Los fantasmas cobran vida en la Culebra

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Los fantasmas cobran vida en la Culebra
Escrito por José María Sadia
Jueves, 03 de Febrero de 2011 16:23 - Actualizado Miércoles, 02 de Marzo de 2011 10:13
Santa Cruz de los Cuérragos hubiera inspirado a Bécquer un relato de terror
«Este pueblo no está abandonado», reza en varios carteles colocados en las calles de la
localidad zamorana de Santa Cruz de los Cuérragos, en plena Sierra de la Culebra. Pero lo
parece, con permiso de su centro de turismo rural y sus nueve vecinos censados. A él se
accede más por un camino que por una carretera y la anquilosada carpintería de sus casas -la
mayor parte cerradas- le otorgan un aspecto tan bello como siniestro, máxime si la visita se
realiza un dos de noviembre, Día de Difuntos.
Con elementos parecidos y con una tremenda historia detrás, el poeta, narrador y periodista
sevillano Gustavo Adolfo Bécquer redactó «El Monte de las Ánimas», un inquietante relato que
recoge una antigua leyenda soriana. El brutal enfrentamiento entre hidalgos y caballeros
templarios en el valle que preside la ermita de San Saturio dejó un legado que, al parecer,
todavía hoy tiene su eco. Bécquer narra como, cada noche de difuntos, las campanas de la
antigua iglesia templaria comienzan a doblar y los espectros de quienes allí murieron cobran
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Los fantasmas cobran vida en la Culebra
Escrito por José María Sadia
Jueves, 03 de Febrero de 2011 16:23 - Actualizado Miércoles, 02 de Marzo de 2011 10:13
vida.
Leyenda o realidad, quién sabe, son muchos los sorianos que no quieren oír hablar de su valle
durante estas fechas. «Yo la oí en el mismo lugar en que acaeció», escribe el poeta sevillano.
El Santa Cruz de los Cuérragos de hoy le hubiera inspirado, seguramente, para escribir in situ
una segunda parte de su genial relato. «La noche de difuntos», se hubiera podido llamar.
En ese escrito, Bécquer contaría cómo al oscurecer, cada año por estas fechas, arranca a
doblar sola la campana de la pequeña iglesia de Santa Cruz. Y entonces las ánimas de los
muertos comienzan a correr entre los pinos de la Sierra de la Culebra, como espectros de una
antigua batalla en el lugar. «Los ciervos braman espantados, los lobos aúllan, las culebras dan
horrorosos silbidos y al otro día se han visto impresas en la nieve las huellas de los
descarnados pies de los esqueletos». Las siniestras palabras de Bécquer en «El Monte de las
Ánimas» podrían aplicarse exactas a la pequeña localidad zamorana.
Puertas venidas abajo, ventanas tomadas por la abundante vegetación, tablas de un balcón a
punto de venirse al suelo y pequeñas casas apuntaladas son capaces de dejar helado a
cualquier visitante de la mágica localidad cuando se pone el sol y el frío se apodera del
entorno.
Claro que los templarios rondaron lejos de Santa Cruz de los Cuérragos, batalla alguna sucedió
en el lugar y no hay leyenda siniestra que hable de una matanza. Tampoco los fantasmas salen
de las ruinosas casas la noche de difuntos ni los ciervos hullen espantados. Sólo se trata de un
precioso pueblo en el que el tiempo se ha parado, visita obligada para cualquier zamorano.
Reportaje de José María Sadia.
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Los fantasmas cobran vida en la Culebra
Escrito por José María Sadia
Jueves, 03 de Febrero de 2011 16:23 - Actualizado Miércoles, 02 de Marzo de 2011 10:13
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