Principios Básicos de las Vacunaciones

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CONCEPTO CLASIFICACIÓN Y CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LAS VACUNAS
• INTRODUCCIÓN
Para la prevención de las enfermedades transmisibles es fundamental romper la cadena epidemiológica en uno
de sus tres eslabones: fuente de infección, mecanismos de transmisión e individuo sano susceptible.
Sobre la fuente de infección, las acciones sanitarias posibles son el aislamiento, el tratamiento específico y la
eliminación. Sobre los mecanismos de transmisión las acciones sanitarias fundamentales son el saneamiento
general o específico y las barreras mecánicas. Sobre el individuo sano susceptible se puede incidir mediante la
quimioprofilaxis y la inmunización activa y pasiva.
• INMUNIZACIÓN Y VACUNACIÓN
El término de inmunización hace referencia al proceso provisión de inmunidad artificial a un individuo sano
susceptible mediante la administración de un producto inmunobiológico. La inmunización puede ser:
• Inmunización activa (vacunación): las vacunas son suspensiones de microorganismos vivos atenuados
o inactivos tiene por objetivo la inducción y la producción de respuestas inmunitarias específicas
(anticuerpos) por parte de un individuo sano susceptible, que protegerá en un futuro al individuo
frente el agente infeccioso. Son muy importantes para prevenir enfermedades, sobre todo las de
transmisión aérea donde las demás acciones sanitarias son poco eficaces. Actualmente existen unas 25
vacunas; tienen a su favor las buenas relaciones beneficio/coste y beneficio/riesgo, y en contra la corta
duración de sus efectos de prevención.
• Inmunización pasiva: consiste en la administración a un individuo sano de anticuerpos de otro
huésped (si son de origen animal se llaman antitoxinas o sueros heterólogos y si son de origen
humano se llaman inmunoglobulinas) para proporcionarle una protección inmediata y temporal. Las
antitoxinas son soluciones de anticuerpos obtenidos del suero de animales inmunizados. También se
puede utilizar para tratar un individuo una vez ya infectado. Las inmunoglobulinas son soluciones
estériles que contienen anticuerpos procedentes de la sangre de personas humanas. Se obtienen del
plasma humano, procedentes de pools de donantes preseleccionados por su elevado contenido en
anticuerpos frente a un determinado antígeno.
• CLASIFICACIÓN DE LAS VACUNAS
CLASIFICACIÓN MICROBIOLÓGICA: COMPOSICIÓN Y OBTENCIÓN
Se obtienen a partir de los propios agentes infecciosos que han sido sometidos a diferentes modificaciones
para eliminar su poder patógeno pero manteniendo su capacidad inmunógena (excepciones: la vacuna de la
viruela y la vacuna antihepatitis B). Las vacunas se clasifican en víricas y bacterianas y a la vez en vivas
atenuadas y muertas o inactivas. Las muertas se clasifican en o subunidades.
Las vacunas atenuadas se consiguen mediante la selección de mutantes con virulencia atenuada, estables,
capacidad de transmisión baja, no contaminados y con capacidad inmunógena. Se obtienen mediante
sucesivos pases en diferentes huéspedes animales y/o cultivos. Crean una infección inaparente que origina
respuestas inmunitarias de tipo humoral y celular que dejan una inmunidad intensa y de larga duración. Se
suele poner una sola dosis (excepción: vacunas digestivas con dosis de recuerdo).
Las vacunas muertas o inactivas se preparan inactivando suspensiones de virus o bacterias virulentas por
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métodos físicos (calor) o por métodos químicos (formol, ). En algunos casos se encuentran células enteras y
en otros se obtienen a partir de toxinas: antígenos segregados, fracciones víricas o fracciones bacterianas. En
estas vacunas las respuestas son de tipo humoral y la intensidad y duración son menores que la de las vacunas
vivas atenuadas.
VIRICAS
Virus enteros
VIVAS ATENUADAS
INACTIVADAS
Antivaricela
Antifiebre amarilla
Antipoliomielitis oral
Antisarampión
Antirrubéola
Antiparotiditis
Antirrábica
Antigripal
Antipoliomielitis intramuscular
Antihepatitis A
Antiencefalitis japonesa
Subunidades
BACTERIANAS
Células enteras
Antigripal
Antihepatitis B
BCG
Anticolérica oral
Antifoideaa oral
Subunidades (toxoides)
Polisacáridos capsulares
Acelulares
Anticolérica intramuscular
Antipertussis intramuscular
Antipertussis de células enteras
Antidiftérica
Antitetánica
Antineumocócica 23−valente
Antineumocócica A−C, Y, W−35
Anti−Haemophilus inffluenzae b
Antipertussis acelular
CLASIFICACIÓN SANITARIA: OBJETIBOS.
Se basa en los objetivos epidemiológicos que se pretenden alcanzar con la aplicación de las vacunaciones en
la población.
Inmunidad individual y de grupo
Un individuo es inmune contra un agente infeccioso cuando está protegido contra la entrada y el desarrollo o
multiplicación del agente infeccioso en sus tejidos. La forma más eficaz de inmunidad contra una infección es
la que se desarrolla en un individuo después de haberla padecido, esta inmunidad es para toda la vida.
El objetivo de la vacunación es desarrollar en un individuo una inmunidad parecida a la que desarrolla una
infección natural pero sin crear molestias. Con algunas vacunas la protección es permanente, con otras es de
larga duración (5−10 años) y otras veces la inmunidad es parcial y de corta duración (gripe).
En las enfermedades de reservorio humano y de transmisión interhumana las vacunaciones proporcionan una
protección colectiva que contribuye a romper la cadena de transmisión y obtiene resultados superiores a las
inmunidades individuales.
Vacunas sistemáticas y no sistemáticas
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Se ha recomendado que se ha de administrar de forma sistemática las vacunas eficaces contra las
enfermedades de transmisión interhumana y de reservorio humano (difteria, tos ferina, poliomielitis,
sarampión, rubéola, parotiditis, y recientemente, antihepatitis B y antihaemophilus influenzae b.
4 CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LAS VACUNAS
SEGURIDAD
Es una propiedad fundamental en las vacunas aunque puedan tener efectos secundarios muy graves. Las
vacunas se administran a personas sanas que no deberían contraer la enfermedad si no se vacunaran por lo que
es difícil que se acepte una vacuna que pueda causar la muerte.
Es probable que algunas de las primeras vacunas comercializadas no se hubiesen comercializado si entonces
se hubieran aplicado los estándares de seguridad actuales.
Las evaluaciones de seguridad se realizan con voluntarios, pero como el número de personas vacunadas en
estos estudios es muy bajo, una vez registrada y comercializada la vacuna debe de continuarse la evaluación
de la seguridad vigilando los efectos adversos.
INMUNOGENICIDAD
La inmunogenicidad es la capacidad de un agente infeccioso de inducir una respuesta inmunitaria específica
generada, que es el objetivo de las vacunas. Y depende de la respuesta de una sola célula, el linfocito, que al
activarse muestra especificidad y memoria. Intervienen dos linfocitos los B (dependientes de la médula) y los
T (dependientes del timo). Los B al replicarse y diferenciarse después de la estimulación antigénica, producen
anticuerpos de diferentes isotipos. Los T son los que crean la respuesta inmunológica mediada por células o
por inmunidad celular. Para que una vacuna sea eficaz debe inducir:
• el tipo adecuado de resistencia inmunitaria,
• una respuesta inmunitaria en el lugar adecuado,
• una respuesta inmunitaria frente al antígeno o los antígenos adecuados,
• inmunidad protectora de larga duración.
EFICACIA PROTECTORA
Los beneficios de las vacunas se pueden apreciar de dos maneras, por la evaluación de la eficacia (la vacuna
se aplica en condiciones irreales) y por la evaluación de la efectividad (la vacuna se aplica en condiciones
reales).
La evaluación de la eficacia se realiza experimentalmente y en un laboratorio. La evaluación de la efectividad
se tendría que llevar a cabo una vez la vacuna halla superado la evaluación de la eficacia, y se realizaría en
una sociedad aleatoria y con condiciones reales.
Los resultados primeros deben de ser mejores que los segundos, porque el programa no se aplica
correctamente o porque algunos individuos rechazan la vacuna ofrecida.
EFICIENCIA
Los costes de los programas preventivos y curativos son cada vez más caros y los recursos disponibles son
menores. Se tiene en cuenta cada vez más el factor económico.
La evaluación de la eficiencia se efectúa comparando la efectividad con los costes de los recursos utilizados.
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Se analiza la información sobre las consecuencias negativas (costes) y positivas (beneficios de salud y
económicos).
ESTABILIDAD
Los antígenos vacúnales son proteínas o polisacáridos capsulares que pueden sufrir degradación física tras la
exposición a altas temperaturas. Las tasa degradación varían entre vacunas, pero, en general, para la
conservación de la capacidad antigénica se deben de conservar entre 0 y 8 ºC. La congelación, la luz y el
tiempo transcurrido desde su fabricación (fecha de caducidad) también influyen en la capacidad antigénica.
Las más inestables son las vivas atenuadas y las menos los toxoides. Por eso hay unas normas de
mantenimiento de la temperatura y del almacenamiento.
• CARACTERÍSTICAS DE LAS VACUNAS VIVAS Y MUERTAS
VACUNAS VIVAS
Deben de ser atenuadas mediante pases en cultivos celulares (vacunas víricas) o en medio bacteriológico
(vacunas bacterianas).
Se dan en una sola dosis.
Necesitan un menor número de microorganismos.
Tienden a ser menos estables.
No requieren adyuvantes.
Pueden administrarse por vía natural.
Inducen anticuerpos y respuestas de células T citóxicas (Tc).
Existe la posibilidad de difusión de la infección entre los individuos no vacunados.
VACUNAS MUERTAS
Pueden elaborarse a partir de microorganismos completamente virulentos.
Se dan en dosis múltiples.
Necesitan un gran número de microorganismos.
Tienden a ser más estables.
Requieren adyuvantes.
Se administran por vía parenteral.
Inducen solo anticuerpos.
No es posible la difusión de la infección a los no vacunados.
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BASES INMUNITARIAS DE LAS VACUNACIONES
1 INTRODUCCIÓN
Los mecanismos de defensa antiinfecciosos del organismo humano son complejos. En el medio ambiente esta
presente una gran cantidad de microorganismos patógenos para el hombre y no se podría sobrevivir si no se
dispusiera de mecanismos de defensa capaces de impedir su entrada en el organismo y de impedir su
crecimiento y su multiplicación si lograran pasar las barreras externas.
El organismo humano previene y combate las infecciones mediante dos grandes tipos de mecanismos de
defensa:
• El inespecífico (inmunidad innata): los principales elementos efectores son los fagocitos y las células
citóxicas naturales. Es eficaz desde el nacimiento y contra todos los agentes patógenos. No se
incrementa, no genera memoria. Interviene rápidamente cuando hay una infección aguda, hasta que
intervengan los mecanismos específicos.
• El específico (inmunidad adquirida): sus elementos efectores celulares son los linfocitos celulares B y
T. Se adquiere tras la exposición al antígeno que la induce, pude ser de forma natural por la infección
o de forma artificial por la inmunización; la inmunización activa (vacunación) induce una respuesta
inmunitaria específica similar a la que produce una infección, pero sin que el individuo tenga
molestias. Genera memoria inmunológica. Es indispensable para la resolución definitiva de la
enfermedad infecciosa.
La exposición a un agente infeccioso origina una variedad de respuestas celulares y moleculares específicas,
denominadas respuesta inmunitaria activa.
Inmunidad
innata
Defensas
externas
Inmunidad
adquirida
Físicas: piel, mucosas
Químicas: acidez
(barreras)
gástrica
Microbiológicas: flora
microbiana normal
Respuesta
Complemento
innata inmediata
Fagocitosis
Inflamación
Respuesta de fase
Natural
Artificial
Mediada
por
Mediada
por
anticuerpos
(inmunidad
humoral)
células
(inmunidad
celular)
Linfocitos B
Inmunoglobulinas
Linfocitos T
Respuesta innata
inducida
aguda
Interferones
Células NK
• CÉLULAS, MOLÉCULAS, TEJIDOS Y ÓRGANOS DEL SISTEMA INMUNITARIO
El sistema inmunitario humano está formado por una amplia variedad de células morfológicamente y
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funcionalmente diferentes que interaccionan continuamente entre si por contacto físico, a través de moléculas
o por factores humorales que actúan sobre receptores específicos de las células. Las células del sistema
inmunitario se organizan en tejidos y órganos creando el sistema linfoide (médula ósea, timo ganglios
linfáticos, bazo y tejido linfoide asociado a la mucosa).
CÉLULAS DE SISTEMA INMUNITARIO
Todas las células del sistema inmunitario se originan en la medula ósea a partir de un mismo progenitor
(célula pluripotencial), de la que derivan todos los componentes celulares de la sangre. De las células
primordiales pluripotentes provienen unas células de potencial más limitado, el progenitor mieloide común
del que derivan las células del linaje mieloide, y el progenitor linfoide común del que provienen las células del
linaje linfoide.
Linaje mieloide
Los leucocitos polimorfos o granulocitos (neutrófilos, eosinófilos y basófilos) tienen un tamaño menor y una
vida más corta que los macrófagos. Los neutrófilos constituyen un 90% de los granulocitos y el componente
más importante de la respuesta inmunitaria innata (su deficiencia pude llevar a infecciones graves y mortales).
Los macrófagos de los tejidos (son la forma madura de los monocitos de la sangre) y los neutrófilos se
conocen también como fagocitos, por su capacidad de fagocitar partículas exteriores.
Las plaquetas de la sangre, además de su papel en la coagulación de la sangre, también influyen en las
respuestas inmunitarias, y de forma especial en la inflamación.
Los mastocitos se encuentran en los tejidos y participan en la protección frente a la infección en la superficie
de las mucosas.
Linaje linfoide
Los linfocitos B y T son los responsables de la respuesta inmunitaria específica. Los dos poseen en su
membrana receptores capaces de reconocer el antígeno de una forma específica. Los linfocitos B son los
responsables de la respuesta inmunitaria humoral; tienen como característica principal su capacidad de
producir anticuerpos o inmunoglobulinas, existen cinco isotipos de inmunoglobulinas: IgG, IgM, IgA, IgD y
IgE. Los linfocitos T se ocupan de la respuesta inmunitaria celular.
MOLÉCULAS DEL SISTEMA INMUNITARIO
Complemento
El complemento y los fagocitos son los mecanismos efectores más importantes de la inmunidad innata
El sistema del complemento está constituido por más de 30 proteínas, la mayoría de la sangre y algunas de
membranas que se activan en cascada al contacto con paredes bacterianas y en presencia de anticuerpos.
Converge en una fase terminal en la que se forma el complejo ataque de membrana (MAC) cuya misión es la
lisis del agente patógeno que originó la activación del sistema.
Anticuerpos
Las inmunoglobulinas son glucoproteínas sintetizadas por linfocitos B. Se encuentran en los espacios
extracelulares, como moléculas libres solubles (anticuerpos) o como moléculas de membrana, ancladas a la
membrana de los linfocitos B, constituyendo el receptor para antígeno de estos linfocitos (BCR).
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Estructura: Toda las clases de inmunoglobulinas tiene una estructura básica similar consistente en dos
péptidos heterodímeros idénticos unidos por puentes de disolfuro.
Funciones: los anticuerpos realizan su función antiinfecciosa en el espacio extracelular, destruyen a los
microorganismos extracelulares y evitan la diseminación de una célula a otra de los intracelulares.
Contribuyen de tres formas distintas a la defensa antiinfecciosa específica:
• Neutralización de virus en su etapa extracelular y de toxinas bacterianas.
• Opsonización de bacterias extracelulares, que facilita su posterior ingestión y destrucción por los
fagocitos.
• Activación del complemento.
Citocinas
Cuando se produce una respuesta inmunitaria, las células del sistema inmunológico no actúan aisladas sino
que interaccionan entre sí, se trata de un sistema integrado. Las citocinas actuando como mediadoras solubles
constituyen uno de los dos medios de comunicación entre las células del sistema inmunitario. El otro es el
contacto de las moléculas de las membranas.
Son un conjunto de proteínas de bajo peso molecular, la mayoría de ellos peptidos o glucoproteínas que son
sintetizadas por las células del sistema inmunitario (las principales células productoras de citocinas son los
macrófagos y los linfocitos T) al producirse la respuesta inmunitaria frente a un antígeno inmunógeno (agente
patógeno toxina). Son producidas en los primeros instantes de la activación celular y su vida es muy corta.
Solo son capaces de actuar sobre las células que poseen receptores específicos para las citocinas en su
membrana.
TEJIDOS Y ÓRGANOS DEL SISTEMA INMUNITARIO
Las células del sistema inmunitario se organizan en tejidos y órganos que constituyen estructuras anatómicas
denominadas, en conjunto, sistema linfoide. Hay dos clasificaciones, anatómica y funcional.
La clasificación anatómica distingue des tipos de órganos del sistema linfoide:
• órganos con cápsula bien definida (bazo, timo, ganglios linfáticos y médula ósea)
• acumulaciones difusas del tejido linfoide (tejido linfoide no encapsulado que se asocia a las mucosas
[MALT])
La clasificación funcional clasifica los órganos y tejidos linfoides en:
• Primarios o centrales: lugares donde se produce la lifopoyesis (medula ósea y timo)
• secundarios o periféricos: donde ocurre el encuentro entre los antígenos extraños y los linfocitos de
los clones específicos de dichos antígenos (bazo, ganglios linfáticos, MALT). Son los lugares
principales de interacción entre las distintas células del sistema inmunitario. La función principal de
los órganos periféricos es proporcionar un ambiente favorable para que dicho encuentro e
interacciones den lugar a una respuesta inmunológica eficaz.
• INMUNIDAD INNATA O NO ADAPTATIVA
El primer escalón de defensa frente a una infección lo constituyen la piel y las mucosas, que actúan como
barreras fisicoquímicas. Los cilios de la mucosa respiratoria, el bajo PH del estómago, la lisozima las lágrimas
y la flora bacteriana y las mucosas de la piel son muy importantes en este primer escalón. Si están intactas
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impiden la invasión de los microorganismos, pero si se destruyen (por heridas, quemaduras,...) las infecciones
son muy frecuentes.
Los microorganismos que logran atravesar las defensas externas y penetran en el interior del cuerpo se
encuentran con moléculas y células que actúan de forma rápida e inespecífica, son los mecanismos
inmunitarios innatos, no adaptativos o inespecíficos. Se ponen en marcha inmediatamente y actúan los
primeros 5−7 días.
En la inmunidad innata los mecanismos efectores son de dos tipos:
• Los mecanismos inmediatos: actúan inmediatamente después de la entrada del agente infeccioso y
se basan en la activación del complemento por la vía alternativa y en la capacidad fagocítica de los
macrófagos.
• Los mecanismos inducidos: no actúan inmediatamente, sino que son inducidos por las sustancias
producidas por la activación continuada del complemento (anafiloxinas) y por las citocinas
(monocinas) segregadas por los macrófagos.
Las proteínas de la fase aguda, los interferones y las células NK constituyen los principales mecanismos
efectores de la inmunidad innata.
INMUNIDAD INNATA
inducida
neutrófilos
eosinófilos
basófilos/mastocitos
células NK
CÉLULAS
inmediata
macrófagos
MOLÉCULAS
complemento
citocinas de los macrófagos
TEJIDOS Y
ÓRGANOS DE
PRODUCCIÓN
médula ósea
(leucocitos)
médula ósea (leucocitos)
timo (T)
hígado (complemento)
hígado (proteínas de fase
aguda)
médula ósea (B)
zonas infectadas
zonas infectadas
bazo
TEJIDOS Y
ÓRGANOS DE
INTERACCIÓN
inmunidad adaptativa
linfocitos T
linfocitos B
citocinas de los
linfocitos
mediadores de la inflamación anticuerpos
proteínas de la fase aguda
interferones
ganglios linfáticos
MALT
SISTEMAS DE
CIRCULACIÓN
sangre
sangre
linfa
sangre
• INMUNIDAD ADQUIRIDA, ADAPTATIVA O ESPECÍFICA
En la respuesta inmunitaria específica intervienen dos tipos de linfocitos, los B (dependientes de la médula) y
los T (dependientes del timo). Los B, al replicarse y diferenciarse secretan anticuerpos de diferentes isotipos
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(IgM, IgG, IgA, IgE) que son los responsables de la respuesta inmunitaria humoral. Los T son los
responsables de la respuesta inmunitaria celular que se lleva a cabo por tres subtipos celulares (Th1, Th2,
Th3).
La respuesta inmunitaria específica comprende el conjunto de procesos que, como consecuencia del contacto
de los linfocitos T y B con un antígeno inmunógeno, conducen a la expansión de los clones linfocitarios
específicos y al desarrollo de funciones efecto9ras específicas sobre dicho antígeno.
La respuesta se desarrolla en tres fases:
• Reconocimiento del antígeno: los antígenos son detectados por los linfocitos de los clones específicos
del antígeno.
• Activación de los linfocitos: en respuesta al estímulo antigénico, los linfocitos proliferan y se
diferencian en células efectoras con capacidad para destruir al antígeno invasor.
• Función efectora: los linfocitos efectores destruyen al antígeno.
• INMUNÓGENOS Y ANTÍGENOS
Cualquier sustancia capaz de inducir una respuesta inmunitaria específica es un inmunógeno. Los antígenos
son sustancia capaces de ser reconocidas por los linfocitos T y B y de unirse a los receptores específicos de su
superficie (TCR y BCR) y provocar una respuesta inmunitaria. En otras palabras, un inmunógeno sería una
sustancia capaz de inducir una respuesta inmunitaria específica, y un antígeno una sustancia capaz de ser
objeto de esta respuesta. Todos los inmunógenos son antígenos, pero no todos los antígenos son inmunógenos.
Hay sustancias (haptenos) que son capaces de ser reconocidas de forma específica, pero que por sí mismas no
son capaces de desencadenar una respuesta inmunitaria específica, no son inmmunógenos.
En materia de vacunaciones, los antígenos de interés son los capaces de producir una respuesta inmunitaria
protectora de la infección. Frecuentemente se utiliza el termino antígeno inmunizante para referirse al
inmunógeno que desencadena la respuesta inmunitaria específica frente a los agentes patógenos o frente a las
vacunas diseñadas para prevenir las enfermedades infecciosas que causen.
El antígeno es reconocido de forma específica y neutralizado por los elementos efectores del sistema
inmunitario adaptativo y se evita la enfermedad mediante diferentes mecanismos.
A menudo se utilizan los términos antígeno e inmunógeno indistintamente para designar a una sustancia que
reúne a la vez las dos propiedades, antigenicidad e inmunogenicidad.
• PAPEL DE LOS DIFERENTES COMPONENTES DE LA RESPUESTA INMUNITARIA
ESPACÍFICA FRENTE A LAS ENFERMEDADES INFECCIOSAS.
La inmunidad frente a las enfermedades infecciosas es consecuencia de una compleja interacción entre las
respuestas humoral y celular. En el desarrollo y producción de vacunas es muy importante el papel que
desempeñan los diferentes linfocitos en la prevención, limitación, control y eliminación de las diferentes
enfermedades infecciosas.
Como conclusiones más importantes podemos destacar:
• Los linfocitos B tienen como función principal la producción de anticuerpos de las diferentes
especifidades clonales e isotipos.
• Los linfocitos B vírgenes tienen un papel fundamental en la respuesta humoral primaria. En la
respuesta secundaria y siguientes, el papel fundamental corresponde a los linfocitos B de memoria.
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Solo los anticuerpos específicos son capaces de prevenir una infección. Las células Tc constituyen el principal
mecanismo para la eliminación de la mayoría de las infecciones intracelulares agudas. En las infecciones
extracelulares no se generan.
Los anticuerpos pueden eliminar infecciones extracelulares con la ayuda de los macrófagos activados, los
cuales ingieren y destruyen las partículas infecciosas cubiertas por anticuerpos; en cambio, su participación en
la eliminación de las infecciones intracelulares es insignificante.
Los linfocitos Th1 contribuyen al control y eliminación de ciertas infecciones intracelulares crónicas
(tuberculosis).
• CINÉTICA DE LA RESPUESTA INMUNITARIA: RESPUESTA INMUNITARIA
PRIMARIA.
La primera exposición de un huésped a un antígeno inmunógeno se denomina inmunización primaria, la
respuesta inmunitaria que le sigue es la respuesta primaria (débil y de corta duración).
La segunda exposición al mismo antígeno inmunógeno no se denomina inmunización secundaria, y la
respuesta generada, más intensa y duradera que la primera se llama respuesta secundaria, anamnésica o
booster.
RESPUESTA PRIMARIA
Se divide en cuatro fases:
• Periodo de latencia: es el tiempo que transcurre entre la exposición al antígeno y la detección de
anticuerpos en el suero (de 5 a 10 días). Éste es el tiempo que los linfocitos Th y B tardan en ser
activados, en tomar contacto con el antígeno, proliferar y diferenciarse.
• Fase exponencial: se produce un incremento exponencial en la concentración de anticuerpos en el
suero y en el número de células secretoras.
• Fase de estabilidad: se produce un equilibrio entre la producción y la degradación de anticuerpos.
• Fase de declinación: la concentración de anticuerpos decrece por el declive de la respuesta
inmunitaria. No se producen nuevas células plasmáticas y las que existen dejan de producir
anticuerpos y mueren. Hay una eliminación progresiva del antígeno.
La duración de la respuesta primaria está limitada, por la duración del estímulo antigénico y por la relativa
corta vida de las células plasmáticas.
RESPUESTA SECUNDARIA
La reexposición al mismo antígeno al cabo de un tiempo induce una respuesta inmunitaria secundaria más
intensa y duradera que la primera. El periodo de latencia es más corto (de 1 a 3 días), el incremento del título
de anticuerpos es más rápido y los niveles alcanzados son más elevados, continuando la producción durante
un largo periodo, en el hombre puede llegar a ser durante años.
Esta cinética más rápida, intensa y duradera se debe a la intervención de células Th2 y B de memoria,
producidas en grandes cantidades durante la respuesta inmunitaria primaria.
La diferencia entre la respuesta primaria y secundaria es la memoria inmunológica generada durante la
respuesta primaria, es específica y de larga duración.
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El objetivo de los programas de vacunaciones es el establecimiento de esta memoria para crear respuestas
secundarias específicas intensas y duraderas que eviten la infección si hay contacto con el antígeno. La
respuesta secundaria puede incrementarse en las inmunizaciones sucesivas hasta que se alcance el límite
fisiológico máximo de respuesta.
Todos los inmunógenos pueden producir una respuesta primaria, pero solo los antígenos T−dependientes
(proteínas) son capaces de inducir una respuesta inmunitaria anamnésica.
• MEMORIA INMUNOLÓGICA
Cuando se produce más de un encuentro en el organismo humano con un antígeno, las respuestas son cada vez
más rápidas e intensas. La capacidad de los linfocitos T y B de recordar la identidad de un antígeno y de
producir respuestas más eficaces, constituyen la memoria inmunológica. La memoria inmunológica es
específica y puede durar largo tiempo, es una característica fundamental de la inmunidad protectora junto a la
especificidad.
GENERACIÓN DE LA MEMORIA INMUNOLÓGICA
Al iniciarse la respuesta inmunitaria frente a un antígeno en los tejidos linfoides periféricos, las células T y las
B vírgenes proliferan extensamente y se diferencian a células efectoras y de memoria. Las células efectoras
realizan sus funciones propias y mueren; las células de memoria persisten de por vida y constituyen la base de
la memoria inmunológica.
CARACTERÍSTICAS DE LAS CÉLULAS T Y B DE MEMORIA
Las diferencias entre las células de memoria y las células vírgenes son cualitativas (responde y se activan de
forma más intensas frente a un segundo estímulo, produciendo citocinas más rápidamente y en mayores
cantidades) y numéricas (se incremente el número de células del clon específico). Ambos factores contribuyen
al papel esencial de la respuesta inmunitaria de memoria: una respuesta más rápida y eficaz en una segunda
exposición en un huésped previamente infectado o vacunado.
• INMUNIDAD PROTECTORA
La respuesta inmunitaria adaptativa primaria frente a una infección tiene una doble función:
• vencer a la infección primaria,
• proporcionar protección frente a una infección por el mismo agente infeccioso
La inmunidad protectora es la resistencia frente a una infección específica que sigue a la infección natura o a
la vacunación.
La inmunidad protectora incluye dos componentes:
• Reactantes inmunitarios(anticuerpos, células T activadas)generadas por la infección inicial o por la
vacunación.
• Memoria inmunológica que dura toda la vida.
10 REQUISITOS INMUNOLÓGICOS FUNDAMENTALES PARA LA INMUNOGENICIDAD DE
UNA VACUNA
Para que una vacuna alcance una inmunogenicidad y eficacia óptimas debe reunir cuatro requisitos
inmunológicos fundamentales:
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• debe ser capaz de activar las células presentadoras del antígeno (APC);
• debe ser capaz de generar un gran pool de linfocitos T y B de memoria;
• debe ser capaz de superar el poliformismo genético del huésped y la variación antigenética del agente;
• el antígeno vacunal debe persistir en la superficie de las células dendríticas foliculares de los órganos
linfoides secundarios.
• ADYUVANTE
Un adyuvante es cualquier sustancia que incrementa la respuesta inmunitaria a un antígeno con el que se
mezcla. Los adyuvantes actúan con tres mecanismos:
• Formando un depósito de antígeno en el lugar de aplicación de la vacuna a partir del cual se va
liberando el antígeno durante un período determinado de tiempo. El alumbre (hidróxido de aluminio)
y las emulsiones de aceites minerales en agua son un ejemplo.
• Presentando el antígeno alas células implicadas en la respuesta inmunitaria (en especial las APC) y
actuando como una señal estimuladora de los macrófagos (cuando el adyuvante contiene productos
bacterianos). Los constituyentes bacterianos de la mayoría de los adyuvantes inducen respuestas
inflamatorias importantes, no obstante algunos son de uso común (las bacterias muertas del Bordetella
pertussis se usan como antígeno y como adyuvante en la vacuna triple bacteriana, DTP).
• Induciendo l a secreción de factores estimulantes de la respuesta inmunitaria (citocinas), que actúan
sobre las células del sistema inmunitario, especialmente sobre T y B.
INMUNIDAD COLECTIVA O DE GRUPO
• INTRODUCCIÓN
Por inmunidad colectiva o de grupo se entiende la inmunocompetencia de una población y su capacidad para
resistir la infección. Es la protección de una población sobre una infección por la presencia de individuos
inmunes. Es un concepto importante para aplicar los programas de vacunación.
Un brote infeccioso se agota debido a que, al avanzar la epidemia el número de individuos inmunes aumenta,
y cada vez es menos improbable el contacto entre un individuo infectado y uno susceptible. Actualmente los
programas de vacunación sistemática, tienen como objetivo conseguir un número elevado de personas
inmunes a una infección siguiendo los pasos del proceso natural, para proteger a toda la población, incluso los
no afectados. El siguiente paso de una inmunidad colectiva es la erradicación de la infección.
• DINÁMICA EN LA TRANSMISIÓN EN LA COMUNIDAD
En las infecciones víricas y bacterianas de transmisión directa persona a persona que producen una inmunidad
efectiva, la dinámica de la transmisión se divide en tres segmentos:
• Los susceptibles: se renueva constantemente por los nacimientos y las inmigraciones. Los
microorganismos pueden actuar por vía natural (infecciones) o por intervención sanitaria
(vacunaciones).
• Los infectados: mantienen las vías de infección sobre los susceptibles.
• Los inmunes: se renueva por las defunciones y por las emigraciones. Conforman la inmunidad
colectiva. La progresiva disminución de la inmunidad individual comporta la existencia de una vía de
conversión de inmunes a susceptibles, pero la reinfección puede producir una estimulación natural de
la inmunidad que mantiene un nivel elevado de inmunidad.
• ENFERMEDADES PREVENIBLES MEDIANTE VACUNACIÓN E INMUNIDAD
COLLECTIVA
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VIRUELA
Se propuso eliminar la viruela en 1959 vacunando y revacunando al 80% de la población en zonas endémicas
en un periodo de 4 a 5 años. Una vez conseguido dicho nivel de población vacunada se vio que no era
suficiente y se utilizó la cuarentena individual e inmunización en círculo y el nivel subió al 98ç%.
Al principio hubo un enfoque global para conseguir una inmunidad colectiva, pero tras el fracaso sé tubo que
adoptar un enfoque individual.
SARAMPIÓN
Es la infección que más estudios ha originado. En 1967 en Estados Unidos se creyó que vacunando al 55% de
los niños (90% de la población inmune) se eliminaría progresivamente el sarampión. No tuvo éxito porque no
se tuvo en cuenta todos los grupos de edades que pudiesen transmitir la infección. Actualmente para
interrumpir la transmisión del sarampión se necesita el 94% de la población vacunada. Existe una inmunidad
colectiva aunque casualmente aparecen casos por fallos en las vacunas o por exposiciones muy intensas.
RUBÉOLA
El problema de la rubéola no reside en la infección, sino en el síndrome de la rubéola congénita. La vacuna
contra la rubéola puede implantarse siguiendo dos estrategias:
• Vacunación de las muchachas adolescentes (reducción de susceptibles). Esta estrategia se ha utilizado
en muchos países.
• Vacunación de las cohortes de nacidos de ambos sexo (reducción del riesgo), que es la que se aplica
actualmente.
Existe el riesgo de que una cobertura de reducción del riesgo que sea insuficiente al producir una disminución
de la transmisión del virus determinará que muchas mujeres lleguen a la edad reproductora siendo
susceptibles y existirá el peligro de que aumente el número de casos de síndrome de rubéola congénita. Un
programa insuficiente es peor que ninguno.
PAROTIDITIS
El nivel de inmunidad colectiva es menor que la del sarampión. La vacunación de la parotiditis se halla
perfectamente establecida, desde su implantación el número de notificaciones ha disminuido un 95%, esto
demuestra la protección conferida por la vacuna.
TOS FERINA
La eficacia de las vacunas actuales contra la tos ferina (80−85%)es inferior a la proporción necesaria para
bloquear la transmisión, que es muy elevada en la actualidad no existe la posibilidad de erradicar la tos ferina,
aunque la inmunidad colectiva ha desarrollado un papel importante en la disminución de los casos.
DIFTERIA
Ha desaparecido en la mayoría de los países desarrollados, debido a la buena cobertura vacunal y en parte a la
protección indirecta. La inmunización por el toxoide diftérico protege contra la toxina mediada por fagos y no
contra la infección.
TÉTANOS
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El tétanos no se transmite entre huéspedes humanos por lo que la vacunación no puede generar protección
indirecta y por ello eliminación de los casos del tétanos requiere la inmunización del 100% de la población.
La vacunación materna confiere una importante protección frente al tétanos neonatal mediante la transferencia
placentaria de anticuerpo.
POLIOMIELITIS
El humbral de inmunidad colectiva se sitúa entre el 80 y el 85% dependiendo del nivel de higiene; debido a
que la transmisión del poliovirus por aguas y residuos es notable y que las técnicas de detección de casos y
contención de brotes tienen poco efecto. El objetivo de la OMS de alcanzar la próxima erradicación de la
poliomielitis se basa en producir un elevado nivel de inmunidad colectiva.
BIBLIOGRAFÍA
Lluís Salleras Sanmartí. VACUNACIONES PREVENTIVAS
Ed. Masson. Barcelona, 1998.
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