay más. Jesús llega a decir; «Yo
las sostendré en todo, que siento predilección por mi querida España, tan
amada de mi Madre Santísima, y
antes de perderse la fe en Ella, haría
que desaparecieran los pueblos. Este
escrito será encontrado cuando se
aceraue la hora de mi Reinado en
España; pero antes haré que se purifique de todas sus inmundicias.'
¡Bendita sea su mano! ¡Que nos
purifique y pronto, aunque lloremos
lágrimas de sangre!
¿Por qué mereció España esta predilección de María?
No podemos olvidar que fuimos los
portavoces de su Concepción Inmaculada, que luchamos heroicamente para
nimbar su frente con el velo purísimo
de la sin mancilla. ¡Cómo paga María!
Ahora que necesitamos todo su poder, Jesús se ve obligado a salvar a
España, «llevado del grande amor
que les tengo, y de las muchas instancias que me hace mi Madre Santísima, a la que nada puedo negar.»
El día del triunfo hay que rendir un
homenaje a María, que deje una estela
tras sí imborrable. Lo merece nuestra
Madre por lo que pide por España.
— ä34 —
Tiene que ser algo grande. Prepárense ya los artistas, los sabios, los
santos; el homenaje tiene que ser de
todos y por todos, y en nuestro himno
nacional tiene que figurar el nombre
de María, como en la bandera de la
Patria quiere Jesús que figure su Divino Corazón.
Conclusión
Estarnos en época persecutoria.
Humillemos nuestra cerviz, oremos,
—
hagamos penitencia y vendrá ei
triunfo.
De él nos aprovecharemos pära demostrar a Jesús que no somos desagradecidos para instaurar en nuestra
Patria la verdadera vida cristiana y
todo se ha de hacer según su doctrina.
El doble Mandamiento. Ama a tu
Dios con todo tu corazón, y a tu prójimo corno a ti mismo, he ahí el modo
de realizar este triunfo que nos promete para pronto el Divino Corazón.
amado, y dfjome: «¡Levántate, apresúrate, amiga mía, paloma mía (1), galana mía, y vente! Pues ya se acabó el
invierno: cesó la lluvia, se retiró. Vénse ya las flores sobre el campo: ha llegado el tiempo de los cantares, y la
voz de la tórtola oyóse en nuestra campiña. Brota ya de la higuera su nuevo
fruto. ¡Levántate, amiga mía, hermosa
mía, y vente!...» La mi paloma en la
hendidura de la peña, en el ahujero de
la pared: enséñame tu cara, hazme oir
tu voz: porque tu voz es dulce, y encantadora tu cara.
Gradual
FR. 12. SANJURJO
MISAL MERCEDARIO
Fiesta de Nuestra Santísima Madre
de la Merced (24 de septiembre)
vernos siempre libres de todo pecado y
de la cautividad del demonio. Por el
mismo J. C. Nuestro Señor...
Introito
Alegrémonos todos en el Señor, celebrando este día de fiesta en honor de la
Santísima Virgen María... Los Angeles se regocijan de su Descensión y
cantan alabanzas al Hijo de Dios. Salino XLV: Mi corazón prorrumpe en un
hermoso canto, y digo: ¡Mi obra es para
un rey!... -y. Gloria al Padre...
Oración
Oh Dios, que por la gloriosísima Madre de tu Hijo quisiste fundar en tu
Iglesia una nueva Orden para librar a
los fieles del poder de los paganos: Te
rogamos nos concedas, por los méritos
y súplicas de la citie veneramos como
Fundadora de tan glorioso Instituto,
Epístola
Lección del libro de la Sabiduría
(Cant. II, 1-13). Esposa: Soy el narciso
de Sarön, el lirio de los valles.—Esposo:
Como un lirio entre espinas, tal parece
mi amada entre las doncellas.—Esposa:
Como un manzano entre los árboles de
la selva, así es mi muy amado entre
los jóvenes. A su sombra, como lo deseara, me he recostado, y su fruto es
dulce para mi paladar. Metióme en su
bodega, y ordenó en mi el amor (1).
Esforzadme, rodeadme de vasos de
vino, cercadme de manzanas, que enferma estoy de amor. ¡Que su izquierda sostenga mi cabeza, y abráceme con
su derecha!... Hablado ha mi muy
(1)
Traducción dudosa, lo subrayado.
555 —
Metiötne en su bodega, y ordenó en
mí el amor. Esforzadme, rodeadme
de vasos de vino, cercadme de manzanas, que enferma estoy de a mor.
(Cant. II, 4 5). Aleluya, aleluya. -y. Tú,
oh Maria, eres la puerta del Rey celestial', y radiante aposento de la Luz
increada. ¡Celebrad, oh gentes liberta-.
das, la Vida que se nos dió por medio
de la Virgen! (Himno de las Piestas de
la Virgen).
Secuencia (2)
¡Griten alborozadas las falanges de
cautivos, y el pueblo cristiano entone
en este gran día alegres y hermosos
cánticos! ¡Regocijémonos todos a una!
Y celebremos con los corazones rebosantes de gratitud aquella celestial visión, gracias a la cual contemplamos
gozosos rotas las cadenas de la esclavitud. Este es el día de las misericordias:
(1) Las tres palabras subrayadas están en la
Vulgata, no en el original.
(2) Nos dispensará el erudito lector la gran libertad que nos hemos tomado en la traducción de
la secuencia. Era del todo necesaria para hacer
una cosa algo decente. La pieza en cuestión es
e xtraordinariamente barroca y conceptista, y es
de sentir no haya alcanzado la gran limpieza de
Prosas de S. Pico V.
en él se despliegan con júbilo del Cielo
las banderas del Amor. La fe, la vida
de los cautivos, minada con astucias,
con fuertes castigos, y a punto de desmoronarse por toda suerte de calamidades, encuentran un firme sostén en la
Virgen Madre. Pues al ver Ella los
alaridos, los lamentos, los suplicios del
pueblo fiel, tiende presurosa su mano
para sacarle de aquellos aprietos en
que se hallaba sumido y devolverlo a
su patria sin naufragio de la fe.
Mientras Nolasco revolvía en su
mente durante la oración la manera de
librar a los cautivos, la clementísima
Virgen se le aparece rodeada de tranquila majestad para indicarle que libre
a los pobrecitos que están aherrojados
con grillos mahometanos. Y le dice que
sería muy del agrado suyo y de su divino Hijo la fundación, en honor de
Ella, de una Orden cuyo principal oficio fuese romper las cadenas de los
cautivos y traerlos a su tierra libres de
la horrible esclavitud.
Esta insigne Obra del Amor manda
que sea conservada; y para que se propague, también se la muestra a otros. Al
momento obedeció Pedro, haciendo con
sus compañeros el voto de quedarse en
rehenes por los cautivos en caso de necesidad.
¡Dulce Fundadora de nuestro Instituto: Sé siempre Nuestra Madre!... Consuela a los cautivos. Aumenta nuestro
Amor. Torna gloriosa y haz que Jesús
ame mucho a esta Familia que Tú fundaste. Concédenos que siempre te demos en todo gusto. Y, para librarnos
del infierno, muéstranos tu dulce rostro
en la hora de la muerte. Amén. Aleluya.
Evangelio
Continuación del Santo Evangelio
según S. Juan (XIX, 25-27). En aquel
— 336 —
tiempo estaban junto a la Cruz de Jesús su Madre y la hermana de ésta María de Cleofás y María Magdalena. Al
ver Jesús a su Madre y al discípulo que
amaba, allí presente, dijo a su Madre:
Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al
discípulo: He ahí tu Madre. Y desde
aquella hora el discípulo la recibió por
suya. Credo.
Ofertorio
¡Seas bendita de tu Dios en todas las
tiendas de Jacob! En todos los pueblos
que oigan tu nombre, el Dios de Israel
será ensalzado por causa tuya. Aleluya. (Judit, XIII, 31).
Secreta
Te presentamos, Señor, ofrendas de
alabanza, hoy que recordamos tus beneficios; y te pedimos rendidos que, así
como te dignaste sacar a los fieles de
cruel servidumbre por ministerio de la
Madre de tu Unigénito, también a nos-
La Misa sabatina de
Uno de los privilegios que más sorprenden a los sacerdotes extraños que
frecuentan nuestras iglesias es el de
la Misa votiva de la Merced que se
canta en ellas todos los sábados del
año, aunque sean fiestas de primera
clase. Esa Misa suele ser concurridísima, tanto en Europa como en América, siendo en ella muy numerosas
las comuniones.
No está el privilegio en nuestro bulario por ser posterior a él en veinte
años, y alguna vez surgieron dudas
sobre su extensión. Hace pocos días
hallé copia de él en el Ms. 2.906 de
-
otros nos libres misericordiosamente
de los lazos y de la cautividad del demonio. Por el mismo Nuestro Señor Jesucristo...
Comunión
Los fuertes aguaceros no son capaces de apagar el fuego del amor, ni los
ríos pueden ahogarlo. Si alguno quisiera comprar el amor con todas las riquezas de su casa todo el mundo le despreciaría (Cant. VIII, 7).
Poscomunión
Recibidos ya, Señor Jesús, los sacramentos de nuestra redención, infúndenos nuevo esfuerzo por la intercesión
de tu Santísima Madre; y así como dejamos por su ayuda las cadenas del
cuerpo, seamos libres también, por los
ruegos de Ella, de las ataduras de nuestra alma. Que vives y reinas...
NATANAEL
Ntra. Santísima Madre
la Bib. NI,, en que el P. Talamanco
iba preparando la continuación del
Rvdmo. Linás. Dice así:
Ordinis B. M. V. de Mereede
caleeatorum et excaleeatorum
Ad humillimas preces R. P. Didaci
a Scto. Philippo procuratoris generalis excalceatorum B. M. V. de Mercede redemptionis captivorum, nomine etiam totius ordinis sude religio-
nis, Sac. Rit. Congregationi porrectis,
in quibus demisse supplicabatur uf
loco missae votivae quae ex regulis
357 —
ordinis et privilegiis Clementis VIII et
Urbani VIII a toto praedicto ordine
singulis sabbatis cuiuslibet hebdomadae canitur, exceptis tarnen diebus
sabbati sancti, vigiliae et Nativitatis
Domini et die sancti Petri Nolaschi, in
posterum missa propria Apparitionis
13. M. V. alias pro festivitate eiusdem
Apparitionis B. M. V. sub die secunda
Junii 1685 ab hac Sacra Congregatione approbata, a toto orcline calceatorum et excalceatorum 13. M. de Mercede redemptionis captivorum in dictis
singulis anni sabbatis cani possit.
Et sacra eadem Rit. Congregalio
ad relationein Emi. et Rmi. Cardinalis
de Abdua benigne inclinata respondit:
Pro gratia, mutatis illis verbis in
introitu Diem festum, quorum loco
dicatur memoriam. Die XI julii 1711.
SiG. Cardinalis Carpineus. Locus
e
gilli. 13. Inghirami Sac. Rit. Congregationis, Secretarius.
Este decreto no hace más que amampliar la concesión que de tiempo
inmemorial gozaba la Orden, sustituyendo la Misa votiva general de la
Virgen por la nueva de la Merced,
que podría cantarse todos los sába •
dos, excepto el Sábado Santo y aquellos en que cayeren la vigilia o fiesta
de Navidad o la fiesta de San Pedro
Nolasco.
De cuán antigua es en la Orden la
Misa y Salve sabatina, es buena prueba un documento de 1307, en que
Galcerän de Miralles dota el alumbrado de la Misa y Salve que se cantaba
en nuesta iglesia de Santa Coloma de
Queralt todos los sábados. (Gazulla:
(< La Patrona de Barcelona», pág. 53).
FR. GUILLERMO VÁZQUEZ
Magisterio eclesiástico
Instruccum y normas de los Prelados 8 los neies ell orden
al mairmioillo canino
Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, Señor, Redentor y Pastor de nuestras almas, ya en su predicación evangélica, repitiendo las palabras del Génesis, proclamó la santidad
e indisolubilidad del matrimonio elevado en la Ley de Gracia a la dignidad
de sacramento. En el Evangelio de San
Mateo (XIX, 6) dice: «Así, pues, ya no
son dos, sino una sola carne. Por tanto
lo que Dios juntó no lo separe el hombre». Añadiendo luego: «Yo os digo
que todo aquel que repudiare a su mu•
jer, si no es por fornicación, y tomare
otra, comete adulterio, y el que tomare la repudiada comete adulterio».
Y aun considerado el matrimonio
bajo el sólo aspecto de contrato de derecho natural, se observa que difiere de
todos los demás contratos no sólo por
crear vínculos diversos de obligación,
sino por lo que afecta a los mismos
contrayentes, constituyéndoles de personas independientes, al varón en cabeza y la mujer en centro, con igual
dignidad para ambos, de la sociedad
Serán días de vacación en cada Colegio la fiesta
onomástica dei P. Rector y del P. Maestro respectivos. Asimismo, los Filósofos celebrarán su Patrona, Santa Catalina4 Finalmente, se celebrará el Patrono especial del lugar, como San Juan Bautista en
Poyo.
«Las disciplinas filosóficas deber nM de enseñarse de tal forma que los alumnos se vean como llevados de la mano ante todo a un conocimiento sólido u coherente del Hombre, del Mundo y de
Dios, apoyados en el patrimonio filosófico perennemente válido, teniendo en cuenta las modernas
investigaciones filosóficas, especialmente las que
influyen más en la propia nación, u el reci,ente
progreso de las ciencias, a fin de que los alumnos, conociendo bien la índole de la época presente, se preparen eficazmente para el dialogo
con los hombres de su tiempo.»
(«Op f.atam totius», n. 15.)
«Las disciplinas teológicas han de enseñarse a
la luz de la fe u bajo la guía del Magisterio de
la Iglesia, de forma aue los alumnos saquen cuidadosamente la doctrina católica de la divina Revelación; penetren en ella profundamente, la conviertan en alimento de su vida espiritual u puedan luego, en su ministerio sacerdotal, anunciarla,
exponerla y defenderla.»
(«Optatam totius», n. 16.)
42
-
538 -
doméstica que es el fundamento y raíz
de toda sociedad humana. Por ello la
Iglesia, cuidadosa siempre y la única
competente e interesada en lo que afecta a la salvación de las almas no podía
dejar de tener participación en materia
tan necesaria para la sociedad temporal, que constituye la Igleia militante;
por esto, conforme con la institución de
su divino Fundador, ha legislado sobre
los fieles y con autoridad propia en materia matrimonial, tanto en la parte
que atañe a la fe, como a las obligaciones del estado conyugal y a los impedimentos que invalidan el matrimonio,
imponiendo preceptos que conciernen
a los actos y conducta del cristiano, sin
cuya observancia, tanto como en el
caso de falta de fe, nadie puede alcanzar la salvación eterna.
Y por tales motivos la Santa Iglesia
Católica, apostólica y romana, constituida por Dios en depositaria de la fe
y maestra de costumbres, ha proclamado unánimemente, conducida siempre
por el Pontífice Romano, Vicario de
Cristo, la dignidad sacramental, la santidad e indisolubilidad del matrimonio,
y la propia potestad en orden a él sobre
todos los fieles bautizados. Y en su virtud, el Concilio de Trento, examinando
para la debida tutela de la fe las doctrinas de los novadores de su tiempo,
en la sesión XXIV, promulgada por la
Santidad de Pío Papa IV, en su Bula
Benedictus Deus estatuyó los canones
siguientes. «1. Si alguno dijere que el
Matrimonio no es verdadera y propiamente uno de los siete sacramentos de
la Ley Evangélica, instituido por Cristo nuestro Señor, sino inventado en la
Iglesia por los hombres, y que no con-fiere gracia; sea anatema.-2. Si alguno
dijere que es lícito a los cristianos tener a un mismo tiempo muchas mujeres y que esto no está, prohibido por
ninguna ley divina; sea anatema.-4.
Si alguno dijere que la Iglesia no podía
establecer impedimentos dirirnentes de
Matrimonio, o que al establecer los
erró; sea anatema.-5. Si alguno dijere
que se puede disolver el vínculo del
Matrimonio por la herejía, o cohabitación molesta, o ausencia afectada del
consorte; sea anatema.-7. Si alguno
dijere que la Iglesia yerra en haber enseriado y enseñar, según la doctrina
del Evangelio y de los Apóstoles, que el
vínculo del Matrimonio no se puede
disolver por el adulterio de uno de los
consortes; y en enseriar que ninguno
de los dos, ni aún el inocente que no
diö motivo al adulterio, puede contraer
otro matrimonio viviendo el otro consorte, y que cae en fornicación el que
se casare con otra dejada la primera
por adúltera, o la que dejando al adúltero se casare con otro; sea anatema.—
8. Si alguno dijere que yerra la Iglesia
al decretar que por muchas causas puede hacerse la separación del tálamo o
de la cohabitación entre los cónyuges
por tiempo determinado o indeterminado; sea anatema.-12. Si alguno dijere que las causas matrimoniales no
pertenecen a los jueces eclesiásticos;
sea anwema.»
Esta doctrina queda confirmada por
las proposiciones condenadas en el Syllabus de Pío IX, y en el Código de
Derecho Canónico redactado por mandato de Pío X y promulgado por Benedicto XV, ambos de feliz y santa memoria, con valor dogmático y disciplinar obligatorio para todo fiel cristiano,
se estatuyeron los cánones del Título VII del libro III, en los cuales, recopilando las mismas enseñanzas seculares de todos los tiempos, se regula el
matrimonio cristiano. Entre dichos cánones, es necesario que los fieles recuerden principalmente los siguientes:
-
539 -
«1.012 § 1. Cristo nuestro Señor elevó el
mismo contrato matrimonial entre bautizados a la dignidad de sacramento.
§ 2. Por tanto entre bautizados no puede haber contrato matrimonial válido
sin que por ello mismo sea sacramento.-1.013. § 1. Fin primario del matrimonio es la procreación y educación de
la prole; secundario, la mutua ayuda y
el remedio de la concupiscencia. § 2.
Propiedades esenciales del matrimonio
son la unidad y la indisolubilidad, que
en el matrimonio cristiano adquieren
peculiar firmeza por razón del sacramento.-1.016. El matrimonio de los
bautizados se rige por el derecho no
sólo divino, sino también canónico,
salva la competencia de la potestad
civil sobre los efectos meramente civiles del mismo matrimonio.-1.038. § 1.
Sólo a la suprema autoridad eclesiástica compete declarar cuando el derecho
divino impide o dirime el matrimonio.
§ 2. La misma autoridad suprema tiene
el derecho exclusivo de establecer para
los bautizados impedimentos impedientes o dirimentes del matrimonio por vía
de ley universal o particular. — 1.094.
Sólo son válidos los matrimonios que
se contraen delante del párroco, o del
Ordinadio del lugar, o de un sacerdote
delegado por uno de ambos y dos testigos; según, empero, las reglas expresadas en los cánones que siguen, y salvas
las excepciones de que se habla en los
cánones 1.098 y 1 099.-1.099 § 1. A observar la forma arriba establecida vienen
obligados: 1. Todos los bautizados en la
iglesia católica y los a ella convertidos
de la herejía o del cisma, aunque tanto
aquéllos como éstos la hayan luego
abandonado, todas las veces que contraigan matrimonio; 2. Los mismos antedichos, si contraen matrimonio con
personas acatólicas, bautizadas o no,
aun después de haber obtenido dispen-
sa del impedimento de religión mixta o
de disparidad de culto; 3. Los orientales, si contraen con latinos obligados a
esta forma. § 2. Mantenido lo prescrito
en el párrafo primero de este canon,
n. 1, los acatólicos, bautizados o no, si
contraen entre sí, en ningún lugar vienen obligados a observar la forma católica del matrimonio; como tampoco
los nacidos de acatólicos, aun cuando
bautizados en la Iglesia católica, si desde la edad infantil crecieron en la he
rejía o cisma o en la infidelidad o sin
religión alguna, siempre y cuando contraigan con parte acatólica.-1.110. Del
matrimonio válido nace entre los cónyuges un vínculo por su naturaleza
perpetuo y exclußivo; además, el matrimonio cristiano confiere la gracia a
los cónyuges que no le ponen óbice.—
1.113. Los padres tienen gravísima obl:.gación de cuidar de la educación ora
religiosa y moral, ora física y civil de
la prole en la medida de sus fuerzas, y
de procurar también por su bien temporal. — 1.118. El matrimonio válido
rato v consumado no puede ser disuelto por ninguna potestad humana, ni
por ninguna causa, fuera de la muerte». Consiguientemente a estas disposiciones y siguiendo lo enseriado por los
Concilios y Constituciones Apostólicas
anteriores, proclama en el título XX
del libro IV el primero de sus cánones,
o sea, el 1.960, lo que sigue: Las causas matrimoniales entre bautizados co
rresponden por derecho propio y exclusivo al juez eclesiástico..
Tal es la doctrina católica admirablemente expuesta y explanada por
Su Santidad el Papa Pío XI en su reciente Enciclica «Casti Connubii . , a la
cual deben prestar adhesión completa
todos los fieles. La Iglesia, eltpero,
atenta siempre al mayor bien de sus
fieles y no olvidando los efectos que
-
340 -
causa el matrimonio en la vida civil,
obedeciendo también a la misión de
enseriar que le está conferida por su
divino Fundador, ha cuidado siempre
de exponer claramente lo que según las
circunstancias especiales de los países
y tiempos está permitido a los católicos y de declarar lo que, por oponerse
al sagrado depósito de la fe y de las
costumbres, les está prohibido bajo
pena de separación del gremio de la
misma y riesgo de la eterna salvación,
si en tal negación continuaren.
Por ello, pues, los Metropolitanos y
Obispos en representación de las provincias eclesiásticas y Diócesis cons
tituidas en la República Española, para
la debida salvaguardia de la fe y costumbres cristianas, estatuimos y declaramos, de conformidad con las leyes
canónicas arriba citadas, lo que a continuación se expresa:
1. Sólo es legítimo y válido entre
bautizados en la Iglesia católica, aunque el bautizado sea sólo uno de los
contrayentes, el matrimonio canónico
contraído jurídicamente y sin impedimento alguno ante el Ordinario, párroco propio, o sacerdote por los mismos
delegado, y dos testigos, salvo lo prevenido en el Código de Derecho Canónico para el caso de peligro inminente
de muerte.
2. De conformidad con lo preceptuado en el canon 1.063, § 3, del propio
Código, no es ilícita la comparecencia
ante el oficial del Estado para llenar
las formalidades prescritas por la misma ley al sólo objeto de disfrutar de
los efectos civiles del matrimonio. Y
aun conviene que esto se practique,
para mayor bien de los esposos y de la
prole nacedera del matrimonio. Con
todo, tengan entendido los católicos
que tal acto no les faculta para convivir o cohabitar matrimonialmente, aun-
que se denomine matrimonio civil o
simplemente matrimonio, ya que para
los mismos no es sacramento ni matrimonio valido, sino que constituye para
ellos simple medio legal de disfrute de
los efectos civiles del matrimonio en la
sociedad civil.
3. Por tanto, cometería grave culpa
moral el fiel cristiano que atentare el
matrimonio civil con esperanza de disolverlo después, merced a no reputarlo en el fuero eclesiástico contrato válido; pues con ello no sólo incurriría en
simulación inmoral, sino que pecaría
contra justicia en perjuicio de su comparte y de la prole.
4. No es lícita a ningún fiel cristiano, bautizado en la religión católica, la
disolución del vínculo conyugal, el
cual por su misma naturaleza, consumado el matrimonio, es perpetuo e indisoluble.
5. Tampoco es lícita la separación,
temporal o perpetua, de los cónyuges
sin la autorización del Ordinario en los
casos previstos por el Derecho Canónico. Tanto de estas causas, como de las
de declaración de nulidad del matrimonio, como en la dispensa de nulidad de
matrimonio rato y no consumado, deben entender los tribunales eclesiástiticos en la forma prevenida por el De -
recho.
6. Aun quedando en todo su vigor y
firmeza lo declarado en el número precedente, en atención a que, cuando
existe causa canónica de separación,
los católicos tienen derecho a los efectos civiles de ella dimanantes, seguridad de las personas, debida tutela de
los intereses materiales y educación,
manutención y bien de la prole, la Iglesia no es contraria a tolerar que los
fieles utilicen las leyes civiles para
obtener dichos efectos, sin que ello
pueda implicar en absoluto tibieza en
-
341 -
la firme adhesión debida a la doctrina
católica, ni mengua alguna en su deber de atenerse a la disciplina eclesiástica y de procurar, para bien de la religión y de la patria, que sean abrogadas las leyes contrarias a la santidad
del matrimonio y respetados a la Iglesia los derechos que por ley divina le
competen.
Por tanto, y a fin de evitar a los fieles
el dispendio de tiempo y los mayores
gastos que un doble proceso judicial en
la forma ordinaria importaría, mientras la Santa Sede no dispusiere algo
en contrario, se tolera que aquéllos
puedan introducir la causa de mera separación ante los tribunales civiles,
con tal obtengan previamente la auto. rización o licencia del Ordinario propio, quien, para concederla, deberá
cerciorarse, mediante información sumaria, de que existe causa canónica
para la separación.
Cuando la especial gravedad o índole
del caso exigiere un trámite urgente
para obtener la necesaria seguridad de
las personas y de los bienes, deberán
los fieles expimerlo reservadamente al
Ordinario, quien, atendida la gravísima y urgente necesidad, podrá otorgarles un plazo prudencial para que se
instruya la previa información sumaria de que se ha hecho mérito.
No obstante la tolerancia otorgada,
será digna de grande aprecio y alabanza la conducta de aquellos fieles que,
bien percatados de la eficacia de la
disciplina eclesiástica aún para la mayor prosperidad de la sociedad civil y
defensa del bien conyugal y familiar,
den más acendrada prueba de respeto
y acatamiento a la autoridad de la
Iglesia, simultaneando los procesos o
pleitos de mera separación ante los tribunales eclesiásticos y civiles, y todavía mejor, procurando, en cuanto fuese
hacedero, que la decisión eclesiástica
sirva para su conciencia de guía segura en la prosecución del pleito civil.
Por su parte los Ordinarios pondrán su
mayor interés en facilitar a los fieles
este proceder ejemplar, asegurando
que la tramitación de la Curia sea lo
más rápida posible, y aceptando que
las costas de los juicios ante la misma
ventilados sean abonadas solamente
por aquellos que buenamente quieran
o puedan satisfacerlas.
7. Las anteriores normas y orientaciones deberán observar en el consejo
que dieren y en la dirección, cooperación y auxilio que prestaren los aboga
dos y procuradores de las partes, como
quienes más de cerca han de influir en
que la substanciación de las causas matrimoniales ante los tribunales civiles
sea sin perjuicio de la indisolubilidad
del vínculo y de la observancia de las
leyes eclesiásticas y en que los fieles
sientan debidamente que las obligaciones y cargos de su conciencia pertene
cen a un fuero anterior y superior a la
ley civil.
8. El fiel cristiano, que en su calidad
de funcionario público, deba aplicar las
leyes civiles, podrá hacerlo con arreglo a las mismas, cuidando, empero, de
salvaguardar su conciencia aplicando
las normas de los probados autores de
sana moral.
9. En todo caso de separación, aunque el otro cónyuge atentare nuevo
enlace civil, es deber del consorte cristiano cuidar en la medida de su fuerza
de la cristiana educación y hasta del
bien temporal de la prole, y de procurar con suave y cristiana caridad, con
oración asidua y constante y con el
buen ejemplo y dignidad de vida, la
conversión del otro cónyuge, al que
continúa unido por vínculo matrimonial y por la dulce eficacia de la gra-
—
542 —
cia, la que Dios nuestro Señor confiere
constantemente miéntras no se ponga
óbice a la misma.
10. No teman los cónyuges cristia nos separados de sus consortes el llevar una vida de absoluta continencia,
por cuanto, como declara el sagrado
Concilio Tridentino, repitiendo conceptos del Antiguo y Nuevo Testamento,
Dios nuestro Señor, que permite en el
hombre las contrariedades y tentaciones, no niega semejante gracia, cuando le es humilde y sinceramente pedida, siendo, además, la vida casta y
pura, en la respectiva situación en que
el hombre se encuentra, la mejor garantía para la fecunda prosperidad del
individuo y de la sociedad.
11. Tengan, por último, entendido
todas y cualesquiera personas que de
palabra, por escrito o por obra contradijeren los cánones de la Iglesia antes
reseñados, o sea los que los enseriaren
o en cualquier forma sostuvieren no
ser necesario para la unión conyugal
de los fieles bautizados en la Iglesia
católica el matrimonio canónico celebrado legítimamente de conformidad a
sus leyes y prescripciones, o que el
vínculo matrimonial es disoluble, o
atentaren nuevo matrimonio viviendo
el primer consorte, o pidieren la disolución total del vínculo, o a ello prestaren su cooperación y ministerio, salvo
lo permitido en las declaraciones que
preceden, que, además de incurrir en
grave pecado, quedan en cierto modo
separados del gremio de la Iglesia, en
la cual sólo podrán ser recibidos mediante sincero arrepentimiento. En su
virtud, todos los comprendidos en esta
declaración no podrán participar en
actos públicos eclesiásticos, ni formar
parte de asociaciones ni corporaciones
canónicas, ni ser padrinos c12 bautismo
y confirmación, ni intervenir en actos
—
religiosos, ni ser enterrados religiosamente. La Iglesia, madre piadosa, no
niega en la última hora y con tal que
exista verdadero arrepentimiento, en
ninguna ocasión de la vida, los sacramentos necesarias para la salvación;
pero no podrán tener entierro católico,
aunque en su última hora hubiesen recibido la absolución, aquellos bautizados que, pudiendo hacerlo, no hubiesen
procedido en su conversión con publicidad suficiente para reparar el escándalo asegurando un cambio de vida
para lo sucesivo.
***
Al formular estas declaraciones, como
obligación ineludible que nos impone el
ministerio que tenemos confiado en la
Iglesia de Cristo, bajo la dirección suprema del Pontífice Romano, los Metropolitanos y Obispos representantes
de las Provincias eclesiásticas y Diócesis de España, hemos de rogar por el
mismo Jesucristo, Dios y Señor nuestro, recordando los méritos en favor de
todos los hombres, con su Preciosa Sangre contraídos, a los fieles cristianos
constituidos en el estado conyugal o
que aspiran a él, que con su vida ejemplar y digna en todos los órdenes de la
existencia, incluso el civil, den verdadero testimonio de la fe que profesan y
de su dignidad de cristianos, tanto en
sus costumbres como en el régimen de
la familia y educación de la prole, cual
conviene a quienes miran esta vida
temporal como preparación de la eterna. El matrimonio cristiano ha sido en
toda época, fuente primaria de una fecunda y robusta vida social: la justicia
y caridad practicadas en la propia familia, la mutua paciencia, inspirada no
sólo por conveniencias terrenas, sino
por el ideal superior de la fidelidad a
Dios, la verdadera unidad e indisolubi-
343 —
lidad de la vida conyugal, trascienden
siempre a todas las esferas sociales y
son elemento primordial y necesario
para que, fortalecido el hombre con lo
que practica en su propia familia, propugne en las demás esferas, realizándolos por su parte, el imperio de la paz,
del trabajo, de la caridad y de la justicia. Exhortamos, finalmente, a todos
los párrocos y encargados de la cura
de almas de nuestra respectiva jurisdicción, a que, sin discutir ni hacer objeto de controversia, hechos ajenos a su
ministerio, enserian claramente a los fieles la doctrina de la Iglesia sobre el estado conyugal, tan luminosa y oportunamente expuesta en las grandes Encíclicas Arcanurn divinae, de León XIII,
y Casti Connubii, del actual Pontífice
reinante, y a que, secundando sus de
seos y siguiendo sus enseñanzas, procuren por todos los medios a su alcance
que sea conocida y observada la santidad del matrimonio cristiano.
Dadas en la fiesta de San Jaime, 25 de
julio de 1932.
En nombre y representación de las
respectivas Provincias Eclesiásticas,
F. Card. Vidal y Barraquer, Arzobispo de Tarragona.-- E. Card. Ilundain y Esteban, Arzobispo de Sevilla.
t Ramón, Patriarca de las Indias.—
j- Retnigio, Arzobispo de Valladolid.—
1- Prudencio, Arzobispo de Valencia.—
Rigoberto, Arzobispo de Zaragoza.—
1- Fr. Zacarías, Arzobispo de Santiago.
t Manuel, Arzobispo de Burgos.--l- Manuel, Obispo de Jaén, por la Provincia
de Granada.—t Eustaquio, Obispo de
Sigüenza, por la de Toledo.
MEIRCEDAPIOS ILUSTPES
El R. P. Fr. Manuel Tapia
En la galería de los mercedarios
ilustres, creernos que debe figurar
desde hoy el nombre del 12. P. Fray
Manuel Tapia, cuyo fallecimiento,
ocurrido en la ciudad de Curicó (Chile) el 24 de junio último, ha sumido
en hondo duelo a la Provincia Mercedaria chilena, de la cual fué dos veces
Provincial, y lo consideró siempre
como uno de sus miembros más beneméritos.
No fueron sin duda sus dotes de
talento, ni su variada ilustración las
que dieron realce a la personalidad
del P. Tapia, no; fueron la bondad
inagotable de su corazón, siempre
1-
el
24
de junio de
1932
abierto a la indulgencia para las debilidades humanas; la dulzura y amabi-
lidad de su trato, que le captaban
todas las voluntades; la modestia y
apacibilidad de su carácter, que le rodeaba de una aureola de beatitud; su
deseo constante de servir a los demás, aunque para ello fuese necesario llegar hasta el sacrificio; su vida
de religioso intachable, más que eso,
de reconocida virtud, observante
corno pocos de las reglas y constituciones de su Orden; y, por sobre todo,
su amor incomparable a su Instituto,
al cual dedicó hasta el último momento de su vida las más bellas energías
— 344 —
de su espíritu, los más tiernos afectos
de su corazón.
Depositarios como fuimos de la
confianza del P. Tapia, y conocedores
de los tesoros de su espíritu, por más
de veinte años; creemos estar capacitados para hacer de él una breve semblanza y ofrecerla a los lectores de
LA MERCED, en la seguridad de hacer
una obra de justicia, salvando del
olvido una existencia que dió tanta
gloria a Dios y tanto lustre al hábito
blanco de los hijos de la Merced.
Nació el R. P. Tapia en la aldea de
Lolol, perteneciente a la provincia de
Curicó, de honrados agricultores, el
día 10 de junio de 1854. Desde pequeño se sintió llamado por Dios al estado religioso, y habiendo oído un día
en la parroquia de su pueblo predicar
a un sacerdote mercedario, se sintió
fuertemente atraído por la belleza del
hábito blanco, hasta el punto de tener
valor para acercársele y pedirle datos
para poder ingresar en su Comunidad.
A los diecisiete años cumplidos lo
vemos revestido de la blanca librea
de los hijos de la Merced, hacer su
profesión religiosa, seguir los estudios eclesiásticos y ordenarse de
sacerdote en las témporas de junio
del año 1879.
Séanos permitido aquí un recuerdo
cariñoso que en más de una ocasión
le oímos contar con voz enternecida:
«Canté mi primera misa—nos decía —
en la iglesia de la Merced de Rancagua; y fué mi padrino de altar mi tío
carnal, el R. P. Fr. Francisco de Rojas, a la sazón Comendador de ese
convento; y madrina mí tía la señora
doña Rosario Rojas de Villalón. No
los olvido nunca en mis oraciones».
Cuatro años habían transcurrido
apenas, cuando fué elegido para ejercer el cargo de Comendador del convento principal de Santiago; lo que
equivale a decir que sus prelados lo
consideraron apto para regentar la
casa más importante de la Provincia,
y no se equivocaron. El joven superior se dió cuenta desde un principio
de la enorme responsabilidad que
caía sobre sus hombros, y acudió
ante todo a la oración. Horas enteras
pasaba a las plantas del altar de la
Santísima Virgen de la Merced, su
Madre querida, y Ella, sin duda, le
inspiró el pensamiento de fundar en
sus templos la piadosa asociación
de la Corte de Mercedes, que hoy
está establecida y se mantiene floreciente en todas las iglesias mercedarias de Chile.
Esta Asociación de la Corte se
compone de señoras y señoritas que
se comprometen a velar una o más
horas en un día de la semana ante la
imagen de la Santísima Virgen; y el
P. Tapia se dió tal maña en la propagación de esta práctica, que logró
hacer de la Corte de Mercedes establecida en la Merced de Santiago el
año 1884, la primera en su género de
la capital, y a ella se sentían honradas de pertenecer las señoras y señoritas de la más rancia nobleza de la
sociedad. Con el fin de que la obra
perdurara, redactó sus estatutos y
compuso las oraciones que fueron
bien pronto aprobadas por la autoridad eclesiástica.
Otra de las obras a que el P. Tapia,
como Superior, prestó lodo el confin-
- 545 —
gente de *su actividad, fué el Colegio
nistros tan ilustres como el eminente
de San Pedro Nolasco, nacido de la jurisconsulto don Cosme
necesidad de los tiempos borrascosos padre del actual Arzobispo de Sanque por ent4 nces corrían, y fundado
tiago; al Sr. Pbro. D. Nicanor Moyaen los primeno, el activo
ros días de
Tercero que
marzo del año
dotó a la Cor1886.
poración del
Si a otros
bellísimo Cacorrespondi ó
rro y andas
la dirección
doradas de la
pedagógica y
procesión de
literaria en su
Mercedes, y
func i onamienpor último, al
to , sobre el
egregio maP. Tapia recagistrado, honyó la responra del foro chisabilidad de la
leno, don Carpreparación
los Risopamaterial del
trón, que con
edificio, distrisu venerable
bución de sus
fi gura parecía
salas de clases
realzar la nitiy en general de
dez y belleza
todo aquello
del blanco esque constituye
capulario que
la completa orpendía de su
ganización de
cuello.
un estableciPero la obra
miento de edupor excelencación esco- El M. R. P. Manuel Tapia, apóstol incansable y bienhechor cia, en la cual
lar, como las
insigne del pueblo.
el P. Tapia
exigencias del
desplegó tomomento lo requerían.
dos los ardores de su celo, todo el emDurante su período de Comenda- peño de su perseverante voluntad,
dor dió también gran impulso y des- fue la traída al país de las Religiosas
arrollo a la Venerable Orden Tercera,
mercedarias, que tanto bien derraman
buscando entre sus miembros a los a manos llenas en los establecimiencaballeros más activos y distinguidos,
tos de caridad que están a sus cuidapara confiarles el cargo de Ministro. dos. Le oímos decir en varias ocasioA su pericia se debió el que la Orden nes, que éste había sido el sueño más
T ercera de Santiago contara con Mi- querido de su vida y para el cual ha-
— 346 —
bía encontrado más obstáculos. No es
de extrañarse entonces que, desde
que estas venerables religiosas pisaron el suelo de Chile, hayan encontrado en el R. P. Tapia un verdadero
padre, un consejero, un amigo; más
que todo eso, su verdadera providencia. En cada una de las Casas que la
Beneficencia les ha confiado, se diría
que está el corazón entero del P. Tapia, él vela por todo, y con solicitud
verdaderamente paternal parece que
se adelantara a sus necesidades.
Otra de las obras predilectas nacida
de la inagotable bondad del corazón
del P. Tapia fue el Asilo de la Infancia que fundó en la ciudad de Curicó
el 9 de junio de 1905, anexo al Hospicio de Ancianos, y que puso bajo la
dirección de sus queridas Religiosas
mercedarias. A este establecimiento
dedicó los últimos diez años de su
vida, con una actividad y abnegación
tales, que le ha merecido el nombre
de el Apóstol de Curicó. He aquí lo
que me decía un caballero de la localidad en cierta ocasión solemne, cuando fuimos a la celebración de sus bodas de oro sacerdotales: «Es objeto
de la admiración general ver cada día
al P. Tapia, recorriendo a pie las
calles de la ciudad en demanda de una
limosna para sus pobres huerfanitos;
y es tal la simpatía que logra despertar en todas las familias del pueblo,
que no hay ninguna que se niegue a
su solicitud, aunque sea de avanzadas
ideas antirreligiosas, o de aquellas
que se dicen librepensadoras.
Nadie más popular entre nosotros
que el R. P. Tapia; pobres y ricos,
niños y ancianos ansían frecuentar
su trato y se honran con su amistad».
Testigos de la verdad de estas palabras fuimos en dos ocasiones solemnes; cuando asistimos a sus bodas
de oro, en que hasta los choferes de
los autos se prestaban gratuitamente
para conducir a los pasajeros que
asistíamos a esa solemnidad; y con
ocasión de su muerte, cuando vimos
a un pueblo entero rodear su cadáver
y derramar lágrimas de ternura ante
la sepultación de sus despojos.
Hemos dicho que una de las características de la personalidad del Padre
Tapia era su modestia; con todo, en
su larga vida de religioso, quiso la
Providencia que ocupara por largos
arios el cargo de Superior en los diversos conventos que posee la provincia, dejando en cada uno de ellos
marcada la huella de su paso, con
hermosas e importantes obras que
han dejado al descubierto las cualidades que fueron el distintivo de su
vida: la profunda piedad de su corazón y su celo y entusiasmo por el bien
y progreso de la Orden. En Valparaíso fue Comendador un tiempo y súbdito después, y en ambos estados trabajó activamente en la construcción
de la iglesia que fue la mas hermosa de la ciudad, y que desgraciadamente destruyó casi por completo el horrible terremoto de la noche
del 16 de agosto de 1906. En Talca
fue en tres periodos Comendador y
todavía se recuerda por la culta sociedad de esa noble ciudad, el entusiasmo que el P. Tapia gastaba en las
festividades de la Novena y día solemne de Ntra. Sma. Madre de la Merced. En ese día se daban cita en el
— 547 —
convento todas las autoridades, representantes de todas las corporaciones civiles, militares y eclesiástiras,
y todos, presididos por el P. Tapia,
celebraban la fiesta patronal de la
Merced como una fiesta íntima de familia.
Queremos recordar aquí que la imagen de la Santísima Virgen que se
venera en el camarín del altar mayor
de la Merced de Talca, fue mandada
esculpir en madera por el P. Tapia,
aprovechando la estancia en Chile del
célebre escultor catalán Sr. Coscolla,
que tantas obras de arte legara a
nuestras iglesias.
En Quillota, Rancagua y Curicó,
también ejerció en diversos períodos
el cargo de Superior el P. Tapia, llevando a esos pueblos como a otros
el celo por el esplendor del culto divino y el entusiasmo por el progreso
de su Orden, de que ya hemos hablado.
Corrían para la Provincia Mercedaria chilena días de amargura y de
incertidumbre. Después de una prueba
de más de tres arios a que le había
sometido la Providencia, el edificio
mercedario había quedado tambaleando; y la muerte del Rvdo. P. Bohorques, una de sus columnas más sólidas, que ejercía el cargo de Provincial en abril de 1913, abrió a sus pies
la amenaza de una total y lamentable
ruina. Dios quiso entonces salvarle,
inspirando al Rvdmo. P. General el
pensamiento de nombrar Provincial,
directamente de Roma, al R. P. Tapia,
modesto conventual entonces de nuestro convento de Talca. La Provincia
entera respiró de alborozo, y bien
pronto se dejó sentir en su organismo,
una nueva savia de vitalidad y de
energía. El primer acto del nuevo
Provincial fue reunir en torno de sí
a todos los Comendadores, para cambiar ideas respecto a las dificultades
que habían surgido en el gobierno de
la Provincia, y darles pronta solución.
He aquí cómo se expresa respecto
a este Congreso de Comendadores
un notable escritor de la época: «Esta
reunión ha tenido por objeto estudiar
entre todos y apreciar con criterio uniforme las necesidades de nuestra Comunidad, en todos los aspectos en.
que puede ser considerada; estimular
la observancia religiosa y el celo por
las obras buenas; atajar el mal en
donde se le vea aparecer, y aplicarle
oportunamente el remedio más eficaz;
y por último, abrir nuevos campos de
trabajo a la actividad mercedaria en
nuestra sociedad, en donde hoy como
nunca hacen falta los obreros de
Dios».
Una de las conclusiones prácticas
a que arribó este Congreso, fue la de
adquirir una imprenta que abriese
campo más expedito y más amplio al
desenvolvimiento de las obras de propaganda mercedaria. Pues bien, el
P. Tapia, venciendo toda clase de dificultades, con los escasos recursos
del erario provincial, adquirió para la
Comunidad una magnífica imprenta,
cuya completa instalación se terminó
en uno de los departamentos de nuestro convento de Santiago.
Aquí comenzaron a imprimirse las
dos Revistas que por entonces tenía
la Provincia: «Los Hijos de María»,
- 348 —
fundada por el R P. Henríquez a principios del año 1904 y que tuvo épocas
de gran prosperidad, y la «Abejita de
Oro», redactada por los jóvenes estudiantes de nuestro Constado. Otra
de las obras que la Providencia deparaba al celo del nuevo Provincial,
fué la fundación de un nuevo convento
en la provincia de Tacna, al cual vinieron a refugiarse los religiosos
mercedarios que el Gobierno sectario
de Bolivia había arrojado de su convento de La Paz. El P. Tapia, de
acuerdo con el Gobierno de Chile y el
.limo. Sr. Vicario Castrense, aceptó
allí una residencia para los Padres,
que después fué elevada a la categoría de Comisaría general, dependiente
de Roma. El P. Tapia la visitó en el
invierno del año 1914, cuando emprendió un viaje al Perú, para hacer
una visita de cortesía a nuestros hermanos de la vecina República del
Norte.
Todo un período constitucional gobernó la Provincia mercedaria chilena
el R. P. Tapia, al fin del cual se celebró Capítulo Provincial presidido por
el Rvdmo. P. Vic. General Fr. Inocencio López Santamaría, y el P. Tapia
resultó elegido Comisario general de
nuestro convento de Tacna. En calidad de tal pudo asistir, tres años más
tarde, al Capítulo General celebrado
en Roma el 1. 0 de noviembre de 1919,
y con tal motivo visitar nuestros conventos de España, conocer en Barcelona la cuna de la Orden y tratar de
cerca a los religiosos más beneméritos que le daban lustre y esplendor.
Entre ellos conoció al incansable investigador de nuestra historia, Reve-
rendo P. Vázquez, el cual en correspondencia especial dirigida a la Revista mercedaria, se expresaba así de
nuestro biografiado:
«Conocí en Roma al que fué nuestro decano en el Capítulo, R. P. Tapia,
el cual superó con mucho nuestras
previsiones que acerca de su persona
teníamos formadas, con su inteligencia despiertísima, su palabra ardiente
y su trato en extremo simpático. Su
chilenismo fervoroso es una prueba
de cómo el patriotismo puede y debe
ser todo amor, y no odio al extranjero, corno algunos pretenden».
En realidad, que el amor al terruño
fué otra de las características del
P. Tapia, amor que le conquistó simpatías unánimes en todos los religiosos de la Orden que le conocieroa, y
que oímos recordar tres años después
a nuestro paso por Europa.
Cansado ya de trabajar y lleno de
méritos, parecía que ya el P. Tapia
tenía derecho a un descanso bien merecido; pero no; todavía la Comunidad podía esperar nuevos y sazonados frutos de este árbol medio secular; y en efecto, a principios del ario
1921 recibe de Roma por segunda vez
el nombramiento de Provincial por un
nuevo período, y debió someterse a
la voluntad de Dios, manifestada en
la orden recibida de su Superior jerárquico. Este su nuevo gobierno se
distinguió principalmente por la actividad que necesitó desplegar para
obtener de la Santa Sede el título de
Basílica para nuestra iglesia de Santiago, y los preparativos y solicitudes
que hubo de hacer para conseguir la
venida a Chile del Ernmo. Cardenal
— 549 —
Benlloch a la consagración y estreno
de la Basílica. Al P. Tapia le tocó
presidir, como Provincial, todos los
festejos a que este acontecimiento
único en los fastos de la historia eclesiástica de Chile dió lugar, y todos
sabernos y recordamos con íntima
satisfacción, que el Provincial de los
mercedarios estuvo en esa ocasión a
la altura de su puesto, y supo en todo
momento mantener muy en alto la
dignidad y prestigio de la Comunidad
que presidía.
Terminados los tres años de su
gobierno, pidió y obtuvo del nuevo
Provincial elegido en el Capítulo celebrado en 1924, se le permitiera retirarse a su querido convento de Curicó, para prepararse, como él decía, a
bien morir, y ocupar los últimos años
de su vida en el servicio de los niños
huérfanos de su Asilo de San Ramón.
Aquí, en efecto, transcurrieron plácidamente sus últimos años, ocupados
totalmente en el desempeño de su
ministerio sacerdotal, principalmente
en la administración del sacramento
de la penitencia. Llegó a ser el confesor obligado de todos los establecimientos públicos, y a faltarle el tiempo para servirlos a todos.
El año 1929 todo el pueblo de Curicó celebró alborozado el fausto acontecimiento de las Bodas de oro sacerdotales de su Apóstol predilecto, el
R. P. Tapia, quien todo confundido
por su excesiva humildad, debió aceptar el homenaje de cariño, respeto y
gratitud que toda la sociedad le tributaba. El Sr. Cura Párroco le cedió la
iglesia, el Sr, Intendente le presentó
sus congratulaciones a nombre de la
Provincia y el pueblo todo le exteriorizó su regocijo, abriendo una colecta
extraordinaria en beneficio de sus niños del Asilo.
De intento hemos dejado para lo
último hablar de las tribulaciones,
penas y sufrimientos que en muchas
ocasiones vimos padecer a nuestro
querido P. Tapia. Sabido es que ,no
hay mérito sólido y verdadero si no
hay lucha y ésta no es coronada por
la victoria. Pues bien, Dios probó en
muchas ocasiones la virtud del P. Tapia, permitiendo que la bondad y l a .
indulgencia con que sabía perdonar
las debilidades humanas, fuera considerada como falta de carácter; la
dulzura y amabilidad de su trato fuera
tenida como argucia para conquistarse adhesiones a su persona. En más
de una ocasión oímos que le eran
negados sus méritos de fundador de
tal o cual sociedad, o se le escatimaban los elogios merecidos por su
constante actividad en beneficio de
sus semejantes.
Todo lo supo llevar el P. Tapia con
paciencia y resignación, y jamás se
oyó de sus labios una palabra de crítica o de queja para los que no comulgaban con sus ideas, o aparentaban no conocer sus méritos.
Dios lo encontró al fin digno de ir
a descansar al seno de su infinita misericordia, y tras und larga enfermedad que el P. Tapia supo sobrellevar
con entera resignación cristiana, entregó su alma en manos de su Creador en la tarde del viernes 24 de junio
de 1932, a la edad de 78 años cumplidos. Su fallecimiento fué considerado
en Curicó como una desgracia públi-
- 350 —
y su dolor se exteriorizó en el
homenaje que rindió a sus despojos,
asistiendo en gran número a la sepultación de sus restos. La Comunidad
mercedaria chilena está de duelo, y la
Orden entera pierde en el R. P. Tapia
a uno de sus miembros más ilustres y
beneméritos.
FR. DIEGO A. ROJAS
Santiago, 10 de julio de 1932.
ca,
Nota.--En párrafo de Crónica aparte encontrarán los lectores de LA
MERCED la relación de los funerales y
el hermoso discurso pronunciado por
el Sr. Cura Párroco de Curicó sobre
la tumba del R. P. Tapia.
Constantinopla al día
Impresiones de un viaje
(8 a 12 de junio)
Por fin logramos atravesar el Maritza, que constituye la nueva frontera
de Grecia con Turquía, en el Orient
Express, el 8 de junio de madrugada.
Nos apresuramos a declarar el dinero
que llevábamos para evitar otro lance
como el ocurrido en Grecia; los aduaneros tomaron buena nota de nuestra
declaración, pero nadie se recordó ya
de ella; más vale así.
Aquel tren es verdaderamente internacional. Entramos en un coche del
Estado Búlgaro, pero el departamento
estaba ocupado por rumanos. El Padre Ameno entabló conversación con
ellos, les habló de la Gran Rumania,
y al poco tiempo entonaban a coro
canciones t'imanas. ¡Mi compañero es
un archivo internacional!
Según iba amaneciendo podíamos
apreciar la frondosidad del paisaje.
La Tracia es hermosísima. La con-
versaciön se complicaba por momentos; sonaban en nuestros oídos palabras francesas, italianas, alemanas,
búlgaras, griegas y abundaba también
el español.
Un señor nos preguntó dónde pensábamos alojarnos; no lo sabíamos
aún, pero iríamos a un hotel. ¡No
hagan eso, que sería de mal efecto!
Todos los sacerdotes van a casas religiosas, donde hay hospedería. El
era católico y se había educado en
los salesianos; allí estaríamos muy
bien.
Cerca de las once entrábamos en
Constantinopla. La primera impresión
es mala: atravesamos unos barrios
miserables contiguos a la muralla,
dentro de la cual se desliza el tren
hasta llegar al muelle. Nuestros compañeros rumanos hiciéronnos ver en
lo alto Santa Sofía y poco después el
palacio del Sultán o Serrallo. Bajarnos
del tren y en un taxi nos dirigimos a
los Salesianos... pero al cabo de un
rato aparecimos a las puertas de los
PP. Dominicos, que tienen la parroquia de San Pedro en el barrio de
Galata. El chaufeur ignoraba el Colegio de los Salesianos y creyó que sería igual.
No tenemos que lamentar la equivocación: los PP. Dominicos se portaron con nosotros como hermanos
cariñosos. Comenzamos hablando en
francés, que abandonamos por el italiano, pues nuestros huéspedes lo
eran. También aquí se lució el Padre
Ameno, que parece romano de nacimiento, y amenizó los recreos con
anécdotas del Trastévere.
Después de comer y descansar un
rato, salimos en busca de Santa So
fía. Es el mayor anhelo de todo cristiano y aun de todo hombre culto que
llega a Turquía ver la que fué durante
mil años (hasta la terminación de
San Pedro de Roma) la primera iglesia y aun el primer edificio del mundo,
convertida desgraciadamente en mez-
- 351 —
quita desde 1453. Hasta nuestros reyes de la reconquista soñaban con
Santa Sofía al construir sus modestísimas iglesias.
Con un plano de la ciudad en la
mano tardamos poco en hallarnos
dentro de la basílica, y las cruces que
todavía se conservan en las puertas
de bronce, nos cercioraron de que no
nos habíamos confundido. Nos calzamos las indispensables babuchas, pues
todo musulmán se descalza al entrar en la
mezquita y los infieles
deben al menos cubrir
sus zapatos. Es verdad
que las mezquitas están
alfombradas, a veces
con gran lujo.
El vestíbulo es comparable al de San Pedro. ¡Buena noticia!
una brigada de obreros italianos especializados subidos en un
andamio de hierro proceden a la limpieza de
los riquísimos mosaicos, embadurnados
malamente por los mahometanos. Las
imágenes del Salvador y de su Madre,
de los apóstoles y mártires, y las escenas bíblicas resplandecerán de nuevo a los ojos de los visitantes como
en los días de Justiniano.
Los musulmanes como los judíos
aborrecen la figura humana, pero Kemal Pachá tiene estatuas en casi todas
las ciudades, y aunque no faltan protestas contra el ídolo quedan ahogadas por el miedo. Menos aspavientos
producirá la imagen de Cristo.
Serían como las tres de la tarde y
había bastante gente en oración. Los
cantores ejecutaban una salmodia
oriental, de las que tanto nos chocan
a los europeos, desde una tribuna elevada. Muchos hombres, varios de
ellos militares, oraban rostro por tie-
rra. En cambio, un grupo de mujeres
charlaban escandalosamente a la izquierda.
Con mucho cuidado de no levantar
los pies para no perder las babuchas,
fuimos recorriendo las inmensas naves, no cansándonos de admirar el
sistema de cúpulas que parecen no
tener sostén. Enormes discos verdes
con sentencias del Corán penden de
Interior de Santa Sofía.
las pilastras, pero yo trataba de descubrir a través de la pintura la enorme
imagen del Salvador que llena la cúpula central. No lo conseguí, pero
advertí en el mosaico algunos desconchados que deben ser considerables,
pues se encuentran a 62 metros de
altura. Sólo quedan al descubierto las
alas de los enormes querubines que
decoraban las pechinas de la cúpula
central, aunque sus caras están cubiertas también.
Los turcos estuvieron con nosotros
amables y por una modesta propina
nos enseñaron los códices iluminados
que posee la mezquita. Después de
recorrer en todos sentidos el templo
que Justiniano levantó de 532 a 548 a
Santa Sofía (la Sabiduría Increada,
Nuestro Señor Jesucristo), nos dirigi-
•— 352 —
mos al vestíbulo y dejamos las babuchas en su lugar. Yo juré no volverlas
a poner, pues el temor de perderlas
me había traído inquieto. —Voy a soñar con ellas—dije al P. Ameno. En
adelante me descalzaré donde sea
preciso.
Así lo hice en la mezquita del sultán Ahmet, edificada en 1611, a corta
distancia, en la misma plaza del Atmeidán, antiguo Hipódromo. Los seis
minaretes que adornan sus angu los son
elegantísimos, pero dentro vemos una
segunda edición de Santa Sofía. Desde que vieron el gran templo cristiano
los musulmanes no supieron hacer
otra cosa más que copiarlo, en grande, en mediano o en pequeño. El plano es siempre el mismo.
Al salir se acercó a nosotros un
vendedor de postales. Nos saludó en
italiano, pero luego adivinó que éramos españoles y se apresuró a declarar que él lo era también. Nos dijo
que su negocio iba muy mal, pues no
hay turistas y no queda más remedio
que emigrar El era casado, con tres
hijos, y pensaba venirse a España en
octubre; otros judíos lo habían hecho
ya y enviaban buenas impresiones.
Le compramos algunas postales y
nos enseñó lo que había en la plaza.
Vimos el obelisco de Teodosio, la
columna serpentina (probablemente
el trípode de Delfos) y demás. Nos
invitó a ir con él hacia la puerta de
Andrinópolis, al extremo opuesto de
la ciudad. Comprendimos que allí tenía su casa y así le pagaríamos el
tranvía. Lo más interesante en aquel
barrio es la mezquita Kakhrié, antiguo
monasterio de Chora, con preciosos
mosaicos, ya descubiertos.
Examinamos después la puerta,
contra la que se dirigieron los más
feroces asaltos de Mahomet 11 en 1453.
La muralla está formada por bandas
alternativamente blancas y rojas y
pocas ha brá tan bellas. Ahora se
cae a pedazos y no falta quien
desee aprovecharlos para hacer casas.
Desde lo alto del muro vimos el
gran cementerio musulmán en las
afueras, que es como todos los que
luego habíamos de ver, la imagen de
la desolación y de la incuria. No tiene
cerca y unos pequeños cipos con un
turbante encima, constituyen su único.
adorno. La maleza domina por todas
partes y si los animales no frecuentan
más aquellos parajes, es porque no,
les ofrecen atractivo.
Istambul o Constantinopla antigua,
no está edificada sobre siete colinas
como Roma, sino prosaicamente sobre una albarda, cuyas vertientes van
al mar de Mármara y al Cuerno de
Oro, que es su puerto, magnífico,
pues se introduce en tierra 11 kilómetros, con un ancho medio de uno.
Dos puentes de hierro sobre barcas
de lo mismo lo cruzan, uniendo Estambul con los barrios de Galata y
Pera y dividiendo así el Cuerno de
Oro en tres partes: el puerto exterior,
el interior (entre los dos puentes) y el
militar en el fondo. La maniobra de
retirar la parte central de los puentes
para dar paso a los barcos de guerra,
debe ser bastante complicada. En el
puente de Galata, o sea el exterior,
hay dos líneas de tranvías.
Al día siguiente de nuestra llegada
nos dirigimos por el puente viejo (interior) a la mezquita de Solimán el
Magnífico, situada enfrente de nuestra
casa, pero nos costó llegar a ella más
de lo calculado. Callejas estrechas y
mal olientes, formadas en gran parte
por casas de madera desvencijada,
nos entretuvieron cerca de una hora.
Puede darse por bien empleada, sin,
embargo: la mezquita Suleimaniéh
es la más bella de la ciudad después,
de Santa Sofía, donde el sultán rival
de Carlos V derrochó su magnificencia. Las preciosas columnas de granito rojo que la adornan proceden de
la basílica de Santa Eufemia, en Cal-
— 555 —
cedonia, situada al lado opuesto del internarse en esos barrios la decepBósforo.
ción es grande.
El interior de ésta como el de otras
Por la tarde vimos el Serrallo, antimezquitas, está lleno de aros de hie- guo palacio del Sultán y ahora museo.
rro, de los que penden innumerables Lo mejor que tenía era la situación
vasos de aceite, pero corno éste va
sobre el Bósforo, pues sus pabellones
caro ahora están limpios y algunas son poco majestuosos y los del habombillas esparcidas aquí y allá sus- rem sencillamente miserables. Cada
tituyen a las antiguas lámparas.
mujer tenía su cocina y otras depenEnfrente de la mezquita está el anti
dencias donde apenas entraba la luz
guo bazar o
del sol. Un esmercado turcalofrío recoco, formado
i rrió nuestras
por cuchitrivenas al reles, donde se
cordar los draamontonan los
mas sangriencomerciantes
tos que allí se
y las más abidesarrollaron.
garradas merEn el museo
cancías, como
hay objetos de
es de uso en
gran valor matodas las ciuteria!, aunque
dades mahono de mucha
metanas. Un
arte. Al ver los
poco a la iztrajes de los
quierda vimos
sultanes, desExterior de Santa Sofía.
un gran edifide Mahomet II,
cio de estilo greco-romano. Un joven
nos recreaba el pensamiento de que
nos explicó que estábamos en la Uni- eso y poco más quedaba de aquellos
versidad de Estambul. El edificio no
hombres qüe un día fueron el terror
es malo, pero su vida interior deja de la cristiandad.
bastante que desear, según los misMás abajo tuvimos interés en ver /a
mos turcos, ansiosos de mejoramien- Sublime Puerta que daba entrada al
to serio.
palacio del Visir, hoy Gobierno civil.
Volviendo hacia Santa Sofía por el Lo de sublime es una exageración
camino que habíamos recorrido la
manifiesta, pues resulta de lo más
víspera, vimos la plaza de Bayazid ramplón. Hay que decir que los sulta •
ante el antiguo Ministerio de la Guenes tenían en las orillas del Bósforra, y en ella una gran torre, donde el ro palacios mejores, levantados por
vigía, teléfono en mano, advierte a los arquitectos cristianos generalmente.
bomberos los incendios que surgen a
En los jardines del Serrallo está
cada hora. Con la mitad de las casas también el museo arqueológico, don
hechas de madera, no cabía esperar
de hay joyas inestimables, pues los
otra cosa.
musulmanes arruinaron las ciudades
Constantinopla, como todas las
más hermosas del mundo griego, y
ciudades de Oriente, debe mirarse de de entre los escombros surgen tesolejos. Las matas de verdura que es- ros maravillosos. Los sepulcros de
maltan sus barrios, les dan un aspeclos reyes de Sidón, contemporáneos
to más agradable que el de las ciuda- de Alejandro Magno, no tienen semedes apiñadas de Occidente, pero al
jante en ninguna parte, y de Jerusalén
—
554 —
vinieron igualmente piedras interesantísimas como la inscripción del
túnel de Ezequías y la que prohibía a
los gentiles la entrada en el templo.
Vimos también las iglesias católicas
modernas, entre ellas la de los menores conventuales, dedicada a San
Antonio, terminada ahora para las
fiestas centenarias, con ayuda de los
mahometanos que llenan sus hermosas naves góticas y creen más en San
Antonio que en Mahoma. ¡Quiera el
Señor abrirles por ahí las puertas del
bautismo!
Por ahora continúan cerradas, pues
aunque se proclamó la libertad de
cultos, el bautismo de dos jóvenes
musulmanes levantó una polvareda
horrible en la prensa, que obligó a
los conversos a ocultarse, lo mismo
que a sus maestros en la fe.
Sin embargo los turcos tienen afan
por aparecer civilizados y extreman
el respeto con los extranjeros, con tal
que no hagan prosélitos. Flan abandonado el turbante y demás prendas
tradicionales y visten completamente
a la europea. Para ver los trajes antiguos hay que ir al museo de Artillería,
situado en la antigua iglesia de Santa
Irene cerca del Serrallo. Ante aquellas figuras repugnantes evocaba yo
las escenas que pintan nuestros redentores. A un lado de ese museo se
desciende al depósito de aguas del
tiempo de Justiniano, que forma una
gran basílica de muchas naves y presta aún servicio.
Después de visitar al Sr. Nuncio y
de recorrer la ciudad en todos los
sentidos, después de correr varias
leguas en tranvía a lo largo del Bósforo y de regresar en uno de los barcos que hacen el servicio cada cuarto
de hora, seguimos por el Cuerno de
Oro hasta el fondo, fijándonos en el
punto adonde Mahornet II llevó por
tierra sus naves que decidieron la
pérdida de la ciudad. Adquirimos luego núestros billetes para cruzar el
ESTUDIOS
GALLEGOS
Asia Menor y nos retiramos a descansar, ¡que harto lo necesitábamos!,
el sábado 11, a fin de tomar el tren al
día siguiente.
F12. GUILLERMO VÁZQUEZ
e
ROMANC
8. Ei Maestre de Santiago
(Versión de Santiago de Compostela).
Al Santísimo
Sacramento del Altar
ROMANCE
Tierno manjar, pan divino,
con el calor de amor hecho,
que sólo el saber de Dios
pudiera acertar a haceros.
Comida de mis entrañas,
ramillete de misterios,
piña de apiñadas gracias,
don de mil dones secretos.
Abril de flores del alma,
mayo de frutos eternos,
¿qué tengo, si os como y amo?
¿qué amo si os como y tengo?
¿Quién sois, soberano enigma?
Dios, pan, manjar, sacramento,
convite, cielo, galán,
nieve, dulzura, amor, fuego.
¿Quién os acertará el nombre?
Si pondera los efectos
sabeis a lo que no sois,
y sois lo que no sabernos.
Si corno lo que no alcanzo,
si abrazo lo que no puedo,
¿qué tergo si os como y amo?
¿qué amo, si os corno y tengo?
Si os como, ¿qué manjar busco?
Si os amo, ¿qué amor deseo?
Si os tengo, ¿qué bien me falta
ni en la tierra ni en los cielos?
Dios, pan, regalo, Señor,
que está el corazón deshecho,
al deshacerse y gastarse
ese manjar y sustento.
Mi solo bien, que me abraso,
mi dulce pan, que me muero.
¿Que tengo, si os como y amo?
¿Qué amo si os como y tengo?
FR. ALONSO REMÓN (1)
(1 ) En <=Entretenimientos y juegos honestos
Ario 1623, en Madrid.
Hoy es día de los Reyes,
primera fiesta del ario,
y das las damas nobles
al Rey piden su aguinaldo,
sólo tú, Doña María,
¿quedarás sin pedir algo?
—Porque el aguinaldo mío
acaso no podais dármelo.
--Pedid, pues, Doña María,
pedidme vuestro aguinaldo,
pues por muy rico que fuere
os lo concedo en el acto.
—Pues os pido la cabeza
del Maestre de Santiago.
...Mandan cartas y billetes
al Maestre de Santiago,
para que venga a las fiestas
que en Sevilla se han armado,
que venga con poca gente,
porque sea menos gasto.
Llega el Maestre a Sevilla,
sin sospechar de su hermano,
con sus seiscientos de a pie
y seiscientos de a caballo.
al entrar por Sevilla
dijo Don Pedro muy alto:
Alerta, alerta, los míos,
Hacer lo que está mandado.
Se echaron sobre el Maestre
al suelo le han derribado,
llevando a Doña María
la cabeza del Prelado
corno aguinaldo de Pascuas
por ella tan codiciado.
Alegre Doña María,
gozóse de aquel regalo,
cogióla por los cabellos,
por sus cabellos dorados,
y arrancándole las barbas
arrojólas a puñados,
diciéndole: —Buen Maestre,
ya tú ves si vale algo
aquella que tú tuviste
por manceba de tu hermano.
Y satisfecha arrojóla
sobre las losas del patio,
donde le lamen los perros,
compasivos aullando.
ES
Y Don Pedro que lo observa
exclamó, medio turbado:
—Si así le tratan los perros,
•
¿qué debiera hacer su hermano?
El día 29 de mayo de 1368, moría en
Sevilla, asesinado por orden del Rey
castellano Don Pedro I, el Infante Don
Fadrique, Maestre de Santiago. La
causa de esta muerte fue la sospecha
de traición que sobre él había recaído,
y una viela tradición señala el Sal( n
de Embajadores del Alcázar como
lugar de la ejecución. Esto es lo ciertamente averiguado (1).
Los juglares relacionan los hechos
guerreros con los amores del Rey y
Doña María de Padilla, que tanta
influencia tuvo en los destinos de
Castilla, y hacen de la cabeza del Infante aguinaldo de una hembra rencorosa. La venganza de esta nueva Herodías era reflejo del ambiente que en
las Cortes peninsulares se respiraba,
pues las oposiciones se pagaban con la
vida.
Compárese este romance con el número 65 de la Primavera, y se notará
la abundancia detallista dé aquél; en
cambio, este conserva, en su precisión,
toda la baja intriga de la tragedia.
Menéndez Pidal copia el comienzo de
una versión judío-española hallada en
Tánger (2),
«Yo estando en Guadalupe,
en silla de oro sentado...»
que desplaza notablemente la historia
y lugar de los sucesos.
Debe ser poco extendido este romance por Galicia, pues ni en el Cuestionario se le enumera, ni conozco otra
versión que la presente, recogida en
los alrededores de Santiago de Compostela.
FR GUIM,%Ep.'101:PLACER
Poyo, 22 VIII 1932.
(1) Para más detalles véase la «Historia de España». de 13311esteros, t. II/, págs. 58-73. Cita abunte bibliografía.
(2) «El Romancero», pág. 129.
4:
NOVEDAD
En la pared de mi convento se
abrió una puerta. Esto de por sí tiene
importancia, pero ya significa algo
más el que se haya perforado una
densidad de piedra de casi dos metros, y que esa puerta ponga en
comunicación el claustro con la
huerta.
Yo no sé si las macizas paredes
habrán sentido el temblor de novedad
que abrió sus carnes; y hasta temo el
pensar si tal dolor tendría su expresión en el silbido que anteanoche
cruzaba las hojas de roble.
En la pared de mi convento se
abrió una puerta. El viejo monasterio
tiene otra salida al mundo, y abraza
dos naturalezas en su portalón: la
que viene de afuera, llena del ocre
olor del mar, olorosa a tomillo del
monte, y la que sale de nuestro jardín
claustral, llena de los rumores de la
fuente, cuyos cuatro caños riman la
gracia de una cantiga popular, en sus
cuatro chorros que son versos de
agua.
Ante la puerta se tendió un camino,
nuevo también, limpio y arenado,
que termina en una plazoleta; mas
aún, en esta plazuela rotonda se
levantó un crucero, un típico crucero
de mi tierra. A los lados de/camino
se instalaron varias mesas y asientos,
para solaz de estudiantes y alivio de
cansados.
El otro día, después de una jornada
canicular y cuando aún el sol doraba
las cumbres fronteras, se gozaba
te:
aquí, al pie del Cristo, un fresco
agradable de sombra benedictina, y
vía un fraile anciano, blanco de pelo,
trasponer la puerta y venir en busca
del regalado ambiente.
Pero todas estas consideraciones,
si bien se mira, nada tienen de extraño. Lo importante es que, en la pared
de mi convento, se abrió una puerta.
El viejo monasterio está de gala.
La tradición encerrada en sus muros,
salió de paseo por una puerta nueva
y por un camino nuevo, que huelen
a recién hechos. Es el abrazo de dos
épocas, que preside Cristo desde lo
alto de la Cruz. Es esto tan hermoso
como oir una vieja página de cualquier Santo Padre, dicha por un teólogo de nuestros días.
Lös frailes Mercedarios, mis hermanos, tienen en esa puerta abierta
un símbolo; no haya temor de que esa
comunicación más íntima de un mundo con otro, pueda alterar valores;
pues ni la casona abacial al asomarse al mundo perderá nada de sus
esencias místicas, ni el mundo exterior, al husmear la paz del claustro,
dejará en él miasmas corruptores, ni
sonoridades de pecado.
Una lente de precisión, cuanto mayor sea su diámetro mejor recoge y
precisa las imágenes de las cosas;
así una puerta, cuanto más ancha
sea y más abierto sea su arco, ofrece
mejor salida al viajero, quien, como
aquí, luego se encuentra con un camino nuevo y arenado, y en medio
— 557 —
del camino al eterno caminante Jesús,
que bendice todas las tradiciones y
todas las novedades florecidas al calor de su inspiración.
Cuando en las crónicas de la casa
se vuelva una hoja y la vista pare su
atención y lea: En tal ocasión y tal
fecha, en la pared del convento se
abrió una puerta, el historiador o
simple curioso que esto leyere formará de aquellos frailes (de nosotros),
un concepto que me callo, aunque lo
siento, y sólo lo dejo adivinar.
¿No se abre cada día una puerta al
tiempo de nuestra existencia? ¿Qué
extraño es, pues, que el viejo monasterio abra de nuevo sus entrañas con
otro portalón para que por él surjan
vigorosos los entusiasmos intelectuales y misioneros de los hijos que
dentro de él se crían? ¿No los enrula
acaso la mirada amorosa del Cristo,
desde el capitel de piedra?
Dichoso, pues, bienaventurado el
día en el que, en la pared de mi convento, se abrió una puerta.
SERGIO M. DUN
Poyo, 15-V111-1952.
RADIOGPAMA
Cuando se traslada, temporal o
perpetuamente, el oficio y misa de
una festividad que tenga aneja indulgencia o indulgencias, ¿se trasladan también las indulgencias?
Si la traslación es temporal, se
decir, que no ocurre todos los años,
la indulgencia o indulgencias se ganan en el día ordinario de la festivi-
dad. Tal sucedió este año con la fiesta
de la Anunciación de Nuestra Señora
que, por caer en Viernes Santo, se
trasladó al 4 de abril, primer día hábil
para su celebración, después de las
fiestas de Pascua; pero la indulgencia
plenaria por visita de iglesia se ganó
el mismo Viernes Santo y el mismo
día se dió o pudo darse la absolución
general.
Lo mismo sucede con la absolución
general aneja a la fiesta de la Beata
Mariana de Jesús, que se da o debe
darse siempre el 17 de abril, aunque
sea Viernes o Sábado Santo, aunque
no se rece de la Beata, ni siquiera se
la conmemora por la solemnidad
litúrgica grandísima de los tres últimos días de la Semana Santa y tres
primeros de la Pascua.
Si la traslación es perpetua, por
estar impedida siempre la festividad
por otra de mayor categoría, la indulgencia o indulgencias se trasladan al
día a que se traslada la fiesta. Así en
Madrid y en toda su diócesis se gana
la indulgencia plenaria y se da la absolución, propias de la fiesta de San
Ramón, el día 1. 0 de septiembre en
que se reza de este Santo, y lo mismo
sucede en Cataluña con las indulgencias de San Pedro Armengol que se
ganan el 11 de mayo, en el cual día se
reza su oficio y se dice su misa, impedidos el 27 de abril por la fiesta de
Nuestra Señora de Monserrat que es
de rito más alto (can. 922).
Una maestra nacional: ¿Estoy obligada a no enseñar el catecismo,
como lo prescribe la nueva ley
laica del Estado?
No puede haber obligación a no
enseñar, porque no enseñar es nada;
lo que no hay es obligación de enseñar; pero no se contenta con eso la
ley, sino que prohibe enseñar lo que
más hay que enseñar, que es la religión.
— 359 —
— 358 -Si fuese inherente al oficio de maestro el enseñar el catecismo por derecho natural o divino, habría obligación
de enseñarlo, a pesar de todos los
pesares. Tal es la obligación de la
Iglesia y de sus ministros, enseñar
hasta con exposición y pérdida de la
misma vida. Y esta obligación puede
tener a veces un particular, cuando
por las circunstancias viene a ser este
el único medio de salvar el alma del
prójimo.
No está obligado usted a enseñar
religión en la escuela; pero no puede
por nada de este mundo, enseñar
nada contra la religión o que incluya
•su menosprecio. Esto nunca, porque
es esencialmente malo.
Muchas ocasiones y cada día se le
ofrecerán de hablar a sus niñas de la
Religión, sin que lo haga de propósito. En la Geografía el hablar del
orden admirable del universo, de la
sapientísima sucesión de los días y
de las noches y de las estaciones,
del origen de las plantas, de los animales y del hombre; de las muchas
religiones que hay en el mundo, nacidas de la necesidad íntima que el
hombre tiene de relacionarse con
Dios; de las festividades que dan
nombre a diversos días del año, tiene
en todo esto, no digo ocasión, sino
necesidad verdadera de hablar de
la Religión. Y si se mete por los
campos de la historia y del arte no
se puede dar un paso en la explicación de los hechos y en la exposición de los asuntos artísticos sin tocar y aun entrar a fondo en los lemas
religiosos.
Un católico que quiere portarse
corno tal: ¿, Se puede asistir sin
ofensa de Dios a los entierros
civiles?
No, si los entierros civiles son voluntarios, o por voluntad del muerto o
de la familia, porque es cooperar a
una cosa mal hecha y dar escándalo
y ánimo a que otros hagan lo mismo.
Sólo una muy estrecha amistad o parentesco puede excusar, porque por
las circunstancias más que voluntaria se ve que es forzada la asistencia.
Y menos se debe asistir cuando los
tales entierros se convierten en manifestaciones antirreligiosas, como
sucede a veces.
A los entierros civiles forzosos,
impuestos por el abuso de la autoridad, o porque la Iglesia niega la sepultura eclesiástica, como lo hace a
los suicidas y a los que viven mal y
mueren sin reparar el escándalo, o
porque el muerto no es bautizado, o
porque de buena fe murió en la religión en que nació, con tal que el acto
sea puramente civil, o de cortesía
humana, y no se convierta en irreligioso o antirreligioso, puede asistirse
siempre que medie relación de amistad y parentesco.
LIJ ÁN
•EirMIMIECIMMIR.7•n
V\ NO TICIA5
MADRID
Regresó el 25 de agosto, después de
larga ausencia en los conventos del Norte,
el M. R. P. Provincial Fr. Alberto Barros.
—El 28 de agosto, cuarto domingo de
mes, tuvo reunión para ultimar los preparativos de la Novena solemne de Nuestra
Santísima Madre la Junta de la V. O. T., que
tiene hermosos proyectos de propaganda
mercedaria e intensificación de la vida
cristiana.
—El 1. 0 de septiembre, entregado a las 0,/7
autoridades civiles el Reformatorio de menores, llegó a Madrid su Superior el reverendo padre Fernando Vázquez.
SARRIA
Huésped ilustre.—El día 9 de Egosto,
acompañado de nuestro P. Provincial, lle-
gó a este convento, procedente de Poyo,
el ilustre terciario de la Merced e insigne
amigo nuestro, R. Michel Even. Con nosotros pasó unos gratísimos días, en los
que pudimos alcanzar perfectamente su
grande amor a Nuestra Santísima Madre
de la Merced y a su Orden.
Toma de hábito. —El día 10, aniversa
rio de nuestra fundación, recibieron el
santo hábito de manos del M. R. P. Provincial, Fr. Alberto Barros, los postulantes siguientes:
Don José Rodríguez.
Don Elías Gómez Domínguez.
Don Manuel Sánchez Estévez.
Don León Tajuelo Gallego.
Don Samuel Calvo Reguilón.
Don José Casanova Rodríguez.
Don Pedro Vázquez Salgueiro.
Todos ellos estudiantes, que habían terminado ya el cuarto curso de Humanidades. El día de San Ramón lo tomó también el estudiante de quinto año don Luis
Azpitarte Alavegogeascoechea.
Velada literario . musical.—Los postulantes y novicios de este convento obsequiaron con, una sencilla velada al
R. M. Even. En ella desarrollaron el siguiente programa:
1. 0 « Presentation», por el maestro de
postulantes (en francés).
2.° La Orden de la Merced en Francia», por Fr. Andrés Villamayor.
3.° « Duo Seraphin , , a cuatro voces,
de Victoria.
4.° « Patria de San Pedro Nolasco»
(poesía), por don Constantino Renedo.
5. 0 «Origen francés de la Orden mercedaria», por don José Delgado.
6.° «Aires asturianos».
7. 0 «Canto a Francia» (poesía), por
clon Dionisio González.
8.° «Sainte Natalie de Toulouse, (en
francés), por don Elías Gómez.
9° «Virtute magna», a cuatro voces,
Por J. Croce.
10. « Fr. Pedro del Camino » , por Fray
Samuel Calvo.
11. «Aires populares gallegos».
12. «Fr. Justino de París » , por Fr. León
Tajuelo.
13. «Una página mercedaria», por don
Francisco Gil-Ortega.
14. «Himno de Nuestra Santísima Madre » , por L. Millet.
Al final, el homenajeado dirigió una cálida y hermosa alocución a lodos los jóvenes, que arrancó de todos los asistentes al acto una clamorosa ovación.
De viaje.—Procedente de Madrid viene
por motivos de salud a pasar una temporada entre nosotros el director de la Editorial Mercedaria P. José Cereijo.
Siete Sábados.—Con una concurrencia de fieles muy superior a la de otros
años, se están celebrando en esta iglesia
los Siete Sábados en honor de Nuestra
Santísima Madre.
PUERTO RICO
Confirmaciones.—En nuestra iglesia
de Ponce, en la Central Mercedita y en
Arús, lugares de nuestra parroquia, confirmó el Excmo. Sr. Obispo D. Luis J. Villinger en los días 14 y 15 de mayo. Fueron muchos los que recibieron los Sacramentos de la confirmación y bautismo.
Hubo varias Misiones de preparación. El
P. Fernández recibió muchos elogios por
el florecimiento de vida cristiana que se
nota en la parroquia.
En honor de Nuestra Madre.— La
Virgen de la Merced es la titular de la parroquia; pero el barrio de Bélgica, uno de
los más numerosos de la ciudad de Ponce,
quiso proclamarla Patrona del mismo. Se
celebraron diversos festejos populares,
terminando con una función religiosa, en
la que predicó el P. Martín López, y un
representante del barrio leyó el acto de
consagración y proclamación. Las listas
colocadas a la puerta de la iglesia se llenaron de firmas.
- 560
Jueves Eucarísticos.—Siguen su marchi arrolladora. De la diócesis de Ponce
faltan muy pocas parroquias. Tras ella
viene la de San Juan. Los señores Obispos no se cansan de bendecir y alabar
obra tan providencial. Dios la bendice de
un modo visible. En algunos Centros son
más de cien personas las que hacen confesiones de veinta o treinta años para poder pertenecer a los Jueves.
Primeras Comuniones. - Fueron muy
numerosas aquí en Ponce y en sus capillas de los campos. También las hubo en
Juana Díaz y en Lajas, en donde siguen
trabajando con entusiasmo los PP. Juan y
Fidel González.—Corresponsal.
Misión en Yuncos. - Puede calificarse
de Misión cumbre la dada en este pueblo
por los PP. Martín y Elis_eo; hubo 251 bautizos, 61 matrimonios y el establecimiento
de los Jueves Eucarísticos.
e.111.11111 Necro logía
El conocido industrial y comerciante de
esta villa don Manuel Díaz López, falleció
después de una penosa enfermedad en Vigo,
donde residía desde hace varios años. Fue
toda su vida muy buen cristiano y trabajador; era terciario de la Merced desde
hace muchos años. Su cadáver fué trasladado al cementerio de esta villa al panteón
ele su familia.
—En Herencia, el 28 de julio, falleció
cristianamente la señorita Rafaela Avengoza después de larga y penosa enfermedad. Por su piedad y por los múltiples
vínculos de amistad que ella, con toda su
familia, tienen con los PP. Mercedarios,
consideramos la pérdida como familiar. A
sus hermanos nuestro pésame.
R. I. P.
BIBLIOGPAFIA
PER I DEVOT! DI MARIA SS. DELLA MERCEDE,
Orvieto. Tip. E. Marsili. 1931.
Con verdadero placer hemos recorrido
las 250 páginas de este nuevo devocionario escrito en lengua italiana para uso de
los devotos de Nuestra Santísima Madre
de la Merced.
Con verdadero tino y acierto están escogidas las devociones que en él se insertan. Las preces del cristiano para recitar
por la mañana y por la noche están tomadas en su mayor parte del Breviario Pero
lo que nos agradó más ha sido la parte
dedicada a devociones mercedarias; luego
de una breve historieta de la Orden mercedaria inserta escogidas oraciOnes y breves instrucciones sobre las principales
prácticas de piedad Mercedaria: novena a
Nuestra Madre, siete Sábados, Misa de
Nuestra Madre, el sábado Mercedario, etcétera, y un sumario muy claro y ordenado de las indulgencias que pueden ganar
nuestros terciarios y cofrades. Adornan el
librito tres re p roducciones: una del famosísimo Cristo de Nemi, otra de la imagen
que de Nuestra Madre se venera en la Iglesia de Santo Domingo de Orvieto y la tercera la vera efigie de nuestro Santo Padre.
Nuestros plácemes más sinceros al Padre Eugenio Marianecci, dignísimo ProvincraTKItalia, autor de este libro, por su
acertada redacción y también por la linda
y al mismo tiempo económica presentación del mismo. Hacemos votos por que
este librito le sea, según su intento, un
poderoso auxiliar para continuar infundiendo en los fieles de aquella tierra el espíritu y devoción mercedaria.—E. S.
CON LAS DEBIDAS LICENCIAS
Editorial Católica Toledana, Juan Labrador, 6, teléfono 211.
Descargar