CARNAVAL Esteban: Una de las fiestas populares de mayor arraigo

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CARNAVAL
Esteban: Una de las fiestas populares de mayor arraigo en nuestra Latinoamérica,
que se ha difundido en forma amplia, es la fiesta del carnaval, en el mes de febrero
tradicionalmente en muchos países se reúne la gente en forma especial para esto que
llamamos Carnaval.
Vamos a hablar con Salvador de toda esta raíz cultural, histórica que hay alrededor de
todo esto en diferentes países y que expresan un sentir religioso de cómo expresar
toda una alegría y ganas de vivir la vida de determinada manera. ¿Qué tal Salvador?
Creo que esto no es ajeno a nadie.
Salvador: Para nada, por supuesto que no, Brasil por ejemplo es una industria del
carnaval muy importante.
El asunto es la relación que tiene el carnaval con la religión y el carnaval con la
historia, creo que son dos cosas que habría que investigar muy bien.
En primer lugar porque muchos no creen que el carnaval no tenga una connotación
religiosa y la tiene. Porque justamente nosotros tenemos los días de carnaval y
después tenemos el miércoles siguiente, el miércoles “de ceniza” en donde comienza
la cuaresma, y la cuaresma que termina con el día de la resurrección. Entonces si lo
miramos dentro del contexto cristiano, el carnaval no es solamente la alegría, es el
desenfreno, donde los hombres que van a entrar en un período de penitencia,
manifiestan todos sus desbordes en estos días de fiesta en la forma más primitiva.
Enmascarándose, haciéndose pasar por personas que no son, con exceso de
sensualidad y sexualidad desatada, es como si en estos días todo fuera permitido
porque después entramos en la zona de la penitencia.
Por lo tanto al carnaval yo lo siento como una disconformidad con todo lo que viene
detrás, es como sacudirse mucho antes de entrar en la época de penitencia.
Esteban: Lo cual demuestra una disconformidad.
Salvador: claro, se pensaba que se iba a poder hacer lo que luego ya no se podría
hacer. Y es una fiesta que está caracterizada por el desenfreno. Y esto es interesante,
porque tal vez uno de los orígenes de la palabra carnaval, y hay varias teorías en
cuanto a eso, pero significaría esta palabra en su origen: “la carne que se echa
afuera”. No por el cuerpo, sino por las tendencias malsanas del ser humano, de
utilizar su cuerpo para un uso de la sexualidad fuera de toda contextualización familiar
y matrimonial. Es un desborde del instinto, entonces ese instinto hay que sacarlo
afuera. Esa sería la primera forma de decir carnaval, sacar los instintos y los voy a
dejar fuera. Eso sería lo primero, la carne debería ser abandonada. Y por supuesto
que todo esto no aparece dentro del cristianismo.
Es una fiesta cuyas raíces algunos llegan a remitirlas al antiguo Egipto. Todos los
pueblos paganos tenían fiestas orgiásticas casi no hay excepción en cuanto a eso. En
la mitología egipcia se relacionaban estas fiestas orgiásticas, con el gozo de los
placeres y el dios Osiris. Entonces el pueblo celebraba todo esto desenfrenándose.
Esteban: Como los dioses lo hacían, ellos también.
Salvador: Claro, y esto lo tomaron los pueblos griegos también, que tenían las fiestas
báquicas, los bacanales, o las fiestas dionisíacas, según estemos hablando o de
romanos o de griegos. Y levantaban como consecuencia etapas de tremendos
desenfrenos con las mismas características que tienen entre nosotros el carnaval.
Algunos dicen que en las festividades al dios Baco eran escandalosas, tanto que
sabemos que el senado romano promulgó un decreto prohibiéndolas, ciento ochenta y
seis años antes de Cristo. Lo que quiere decir que aún ellos, viviendo en el
paganismo sabían que estos excesos eran tremendos para la disciplina, para el
orden, para el buen nombre, para el honor de la comunidad, entonces ellos lo sacaron
a esto.
Esteban: ¿Estamos hablando de que tiempo?
Salvador: tiempo pre-cristiano.
Esteban: Porque mucha gente habla de que esa represión es originaria de lo cristiano
y no es así.
Salvador: Algunos dicen que la palabra “carnaval” viene de dos términos latinos,
“carrum navalem”o carro naval, porque parece que en alguna de estas fiestas
construían algunos carruajes con forma de barco y arriba de esos barcos aparecían
personas que se burlaban, y ese podría ser otro de los orígenes del carnaval, y ahí
tenemos una serie de fiestas orgiásticas. Es notable que en la Biblia también se habla
de que cuando el pueblo de Israel sale de Egipto, influenciado por los años vividos en
aquel lugar, construyen un dios (el famoso becerro de oro) a la semejanza de los
dioses que tenía Egipto. Y ese dios que ellos construyen, al cual le dan el nombre de
“Jehová” le empiezan a rendir el culto, pero uno orgiástico. ¿De dónde sacaron esas
costumbres orgiásticas?
Seguramente esto lo habían visto en Egipto que la celebración a estos dioses
se expresaba en esa forma.
Queda testimonio que los fenicios tenían tremendas fiestas de este tipo. Eran
ceremonias donde lo que se hacía se lo hacía en nombre de la “religiosidad”. En
algunos casos hay algunos datos del pasado que nos pueden ser ilustrativos en
cuanto a esto. No solamente había orgías, sino que cuando se celebraban en Roma
las saturnales, las fiestas a Saturno, los soldados elegían al que creían más bonito y
entonces lo nombraban como “el rey del cuartel”y él tenía durante ciertos días el
gobierno de todas las cosas. Pero el último día era obligado a suicidarse sobre el altar
de Saturno, como una ofrenda a este dios. Lo que quiere decir que no era solamente
un juego lo que se hacía. Sino que había ciertas ideas religiosas muy imbricadas en el
juego, no era solamente diversión por algunos días, lo religioso llevaba al sacrificio
entonces no estamos frente a cosas tan inocentes como podemos llegar a pensar.
Estamos frente a cosas que tenían un contenido muy pero muy fuerte para la vida de
la comunidad.
Esteban: Ese es el contexto histórico de lo que es el carnaval. Hoy día se ha vuelto
una fiesta mercantilizada para sacar un buen partido de ella. En un breve momento
seguimos charlando con Salvador Dellutri sobre esta fiesta popular extendida en
muchas partes de nuestro mundo y que lleva por nombre: Carnaval.
PAUSA…
Esteban: La conversación de hoy tiene que ver con una fiesta popular de
Latinoamérica, más arraigada en algunos países que en otros pero que tiene su
expresión, que se ha globalizado y que participan personas de todas partes del
mundo y que arriban para presenciar cómo se celebra esto que llamamos como
Carnaval. Y hablabas recién del contexto histórico de toda esta fiesta.
Salvador. Veamos también el contexto social. Comparemos dos carnavales de
América Latina.
El carnaval brasilero tiene una fuertísima influencia afro, es una cultura que tiene una
gran presencia africana y que se ha hecho sentir con mucha fuerza. Pero también
tenemos el carnaval de Oruro en Bolivia que está mucho más emparentado con las
ceremonias indígenas y donde el diablo tiene una participación realmente protagónica.
Yo veo que los dos carnavales son dos totalmente distintos.
Por supuesto que lo que nosotros conocemos como Carnaval Brasilero es para
exportarse habría que buscar bien cuáles son las raíces de todo esto, no sería posible
el lujo del carnaval brasilero si no fuera una atracción turística, habría que investigar
bien cómo lo festejaba el pueblo antes de que los turistas viajaran, pero me imagino
que seguramente no tendría el despliegue que hoy tiene por todo el movimiento que
genera. Pero me doy cuenta que tanto la cultura brasilera como la boliviana tienen
cosas totalmente distintas como cosas en común. El desenfreno, las máscaras para
cubrir el rostro, porque en alguna forma yo voy a hacer cosas que no voy a avalar con
mi “honorabilidad, entonces preservo mi honorabilidad.
Esta es una costumbre veneciana, los famosos carnavales de Venecia son los que
impusieron la máscara, digamos que la trajeron nuevamente al mundo occidental con
mucha fuerza, porque ese día se prestaba para muchas cosas. En algunos casos se
usaba para tener mayor libertad en el ejercicio de la sexualidad, para los amantes con
máscara era mucho más fácil llegar al desenfreno. Pero la máscara ya me está
hablando de un hombre que quiere ocultarse de los demás, que quiere hacer cosas,
pero no quiere que lo vean. Esta sería una de las primeras manifestaciones negativas
que se ven. Otra cosa que siempre se habla es del dios Momo, como quien dirige
toda esta fiesta, y el rey Momo es quien por medio de sus locuras y sus sarcasmos lo
echaron del Olimpo, es el dios destronado pero que viene a tomar su trono aquí
abajo. El dios Momo es hijo del sueño e hijo de la noche, es interesante, porque
cuando hablamos de sueño estamos hablando de un mundo de ilusiones y fantasías,
y cuando hablamos de noche, hablamos de oscuridad de lo oculto, de lo tenebroso. Y
creo que son dos cosas que reinan en el carnaval, reina lo oculto y lo tenebroso, junto
con la gran ilusión, porque hay una gran ilusión, el hombre se viste de lo que no es,
las aspiraciones de las personas se manifiestan por medio de los disfraces. Todo esto
son manifestaciones de deseos internos que se manifiestan esos días y creo que en
muchos casos hay un espectáculo que es colorido y por el otro lado hay un sustrato
debajo que es bastante tenebroso.
Esteban: Lo que se muestra a las claras es la necesidad del ser humano de
desbocarse a veces, de que tanta formalidad, tanta rigurosidad en su estilo de vida,
parece que encuentra una vía de salida, o un alivio de todas esas tensiones por
medio de estas fiestas.
Salvador: si, todo esto implica que el hombre es un gran simulador. Va por la vida
mostrando una realidad que muchas veces no se corresponde con lo que hay en su
interior. El hecho de pertenecer a una sociedad de tener determinados principios y
demás, respetando para la convivencia todos esos principios, hace que el hombre se
ponga una máscara y las tendencias más ocultas y secretas, nunca salgan a la luz.
Hay algo que está reprimido dentro de él. Si fuéramos freudianos diríamos que es la
instancia psíquica llamada ello. Si fuéramos más latinoamericanos diríamos
criollamente “el indio” que llevamos dentro, hay algo dentro nuestro que está
queriendo salir. Yo diría que lo diabólico que está presente en todo hombre quiere
salir. Pero no emerge porque somos seres sociales y nos ponemos una máscara
como Adán y como Eva, estamos desnudos, pero nos ponemos un delantal con hojas
de higuera que tapen todo eso y nos den cierta dignidad, pero indudablemente esto
está desbordando dentro de nosotros y llega un momento en que estalla. Y yo creo
que el carnaval es parte de este estallido donde se ve lo que hay dentro del hombre
realmente. El educador más importante de América Latina, Domingo F. Sarmiento, era
un fanático del carnaval, y salía en grandes carretas para que no lo mojen y él mojaba
a la gente, en plena presidencia hacía esto, lo que quiere decir que hay gente que
necesita desatarse. Desde los bacanales romanos sucedía que se tomaban los
confites y se los arrojaban en la cara de las personas y eso es una forma de agresión.
Después parece que un papá por allí en Inglaterra, y hay otras formas pero es
siempre contra el otro y no deja de siempre mostrar algo de lo agresivo del hombre. Y
uno puede ver en todos los detalles del carnaval. Un hombre que se disfraza y
muestra su violencia o sus bajos instintos, muestra sus bajos instintos, los desata y
que después de esos cuatro días llega al miércoles de ceniza y empieza a hacer
penitencia, dándose cuenta que tiene que purificarse de todas esas cosas. Se castiga
a sí mismo. Para que el año que viene volver a lo mismo y volver a castigarse a sí
mismo. Es un ciclo de eterno retorno. Todo esto revela algo de la naturaleza humana.
Yo creo que la solución que tenemos que buscar a todo esto tiene que ser profunda y
que esa dualidad que hay en el ser humano, tan lamentable y que tanto drama trae a
nuestra sociedad tiene que solucionarse por métodos espirituales, creo que al margen
de lo que es el carnaval y la cuaresma, que nuestra vida tiene que tener una relación
con Dios y con sus mandamientos, para que estos mandamientos sean cumplidos, sin
la presión tremenda que se desata en el carnaval, y creo que tenemos algo como
criaturas de Dios, tenemos la dignidad que tenemos como seres humanos, estas
fiestas lo que promueven es justamente la perdida de la dignidad como seres
humanos. Si creemos que el hombre es a imagen de Dios, creemos que tiene una
dignidad muy grande y si creemos que es caído, creemos que tiene una fuerza dentro
de él que quiere destruirlo, pero creemos también que Dios es Dios redentor y que
tiene la capacidad de entrar en el corazón de ese hombre caído con la capacidad de
transformarlo para que el hombre sea diferente.
Esteban: También creo Salvador que este tipo de fiestas revelan la mentalidad que
hay en muchos de nuestros coterráneos en nuestros países, de que el cristianismo es
algo aburrido. Dicen: “Vamos a divertirnos entonces fuera del contexto eclesial para
apenarnos”. Cuando uno ve la historia bíblica del Antiguo Testamento y el pueblo de
Israel ve un montón de fiestas establecidas, fiestas de alegría, fiestas de ponerse
contentos, pero no hacerlo desenfrenadamente sino equilibradamente, viviendo una fe
gozosa, no en ceniza y ceniza, sino de otra manera.
Salvador: Si, creo que una de las grandes equivocaciones históricas es cuando se
inventan fiestas, y la cuaresma es una invención humana, sin duda que pudo haber
sido creada con la mejor de las intenciones, pero no fue establecida ni por Jesús ni
por sus discípulos es algo que se creó después, y en muchos casos este tiempo era
uno muy doloroso difícil de cumplir, con grandes ayunos, y el hombre se revela con
todas estas cosas. Tenemos que aprender, como dijo el Apóstol Pablo, que el hombre
no se salva por las obras de la ley que haga sino por la fe en Cristo.
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