rx | acv Accidente cerebrovascular Embate repentino Devastador y sorpresivo, el ataque cerebral, tercera causa de muerte en el mundo, ocupa el primer lugar entre las enfermedades que originan incapacidad física y mental. Controlar los factores de riesgo y la atención médica inmediata son claves / MARÍA CRISTINA SANHUEZA AUNQUE IRRUMPE EN FORMA ABRUPTA, el accidente cerebrovascular (ACV) suele gestarse lentamente en el organismo. De allí que muchos especialistas cuestionen el término “accidente” con el que se designa el trastorno. Conocido también como apoplejía, ataque cerebral o ictus, el ACV se origina por la interrupción del suministro normal de sangre a una parte del 24+SALUD cerebro. El flujo sanguíneo puede suspenderse bien sea por el bloqueo causado por un coágulo en uno de los vasos encargados de su irrigación (accidente cerebrovascular isquémico), o bien por la rotura o estallido de uno de esos vasos dentro del órgano (accidente cerebrovascular hemorrágico). El cerebro es el núcleo de las funciones vitales del organismo, que van desde hablar, caminar y acv | rx De presentarse signos de un ataque cerebral es fundamental buscar asistencia médica antes de las tres primeras horas: el tratamiento inmediato salva vidas y reduce la incapacidad que suele dejar el trastorno ver, hasta pensar, recordar y sentir, entre otras. Este órgano posee millones de células nerviosas que necesitan alimentarse en forma continua con oxígeno, glucosa y otros nutrientes transportados en condiciones normales por el incesante torrente sanguíneo. La suspensión en el suministro de esa carga vital produce una lesión cerebral y la consecuente muerte de las células. El grado de deterioro y las secuelas en el paciente dependerán de la arteria comprometida, de la extensión del daño en los tejidos, de la zona del cerebro afectada (algunas corresponden al movimiento y otras a facultades sensoriales e intelectuales) y de la velocidad de restablecimiento del flujo sanguíneo. Supervivencia Juan Carlos Guedes, neurólogo de la Policlínica Santiago de León, precisa que las arterias principales que alimentan el cerebro, ubicadas a nivel cervical, son cuatro: dos carótidas en la parte anterior y dos vertebrales en la posterior. Estas arterias se dividen cuando penetran en el cerebro y se subdividen en vasos de menor calibre que irrigan todo el órgano. “Si la obstrucción se produce en la carótida, el cuadro es mucho más grave y aparatoso que si ocurriera en una rama terminal de las que irrigan un área más pequeña y con representación funcional menor”, explica el neurólogo. La posibilidad de sobrevivir a un ACV y sobrellevar sus secuelas depende de la resistencia funcional de la persona, de cuán rápido recibió asistencia médica, de los fármacos utilizados, de la efectividad de la fisioterapia y, por supuesto, de la participación y el apoyo del grupo familiar para la reinserción del paciente en la vida cotidiana, precisa Guedes. En Venezuela, donde el ACV ocupa hoy el cuarto lugar entre las causas de muerte (la condición ha sido desplazada del tercer puesto por las muertes violentas), la patología arrebata la vida cada año a nueve mil personas aproximadamente, precisa Mario De Bastos, neurólogo de la Clínica El Ávila. El especialista señala que la cifra de fallecidos permite estimar en cuarenta mil los casos de ACV registrados anualmente en el país, tomando en cuenta que “en el mundo fallece uno de cada cuatro afectados”. Vale anotar que en algunos países europeos con una mayor población de la tercera edad –como España– los accidentes cerebrovasculares son la segunda causa de muerte. Variantes ACV ISQUÉMICO. Corresponde a alrededor del 80% de los casos, con un índice de mortalidad de entre 15 y 20%. Esta forma de ACV implica el bloqueo de una arteria, bien sea por un coágulo (trombosis cerebral), o bien por la disminución de su calibre, causada por ateroesclerosis (depósito de grasa en la capa interna del vaso arterial). Se le reconoce como embolia cerebral cuando se trata de un coágulo “viajero”, formado en otra zona del cuerpo –frecuentemente en el corazón– que llega a obstruir una parte vital de una arteria. El ACV isquémico también puede presentarse como un ataque transitorio, con síntomas similares (el más común es la ceguera monocular) que rara vez se prolongan después de las 24 horas y desaparecen sin dejar secuelas. Por lo general, en un tercio de los casos no se repite el ataque isquémico transitorio, en otro tercio hay recurrencia y el resto de los pacientes desarrolla un ACV como tal en un lapso de dos a tres meses, señala Guedes. ACV HEMORRÁGICO. Conocido popularmente como derrame, se presenta en aproximadamente 20% de los casos. Se caracteriza por el estallido de una arteria cerebral, originado generalmente por un aneurisma (dilatación de un vaso por debilidad de sus paredes) y el esparcimiento de la sangre en el tejido circundante. También puede ser resultado de hipertensión arterial, malformación congénita de los vasos o arterioesclerosis (endurecimiento de las arterias que impide el 25+SALUD rx | acv En Venezuela, el ACV ocupa hoy el cuarto lugar entre las causas de muerte: la enfermedad ha sido desplazada del tercer puesto por las muertes violentas paso de la sangre). En estos casos, la presión no sólo aumenta en la zona donde ocurrió la hemorragia, sino que puede hacerlo en todo el cerebro, comprometiendo la vida del paciente. Es el tipo de ACV de mayor índice de mortalidad (40%). Guedes precisa que la hemorragia más frecuente es la llamada intracerebral o profunda, que ocurre generalmente en la zona del tálamo (estación de relevo para muchas funciones cerebrales). Se habla de hemorragia subaracnoidea cuando la sangre derramada se acumula en la capa media de las tres que recubren el cerebro, conformando durante el primer mes del ataque un cuadro grave, mortal en 50% de los casos. Señales de alerta De presentarse signos de un ataque cerebral es de capital importancia buscar asistencia médica antes de las tres primeras horas: el tratamiento inmediato salva vidas y reduce la incapacidad que suele dejar el trastorno. Según la Asociación Nacional de Ataque Cerebral de Estados Unidos, casi la mitad de los pacientes esperan demasiado (más de 13 horas), con la esperanza de que los síntomas (a veces el enredo de la lengua o un brazo dormido) desaparezcan espontáneamente. Los especialistas enumeran las señales que se deben atender con urgencia: • Pérdida de fuerza, parálisis, trastorno de sensibilidad u hormigueo en cara, brazo y pierna de un solo lado del cuerpo. • Pérdida súbita de visión, parcial o total. • Visión doble. • Trastorno repentino de lenguaje, con dificultades para articular el habla y hacerse entender. • Confusión mental. • Alteraciones en el equilibrio y en el caminar. • Dolor de cabeza súbito, acompañado a veces de náuseas y vómitos. • Caída repentina. 26+SALUD Factores de riesgo Algunas de las patologías asociadas con un ACV (aneurisma, arterioesclerosis, infarto silente) pueden mantenerse ocultas. En consecuencia, es importante atender los factores de riesgo modificables y tomar en cuenta los no modificables. Entre los principales se cuentan: MODIFICABLES • HIPERTENSIÓN. Es señalada como un factor capital en el desarrollo del ACV. • DIABETES MELLITUS. Está asociada a la hipertensión, la obesidad, el colesterol elevado y al daño endotelial de los vasos sanguíneos. • DISLIPIDEMIA. Los niveles de colesterol total por encima de 200 mg/dl y de LDL (colesterol malo) por encima de 100 mg/dl son dañinos. • CARDIOPATÍAS. Infartos, dilatación del corazón, alteraciones de las válvulas y arritmias favorecen la formación de trombos. • TABAQUISMO. El hábito de fumar produce cambios en los mecanismos de coagulación, en las paredes de los vasos y aumenta la viscosidad de la sangre. • ALCOHOLISMO. El consumo de alcohol favorece la ateroesclerosis y la arritmia cardíaca, puede producir hemorragias y afecta la coagulación y la función hepática. NO MODIFICABLES • EDAD. El deterioro biológico que se produce sobre los 65 años incrementa el riesgo de padecer un ACV. • SEXO. Si bien entre los 45 y 65 años la enfermedad afecta más a los hombres, por encima de esa edad repunta entre las mujeres por la mayor expectativa de vida. • HERENCIA. Los hijos de progenitores que han tenido un ACV tienen mayor riesgo de sufrir el trastorno. acv | rx La hemorragia subaracnoidea por aneurisma se interviene mediante técnicas endovasculares, sin necesidad de cirugía abierta, mediante la colocación de un clip y su “embolización”. Además de controlar la oxigenación y la preCapacidades limitadas Si bien hay personas que sufren un ACV leve y sión sanguínea del paciente con síntomas de un pueden retomar su vida normal (aunque con el accidente cerebrovascular, para la evaluación e temor de un futuro ataque mayor), la mayoría inmediato control del ataque se realiza una tosobrevive al impacto con algunas secuelas, reve- mografía de cráneo y una resonancia magnética que revela el tipo de ACV, el flujo de sangre ladas siempre en el lado contrario del hemisy la gravedad del caso. ferio cerebral afectado. Dificultades Si se trata de un ACV isquémico en el movimiento, parálisis de un por trombosis, se recurre a la lado del cuerpo, marcha espásUn ACV le quitó la vida hidratación para disminuir la tica (se camina arrastrando un al dictador soviético viscosidad de la sangre y se pie y con el brazo flexionado), Joseph Stalin (1953), suministran medicamentos incapacidad para el control al presidente estadounidense para impedir la agregación de la vejiga, problemas de Franklin Roosevelt (1945) plaquetaria y destruir el visión, afasia (incapacidad y al primer ministro británico coágulo lo antes posible. La para hablar) y dificultad para Winston Churchill (1965). obstrucción también se puetragar se cuentan entre las consecuencias. de revertir rápidamente con la En algunos casos severos, subraadministración de fármacos tromya Guedes, el enfermo puede quedar bolíticos, pero esta terapia está contrapostrado en cama, consciente y paralizado. indicada a mujeres embarazadas y pacientes En otros, queda en estado de coma, conectado con traumatismo craneal reciente, problemas de a un ventilador e incapaz de relacionarse con sangrado, úlceras hemorrágicas o hipertensión el mundo externo e interno. Algunas veces el arterial incontrolable. En el caso de un ACV hepaciente sale del coma y entra en un estado morrágico se prescriben fármacos coagulantes vegetativo. La muerte o la recuperación con para frenar la salida de sangre. graves secuelas son el desenlace de tan graves Los especialistas hacen especial énfasis en la cuadros. terapia de rehabilitación indicada por el médico tratante e iniciada cuanto antes por el fisiote¿Cómo se trata? rapeuta. Para evitar complicaciones, entre ellas En general, el accidente cerebrovascular es un pulmonía, escaras o embolia, no se debe dejar al trastorno de manejo no quirúrgico. El tratamien- paciente inmóvil. to está dirigido por un neurólogo, con un equipo multidisciplinario y personal paramédico (fisioF U E N T E S C O N S U LTA D A S terapeuta, terapista ocupacional y de lenguaje). º Juan Carlos Guedes R., neurólogo clínico. Policlínica Santiago de León / Hospital Clínico Universitario. Sólo se opera el ACV hemorrágico cuando el º Mario De Bastos, neurólogo clínico. Clínica El Ávila / Hospital Clínico Universitario. derrame es muy grande y permite el drenaje. º www.texasheartinstitute.org / www.nlm.nih.gov / www.medlineplus.gov • RAZA. La enfermedad es más frecuente en la raza negra, en parte por su predisposición a la hipertensión y a la diabetes. • 27+SALUD