220 - Domingo XX del T. Ordinario (C)

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Domingo XX
del Tiempo Ordinario
EDICION REDUCIDA DURANTE EL VERANO
Nº 220 - DOMINGO XX DEL TIEMPO ORDINARIO - Ciclo C - 14 de agosto de 2016
No he venido a traer paz, sino división
MONICIÓN DE ENTRADA
Bienvenidos, hermanos, a la celebración de la Eucaristía en el domingo vigésimo del tiempo
ordinario. El Reino de Dios es una promesa de paz y de unidad, pero siempre con dificultades
en su realización. A menudo hace acto de presencia la cruz, y es necesario luchar, en medio
de incomprensiones, para mantener la fe. La cruz de Cristo es nuestra fuerza. Hoy, en la
Eucaristía, pedimos a Dios que nos enseñe a discernir los signos de los tiempos, para que
nuestra vida pueda tener sentido y nuestro camino esté orientado siempre hacia el Reino de
Dios.
ACTO PENITENCIAL (Fórmula 3ª)
— Tú, que nos enseñas a discernir los signos de los tiempos: Señor, ten piedad. R. Señor, ten
piedad.
— Tú, que has venido a la Tierra para encender el fuego de tu amor: Cristo, ten piedad. R.
Cristo, ten piedad.
— Tú, que nos invitas a correr hacia tu Reino, fijos los ojos en Jesús: Señor, ten piedad. R.
Señor, ten piedad.
MONICIÓN A LAS LECTURAS
La invitación a discernir los signos de los tiempos resuena hoy en la Liturgia, y en particular
en el Evangelio, como indicador de un camino continuo para llevar al mundo el “fuego”
transformador del Evangelio, para sacar de su comodidad a quien vive tranquilo con
seguridades efímeras. Este anuncio no siempre es bien acogido, como le ocurre al profeta
Jeremías. Jesús ha venido para darnos el fuego del amor. Solamente si dejamos que ese fuego
prenda y arda podrá transformar y purificar el mundo.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Hermanos: Dios Padre quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de
su bondad. Con confianza, elevemos nuestras intenciones de oración diciendo: Guía, Señor,
nuestro camino.
Domingo XX del Tiempo Ordinario (C)
Lector:
• Por la Santa Iglesia, peregrina en el mundo, para que el fervor de su fe y de su testimonio
sea fermento para la masa del mundo, oremos al Señor.
• Por los que sufren a causa de la violencia y de la opresión, para que les sea reconocido el
derecho de construir su vida en plena dignidad e igualdad su futuro según el plan de Dios,
oremos al señor.
• Por las personas que tienen responsabilidades educativas y sociales, para que promuevan el
crecimiento integral de la persona humana, abierta a Dios y a los hermanos, oremos al
señor.
• Por los que se escandalizan a causa de nuestra escasa hoy herencia, para que mediante
nuestra conversión encuentren confianza en la potencia del Evangelio, oremos.
• Por nosotros aquí presentes, para que la familiaridad cotidiana con la palabra de Dios nos
haga capaces de valorar con discernimiento maduro aquello que Dios quiere en las
concretas situaciones de la vida, oremos al señor
Sacerdote:
Reunidos en tu casa, señor, recordamos y celebramos tu misericordia; haz que la humanidad
entera pueda reconocer la eficacia de tu salvación en las difíciles situaciones que nos toca
vivir. Por Jesucristo, nuestro Señor.
MONICIÓN AL PADRENUESTRO
Para saber discernir los signos de los tiempos es necesario tener experiencia de ser hijos de
Dios en Cristo. Con confianza filial dirijamos al Padre nuestra oración, diciendo: Padre
nuestro...
ORIENTACIONES PARA LA CELEBRACIÓN
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Ornamentos de color verde.
Se dice “Gloria”. Se dice “Credo”.
Se dice uno de los prefacios dominicales. Sugerimos el Prefacio Dominical V.
En la Plegaria Eucarística se puede decir el embolismo propio del domingo.
No se permiten las misas de difuntos, excepto la misa exequial.
Domingo XX del Tiempo Ordinario (C)
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