Drummond no da su brazo a torcer 22/05/2014 La controvertida empresa carbonífera estadounidense Drummond, ha sido la principal invitada a un encuentro organizado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Holanda para hablar de los abusos del sector del carbón en Colombia. La reunión tomó lugar el día 21 de Mayo en La Haya. Drummond ha sido relacionada con serias violaciones de los derechos humanos en torno a sus minas de carbón en el nordeste de Colombia. Durante el encuentro, ha quedado en evidencia de nuevo que Drummond no tiene previsto poner en marcha proceso alguno destinado a compensar a las víctimas. Una gran parte de este «carbón manchado de sangre» es importada por los Países Bajos, y utilizado en centrales de carbón de gigantes de la energía en Holanda y Alemania. Marianne Moor (PAX): «Una vez más, nos encontramos con que Drummond no quiere dar ningún paso para compensar a las víctimas. Esperamos que el gobierno neerlandés adopte una actitud muy crítica hacia esta empresa, que frustra todo intento de remediar a las víctimas en Colombia. Esta postura no concuerda con el diálogo abierto y constructivo que propicia la Ministra de Comercio Exterior y Cooperación al Desarrollo, Lilianne Ploumen, y que en lo que a nosotros respecta, debe conducir al acceso de las víctimas a la rehabilitación». Muerte y destrucción Previamente, quince organizaciones de víctimas y sindicatos colombianos habían expresado sus inquietudes sobre la reunión mediante una carta dirigida al Ministerio de Asuntos Exteriores. En ella, indicaban que, en el entorno de las minas de Drummond se han producido masacres masivas, expulsiones a la fuerza de las tierras y amenazas de muerte a líderes sindicales y representantes de las víctimas. Además, hay sospechas de que Drummond ha colaborado con fuerzas paramilitares que han sembrado la muerte y la destrucción en las áreas mineras, entre otras maneras, mediante su financiación. Esta situación ha causado millares de muertes y decenas de millares de desplazados en el periodo entre 1996 y 2006. Hoy día, siguen las amenazas, por ejemplo, a líderes sindicales como Rubén Morrón, que el año pasado sobrevivió a un atentado y tuvo que huir a Europa. Derechos humanos Moor: «Las víctimas esperan una señal clara del gobierno neerlandés hacia Drummond y también hacia las empresas energéticas neerlandesas. Hay muchos intereses comerciales, pero no deben satisfacerse a costa de los derechos de las víctimas». Estados y empresas tienen la obligación de proporcionar medidas efectivas para compensar a las víctimas en caso de violación de sus derechos humanos.