Mediante la modelización de un sistema de pequeña escala Idea desarrolla herramientas para identificar zonas vulnerables al cambio climático La falta de herramientas predictivas de los posibles efectos devastadores del Cambio Climático Global (CCG) sobre la biodiversidad y estabilidad de sistemas ecológicos altamente vulnerables en Venezuela, representa un grave problema. Esta situación obliga al Estado, a establecer líneas estratégicas y una de ellas es el estudio de los posibles efectos de este fenómeno sobre nuestros ecosistemas, en función de poder tomar medidas para su preservación. Como parte de las políticas ambientales adelantadas por el Gobierno Bolivariano, el Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología (Mppeuct) a través de sus entes adscritos desarrolla proyectos orientados a la conservación del ambiente, protección del ecosistemas y biodiversidad, preservación de especies amenazadas, asi como acciones que reduzcan el impacto del cambio climático. Es así como actualmente en la Fundación Instituto de Estudios Avanzados (Idea), perteneciente al Mppeuct y gracias al financiamiento del Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Fonacit); se lleva a cabo un proyecto que busca desarrollar un modelo para la conservación de ecosistemas amenazados por el cambio climático, mediante la caracterización ecológica de un sistema de menor escala. Al respecto, la investigadora Trigal Perdomo, responsable del proyecto explicó que el estudio que desarrolla junto a Diego Rojas, Evelyn Zoppy, Ruben Torres y Jesús Albeto León, en la Selva Nublada del Parque Nacional Henri Pittier, estado Aragua, busca relacionar el sistema Copepoda-Heliconia-Bromelia (CHB), mediante su caracterización ecológica experimental en el sitio y fuera de su hábitat natural, con ecosistemas de mayor escala, amenazados por el cambio climático global (CCG). Perdomo comentó que los copépodos son pequeños artrópodos acuáticos, que habitan en la fitotelmata de la Selva Nublada del Parque Nacional Henri Pittier y que tienen la capacidad de resistir períodos de sequía prolongados, disminuyendo sus tasas metabólicas al entrar en hibernación. La utilización del sistema Copepoda-Heliconia-Bromelia (CHB), permite la obtención de información rápida y económica, incorporable a modelos matemáticos predictivos útiles en el diseño de estrategias de conservación nacionales, debido a que el sistema recoge en su esencia, características similares (fragmentación, desecación, latencia, dispersión) a los sistemas amenazados de mayor escala, con la ventaja de ser replicables espaciotemporalmente. “Este sistema constituye una herramienta valiosa y económicamente viable para la identificación y creación de refugios “in situ”, que permitan conservar y manejar tanto la biodiversidad en estos ecosistemas como espacios territoriales estratégicos para la nación”, subrayó la investigadora. Socialización del conocimiento “Los modelos matemáticos que estamos desarrollando, servirán de herramienta para identificar y así proteger, zonas o regiones vulnerables a los efectos del cambio climático, todo ello en concordancia con los lineamientos de la Estrategia Nacional de Diversidad Biológica, de la Oficina Nacional de Diversidad Biológica”, puntualizó la investigadora. “Venezuela tiene un territorio equivalente al 45% de Áreas bajo régimen de administración especial (Abrae), las cuales son zonas protegidas por legislación ambiental que especifica su tipo de manejo, tales como: las Áreas de Manejo Integral de Recursos Naturales; las Reservas Nacionales Hidráulicas; las Áreas Boscosas bajo Protección; las Reservas de Biosfera; Las Áreas de Protección y Recuperación Ambiental; entre otros.” Por otra parte, la propuesta ha permitido la articulación con comunidades aledañas al área de estudio, donde se desarrollarán talleres sobre el cambio climático global, sus posibles efectos sobre la selva nublada y la apropiación del conocimiento generado a través de material didáctico producidos en conjunto. Asimismo, los investigadores de este proyecto, participaron en un micro audiovisual difundido en el programa “Ciencia para todos” por el canal temático Conciencia TV. Prensa Fonacit/Carmen Gómez