Políticas exteriores y la nación joven

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Políticas exteriores y la nación
joven
Capítulo 12
12.1 Introducción
Tú llevas una lección de historia en tu bolsa o bolsillo. ¿Lo sabías?
La encontrarás en cualquier billete de $1. ¡Saca un dólar y velo por ti
mismo!
Primero observa el retrato de George Washington. Los americanos
todavía honran a su líder como “Primero en la guerra, primero en la
paz y primero en el corazón de sus compatriotas”. Pero pocos recuerdan que Washington definió nuestra primera política exterior.
Durante su presidencia, Washington estableció los principios que
guiarían a los Estados Unidos en todas sus relaciones posteriores con
otras naciones.
Voltea el billete. Verás dos círculos que muestran el Gran Sello de
los Estados Unidos. Hace miles de años que los gobiernos usan sellos
como éste para señalar su aprobación de documentos importantes. Los
fundadores de nuestra nación creían que un sello nacional era tan
importante que comenzaron a trabajar en él el mismo día en el que
declararon su independencia—el 4 de julio de 1776. En 1782, el
Congreso aprobó el diseño que en la actualidad vemos representado
en nuestro dinero.
Los elementos del Gran Sello reflejan las esperanzas y los sueños
de los fundadores para los Estados Unidos. Por ejemplo, la pirámide
construida a medios a un lado del sello significa la fuerza y resistencia. El águila norteamericana de cabeza blanca al otro lado es un símbolo de poder nacional. En una garra sostiene las flechas de la guerra.
En la otra, sostiene una rama de olivo de la paz.
Las flechas y la rama de olivo son símbolos perfectos de dos
opciones de política exterior. Los Estados Unidos podría estar involucrado activamente en los problemas del mundo, arriesgando una guerra. O podría evitar involucrarse en los conflictos de otras naciones
con la esperanza de estar en paz. ¿Flechas o rama de olivo? ¿Qué
opción hubieras escogido para la nación nueva? En este capítulo
leerás acerca cuatro dilemas a las que se encararon los primeros presidentes de los Estados Unidos. Sus decisiones influenciaron la política
exterior futura del país.
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Arte
¿Qué representa cada
símbolo?
Capítulo 12
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Usarás un espectro para organizar una gráfica de la gama de la política exterior de los Estados Unidos, del aislacionismo a la participación.
Organizador gráfico: Espectro
En 1796, los Estados Unidos estaba rodeado de colonias de países
europeos. ¿Qué problemas podría haberle causado esta situación a los
Estados Unidos que apenas se había independizado?
Mapa: Reclamos territoriales en Norteamérica en 1796
12.2 El Presidente Washington crea
una política exterior
Cuando George Washington asumió el cargo del primer presidente de
la nación en 1789, América se veía débil. El ejército que Washington
había dirigido durante la Guerra Revolucionaria se había ido a casa.
No había sido remplazado por dos razones. En primer lugar, un ejército costaría dinero, lo que el gobierno no tenía. En segundo lugar, los
americanos habían aprendido que un ejército permanente podía servir
para quitarles la libertad. Creían que los soldados de las milicias de
los estados eran suficientes para manejar cualquier amenaza que el
país pudiera enfrentar.
Y sí había amenazas. La nación nueva estaba rodeada por poderes
que no eran nada amistosos. Al norte, estaba Canadá aún controlado
por los ingleses. Los británicos también se rehusaban a abandonar sus
fuertes en el Valle de Ohio, a pesar de que esta región ya pertenecía a
los Estados Unidos. Al sur y al oeste, España controlaba la Florida y
Luisiana.
Los eventos en Europa también amenazaban a la nación nueva.
Como leíste en el capítulo 11, en 1789 los franceses se alzaron en
contra de su rey y declararon que Francia era una república. La mayoría de los americanos se emocionaron por la Revolución Francesa. Sin
embargo, cuando Francia fue a la guerra contra Gran Bretaña en 1793,
el presidente Washington tuvo que encararse a una decisión difícil.
Durante su propia revolución, los Estados Unidos había firmado un
tratado de alianza con Francia. (Las alianzas son acuerdos hechos con
otras naciones para ayudarse y apoyarse mutuamente). En ese tratado,
los Estados Unidos había prometido ayudar a Francia en tiempos de
guerra. Muchos americanos estaban ansiosos por cumplir con esta
promesa, aún si significaba ir a la guerra contra Gran Bretaña.
Washington sabía que los Estados Unidos no estaba preparado
para la guerra. En vez de declarar la guerra, anunció una política de
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Capítulo 12
Arte
A George Washington se le
consideraba un héroe aún
en su propio época. Aquí
vemos a la Dama Libertad
coronando el busto de
George Washington. La
inscripción en el busto dice
“Primero en la Guerra,
Primero en la Paz, Primero
en el Corazón de Sus
Compatriotas”.
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neutralidad. Bajo esta política, los Estados Unidos no haría nada para
ayudar ni a Francia ni a Gran Bretaña en esa guerra.
Antes de dejar el cargo, Washington resumió su política exterior
en su famoso discurso de despedida. Los Estados Unidos, dijo, no
ganaría nada al involucrarse en los asuntos de otra nación. “Es nuestra
política verdadera”, declaró, “no tener alianzas permanentes con
ninguna parte del mundo exterior”. La política de Washington de
evitar las alianzas con otros países llegó a ser conocida como
aislacionismo. Durante el siguiente siglo, el aislacionismo sería el
cimiento de la política exterior americana.
12.3 Dilema 1: ¿Qué debería hacer
el presidente Adams para proteger
a los barcos americanos?
El aislacionismo sonaba bien como teoría. Pero a menudo era difícil
permanecer alejado de los conflictos de otros países. Nadie lo sabía
mejor que John Adams, el segundo presidente de la nación. Adams
trató de seguir la política de Washington de neutralidad. Sin embargo,
con Francia resultó difícil ser neutral.
El Tratado Jay Los líderes franceses esperaban que el rechazo de
Gran Bretaña de salir del Valle de Ohio llevara a la guerra entre
Estados Unidos e Inglaterra. Estas esperanzas se acabaron cuando
Washington envió al Juez en Jefe (presidente de la Corte Suprema)
John Jay a Londres a llegar a un arreglo con los británicos. En el
Tratado Jay, los británicos finalmente aceptaron sacar a sus soldados
del Valle de Ohio. Los oficiales franceses consideraron el Tratado Jay
un acta de traición de los Estados Unidos. En julio de 1796, la marina
francesa comenzó a atacar los barcos mercantes americanos en ruta a
Gran Bretaña. Durante el siguiente año, los barcos de guerra franceses
capturaron 316 barcos americanos.
neutralidad: una política de
no aliarse con ningún lado
en una guerra o disputa
entre otros países
aislacionismo: una política
de evitar acuerdos políticos
o militares con otros países;
George Washington fue el
primero en establecerlo
Arte
En esta caricatura, los
enviados americanos se
reúnen con un diplomático
francés, que se muestra
como un monstruo de
muchas cabezas que carga
un puñal. El dibujante compartía la visión muy negativa de la diplomacia francesa que tenía la mayoría de
los americanos durante la
década de 1790.
El Asunto XYZ El presidente Adams despachó a tres enviados, o re-
presentantes, a Francia para hacer que se terminaran los ataques. El
Ministro del Exterior francés Talleyrand se negó a recibir a los americanos. En su lugar, los recibieron agentes secretos, identificados
después solamente por X, Y y Z. Los agentes comunicaron que no
habría conversaciones acerca de la paz a menos que Talleyrand recibiera de antemano una cantidad grande de dinero en forma de tributo.
(Un tributo es un pago de dinero que sirve de precio de protección.)
“¡No! ¡No! ¡Ni un centavo!” respondieron los enviados atónitos.
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Capítulo 12
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El Asunto XYZ enfureció a los americanos. Cuando insistió el
presidente, el Congreso votó a favor de reclutar un ejército de 10,000
hombres. También votó a favor de construir 12 barcos nuevos para la
pequeña marina de la nación. El lema “¡Millones para la defensa, pero
ni un centavo para el tributo!” se escuchó por todas partes mientras
los americanos se preparaban para la guerra.
Mientras tanto, el Congreso autorizó que barcos de guerra americanos y barcos privados, llamados corsarios, lanzaran una “guerra a
medias” en el mar. Durante esta guerra no declarada, los barcos americanos capturaron más de 80 naves francesas armadas.
Cuando creció la fiebre de la guerra, John Adams—que no era
nunca un líder muy amable—descubrió que, inesperadamente, era
muy popular. Su partido Federalista también ganó apoyo en todo el
país. La cuestión a la que se encaraba Adams era si hacer lo que iba a
resultar popular, eso es, soltar las flechas de guerra contra Francia,
también era lo mejor para el país.
12.4 Lo que pasó después: Adams trata
de mantener la paz
Adams sabía que no importaba qué tan favorable sería una guerra en
cuanto a la popularidad del partido Federalista, porque, en realidad, no
sería buena para el país. En febrero de 1799, el presidente anunció
que enviaba una misión de paz a Francia. Los líderes Federalistas se
pusieron furiosos. Le rogaron al presidente que cambiara de opinión,
pero Adams no cedió.
Para cuando la misión de paz llegó a Francia, Napoleón Bonaparte
había tomado control del gobierno francés. Los americanos descubrieron que Napoleón estaba ansioso por negociar la paz tanto con
Gran Bretaña como con los Estados Unidos. Él ya había ordenado un
alto a la captura de barcos americanos y la liberación de los marineros
americanos capturados.
Más importante aún, Napoleón aceptó terminar la alianza de
Francia de 1778 con los Estados Unidos. Mientras que la alianza con
Francia había sido esencial para los Estados Unidos durante la Guerra
Revolucionaria, desde entonces no había hecho nada más que producir
problemas. A cambio, los americanos aceptaron no pedirle a Francia
que pagara por los barcos que había capturado. Esto significaba que el
gobierno de los Estados Unidos tendría que pagarles a los dueños de
barcos el costo de su propiedades perdidas. Para Adams, esto parecía
un precio mínimo a pagar a cambio de garantizar la paz.
164
Capítulo 12
Arte
El presidente Adams creía
que los Estados Unidos
necesitaba una marina
fuerte. El Congreso aprobó
la construcción de 12 barcos de guerra, incluyendo
el Filadelfia, el cual se
muestra en construcción
en la pintura de arriba.
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Escoger la rama de olivo le costó a Adams su popularidad. Su
búsqueda de la paz resultó en grandes desacuerdos dentro del Partido
Federalista. Estos desacuerdos les costaron votos a Adams y a los
Federalistas cuando él buscó las reelecciones en 1800. Como leíste en
el Capítulo 11, Jefferson derrotó a Adams y el Partido Federalista
perdió gran parte de su apoyo. En los siguientes años, Adams atestiguaría la desaparición gradual de su Partido Federalista.
Aún así, Adams no tenía remordimientos. Él escribió:
Defenderé mis misiones a Francia, en cuanto tenga un ojo para
guiar mi mano, o un dedo para sostener mi pluma... No deseo otra
inscripción en mi lápida que: “Aquí está John Adams, quien tomó
por sí mismo la responsabilidad de la paz con Francia en el año
1800”.
Adams dejó su cargo con la nación en paz y sin alianzas permanentes que la pudieran arrastrar a la guerra. Él tenía todo el derecho
de sentirse orgulloso.
12.5 Dilema 2: ¿Cómo debería proceder
con piratas el presidente Jefferson?
Mapa: La Costa Bárbara
La paz con Francia no duró mucho. Para 1803, Francia y Gran
Bretaña estaban en guerra otra vez. Cuando aumentó el conflicto,
ambas naciones comenzaron a capturar barcos americanos que comerciaba con el enemigo. El presidente Thomas Jefferson, quien asumió
el cargo en 1801, se quejó amargamente, “Inglaterra se ha convertido
en un nido de piratas y Francia se ha convertido en un nido de
ladrones”. Aún así, como Washington y Adams antes que él, Jefferson
se esforzó por seguir una política de neutralidad.
A finales de los años 1700
estaban capturando sus barcos era bastante difícil. Se puso aún más
difícil cuando Gran Bretaña comenzó a reclutar, o secuestrar, a
marineros americanos para que sirvieran en la marina británica. Los
británicos insistieron en que los hombres que reclutaban eran desertores británicos. Bien podría haber sido cierto en algunos casos, ya
que algunos marineros podrían haberse huido por las condiciones terribles de los barcos británicos. Aún así, miles de americanos desdichados también se veían reclutados y obligados a trabajar en los “infiernos flotantes” británicos.
El enojo de los americanos ante el reclutamiento llegó a su nivel
máximo en 1807 después de que un barco de guerra británico, el
venir estos ataques.
Reclutamiento Que una nación permaneciera neutral cuando otras
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y a principios de los años
1800, el Mar Mediterráneo
estaba lleno de piratas que
atacaban barcos mercantes americanos. Los
Estados Unidos les
pagaron tributos a los
líderes de los estados de la
Costa Bárbara para pre-
Capítulo 12
165
Leopard, detuvo a un barco de guerra americano, el Chesapeake, en
busca de desertores. Cuando el capitán del Chesapeake se negó a permitir que buscaran en su barco, el Leopard abrió fuego. Veintiún
marineros americanos murieron o salieron heridos. Este ataque inició
otro período de afán por la guerra, en esta ocasión contra Gran
Bretaña.
Piratería Los barcos de guerra americanos enfrentaban una amenaza
diferente de los Estados Bárbaros de Noráfrica: piratería, o robo en el
mar. Durante años, los piratas de Marruecos, Algeria, Túnez y Trípoli
habían atacado a barcos mercantes que entraban en el Mar
Mediterráneo. Los piratas capturaban los barcos y retenían a la tripulación a cambio de una recompensa.
Los presidentes Washington y Adams les pagaron tributos a los
gobernantes de los Estados Bárbaros a cambio de la seguridad de los
barcos americanos. Mientras los americanos gritaban “millones para la
defensa, pero ni un centavo para el tributo” durante el Asunto XYZ,
los Estados Unidos seguían enviando dinero sin mencionar nada acerca de los Estados Bárbaros.
Para la época en la que Jefferson llegó a ser presidente, los
Estados Unidos les había pagado a los Estados Bárbaros casi dos millones de dólares. Sin embargo, el gobernante de Trípoli demandó aún
más de tributo. Para mostrar que hablaba en serio, le declaró la guerra
a Estados Unidos. Jefferson odiaba la guerra. Pero tampoco le
encantaba seguir pagando tributos. La cuestión era, ¿cuál era peor?
12.6 Lo que pasó: Jefferson resuelve la mitad
del problema
Así como Jefferson odiaba la guerra, él odiaba más pagar tributos. En
1802 envió una flota pequeña de barcos de guerra al Mediterráneo
para proteger a los barcos americanos. La guerra siguió hasta 1804,
cuando los barcos americanos comenzaron a bombardear Trípoli con
sus cañones. Uno de los barcos, el Filadelfia, encalló en un arrecife
escondido en el puerto. El capitán y su tripulación fueron capturados
como rehenes y los piratas exigieron un rescate por ellos.
En vez de dejar que los piratas tomaran posesión del Filadelfia, un
oficial naval joven llamado Stephen Decatur encabezó un grupo de
marineros al puerto de Trípoli y le prendió fuego al barco. Un año
después, Trípoli firmó un tratado de paz con Estados Unidos. Trípoli
aceptó dejar de exigir tributos. A cambio, los Estados Unidos pagó un
rescate de 60,000 dólares por la tripulación del Filadelfia. Eso sí que
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Capítulo 12
Arte
El presidente Jefferson
ordenó un embargo—un
alto al comercio con países
extranjeros—para obligar
a Gran Bretaña y Francia a
que dejaran en paz a los
barcos americanos. En
esta caricatura política se
presenta el embargo como
una tortuga que muerde
más a los mercaderes de
Estado Unidos que a Gran
Bretaña o Francia.
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fue una ganga en comparación con los tres millones de la demanda
original.
Los piratas de otros Estados Bárbaros siguieron atacando barcos
en el Mediterráneo. En 1815, las fuerzas navales americanas y europeas finalmente destruyeron las bases de los piratas.
Mientras tanto, Jefferson trató desesperadamente de convencer
tanto a Francia como a Gran Bretaña de que dejaran en paz a los barcos americanos. Fallaron todos sus esfuerzos. Entre 1803 y 1807,
Gran Bretaña capturó al menos mil barcos americanos. Francia capturó cerca de la mitad.
Cuando falló la diplomacia, Jefferson propuso un embargo—un
alto completo al comercio con otras naciones. Bajo el Acta del
Embargo de 1807, ningún barco extranjero podía entrar en puertos de
Estados Unidos y ningún barco americano podía salir, excepto para
otros puertos de Estados Unidos Jefferson esperaba que detener el
comercio les resultara tan difícil a Francia y Gran Bretaña que aceptaran dejar en paz a los barcos americanos.
Pero el embargo les afectó más a los americanos que a cualquier
país europeo. Unos 55,000 marineros mercantes perdieron su empleo
mientras sus barcos permanecieron en los muelles desiertos, podriéndose. En Nueva Inglaterra, los periódicos maldijeron el embargo de
Jefferson. Además señalaron que “embargo” (la misma palabra que al
revés deletrea “O Grab Me”, lo cual significa que me apriete or pellizque) tenía sentido para todos los que estaban apretados de dinero.
El Congreso invalidó la impopular Acta del Embargo en 1809. Los
barcos americanos volvieron al mar y los barcos de guerra franceses y
británicos continuaron a atacarlos.
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embargo: una orden de
gobierno que prohíbe a los
barcos mercantes que
entren o salgan de los
puertos del país
Capítulo 12
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12.7 Dilema 3: ¿Qué debería hacer el presidente
Madison para proteger a los marineros
y los colonos?
El presidente James Madison, quien asumió el cargo en 1809, intentó
una nueva táctica para proteger a los americanos en los altos mares. Él
les ofreció a Francia y a Gran Bretaña un trato: Si ustedes se ponen de
acuerdo en dejar de atacar a los barcos americanos, los Estados
Unidos dejará de comerciar con sus enemigos.
Napoleón anunció de inmediato que Francia aceptaba el trato de
Madison. Al mismo tiempo, le dio a su marina el orden secreto de
seguir capturando barcos americanos que iban rumbo a puertos
británicos. Madison, quien quería creer desesperadamente la falsa
promesa de Napoleón, cortó todo comercio con Gran Bretaña.
Mientras tanto, los británicos rechazaron la oferta de Madison y
continuaron capturando barcos y reclutando a marineros americanos.
Para Madison, parecía existir una sola manera de obligar a los británicos a respetar los derechos de los barcos y marineros americanos.
Madison comenzó a pensar en abandonar la política de Washington de
aislacionismo y entrar en una guerra contra Gran Bretaña.
Los habitantes de Nueva Inglaterra y los Federalistas por lo general se oponían a la guerra. Los mercaderes de Nueva Inglaterra sabían
que una guerra significaría que la marina británica montaría un
bloqueo de sus puertos. Ellos preferían arriesgarse con los problemas
en el mar.
Muchos habitantes del Sur y del oeste, no obstante, favorecían la
guerra. Como todo americano, ellos resentían la política de Gran
Bretaña de reclutar a marineros americanos. También les acusaron a
los británicos de buscar pleitos entre los nativos americanos en los
estados y territorios del noroeste.
Conforme los colonos extendieron a poblar los valles de los Ríos
Ohio y Misisipí, ellos desplazaron a muchos de los indios de esas
regiones, aumentando los problemas con los grupos nativoamericanos.
Dos indios Shawnee—un jefe llamado Tecumseh y su hermano, el
Profeta—intentaron detener a los colonos al unir en una gran nación a
los nativos americanos a lo largo del Río Misisipí. El 7 de noviembre
de 1811, Tecumsah y sus guerreros entraron en una batalla contra
tropas de milicia encabezadas por el gobernador de Indiana, William
Henry—la Batalla de Tippecanoe Creek (el arroyo Tippecanoe).
Después de la batalla, las fuerzas de Harrison descubrieron rifles
británicos en el suelo.
Los americanos se pusieron enfurecidos. Varios Congresistas
jóvenes del Sur y del Oeste, incluyendo Henry Clay de Kentucky y
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Capítulo 12
Arte
Esta litografía muestra en
el extremo izquierdo a
William Harrison, animando a sus tropas durante la
batalla de Tippecanoe
Creek. Después de la batalla, las fuerzas de Harrison
descubrieron que los
indios estaban armados de
rifles británicos, lo que hizo
que se aumentara el enojo
de los americanos contra
los británicos.
bloqueo: el acto de cerrar
una zona para que no entre
ni salga personas o equipo
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John C. Calhoun de Carolina del Sur, estaban tan ansiosos por una
guerra contra Gran Bretaña que recibieron el apodo de “Halcones de
Guerra”. Los Halcones de Guerra alegaron que sacar a los británicos
de Canadá les ayudaría a garantizar la seguridad a los colonos que se
asentaban por la frontera del noroeste. Y una vez que lograran esa
meta, se podría agregar Canadá a a los Estados Unidos.
Las pérdidas en los altos mares, el orgullo nacional y un deseo de
hacer que la frontera sea segura para asentamientos, todos contribuyeron a las razones por las cuales se favorecía una guerra. Aún
así, Madison se dudó. ¿Era la nación lo suficientemente fuerte para
lanzar las flechas de la guerra? ¿O debería continuar a sostener con
toda su fuerza las ramas de olivo de la paz?
12.8 Lo que pasó: Madison lanza la Guerra
de 1812
Arte
Madison optó por echar a un lado el aislacionismo. A su petición, el
Congreso le declaró la guerra a Gran Bretaña el 17 de julio de 1812.
Éste era un paso muy atrevido para una nación con un ejército de
7,000 hombres mal entrenados y una marina de sólo 16 barcos.
El líder Shawnee
jaron cuando se declaró la guerra. Para ellos, conquistar a Canadá
consistiría “únicamente en un asunto de marchar” a la frontera canadiense. Una vez que los soldados americanos cruzaran la frontera,
dijeron, los canadienses los recibirían como libertadores. Estaban
equivocados. Las fuerzas americanas invadieron a Canadá en 1812, en
1813 y una vez más en 1814, y en cada intento fueron sacados.
Los británicos, también, descubrieron que ganar la guerra era
mucho más difícil de lo que habían pensado. El 10 de septiembre de
1813, una fuerza naval americana bajo el mando de Oliver Hazard
Perry derrotó y capturó a una flota de seis barcos en el Lago Erie. La
victoria de Perry permitió que William Henry Harrison se adentrara
más al norte de Canadá, donde derrotó a los británicos en una batalla
de mayor alcance. El jefe Tecumseh, quien combatía al lado británico,
murió en una batalla. No obstante, en diciembre los británicos
lograron que los americanos retrocedieran y cruzaran la frontera otra
vez para regresar a los Estados Unidos.
Para 1814, Napoleón quedó derrotado en Europa y Gran Bretaña
pudo enviar a 15,000 tropas a Canadaá. La esperanza de los americanos de conquistar a Canadá había llegado a su fin.
Mientras tanto, en agosto de 1814, otro ejército británico invadió a
tierras de los indios.
Batallas en la tierra y en el mar Los Halcones de Guerra se regoci-
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Tecumseh, en la pintura de
arriba, reunió a los nativos
americanos en un intento
de detener el avance de
colonos blancos en las
Capítulo 12
169
Washington, D.C. Los británicos incendiaron varios edificios públicos, incluyendo el Capitolio y la Casa Blanca. El presidente Madison
tuvo que huirse para salvar la vida.
Luego, los británicos atacaron el puerto de Baltimore. El 13 de
septiembre, un abogado americano, Francis Scott Key, observaba
mientras los británicos bombardeaban el Fuerte McHenry, que protegía el puerto de la ciudad. El bombardeo continuó toda la noche.
Cuando amaneció, Key se emocionó al darse cuenta de que la bandera
americana aún ondeaba sobre el fuerte. Capturó sus sentimientos en
un poema al que después se le puso la múscia como “La Bandera de
Estrellas Centelleantes” (“The Star-Spangled Banner”).
Arte
Los Estados Unidos ganó
control del Lago Erie
durante la guerra de 1812
como resultado de la victoria de sus fuerzas navales
bajo el mando de Oliver
Hazard Perry en 1813.
La Batalla de Nueva Orleans Dos días antes del fallado ataque contra
Baltimore, una flota británica se había rendido a las fuerzas americanas después de la Batalla del Lago Champlain en Nueva York. En
Gran Bretaña, la noticia de esta derrota debilitaría en gran parte el
deseo de continuar con la guerra. Pero la noticia de la derrota tardó su
tiempo debido en llegar a Gran Bretaña y mientras tanto los comandantes británicos en América lanzaron otra invasión. En esta ocasión
su objetivo era Nueva Orleans.
A cargo de defender la ciudad estaban Andrew Jackson y un
ejército que consistía en una mezcolanza de 7,000 milicianos—afroamericanos libres, indios y piratas. El 8 de enero de 1815, 7,500 soldados británicos marcharon confiadamente al combate. Los soldados
de Jackson los recibieron a fuego mortal, convirtiendo el campo de
batalla en un “mar de sangre”. Se murieron o se quedaron heridos
alrededor de 2,000 soldados británicos, comparado con únicamente
cerca de 20 americanos.
La Batalla de Nueva Orleans fue la victoria americana más grande
de la guerra. También fue totalmente innecesaria. Dos semanas antes
de la batalla, los diplomáticos americanos y británicos se habían
reunido en Gante, Bélgica, y habían firmado un tratado de paz que le
dio fin la guerra. La noticia del tratado no llegó a la ciudad de Nueva
Orleans hasta después de que se había peleado la batalla.
Resultados de la guerra Aunque las dos bandas reclamaron la victo-
ria, en verdad ni Gran Bretaña ni los Estados Unidos ganó la Guerra
de 1812. Y el Tratado de Gante no resolvió los problemas que los
habían llevado a la guerra. Más bien, los problemas de reclutamiento
y la captura de barcos desaparecería a medida que la paz se asentaría
en Europa. Aún así, la guerra produjo efectos importantes.
En primer lugar, después de la muerte de Tecumseh, se debilitó la
170
Capítulo 12
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resistencia de los indios en el Noroeste. Con el paso del tiempo, la
mayoría de los nativos americanos que lucharon al lado de Tecumseh
serían expulsados del Valle de Ohio.
En segundo lugar, surgió un sentimiento de orgullo nacional en los
Estados Unidos. Muchos americanos consideraban que la Guerra de
1812 era “la segunda guerra de independencia”. Al defenderse contra
los británicos, ellos creían, los Estados Unidos se había convertido en
una verdadera nación soberana.
En tercer lugar, la guerra tenía sus efectos políticos. Los
Federalistas perdieron su auge (sufrieron mucho) a causa de su oposición en contra de la guerra y el partido Federalista nunca se recuperó.
Dos de los héroes de la guerra—William Henry Harrison y Andrew
Jackson—después serían electos a la presidencia.
12.9 Dilema 4: ¿Qué debería hacer el presidente
Monroe para apoyar a las nuevas naciones
latinoamericanas?
Arte
Un sacerdote católico,
James Monroe fue electo en presidente en 1817. Después de la emoción de la Guerra de 1812, estaba feliz de devolver a la nación a su
política de aislacionismo. Los americanos dejaron de enfocar su atención en Europa y la enfocaron en los eventos que ocurrían en su propio patio. Desde México hasta la punta de Sudamérica, los colonos se
estaban alzando en contra de España.
Miguel Hidalgo (al centro y
España era inspirada por un sacerdote llamado Miguel Hidalgo. El 16
de septiembre de 1810, Hidalgo pronunció un discurso ante una multitud de indios pobres en el pueblo de Dolores. “Mis hijos”, gritó
Hidalgo, “¿Cuándo recuperarán las tierras robadas a sus ancestros
hace trescientos años por los odiados españoles? ¡Abajo con el mal
gobierno! ¡Muerte a los españoles!” El discurso de Hidalgo, hoy día
recordado como el “Grito de Dolores”, inspiró una revolución que
duró diez años. En 1821, México finalmente le ganó su independencia
a España.
Otros dos líderes liberaron América del Sur. En 1810, un venezolano llamado Simón Bolívar lanzó una revolución en el norte con el
grito: “¡Españoles! ¡Recibirán la muerte a nuestras manos!
¡Americanos! ¡Ustedes recibirán la vida!” José de San Martín, un revolucionario de Argentina, encabezó la lucha por la independencia en el
sur. Para los fines de 1825, los últimos soldados españoles habían salido de Sudamérica.
de los años 1800.
Revoluciones latinoamericanas En México, la revuelta contra
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abajo), inspiró el movimiento de independencia en
México. En la mano levantada, Hidalgo sostiene las
llamas revolucionarias que
se extendieron por toda
Latinoamérica a principios
Capítulo 12
171
Las Nuevas naciones latinoamericanas Muchos americanos se emo-
cionaron por lo que el Congresista Clay describió como el “espectáculo glorioso de dieciocho millones de personas que luchaban por
quitarse las cadenas y ser libres”. Los británicos también apoyaron
estas revoluciones, por sus propias razones. España no les había permitido a las otras naciones que comerciaran con sus colonias. Una vez
liberadas del gobierno español, las nuevas naciones latinoamericanas
podrían abrir sus puertas al comercio exterior.
Otros líderes europeos no estaban tan complacidos. Algunos aún
comenzaron a hablar de ayudarle a España a recuperar sus colonias
perdidas. En 1823, Gran Bretaña le pidió a los Estados Unidos que se
le uniera para enviarles un mensaje a esos líderes, diciéndoles que
dejaran en paz a Latinoamérica.
El presidente James Monroe les pidió su consejo a los expresidentes Thomas Jefferson y James Madison. ¿Debería hacer algo los
Estados Unidos para apoyar a las nuevas naciones Latinoamericanas?
Si así fuera, ¿que hacer?
12.10 Lo que pasó: Los Estados Unidos emite
la Doctrina Monroe
Tanto a Thomas Jefferson como a James Madison les gustó la idea de
unirse a Gran Bretaña de enviarles una advertencia a las naciones de
Europa. Jefferson le escribió a Monroe, “Nuestra primera y fundamental máxima [principio] debería ser, nunca enredarnos en las peleas de
Europa. Nuestra segunda, nunca sufrir que Europa se inmiscuya
[meta]... con América, Norte y Sur”.
El secretario de estado del presidente Monroe, John Quincy
Adams, estaba de acuerdo con los principios de Jefferson. Pero insistió en que “sería más honesto, además de más dignificado” que los
Estados Unidos se expresara de una forma audaz por su propia cuenta.
Aunque él en sí no tenía las tendencias de una persona audaz, Monroe
estaba de acuerdo.
En 1823, el presidente Monroe dio un discurso en el Congreso
anunciando una política que llegó a ser conocida como la Doctrina
Monroe. Monroe declaró que las naciones de las dos Américas, del
Norte y del Sur, “no se deben considerar sujetas a futuras colonizaciones por cualquier potencia europea”. Los Estados Unidos, dijo,
consideraría los esfuerzos de los europeos por apoderarse “de
cualquier parte de este hemisferio peligrosos para nuestra paz y
seguridad”.
172
Capítulo 12
secretario de estado: El
encabezado del
Departamento de Estado,
quien supervisa la política
relacionada con países
extranjeros. El secretario
de estado es un miembro
importante del gabinete del
presidente.
doctrina: una declaración
de la política oficial del
gobierno, especialmente
con respecto a relaciones
exteriores
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Los europeos denunciaron el mensaje de Monroe por arrogante.
“¿Con qué derecho”, preguntaba un periódico francés, presume los
Estados Unidos decirles a las otras naciones qué hay que hacer en “las
dos Américas”?
Los americanos, sin embargo, aplaudieron el mensaje de Monroe.
Les enorgulleció atestiguar que los Estados Unidos defendía a los
habitantes de Latinoamérica que amaban la libertad. Si los europeos
“intentan controlar los destinos de Sudamérica”, alardeó un periódico
de Boston, “se toparán con un águila que impida su avance”.
En los años por venir, la Doctrina Monroe se unió al aislacionismo
como un principio básico de la política exterior de Estados Unidos. La
doctrina declaraba que los Estados Unidos no aceptaría interferencia
europea en asuntos americanos. También contenía otro mensaje oculto. Gracias a su misma audacia, la Doctrina Monroe le declaró al
mundo que los Estados Unidos ya no era una colección débil de estados peleoneros. Se había convertido en una nación fuerte y confiada,
una nación que merecía el respeto del mundo.
12.11 Resumen del capítulo
En este capítulo aprendiste acerca del nacimiento de la política exterior
de los Estados Unidos. Usaste un espectro para graficar la gama de la
política exterior de Estados Unidos desde el aislacionismo hasta la
participación.
Nuestro primer presidente, George Washington, sabía que los
Estados Unidos no estaba preparado para la guerra. Él estableció una
política de aislacionismo que declaró que América evitaría alianzas
con otros países. Cada presidente que siguió a Washington se encaró a
un nuevo dilema que requirió decisiones en cuanto a lo más apropiado
para América.
Durante la presidencia de John Adams, el dilema tuvo que ver con
ataques franceses a barcos americanos. Adams siguió la política de
Washington de aislacionismo y mantuvo a América en paz.
El presidente Thomas Jefferson también se enfrentó con amenazas
en el mar. Cuando fallaron las charlas de paz, él declaró un embargo
en los puertos americanos. Éste no tuvo éxito. Entonces, el presidente
James Madison intentó ofrecerles un trato a Francia y a Gran Bretaña.
Pero los ataques en el mar continuaron. Finalmente, Madison abandonó el aislacionismo y le declaró la guerra a Gran Bretaña en 1812.
La Guerra de 1812 acabó con un tratado de paz con Gran Bretaña.
El dilema del presidente Monroe era si debiera apoyar a los
nuevos estados latinoamericanos contra las naciones europeas.
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Arte
Con la Doctrina Monroe a
su lado, el Tío Sam se
extiende las manos en
forma de advertencia a las
potencias extranjeras para
que no “se metan las
manos” a las Américas. A
pesar de que la Doctrina
Monroe tiene 180 años,
aún guía a los presidentes
americanos cuando toman
decisiones referentes a su
política exterior.
Arte
El águila americana
sostiene la rama de olivo
de la paz en una garra y las
flechas de la guerra en la
otra. Ambas son necesarias para proteger la
“libertad” (escrita en la
parte superior del dibujo)
que los americanos valoran tanto.
Capítulo 12
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Monroe emitió una política llamada la Doctrina Monroe. En ella, les
advirtió a las naciones de Europa que dejaran en paz a las Américas.
La Doctrina Monroe estableció a los Estados Unidos como una nación
fuerte y confiada, dispuesta a defender su libertad y la de otros. En el
siguiente capítulo aprenderás cómo los Estados Unidos desarrolló una
identidad nacional durante la primera mitad del siglo diecinueve.
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Capítulo 12
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