Informe de la situación de la vía geocultural

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Informe de la situación de la vía geocultural
de la Alianza para un mundo
responsable, plural y solidario
«!Alianza21!»
Gustavo MARIN
abril de 2003
Esta nota presenta la vía geocultural de la Alianza en abril de 2003.
Está basada en informes de viajes, encuentros, respuestas al Llamado a iniciativas, conversaciones
telefónicas, artículos publicados en el sitio web de la Alianza y fichas de la FPH. Por otra parte,
cada región presentada a continuación es objeto de una ficha particular. Esta visión de conjunto
permite sacar algunas conclusiones sobre la experiencia y el futuro de la vía geocultural de la
Alianza21
Informe de la situación de la vía geocultural
de la Alianza para un mundo responsable, plural y solidario
América latina
América del Norte
África
Asia
Europa
Medio Oriente
Algunos elementos de reflexión y de propuesta
América latina
Empezaremos por América latina porque, luego de la Asamblea mundial de ciudadanos en Lille
(Francia) en diciembre de 2001, el encuentro de aliados del Cono Sur en Río de Janeiro en junio
de 2002 fue el primer encuentro geocultural que apuntó a dar una continuidad a la Alianza. Es
importante señalar que dicho encuentro fue organizado de manera autónoma por los aliados del
Cono Sur y convocó a cerca de cuarenta participantes provenientes de Chile, Argentina, Uruguay,
Paraguay y varias regiones de Brasil, en particular de San Pablo. Luego de una evaluación de la
experiencia de la Alianza en la región (algunos aliados participan en la Alianza desde 1993-94), los
participantes designaron a un grupo encargado del seguimiento y la articulación de las actividades
de todos los aliados del Cono Sur. Se creó un sitio web específico, coordinado por Laura Maffei
desde la Confederación de los trabajadores de la Educación de Argentina –CTERA(http://www.ctera.org.ar/Web/Inicio.htm). Dicho sitio se actualiza cada quince días
aproximadamente, pero Laura y el equipo de coordinación tienen que contactarse
constantemente con los aliados para obtener información sobre sus actividades y mantener vivo
el sitio. Hay que reconocer que los aliados no tienen el reflejo de informar a los otros sobre sus
actividades. Superar las segmentaciones, acercarse al prójimo y construir la transversalidad no es
una tarea sencilla, y esta dificultad es bastante recurrente, tanto en las otras regiones como en los
talleres y colegios.
Durante el encuentro de junio de 2002 en Río se evocó la idea de una Asamblea regional de
ciudadanos, pero su preparación no se inició. Sin embargo, los aliados de esta región no han
descartado esta perspectiva, posponiendo su preparación para una fecha ulterior, una vez que las
redes de aliados se encuentren más sólidas.
Para los aliados del Cono Sur, el objetivo –en el estado actual de la Alianza en la región- consiste
en avanzar progresivamente, a partir de las iniciativas de unos y otros, hacia la constitución de
una red regional mejor estructurada y pasar entonces a una etapa de mayor alcance, tal como lo
sería la organización de una Asamblea regional de ciudadanos. Por otra parte, las ocasiones de
encuentro no han faltado en esta región, en particular gracias a los Foros Sociales de Argentina
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(en agosto de 2002) y de Porto Alegre, que posibilitaron la reunión de muchos miembros del
Cono Sur.
La preocupación de algunos aliados giraba en torno a una postulación para el Llamado a
Iniciativas, que acababa de ser lanzado por la FPH (en mayo de 2002). Entre las actividades de
dimensión nacional, los aliados de Chile, Paraguay y Brasil presentaron iniciativas en respuesta al
Llamado. Otros llevaron a cabo actividades más autónomas o financiadas, cuando era necesario,
por otras organizaciones (nacionales o del Norte). El grupo de San Pablo, en particular, coordina
los Tambores de la Paz (http://www.tamtamforpeace.org/), la difusión de la Carta de las
responsabilidades humanas, la publicación y difusión de los cuadernos de propuestas en
portugués y organiza “charlas callejeras” cuando hay encuentros u otros eventos organizados en
San Pablo o en otras ciudades brasileñas (durante el Carnaval de Bahía, por ejemplo, grupos de
tamborileros de la paz difundieron la Carta de las responsabilidades humanas).
El grupo de articulación regional y los aliados más activos en cada país prosiguen por otra parte
las actividades propias de la Alianza, tales como la difusión de los cuadernos y los debates sobre
la Carta. Otros aliados se hallan más o menos dispersos, o no han estado en contacto directo con
la FPH o el equipo de coordinación regional. Por el momento, no podemos afirmar que se haya
instalado una dinámica realmente regional. Sin embargo, la perspectiva de una acción de mayor
envergadura y de dimensión subcontinental sigue estando presente como un camino que podría
fortalecer las iniciativas de unos y otros.
En las otras partes de América latina, la actividad de la Alianza se manifiesta principalmente en
Colombia, México y Ecuador, a través de respuestas al Llamado a iniciativas. Joël Audefroy,
coordinador de las asociaciones de pobladores, con base en México, sigue construyendo una red
internacional de pobladores. La iniciativa del CINEP en Colombia está en sus comienzos y
apunta a someter a debate la Carta y discutir sobre el proyecto de un Parlamento mundial de
ciudadanos. Asimismo, el CINEP participa en la preparación del Foro social colombiano (junio
de 2003). Desde Ecuador, Fernando Rosero, colaborador de la red Agriculturas campesinas,
sociedades y mundialización (APM http://www.zooide.com/apm/), se propone instalar un
centro de formación de líderes sociales para proseguir con las propuestas del Cuaderno de
propuestas sobre ese tema. La revista Claves, boletín informativo de la Alianza en español,
elaborada y difundida a partir del CEPSI en Ecuador ya no aparece más, por falta de
financiamiento. Eulalia Flor, responsable del CEPSI y coordinadora del grupo geocultural de
dicho país no ha emprendido nuevas iniciativas. En Perú, el Centro Bartolomé de las Casas,
encargado de la edición de los Cuadernos de propuestas en español, ha publicado los primeros
informes en diciembre de 2002.
En los otros países en donde tuvo lugar alguna actividad de la Alianza en los últimos años (como
Bolivia por ejemplo) y en donde se prepararon las bases para una colaboración duradera (como
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en Venezuela), la Alianza podría volverse un espacio de fortalecimiento de las iniciativas de unos
y otros.
América del Norte
Sabemos que la Alianza no se ha desarrollado mucho en América del Norte. Sin embargo,
muchos aliados llevan a cabo diversas actividades en esta región, especialmente en Estados
Unidos. Hemos apoyado iniciativas provenientes de Canadá : la coordinación de una red sindical
a nivel mundial presentada por Alternatives (de Montreal) y un estudio sobre la sociedad civil y la
gobernanza, propuesto por el Club de Atenas (con sede en Montreal también). En los Estados
Unidos apoyamos las iniciativas de Rob Wheeler, con base en Minnesota y Nueva York, que
coordina el foro electrónico sobre el Parlamento mundial (desde noviembre de 2002) y participa
activamente en los trabajos de construcción de la paz de diversas asociaciones. Mantenemos
contacto con antiguos colaboradores, tales como Mark Ritchie, Director del IATP (Institut on
Agriculture and Trade Policies) y nuevos colaboradores, como es el caso de Mark Rand,
coordinador de una red de fundaciones norteamericanas sobre el Comercio mundial y la
globalización, con quien nos hemos encontrado en el marco del apoyo de las fundaciones al Foro
social mundial (http://www.fntg.org). Mark y otros responsables de dichas fundaciones desean
fortalecer los vínculos con las fundaciones europeas y hemos iniciado algunos trabajos juntos, en
particular la preparación de las conferencias para la reunión anual del Centro europeo de
fundaciones, que tuvo lugar en Lisboa en junio de 2003.
Parece poco probable que se constituya un grupo geolcultural entre los aliados de Estados
Unidos y los de Canadá. Sin embargo, tanto los antiguos como los nuevos colaboradores se
mantienen particularmente activos. Entendemos que no es una tarea fácil de realizar en el
contexto político y cultural actual de los Estados Unidos.
África
Informar sobre la situación de la Alianza en África requiere, entre otras cosas, que podamos
hacer una evaluación de la caravana africana, que comenzó en Cape Town (Sudáfrica) en junio de
2000 y finalizó durante el encuentro continental de Dar es Salaam (Tanzania) en junio de 2001.
Hemos intentado hacer esta evaluación junto a David Gakunzi, principal coordinador de la
iniciativa, pero hasta el momento no hemos podido trabajar con él. Aunque la caravana cumplió
con su cometido con respecto al encuentro de Dar es Salaam y la elaboración de una Carta
africana para la paz y la solidaridad, hubo también muchas dificultades, cuya responsabilidad es
difícil de determinar. Si bien es evidente que algunos aliados se alejaron de la Alianza luego de
esta experiencia, otros, en cambio, intentaron superar los obstáculos y proseguir con la iniciativa.
Y es así que una red de aliados de África Occidental (de los cuales algunos trabajan asimismo en
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relación con la red Gobernanza en África), respondió al Llamado a iniciativas y actualmente lleva
a cabo acciones en torno a la promoción de la economía solidaria, la lucha contra el tráfico de
niños, la ciudadanía y la gobernanza local y regional, etc.
En el Cuerno de África y en la región de los Grandes Lagos, algunos problemas específicos
ligados a la relación de colaboración y cooperación con la FPH tornaron difícil el contacto
directo con los actores locales. El colaborador apoyado por la fundación es a menudo un
colaborador único y, a lo largo del proceso, la colaboración tiende a ampliarse en muy contadas
ocasiones. Dicho colaborador es con frecuencia una sola persona y no una organización – un
hombre en todos los casos estudiados. Más que GRAPECA, el colaborador exclusivo de la
fundación en Etiopía es Negede, desde hace más de diez años. Asimismo, David Gakunzi fue
durante mucho tiempo casi el único intermediario entre la fundación y las organizaciones
burundesas y rwandesas, e incluso entre la fundación y algunos de sus colaboradores africanos.
En África Austral se está perfilando un comienzo de articulación entre los aliados. John Stewart
en Zimbabwe y otros colaboradores en Zambia, Mozambique y Sudáfrica están dispuestos a
hacer un camino juntos. John es también co-responsable de la edición inglesa de los Cuadernos
de propuestas y contribuye con la coordinación de actividades alrededor de la Carta. Las
perspectivas se ven nuevamente abiertas.
Asia
Un hecho a subrayar es que la Alianza está presente en los dos países más grandes del mundo :
China y la India. Otro punto significativo es que, desde hace dos años, se han efectuado los
primeros pasos de un diálogo intercultural entre estos dos países, más allá de las relaciones
comerciales.
En China, el encuentro de Beijing en febrero de 2003 constituye el final de una etapa iniciada con
el encuentro de She Kou en junio de 1993 y el comienzo de una nueva fase. El trabajo de
preparación del encuentro antes mencionado constituye un documento muy rico en contenidos.
La publicación de los resultados del encuentro, que se difundirá a la brevedad, será también un
documento esencial para preparar el futuro.
Sería demasiado extenso desarrollar aquí dichos contenidos. El encuentro de febrero último en
Beijing se concibió principalmente como una reunión de evaluación de diez años de trabajo de la
FPH con sus colaboradores. Muchos programas y políticas habían realizado diversas actividades
con los colaboradores chinos pero actuando en forma paralela, segmentada. La preparación y el
encuentro de Beijing permitieron llegar a una articulación más fuerte, que puede ser
particularmente importante en el futuro. Cabe señalar asimismo que los colaboradores chinos,
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por iniciativa propia, ubicaron a este encuentro dentro del marco de la Alianza, considerándola
un espacio, un método de trabajo colectivo y de fortalecimiento mutuo. Habrá que perseverar
ahora en este proceso iniciado, lo cual requerirá un esfuerzo particular ya que, como en todas
partes, los vínculos entre aliados y colaboradores dentro de un mismo país, grande o pequeño,
constituyen un desafío considerable.
En la India, los aliados tomaron iniciativas en forma más autónoma. Algunos respondieron al
Llamado a iniciativas, en particular el equipo coordinado por Siddhartha y la asociación Pipal
Tree, con sede en Bangalore. Asimismo, Makarand Paranjape, con base en Delhi, coordina con su
homólogo chino Yifeng Zhao, de Guandong, el diálogo indio-chino. La modalidad que sigue el
equipo coordinado por Siddhartha es particularmente interesante. No se concentra solamente en
Bangalore, sino que alcanza varias regiones de la India y del Sudeste asiático. La diversidad
temática y colegial de los encuentros y trabajos es amplia!: responsables religiosos, políticos,
asociativos, artistas, jóvenes, mujeres, periodistas, etc. La difusión de los Cuadernos y de la Carta
se hace sobre papel (la revista Butterfly Futures) y a través de un sitio web propio de los aliados
de la región (http://www.allasiapac.org/). Las actividades son ampliamente difundidas en la
prensa (Siddhartha mismo es periodista y fue coordinador del colegio Periodistas de la Alianza).
Además, alrededor de cada encuentro se realizan manifestaciones públicas que reúnen a miles de
personas (principalmente campesinos, jóvenes y mujeres), lo cual permite tener una repercusión
social y mediática que supera el marco de un seminario.
Las iniciativas previstas para la prosecución del diálogo indio-chino apuntan a fortalecer los
vínculos entre grupos de mujeres, de jóvenes y de campesinos de los dos países, con vistas a una
elaboración de propuestas para que ellos jueguen un papel decisivo en las nuevas sociedades de la
India y la China, que están en pleno cambio. Además de estos encuentros se prevén intercambios
culturales, en particular de directores de cine, con el objeto de invitar a un público más amplio a
los debates e intercambios.
En el resto de Asia, los aliados siguen estando diseminados. Están presentes en Filipinas, en
Tailandia, en Japón, pero sin articulación del conjunto hasta el momento. En Nueva Zelanda y las
Islas del Pacífico, un nuevo grupo geocultural respondió al Llamado a iniciativas. Trabajan dentro
de las comunidades campesinas y urbanas, especialmente de los maoríes. En este caso también se
abren frágiles perspectivas, que podrán consolidarse si los aliados del lugar se ven fortalecidos por
una dinámica más vasta a nivel regional.
Europa
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Para evaluar la situación de la Alianza en Europa podemos citar una nota redactada por Betty
Nguyen, que hizo un reciente estudio sobre el tema!: «…Esta experimentación de debate público
europeo...prosiguió en el marco del proceso de Asamblea 2000-2001 con el Encuentro
continental europeo de Peles de junio de 2001. Es asombroso constatar que los 4 temas
identificados para este encuentro (gobernanza democrática para Europa, trabajo y organización
social, mundo rural y sustentabilidad, migraciones y ciudadanía multicultural) y surgidos de la
visión de los aliados europeos activos sobre los desafíos de Europa correspondían a temas de
trabajo de los programas de la FPH pero que, en la práctica, no se efectuó ningún intercambio
entre los programas. También es asombroso ver hasta qué punto - tres años después y en el
nuevo contexto de la guerra en Irak y la inminencia de la ampliación de Europa – estos temas
siguen correspondiendo a problemáticas de gran envergadura para la construcción europea.
Es extremadamente difícil, y hasta imposible, apreciar los resultados, los impactos y los efectos
derivados de estas dinámicas. Cuando la FPH tuvo un papel de iniciadora (Barcelona 99,
Encuentro de Peles), ¿se condenó tal vez a garantizar el seguimiento y la continuación de las
acciones, cosa que no pudo/supo(?) hacer? Siguiendo esta hipótesis, la ausencia de continuación
visible (más allá de algunas relaciones entre participantes) ¿no era previsible? ¿Era esa la vocación
de la FPH? Pero la FPH no fue sólo iniciadora : también se le pidió que apoyara a redes europeas
llevadas adelante por franceses (por ejemplo, la Red de periodistas europeos sobre la exclusión
social, el Centro de Jóvenes Dirigentes en Economía Social). Por otra parte, el peso de los
contactos franceses en la agenda telefónica de la FPH (del 58% de europeos que ocupan la
agenda, el 67% son franceses) y el de las convenciones firmadas con franceses (entre 1999 y 2002,
del 64% de las convenciones firmadas con europeos, el 76% fueron firmadas con franceses)
confirman que el papel de intermediarios de los franceses sobre Europa ha sido importante.!»
Más allá de los programas de la FPH, varios grupos e instituciones en Europa respondieron al
Llamado a iniciativas. Sus programas de trabajo son muy diversos : traducción y difusión de la
Carta en los Balcanes, construcción de una red de accionistas responsables, construcción de una
red para el acceso a la alimentación de los excluidos y las personas en situación precaria,
promoción de la ética económica y del consumo responsable mediante un diálogo societal de
buena calidad, puesta en marcha de propuestas sobre la educación, promoción de la ciudadanía
local y regional, debate sobre los servicios públicos, etc.
Tal vez a causa del peso histórico del trabajo en colaboración de la FPH dentro del mundo
francoparlante, mencionado en la cita precedente, llegan pocas respuestas de Europa del Norte y
del Este. A pesar de los esfuerzos realizados para suscitar la participación de los aliados en esas
regiones, la Alianza sigue estando limitada a Europa del Sur (exceptuando la iniciativa de los
Balcanes) y no logra extenderse más allá de Francia o de Bélgica francoparlante. Es significativo
el hecho de que los aliados en Alemania y el Reino Unido sean muy pocos.
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Medio Oriente
Los primeros contactos con los aliados de esta región datan de los encuentros de la Alianza de
1993, pero luego no prosiguieron. Desde 1998 se constituyó una red de aliados, principalmente a
partir del Líbano, gracias a las actividades del Consejo Cultural del Líbano Sur. Dicha red
organizó varios encuentros dedicados a las cuestiones relativas a la gobernanza regional, el lugar
que ocupa el mundo árabe dentro de la mundialización, las condiciones sociales y políticas para la
construcción de la paz, la gestión sostenible del agua y de los suelos, etc. La red coordinada por el
Consejo Cultural del Líbano Sur está fundamentalmente constituida por intelectuales, periodistas,
universitarios, responsables de asociaciones, líderes religiosos del Líbano, de Siria, Egipto, Túnez
y Palestina. Sus propuestas fueron ampliamente difundidas por los periódicos y una revista
intitulada Majalat difundió durante tres años muchos artículos de valorización de los trabajos de
los encuentros y talleres de la Alianza. El Consejo Cultural del Líbano Sur tomó la iniciativa de la
edición y publicación de los Cuadernos de propuestas de la Alianza.
Por nuestra parte, también hemos intentado establecer vínculos entre los aliados del Líbano, de
Egipto y de Siria y los de Palestina e Israel. Los aliados de esta región están convencidos de que la
construcción de una paz sostenible dependerá de múltiples factores y consideran que, dentro de
esos factores, una evolución política capaz de garantizar una participación activa de las
poblaciones es una condición esencial. Asimismo, están profundamente convencidos de que la
recuperación de los derechos del pueblo palestino y el fin del dominio colonial de Israel son
condiciones sine qua non. Los resultados de la guerra en Irak y el agravamiento de la situación en
toda la región ponen una vez más al orden del día la búsqueda de la paz. Las propuestas de los
aliados tendrán que pasar la prueba de la historia.
Algunos elementos de reflexión y de propuesta
Esta visión de conjunto, ciertamente incompleta, permite sacar algunas conclusiones sobre la
experiencia y el futuro de la vía geocultural de la Alianza.
1. Si bien hemos constatado que las actividades de los aliados toman un ritmo más lento en
las diversas regiones, seguramente en razón de una presencia menos directiva de la FPH,
también hemos podido ver, al mismo tiempo, que hay grupos de aliados que se
mantienen activos e intentan reagruparse. Estos grupos y estas iniciativas están
coordinadas tanto por antiguos aliados (los que están activos desde el comienzo de esta
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aventura) como por nuevos (algunos recién conocieron la Alianza en Lille, en diciembre
de 2001).
2. Los grupos geoculturales de la Alianza tienen perfiles muy diversos : desde los que se
constituyeron a escala de una ciudad y reagrupan a algunas decenas de personas
representativas de distintos colegios (el grupo de San Pablo, por ejemplo), hasta grupos
que constituyen una red a escala subregional (varios países cercanos).
3. Las actividades a escala geocultural integran a las otras dos vías : la colegial y la temática.
Los aliados en una ciudad, una región o un subcontinente tienen distintas inserciones
socioprofesionales. Es muy raro que sean solamente universitarios o militantes de ONGs.
La mayoría reagrupan a personas de varios colegios e intentan promover
intencionalmente en sus actividades una participación multicolegial.
4. Asimismo, los aliados trabajan en las distintas regiones sobre varios temas a la vez. Es
muy raro también encontrar un grupo que se especialice en un solo tema. Las reflexiones
y propuestas son multitemáticas, abarcando desde cuestiones sobre la economía hasta
cuestiones sociales y culturales o ambientales. Se instaura así una articulación compleja,
que sigue las prioridades temáticas propias de cada región. Los aliados de África
Occidental ponen en primer término las cuestiones de gobernanza regional y el tráfico de
niños, mientras que los del Cono Sur, entre otros, están pensando en la integración
regional y las salidas de las crisis económicas, por ejemplo.
5. En la dimensión geocultural, la Alianza se percibe principalmente como un espacio, un
método, un lugar de intercambio, de reflexión, sin presiones institucionales rígidas. El
reagrupamiento se va haciendo sobre todo mediante la convicción de una visión común o
al menos convergente y compartida. Por lo general, la organización de los grupos de
aliados que actúan a nivel regional es muy flexible y horizontal, sin jerarquías
preestablecidas. Las responsabilidades se basan sobre todo en el servicio ofrecido a los
otros, en particular para las tareas de circulación de la información. Algunos grupos
implementan sistemas de puesta en relación, de intercambio sistemático de información y
de reflexión. Por ejemplo, algunos grupos coordinan sitios web, organizan foros
electrónicos o publican revistas. Los grupos que funcionan en una misma ciudad
organizan reuniones o actividades comunes pero sin crear una organización institucional
formal, tal como una asociación jurídica. Otros grupos gravitan en torno a una asociación
u ONG, pero éstas sirven sobre todo como punto de encuentro o punto de información,
como Pipal Tree en la India o el CINEP en Colombia, por ejemplo.
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6. Hay que señalar sin embargo que, a nivel de un grupo local y más aún a nivel regional, el
trabajo de puesta en relación no es sencillo. Es una tarea que a menudo lleva tiempo y
requiere una remuneración. Más allá de esto, cabe decir que los aliados no quieren
tornarse una especie de “funcionarios” de la Alianza y tratan de evitarlo. Los recursos
financieros sirven fundamentalmente para poner en marcha la iniciativa, el proyecto a
realizar. De manera general, el reflejo de superar la segmentación está poco desarrollado,
especialmente entre grupos geoculturales y con respecto a la Alianza en su globalidad.
Algunos foros electrónicos, más específicos, posibilitan el intercambio, pero esas
informaciones trascienden el círculo de trabajo en contadas oportunidades. Para quienes
se conectan regularmente, los sitios web se han tornado un medio de información, pero
no son interactivos. Los coordinadores son quienes deben actualizarlos. El foro del
Equipo Internacional de Facilitación (EIFE) fue, luego de Lille, el único medio colectivo
para que los coordinadores de la Alianza se mantuvieran informados. A pesar de las
dificultades propias del trabajo a distancia, luego de un año y gracias a los esfuerzos de los
coordinadores de dicho foro para suscitar la participación, los primeros elementos de
síntesis han sido elaborados, y alimentarán también la segunda etapa de la Alianza.
7. A pesar de sus debilidades, los grupos geoculturales con toda su diversidad pueden
constituir un terreno fértil de renovación de la Alianza en esta segunda etapa. Su
autonomía y su articulación entre ellos y con otros talleres y colegios pueden generar una
dinámica nueva. Cierto es que tendrán que apoyarse principalmente en sus propias
fuerzas y que hará falta todo un abanico de recursos financieros, no sólo para garantizar
los trabajos sino también para fortalecer su autonomía. Aún estamos lejos de la puesta en
práctica de las Asambleas regionales de ciudadanos, pero esta perspectiva está presente en
algunos grupos mejor insertados socialmente. Habrá que realizar un laborioso trabajo
para facilitar la circulación de la información y la puesta en relación entre los grupos.
8. Por último, habrá que hacer una enérgica búsqueda de colaboradores en las regiones en
donde la Alianza está ausente o tiene poca presencia : en América del Norte, en Europa
del Norte y en Asia central, por mencionar sólo algunas.
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