CONCEPTO CLASIFICACIÓN Y CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LAS VACUNAS • INTRODUCCIÓN Para la prevención de las enfermedades transmisibles es fundamental romper la cadena epidemiológica en uno de sus tres eslabones: fuente de infección, mecanismos de transmisión e individuo sano susceptible. Sobre la fuente de infección, las acciones sanitarias posibles son el aislamiento, el tratamiento específico y la eliminación. Sobre los mecanismos de transmisión las acciones sanitarias fundamentales son el saneamiento general o específico y las barreras mecánicas. Sobre el individuo sano susceptible se puede incidir mediante la quimioprofilaxis y la inmunización activa y pasiva. • INMUNIZACIÓN Y VACUNACIÓN El término de inmunización hace referencia al proceso provisión de inmunidad artificial a un individuo sano susceptible mediante la administración de un producto inmunobiológico. La inmunización puede ser: • Inmunización activa (vacunación): las vacunas son suspensiones de microorganismos vivos atenuados o inactivos tiene por objetivo la inducción y la producción de respuestas inmunitarias específicas (anticuerpos) por parte de un individuo sano susceptible, que protegerá en un futuro al individuo frente el agente infeccioso. Son muy importantes para prevenir enfermedades, sobre todo las de transmisión aérea donde las demás acciones sanitarias son poco eficaces. Actualmente existen unas 25 vacunas; tienen a su favor las buenas relaciones beneficio/coste y beneficio/riesgo, y en contra la corta duración de sus efectos de prevención. • Inmunización pasiva: consiste en la administración a un individuo sano de anticuerpos de otro huésped (si son de origen animal se llaman antitoxinas o sueros heterólogos y si son de origen humano se llaman inmunoglobulinas) para proporcionarle una protección inmediata y temporal. Las antitoxinas son soluciones de anticuerpos obtenidos del suero de animales inmunizados. También se puede utilizar para tratar un individuo una vez ya infectado. Las inmunoglobulinas son soluciones estériles que contienen anticuerpos procedentes de la sangre de personas humanas. Se obtienen del plasma humano, procedentes de pools de donantes preseleccionados por su elevado contenido en anticuerpos frente a un determinado antígeno. • CLASIFICACIÓN DE LAS VACUNAS CLASIFICACIÓN MICROBIOLÓGICA: COMPOSICIÓN Y OBTENCIÓN Se obtienen a partir de los propios agentes infecciosos que han sido sometidos a diferentes modificaciones para eliminar su poder patógeno pero manteniendo su capacidad inmunógena (excepciones: la vacuna de la viruela y la vacuna antihepatitis B). Las vacunas se clasifican en víricas y bacterianas y a la vez en vivas atenuadas y muertas o inactivas. Las muertas se clasifican en o subunidades. Las vacunas atenuadas se consiguen mediante la selección de mutantes con virulencia atenuada, estables, capacidad de transmisión baja, no contaminados y con capacidad inmunógena. Se obtienen mediante sucesivos pases en diferentes huéspedes animales y/o cultivos. Crean una infección inaparente que origina respuestas inmunitarias de tipo humoral y celular que dejan una inmunidad intensa y de larga duración. Se suele poner una sola dosis (excepción: vacunas digestivas con dosis de recuerdo). Las vacunas muertas o inactivas se preparan inactivando suspensiones de virus o bacterias virulentas por 1 métodos físicos (calor) o por métodos químicos (formol, ). En algunos casos se encuentran células enteras y en otros se obtienen a partir de toxinas: antígenos segregados, fracciones víricas o fracciones bacterianas. En estas vacunas las respuestas son de tipo humoral y la intensidad y duración son menores que la de las vacunas vivas atenuadas. VIRICAS Virus enteros VIVAS ATENUADAS INACTIVADAS Antivaricela Antifiebre amarilla Antipoliomielitis oral Antisarampión Antirrubéola Antiparotiditis Antirrábica Antigripal Antipoliomielitis intramuscular Antihepatitis A Antiencefalitis japonesa Subunidades BACTERIANAS Células enteras Antigripal Antihepatitis B BCG Anticolérica oral Antifoideaa oral Subunidades (toxoides) Polisacáridos capsulares Acelulares Anticolérica intramuscular Antipertussis intramuscular Antipertussis de células enteras Antidiftérica Antitetánica Antineumocócica 23−valente Antineumocócica A−C, Y, W−35 Anti−Haemophilus inffluenzae b Antipertussis acelular CLASIFICACIÓN SANITARIA: OBJETIBOS. Se basa en los objetivos epidemiológicos que se pretenden alcanzar con la aplicación de las vacunaciones en la población. Inmunidad individual y de grupo Un individuo es inmune contra un agente infeccioso cuando está protegido contra la entrada y el desarrollo o multiplicación del agente infeccioso en sus tejidos. La forma más eficaz de inmunidad contra una infección es la que se desarrolla en un individuo después de haberla padecido, esta inmunidad es para toda la vida. El objetivo de la vacunación es desarrollar en un individuo una inmunidad parecida a la que desarrolla una infección natural pero sin crear molestias. Con algunas vacunas la protección es permanente, con otras es de larga duración (5−10 años) y otras veces la inmunidad es parcial y de corta duración (gripe). En las enfermedades de reservorio humano y de transmisión interhumana las vacunaciones proporcionan una protección colectiva que contribuye a romper la cadena de transmisión y obtiene resultados superiores a las inmunidades individuales. Vacunas sistemáticas y no sistemáticas 2 Se ha recomendado que se ha de administrar de forma sistemática las vacunas eficaces contra las enfermedades de transmisión interhumana y de reservorio humano (difteria, tos ferina, poliomielitis, sarampión, rubéola, parotiditis, y recientemente, antihepatitis B y antihaemophilus influenzae b. 4 CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LAS VACUNAS SEGURIDAD Es una propiedad fundamental en las vacunas aunque puedan tener efectos secundarios muy graves. Las vacunas se administran a personas sanas que no deberían contraer la enfermedad si no se vacunaran por lo que es difícil que se acepte una vacuna que pueda causar la muerte. Es probable que algunas de las primeras vacunas comercializadas no se hubiesen comercializado si entonces se hubieran aplicado los estándares de seguridad actuales. Las evaluaciones de seguridad se realizan con voluntarios, pero como el número de personas vacunadas en estos estudios es muy bajo, una vez registrada y comercializada la vacuna debe de continuarse la evaluación de la seguridad vigilando los efectos adversos. INMUNOGENICIDAD La inmunogenicidad es la capacidad de un agente infeccioso de inducir una respuesta inmunitaria específica generada, que es el objetivo de las vacunas. Y depende de la respuesta de una sola célula, el linfocito, que al activarse muestra especificidad y memoria. Intervienen dos linfocitos los B (dependientes de la médula) y los T (dependientes del timo). Los B al replicarse y diferenciarse después de la estimulación antigénica, producen anticuerpos de diferentes isotipos. Los T son los que crean la respuesta inmunológica mediada por células o por inmunidad celular. Para que una vacuna sea eficaz debe inducir: • el tipo adecuado de resistencia inmunitaria, • una respuesta inmunitaria en el lugar adecuado, • una respuesta inmunitaria frente al antígeno o los antígenos adecuados, • inmunidad protectora de larga duración. EFICACIA PROTECTORA Los beneficios de las vacunas se pueden apreciar de dos maneras, por la evaluación de la eficacia (la vacuna se aplica en condiciones irreales) y por la evaluación de la efectividad (la vacuna se aplica en condiciones reales). La evaluación de la eficacia se realiza experimentalmente y en un laboratorio. La evaluación de la efectividad se tendría que llevar a cabo una vez la vacuna halla superado la evaluación de la eficacia, y se realizaría en una sociedad aleatoria y con condiciones reales. Los resultados primeros deben de ser mejores que los segundos, porque el programa no se aplica correctamente o porque algunos individuos rechazan la vacuna ofrecida. EFICIENCIA Los costes de los programas preventivos y curativos son cada vez más caros y los recursos disponibles son menores. Se tiene en cuenta cada vez más el factor económico. La evaluación de la eficiencia se efectúa comparando la efectividad con los costes de los recursos utilizados. 3 Se analiza la información sobre las consecuencias negativas (costes) y positivas (beneficios de salud y económicos). ESTABILIDAD Los antígenos vacúnales son proteínas o polisacáridos capsulares que pueden sufrir degradación física tras la exposición a altas temperaturas. Las tasa degradación varían entre vacunas, pero, en general, para la conservación de la capacidad antigénica se deben de conservar entre 0 y 8 ºC. La congelación, la luz y el tiempo transcurrido desde su fabricación (fecha de caducidad) también influyen en la capacidad antigénica. Las más inestables son las vivas atenuadas y las menos los toxoides. Por eso hay unas normas de mantenimiento de la temperatura y del almacenamiento. • CARACTERÍSTICAS DE LAS VACUNAS VIVAS Y MUERTAS VACUNAS VIVAS Deben de ser atenuadas mediante pases en cultivos celulares (vacunas víricas) o en medio bacteriológico (vacunas bacterianas). Se dan en una sola dosis. Necesitan un menor número de microorganismos. Tienden a ser menos estables. No requieren adyuvantes. Pueden administrarse por vía natural. Inducen anticuerpos y respuestas de células T citóxicas (Tc). Existe la posibilidad de difusión de la infección entre los individuos no vacunados. VACUNAS MUERTAS Pueden elaborarse a partir de microorganismos completamente virulentos. Se dan en dosis múltiples. Necesitan un gran número de microorganismos. Tienden a ser más estables. Requieren adyuvantes. Se administran por vía parenteral. Inducen solo anticuerpos. No es posible la difusión de la infección a los no vacunados. 4 BASES INMUNITARIAS DE LAS VACUNACIONES 1 INTRODUCCIÓN Los mecanismos de defensa antiinfecciosos del organismo humano son complejos. En el medio ambiente esta presente una gran cantidad de microorganismos patógenos para el hombre y no se podría sobrevivir si no se dispusiera de mecanismos de defensa capaces de impedir su entrada en el organismo y de impedir su crecimiento y su multiplicación si lograran pasar las barreras externas. El organismo humano previene y combate las infecciones mediante dos grandes tipos de mecanismos de defensa: • El inespecífico (inmunidad innata): los principales elementos efectores son los fagocitos y las células citóxicas naturales. Es eficaz desde el nacimiento y contra todos los agentes patógenos. No se incrementa, no genera memoria. Interviene rápidamente cuando hay una infección aguda, hasta que intervengan los mecanismos específicos. • El específico (inmunidad adquirida): sus elementos efectores celulares son los linfocitos celulares B y T. Se adquiere tras la exposición al antígeno que la induce, pude ser de forma natural por la infección o de forma artificial por la inmunización; la inmunización activa (vacunación) induce una respuesta inmunitaria específica similar a la que produce una infección, pero sin que el individuo tenga molestias. Genera memoria inmunológica. Es indispensable para la resolución definitiva de la enfermedad infecciosa. La exposición a un agente infeccioso origina una variedad de respuestas celulares y moleculares específicas, denominadas respuesta inmunitaria activa. Inmunidad innata Defensas externas Inmunidad adquirida Físicas: piel, mucosas Químicas: acidez (barreras) gástrica Microbiológicas: flora microbiana normal Respuesta Complemento innata inmediata Fagocitosis Inflamación Respuesta de fase Natural Artificial Mediada por Mediada por anticuerpos (inmunidad humoral) células (inmunidad celular) Linfocitos B Inmunoglobulinas Linfocitos T Respuesta innata inducida aguda Interferones Células NK • CÉLULAS, MOLÉCULAS, TEJIDOS Y ÓRGANOS DEL SISTEMA INMUNITARIO El sistema inmunitario humano está formado por una amplia variedad de células morfológicamente y 5 funcionalmente diferentes que interaccionan continuamente entre si por contacto físico, a través de moléculas o por factores humorales que actúan sobre receptores específicos de las células. Las células del sistema inmunitario se organizan en tejidos y órganos creando el sistema linfoide (médula ósea, timo ganglios linfáticos, bazo y tejido linfoide asociado a la mucosa). CÉLULAS DE SISTEMA INMUNITARIO Todas las células del sistema inmunitario se originan en la medula ósea a partir de un mismo progenitor (célula pluripotencial), de la que derivan todos los componentes celulares de la sangre. De las células primordiales pluripotentes provienen unas células de potencial más limitado, el progenitor mieloide común del que derivan las células del linaje mieloide, y el progenitor linfoide común del que provienen las células del linaje linfoide. Linaje mieloide Los leucocitos polimorfos o granulocitos (neutrófilos, eosinófilos y basófilos) tienen un tamaño menor y una vida más corta que los macrófagos. Los neutrófilos constituyen un 90% de los granulocitos y el componente más importante de la respuesta inmunitaria innata (su deficiencia pude llevar a infecciones graves y mortales). Los macrófagos de los tejidos (son la forma madura de los monocitos de la sangre) y los neutrófilos se conocen también como fagocitos, por su capacidad de fagocitar partículas exteriores. Las plaquetas de la sangre, además de su papel en la coagulación de la sangre, también influyen en las respuestas inmunitarias, y de forma especial en la inflamación. Los mastocitos se encuentran en los tejidos y participan en la protección frente a la infección en la superficie de las mucosas. Linaje linfoide Los linfocitos B y T son los responsables de la respuesta inmunitaria específica. Los dos poseen en su membrana receptores capaces de reconocer el antígeno de una forma específica. Los linfocitos B son los responsables de la respuesta inmunitaria humoral; tienen como característica principal su capacidad de producir anticuerpos o inmunoglobulinas, existen cinco isotipos de inmunoglobulinas: IgG, IgM, IgA, IgD y IgE. Los linfocitos T se ocupan de la respuesta inmunitaria celular. MOLÉCULAS DEL SISTEMA INMUNITARIO Complemento El complemento y los fagocitos son los mecanismos efectores más importantes de la inmunidad innata El sistema del complemento está constituido por más de 30 proteínas, la mayoría de la sangre y algunas de membranas que se activan en cascada al contacto con paredes bacterianas y en presencia de anticuerpos. Converge en una fase terminal en la que se forma el complejo ataque de membrana (MAC) cuya misión es la lisis del agente patógeno que originó la activación del sistema. Anticuerpos Las inmunoglobulinas son glucoproteínas sintetizadas por linfocitos B. Se encuentran en los espacios extracelulares, como moléculas libres solubles (anticuerpos) o como moléculas de membrana, ancladas a la membrana de los linfocitos B, constituyendo el receptor para antígeno de estos linfocitos (BCR). 6 Estructura: Toda las clases de inmunoglobulinas tiene una estructura básica similar consistente en dos péptidos heterodímeros idénticos unidos por puentes de disolfuro. Funciones: los anticuerpos realizan su función antiinfecciosa en el espacio extracelular, destruyen a los microorganismos extracelulares y evitan la diseminación de una célula a otra de los intracelulares. Contribuyen de tres formas distintas a la defensa antiinfecciosa específica: • Neutralización de virus en su etapa extracelular y de toxinas bacterianas. • Opsonización de bacterias extracelulares, que facilita su posterior ingestión y destrucción por los fagocitos. • Activación del complemento. Citocinas Cuando se produce una respuesta inmunitaria, las células del sistema inmunológico no actúan aisladas sino que interaccionan entre sí, se trata de un sistema integrado. Las citocinas actuando como mediadoras solubles constituyen uno de los dos medios de comunicación entre las células del sistema inmunitario. El otro es el contacto de las moléculas de las membranas. Son un conjunto de proteínas de bajo peso molecular, la mayoría de ellos peptidos o glucoproteínas que son sintetizadas por las células del sistema inmunitario (las principales células productoras de citocinas son los macrófagos y los linfocitos T) al producirse la respuesta inmunitaria frente a un antígeno inmunógeno (agente patógeno toxina). Son producidas en los primeros instantes de la activación celular y su vida es muy corta. Solo son capaces de actuar sobre las células que poseen receptores específicos para las citocinas en su membrana. TEJIDOS Y ÓRGANOS DEL SISTEMA INMUNITARIO Las células del sistema inmunitario se organizan en tejidos y órganos que constituyen estructuras anatómicas denominadas, en conjunto, sistema linfoide. Hay dos clasificaciones, anatómica y funcional. La clasificación anatómica distingue des tipos de órganos del sistema linfoide: • órganos con cápsula bien definida (bazo, timo, ganglios linfáticos y médula ósea) • acumulaciones difusas del tejido linfoide (tejido linfoide no encapsulado que se asocia a las mucosas [MALT]) La clasificación funcional clasifica los órganos y tejidos linfoides en: • Primarios o centrales: lugares donde se produce la lifopoyesis (medula ósea y timo) • secundarios o periféricos: donde ocurre el encuentro entre los antígenos extraños y los linfocitos de los clones específicos de dichos antígenos (bazo, ganglios linfáticos, MALT). Son los lugares principales de interacción entre las distintas células del sistema inmunitario. La función principal de los órganos periféricos es proporcionar un ambiente favorable para que dicho encuentro e interacciones den lugar a una respuesta inmunológica eficaz. • INMUNIDAD INNATA O NO ADAPTATIVA El primer escalón de defensa frente a una infección lo constituyen la piel y las mucosas, que actúan como barreras fisicoquímicas. Los cilios de la mucosa respiratoria, el bajo PH del estómago, la lisozima las lágrimas y la flora bacteriana y las mucosas de la piel son muy importantes en este primer escalón. Si están intactas 7 impiden la invasión de los microorganismos, pero si se destruyen (por heridas, quemaduras,...) las infecciones son muy frecuentes. Los microorganismos que logran atravesar las defensas externas y penetran en el interior del cuerpo se encuentran con moléculas y células que actúan de forma rápida e inespecífica, son los mecanismos inmunitarios innatos, no adaptativos o inespecíficos. Se ponen en marcha inmediatamente y actúan los primeros 5−7 días. En la inmunidad innata los mecanismos efectores son de dos tipos: • Los mecanismos inmediatos: actúan inmediatamente después de la entrada del agente infeccioso y se basan en la activación del complemento por la vía alternativa y en la capacidad fagocítica de los macrófagos. • Los mecanismos inducidos: no actúan inmediatamente, sino que son inducidos por las sustancias producidas por la activación continuada del complemento (anafiloxinas) y por las citocinas (monocinas) segregadas por los macrófagos. Las proteínas de la fase aguda, los interferones y las células NK constituyen los principales mecanismos efectores de la inmunidad innata. INMUNIDAD INNATA inducida neutrófilos eosinófilos basófilos/mastocitos células NK CÉLULAS inmediata macrófagos MOLÉCULAS complemento citocinas de los macrófagos TEJIDOS Y ÓRGANOS DE PRODUCCIÓN médula ósea (leucocitos) médula ósea (leucocitos) timo (T) hígado (complemento) hígado (proteínas de fase aguda) médula ósea (B) zonas infectadas zonas infectadas bazo TEJIDOS Y ÓRGANOS DE INTERACCIÓN inmunidad adaptativa linfocitos T linfocitos B citocinas de los linfocitos mediadores de la inflamación anticuerpos proteínas de la fase aguda interferones ganglios linfáticos MALT SISTEMAS DE CIRCULACIÓN sangre sangre linfa sangre • INMUNIDAD ADQUIRIDA, ADAPTATIVA O ESPECÍFICA En la respuesta inmunitaria específica intervienen dos tipos de linfocitos, los B (dependientes de la médula) y los T (dependientes del timo). Los B, al replicarse y diferenciarse secretan anticuerpos de diferentes isotipos 8 (IgM, IgG, IgA, IgE) que son los responsables de la respuesta inmunitaria humoral. Los T son los responsables de la respuesta inmunitaria celular que se lleva a cabo por tres subtipos celulares (Th1, Th2, Th3). La respuesta inmunitaria específica comprende el conjunto de procesos que, como consecuencia del contacto de los linfocitos T y B con un antígeno inmunógeno, conducen a la expansión de los clones linfocitarios específicos y al desarrollo de funciones efecto9ras específicas sobre dicho antígeno. La respuesta se desarrolla en tres fases: • Reconocimiento del antígeno: los antígenos son detectados por los linfocitos de los clones específicos del antígeno. • Activación de los linfocitos: en respuesta al estímulo antigénico, los linfocitos proliferan y se diferencian en células efectoras con capacidad para destruir al antígeno invasor. • Función efectora: los linfocitos efectores destruyen al antígeno. • INMUNÓGENOS Y ANTÍGENOS Cualquier sustancia capaz de inducir una respuesta inmunitaria específica es un inmunógeno. Los antígenos son sustancia capaces de ser reconocidas por los linfocitos T y B y de unirse a los receptores específicos de su superficie (TCR y BCR) y provocar una respuesta inmunitaria. En otras palabras, un inmunógeno sería una sustancia capaz de inducir una respuesta inmunitaria específica, y un antígeno una sustancia capaz de ser objeto de esta respuesta. Todos los inmunógenos son antígenos, pero no todos los antígenos son inmunógenos. Hay sustancias (haptenos) que son capaces de ser reconocidas de forma específica, pero que por sí mismas no son capaces de desencadenar una respuesta inmunitaria específica, no son inmmunógenos. En materia de vacunaciones, los antígenos de interés son los capaces de producir una respuesta inmunitaria protectora de la infección. Frecuentemente se utiliza el termino antígeno inmunizante para referirse al inmunógeno que desencadena la respuesta inmunitaria específica frente a los agentes patógenos o frente a las vacunas diseñadas para prevenir las enfermedades infecciosas que causen. El antígeno es reconocido de forma específica y neutralizado por los elementos efectores del sistema inmunitario adaptativo y se evita la enfermedad mediante diferentes mecanismos. A menudo se utilizan los términos antígeno e inmunógeno indistintamente para designar a una sustancia que reúne a la vez las dos propiedades, antigenicidad e inmunogenicidad. • PAPEL DE LOS DIFERENTES COMPONENTES DE LA RESPUESTA INMUNITARIA ESPACÍFICA FRENTE A LAS ENFERMEDADES INFECCIOSAS. La inmunidad frente a las enfermedades infecciosas es consecuencia de una compleja interacción entre las respuestas humoral y celular. En el desarrollo y producción de vacunas es muy importante el papel que desempeñan los diferentes linfocitos en la prevención, limitación, control y eliminación de las diferentes enfermedades infecciosas. Como conclusiones más importantes podemos destacar: • Los linfocitos B tienen como función principal la producción de anticuerpos de las diferentes especifidades clonales e isotipos. • Los linfocitos B vírgenes tienen un papel fundamental en la respuesta humoral primaria. En la respuesta secundaria y siguientes, el papel fundamental corresponde a los linfocitos B de memoria. 9 Solo los anticuerpos específicos son capaces de prevenir una infección. Las células Tc constituyen el principal mecanismo para la eliminación de la mayoría de las infecciones intracelulares agudas. En las infecciones extracelulares no se generan. Los anticuerpos pueden eliminar infecciones extracelulares con la ayuda de los macrófagos activados, los cuales ingieren y destruyen las partículas infecciosas cubiertas por anticuerpos; en cambio, su participación en la eliminación de las infecciones intracelulares es insignificante. Los linfocitos Th1 contribuyen al control y eliminación de ciertas infecciones intracelulares crónicas (tuberculosis). • CINÉTICA DE LA RESPUESTA INMUNITARIA: RESPUESTA INMUNITARIA PRIMARIA. La primera exposición de un huésped a un antígeno inmunógeno se denomina inmunización primaria, la respuesta inmunitaria que le sigue es la respuesta primaria (débil y de corta duración). La segunda exposición al mismo antígeno inmunógeno no se denomina inmunización secundaria, y la respuesta generada, más intensa y duradera que la primera se llama respuesta secundaria, anamnésica o booster. RESPUESTA PRIMARIA Se divide en cuatro fases: • Periodo de latencia: es el tiempo que transcurre entre la exposición al antígeno y la detección de anticuerpos en el suero (de 5 a 10 días). Éste es el tiempo que los linfocitos Th y B tardan en ser activados, en tomar contacto con el antígeno, proliferar y diferenciarse. • Fase exponencial: se produce un incremento exponencial en la concentración de anticuerpos en el suero y en el número de células secretoras. • Fase de estabilidad: se produce un equilibrio entre la producción y la degradación de anticuerpos. • Fase de declinación: la concentración de anticuerpos decrece por el declive de la respuesta inmunitaria. No se producen nuevas células plasmáticas y las que existen dejan de producir anticuerpos y mueren. Hay una eliminación progresiva del antígeno. La duración de la respuesta primaria está limitada, por la duración del estímulo antigénico y por la relativa corta vida de las células plasmáticas. RESPUESTA SECUNDARIA La reexposición al mismo antígeno al cabo de un tiempo induce una respuesta inmunitaria secundaria más intensa y duradera que la primera. El periodo de latencia es más corto (de 1 a 3 días), el incremento del título de anticuerpos es más rápido y los niveles alcanzados son más elevados, continuando la producción durante un largo periodo, en el hombre puede llegar a ser durante años. Esta cinética más rápida, intensa y duradera se debe a la intervención de células Th2 y B de memoria, producidas en grandes cantidades durante la respuesta inmunitaria primaria. La diferencia entre la respuesta primaria y secundaria es la memoria inmunológica generada durante la respuesta primaria, es específica y de larga duración. 10 El objetivo de los programas de vacunaciones es el establecimiento de esta memoria para crear respuestas secundarias específicas intensas y duraderas que eviten la infección si hay contacto con el antígeno. La respuesta secundaria puede incrementarse en las inmunizaciones sucesivas hasta que se alcance el límite fisiológico máximo de respuesta. Todos los inmunógenos pueden producir una respuesta primaria, pero solo los antígenos T−dependientes (proteínas) son capaces de inducir una respuesta inmunitaria anamnésica. • MEMORIA INMUNOLÓGICA Cuando se produce más de un encuentro en el organismo humano con un antígeno, las respuestas son cada vez más rápidas e intensas. La capacidad de los linfocitos T y B de recordar la identidad de un antígeno y de producir respuestas más eficaces, constituyen la memoria inmunológica. La memoria inmunológica es específica y puede durar largo tiempo, es una característica fundamental de la inmunidad protectora junto a la especificidad. GENERACIÓN DE LA MEMORIA INMUNOLÓGICA Al iniciarse la respuesta inmunitaria frente a un antígeno en los tejidos linfoides periféricos, las células T y las B vírgenes proliferan extensamente y se diferencian a células efectoras y de memoria. Las células efectoras realizan sus funciones propias y mueren; las células de memoria persisten de por vida y constituyen la base de la memoria inmunológica. CARACTERÍSTICAS DE LAS CÉLULAS T Y B DE MEMORIA Las diferencias entre las células de memoria y las células vírgenes son cualitativas (responde y se activan de forma más intensas frente a un segundo estímulo, produciendo citocinas más rápidamente y en mayores cantidades) y numéricas (se incremente el número de células del clon específico). Ambos factores contribuyen al papel esencial de la respuesta inmunitaria de memoria: una respuesta más rápida y eficaz en una segunda exposición en un huésped previamente infectado o vacunado. • INMUNIDAD PROTECTORA La respuesta inmunitaria adaptativa primaria frente a una infección tiene una doble función: • vencer a la infección primaria, • proporcionar protección frente a una infección por el mismo agente infeccioso La inmunidad protectora es la resistencia frente a una infección específica que sigue a la infección natura o a la vacunación. La inmunidad protectora incluye dos componentes: • Reactantes inmunitarios(anticuerpos, células T activadas)generadas por la infección inicial o por la vacunación. • Memoria inmunológica que dura toda la vida. 10 REQUISITOS INMUNOLÓGICOS FUNDAMENTALES PARA LA INMUNOGENICIDAD DE UNA VACUNA Para que una vacuna alcance una inmunogenicidad y eficacia óptimas debe reunir cuatro requisitos inmunológicos fundamentales: 11 • debe ser capaz de activar las células presentadoras del antígeno (APC); • debe ser capaz de generar un gran pool de linfocitos T y B de memoria; • debe ser capaz de superar el poliformismo genético del huésped y la variación antigenética del agente; • el antígeno vacunal debe persistir en la superficie de las células dendríticas foliculares de los órganos linfoides secundarios. • ADYUVANTE Un adyuvante es cualquier sustancia que incrementa la respuesta inmunitaria a un antígeno con el que se mezcla. Los adyuvantes actúan con tres mecanismos: • Formando un depósito de antígeno en el lugar de aplicación de la vacuna a partir del cual se va liberando el antígeno durante un período determinado de tiempo. El alumbre (hidróxido de aluminio) y las emulsiones de aceites minerales en agua son un ejemplo. • Presentando el antígeno alas células implicadas en la respuesta inmunitaria (en especial las APC) y actuando como una señal estimuladora de los macrófagos (cuando el adyuvante contiene productos bacterianos). Los constituyentes bacterianos de la mayoría de los adyuvantes inducen respuestas inflamatorias importantes, no obstante algunos son de uso común (las bacterias muertas del Bordetella pertussis se usan como antígeno y como adyuvante en la vacuna triple bacteriana, DTP). • Induciendo l a secreción de factores estimulantes de la respuesta inmunitaria (citocinas), que actúan sobre las células del sistema inmunitario, especialmente sobre T y B. INMUNIDAD COLECTIVA O DE GRUPO • INTRODUCCIÓN Por inmunidad colectiva o de grupo se entiende la inmunocompetencia de una población y su capacidad para resistir la infección. Es la protección de una población sobre una infección por la presencia de individuos inmunes. Es un concepto importante para aplicar los programas de vacunación. Un brote infeccioso se agota debido a que, al avanzar la epidemia el número de individuos inmunes aumenta, y cada vez es menos improbable el contacto entre un individuo infectado y uno susceptible. Actualmente los programas de vacunación sistemática, tienen como objetivo conseguir un número elevado de personas inmunes a una infección siguiendo los pasos del proceso natural, para proteger a toda la población, incluso los no afectados. El siguiente paso de una inmunidad colectiva es la erradicación de la infección. • DINÁMICA EN LA TRANSMISIÓN EN LA COMUNIDAD En las infecciones víricas y bacterianas de transmisión directa persona a persona que producen una inmunidad efectiva, la dinámica de la transmisión se divide en tres segmentos: • Los susceptibles: se renueva constantemente por los nacimientos y las inmigraciones. Los microorganismos pueden actuar por vía natural (infecciones) o por intervención sanitaria (vacunaciones). • Los infectados: mantienen las vías de infección sobre los susceptibles. • Los inmunes: se renueva por las defunciones y por las emigraciones. Conforman la inmunidad colectiva. La progresiva disminución de la inmunidad individual comporta la existencia de una vía de conversión de inmunes a susceptibles, pero la reinfección puede producir una estimulación natural de la inmunidad que mantiene un nivel elevado de inmunidad. • ENFERMEDADES PREVENIBLES MEDIANTE VACUNACIÓN E INMUNIDAD COLLECTIVA 12 VIRUELA Se propuso eliminar la viruela en 1959 vacunando y revacunando al 80% de la población en zonas endémicas en un periodo de 4 a 5 años. Una vez conseguido dicho nivel de población vacunada se vio que no era suficiente y se utilizó la cuarentena individual e inmunización en círculo y el nivel subió al 98ç%. Al principio hubo un enfoque global para conseguir una inmunidad colectiva, pero tras el fracaso sé tubo que adoptar un enfoque individual. SARAMPIÓN Es la infección que más estudios ha originado. En 1967 en Estados Unidos se creyó que vacunando al 55% de los niños (90% de la población inmune) se eliminaría progresivamente el sarampión. No tuvo éxito porque no se tuvo en cuenta todos los grupos de edades que pudiesen transmitir la infección. Actualmente para interrumpir la transmisión del sarampión se necesita el 94% de la población vacunada. Existe una inmunidad colectiva aunque casualmente aparecen casos por fallos en las vacunas o por exposiciones muy intensas. RUBÉOLA El problema de la rubéola no reside en la infección, sino en el síndrome de la rubéola congénita. La vacuna contra la rubéola puede implantarse siguiendo dos estrategias: • Vacunación de las muchachas adolescentes (reducción de susceptibles). Esta estrategia se ha utilizado en muchos países. • Vacunación de las cohortes de nacidos de ambos sexo (reducción del riesgo), que es la que se aplica actualmente. Existe el riesgo de que una cobertura de reducción del riesgo que sea insuficiente al producir una disminución de la transmisión del virus determinará que muchas mujeres lleguen a la edad reproductora siendo susceptibles y existirá el peligro de que aumente el número de casos de síndrome de rubéola congénita. Un programa insuficiente es peor que ninguno. PAROTIDITIS El nivel de inmunidad colectiva es menor que la del sarampión. La vacunación de la parotiditis se halla perfectamente establecida, desde su implantación el número de notificaciones ha disminuido un 95%, esto demuestra la protección conferida por la vacuna. TOS FERINA La eficacia de las vacunas actuales contra la tos ferina (80−85%)es inferior a la proporción necesaria para bloquear la transmisión, que es muy elevada en la actualidad no existe la posibilidad de erradicar la tos ferina, aunque la inmunidad colectiva ha desarrollado un papel importante en la disminución de los casos. DIFTERIA Ha desaparecido en la mayoría de los países desarrollados, debido a la buena cobertura vacunal y en parte a la protección indirecta. La inmunización por el toxoide diftérico protege contra la toxina mediada por fagos y no contra la infección. TÉTANOS 13 El tétanos no se transmite entre huéspedes humanos por lo que la vacunación no puede generar protección indirecta y por ello eliminación de los casos del tétanos requiere la inmunización del 100% de la población. La vacunación materna confiere una importante protección frente al tétanos neonatal mediante la transferencia placentaria de anticuerpo. POLIOMIELITIS El humbral de inmunidad colectiva se sitúa entre el 80 y el 85% dependiendo del nivel de higiene; debido a que la transmisión del poliovirus por aguas y residuos es notable y que las técnicas de detección de casos y contención de brotes tienen poco efecto. El objetivo de la OMS de alcanzar la próxima erradicación de la poliomielitis se basa en producir un elevado nivel de inmunidad colectiva. BIBLIOGRAFÍA Lluís Salleras Sanmartí. VACUNACIONES PREVENTIVAS Ed. Masson. Barcelona, 1998. 1 14