Con el espacio, ya no dentro de él

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Nicole Koltick Amb l'espai, ja no dins seu
Ambiente
Con el espacio,
ya no dentro de él
Arquitectura
Autoría
Bienestar
Desjerarquización
Diseño
Interactividad
Diseño del espacio
Interioridad
Diseño integral
Tecnología
Disposición
Conforme las nuevas tecnologías, materiales y señales
comienzan a transgredir el espacio interior, desarrollan
el potencial de aumentar la resolución y la resonancia
conceptuales. Tipologías antes inocuas tienen ahora la
capacidad de ejercer una influencia más poderosa que podría
llevar a una transición desde estar “dentro” del espacio a
estar “con” el espacio. El diseño de interiores, siempre en
transformación, y los cambios que provoca en el espacio
sugieren que ese aumento de resolución podría traducirse,
entre otras cosas, en la posibilidad de inyectar valor semántico
a un territorio hasta entonces vacío. Este artículo presentará
varios estudios de caso de prototipos especulativos recientes
para interiores domésticos.
Terreno doméstico
Distribución
Espacio de trabajo
Espacio urbano
Estancias de la ciudad
Hábitat estratégico
Luz
Nuevos consumidores
Ocupación
Prácticas experimentales
Proyecto
Representación
Retail
Sociocultural
Tendencias
Teorías espaciales
Triple bottom line
Las interacciones y la interactividad se antojan de
primordial interés en el planteamiento del diseño
de un espacio interior. Los recintos interiores tienen el propósito expreso de albergar, posibilitar y
facilitar las interacciones humanas. Sin embargo, los
intentos sinceros o bien intencionados de producir
espacio interactivo no necesariamente rinden espacios con resonancia conceptual. Los proyectos que
exploran el terreno de la interactividad se conciben
casi siempre como instalaciones temporales y sirven
más de entretenimiento o como caprichos pasajeros.
Usman Haque critica el limitado valor semántico de
estos trabajos, y propugna una relación entre tecnología y habitante con más matices y más integrada:
“Tampoco se trata de hacer otra obra de arte high
tech “de vestíbulo” que responda a la circulación de
gente por el espacio, lo cual es simplemente tan figurativo, sobrecargado de metáforas y desmotivador
como un amable paisaje en acuarela”.1 Muchos de
los proyectos aquí analizados utilizan la tecnología
pero de una manera muy particular y estratégica, y
Nicole Koltick
“Examinando la posibilidad
de que emerjan fuerzas
ocultas en formas más
performativas, el interior
ofrece una amplia gama de
capacidades potenciales sin
explotar, listas para que los
diseñadores las extraigan y
amplifiquen.”
Nicole Koltick es profesora adjunta en el Antoinette
Westphal College of Media Arts and Design de
la Drexel University, una de las responsables del
proyecto de investigación lutz/koltick y directora
del Design Futures Lab, donde lleva un grupo de
investigación de posgrado en prácticas de diseño
crítico y propuestas especulativas relativas a los
interiores.
1
Haque, U. “The Architectural Relevance of Gordon Pask”.
Architectural Design, vol. 77, núm. 4 (2007), p. 61.
no por simple afán de novedad sino más bien para
suscitar una atención concreta hacia dinámicas o
posibilidades que, de otra forma, no serían vistas.
Este trabajo analizará aproximaciones conceptuales
a la interioridad que se han traducido en prototipos
a escala real. Estos proyectos cuestionan los supuestos sobre las condiciones apriorísticas de los interiores. Evitan las nociones simplistas de interactividad
y pretenden replantear ciertas premisas culturales
subyacentes y las normas sociales relacionadas con
la pertinencia o no de objetos y entornos. Analizando la distancia entre lo que se necesita y lo que se desea, los trabajos pretenden empujar a los visitantes a
contemplar el rol de los objetos y los ambientes que
componen el fondo de la vida prosaica de cada día.
La alusión de Usman Haque al paisajismo amable encaja casi a la perfección con los análisis de la
praxis de interiores contemporánea y los valores
disciplinares de elegancia, pertinencia y gusto, tan
fundamentales. Las cuestiones programáticas pasan
también al primer plano pero suelen verse constreñidas por aspectos relativos a la jerarquía, la eficiencia y la “facilidad”. La propuesta de valor añadido de
muchos diseñadores es su acceso a una amplia gama
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de objetos, superficies y acabados de lujo y su competencia para desplegarlos con efectos gratificantes.
El análisis de la metahistoria de Bruce Sterling es
de gran ayuda para entender los supuestos no cuestionados que subyacen a estas prácticas, a menudo
no expresados ni suficientemente reconocidos, pero
que sientan las bases de lo que se considera normal
y aceptable en contraposición a lo aberrante y anómalo. Las metahistorias son omnipresentes y “es a
través de la metahistoria como la gente acaba viendo
que las cosas nuevas son cosas adecuadas; los objetos
nuevos que pueden encajar en un contexto metahistórico son vistos como adelantos, parte del progreso.
Si no, son considerados imposiciones ajenas o curiosidades”.2 Si rastreáramos la metahistoria de la praxis de interiores descubriríamos normas culturales y
cuestiones de gusto y respetabilidad. La inspiración
histórica prevalece al lado del despliegue de todo
tipo de objetos antiguos que llevan incorporadas
sus propias historias de uso. No es habitual encontrar interiores aberrantes, y es de suponer que son
poco solicitados. Desde el punto de vista histórico, la
praxis de interiores, más que muchas disciplinas de
diseño contemporáneas, carece de una indagación
teórica sustancial. El carácter de servicio de esta disciplina parece desbancar cualquier cuestionamiento
sustancial de los supuestos que engloban las actividades de la praxis y la infinidad de actividades hechas realidad en los proyectos acabados resultantes.
La falta de una sólida tradición especulativa contribuye a este vacío. Esta disciplina podría utilizar una
veta conceptual mucho más robusta, a la que podríamos llamar “diseño de interior sobre el papel” y que
funcionaría de una forma muy parecida a la tradición de la arquitectura sobre el papel, que permite
a muchos arquitectos jóvenes producir y explorar
ideas en sus primeras experimentaciones relacionadas con el entorno construido. La agenda Design for
Debate de Anthony Dunne constituye un importan-
2Sterling, B. Shaping Things. Cambridge, Massachusetts:
The MIT Press, 2005, p. 39.
3 Dunne, A. “Design for Debate”. Architectural Design,
vol. 78, núm. 6 (2008), p. 91.
Nicole Koltick Con el espacio, ya no dentro de él
te precedente en este tipo de trabajo. “Este paso de
pensar en las “aplicaciones” a pensar en las “implicaciones” crea la necesidad de nuevos roles, contextos
y métodos. No se trata únicamente de diseñar para
contextos y métodos determinados por el mercado
comercial, sino de hacerlo también para otros contextos sociales y más amplios. Se trata de diseñar,
no solo productos que se pueden consumir y utilizar
hoy, sino también otros imaginarios que podrían
existir en los años venideros”. 3 Como este tipo de
actividad está notoriamente ausente de una amplia
subcategoría de programas universitarios de diseño
de interiores y de arquitectura de interiores, la praxis especulativa que nos ocupa se ha estructurado
deliberadamente como foco primordial de los proyectos presentados a continuación. Estos proyectos
colaborativos se han realizado como proyecto final
de máster de un año de duración, con el objetivo de
expandir la resolución del ámbito doméstico investigando la capacidad de establecer y ampliar las relaciones entre los habitantes y el entorno. Se replanteaba la gama de actividades e intercambios dentro
del espacio en busca de oportunidades de amplificar
e interrumpir. Cada proyecto se examina respecto
a la actitud específica que toma ante supuestos normativos de uso y funcionamiento. Los proyectos se
expusieron en el verano de 2013 y, en conjunto, ofrecen un juego convincente de provocaciones para una
práctica emergente de la interioridad.
Límites
El trabajo de investigación analizado a continuación
intenta poner en entredicho parte de la metahistoria
que rodea a los entornos interiores y a los objetos relacionados con la praxis de interiores. La inyección
de contenido semántico en un terreno tradicionalmente estático se puede expresar de muchas formas
sorprendentes y estimulantes, que los proyectos exploran en varios frentes importantes. El primer proyecto examina los sustratos materiales. La materialidad ofrece una poderosa fuerza mediadora dentro
de los entornos. Si desencadenamos y sacamos a la
luz las fuerzas y energías que están ocultas en los
materiales, podemos comenzar a especular sobre
una relación emergente con estos entes activos. Por
lo tanto, ya no estamos “rodeados por” sino “interactuando con”. Sean Lally, un arquitecto cuyo trabajo explora las energías y los umbrales de los materiales, explica que “las energías de los materiales,
en su mayor parte, son o reflejadas o seleccionadas
o internamente creadas, y asumen una cuota más
bien mínima de responsabilidad […] por lo tanto
han sido relegadas a acondicionar interiores predefinidos o a actuar como efectos especiales en la
generación de estados de ánimo y ambientes”.4 Esta
responsabilidad tan mínima pone en tela de juicio
el papel del diseñador en el aprovechamiento y la
recuperación de este poderoso pero infravalorado
participante.
Varios de los proyectos analizados aquí comienzan a poner en tela de juicio la noción de límites, de
fenómenos ambientales y de lo que no se ve. Petra
Blaisse, gran figura del diseño de interiores híbrido, defiende una aproximación al diseño de espacios
interiores conceptualmente matizada. “Ya ha quedado claro que tenemos que reconsiderar nuestra
profesión: partir de cero y reintroducir lo invisible,
lo subconsciente, la acción-reacción: la pura biología de las cosas […]. Empecemos por regular los
procesos de una forma menos obvia, menos visible
y comencemos a dar forma a entornos que evolucionarán en cosas imprevistas”. 5 El terreno operativo
del interior ofrece todo tipo de interacciones potenciales entre lo vivo y lo no vivo. Mientras que tradicionalmente se ha mediado en estas interacciones a
través de la selección e implementación de muebles
y acabados, hay otra capa del interior que no se ve y
que es increíblemente potente. Examinando la posibilidad de que emerjan fuerzas ocultas en formas
más performativas, el interior ofrece una amplia
gama de capacidades potenciales sin explotar, listas
para que los diseñadores las extraigan y amplifi-
quen. Estas fuerzas encauzan también la capacidad
de actuar con habilidades sorprendentes. Usman
Haque presenta ese potencial en entornos futuros
y se pregunta, “Si, por el contrario, un constructo
diseñado puede elegir lo que siente, ya sea porque
dispone de sensores imprecisos o porque determina
dinámicamente sus propias categorías perceptuales,
da un paso más hacia la auténtica autonomía, la que
sería necesaria en un sistema verdaderamente interactivo”. 6 Las lógicas biológica, computacional y
material se pueden configurar y liberar para ofrecer
modelos completamente nuevos de ocupación y relación con los entornos.
Re-Surface
El proyecto Re-Surface tuvo su origen en una investigación de las posibilidades que ofrece la biología sintética en ambientes interiores. Varios profesionales
prominentes han estado explorando la interacción
entre materia biótica y espacio arquitectónico. Uno
de estos investigadores es la Dra. Rachel Armstrong,
que sigue siendo optimista en sus predicciones de
que “las implicaciones futuras para la arquitectura
en términos de modificaciones de nanoescala a procesos vivos son emocionantes porque constituirán la
base de materiales pensados para diseñadores, con
capacidad de respuesta y propiedades innovadoras
5 Tashia Tucker y Design Futures Lab, Re-Surface. Superficie de
biosuelo sintética. © 2013 Nicole Koltick
4 Lally, S. “Twelve Easy Pieces for the Piano”. Architectural
Design, vol. 79, núm. 3 (2009), p. 11.
5 Blaisse, P. “Border Conditions”. Architectural Design, vol.
79, núm. 3 (2009), p. 84 y s.
6 Haque, U. Op. cit., p. 58.
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y que tendrán un amplio abanico de aplicaciones
en nuestra experiencia del entorno construido”.7
El proyecto Re-Surface consistió en la creación de
una serie de superficies innovadoras para entornos
domésticos, que se desarrollaron y exhibieron conjuntamente, concebidas como un showroom especulativo de productos. Cada una de las superficies
exploraba la materialidad a nivel biológico y atraía
de distintas formas la presencia de bacterias sintéticas programables. Se desarrollaron tres superficies
principales: una barra de cocina, una superficie para
suelos y una superficie para paredes, que se fabricaron en prototipo para su exhibición. Para activar las
capacidades interactivas de cada superficie se recurrió a un equipo digital interdependiente.
Este proyecto establece una interesante dicotomía e inversión de papeles si pensamos en la reacción típica ante la presencia de bacterias en nuestros
entornos. En total contraste con los jabones y los
aerosoles antibacterianos, presenta a las bacterias
como agentes beneficiosos. Muchos de los visitantes de la exposición que interactuaron con las superficies expresaron un considerable malestar ante
la mera idea de que se hubieran utilizado bacterias
de esa forma, una reacción que pone de manifiesto
una ignorancia general del enorme papel que juegan las bacterias en el microbioma interior y cómo
actúan de forma invisible con efectos tanto beneficiosos como nocivos. En el diseño de interiores, este
agente invisible tiene la capacidad potencial de ser
utilizado de forma más específica y performativa.
Este proyecto invoca y simula bacterias (mediante
simulación y proyección digital), con la excepción
del sustrato bacteriano de pared de celulosa. A pesar de la simulación, los usuarios mostraban una
fuerte aprensión al entrar en contacto con las superficies, una reacción que responde a una potente
metahistoria de lo que pensamos de las bacterias en
nuestros entornos y de cómo concebimos las super-
7 Armstrong, R. “Designer Materials for Architecture”.
Architectural Design, vol. 78, núm. 6 (2008), p. 89.
8 Weinthal, L. Toward a New Interior. An Anthology of
Interior Design Theory. Nueva York: Princeton University
Press, 2011, p. 20.
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Nicole Koltick Con el espacio, ya no dentro de él
ficies como sustratos estériles en los que llevamos
a cabo nuestras actividades diarias. Tal como Lois
Weinthal afirma, “el interior contiene características que no siempre son exploradas estratégicamente; por ejemplo, la presencia de desgaste y suciedad
señala la acción de la naturaleza sobre la estructura y, con ella, la oportunidad material y artística”. 8
Esta oportunidad abunda en múltiples niveles en el
diseño de interiores, y uno especialmente interesante por explotar es el del microbioma biológico.
1 Tashia Tucker y Design Futures Lab, Re-Surface. Desarrollo de
celulosa bacteriana e instalación de pared. © 2013, Nicole Koltick.
En este proyecto logramos introducir una potente
sobreposición semántica sobre estados de superficie
relativamente comunes liberando en nuestros entornos la fuerza oculta de las bacterias. La superficie
del suelo recurría a bacterias programables que respondieran a contaminantes ambientales arrastrados
en los zapatos, incluyendo agentes patógenos, caspa
de animales y bacterias causantes de olores, entre
otras substancias. En respuesta a su presencia, las
bacterias se dedicarían básicamente a atacar y neutralizar a esos agentes. Las características espaciales y formales de la superficie del suelo se diseñaron
digitalmente, inspiradas en estructuras bacterianas
microscópicas. Cuando los visitantes caminaban
por esta superficie, lo que parecía que eran bacterias de colores se arremolinaban en torno a sus pies.
Paralelamente a este proyecto y al de la superficie de
pared se desarrolló un algoritmo de infestación, con
comportamientos diversos, basados en las propiedades reales de la infestación bacteriana.
La superficie de pared introducía una capa de
complejidad adicional en la narrativa del proyecto
al desarrollar un sustrato de celulosa bacteriana. Básicamente, simulábamos el movimiento bacteriano
sobre una superficie generada a partir de bacterias,
un material bastante nuevo actualmente en desarrollo en aplicaciones experimentales que se extienden desde el campo de la salud hasta la moda. Este
material se genera a partir de la fermentación de un
caldo bacteriano hecho con ingredientes domésticos
sencillos. Se deja la mezcla procrear durante varias
semanas hasta que se forma una piel, que luego se
cosecha y se seca. El material resultante es increíblemente fuerte y ligero, similar en consistencia al papel pero con alta resistencia al desgarre. El proyecto
llevó al cultivo de una hoja de grandes dimensiones
de ese material, que se utilizaría después en una superficie de pared que invitaba a una simulación interactiva en la que los visitantes movían las manos
de un lado a otro y las bacterias simuladas formaban
aberturas arremolinándose. El algoritmo de infestación se desarrolló en colaboración con un biólogo
especializado en el comportamiento colectivo. Esta
superficie pone de manifiesto el potencial de las bacterias fotosensibles para responder a nuestros gestos
y arremolinarse en consecuencia hasta crear aberturas en un campo más denso, que se podrían utilizar
para modular la intimidad o la penetración de luz en
los espacios, por ejemplo. A los usuarios les encantó
interactuar con esta instalación y, a pesar de nuestra
insistencia en que se trataba de una simulación, muchos seguían convencidos de que estaban “viendo”
un comportamiento bacteriano real. El proyecto ReSurface es un intento de visualizar fenómenos infravalorados, o ignorados, que busca exponer el potencial de estos agentes ocultos para actuar en nuestro
entorno e implicarnos en intercambios más explí-
citos. Citando a Armstrong, estas “nuevas relaciones e identidades emergentes existirán a este nivel
íntimo que rivalizará con la supuesta singularidad
de la materia animada y cuestionará nuestras definiciones de la vida. Los materiales sintéticos ofrecerán
capacidad de conexión molecular con redes que, a
su vez, tendrán el potencial de establecer conexiones íntimas con sistemas vivos. Pasarán a ser parte
de nosotros”.9 Parece pues conveniente que la praxis
del diseño de interiores empiece a considerar estas
intimidades emergentes.
Transacciones/Intercambios
Tradicionalmente se ha concebido el interior como
un fondo contra el que se ejecutan transacciones e
intercambios. En un futuro próximo, las superficies,
objetos y recintos se insertarán de forma más dinámica en estos intercambios. La especulación sobre estas
posibilidades ofrece un terreno fértil desde el que podemos actuar. Situated Interactive Terrain (SIT) es un
prototipo que persigue una nueva experiencia de sueño. Este proyecto parte de la actividad fundamental
de dormir y pretende introducir un agente secundario para formar un nuevo tipo de intercambio entre
el cuerpo y el mobiliario. Se trata de una superficie
equipada en su totalidad con actuadores robóticos
cubiertos por una membrana de silicona especial,
5 Katie McHugh y Design Futures Lab, Situated Interactive
Terrain (SIT), © 2013 Nicole Koltick.
9 Armstrong, R. “Artificial Evolution: A Hands Off Approach
For Architects”. Architectural Design, vol. 78, núm. 6
(2008), p. 85.
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que lleva incorporada una matriz de sensores que
detectan la posición de los ocupantes. Ante determinadas señales de entrada (de movimiento, temperatura y sonido), la superficie puede hacer todo tipo de
movimientos para empujar suavemente y guiar a un
ocupante mientras descansa. Dos de sus aplicaciones
potenciales sería el dar la vuelta al usuario cuando
ronca o recolocarlo en una posición óptima para la
columna vertebral mientras duerme.
Este objeto mantiene una interesante relación
con sus usuarios, porque la mayor parte de su interacción tiene lugar cuando el usuario está inconsciente, por lo que es necesario que éste haya establecido una relación de confianza implícita con el
objeto. A diferencia de otros objetos interactivos o
inteligentes existentes, esta transacción requiere que
el usuario se someta a la voluntad de la pieza. Su
lógica y sus decisiones se ejecutan sin la posibilidad
de interrupción o cese inmediato de la experiencia.
Especular y probar prototipos de estas experiencias permite a los participantes sopesar con mayor
concreción la utilidad de la experiencia contra la
sensación de pérdida de control o de intrusión manifiesta en una actividad de carácter tan personal.
En su versión actual, la pieza ya incorpora un grado
bastante alto de inteligencia, pero también es concebible que en un futuro próximo pueda desarrollar una gama de capacidades mucho más extensa.
Ayuda al sueño, refuerzo de intimidad, negación de
pesadillas… las posibilidades son tan fascinantes
como temibles. Bruce Sterling, escritor de cienciaficción y provocador, analiza a menudo estos intercambios: “Ninguna cosa material podrá conseguir
nunca la aceptabilidad total y absoluta. Las personas
son demasiado dúctiles como para que otros resuelvan sus problemas […]. Una ‘cosa’ no es más estable
que los humanos que la desean. Bien entendida, una
cosa no es simplemente un objeto material, sino una
relación tecnosocial congelada”.10 A medida que los
objetos y los entornos comienzan a asumir funciones más asertivas en nuestro entorno diario, las rela-
10Sterling, B. Op. cit., p. 68.
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Nicole Koltick Con el espacio, ya no dentro de él
ciones tecnosociales y las nociones de aceptabilidad
irán pasando cada vez más al primer plano. La experiencia indica que la gente está más que dispuesta
a asimilar una sensación de pérdida de voluntad a
cambio de ganar en comodidad. Lo que no está tan
claro es cómo comenzará a aceptar intrusiones más
abiertas en la esfera de su vida privada. Conforme
las superficies y los objetos estáticos empiezan a proliferar y a entrelazarse mucho más íntimamente con
nosotros, los intercambios asumen una importancia renovada. Nuestros dispositivos han traspasado
el umbral de nuestra esfera doméstica pero todavía
existe la posibilidad de retirarse a un espacio doméstico analógico. ¿Qué ocurre cuando este telón
de fondo pasa a ser el primer plano?
Umbrales
Si hablamos de fuerzas ocultas en el diseño de interiores, los umbrales siguen siendo enormemente
evocadores. Los límites marcados por ciertas pistas
espaciales pueden tapar umbrales más sutiles de
ambientes, relacionados con fenómenos evocadores,
informativos o culturales. S(c)ent Message, un dispositivo de comunicación nuevo que recurre al aroma como método de intercambio, se inserta en una
superficie de pared para actuar como una posición
de señalización de ambientes. El aroma se extiende mediante un dispositivo medioambiental; tras
la recepción de un mensaje entrante, el dispositivo
libera a su alrededor un aroma programado a medida. Las fragancias se esparcen gradualmente pero
los ocupantes no son conscientes de los mensajes
entrantes, por lo que el sistema de mensajes está integrado discretamente en las actividades habituales
de los habitantes. La biblioteca de aromas para este
dispositivo corresponde a una resonancia altamente
personalizada y calibrada.
Este dispositivo de comunicación tiene dos componentes principales: el transmisor de aromas y
el receptor de aromas. El transmisor es un objeto
pequeño con gradientes sutiles de colores que corresponden a estados emocionales específicos. El re-
1 Laura Nejman y Design Futures Lab, S(c)ent Message. © 2013
Nicole Koltick
mitente del mensaje elige un estado emocional, que
se transmite a la posición del receptor a distancia.
La comunicación emocional que llega al receptor se
traduce a su idioma personal de aromas. El aroma
tiene fuertes conexiones con la emoción y con los
procedimientos de procesamiento de la memoria
que tienen lugar en el cerebro. Gracias a este sistema
ambiental, el espacio personal de cada cual favorece
de forma sutil un intercambio emocional a distancia
entre dos partes. El espacio conforma una envoltura en la que se ejecuta el intercambio. Impregnado
por una infusión molecular, el propio espacio, más
que los sonidos, las imágenes o el texto, se convierte
en un medio. El aroma en el aire es un ejemplo de
entidad oculta presente en el espacio interior, pero
también se podrían buscar intercambios eléctricos,
informativos y evocadores.
Thres (hold) (umbral) es un proyecto que examina la progresión desde el dominio público exterior
hasta el dominio privado interior. En vez de confiar
sólo en la asignación espacial, este proyecto plantea intercambios ambientales que incluyen campos
electromagnéticos, señales de teléfonos móviles e
intrusiones informativas a través del espacio. Históricamente, la demarcación interior/exterior ha sido
para los arquitectos un área fértil de investigación.
La visión de Adolf Loos del espacio interior “parece establecer una distinción radical entre el exterior
y el interior, que refleja la separación entre la intimidad y la vida social del urbanita: ‘fuera’, el reino
del intercambio, el dinero y las máscaras; ‘dentro’,
el reino de lo inalienable, lo no intercambiable y lo
inefable”.11 En este proyecto, la zona del umbral se
prolonga en el espacio considerablemente. La experiencia del umbral cobra la forma de una experiencia
progresiva con reacciones físicas correspondientes,
incluidas la atenuación de la luz y los colores y un
lavado de aire. El recinto del umbral es un espacio
ideado digitalmente a medida que utiliza sensores,
luz y espacio para guiar al espectador.
El propósito de este proyecto es ofrecer una experiencia de descomprensión, una limpieza metafórica
de lo exterior. El proyecto aspira a componer una
experiencia más intencional de transición entre modos muy dispares de comportamiento e intercambio. Una característica clave es su propósito doble,
como una jaula de Faraday, un dispositivo que bloquea todas las señales electrónicas a fin de impedir
físicamente a los usuarios recibir cualquier dato. Al
salir del umbral, los usuarios son reconectados a sus
redes y reciben información pertinente sobre el interior e, incluso, sobre sus ocupantes en ese momento.
Estos proyectos exploran el potencial de los interiores de muchas y atractivas formas, lo que permite vislumbrar cuestiones futuras que podrían
surgir si seguimos introduciendo voluntades activas en nuestros objetos, materiales y superficies. La
contemplación de una relación “con” el espacio y no
“dentro” del espacio nos obliga a ir más allá de las
nociones simplistas de interactividad y reactividad.
La complejidad de las reacciones, intercambios, límites y umbrales posiciona el interior como un espacio increíblemente evocador para el ejercicio de la
especulación.
11 Colomina, B. “Interior”. En Weinthal, L. Op. cit., p. 491.
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