La Creación de Dios La Creación de Dios

Anuncio
Danos reverencia por la
Tierra que es tu creación
para que usemos sus
recursos sabiamente para
servir a los demás y para
tu honra y gloria.
Danos reverencia por la
Tierra que es tu creación
para que usemos sus
recursos sabiamente para
servir a los demás y para
tu honra y gloria.
—Oraciones del Pueblo, Fórmula II;
Libro de Oración Común
—Oraciones del Pueblo, Fórmula II;
Libro de Oración Común
La Creación de Dios
E
Mensaje pascual de la Obispa Presidenta
n su reciente celebración de la
Pascua tal vez ustedes incluyeron
muchos signos de nueva vida:
huevos, flores y plantas que están
reverdeciendo. Pero en este tiempo
pascual quiero pedirles que consideren
la forma en que su vida diaria también
puede ser un signo de nueva vida
para otras criaturas. ¿Cómo podemos
representar la nueva vida que nosotros
conocemos en Jesús, el Cristo? En otras
palabras ¿cómo usted puede ser un
sacramento para otros, es decir, el signo
externo y visible de la gracia que usted
conoció en el Cristo resucitado? ¿Cómo
puede hacer que su vida ayude a otros a
vivir más abundantemente?
La tradición judeocristiana ha
sido significativamente culpada por
una gran parte de la actual crisis del
medio ambiente, particularmente por
una lectura incorrecta de Génesis 1:28
como un mandamiento “a llenar la tierra
y someterla.” Nuestros antepasados
tenían tanto interés es distinguir su fe
de la religión cananea que le rodeaba
y su preocupación por la fertilidad que
algunos de ellos trabajaron demasiado
para alejarnos de tener conciencia
“de la mano de Dios en el mundo que
nos rodea” y, especialmente, de ser
reverentes con la creación. ¿Cómo
podemos amar a Dios si no amamos lo
que Dios ha hecho?
La Creación de Dios
E
Mensaje pascual de la Obispa Presidenta
n su reciente celebración de la
Pascua tal vez ustedes incluyeron
muchos signos de nueva vida:
huevos, flores y plantas que están
reverdeciendo. Pero en este tiempo
pascual quiero pedirles que consideren
la forma en que su vida diaria también
puede ser un signo de nueva vida
para otras criaturas. ¿Cómo podemos
representar la nueva vida que nosotros
conocemos en Jesús, el Cristo? En otras
palabras ¿cómo usted puede ser un
sacramento para otros, es decir, el signo
externo y visible de la gracia que usted
conoció en el Cristo resucitado? ¿Cómo
puede hacer que su vida ayude a otros a
vivir más abundantemente?
La tradición judeocristiana ha
sido significativamente culpada por
una gran parte de la actual crisis del
medio ambiente, particularmente por
una lectura incorrecta de Génesis 1:28
como un mandamiento “a llenar la tierra
y someterla.” Nuestros antepasados
tenían tanto interés es distinguir su fe
de la religión cananea que le rodeaba
y su preocupación por la fertilidad que
algunos de ellos trabajaron demasiado
para alejarnos de tener conciencia
“de la mano de Dios en el mundo que
nos rodea” y, especialmente, de ser
reverentes con la creación. ¿Cómo
podemos amar a Dios si no amamos lo
que Dios ha hecho?
Nosotros fundamentamos nuestra
perspectiva sobre el amor a Dios y
a nuestro prójimo en nuestro pacto
bautismal. Sin embargo, nuestro Libro
de Oración más reciente fue escrito
un poco antes de lo debido como para
incluir el cuidado de la creación como
una de nuestras promesas bautismales
explícitas. Quiero invitarles a que
consideren estas promesas con más
profundidad: ¿dónde y cómo se implica
el cuidado del resto de la creación?
Estamos comenzando a tomar
conciencia de las formas en que nuestra
falta de preocupación por el resto de
la creación ha resultado en la muerte
D
ios todopoderoso,
dándonos dominio
sobre todas las cosas
de este mundo, tú nos hiciste
colaboradores en tu creación:
Danos la sabiduría y reverencia
para usar los recursos de la
naturaleza de tal modo que
nadie sufra porque se los abuse
y para que las generaciones
venideras puedan seguir
alabándote por tu abundancia;
por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén. —Libro de Oración Común
y destrucción de nuestro prójimo. No
podemos amar a nuestro prójimo a
menos que cuidemos de la creación
que sustenta todas nuestras vidas
terrenales. No estamos respetando la
dignidad de todo ser humano si nuestros
residuos sanitarios o desechos arruinan
el sitio donde ellos viven. Cuando el
calentamiento atmosférico, debido en
parte a las emisiones de metano de
las millones de vacas que se crían
anualmente para producir hamburguesas,
comience a inundar lentamente las
viviendas isleñas de nuestros prójimos
en el Sur del Pacífico, ¿estamos
compartiendo buenas nuevas?
La comida que comemos, la energía
que usamos, los productos y comidas
que compramos, y las formas en que
viajamos son oportunidades -- decisiones
y elecciones -- para preocuparnos por
los demás, ya sean humanos o no.
Nuestro compromiso cristiano es para
esto: vivir una vida más abundante y que
lo hagamos de tal forma que podamos
vivirla en una forma que también
beneficie al resto del mundo.
Les deseo abundantes bendiciones
para esta Pascua y que estas
bendiciones les acompañen en los días y
años venideros.
Katharine Jefferts Schori
Obispa Presidenta de la Iglesia Episcopal
Nosotros fundamentamos nuestra
perspectiva sobre el amor a Dios y
a nuestro prójimo en nuestro pacto
bautismal. Sin embargo, nuestro Libro
de Oración más reciente fue escrito
un poco antes de lo debido como para
incluir el cuidado de la creación como
una de nuestras promesas bautismales
explícitas. Quiero invitarles a que
consideren estas promesas con más
profundidad: ¿dónde y cómo se implica
el cuidado del resto de la creación?
Estamos comenzando a tomar
conciencia de las formas en que nuestra
falta de preocupación por el resto de
la creación ha resultado en la muerte
D
ios todopoderoso,
dándonos dominio
sobre todas las cosas
de este mundo, tú nos hiciste
colaboradores en tu creación:
Danos la sabiduría y reverencia
para usar los recursos de la
naturaleza de tal modo que
nadie sufra porque se los abuse
y para que las generaciones
venideras puedan seguir
alabándote por tu abundancia;
por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén. —Libro de Oración Común
y destrucción de nuestro prójimo. No
podemos amar a nuestro prójimo a
menos que cuidemos de la creación
que sustenta todas nuestras vidas
terrenales. No estamos respetando la
dignidad de todo ser humano si nuestros
residuos sanitarios o desechos arruinan
el sitio donde ellos viven. Cuando el
calentamiento atmosférico, debido en
parte a las emisiones de metano de
las millones de vacas que se crían
anualmente para producir hamburguesas,
comience a inundar lentamente las
viviendas isleñas de nuestros prójimos
en el Sur del Pacífico, ¿estamos
compartiendo buenas nuevas?
La comida que comemos, la energía
que usamos, los productos y comidas
que compramos, y las formas en que
viajamos son oportunidades -- decisiones
y elecciones -- para preocuparnos por
los demás, ya sean humanos o no.
Nuestro compromiso cristiano es para
esto: vivir una vida más abundante y que
lo hagamos de tal forma que podamos
vivirla en una forma que también
beneficie al resto del mundo.
Les deseo abundantes bendiciones
para esta Pascua y que estas
bendiciones les acompañen en los días y
años venideros.
Katharine Jefferts Schori
Obispa Presidenta de la Iglesia Episcopal
Descargar