Principales minas metálicas en España

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ORO
Desde tiempos antiguos España ha sido el primer paÃ-s productor de metales preciosos en el continente
europeo. En época romana se llevaron a cabo una serie de actividades mineras de las que quedan como
testimonio visible gran cantidad de labores repartidas por extensas áreas de nuestro territorio. Merecen
destacar entre ellas:
En la región asturiana del NO peninsular, el conjunto de explotaciones ( en un número superior a 90) que se
reparten alineadas jalonando importantes zonas de fractura (se citan cifras de 230Tn de oro extraÃ-das)
En la región NO y en la provincia de León, se encuentran extensas explotaciones aluvionares en los rÃ-os
Sil, Duerna, Órbigo ( en Las Médulas se removieron del orden de 200 millones de m3)
En la Faja PirÃ-tica Española se explotaron principalmente los gossans masivos de Rio Tinto, de donde se
extraÃ-a el oro de las zonas de enriquecimiento supergénica.
Desde la segunda mitad del siglo XIX hasta época reciente, se explotaron diversos yacimientos aurÃ-feros
filonianos, entre los que destacaremos y explicaremos detenidamente a continuación. Estos yacimientos son:
la región NO, los yacimientos de Corcoesto, Zas, Valdoviño, Covas; en la región centro, los filones de
Nava de Ricomalillo (Toledo) y Nava de Jadraque (Guadalajara); en la región Pirenaica, los filones de Ribas
de Freser (Gerona).
Los diversos tipos de yacimientos de oro y su distribución se puede distribuir según sus ámbitos
geotectónicos se pueden resumir como:
Yacimientos de oro del dominio HercÃ-nica del Macizo Ibérico:
• Mineralizaciones diseminadas en stocks granÃ-ticos con intensa alteración hidrotermal, Salave,
Asturias.
• Mineralizaciones en skarns de contacto intrusivo/encajante carbonatado, con posteriores episodios
epitermales, en relación con sistemas de fracturas: Carlés y el Valle, Asturias.
• Mineralizaciones filonianas intragranÃ-ticas o en metasedimentos, en relación con zonas de cizalla
de carácter regional: Corcoesto (Coruña), Pino (Zamora), La Codosera (Badajoz), Nava de
Ricomalillo (Toledo).
• Mineralizaciones filonianas asociadas a yacimientos de Sb y Bi: Valencia de Alcántara (Cáceres),
Oliva de la Frontera (Badajoz).
• Mineralizaciones asociadas a los yacimientos de sulfuros complejos de la FP, en relación con
procesos exhalativos submarinos derivados del volcanismo bidomal: Rio Tinto, Filón Sur, La
Lapilla.
Yacimientos de oro del Dominio Alpino del Pirineo (Núcleo Paleozoico):
• Mineralizaciones filonianas en relación con zonas de cizalla y removilización de mineralizaciones
tipo sedex: Ribes de Freser, Gerona.
Yacimientos de oro del Dominio Alpino de las Cordilleras Béticas:
• Mineralizaciones epitermales encajantes en formaciones volcánicas del Neógeno del SE (Cabo de
Gata): Rodalquilar, AlmerÃ-a.
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Formaciones detrÃ-ticas del Terciario−Cuaternario:
• Depósitos del Oligoceno−Cuaternario de los rÃ-os Sil, Duerna y otros del NO: las Medulas (León).
• Formaciones aluviales Plio−Cuaternario del SE: Caniles de Baza (Granada).
Las Médulas, León.
Las Médulas, situado en las inmediaciones del pueblo homónimo, en la comarca del Bierzo, provincia de
León, es un entorno paisajÃ-stico formado por los restos de una antigua explotación minera de oro en la
época romana. La explotación dio lugar a un paisaje grandioso y espectacular de arenas rojas, que en 1997
se declaro Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La mina de las Médulas se hizo sobre un yacimiento aluvial de tipo secundario, formado por limos, arenas
y cantos rodados. Procede de otros yacimientos en roca (primarios), arrastrados y depositados por corrientes
de agua durante el Mioceno, finales de la edad terciaria.
Este yacimiento fue explotado desde finales del S I a.C. Hasta finales del siglo II; era un yacimiento enorme
y tenÃ-a una altura considerable, debido al espesor del aluvión; los romanos recurrieron al agua para
poder explotar el yacimiento. Los romanos eran unos ingenieros excepcionales y tenÃ-an un poder sobre el
agua inigualable.
Constituyeron ocho canales para traer el agua de los rÃ-os Sil y Cabrera. AsÃ- a través de embalses, con
compuertas y canales secundarios, iban poco a poco derrumbando el monte, lavándolo para obtener el oro.
Para la obtención del oro, utilizaban unos dos millones de metros cúbicos al año, asÃ- durante unos
doscientos años que duró la explotación. Posiblemente sea la red hidráulica más grande del mundo
romano, unos trescientos treinta kilómetros de canales llamados corrugios. AsÃ- llamados porque iban
serpenteando las vertientes norte y sur de los montes Aquilianos para poder captar en agua de las cumbres de
los rÃ-os del Bierzo; algunas a más de dos mil metros de altura y a unos cien kilómetros de distancia. Se
calcula que se extrajeron de 5 a 7 toneladas de oro. La mano de obra necesaria era de 2.500 a 5.000
trabajadores, la mayorÃ-a astures, que obtenÃ-an por su duro trabajo, bienes y servicios y esclavos
africanos.
Para las mediciones topográficas utilizaban la dioptrae, taquÃ-metro utilizado para calcular las distancias y
sacar los niveles, ayudándose con el chorobates, una especie de regla cuadrada de madera de unos veinte
pies (5.920mm). Otras herramientas utilizadas eran la punterola, la batea y la Lucerna.
El desnivel obtenido en los canales no superaba el 0.5% por kilómetro; la anchura del canal era de 90 a 150
cm y la altura del agua transportada era de 10 a 20cm.
La orografÃ-a les causo grandes problemas, tuvieron que excavar en la roca túneles para transportar el agua
y también se vieron obligados a demoler rocas. Para demoler una roca, la calentaban quemando en su
superficie grande cantidades de brezo y a continuación derramaban encima agua mezclada con sal y vinagre,
con lo que la roca estallaba y se iba desquebrajando.
El proceso de lavado, se realizaba en el llano, excavaban zanjas en el suelo, por las que discurrÃ-a el agua y
en intervalos las cubrÃ-an con urces o brezo; los laterales de las zanjas estaban cubiertos con tablas y si el
terreno lo requerÃ-a utilizaban canales aéreos. El agua dejaba en los filtros vegetales la mena de oro. El
proceso finalizaba secando y quemando el brezo, cuyas cenizas se lavaban sobre un cauce de césped
herboso para que se depositara el oro.
Por el proceso de extracción empleado dio lugar a diversos canales, que eran empleados para la evacuación
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de estériles, sobre todo cuando la extracción se realizada en cotas superiores, come se aprecia en el paraje
llamado Lagua D´Eres.
La ruina montiun, era el sistema de derrumbe llamado asÃ- por Plinio el Viejo, que era utilizado en los
montes Medulio, donde las capas más ricas de conglomerado aurÃ-fico se encontraban en la parte inferior
del monte. El sistema estaba basado en dos técnicas: primero se excavaba galerÃ-as, para debilitar el sector
de monte que deseaban derrumbar; después el agua irrumpÃ-a con fuerza y al inundar las galerÃ-as,
comprimÃ-a el aire y este actuaba como un ariete y demolÃ-a la zona acotada.
Si utilizaba este sistema, excavaban unos canales, que eran abastecidos por un canal principal que abastecÃ-a
de agua los surcos o canales que a su vez iban lavando el monte y transportaban el conglomerado aurÃ-fico
hasta los lavaderos situados en la parte baja. Otro método de extracción era mediante canales de lavado
por presión.
Corcoesto, Galicia.
Desde hace miles de años, Galicia despierta interés entre quienes buscan el áureo mineral. Después
del Imperio Romano, en Corcoesto se produjo actividad minera desde 1895, cuando la compañÃ-a inglesa
Minas de Oro de Sagasta comenzó la explotación de las venas más bajas y más altas del cuarzo,
además de 67,5 kilogramos estimados de oro hasta 1910. Entre 1918 y 1926, la compañÃ-a La AurÃ-fera
Gallega investigó las venas del cuarzo, aunque no se ha divulgado ninguna producción durante ese
perÃ-odo.
En 1942, el Instituto Geológico y Minero (IGM) del Estado divulgó la presencia de las venas del cuarzo y
estudió las de oro, cifrándolas en 164.000 onzas. En años más recientes, también mostraron interés
las compañÃ-as RÃ-o Tinto Patiño (de 1972 a 1973); -Goldfields, en 1975, que estimó 600.000 onzas de
oro a 100 m de la superficie; Exploraciones Mineras del Cantábrico (entre 1983 y 1987); RÃ-o Tinto Minera
(1987−1990); de 1996 a 2003, RÃ-o Narcea Gold Mines; y este año las de Kinbauri (2009).
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Mapa de la distribución del sistema de yacimientos de oro en la zona de Corcoesto.
Nava de Jadraque, Guadalajara.
Situado en la comarca de Nava, al oeste de Hiendelancina. Explotada por los romanos, fue desconocida hasta
mediados del siglo pasado, en que el éxito de las minas de plata hizo que se buscaran criaderos por toda la
región; y se descubrieron entonces las viejas minas de la Nava a las que se les atribuyo un gran valor, pero
en realidad no respondió a los sueños y pronto cesaron los trabajos.
La zona aurÃ-fera se encuentra en los materiales silúricos, en la parte occidental del macizo antiguo, cruzada
por Sorbe, en el término de la Nava de Jadraque y colindantes. El oro se presenta en arenas silÃ-ceas del
silúrico y en aluviones y conglomerados procedentes de la desagregación.
Los filones arman en dos series, una en dirección N−S, la más importante, y la otra de E−O, que realmente
son grietas transversales a los otros, numerosas pero de poca importancia. Los filones son casi verticales y en
general buzan al O, se encuentran principalmente en las areniscas, cuya dirección siguen como filones capas
con un hastial de pizarra de 10 a 50cm de espesor, lo que facilita el arranque. El relleno filoniano es de cuarzo
y cuarcita con partÃ-culas de oro en forma de pajuelas o de granos muy pequeños.
La potencia puede variar desde 50cm a 10−12m y están compuestos por cantos gruesos poco rodados,
guijas, arenas y arcillas con partÃ-culas de oro en laminillas o granitos. Son aptos para el tratamiento
hidráulico, encontrándose la zona más rica junto al subsuelo rocoso. Las gravas son visibles con potencia
de 2 o 3 m, su cemento es arcillo ferruginoso y en él se halla el oro.
Los primeros análisis dieron leyes muy variadas pero siempre fabulosas, superiores a las más elevadas del
mundo, y además, incluÃ-an buenas cantidades de plata. En un cierto ensayo se obtuvieron estos datos: entre
10−15Kg de oro por Tn. Los resultados de la explotación quedaron bien lejos de esas fantasÃ-as
propagandÃ-sticas.
En 1882, según la EstadÃ-stica Minera, de 40Tn de mineral se trataron 828kg, después de una cuidadosa
selección y dieron 330gr por Tn, pero referido al total 16gr por Tn. En 1897, las menas obtenidas eran de
20gr por Tn y de 10gr al año siguiente.las minas fueron olvidadas hasta la década de 1870, sin embargo la
sociedad británica Guadalajara Gold and Silver Mining Company, fundada para la explotación, llego una
vida lánguida después de unos años de trabajo, principalmente en las minas San José y California de
la Nava en 1880−82 y ceso a finales de aquel decenio; posteriormente pasaron la mayorÃ-a a The Nava Gold
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Mines Syndicate que realizo algunas labores.
Por 1885 se constituyo la Compagnie des mines dór de la Nava de Jadraque que trabajo con Ã-mpetu. Elevo
la gran fábrica, instalo un cable de 4,5km para transporte aéreo desde la mina El Sol e hizo diversas
labores en la mina Paquita y Juanita con apertura de pozos de 40 o 50m en busca de galerÃ-as romanas. Los
rendimientos no fueron rentables y se arruino la sociedad.
Minas de Aranga, Galicia.
Situadas en la provincia de la Coruña, forma parte de la comarca de Betanzos. Desde su conocimiento
(2.500 − 2000 aC en Galicia) el oro, siempre fue un metal muy codiciado y buscado, lo mismo en España
como en las tierras más remotas, quedando como testimonio de ellas grandes obras que se utilizaron para su
explotación.
Los filones de cuarzo con contenido en oro pueden se pueden dividir en dos clases:
a) aquellos en que este metal está libre, llamado free milling ores.
b) en el que se presenta mezclado con otros cuerpos refractory ores.
Hallándose algunas masas cuarzosas en las que en su principio, por efecto de las disoluciones
experimentadas por ciertos elementos, aparece el oro suelto, mientras que en profundidad está convertido en
sulfuro, telurio o seleniuro.
En Aranga la geologÃ-a del terreno es apropiada para la formación de este metal, y esta que todos los
autores están conformes su aparición es más frecuente en los terrenos del
Secundario, en que está asociado al cuarzo y desimanado entre las pizarras talcosas, arcillosas y de clorita;
mezclado a veces con óxido de hierro, concretamente a la limonita, y por lo general a los sulfuros
metálicos, como la pirita de hierro, cobre, antimonio, plomo y por supuesto al arsénico, en las
Formaciones Cambrianas y Silurianas, elementos muy abundantes en Aranga y sus limÃ-trofes
Ayuntamientos.
Hemos de tener en cuenta que en los montes donde se halla el oro en Aranga, pertenecen se encuentran
ubicados dentro de la Zona IV, según MATTE denominada Galicia Central Tras Os Montes, en pleno
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Dominio de Anticlimatorio del Ollo de Sapo. Que las masas de piritas arsenicales, están inmersas en
distintas franjas de unos 300
Metros, de las denominadas Pizarras de los Montes, que consisten en pizarras negras con intercalaciones
arenosas y cuarcitas pertenecientes al Ordivicio Inferior. Que con las pizarras, sobre todo por su lado este,
prácticamente limita una masa paralela a las anteriores, compuestas de gneises micro−glandulares, cuarcitas
feldespáticas y esquistos de los llamados Ollo de Sapo de grano fino, pertenecientes al Precámbrico.
Por lo expuesto, y por lo que a continuación se relata, es una zona rica en criadero de oro. Las piritas
arsenicales son relativamente frecuentes de hallar menas de este metaloide arsenioso en la geografÃ-a que nos
ocupa, que por su ley en oro, bien podrÃ-an laborearse actualmente con maquinaria adecuada, al mismo
tiempo que extraer el arsénico para sus aplicaciones actuales.
Las muestras analizadas procedentes de los montes de Aranga poseen de 10 a 40gr por tonelada, siendo mayor
esta cifra según la cantidad de cuarzo que se le acompañe a la muestra.
En Aranga se presenta en muchos filones atravesando los distintos extractos pizarrosos, siendo
prácticamente paralelos y no muy anchos, espaciados o juntos algunas veces, o descompuestos formando
parte del material extraÃ-do, en profundidad toman consistencia y desaparecen al llegar a terrenos de distinta
Edad Geológica. El ancho de los filones oscilan entre los 5 y 40 centÃ-metros aproximadamente, llegando
éstos a un metro en las masas de cuarzo, con la consiguiente irregularidad que hacen irregular el yacimiento
por sus pliegues, el relleno de su composición y otros; conteniendo de arsénico del 30 al 46%.
En la zona de Aranga, donde discurren estas masas de oro y arsénico, a la vez, que por Monfero y Curtis,
ya que se trata de las sierras que cruzan entre la localidad de Aranga y A Fragachá de Este a Oeste, se
observan varias catas en que se ven estos filones, en medio de cuarzo aurÃ-fero, que a buen seguro tienen oro
de buena ley. También en Curtis en la localidad de Abeledo he observado hace años en las Minas de
Consulelo, Presentación San Pedro y Sánchez Roca las mismas manifestaciones; de las que posteriormente
se efectuaron trabajos para cortar 17 pequeños filones, el mayor de 10 centÃ-metros de ancho sacando unas
60 toneladas de muy buena clase, pero que de aquellas no era rentable por su bajo valor en el mercado en
relación con el costo de extraerlo.
Estos filones dichos anteriormente son los que discurren por Aranga, entre los lugares mencionados,
extendiéndose el criadero hasta más allá de Monfero. En Aranga se han explotado entre 1930 y 1945,
llamándose sus minas, las cuales actualmente se pueden ver y tengo por oÃ-do que el Gobierno Local, desea
dar a conocer a cuantos vecinos gusten de estos asuntos, una nombrada Mercedes y la otra Paquita que están
situadas en dos sierras cercanas distintas y paralelas entre sÃ-, ambas situadas en la parte inferior y superior
del monte O Espiñaredo. Prosiguiendo sus filones, como hemos dicho por Monfero y, manifestándose de
nuevo en Valdoviño con las concesiones que tuvo llamadas Virgen do Porto JoselÃ-n y otras, en este
último lugar existió un horno de la casa Herrenschmit para aprovechar el oro de sus nueve filones, atacados
al igual que en Aranga, por medio de galerÃ-as.
Minas Ricomalillo, Toledo.
En el término de La Nava de Ricomalillo se encuentran las ruinas del poblado minero y de varios
socavones de unas antiguas minas de oro. El producto que se extraÃ-a era cuarzo aurÃ-fero, de gran calidad.
Su explotación se inició en los tiempos de los romanos, extendiéndose hasta finales del siglo XIX,
cuando se abandonaron por su baja producción.
Minas de Asturias.
En el occidente asturiano, hay más de un centenar de yacimientos en Allende, Cangas del Narcea, Tineo,
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Salas, Valdés, Somiedo o Belmonte, que se aprovecharon en distintas épocas. Los indÃ-genas extraÃ-an
el preciado mineral mediante el bateo y lo utilizaban para la joyerÃ-a. A partir de la llegada de los romanos,
todo el oro se traslada a la sede del imperio.
El método de extracción era generalmente a cielo abierto. "Primero descubrÃ-an dónde habÃ-a arenas
con pepitas, acotaban el tajo y comenzaban la explotación de abajo hacia arriba".
En pocos casos la extracción era en mina interior. Se procedÃ-a al desmonte y utilizaban el agua para cribar
el oro. Todo ello con objetos de hierro. Embalses y canalizaciones de hasta 20 kilómetros permitÃ-an la
extracción, limpieza y traslado del oro hasta puntos de almacenaje, como en el caso del castro de Coaña o
en San Chuis, antes de transportarlo a Roma.
Al menos 5.000 mineros trabajaban en los yacimientos aurÃ-feros astures, cuya dirección estaba en manos
de militares romanos. La mano de obra era heterogénea. Los trabajos más duros, como la retirada de
estériles quedaban para los esclavos y también para los indÃ-genas no romanos, que se ganaban con su
labor en la mina la condición de ciudadano, entre otros derechos. Los asalariados, llamados mercenarios, tal
como consta en una inscripción funeraria hallada en Cangas del Narcea y, finalmente, los condenados, que
purgaban sus penas en las minas completaban la plantilla.
Se construÃ-an barracones de madera para vivir y guardar el material.
La explotación del oro por parte de los romanos desaparece cuando el yacimiento deja de ser rentable. La
razón del fin de los yacimientos no era el agotamiento de los recursos, sino el encarecimiento de la mano de
obra. Casi todos los trabajadores habÃ-an logrado el estatus de romanos y tenÃ-an derecho a un salario.
Durante 120 años, los romanos se llevaron del noroeste peninsular entre 6500 y 7000 kilos de oro al año.
En el caso de la zona asturiana, se calcula que en un siglo se exportaron unas cien toneladas. El oro regresaba
luego en forma de moneda.
Bajo las montañas suroccidentales, aún quedan muchas más toneladas del preciado mineral.
Actualmente la compañÃ-a canadiense Kinbauri Gold Corp realizo unos 6400m de sondeos y 450m de
galerÃ-a en el interior en la mina de Belmonte. En total hallaron una cantidad de recurso mineral de
9,5millones de Tn que tienen 50 Tn de oro. Posteriormente se pretender realizar otros sondeos que
permitirán analizar 23000m más, además de estudiarse la rentabilidad de la mina. También trabajan en
el mantenimiento de la planta de tratamiento aurÃ-fero y las instalaciones de la mina. Se prevé que en 2010
la empresa constara con una plantilla de 200 trabajadores, casi el doble de la actual.
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Mina de Belmonte, Asturias.
Minas de Rodalquilar, AlmerÃ-a.
En el centro geográfico de la Sierra del Cabo de Gata (AlmerÃ-a), se encuentra localizado el coto minero de
Rodalquilar, el cual ha sido explotado por el hombre a lo largo de los siglos para extraer sus riquezas
minerales.
El marco geológico de la Sierra del Cabo de Gata es el del volcanismo calcoalcalino Neógeno del Sudeste
de España. El yacimiento de Rodalquilar debe su origen a los procesos relacionados con la formación del
complejo de calderas de hundimiento de Rodalquilar y La Lomilla, el cual tiene unas dimensiones de unos 8
Kilómetros en la dirección Este−Oeste y de unos 4 kilómetros en la dirección Norte−Sur. La tipologÃ-a
del yacimiento es epitermal y contiene filones mineralizados de baja sulfuración con
Pb−Zn (Cu−Ag−Au) y de alta sulfuración con Au (Cu−Te−Sn). Las
Sustancias explotadas económicamente han sido fundamentalmente el oro, el alumbre, la plata y el plomo.
El éxito de la minerÃ-a aurÃ-fera de Rodalquilar durante el siglo XX no ha estado ligado a la mayor o
menor riqueza del yacimiento, sino al correcto dimensionamiento empresarial respecto al tamaño del coto
minero y a la correcta elección de la estrategia empresarial, con
Todas las implicaciones que esto supone en el sentido de utilizar los medios adecuados en las cantidades
apropiadas.
Aunque sea algo obvio, se debe considerar que para alcanzar el éxito minero, el volumen de la producción
anual de mineral aurÃ-fero debe ser el suficiente para poder generar los beneficios económicos que, a su vez,
permitan dos cosas: La primera seria sustentar una
planificación minera y la segunda seria sustentar una exploración minera. Ambas deberÃ-an asegurar el
futuro de la explotación como consecuencia de la correcta ejecución en el dÃ-a a dÃ-a de los trabajos
mineros (planificación minera) y como consecuencia de descubrir nuevas reservas aurÃ-feras que explotar
en los años inmediatos (exploración minera) y asÃ- asegurar la supervivencia de las minas a largo plazo.
De esta manera el punto clave en todo el proceso será el del volumen de la producción anual de mineral
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aurÃ-fero.
En el periodo del primer tercio del siglo XX, el volumen de la producción anual se puede decir que
aproximadamente era de unas 2.000 toneladas de mineral aurÃ-fero al año. Esta cantidad de mineral no
permitÃ-a generar los beneficios suficientes que garantizasen
disponer del capital necesario para planificar el presente y el futuro, y la consecuencia directa fue que los
mineros planificaban todo para que los beneficios fuesen inmediatos, sin importar el cómo se consiguiesen y
sin importar que no fuese posible sostenerlos en el tiempo, es decir: especulación minera en el más amplio
sentido de la palabra.
La consecuencia directa fue que la estructura empresarial durante el primer tercio del siglo XX no fue la
adecuada para lograr el éxito minero y económico.
Todo esto cambia en el periodo 1930−1936, cuando la compañÃ-a Minas de Rodalquilar, S.A. establece una
explotación racional al tamaño del coto minero y explota aproximadamente unas 20.000 toneladas de
mineral aurÃ-fero al año, es decir, diez veces más que los mineros del primer tercio del siglo XX. Este
volumen de la producción anual permitirá a la compañÃ-a obtener beneficios y planificar sus actividades
en el presente y en el futuro. La consecuencia directa fue
que la estructura empresarial durante el periodo 1930−1936 fue la adecuada para lograr el éxito minero y
económico.
En la etapa 1943−1956 se mantendrá el volumen de la producción anual de mineral aurÃ-fero, pero
existirá un cambio sustancial debido a que en esos años no se podrá vender el oro en el mercado libre y el
único cliente de las minas será el Estado español, el cuál además fijará el precio a pagar por el oro.
Todo estaba controlado por el Estado y consecuentemente no se puede hablar de la existencia de un mercado
libre. El I.N.I. no elegirá la estrategia empresarial adecuada (debido a diferentes factores polÃ-ticos y
sociales), destacando como un gran error, el haber obtenido su dominio minero a través de incautaciones de
dudosa legalidad.
La consecuencia final es que las minas no serán verdaderamente rentables. En la etapa 1956−1966 todo
seguirá controlado por el Estado, siendo el principal cliente de las minas, y paralelamente se producirá un
espectacular cambio.
En aquellos años se alcanza un volumen de producción anual de mineral que aproximadamente era de unas
200.000 toneladas de mineral aurÃ-fero, es decir, diez veces más que en el periodo 1930−1936 y cien veces
más que en el periodo 1900−1930. El tamaño del yacimiento no resistirá tal presión productiva y
quedará exhausto y agotado en poco tiempo. Las minas cierran el año 1966.
Tampoco en esta etapa el I.N.I. elegirá la estrategia empresarial adecuada (debido a diferentes factores
polÃ-ticos y sociales), destacando como un gran error, el sobredimensionamiento de la explotación. La
consecuencia final es que las minas no serán verdaderamente rentables.
En el periodo 1973−2000, se intenta nuevamente la explotación de las minas de oro de Rodalquilar (entre
1989 y 1990) utilizando nuevas tecnologÃ-as metalúrgicas que permitÃ-an beneficiar minerales con leyes de
algo más de 1 gramo de oro por tonelada, cuando en la
década de los años 1960 las leyes necesarias eran de más de 4 gramos de oro por tonelada.
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Esto significa que el volumen de mineral susceptible de tratamiento en el año 1989 (debido a la menor ley
de corte existente en 1989 respecto a la de 1966), era muy superior que cuando se abandonaron las minas en el
año 1966, y por tanto el yacimiento no estaba agotado, si se utilizaban las nuevas tecnologÃ-as.
En el año 1989 se planificó un volumen de producción anual de mineral de alrededor de 200.000
toneladas al año, es decir igual que entre 1956−1966, pero en esta ocasión el entorno económico es
totalmente diferente. El patrón moneda oro habÃ-a desaparecido en la década de 1970 y ahora es
determinante para la supervivencia de cualquier mina, que existan unos costes operativos lo suficientemente
bajos como para que la empresa minera sobreviva a las fluctuaciones del precio del oro. Las minas de
Rodalquilar no podrán superar este escollo debido a su pequeño tamaño en relación con otras minas,
pudiéndose poner como ejemplo que en Rodalquilar se planificó arrancar unas 200.000 toneladas al año
y en las minas de oro rentables en la actualidad, como por ejemplo la mina de Yanacocha en Perú, se puede
llegar a trabajar unas 350.000 toneladas de mineral al dÃ-a con leyes inferiores a 1 gramo de oro por tonelada
de mineral. Como se puede comprobar la diferencia es abismal, ya que en Yanacocha se trata en un solo dÃ-a
lo que en Rodalquilar se tratarÃ-a en casi dos años.
La conclusión es que la empresa St. Joe tenÃ-a la estructura adecuada para alcanzar el éxito en la
explotación de las minas de oro de Rodalquilar, pero falló en la planificación estratégica.
Las minas aurÃ-feras de Rodalquilar cerraron definitivamente en el año 1990 y posiblemente no vuelvan a
abrir nunca más, o al menos no lo volverán a hacer en el actual contexto económico mundial.
Mina de oro de Rodalquilar, AlmerÃ-a.
Minas a lo largo del RÃ-o Sil, Galicia.
Una de las caracterÃ-sticas de las minas de oro romanas consistió en el aprovechamiento de los cursos de los
rÃ-os, incluso perforando montes para desviarlos y acceder a los sedimentos aurÃ-feros. Esto es lo que se
conoce técnicamente como minas fluviales. Por sus magnitudes, estas colosales obras de ingenierÃ-a no
tienen comparación en toda la Europa antigua
La más importante mina fluvial de oro es sin duda la de Montefurado muy cerca de la antigua ciudad celta
de Nemetobriga (situada en Ponte Navea o en Trives según los estudiosos), capital de la tribu de los Tiburos.
Esta es también la segunda de Galicia después de la de As Médulas.
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La construcción del túnel de Montefurado (palabra que en gallego significa, "monte agujereado"), fue
hecha con el fin de desviar el curso del Sil y recoger las pepitas de oro acumuladas en el lecho de un gran
meandro arenoso. Para su construcción fue necesario perforar el monte llamado "Pena do Corvo".
Túnel de Montefurado, RÃ-o Sil.
Â
Se excavó en sus entrañas un túnel de 400 metros de longitud y de una anchura próxima a los 20 metros
para que por él pasara el agua del rÃ-o y asÃ- trabajar cómodamente en la recuperación del oro
depositado en las arenas del lecho seco del rÃ-o. Merece la pena acercarse a ver esta impresionante obra.
Además de este túnel, los ingenieros romanos construyeron otros auxiliares.
 Otras minas romanas en la zona son las de Peites en Ribas de Sil, las de Covas y Cabanas en el pueblo de
RÃ-o y las de Augasmestas y A Margarida en Quiroga.
Los romanos sabÃ-an cómo buscar el oro, y tuvieron mucho tiempo para hacerlo. En 1877 un informe de la
Sociedad "Montaño−Galaico−Leonesa" citaba los puntos principales de extracción de oro de tiempos
romanos.
Durante la época de postguerra del 1936 a necesidad obligó a buscar de nuevo oro. Esta búsqueda fue
ejecutada por las "aureanas".
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En esta imagen dos aureanas del siglo XX nos muestran la técnica de lavado.
Minas de Tharsis, Huelva.
Los yacimientos de Tharsis (Huelva) han atraÃ-do la atención de los mineros desde tiempos remotos. Prueba
de ello son los 3,5 millones de toneladas de escorias tartésico−romanas, de las que podrÃ-an haberse
extraÃ-do 170.000 t de cobre y cantidades importantes de oro y plata. Tartesos y romanos explotaron las
zonas superiores gossanizadas y cementadas de todas las masas del área de Tharsis.
Aún hoy se pueden observar los restos de viejas galerÃ-as romanas en los taludes de la corta de Filón Sur.
No hubo otros trabajos mineros hasta que, a mediados del siglo XIX, Ernesto
Deligny inició la expansión y explotación a gran escala de Tharsis, precursora de la gran minerÃ-a
contemporánea de la provincia.
Los comienzos fueron muy duros: Las labores se iniciaron en el Socavón de La Sabina, en la zona del Filón
Sur, inicialmente sin éxito.
En 1854 surgieron dificultades que a punto estuvieron de arruinar el proyecto de Deligny, incluyendo una
gran epidemia de cólera. La esperada y necesaria inyección económica no llegarÃ-a hasta 1855, cuando se
constituyó, merced al espÃ-ritu emprendedor de este ingeniero francés, la Cie. Des Mines de Cuivre de
Huelva, que inició la explotación a cielo abierto en el Este de Filón Norte.
Comenzó un perÃ-odo de intensÃ-sima actividad minera en los muchos yacimientos de los alrededores de
Tharsis. Se laborea Poca Pringue, rápidamente agotada, que tenÃ-a 250 m de corrida, con dos bolsadas de
30 y 40 m de potencia y una zona central más estrecha y muy cobriza. En la mina de La Lapilla se explotó
el gossan. En La Esperanza se beneficiaron 4,3 Mt de unas pizarras mineralizadas mediante su lixiviación
con aguas de Filón Sur. Almagrera fue explotada en busca de cobre, laboreándose una masa de 250 m de
longitud y 20 m de potencia, y sus minerales se transportaban por cable aéreo hasta el ferrocarril. En
Cantareras se explotó una
masa de 300 m de longitud por 30 m de potencia y que cubicaba 6 Mt.
Por último, en la mina del Lagunazo, que se encuentra situada a 8 km al Norte, el mineral se arrancó por
corta y contramina hasta una profundidad de 85 m. Recientes campañas de geofÃ-sica han puesto de
12
manifiesto anomalÃ-as de interés en esta zona.
El 29 de abril de 1867 la compañÃ-a francesa arrendó la mina a una empresa escocesa, The Tharsis
Sulphur and Copper Company Limited, que terminó por absorber a la entidad gala. Esta compañÃ-a
llegó a explotar el 20% de la pirita cobriza de la provincia de Huelva a principios de siglo, en competencia
directa con la Rio− Tinto Company Ltd.
Durante la segunda década del siglo XX, debido al descenso generalizado en las leyes de oro, la actividad
minera se fue reduciendo y encaminando hacia otros metales.
Yacimiento de Tharsis en 1986.
PLATA
Los yacimientos asociados al volcanismo del Terciario, en el SE de la penÃ-nsula, han tenido una importancia
relevante en nuestra producción de metales preciosos. La región es conocida y explotada desde la época
prerromana para metales base, plata y oro. Los yacimientos argentÃ-feros de HerrerÃ-as, Sierra Almagrera
(AlmerÃ-a) se conocen desde el tercer milenio a.C. y los yacimientos de Zn−Pb−Ag de la zona de
Cartagena−La Unión estuvieron explotados hasta 1990.
En la minerÃ-a de la plata han tenido importancia en el pasado los yacimientos filonianos de Hiendelaencina,
Guadalajara y Guadalcanal, Sevilla. También, como referencia a época pasada, merece destacarse la
producción de plata, como coproducto, procedente de la explotación de los yacimientos filonianos de
plomo argentÃ-fero del distrito minero de Linares− La Carolina, Jaén, que llego a proporcionar la mayor
producción mundial de Ag y Pb a finales del siglo XIX y principios del XX.
La última explotación en este sector minero se cerró en el año 1991, era la Mina El Cobre−Matacabras.
La producción de metales preciosos en España ha descendido en los últimos años, desde 7,4 Tn de oro
y 196Tn de plata en 1991 a 2,8Tn de oro y 88,9Tn de plata en 1996. Dentro de los paÃ-ses de la Unión
Europea hemos bajado a ocupar el tercer lugar en la producción de oro, después de Suecia y Francia, y
mantenemos el segundo lugar en Ag. No obstante se espera una recuperación importante en los próximos
años al entrar en explotación de nuevos descubrimientos en la zona Cantábrica y Faja PirÃ-tica
Española.
Actualmente la casi totalidad de la producción procede de las explotaciones de los gossans y masas de
sulfuros complejos de la FPE. Las principales empresas mineras productoras son Minas de Riotinto, S.A.L y
Filón Sur S.A.
Los diversos tipos de yacimientos de plata y su distribución por ámbitos geotectónicos se pueden resumir
como sigue:
Yacimientos de plata del Dominio HercÃ-nica del Macizo Ibérico:
• Mineralizaciones filonianas encajantes en formaciones metamórficas hercÃ-nica: Hiendelaencina,
Guadalcanal.
• Mineralizaciones filonianas de Pb−(Ag): Linares− La Carolina (Jaén).
• Mineralizaciones asociadas a formaciones volcanosedimentarias/carbonatadas del
Precambrico−Cambrico con Zn−Pb−Ag: Fuenteheridos (Huelva).
• Mineralizaciones asociadas a los yacimientos de sulfuros complejos de la FP (gossans, stockwork):
Rio Tinto.
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Yacimientos de plata del Dominio Alpino de las Cordilleras Béticas:
• Mineralizaciones exhalativo−sedimentarias en formaciones neógeneas : HerrerÃ-as (Murcia).
• Mineralizaciones asociadas a yacimientos de Pb−Zn−Ag: Cartagena−La Unión.
A continuación se explicara más detenidamente los detalles de ciertas minas mencionadas previamente.
Hiendelaencina, Guadalajara.
Hiendelaencina es un municipio de la provincia de Guadalajara, Comunidad Autónoma de Castilla−La
Mancha, España.
En este municipio se encuentran las que fueron las minas de plata más importante de España en toda su
historia. Actualmente se encuentran abandonadas, pero suponen un gran patrimonio cultural, natural y
geológico.
El yacimiento de Hiendelaencina es de tipo hipoabisal mesotermal. La mineralización ofrece una gran latitud
en sentido vertical, lo cual, unido a que los halogenuros de la zona de oxidación parecen corresponder mas a
la fase epitermal que mesotermal, permite suponer que la meteorización debe seguir en profundidad,
máximo cuando a partir de 470m se hallo la zona rica en sulfosales armado en cuarcitas. En criaderos de este
tipo son normales también grandes bonanzas en la fase catatermal (a la cual no se ha llegado en las minas
de Hiendelaencina).
Las primeras fracturas de distensión, en dirección ENE, que permanecen abiertas, son las más aptas para
la metalización y las que dan más riqueza; las de compresión parcialmente cerradas, dan metalizaciones
más pobres.
Las ultimas fracturas de forma semielÃ-ptica, que rodean el macizo metamórfico, y el pronunciado
buzamiento acusa al O del rio Bornova, parecen indicar una fuerte caÃ-da de este borde del bloque, con lo
cual las metalizaciones se hallaran allÃ- a gran profundidad, quizás prohibitiva para la explotación.
La plata está depositada con preferencia en las fracturas verticales, mientras que en las zonas de asiento de
bloques, al estrangularse la grieta, se pierde la mineralización aunque no la guÃ-a. Asimismo se enriquece en
los cruces de dos fracturas.
La plata se halla sobre todo en las zonas ricas en cuarzo, tanto la cuarcita como el neis.
En la formación néisica arman una serie de filones de cuarzo y baritina, metalizados con variedades de
plata, desde la nativa a las más complejas y casi siempre con ley muy elevada. Estos filones son numerosos,
su anchura es a veces de un metro, pero en muchos casos solo de milÃ-metros, y por término medio de
20−30cm.
Los filones con mejores metalizaciones corresponden a las minas más famosas como:
Santa Cecilia, Suerte, Fortuna, Verdad de los Artistas, Santa Catalina, San Carlos, Vascongada, Santa Teresa.
Otros trabajos se realizaron más al sur en las minas: Mala Noche, Fuerza, San Vicente y otras. En la zona
más meridional y de menor valÃ-a estaban las minas: Tiburón, San José o El Niño.
En los filones de segunda serie en un área mas septentrional aparecen las labores en: minas Diógenes,
Antoñita, que presentaron secciones bastantes buenas.
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Aparecen en esta zona las variedades argentÃ-feras, principalmente cloruros y bromuros en superficie,
sulfoantimoniuros (plata gris o vÃ-trea) y sulfoarseniuros (plata roja) en profundidad.
La ley de la plata extraÃ-da de Hiendelaencina era elevada, de 5 a 10 por 100kg por tonelada. Por ejemplo la
media de la mina Santa Teresa (filón rico) en 1903−1912 fue de 15kg de plata por tonelada movida.
Los minerales de las minas de Diógenes, y San Facundo dieron 6 y 10kg por tonelada, respectivamente.
En ocasiones se hallaron zonas de valor colosal, tanto en el afloramiento al principio como luego en
profundidad en la mina Santa Teresa en una galerÃ-a intermedia de 318m proporciono mineral de 120kg por
tonelada.
Plano de concesiones mineras del distrito de Hiendelaencina (Guadalajara).
Mina Guadalcanal, Sevilla.
Guadalcanal es un municipio español de la provincia de Sevilla.
La explotación minera más importante de AndalucÃ-a se desarrolló en Guadalcanal, cuyas minas de plata
fueron descubiertas en 1555 por MartÃ-n Delgado, teniente de alcalde de la villa. La Casa Real se las
incautó y comisionó a AgustÃ-n de Zárate para su administración junto con unos súbditos alemanes
que influyeron mucho en las técnicas de explotación.
El rendimiento de la mina fue bueno y a fines de 1556, a la vista de los numerosos registros mineros surgidos
en torno a la población, se nombra inspector General a Francisco de Mendoza. Con él se variaron los
procesos de tratamiento, se instalaron molinos de caballerÃ-as y se empezaron a usar esclavos, sobre todo en
las operaciones de desagüe. Poco después la mina empezó a decaer por los problemas de inundación y
se comenzaron a aplicar procesos de amalgamación para la recuperación de la plata descubiertos por el
sevillano Bartolomé de Medina.
En 1564 se inicia una nueva fase a cargo del minero Francisco Blanco, y en 1570 se descubre una nueva de
mineralización, encomendándose de nuevo a Zárate la dirección de los trabajos, que por aquel entonces
llegaban a 130 m de profundidad.
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Sin embargo, los derrumbamientos e inundaciones acaban con la actividad en 1576. No volvió a haber
actividad importante hasta 1632 en que se hicieron cargo de las minas los banqueros alemanes Fuggers
(castellanizado a Fúcares), pero la explotación duró sólo dos años. A fines del siglo XVII encontramos
al Estado laborando las minas por su cuenta.
En 1725, el súbdito sueco Liberto Wolters Vonsiohielm obtuvo licencia para explotar las minas de
Guadalcanal, junto con las de Cazalla, Riotinto, Aracena y Galaroza, durante treinta años. Para ello
proyectó la formación de una compañÃ-a explotadora que interesó especialmente a la clase alta de la
Corte, levantando una gran polémica. Con el informe favorable sobre los criaderos debido al alemán
Roberto Shee, se constituyó la CompañÃ-a de Minas que pronto se dividió en dos: una para Guadalcanal
y la otra para Riotinto.
La CompañÃ-a de Guadalcanal verificó el desagüe de las labores y, tras un sinfÃ-n de pleitos, se
extinguió a los dos años.
Tras varias tentativas de reactivación, en 1768 una compañÃ-a francesa volvió a intentar el beneficio de
estas minas, construyendo a tal efecto edificios e instalaciones. La falta de resultados favorables, tras una
inversión estimada en ochenta mil ducados, obligó a la compañÃ-a a contratar en 1775 al perito sajón
Juan MartÃ-n Hoppensak, quien, tras reconocer la mina, organizó el desagüe e investigó el cruce de los
filones, anunciando además la proximidad de la falla en las labores más profundas del sur.
A pesar de los esfuerzos, las dificultades del desagüe hicieron fracasar la empresa en 1778. Pero en 1796
Hoppensak tomaba las minas por su cuenta, junto con las de Cazalla.
Las minas de Guadalcanal fueron visitadas por el fÃ-sico y naturalista Guillermo Bowles, venido de Alemania
en 1752 por encargo de Carlos III, y en su "Introducción a la Historia Natural y a la GeografÃ-a FÃ-sica de
España (1775), da cuenta del reconocimiento practicado en el Pozo Rico y en el Campanilla. Además,
hace una reseña histórica de las minas y refiere la existencia de dos planos antiguos, uno con diez pozos y
otro con once, entre 80 y 120 pies de profundidad. Describe también otras minas de Guadalcanal, asÃcomo las de Puerto Blanco y Cañada de los Conejos (Cazalla), AlanÃ-s y Fuente de la Reina (Constantina),
todas de plata.
Hoppensak continuó los trabajos de Guadalcanal y Cazalla al menos hasta 1806.
En 1822 la Comisión Especial de Recaudación del Crédito Público encargó un informe que no
consiguió abrir nuevos horizontes al criadero de Guadalcanal. De nuevo, en 1830 se encarga al presbÃ-tero
Tomás González el reconocimiento de la bibliografÃ-a concerniente a las minas.
En la década de 1840 una compañÃ-a inglesa reanuda las labores, que fueron abandonadas en breve a
pesar del informe favorable que dio el capitán John Rule, como resultado de su visita personal.
Mucho más tarde, en 1.911, se vuelve a reanudar el desagüe por parte de un grupo de mineros
particulares, mediante la instalación de un grupo de bombas eléctricas alimentadas por una central a boca
de mina; se perforaron 100 m de pozo llegándose a los 200 m de profundidad, a la que se encontraban las
labores antiguas. Se proyectó un aumento de los equipos de desagüe que no se llevó a cabo al sobrevenir
la I Guerra Mundial. En 1919 y sin que hubiera actividad minera, el yacimiento estaba cubierto por
concesiones a cargo de la CompañÃ-a del Pozo Rico, la CuprÃ-fera Española y Rodolfo Goetz Phillipi.
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Restos de minas de Guadalcanal, Sevilla.
Minas de Linares− La Carolina, Jaén.
El distrito minero Linares−La Carolina, ubicado al norte de Jaén, abarca una zona que se extiende desde
Despeñaperros (en Sierra Morena) 40 km. al sur con una anchura de este a oeste de 30 km.
El mineral extraÃ-do se conoce como Galena argentÃ-fera compuesto de azufre, plomo y plata. La cultura de
la parte oriental de la costa mediterránea sistemáticamente ha colonizado una gran parte del distrito desde
4000 años atrás, en la Edad del Bronce.
Los romanos extendieron su dominio sobre la zona y establecieron un gran número de operaciones mineras
cerca de Linares (Arrayanes, La Cruz) y también en las montañas de Sierra Morena.
En los tiempos modernos, la utilización de la tecnologÃ-a de vapor en todo el distrito, procedente de la
región de Cornualles, para extraer mineral de las minas se introdujo por primera vez en 1849 con la
instalación en Pozo Ancho de la primera máquina de vapor. La cual marcó el inicio de los principales
acontecimientos de la minerÃ-a en el distrito, principal productor del mundo de plomo desde 1867.
El distrito minero Linares−La Carolina surgió en el siglo XIX, siendo la minerÃ-a industrial uno de los
principales centros internacionales de referencia. Los siguientes son los ejemplos más importantes que se
encuentran en este distrito minero: minerÃ-a, casas de máquinas, las fundiciones, grúas, chimeneas,
tanques de lavado de mineral, talleres, oficinas, lÃ-neas de ferrocarril, los cuartos de los trabajadores,
maquinaria y vertederos.
Un gran número de minerÃ-a industrial y elementos arquitectónicos se conservan entre ellos: el Derby y
Pozo Ancho, Lord Stanley, Lord Salisbury, Derwey y grúas, y La Tortilla (1875), La Cruz (1825−1986) y
San Luis (1890 −1919).
Este distrito minero está formado por los municipios de Linares, La Carolina, al que se le agregan Bailen,
Baños de la Encina, Guarromán, Carboneros, Santa Elena y Vilches, como se observa en el mapa
siguiente:
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Distrito minero de Linares−La Carolina, Jaén.
Minas del Horcajo, Ciudad Real.
Las minas del Horcajo se localizan en las proximidades del pueblo de igual nombre, en los términos
municipales de Brazatortas y Almodovar del Campo, Cuidad Real.
El yacimiento tiene dos filones principales llamados San Alberto y Ana MarÃ-a de dirección O−E encajados
en terrenos del periodo OrdovÃ-cico.
La mena es galena argentÃ-fera con una ley de 2kg de plata por tonelada.
Los documentos más antiguos que se encuentran de esta localidad minera datan de 1858, año en el que un
ingeniero de minas registro las primeras concesiones mineras.
En los años siguientes se extrajo poco mineral, hasta que en 1864 llega una sociedad dirigida por el
empresario Ceferino Avecilla.
En aquellos tiempos trabajaban en la mina 260 hombres, que hacÃ-an labores de interior.
El transporte del mineral se realizaba por medio de caballos, se llevaban hasta la estación de ferrocarril de
Veredas, desde donde se dirigÃ-a a Cartagena, AlmerÃ-a o Inglaterra.
La explotación seguÃ-a creciendo en tamaño y con ello el poblado minero que daba cobijo a todos los
empleados y familias, en 1877 vivÃ-an cerca de 2000 personas.
La empresa no tenÃ-a la solvencia necesaria para acabar con los problemas de desagüe que tenia la mina,
por lo que se vieron obligados a vender las concesiones al Banco de Paris. A partir de este cambio de
propiedad, la producción creció rápidamente, hasta alcanzar en 1903 un total de 13.423Tn, máxima
producción de la mina en toda su historia.
Ya en 1909 se transfiere la titularidad a SMM Peñarroya, coincidiendo este cambio con la caÃ-da de los
precios del plomo, que provoco el cierre de las minas en 1911. Otra sociedad, la SMMP reanudo las labores
en 1955, en 1961 se da por zanjada la actividad minera.
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Minas de plata del Horcajo, año 1911.
Minas de HerrerÃ-as, AlmerÃ-a.
La actividad minera de HerrerÃ-as comarca de la provincia de AlmerÃ-a, comienza desde la época de los
cartaginenses y los romanos. Aunque habrá que esperar muchos siglos a que vuelva la actividad extractiva a
la comarca. Y lo hace a causa de un descubrimiento casual, el del filón de plomo argentÃ-fero del Barranco
Jaroso, en Sierra Almagrera, en 1839. Los aledaños de la Sierra, hasta entonces deshabitados, comenzaron a
llenarse de pequeñas aldeas, cortijadas, ventas y servicios complementarios a una minerÃ-a que vivió
unos años de verdadera "fiebre de la plata".
En el paraje de Las HerrerÃ-as se levanta en 1850 la fundición La Atrevida, propiedad de Antonio Abellán
Peñuela, y a su alrededor se va a configurar el núcleo de población actual.
A orillas del cauce del rÃ-o Almanzora, el emplazamiento tenÃ-a ya entonces tintes de peculiaridad,
conformando una pequeña sierra paralela a la de Almagrera, en la que abundaban grandes montañas de
escombros o escóriales de origen desconocido. Antonio Molina Sánchez aventura la teorÃ-a de que se
tratarÃ-a de la huella dejada por la explotación sistemática durante la época romana y cartaginesa.
El caso es que en 1870 a alguien se le ocurrió ensayar en una de las fundiciones de Villaricos con un
puñado de tierra de esas escombreras, descubriendo con sorpresa que contenÃ-a plata nativa en una
proporción muy significativa. Análogamente a lo que ocurrió en Almagrera, se desató de
inmediato una frenética carrera por efectuar registros de concesiones mineras.
La plata nativa se presenta en partÃ-culas, irreconocible al estar mezclada con la tierra, conformando un
criadero en forma de capa más o menos regular. La excepción eran los nidos, pequeños huecos rellenos
de plata pura en forma de hilos o filamentos, de excepcional valor y belleza.
Las 50 minas que se abrieron dieron rápidamente con la capa argentÃ-fera, aunque el grosor de la misma
variaba mucho de unas a otras, lo que condicionó los rendimientos obtenidos. Las más afortunadas fueron
Unión de Tres, Guadalupe, Iberia, Petronila, Santa Matilde y Virgen de las Huertas.
Esa coexistencia duró sólo 14 años, hasta que el 20 de mayo de 1884 una gran riada desbordó el cauce
del Almanzora e inundó todas las minas de HerrerÃ-as, incluidas las enormes rozas a cielo abierto de Santa
Matilde y Virgen de las Huertas.
El sueño de la plata se iba desvaneciendo conforme se agotaban incluso los antiguos vaciaderos, último
recurso tras el agotamiento e inundación de la capa argentÃ-fera.
Por lo que respecta al desagüe, las vicisitudes por las que atravesó fueron numerosas, bajo el denominador
común de la falta de acuerdo entre los mineros y las sucesivas empresas desaguadoras, y la inevitable ruina
de estas últimas. En un primer momento, la propia CompañÃ-a de Ãguilas, propietaria de la Roza de
Santa Matilde y culpable de la inundación de las labores al haber derribado un muro construido durante la
época de Huelin que interrumpÃ-a las labores en el filón al acercarse al cauce, acometÃ-a el desagüe de
la roza.
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Los beneficios del desagüe se extendieron al resto de minas del coto. AsÃ-, el 23 de julio se probó con
éxito en la mina Santa Ana la máquina que llevaba varios años parada por la inundación producida
por el rÃ-o.
Sin embargo, los resultados no deberÃ-an ser suficientes, ya que en 1891 se contrata el desagüe de la Roza
con la casa H. Borner, que también era concesionaria del ferrocarril de Sierra Alhamilla a AlmerÃ-a.
El Marqués de Almanzora habÃ-a efectuado gestiones para conseguir que los mineros aceptasen acuerdo
con Borner para contribuir al desagüe con el 12% del producto, y venta a la casa de la producción a precio
fijado. Sin embargo, se produce otra otra oferta de Antonio Collado y Valero a la sociedad Unión de
Tres para el desagüe ofreciendo el 11% de tributo como fondo de reserva. La falta de rentabilidad y el
desacuerdo con los mineros llevan a Borner a amenazar con el cese de actividades.
En noviembre de 1893 El Minero de Almagrera publica la propuesta para acometer los desagües de
Almagrera y HerrerÃ-as realizada por la casa Brandt y Brandau. En HerrerÃ-as pretenden concesión por
25 años, llegando a profundidad de 200 metros (de ellos 100 m. en los primeros 2.5 años, desde el nivel
del desagüe de Santa Ana). Firma dicha propuesta Luis Siret en representación de Brandt y Brandau. En
marzo de 1894 se confirma que Brandt y Brandau han llegado a un acuerdo con todas las minas excepto
Santa Matilde y Virgen de las Huertas. Sin embargo, no se comprometÃ-an a extraer más de 2.000 m3 al
dÃ-a, cuando solo esas dos minas generaban 10.000, resultando imperioso el acuerdo entre ambas
compañÃ-as de desagüe.
Bajo la dirección facultativa de Siret, se establece como punto para iniciar perforación las inmediaciones de
la antigua fábrica Araucana, dentro de la concesión de Petronila.
En mayo de 1895 se produce la suspensión de pagos de Borner, al no fructificar intentos de traspaso. Poco
después el agua ya habÃ-a subido 19 metros, rebasando el muro de contención e inundando gran parte de
las explotaciones. Mientras, se anuncia en la Revista Minera la llegada del material para el de Brandt y
Brandau y en febrero de de 1896 la próxima entrada en servcio.
Para entonces resultaba ya imperiosa la necesidad de acuerdo entre ambas empresas (Banco de Brabante,
sucesor de Borner, y Brandt y Brandau), por interconexión de agua entre rozas y minas. El Ferrocarril
anuncia superación de dificultades tras reunión del 1 de mayo de 1896. Finalmente, serÃ-a el propio Luis
Siret quien comprarÃ-a a sus antiguos representados la titularidad del desagüe, en mayo de 1901, a cambio
de 200.000 pesetas.
Un último e interesante intento de rentabilizar las minas de plata de HerrerÃ-as fue la utilización de forma
pionera en AlmerÃ-a de la extracción de metales por cianuración.
Si más tarde se emplearÃ-a con éxito en las minas de oro de Rodalquilar, en HerrerÃ-as comenzó
aplicándose a los escombros pobres de plata. La idea partió de los ingenieros César y José Rubio, para
la sociedad "La ArgentÃ-fera", extrapolando el método que llevaban a cabo en las minas del Horcajo
(Ciudad Real). Para ello utilizaron las viejas instalaciones de la fundición "Araucana", en HerrerÃ-as,
instalando moliendas, centrifugadoras, 6 balsas de disolución y sus correspondientes filtros y, culminando el
proceso, 5 cubas de regeneración. El sedimento de cloruro de plata se reunÃ-a en una última
cuba−depósito, de donde por medio de una bomba y de un filtro−prensa era aspirado y convertido en "tortas"
o "panes", con más del 60% de plata. Sin embargo, el criadero estaba ya prácticamente exhausto, y la
experiencia no disfrutó de un éxito significativo. A partir de entonces el hierro reafirma su hegemonÃ-a
en el distrito.
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Corta San Matilde, HerrerÃ-as, AlmerÃ-a.
PLOMO Y ZINC
Los minerales de plomo y zinc que, aunque asociados en muchos de los yacimientos existentes en España,
también aparecen en algunas mineralizaciones especÃ-ficas de cada uno, han sido objeto de procesos de
laboreo y extracción desde la más remota antigüedad.
Dirigida el plomo, la actividad minera se inicio en tiempos de los fenicios, que trabajaron los yacimientos de
Cartagena, Mazarrón, Sierra Almagrera y Linares. El verdadero desarrollo de la minerÃ-a del plomo fue
obra de los romanos que impulsaron su beneficio en las zonas citadas, asÃ- como en puntos del norte de
España (Arditurri, Priorato, etc.), fundamentalmente para la preparación de canalizaciones y para la
obtención de plata como subproducto.
Tras el decaimiento de la minerÃ-a en los siglos posteriores a la dominación romana, se produjo a mediados
del siglo XIX un importante resurgir la minerÃ-a del plomo y, en paralelo, de la del zinc, coincidiendo con el
enorme crecimiento de la demanda, impulsada por la revolución industrial y los cambios en la legislación
española favorecedores de la llegada de capitales extranjeros. En ese momento, la creciente demanda de
zinc, la existencia de minerales mixtos en numerosos yacimientos y la instalación y desarrollo de plantas de
flotación, hacen que converjan la larga y antigua minerÃ-a del plomo y la más moderna, pero más
intensiva, del zinc.
En la década de 1860−1870, España pasa a ser el primer productor del mundo de mineral del plomo, y
poco más tarde, de mineral de zinc.
Los yacimientos de plomo−zinc y sustancias asociadas como el bario, son ubicuos en el territorio español y
las antiguas explotaciones numerosÃ-simas. Las tipologÃ-as de sus mineralizaciones son muy diferentes y
aparecen en ambientes geológicos muy variados, estando repartidos por gran parte del paÃ-s. Hay que
destacar, que desde el punto de vista de su importancia económica, antigua o presente, las zonas o distritos
de la Cuenca Vasco−Cantábrica (Reocin, La Florida, Novales, Troya, Legorreta), de Peñas de Haya
(Arditurri, Goizueta), de Picos de Europa (Ãliva),del Pirineo Central (Margalida, Victoria, Liat), de la
Cuenca Costero−Catalana (Osor, Berta, Bellmunt), del Maestrazgo, de Murcia (Cartagena, Mazarron, Sierra
Almagrera), de las Béticas (Sierra de Lujar, Gádor, Baza), de la Faja PirÃ-tica, de Linares, La Carolina
(La Cruz, Los Guindos, El Centenillo), de Córdoba (El Soldado, El Zumajo, Guillermin, el distrito de
Azuaga), de Castuera, del Valle de Alcudia (minas Diógenes y San QuintÃ-n), del NO de León (Rubiales,
21
Toral de los Vados).
A causa de problemas de agotamiento de reservas o de economicidad de la extracción, en los últimos
quince años han cerrado gran parte de las explotaciones históricas españolas (distritos y minas de
Linares, Cartagena, Arditurri, Rubiales, Pirineos, Bellmunt, etc.). AsÃ-, la producción minera de plomo, que
provenÃ-a de cerca de 1000 explotaciones en 1890 se ha hecho en 1996 a partir de la primera mina de
zinc−plomo (Reocin) y de 2 minas de sulfuros complejos de la Faja PirÃ-tica: Mina de Aznalcollar y Mina
Sotiel. La producción de mineral vendible de zinc en 1995 ha sido de 330000Tn de concentrado (170000Tn
de zinc contenido) y la de plomo, de 36000Tn de concentrado (30000Tn de plomo metal). La mina de Reocin,
la única mina de zinc−plomo, ha producido en 1995 cerca de 1100000Tn de todo uno, de las cuales se han
obtenido 179900Tn de concentrado de zinc, siendo la segunda explotación de la UE por su producción
(100745Tn de zinc contenido y 10600Tn de plomo contenido). El resto ha provenido de minas de yacimientos
de sulfuros masivos con minerales complejos (Aznalcollar y Sotiel).
En la actualidad, y pese al descenso de producción habido en los últimos años por el cierre de algunas
explotaciones históricas, la producción española de minerales de zinc y plomo sigue siendo significativa
dentro del marco de la UE España representa el 29% de la producción de zinc y el 14% de la de plomo.
Teniendo en cuenta el contexto geológico y metalogénico, y los objetivos mÃ-nimos de tonelaje/ley
exigibles en la actualidad, puede decirse que las zonas más favorables para el hallazgo de nuevos
yacimientos de Zn−Pb explotables son las siguientes:
• La Cuenca Vasco−Cantábrica, en la que se presentan como mineralizaciones estratiformes en materiales
carbonatados y lutÃ-ticos del Cretácico Inferior (Aptiense−Albaniense en facies Urgoniana, relacionadas
con tipologÃ-as Mississippi−Valley o Sedex).
• La Faja PirÃ-tica del SO, en la que su gran potencial se manifiesta por el descubrimiento de nuevas masas
que pueden contener recursos de minerales polimetálicos o complejos.
• Región del SE Peninsular (Murcia, AlmerÃ-a), en relación con el volcanismo calcoalcalino Neógeno y
procesos epitermales asociados.
• Con menor importancia, en otras áreas como las Cordilleras Béticas, en relación con procesos
epigenéticos en calizas triásicas, o en el Sistema Ibérico, en mineralizaciones similares asociadas a
calizas Cretácicas de plataforma.
Las actividades de exploración se han centrado, en los últimos años, en las áreas con mayor potencial.
En la Cuenca Vasco−Cantábrica se han mantenido una actividad investigadora por parte de la empresa
AZSA (Cantabria, Sinclinal de Reocin) y EVE−Charter−Outokumpu en el PaÃ-s Vasco, que han desarrollado
campañas de sondeos definiendo pequeños cuerpos de mineralizaciones de Pb−Zn.
En Murcia, la empresa minera Navan Resources, S.A. ha desarrollado un proyecto de investigación en
Mazarrón, que ha conducido a la delineación de un cuerpo mineralizado con unas reservas geológicas de
8.6Mt con 3.5% de Zn y 0.9% de Pb. Actualmente se procede a un estudio de viabilidad de explotación.
La investigación realizada del NO de León en Toral de los Vados (ADARO−Peñarroya) condujo a la
estimación de 5.4Mt con 8.6% de Zn y 6.6% de Pb.
Finalmente, en los últimos años la investigación realizada en Los Frailes (Boliden−Apirsa) ha conducido
a la estimación de 36.7Mt con 2.33% de Pb y 3.97% de Zn, y la efectuada en Masa Migollas (Almagrera,
S.A.) a la de 57.6Mt con 1.12% de Pb y 2.22% de Zn. La ampliación del antiguo yacimiento de Aguas
Teñidas, ha aumentado los recursos de polimetálicos en 12Mt con 6.15% de Zn y 1.82% de Pb. Los Frailes
y Migollas han comenzado la explotación, estando en fase de análisis la de Aguas Teñidas.
Desde 1991, la producción de minerales de plomo procede exclusivamente de minas de cinc o sulfuros
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complejos. Tras el cierre a finales de 1993 de la mina Troya de EXMINESA, en 1994 sólo estuvieron activas
tres explotaciones, dos de ellas a ritmo reducido por sendos expedientes de regulación temporal de empleo, y
la tercera obligada a disminuir la extracción por riesgos de hundimiento en la explotación. En
consecuencia, la producción de concentrados de plomo se redujo a 42 782 t en 1994, con un contenido en
metal de 23 867 t. Cerrada la fundición de plomo de Santa LucÃ-a (Cartagena) en los primeros dÃ-as de
1992, la totalidad de los concentrados obtenidos debe destinarse a la exportación. Las tres empresas citadas
fueron:
− Asturiana de Zinc, SA (AZSA), que en 1994 obtuvo en su yacimiento de ReocÃ-n (Cantabria) 10 048 t de Pb
contenido, como coproducto de la minerÃ-a de cinc; esta producción fue inferior en un 22,5% a la del año
anterior, a causa del peligro de hundimiento detectado en julio en el nivel 17 de la mina subterránea, que
obligó a paralizar las labores en la zona más rica del criadero.
− Andaluza de Piritas, SA (Boliden−APIRSA), que explota el yacimiento de sulfuros complejos y piroclastos
de Aznalcóllar (Sevilla) y que, tras una regulación de empleo en el primer trimestre del año, reanudó la
actividad normal en abril, obteniendo 11 639 t de plomo en concentrados.
− Almagrera, SA, que en su yacimiento de sulfuros complejos de Sotiel− Coronada (Huelva) extrajo 4 856 t
de concentrados en 1994, un 52% menos que el año anterior, reducción motivada por la regulación de
empleo en curso mientras duren los trabajos de preparación de la nueva mina de Migollas, próxima a Sotiel.
El futuro de nuestra minerÃ-a del plomo está, pues, indisolublemente
ligado al porvenir de la del cinc y sulfuros complejos, por lo que su
supervivencia depende de la de estos minerales. En AZSA es previsible que continúe el ritmo de extracción
de blenda y, consecuentemente, de la galena que la acompaña. APIRSA, superadas al parecer las
dificultades, sigue adelante con su proyecto de explotación de la nueva masa de Los Frailes, próxima a la
de Aznalcóllar, con capacidad para 17 kt/a de Pb en concentrados, y ALMAGRERA inició en noviembre de
1994 la extracción en su nueva mina de Migollas, por lo que es de suponer que cuando se normalice la
producción obtendrá concentrados de plomo en cantidades similares a las habituales. El intento de poner en
explotación el yacimiento virgen de Zn−Pb−Ag de Vados del Sil (León) por parte de Geominera, SA,
encuentra problemas de financiación al parecer insalvables, ya que la reducida cuantÃ-a de los recursos
seguros (5 Mt), frente a las elevadas inversiones requeridas por la
apertura de una nueva mina subterránea a más de 400 m de profundidad, sólo podrÃ-a compensarse con
un nivel de precios bastante superior al actual.
A continuación se citaran algunas de las minas mencionadas en párrafos anteriores, comentando más
ampliamente sus cualidades, producciones, etc.
Sierra de Gador, Mina de Bédar, AlmerÃ-a.
Más tardÃ-a y menos conocida que la minerÃ-a del hierro, es el inicio de la actividad minera del plomo en
la sierra de Bédar y que siguió un patrón similar a las otras zonas mineras almerienses.
El mineral de plomo del Pinar de Bédar se encuentra en forma de yacimientos de morfologÃ-a estratiforme
entre rocas que se pueden clasificar de mármoles de composición calizo−dolomÃ-tica de origen
metamórfico que han sido expuestos a una intensa brechificación (trituración). Es fruto de una
paragénesis (asociación de varias fases minerales estables en un mismo intervalo de presión y
temperatura durante un proceso metamórfico) de galena, azurita, malaquita y calcopirita rellenando
diaclasas (fractura de rocas o de materiales sin desplazamiento relativo de las partes) o como cemento del
23
material brechificado.
El mineral, situado en bolsadas superficiales, era fácilmente accesible. Aunque parece ser que ya se habÃ-a
extraÃ-do previamente mineral de plomo de estas bolsadas en un punto cercano al Pinar de Bédar (800
metros al oeste) se puede considerar que el inicio de la minerÃ-a del plomo en la sierra de Bédar comienza
en el barranco del Gato en el año 1848 con las labores en la concesión minera de Allá Veremos.
En la sierra de Bédar, como en la de Gádor y Almagrera antes que ella, se instala una minerÃ-a
básicamente minifundista con las ya habituales caracterÃ-sticas de individualismo y precariedad de medios
de explotación que ya se habÃ-an dado en Gádor y Sierra Almagrera. Se forman pequeñas sociedades por
parte de naturales de la zona dedicados a la explotación de su concesión minera.
El plomo se presentaba en bolsadas superficiales y se iba extrayendo siguiendo pequeñas galerÃ-as que se
abandonaban cuando se agotaba el mineral abriendo nuevas galerÃ-as. La extracción era intensiva en mano
de obra, es decir, la mecanización era casi inexistente (tornos manuales) y todas las tareas se realizaban a
base de utilizar mano de obra. Según Sánchez Picón y Pérez de Perceval (1999) en algunos distritos del
sudeste esta mano de obra estaba compuesta por más de un 25% de mano de obra infantil. Este tipo de
minerÃ-a dejó los criaderos de plomo de Bédar literalmente agujereados y puso difÃ-cil el acceso al
mineral que se encontraba a más profundidad a empresas que pretendieran una explotación más racional
de los yacimientos.
El inicio de la minerÃ-a del plomo en Bédar coincide con el auge minero de la vecina Sierra Almagrera,
con la Sierra de Gádor ya en plena decadencia. Tras el inicio de las explotaciones en Allá Veremos
empiezan a trabajarse en otras concesiones: en el año 1850 en la concesión de San Fausto y en el 1851 en
las concesiones de Ello es preciso y Por bien de todos en el barranco del Gato; el año 1852 se comienzan
los trabajos en la concesión de Heredia y Dos Hermanas, cercanas al grupo primitivo.
De esta manera comenzó a aumentar paulatinamente la explotación del plomo con la abertura de nuevas
concesiones mineras. Las que resultaron más productivas, a parte de las ya mencionadas, fueron las de
Café, Martillo 2º, Aprovechado, San Francisco, Medidas extraordinarias y Reformada, cercana al
núcleo original.
Mapa de las concesiones mineras de la Sierra de Bédar.
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Es en este contexto en el que aparece la sociedad francesa Compagnie d´Aguilas, montada por los
Rohtschild de ParÃ-s que adquiere parte de las concesiones mineras de la Sierra de Bédar en la década
de los setenta. En un intento de modernizar los métodos de explotación y aumentar asÃ- los beneficios
construyen un lavadero mecánico y una serie de instalaciones (entre ellas fundiciones de plomo) en el Pinar
de Bédar, situada en terrenos de la concesión de Aprovechado.
La CompañÃ-a de Ãguilas adquirió sus concesiones en Bédar en el año 1881. Como no se
obtuvieron los resultados que se esperaban se decidió parar la actividad extractiva y desmantelar los
lavaderos.
Las concesiones mineras fueron arrendadas a particulares que continuaron la extracción de plomo con los
métodos artesanales consiguiendo buenos resultados, de hecho, según Sánchez Picón y Miguel A.
Pérez de Perceval, se registra en el año 1891 la producción en la Sierra de Bédar de 1.462 toneladas
de plomo, lo que suponÃ-a entonces un 0,4% de la producción nacional .
Tras el fracaso la CompañÃ-a de Ãguilas centra sus esfuerzos en la explotación del otro mineral que
abundaba en la sierra de Bédar, con este objetivo crea una filial el año 1885: la Sociedad de explotación
de las minas de hierro de Bédar. Â
Mina de Azuaga−Castuera, Extremadura.
Los yacimientos de plomo−zinc son abundantes en Extremadura, con más de 250 indicios registrados.
Históricamente destacan por su importancia los de Azuaga y Castuera. La mayor actividad minera se produjo
a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, empezando el declive de la minerÃ-a del plomo en
1940−45. En la actualidad todas las labores están inactivas.
La producción de plomo en el año 1872, se acercaba a las 15000Tn y se alcanzo el máximo en 1898
cuando se produjeron cerca de 60000Tn. A partir de 1910 se redujo la producción a unas 12000Tn, que
pasaros en 1920 a menos de 2000Tn, hasta su cierre definitivo en 1950.
Este tipo de mineralizaciones de plomo son frecuentes en Extremadura. Los filones de cuarzo, con carbonatos
y a veces baritina, rellena fracturas tardihercinicas, a veces con importante desarrollo longitudinal. Un rasgo
común es que todas presentan la tÃ-pica paragénesis BPGC (blenda−pirita−galena−calcopirita), con
mayor o menor contenido en plata.
Los principales campos filonianos plumbÃ-feros son los siguientes:
• Campo filoniano plumbÃ-fero de Castuera:
Todos los inicios encajan en el GEC y están constituidos por filones de cuarzo−carbonatos (dolomita,
ankerita y calcita) subverticales, de orientaciones comprendidas entre N75ºE y N100ºE. La paragénesis
metálica está constituida por galena, escalerita y menor cantidad de pirita, calcopirita y minerales
supergénicos procedentes de la alteración de sulfuros. La ganga es cuarzo y carbonatos (calcita y ankerita
principalmente. El indicio más representativo de este grupo es la Mina Miraflores.
• Grupo plumbÃ-fero Zarza−Capilla−Peñalsordo y Garlitos:
Se trata de haces filonianos de orientación N60ºE a N80ºE, con paragénesis de galena, como mineral
principal y esfarelita, pirita y calcopirita como minerales accesorios. La ganga es cuarzos y carbonatos, junto
con la baritina. Estos indicios encajan en pizarras grauvacas. Al este del grupo de encuentran plomo y zinc,
que encajan en pizarras grauvacas y otros en rocas intrusivas. El indicio más representativo es el de la Mina
del Borracho, en el que la mineralización esta rellena de fracturas de orientación N60ºE, junto con
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pórfidos ácidos. Su paragénesis está formada por galena argentÃ-fera, pirita, calcopirita, bravoÃ-ta,
tetraedrita y carbonatos.
• El distrito plumbÃ-fero de Azuaga:
Este distrito situado en las Minas San Miguel y Gerty, se explotaron solo carbonatos de plomo y vanadato.
Igualmente el campo filoniano con mineralizaciones de plomo−zinc de Santa Marta también se extrajeron
vanadatos. Esta presencia se explica con la asociación de rocas primitivas con rocas básicas.
En cuanto al pasado minero de Azuaga, podemos decir que se remonta a la época romana, aunque fue desde
finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX cuando la zona vivió su máximo periodo de desarrollo,
debido a la gran cantidad de yacimientos existentes en explotación, especialmente los dedicados al mineral
de plomo. El término municipal cuenta con más de 60 minas, entre ellas destacan las minas de la
Oscuridad, el Gato, San Guillermo, Plasenzuela y las Musas. Todo ello trajo como consecuencia la
prosperidad del pueblo, asÃ-, en la década de los años 50 el número de habitantes se elevaba a 20.000 y,
Azuaga se colocaba en la cuarta o quinta ciudad más importante de la región, llegando a dar la mayor
producción de plomo del mundo a principio del siglo XX.
Es en esta época, cuando la actividad minera de Azuaga alcanzó su mayor producción, decayendo ésta
hacia el año 1930 y cesando una década más tarde. Hacia la mitad del siglo pasado se reinician algunas
explotaciones con escasa producción hasta su cese total. También se trataron hasta 1970, las escombreras
de la zona por flotación, obteniendo con ello un valor añadido de los minerales que habÃ-an sido tratados
tradicionalmente mediante la concentración por gravedad en agua.
En la mina de Plasenzuela, las labores mineras llegaron hasta los 190 m a través de un pozo maestro, y dos
contrapozos. La mina tuvo 8 plantas a 20, 35, 60, 85, 110, 135, 160 y 185 m. La longitud de las corridas del
filón de galena osciló entre 50 y 250 m. El área beneficiada fue de unos 65.000m2, siendo explotada
mediante el método tradicional de realces sin rellenos, sobre filones tÃ-picamente arriostrados. El volumen
de las escombreras, en los años 70, era de unas 300.000 t.
En la mina de Las Musas se llegó a explotar un filón hasta los 105 m de profundidad. Tiene 3 plantas
situadas a los 45, 75, y 100m, con corridas de 340, 180 y 125m respectivamente. El área explotada fue de
unos 12.000 m2, y el volumen de escombreras (en 1.969), era de unas 100.000 t.
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Minas de Posadas, Córdoba.
El distrito de Posadas está situado al norte del Guadalquivir medio. Ocupa el flanco sur de la Sierra del
Caballo y la Sierra de Córdoba.
Posee minas de plomo−plata con enriquecimientos superficiales explotables de cobre. Ejemplos de estas
minas son:
La mina San Andrés, Madereros , Santa Bárbara de Posadas y Calamón.
Las fundiciones de la Casa del Guarda y Paterna están en relación con las minas de plomo−plata más
próximas, al igual a las que se encuentran en la margen izquierda del Guadalquivir, como el Ochavillo.
Nos centraremos en alguna mina en concreto, como es el caso de la Mina Santa Bárbara Posadas, que
pertenece al término de Posadas y se encuadra en el ámbito de Detumo. Del kilómetro 13'5 de la
carretera Posadas−Villaviciosa, parte una desviación al pantano del Bembézar y el kilómetro 12'8 cruza
las explotaciones, conocidas como Mina de La Plata o Casiano de Prado. Es un filón BPGC, enriquecido en
galena argentÃ-fera y calcopirita, muy argentÃ-fero, con contenidos de 6−14 kg. de plata/Tm. de plomo, a
400 m. de profundidad pasa a esfalerita pura. El sulfuro de cinc (blenda o esfalerita) se despreció,
dejándolo como pilares. El filón lleva dirección Este−Oeste, siguiendo el curso del arroyo que desemboca
en el Guadalvacarejo en el kilómetro 12'8. Se atacó mediante rafas en 800 m. Predominan las grandes rafas,
de más de 30 m. de longitud y más de 6 m. de profundidad, destacando dos de 50 x 14'5 x 12 m. de
profundidad y 100 x 15 x 20 m. de profundidad; embudos y pozos.
Los romanos llegaron a 217 m. de profundidad. Los pozos antiguos están todos reaprovechados. Para
sostener las paredes horizontalmente, emplearon tirantas. En las explotaciones, en una galerÃ-a inclinada y
encofrada con maderos ensamblados del pozo San Guillermo, de 2'70 m. de altura y con la suficiente anchura
como para dejar dos espacios, una mitad se reservaba para la sucesión de cochleae y la otra era un
descendero con escalones, se encontraron una baterÃ-a de cuatro tornillos de ArquÃ-medes escalonados. Para
contener el agua, debieron utilizar ánforas. Se ven martillos de escotadura en las escombreras, lo que indica
que la calcopirita estaba en superficie y la galena en profundidad.
Una gran fundición antigua se reaprovechó en época contemporánea, arrasando los hornos romanos.
Las escorias tenÃ-an 18−20 % de plomo.
Minas del Valle de Alcudia, Ciudad Real.
El Valle de Alcudia está enclavado en Ciudad Real, forma una mancomunidad formada por Abenójar,
Almodóvar del Campo, Argamasilla de Calatrava, Cabezarados, Cabezarrubias del Puerto, Fuencaliente,
Hinojosas de Calatrava, Mestanza, San Lorenzo de Calatrava, Solana de Pino y Villamayor de Calatrava.
En este Valle aparece la mina Diógenes que sufrió el abandono de sus habitantes tras el cierre de la
actividad minera. La empresa Peñarroya construyo el pueblo para sus empleados al reabrir la mina en 1939
y desapareció en 1979 cuando ceso su explotación.
La base de su economÃ-a era la extracción de plomo argentÃ-fero de cuatro pozos o minas. En época
romana también fue también explotada.
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Plantilla de trabajadores de la Mina Diógenes.
Minas de Sierra de Baza, Granada.
En torno al primer milenio a.C. la actividad minera cesa en la Sierra y no vuelve a retomarse hasta la llegada
de los romanos. Ya hemos visto más arriba sus trabajos en las minas de oro, pero éste no fue el único
metal que explotaron en nuestra Sierra. Al cobre, oro y plata se unieron el plomo y el hierro, abriendo
numerosas minas y explotando cualquier tipo de yacimientos, ya fueran filonianos o estratiformes, puesto que
tenÃ-an conocimientos técnicos y medios para ello. Cuando muchas antiguas minas de plomo y plata de la
Sierra fueron explotadas de nuevo a partir del siglo XVI−XVII, al limpiar sus viejas galerÃ-as los mineros
encontraban restos romanos como lucernas para alumbrarse en el interior de la mina e incluso algunas
monedas de bronce.
Tras los romanos no se paraliza ya la actividad minera en la Sierra, continuando durante toda la presencia
árabe en la PenÃ-nsula. Se trata en todos los casos de pequeñas explotaciones repartidas por doquier que
van dejando un riquÃ-simo legado de minas, hornos de fundición, escóriales. A partir del siglo XVI las
explotaciones mineras y la actividad metalúrgica queda en manos de la Corona, que mantiene una escasa
actividad.
AsÃ- llegamos a la primera mitad al siglo XIX. Al momento de la gran explosión de la minerÃ-a en todo el
Sureste andaluz. La Sierra de Baza, al igual que otras sierras vecinas como la Sierra de Gádor , Sierra
Almagrera, o la propia Sierra Nevada, vive un momento de autentica fiebre por las minas de plomo, llegando
hasta nuestras tierras empresarios y capitales de otros lares. En la mitad occidental de la Sierra, en los calares
de Santa Bárbara, Heredia, Rapa, San Sebastián, Picón de Gor, y otras muchas zonas, se abren
kilómetros y kilómetros de galerÃ-as en busca del pesado metal y se establecen varias fundiciones como la
de San Antonio. Pero el precio del plomo cae en los mercados internacionales y a partir del último tercio del
siglo XIX su explotación ya no resulta rentable. El testigo lo recogen ahora de nuevo otros dos metales de
gran importancia para la nueva Europa que empieza su industrialización: el cobre y sobre todo el hierro.
Los mismos filones de polisulfuros que comenzaron a apenas arañar los primeros mineros prehistóricos
son ahora explotados a gran escala. Surgen ahora los cotos mineros de El Tesorero, cuyas explotaciones se
inician en 1906, Don MartÃ-n, Tablas (Barranco Vinagre) y tantos y tantos otros en el sector metamórfico de
la Sierra de Baza. Ahora se trabaja abriendo galerÃ-as a varios niveles como las de la mina Hernán Cortés
o haciendo rozas a cielo abierto. La necesidad de sacar el mineral de la Sierra hace que se instale un cable
aéreo, al pie de esta última mina para llevarlo mediante vagonetas hasta un cargadero en la nueva lÃ-nea
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férrea construida por los ingleses, de Baza a Lorca precisamente con este fin en 1890. Una vez más las
fluctuaciones tan bruscas a las que está sometida esta actividad en función de los mercados, los costes de
producción y el agotamiento de los criaderos, llevó al cierre de las minas en 1923.
Pero no sólo se explotaron en este periodo los minerales ya mencionados. También se extrajeron otros en
menores cantidades. Fue el caso del bismuto, la blenda (cinc), el cinabrio, del que se obtiene el mercurio.
Éste último en las minas del Cerro Quintana, o el asbesto, del que se obtiene amianto, en la mina de
Floranes.
El último periodo de actividad de las minas de la Sierra tiene lugar entre 1960 y 1983 cuando se reabren
algunas viejas minas de plomo. El laboreo ahora se hace a cielo abierto y se aprovechan también las
antiguas escombreras.
Minas de Linares−La Carolina, Murcia.
Estas explotaciones mineras se encuentran en la provincia de Murcia. Se sitúan en el borde suroriental del
Macizo Hespérico (zona Centroiberica− Batolito de los Pedroches). Sus mineralizaciones son
principalmente de Pb−Ba y Zn−Cu, de tipo filonianas y ocurrencias menores estratoligadas.
La zona se divide en dos subdistritos, el de Linares y el de El Centenillo−La Carolina−Santa Elena.
En el distrito minero de Linares−La Carolina se han documentado yacimientos de la Edad del Bronce para la
extracción de este metal (como el de Peñalosa en Baños de la Encina) y otros de plata y plomo ya en
época de los romanos y cartagineses. Durante el siglo XIX, este distrito se convirtió en el mayor productor
mundial de plomo. Los vestigios de esta actividad alcanzaron su máximo esplendor a principios del siglo
pasado y desaparecieron en la década de los ochenta coincidiendo con el declive del plomo.
En cuanto a la minerÃ-a del distrito, la mena de la que se obtenÃ-a el beneficio era de galena y
sulfoarseniuros de plata. Ya hemos mencionada anteriormente que el distrito fue el principal productor de
plomo en el mundo durante el periodo de 1880−1920, con un máximo absoluto en 1918, en el que se
obtuvieron aproximadamente unas 144000Tn de concentrado de plomo. Las leyes rondaban en torno al 70%
de Pb en concentrados.
Las labores mineras engloban a unas 1300 minas, cuyos pozos maestros llegaban a alcanzar unos 65kms, y las
galerÃ-as sobre los filones alcanzaron 786kms.
En el sector de la zona de Linares la última mina en cesar las labores fue, la Mina La Cruz en 1991. En el
sector de La Carolina fue la Sociedad de los Guindos en 1981 fue la última en abandonar la explotación.
Las mayores producciones en la zona de Linares se obtuvieron del Filón Arrayanes, mientras que en la zona
de La Carolina la mayor producción fue del grupo Centenillo en las labores de los filones Perdiz, Crucero,
Mirador, Sur, Pelaguindas, Avetarda, Rancheros y San Sebastián.
Los métodos de explotación se realizaban mediante pozos y galerÃ-as subterráneas que llegaron a
alcanzar los 700m de profundidad. La galerÃ-a base se instalaba en la zona del filón Antiguo. TenÃ-an una
cámara almacén con galerÃ-a auxiliar en estéril, una cámara almacén con deszafre por tolvas, y
dividÃ-an las zonas en subniveles y voladuras de bancos.
Como dato curioso añadimos que 1984 el consumo de energÃ-a por tonelada tratada era de 14KWh y el
consumo de agua se acercaba a 2.28m3 por tonelada.
Se realizaron canalizaciones y conducciones de agua, que ahora están en estado de abandono. Además
29
también poseÃ-an escombreras y balsas. Algunas escombreras de estéril de la zona de Linares han sido
reutilizadas como material de relleno o construcción.
Minas de Arditurri, Guipúzcoa.
La riqueza mineral de Arditurri es conocida desde tiempos inmemoriales. Las primeras evidencias de
explotación organizada de la que se tiene constancia corresponden al Imperio Romano, época en la que se
construyeron en Arditurri numerosas galerÃ-as con el fin de extraer plata.
En la Edad Media la explotación de las minas tenÃ-a como objetivo la extracción de hierro, cuyas ricas
reservas no fueron del interés de los romanos. El mineral era transformado en las numerosas ferrerÃ-as que
proliferaron en el valle de Oiartzun.
Tras un tiempo de inactividad, a finales del siglo XVIII, la familia Sein de Oiartzun se encargó de poner
nuevamente en explotación las minas, para obtener plomo. El ingeniero alemán Juan Guillermo Thalacker
vino comisionado por Carlos IV para inspeccionar los trabajos que hacÃ-a Sein.
En 1830, la CompañÃ-a Guipuzcoana de Minas comenzó a explotar Arditurri. Se ampliaron las galerÃ-as
de explotación, comenzando lamentablemente el proceso de destrucción de buena parte de los vestigios de
épocas anteriores.
Entre 1902 y 1904 la CompañÃ-a Chavarri Hermanos de Bilbao se hizo con la concesión de hierro y
construyó el ferrocarril, que transportaba el mineral hasta el puerto de Pasaia. En la actualidad el trazado
constituye la VÃ-a verde de Arditurri, un sendero al que sólo pueden acceder peatones y ciclistas.
Durante los años 60 del siglo pasado, surgió un gran interés por la fluorita y las minas experimentaron
una notable modernización. La actividad en el coto de Arditurri finalizó en 1984. Sin embargo, en 1983,
antes del cierre definitivo de las minas, el Centro de Estudios e Investigaciones Histórico Arqueológicas
Arkeolan en colaboración con Félix Ugarte Talde, comenzó una serie de prospecciones arqueológicas
cuyos resultados han contribuido sustancialmente a conocer la historia de este maravilloso lugar.
Mina de ReocÃ-n, Cantabria.
El yacimiento de ReocÃ-n fue descubierto en 1856 por la empresa de capital belga Real CompañÃ-a
Asturiana de Minas (CRAM), que explotó ininterrumpidamente la mina, hasta que en 1981 Asturiana de
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Zinc, S.A. se hizo cargo de la misma. A la vista de las reservas de mineral se planificó el cierre de la
explotación minera para el segundo trimestre del año 2003. La mina de ReocÃ-n integra tres
departamentos productivos: la explotación a cielo abierto, la explotación de interior y la planta de
concentración.
La mina de interior cubre un área de 3.500 x 700 m., accediendo a ella mediante un pozo vertical y una
rampa para vehÃ-culos. Por el pozo Santa Amelia, operativo desde 1936, se realiza el acceso de personal y la
extracción de mineral.
El método de explotación utilizado en la mina de ReocÃ-n es el de corte y relleno consolidado de alta
densidad.
Por el tipo de explotación y su distribución espacial, la mina de interior puede subdividirse en tres zonas:
Zona de Recuperación de Pilares, Zona Centro o Visera y Zona Oeste o Punta de Lanza. llevados a cabo en
instalaciones exteriores. Una vez en la planta de flotación diferencial, el mineral pasa al circuito de galena,
realizándose el desbaste y apure en nueve celdas, y los tres relavados en diez celdas. El concentrado
obtenido pasa a un tanque espesador y de allÃ- a un filtro prensa, donde se obtiene el concentrado final de
plomo... El concentrado final es espesado en un tanque antes de pasar a los filtros prensa y obtener el producto
vendible de zinc. El estéril procedente del circuito de flotación se espesa en una baterÃ-a de ciclones y un
tanque espesador antes de bombearlo a la planta de tratamiento de estériles. El tratamiento de estériles se
realiza en dos filtros banda de vacÃ-o, en donde se obtienen hasta un máximo de 3.500 tm/dÃ-a de residuos
sólidos.
El municipio ha tenido un destacado peso industrial, sobre todo gracias a la explotación de su mina, que fue
cerrada en 2003, después de 140 años de actividad. El agotamiento de sus recursos, otra fuente de riqueza
para miles de cántabros, provocó el cierre con el cual se ponÃ-a fin también a la historia de la minerÃ-a
en Cantabria.
En el momento de la clausura, tanto la mina como la fábrica eran propiedad de Asturiana del Zinc S.A.
(AZSA), empresa creada en 1957, que absorbió en 1983 a la Real CompañÃ-a Asturiana de Minas de
Carbón, firma fundada en1833 que inició su actividad extractora en ReocÃ-n hacia mediados de la
década de los cincuenta, extendiéndola después a otras minas de la provincia. Desde que se iniciara su
explotación, a mediados del siglo XIX, se extrajeron del yacimiento 100 millones de toneladas de mineral.
No obstante, según algunos documentos y como atestiguan algunos vestigios hallados, los romanos tuvieron
conocimiento de esta mineralización e incluso llegaron a explotar la mina, posiblemente en busca de galena
o calamina.
Para el año 1890 las instalaciones de la mina de ReocÃ-n se consideraban entre las más modernas del
mundo, con alumbrado eléctrico, vÃ-as férreas, teléfono y dos mesas Linkenbach, para la
clasificación de minerales, de 10 metros de diámetro, las más grandes jamás construidas hasta entonces.
La crisis económica mundial de 1929 afectó a la empresa y aquejó de forma especial a la minerÃ-a de
Cantabria, quedando sólo activa la mina de ReocÃ-n, que con su cierre ha supuesto no solamente el fin de
una historia minera sino, también, la pérdida de riqueza y empleo especialmente para Helguera, Puente
San Miguel y Torrelavega. El Gobierno regional ha formalizado en 2003 la adquisición de 130.000 m2 de
terrenos de la extinta mina, que incluyen las oficinas, el pozo Santa Amelia, el castillete y todo el material y
utensilios empleados en ella, para acondicionarlo como museo minero.
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Minas de Picos de Europa, Cantabria.
Ãliva y la zona de los Picos de Europa próxima a Espinama fueron objeto de explotación minera durante
casi 150 años, en época reciente. Lógicamente, esa actividad minera ejercida durante tantos años
influyó, y mucho, en la vida del Concejo. A dar a conocer la actividad minera en sÃ- y sus repercusiones se
dedican estos artÃ-culos.
Antes de que a mediados del siglo XIX comenzara la gran actividad minera, habÃ-an existido algunos
precedentes. Hay quien cree que ya los romanos pudieron llevar a cabo alguna explotación en los Picos de
Europa, el Mons Vindius de entonces. No está claro y, de ser cierto, es poco probable que fuera por la zona
de Espinama.
Es en la Edad Moderna cuando existen documentos escritos que hablan de minas en Espinama. En 1532 se
menciona una mina en Peña Vieja pero es unos años después, en 1557, cuando se dan detalles
concretos. Se habla de la existencia de una mina de oro y plata «en el puerto de Ãliva, confinante con
Peña Vieja, a mano derecha antes de llegar a la colladilla, cerca por la parte inferior de la fuente
cimera». Los geólogos Manuel Gutiérrez Claverol y Carlos Luque Cabal, autores del libro "La minerÃ-a
en los Picos de Europa", creen que, más que de oro −inexistente en Picos− serÃ-a una mina de pirita o
calcopirita, minerales que tienen brillo aurÃ-fero y están presentes en Ãliva.
De 1578 es la siguiente mención documental. Se trata de una carta en la que Pedro Bueno de Escandón pide
que se le conceda beneficiar dos minas en Cabrales y «otra de plomo que descubrió en el término de
Ãliva».
Son, pues, varias las citas de minas en la zona en los siglos XVI y XVII. Sin embargo, la explotación de tales
minas, de haberse llevado a cabo, debió ser muy efÃ-mera por cuanto no hay menciones a ellas entre la
mucha documentación de los siglos XVII y XVIII relativa al Concejo que he podido manejar. El hecho de
que las Ordenanzas del Concejo de 1625 incluyan un capÃ-tulo en el que se prohÃ-be «sacar ningún carro
de piedra para fuera del Concejo» confirmarÃ-a la falta de explotación minera como también lo
confirmarÃ-a el que en el Catastro del Marqués de la Ensenada de 1752, a la pregunta relativa a la
minerÃ-a y la industria del lugar, contesten refiriéndose únicamente a los molinos y el batán. Tampoco
hay alusiones a la actividad carretera necesaria para el transporte del mineral que tendrÃ-a que haber sido
ejercida por los vecinos de Espinama como más próximos a dichas minas. Hay que esperar, por tanto, hasta
el siglo XIX para encontrar una explotación real de la riqueza mineral de la zona.
32
En 1853 la Real CompañÃ-a Asturiana de Minas comienza a hacer prospecciones en los Picos de Europa,
como resultado de las cuales descubre el año siguiente la importante presencia de cinc y plomo. Dos años
después, en 1856, ya comienza a explotarlo en Ãliva y zonas próximas. Por aquellos mismos años, la
sociedad "La Providencia" comienza igualmente sus explotaciones. Conocidos los hallazgos, los registros
mineros proliferan por toda la zona.
De todas las minas fue la de Las Manforas, en Ãliva, la más importante. Su explotación, con
intermitencias, llegó hasta 1989, cuando se produjo el cierre definitivo. También hubo minas en sus
proximidades en la Canal del Vidrio, en el Duje, La Marta Navarra, Puertos de Ãliva y Horcadina de
Covarrobres. Además de en Ãliva, se explotaron minas en Lloroza (Las Gramas y Altáiz), Fuente Dé y
Liordes.
La ubicación de las minas, en terreno montañoso y a más de 1.500 metros de altitud, supuso, en el
periodo anterior a la guerra civil, perjuicios a tres niveles:
1º) Los duros inviernos impedÃ-an trabajar durante todo el año. Las campañas duraban desde mayo o
junio hasta noviembre.
2º) La lejanÃ-a respecto a los pueblos más próximos −Espinama y Sotres− implicaba dificultades
logÃ-sticas. Por una parte, el personal no podÃ-a ir a su casa y volver todos los dÃ-as. Por otra, los
abastecimientos también eran más complicados.
3º) La dificultad de dar salida al mineral. La necesidad de llevarlo desde lugares tan apartados hasta
Unquera, a unos 70 kilómetros, donde se embarcaba, hacÃ-a que el transporte encareciera notablemente el
producto.
Para mitigar esos problemas las compañÃ-as mineras construyeron casetones para alojar a su personal en
Ãliva, en Lloroza y en Liordes. Además, se construyó una gran red de caminos a través de los cuales
los carros de bueyes sacaban el mineral. AsÃ- lo podemos leer en el libro "Liébana y los Picos de Europa",
publicado en 1913 por "La Voz de Liébana":
Los lavaderos, como el que se cita en la Canal del Vidrio o el de Liordes, tenÃ-an por objeto tratar las piedras
de mineral de menor ley antes de su transporte a Espinama. Estos minerales eran triturados en molinos,
lavados y concentrados en cribas de palanquÃ-n o en cajones alemanes, para asÃ- facilitar su transporte. El
mineral de alta ley, en cambio, era llevado con carros directamente hasta Espinama, desde donde continuaba
viaje hasta Unquera.
Sirvan como ejemplo de la importancia de estas explotaciones los datos de la "EstadÃ-stica comercial e
industrial de la provincia de Santander" de 1909, publicada por el Ministerio de Fomento. En ella se dice que
la Sociedad La Providencia tenÃ-a tres concesiones en Ãliva y otras cuatro en Ãndara, empleando entre
todas a 132 hombres, 6 mujeres y 8 muchachos. En Ãliva obtuvo ese año 625,10 Tm. de cinc (en Ãndara
317,3 Tm.). La Real CompañÃ-a Asturiana, por su parte, tenÃ-a una concesión en Lloroza, con 31 obreros
y una producción de 484 Tm. de cinc. Por último, la de EchevarrÃ-a y CÃ-a. contaba con una concesión
"en Camaleño" (la de la Canal del Vidrio debe ser) con 29 hombres y tres mujeres y 279,4 Tn. de
producción.
Un dato más genérico: según los citados Claverol y Luque, entre 1856 y fines de 1899 se extrajeron de
las minas de los Picos de Europa 160.000 toneladas, cantidad en la que se incluye lo producido también en
las minas de Ãndara, no ubicadas en el Concejo.
Estos altos niveles de producción se veÃ-an, sin embargo, muy influidos por el precio alcanzado a nivel
internacional por el cinc. Cuando, como durante la I Guerra Mundial, subÃ-a, la rentabilidad era mayor y se
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aumentaba la producción. En cambio, en épocas en que el precio del cinc bajaba, el alto costo del
transporte hacÃ-a que dejara de ser rentable la explotación. Por este motivo, dejaron de explotarse durante
algunas temporadas, la más prolongada la que se inició en 1927, con la crisis internacional, cierre que se
alargó hasta años después de finalizar la guerra civil española. En esos años parece que sólo la
Sociedad Anónima Picos de Europa, dirigida por Manuel Palacios Antón, realizó un aprovechamiento
esporádico de mineral residual de algunas labores o en las escombreras.
Es en 1942 cuando la CompañÃ-a Minero Metalúrgica Montañesa, sucesora de La Providencia, retoma
los trabajos en las minas de Ãliva, trabajos que duran hasta 1953. La explotación incluye seis concesiones
de las que es propietario el espinamense Rafael Calvo Briz. En este periodo, en 1950 en concreto, se comete
uno de los mayores errores de la historia minera de Ãliva: la "explosión Kachinski", gran voladura, con dos
mil kilos de dinamita, que produjo una gran cicatriz en la Canal del Vidrio.
Pocos años después del abandono por la M.M.M., en 1956, es nuevamente la Real CompañÃ-a
Asturiana de Minas, a través de su filial "Sociedad Carbones de La Nueva", la que arrienda las concesiones
de Rafael Calvo y retoma su explotación y la de las otras concesiones que allÃ- mantenÃ-a. Es entonces
cuando se produce un cambio sustancial: la explotación minera se alarga a todo el año. Para ello, los
mineros se alojan durante el invierno en casetones colectivos que, ya en los años 1970 cuando la titularidad
de la explotación es de otra filial de la Asturiana, la "Sociedad Minera Picos de Europa, S.A.", son
sustituidos por barracones de cemento armado en forma de medio tubo, con bóveda de cañón, de modo
que la nieve resbalara sobre ellos. Se cuenta, además, con nueva maquinaria y son camiones los que se
encargan del transporte.
La explotación por esta última compañÃ-a abarca desde 1967 hasta que en 1981 pasa a "Asturiana de
Zinc, S.A.", sociedad que compra la R.C. Asturiana de Minas. Finalmente, en 1985, AZSA vende las
concesiones de Ãliva a AgustÃ-n Fernández BalmorÃ- quien, hasta el cierre definitivo en 1989, con
apenas una veintena de trabajadores, hace un aprovechamiento residual, buscando sobre todo piezas vistosas
de blenda acaramelada para su venta a coleccionistas.
Las minas de Lloroza (Las Gramas y Altáiz), con pobre contenido en galena o blenda, habÃ-an dejado de ser
explotadas a principios de los años 1920. Las de Liordes, por su parte, con muchas intermitencias, fueron
objeto de alguna explotación residual todavÃ-a por los años 1950, periodo en el que también cesó la
explotación de las minas de Fuente Dé pese al hallazgo unos años antes (hacia 1952) por Luis de
MarÃ-a Santos de un yacimiento nuevo del que se hizo cargo, mediante alquiler, la Real CompañÃ-a
Asturiana.
En total, se sostienen que de las 600.000 toneladas originales de mineral (13% de ello zinc y 2% plomo), en
Ãliva, en el momento del cierre, quedaban únicamente reservas de 50.000, lo que indica claramente la
importancia de la explotación minera allÃ- desarrollada.
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Minas de Mazarrón, Murcia.
El distrito minero de Mazarrón (Murcia) constituye uno de los sitios de interés geológico y minero más
importantes de España, y junto con los distritos de La Unión y Rodalquilar, constituye un extraordinario
ejemplo de la relación entre el vulcanismo mioceno del sureste peninsular y los procesos metalogénicos.
En Mazarrón podemos observar la presencia de cuerpos mineralizados (Pb−Zn−Ag, alunita) relacionados
con aparatos subvolcánicos (pórfidos dacÃ-ticos)
tipo domo del Mioceno.
Existen tres zonas mineralizadas principales en el distrito de Mazarrón
(de este a oeste): San Cristóbal−Perules, Pedreras Viejas y Coto Fortuna. El ejemplo más notable de domo
mineralizado lo constituye San Cristóbal−Perules (adyacente al pueblo de Mazarrón).
El Distrito de Mazarrón permite remontarnos en el tiempo a una minerÃ-a que, similar a la del distrito
minero de La Unión, alcanzó su apogeo a fines del siglo XIX − comienzos del XX. No obstante, debemos
mencionar que la historia minera de Mazarrón se extiende más allá de estas fechas, comenzando en el
siglo II A.C. durante la expansión del Imperio Romano.
Posteriormente durante los siglos XV y XVI se llevó a cabo la explotación de los depósitos de alumbre de
la zona. Sin embargo, el desarrollo moderno de Mazarrón no llegó hasta fines del siglo XIX cuando se
instalaron allÃ- dos compañÃ-as mineras: Unión, constituida en Madrid en 1883, y Ãguilas, fundada en
1884 con capitales franceses. Hacia los años 1960s, toda actividad minera cesó definitivamente.
La mineralización metálica consiste en filones y stockworks, y los principales minerales son pirita (FeS2),
esfalerita (ZnS) y galena (PbS) argentÃ-fera (15−20% Ag). Otros sulfuros incluyen calcopirita (CuFeS2),
tetraedrita−tenantita (Cu,Fe,Ag,Zn)12(Sb.As)S13, arsenopirita (FeAsS), cinabrio (HgS), estibina (Sb2S3) y
berthierita (FeSb2S4). Minerales secundarios incluyen cerusita (PbCO3), anglesita (PbSO4), smithsonita
(ZnCO3), azurita (Cu3(CO3)2(OH)2) y malaquita (Cu2CO3(OH)2), mientras que la ganga consiste en cuarzo
(SiO2), calcita (CaCO3), siderita (FeCO3), dolomita (MgCO3) y yeso (CaSO4·2H2O). El intenso
recubrimiento de limonitas está caracterizado por la presencia de goethita (FeOOH) y jarosita
(KFe3(SO4)2(OH)6). Las reservas actuales son del orden de 11 Mt al 2,59% Zn, 0,57% Pb y 16,6 g t Ag.
35
La minerÃ-a en Mazarrón fue principalmente subterránea y los pozos y galerÃ-as alcanzaron
profundidades de unos 500 m (San Cristóbal − Perules). En el distrito se llevaron a cabo distintos tipos de
operaciones para recuperar minerales y metales:
1. Calcinación de rocas alteradas ricas en alunita para la obtención de alumbres, durante la época romana
y con un pico de
producción en los siglos XV a XVI. A partir de 1774 se trabajaron los residuos del procesamiento de los
alumbres, un material de fuerte color rojo rico en óxidos de Fe, metales (Pb−Zn) y metaloides (As).
2. Concentración de galena por gravedad mediante la utilización de jigs.
3. Fundición de menas ricas en galena mediante hornos reverberos (finales del XIX).
4. Extracción de Zn de las minas de Mazarrón a partir de 1951 y hasta 1963 mediante flotación.
Minas de La Unión, Cartagena, Murcia.
Es el principal distrito minero de la región. La zona minera propiamente dicha ocupa una superficie
rectangular, alargada en dirección noreste−suroeste, de unos 10 x 5 km, que encierra la mayor acumulación
de Pb−Zn de las Béticas y una de las principales de la PenÃ-nsula Ibérica.
Después de siglos de casi total inactividad minera, se va a dar a partir de 1839 un fulgurante despegue de la
minerÃ-a, y en sólo unos pocos años se denuncian más de 1.500 minas en la sierra. En la Sierra Minera
de Cartagena−La Unión se distinguen, bajo un punto de vista morfológico, los siguientes tipos de
mineralizaciones:
− Los mantos: masas y cuerpos estratoides.
− Diseminaciones en el Mioceno.
− Estructuras filonianas s.l.
− Stockwork y filones asociados a las vulcanitas.
36
Los mantos:
De todos esos tipos de mineralización, los mantos son los que han constituido el principal recurso mineral y
permitido el desarrollo de las grandes explotaciones a cielo abierto.
Existen dos tipos principales, con diferentes posiciones estratigráficas: 1er manto y 2º manto. Ambos
consisten en cuerpos más o menos estratoides, constituidos en unos casos por masas de greenalita−magnetita
con sulfuros dispersos (manto de silicatos) y, en otros, por sulfuros diseminados, en hiladas o masivos, dentro
de una formación clorÃ-tica (manto piritoso):
a) Manto superior o 1.er manto: Se sitúa a la base del paquete carbonatado de la unidad de S. Ginés,
asociado espacialmente a las doleritas. Aparece básicamente desarrollado en la zona central (Emilia− S.
ValentÃ-n−Tomasa), sobre un área de unos 10 km2. Fuera de dicha zona, sólo se le encuentra en la zona
este (Buen Consejo−Julio César) y en alguna pequeña zona aislada.
Sus caracterÃ-sticas indican un fenómeno de reemplazamiento meta somático, particularmente claro en el
tipo manto de silicatos, donde la masa grenalÃ-tica conserva las estructuras originales de la roca. Los mayores
espesores se han dado en la zona de S. ValentÃ-n−Emilia, entre 40 y 80 m, mientras que en la zona este
(Buen Consejo−Julio César) son del orden de los 20 m.
b) Manto inferior o 2º manto: Se sitúa al nivel de los mármoles del Nevado−Filábride. Aparece sobre un
área muy extensa del orden de 40 km2, de forma aproximadamente elÃ-ptica, con su eje mayor según la
dirección NNE−SSO y centrada sobre la zona del Sancti Spiritu. (Cantera San ValentÃ-n).
Este cuerpo tiene un carácter estratiforme, concordante con las rocas encajantes y con sus estructuras de
esquistosidad y plegamiento. Los espesores varÃ-an normalmente entre 3 y 25 m, en aparente relación en
unos casos con estructuras de plegamiento (engrosamiento en zonas axiales) y en otros casos con fracturas. El
espesor medio puede estimarse en unos 10 m.
b) Paragénesis minerales de los mantos: Los mantos de la Sierra de Cartagena presentan dos tipos
principales de asociaciones minerales primarias:
Paragénesis 1: Asociación clorita−sulfuros−carbonatos−sÃ-lice (manto piritoso)
Paragénesis 2: Asociación greenalita−magnetita−sulfuros−carbonatos−sÃ-lice (manto de silicatos o de
magnetita).
Existen estimaciones orientativas de la magnitud original de los yacimientos contenidos, en base a criterios
geológicos, apoyados en la abundantÃ-sima información minera, en los datos estadÃ-sticos de
producciones, etc.
Según tales estimaciones, la cuantÃ-a original de estos depósitos minerales en sus diversos tipos,
estratiformes o mantos, filones, diseminaciones y stockworks, monteras o gossans, superarÃ-a los 240
millones de toneladas de mineral bruto, con un contenido en metales del orden de 64 millones de toneladas de
Fe, 3.2 M.t. de Pb, 3.8 M.t. de Zn, y 4.000 toneladas de Ag, cifras que los destacan netamente de otros
distritos mineros.
Siendo evidente su importancia como acumulación metal, en cambio a nivel de leyes o contenido metálico
relativo se le puede considerar como un distrito pobre, casi marginal, con las excepciones muy localizadas de
ciertos enclaves o filones, como el caso del Cabezo Rajao. Ello explica en buena medida el carácter cÃ-clico
y discontinuo de la actividad minera en la zona. Las mayores minas de la Sierra de Cartagena, en cuanto a su
tonelaje de mineral son: San Valentin, Emilia, Tornasa, Los Blancos III, los Blancos I y II, Gloria y por
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ultimo San Jose−Gloria Este (según los datos de Peñarroya−España), de mayor a menor tonelaje.
Minas del Cerro del Toro, Motril, Granada.
Se localizan en las estribaciones occidentales de la Sierra del Jaral, al Norte de Motril (Granada) y próximo a
su área urbana. Las minas del Cerro del Toro, eran explotadas la blenda o esfalerita, la principal mena de
zinc.
La primera referencia de las minas se remonta los textos del geógrafo e historiador Al−Razi (888−955). Son
los pocos restos que quedan de aquella época. La ocupación de la AlquerÃ-a de Batarna. Hace referencia
a los yacimientos de Zinc, cerca de Salonbino (Salobreña). Estas minas también destacan por la calidad
de su mineral.
La explotación moderna de la mina se realizó en los años 70 a través de la concesión llamada Pepita.
En esa época se desarrolló una labor minera en el interior de la mina formada por diferentes niveles.
• El primer nivel denominado Pepita 1 con una profundidad de 196m. Actualmente inundado por agua.
• El segundo nivel denominado Pepita 2 con una profundidad de 157m.
Los minerales que más importancia tenÃ-an eran Blenda o Esfalerita, ambos compuestos por sulfato de zinc.
Es decir que el mineral primario era zinc.
En la actualidad se está recuperando el patrimonio geominero de la zona para crear un museo dentro de la
mina.
GalerÃ-a de la Mina Pepita.
Mina San José, Legorreta, Guipúzcoa.
La mina San José se encuentra en la zona de Legorreta, cerca de Isasondo y Berasategui Anzoa, en la
provincia de Guipúzcoa. Las principales sustancias explotadas serán la blenda y la galena, es decir plomo y
zinc principalmente.
Este yacimiento fue explotado durante 30 años, desde 1957 hasta 1987, por la compañÃ-a Asturiana de
Zinc, S.A. (AZSA).
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Los trabajos de desarrollo de la mina se realizaron siguiendo una dirección ONO−ESE marcada por el
contacto entre el nivel calcarenÃ-tico con la serie detrÃ-tica suprayacente.
La explotación del yacimiento se hace mediante el método de realce por subniveles, dejando macizos de
mineral para soportar el techo. Junto a las instalaciones de la mina existieron unas instalaciones para la
molienda y una planta de concentración del mineral por flotación.
La explotación se empezó en la cota 280m y se fue profundizando hasta la cota −5m, donde ya no se
encontró mineral. El acceso al interior se realiza en la cota 200m.
Las distintas galerÃ-as están espaciadas unos treinta metros aproximadamente en vertical, existiendo
galerÃ-as a cotas 200, 170, 140, 110, 90, 65,25 y −5m. Las cinco galerÃ-as superiores eran socavones
abiertos desde el exterior del monte, la sexta, que era el nivel inferior de la mina, estaba comunicada con la
galerÃ-a de la cota 200m por un plano inclinado y una chimenea. La diferencia de nivel entre la galerÃ-a
más alta y la más baja era de 97m.
El material de escombro se fue almacenando en las galerÃ-as y cámaras abandonadas por lo que en el
exterior solo se han acumulado las escombreras de finos procedentes de la planta de flotación.
Las leyes y reservas de la mina son entre 15−20% de zinc y 5−6% de plomo en las zonas más ricas. En los
últimos años las leyes han disminuido siendo entre 8−10% de zinc y 2% de plomo.
Estado deplorable de las galerÃ-as de la mina San José, Legorreta.
Minas de Rubiales y Toral de los Vados, León.
La mina Antonina, localizada en las cercanÃ-as del Toral de los Vados, exploto desde 1935 una
mineralización de plomo y zinc sobretodo, alcanzando labores de cierta importancia hasta su cierre en 1983.
Conocida tradicionalmente por su aragonito azul.
La Mina Antonina es una de las más significativas de un grupo importante de yacimientos de zinc−plomo
del NO de la PenÃ-nsula Ibérica y que engloba también a la mina de Rubiales (exhausta), y el
yacimiento inexplotado de Santa Bárbara y varias decenas (más de 31) de pequeñas minas. Muchos de
estos depósitos fueron explotados a pequeña escala mediante socavones de montaña y zanjas entre 1910
y 1930, parte de ellas realizadas por la CompañÃ-a Asturiana de Minas.
39
En los años 1950−1960, Asturiana de Zinc S.A. realizo una completa exploración del área con apertura
de abundantes labores de pequeño tamaño.
Es a principios de los setenta, con el descubrimiento del yacimiento de Rubiales, cuando la zona se convierte
en un objetivo prioritario para la industria minera y empresas como Rio Tinto Minera, la
Minero−Siderúrgica de Ponferrada, la Sociedad Minero Metalúrgica Peñarroya España, ENADIMSA,
EXMINESA u Outukumpu, exploran en la zona.
Durante toda esta época la mina Antonina, trabajada por la sociedad del Rio Kúmer, primero para
mercurio y posteriormente para plomo−zinc, esta activa de una manera intermitente.
Entre 1965 y 1983, es explotada de una manera sistemática mediante un plano inclinado y socavones de
montaña.
Entre 1965 y 1972, se extrajeron unas 185000Tn con leyes del orden de 6.3% de Pb y 3.2% de zinc.
Entre 1972 y 1978, la SMMPE investiga la concesión en consorcio con RÃ-o Kúmer, realizando diversos
trabajos de superficie, cartografÃ-a del detalle, limpieza de labores, demuestre en la mina, 41 sondeos
(15271m perforados) y, sobretodo, dos grandes rampas y diversas galerÃ-as, cubicando alrededor de
4,75MTn con leyes de 4.4% de Pb y 5.4% de Zn sobre una potencia mÃ-nima de dos metros.
Posteriormente, en 1986, EXMINESA, realiza un último estudio exhaustivo de las labores y algunos sondeos
de interior, llegando a la conclusión de que los tonelajes no son suficientes para una explotación
económica, probablemente 2MTn con 5.3% de Pb y 5.3% de Zn.
Plano inclinado con instalación de transporte de mineral, en mina Antonina.
HIERRO
El hierro es el metal de transición más abundante en la corteza terrestre, y cuarto de todos los elementos.
También abunda en todo en el Universo, habiéndose encontrado meteoritos que lo contienen. Se
encuentra formando parte de numerosos minerales, entre los que destacan la hematites (Fe2O3),
la magnetita (Fe3O4), la limonita (FeO (OH)), la siderita (FeCO3), la pirita (FeS2),
la ilmenita (FeTiO3), etc.
40
España es uno de los paÃ-ses más importantes en cuanto a minerÃ-a. Produce unos 265.000 Kg. de hierro,
128.100 Kg. de cinc y 24.000 de plomo.
Como en el caso de otras sustancias metálicas, los indicios de la actividad extractiva se remontan a épocas
prerromanas. En la PenÃ-nsula Ibérica, con la primera Edad de Hierro (s.VII a.C.) comienza la difusión
de la utilización del hierro para la elaboración de herramientas agrÃ-colas. Es en la Segunda Edad de
Hierro (s. V a.C.) cuando su uso se generaliza.
En las proximidades de Sagunto aparecen abundantes restos de explotaciones correspondientes a la época
romana.
Con la desaparición del mundo romano, en occidente, se produce un declive general de la técnica, sin
embargo se conserva la práctica de la fabricación del hierro en las ferrerÃ-as de pequeños núcleos
rurales y monasterios, que utilizan como materia prima los óxidos e hidróxidos de las monteras de los
yacimientos.
En cuanto a la España musulmana, con un crecimiento mayor, respecto a los reinos cristianos, de las
actividades económicas, existen igualmente referencias de la extracción y aprovechamiento de minerales de
hierro.
Con el desarrollo de la civilización urbana (s.XIV) el hierro se convierte en un metal estratégico. Desde
finales del s.XIX y hasta el primer cuarto del XX, hubo años en los que la producción española supuso el
10% de la mundial. Antes de la 1ªGuerra Mundial, solo el sector de Bilbao llego a producir más de 9MTn.
En 1918 existÃ-an 430 minas operativas, en 1960 eran 210 y del 64 al 73 el número se redujo a 35, aunque
la producción pasó de 5.2MTn a 6.9MTn. Durante estos años se llevo a cabo una considerable
concentración de las explotaciones, de tal modo que solo 7 compañÃ-as proporcionan el 80% de la
producción nacional.
Durante los últimos 25 años se ha pasado por diversas etapas de crecimiento y desactivación. En 1974 se
alcanzo un máximo de 9.8MTn (4.7MTn de metal contenido) descendiendo durante los años 1975 y 1976,
de nuevo se incrementan las producciones desde 1977 hasta 1980, llegando a alcanzarse este ultimo año los
9.2MTn (equivalentes a 4.3MTn de metal contenido) y a partir de esa fecha, hasta hoy dÃ-a, los descensos
han sido continuos y, por ejemplo, en 1995 apenas se han sobrepasado los 2MTn, el valor más bajo desde
1945, aunque en 1995 se recupero ligeramente 2.3MTn ( 1MTn de metal de hierro contenido).
Paralelamente se ha reducido el número de explotaciones, de las más de 260 existentes en ellos años 60,
y después del cierre, en 1993, de las ultimas explotaciones de Agruminsa en Vizcaya, solo permanecen
activas, en la actualidad, dos minas: la del Marquesado de Zenete, en Alquife (Granada) con una producción
anual de unas 3.5MTn de mineral, y la de Cala ( Huelva) con una producción anual de 100000Tn de
concentrado de magnetita y 4000Tn de concentrado de Cu.
Son diversas las causas que pueden explicar los fuertes descensos en las producciones, pero destacamos: el
tamaño mediano a pequeño de la mayor parte de los yacimientos, las impurezas, las bajas leyes, los costes
de transporte de interior muy elevados y como consecuencia de esos factores, la fuerte competencia que
presenta la importación de minerales de alta calidad.
Según la Actualización del Inventario Nacional de Recursos de Hierro realizado por el ITGE en 1984, los
recursos identificados totales son los siguientes: 305.2MTn de recursos medios y económicos, y 1792.2MTn
para los restantes económicos indicados e inferidos y su económicos.
Los yacimientos existentes en España clasificados según la tipologÃ-a del yacimiento son:
41
Depósitos hidrotermales metasomaticos en:
Zona Norte, en las que hay masas irregulares de óxidos, hidróxidos y carbonatos en calizas y dolomÃ-as
del Cretácico. Las leyes son máximas en los óxidos y mÃ-nimas en las sideritas y otros carbonatos. Los
contenidos en sÃ-lice son bajos, pero el calcio y el magnesio pueden alcanzar el 6%. Sulfuros en pequeñas
proporciones. Los principales depósitos son: Bodovalle, Somorostro y Orconera en Vizcaya; DÃ-cido y
Camargo en Santander; y Lesaca en Navarra. Además en las calizas del CarbonÃ-fero aparecen depósitos
metasomáticos en las zonas de Somiedo y Sierra del Cuera, Asturias.
Zona centro y en Levante, las explotaciones más importantes se encuentran en Sierra Menera, en la
alineación del Pobo, Setiles y Ojos Negros, en la Sierra del Moncayo. Las mineralizaciones están
constituidas esencialmente por óxidos (hematites y goethita) y proporciones menores de siderita encajadas en
dolomÃ-as de edad Ashgilliense. Aparecen otras mineralizaciones análogas en Artana (Castellón),
asociadas alas calizas del Trias.
La zona sureste, existen varios grupos de mineralización estratoligada, encajadas en los materiales
carbonatados del complejo Nevado−Filabrides. Se presentan embolsadas y masas irregulares, aunque
también pueden aparecer como rellenos de fracturas o niveles y lentejones de menores dimensiones. Las
especies minerales principales son: hematites, siderita, ankerita, limonita, goethita, magnetita y ocres, y como
accesorios aparecen sulfuros.
Los principales sectores de extracción son los del Marquesado, Seron−Bacares, Bédar−Lubrin, Beires y
Sierra Alhamilla. En el Marquesado se sitúa la mina de Alquife, con unas reservas en torno a las 200MTn y
una porción anual de 3.5MTn. la composición media de mineral es: 54.6% de Fe, 4% de Mn, 0.45%
álcalis y contenidos menores de S,P, Ti, Ba, Co, Ni, Zn y Pb.
Depósitos metasomáticos de contacto:
La Zona Suroeste: estas mineralizaciones aparecen en los contactos de rocas intrusivas, acidas a intermedias,
de edad VarÃ-scica, con dos horizontes carbonatados del Cámbrico Inferior. Adoptan una morfologÃ-a
masiva e irregular y están encajadas en rocas de silicatos cálcicos (skarns). Los minerales principales son
magnetita y hematites, además de los silicatos cálcicos de la ganga, y los accesorios hidróxidos, siderita y
sulfuros, correspondiendo estos últimos a una paragénesis hidrotermal, que, en el caso de la mina de Cala
adquiere importancia por su contenido en cobre. Los yacimientos más importantes son: Cala (Huelva), el
único en actividad de esta tipologÃ-a. En la provincia de Badajoz, San Guillermo, Monchi, Santa Justa, El
Colmenar y La Berrona. En la provincia de Sevilla, la zona de El Pedroso.
La Zona de Málaga, sus yacimientos están desarrollados en el contacto de cuerpos intrusivos básicos, de
edad Alpina, con dolomÃ-as del Paleozoico, la morfologÃ-as es masiva irregular y los m minerales
principales son magnetita y hematites, en la fase sulfurada aparecen pirrotina y calcopirita. La explotación
más importante fue la mina La Concepción.
La Zona Sureste, en la provincia de Murcia, en el entorno de CehegÃ-n, Caravaca, Bullas y Cieza, se ubican
varios yacimientos de magnetita. Las mineralizaciones aparecen en los contactos de intrusiones diabásicas
con calizas y dolomÃ-as del Muschelkalk. La explotación más importante ha sido la de CehegÃ-n.
Depósitos sedimentarios marinos:
Prácticamente todos los yacimientos de hierro oolÃ-tico se localizan en el Noroeste de la PenÃ-nsula. Son
mineralizaciones estratiformes con texturas oolÃ-ticas. Los oolitos, formados esencialmente por siderita y
silicatos de hierro o por goethita, siderita y chamosita, por efecto del metamorfismo han sufrido
transformaciones en su textura y composición. Los contenidos en alúmina y fosforo son altos. Se pueden
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distinguir tres grupos:
Depósitos Cámbricos: en la Formación Candamo y en las Calizas de Vegadeo aparecen varios Ã-ndicos
de escaso interés, afectados por la tectónica y metamorfismo.
Depósitos OrdovÃ-cicos: en el distrito de Peñarrubia−Ponferrada−Astorga están las explotaciones más
importantes: Cotos Wagner, Vivaldi, San Bernardo y San José. En las pizarras y areniscas de la serie de
Luarca, aparecen varios yacimientos de Viveros, Villalba e Incio. En todos ellos el metamorfismo de contacto
ha modificado la estructura y mineralogÃ-as originales. Igualmente en el Arco Silurico Oriental ( de Ribadeo
al este de Lugo), y en la misma serie, se localizan varios indicios y depósitos en los sectores de Villaodrid,
Fonsagrada, Orrea, Boal y Porcia.
Depósitos Devónicos: las explotaciones asturianas de Llumeres y Quirós.
A continuación, como se viene repitiendo en metales anteriores, comentaremos las caracterÃ-sticas de
ciertas minas.
Minas de hierro de Vizcaya
Estas minas son conocidas desde tiempos remotos y ya eran mencionadas en los escritos de Plinio y
Estrabón. En la Edad Media existÃ-an en Vizcaya numerosas ferrerÃ-as, famosas por la excelente calidad de
sus productos; en esta primera época se explotaba únicamente la hematites roja, pulverulenta, llamada
"vena", que se encontraba en filoncillos dentro de la gran masa de mineral de hierro. Posteriormente y, sobre
todo, después del descubrimiento de los convertidores Bessemer, se volcaron sobre Vizcaya las principales
siderurgias europeas, debido fundamentalmente a la reducidÃ-sima presencia de fósforo del mineral.
Al principio se exportaron únicamente los óxidos férricos anhidros, conocidos en el paÃ-s con los
nombres de "vena" y "campanil" (hematites), posteriormente los óxidos férricos hidratados conocidos con
el nombre de "rubio" (limonita) y, a partir de 1.900 se empezaron a calcinar y exportar las abundantes masas
de carbonatos (siderita).
Toda la cuenca minera de Vizcaya es de edad cretácica. Los ejemplares de estos yacimientos, que han
alcanzado durante varios años una producción de 5.000.000 de toneladas anuales, se encuentran en la
mayor parte de las colecciones del mundo.
Mina de Cabárceno, Peña Cabarga, Cantabria.
El karst de Cabárceno, en el macizo de Peñacabarga, Sierra de la Gándara, ha sido explotado desde los
tiempos de los romanos, especialmente en su ladera sur, generándose un rasgo paisajÃ-stico singular: las
agujas kársticas que aparecieron según se explotaban las arcillas que las cubrÃ-an.
Es en el Bronce Final cuando podemos marcar el inicio de las explotaciones mineras en Peña Cabarga. Este
periodo supone una auténtica revolución, en donde el comercio y la minerÃ-a desempeñan un papel de
primer orden. En el ámbito minero, los avances en la extracción de minerales y en especial del cobre traen
consigo el nacimiento de una nueva generación de mineros especializados y de auténticos metalúrgicos
expertos en la extracción y fundición de los metales. En este contexto minero tiene gran repercusión el
paso del hacha pulimentada de piedra al hacha de bronce, en principio sencilla y posteriormente con las
conocidas anillas para engarzar.Â
Se conserva en el Museo Regional de Prehistoria y ArqueologÃ-a de Santander uno de estos ejemplares,
hallado en una de las explotaciones mineras diseminadas por la Sierra de Cabarga. El rasgo más
representativo, y que ha dado nombre a este periodo histórico, es la proliferación de objetos de bronce
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relacionados con todos los aspectos de la vida: cascos, escudos, utillaje agrÃ-cola, minero y calderos. En
Cabárceno, en su mina Crespa, se descubrió en 1912 una marmita de este metal, fechada entre los años
1000 − 800 a.C., que guarda paralelismo con los calderos realizados en las Islas Británicas en los albores
del primer milenio a.C.
Durante la Edad del Hierro las minas de Peña Cabarga fueron reconocidas y explotadas, como atestiguan
los objetos arqueológicos encontrados en las cuevas de la Castañera, en Obregón, y de la Tobalina, en
Cabárceno. Es factible que de la extracción y transformación del mineral se encargasen las comunidades
asentadas en el entorno de Peña Cabarga y que, una vez convertido en metal, se extendiese a través de
rutas comerciales ya establecidas, tanto con el sur de Francia como con el resto de la PenÃ-nsula.Â
Pero es durante la época romana cuando se produce un auge en la actividad minera. La riqueza
metalÃ-fera de Hispania, y Cantabria en particular, era conocida por los romanos. Las fuentes literarias
greco−latinas se encargan de alabar la riqueza minera cántabra ( plomo, hierro y sal ). A finales del siglo I
d.C. Plinio dice: "Metallorum omnium vena ferri largissima est. Cantabriae maritimae parte, quam Oceanus
alluit mons praerupte altus, incredibile dictu, totus ex ea materiae est". Quiere decir:
"De todas las venas metalÃ-feras, la más abundante en Cantabria es la del hierro. En la zona marÃ-tima que
baña el Océano hay un altÃ-simo monte que, parece increÃ-ble, todo él es de metal...". Descripción
que concuerda perfectamente con la ubicación de Peña Cabarga. No obstante, Peña Cabarga no era la
única explotación minera romana de Cantabria.Â
Existe constancia arqueológica de que los conquistadores latinos explotaron otros yacimientos mineros de
blenda, calamina y cobre en las áreas de UdÃ-as, Ruiseñada, ReocÃ-n y Soto. Sin embargo, la
proximidad de la vena mineral de Peña Cabarga al Portus Victoriae Iuliobrigensium, en la BahÃ-a de
Santander, la transforma en punto neurálgico de la minerÃ-a cántabra durante los cuatro siglos de dominio
romano.
Tras la caÃ-da del poder polÃ-tico romano se produce una etapa de receso que afecta a todos los órdenes de
la vida cotidiana y en el que la economÃ-a sufre una profunda transformación entrando en un periodo de
autarquÃ-a que se prolongará hasta el siglo XII. A partir de este momento, durante toda la Baja Edad Media
se inicia un nuevo despegue económico y con él un relanzamiento de las actividades mineras.
Particularmente se ha de resaltar la proliferación de ferrerÃ-as que aprovechando como energÃ-a el carbón
vegetal proporcionado por las abundantes mantas forestales de Cantabria, junto con la fuerza de sus rÃ-os,
explotaron los recursos férricos de las vetas cántabras y, cómo no, la de las minas que rodeaban Peña
Cabarga.
Las minas de Peña Cabarga aparecen marcadas durante la Edad Moderna por la localización en su entorno
de varias ferrerÃ-as y, especialmente, entre los siglos XVII − XIX por la ubicación en La Cavada y
Liérganes de la primera siderurgia y fábrica de artillerÃ-a de España. A pesar de que las explotaciones
mineras eran a cielo abierto, las condiciones de trabajo resultaban extremadamente duras. Se exigÃ-a sacar el
mineral con la antelación debida a las fundiciones, en los lugares ya abiertos y en venas profundas.
En cuanto al producto, el hierro producido por Liérganes y La Cavada pertenecÃ-a a la clase denominada
gris, la menos carbonada, de extraordinaria calidad. Con el inicio de la última colada el dos de mayo de
1826, concluida el martes diez de noviembre de ese mismo año, las minas de Peña Cabarga sufren un
parón en su explotación, que no verán reactivarse hasta el auge minero e industrial del último tercio del
siglo XIX.
El desarrollo industrial que se produce a finales del siglo XIX da lugar al surgimiento de numerosas
explotaciones mineras en la Sierra de Peña Cabarga. La calidad de su hierro y la facilidad para su
explotación propició la instauración de numerosas compañÃ-as, no sólo españolas sino también
extranjeras. El mineral extraÃ-do por las concesiones inglesas, una vez lavado, era transportado hasta el
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Astillero donde en el cargadero del muelle, que aún se conserva, se embarcaba en las bodegas de los
mercantes que la transportaban hasta Cardiff ( Gales ). Con la Guerra Civil Española se produce un parón
en la actividad, retornando algunos ingleses a su paÃ-s para regresar al finalizar el conflicto. En 1951 la mina
será comprada por Altos Hornos de Vizcaya hasta que, en estos últimos años la importación de mineral
de bajo coste procedente de paÃ-ses sudamericanos, principalmente de Brasil, ha contribuido a dar por
finalizada una tradición milenaria. La vena de Pámanes fue explotada hasta 1968, mientras que la de
Cabárceno, bajo la concesión a la compañÃ-a Agruminsa, prolongó su trabajo hasta su clausura en
1989.
Minas de Alquife, Granada.
Las Minas de Alquife, ubicadas en los términos municipales de Alquife, Lanteira, Aldeire y Jérez del
Marquesado, en la provincia de Granada, serán declaradas Lugar de Interés Industrial al iniciarse el
procedimiento para la inscripción en el catálogo general del Patrimonio Histórico Andaluz.
En las Minas de Alquife se diferencian dos zonas. La casa de máquinas del salto de agua y el coto minero,
destinado a la extracción de hierro y, en menor proporción, de cobre y plata, por lo que cuenta con
instalaciones industriales y cargaderos de mineral, asÃ- como de un poblado conocido por el nombre de Los
Pozos, un puente de hierro y vÃ-as de ferrocarril.
Esta área se completa con una serie de edificios auxiliares destinados al tratamiento, análisis y
almacenamiento del mineral, y una zona residencial y espacios de carácter social destinados al personal de la
mina, correspondientes en su mayorÃ-a a época contemporánea. Hasta el cierre de su actividad, en 1996,
estas minas constituyeron el principal centro productor de hierro en España, suministrando incluso a altos
hornos del extranjero como Gran Bretaña, Francia, Holanda, Bélgica, Italia, Alemania y RumanÃ-a.
A finales del siglo XIX se realizaron las primeras concesiones mineras para una compañÃ-a inglesa, que
posteriormente cedió una parte de ella a otra compañÃ-a francesa. La explotación se efectuaba por el
sistema de galerÃ-as y precisaba de gran cantidad de mano de obra, que atrajo hacia Alquife una importante
inmigración de gentes de los pueblos cercanos y hasta de la provincia de AlmerÃ-a. El complejo minero, que
en su principio fue explotado por el sistema antedicho, tras la compra de las concesiones por la CompañÃ-a
Andaluza de Minas, se decidió realizarlo a cielo abierto, con el abandono sucesivo del procedimiento inicial.
En el año 1967 se llegó a la extracción del millón de toneladas, con una riqueza media en seco del 55%
de hierro de excelente calidad. Al tiempo se van incorporando nuevas instalaciones de tratamiento de mineral
para hacer frente a las exigencias de calidad del mercado: 1972, instalación de planta de medios densos;
1975, instalación del parque de homogeneización; 1976, Planta de Clasificación Hidráulica por
Densidades; 1983, Plana de separación Magnética de Alta Intensidad, etc.
La CompañÃ-a Andaluza de Minas explotaba el yacimiento de mineral de hierro de Minas del Marquesado
en Alquife, con un capital Social de 2.700 millones de pesetas participado por Golden Shamrock Mines
Ltd−Gsm en un 61,46% y el Banco Hispano Americano con el 38,54%.
La plantilla total era de unas 350 personas y proporcionaba empleo indirecto a más de mil, la capacidad de
producción era de 3,5 a 3,7 millones de toneladas anuales, con notables aspectos positivos y reducidas o
controladas impurezas en base a un estricto control de calidad, lo que le permitió estar presente en más de
18 plantas siderúrgicas de 11 paÃ-ses.
 La explotación se realizaba, por ampliaciones sucesivas de una cota inicial, en dos fases bien
diferenciadas, lo que suponÃ-a unos ratios de explotación por tonelada de Todo−Uno de 3,3 Tn. de aluvión
y 1,5 Tn. de caliza, con movimientos de tierras superiores a las 75.000 t/d. en los que se utilizaban buldócer
tipo CAT D−10 y CAT D−11.
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El mineral descubierto y las intercalaciones calcáreas eran arrancados convencionalmente, por Bancos
horizontales de 10m, mediante perforación y voladura con barrenos.
En el fondo de la cantera el movimiento del mineral y caliza tenÃ-a lugar por palas de modelo CAT 992−C y
988−c y camiones CAT 773−B, 777−B y Komatsu 785.
El mineral vendible producido era transportado por ferrocarril RENFE de 94 km hasta las instalaciones del
embarcadero de AlmerÃ-a.
El transporte de tracción eléctrica, contemplaba hasta doce trenes diarios de veintitrés vagones de
cincuenta y tres toneladas.
Las instalaciones del embarcadero operativas desde 1978 se componÃ-an de los siguientes elementos:
• Instalación de descarga de vagones.
• Almacén.
• Pantalán con máquina de carga.
El almacén de mineral era un edificio cerrado hermético con 323 x 42 m en planta y 32 m de altura con
una capacidad de apilamiento de 280.000 toneladas.
El pantalán, de 324 m de longitud, disponÃ-a de tres buques de alba de atraque y seis de amarre y era apto
para buques de hasta 100.000TPM con 13,0 m de calado.
Foto de la Mina de Alquife, en pleno rendimiento.
Minas de hierro de León. Coto Wagner.
La Minero Siderúrgica de Ponferrada, explota desde 1918 los diferentes cotos que se encuentran localizados
por toda la zona del Bierzo. Además del Coto Vivaldi y Wagner, cuenta además con diferentes yacimientos
en Villablino y la comarca de Laciana.
El coto Wagner es un filón de mineral de hierro situado en el Bierzo, con unas reservas calculadas de 150
MTn de un mineral con una riqueza del 56% de hierro. Su explotación comenzó en 1948, se construyo una
lÃ-nea de baldes desde las minas hasta la estación de San Miguel de las Dueñas donde se instalo un
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cargadero (todavÃ-a existe) en un apartadero de la estación de Renfe.
La explotación de hierro de Coto Wagner comenzó los trabajos preparatorios en el año 1946 y la
perforación de la galerÃ-a principal en 1948.
Se proyectó el establecimiento de una factorÃ-a siderúrgica pero como no se llegó a realizar el mineral de
hierro se exportarÃ-a. El primer cliente fue una empresa alemana (Friedrich Krupp Hüttenwerke AG) que
en 1954 recibió el primer pedido de mineral de hierro procedente del puerto de Vigo.
El transporte entre Coto Wagner y la estación ferroviaria de San Miguel de las Dueñas se resolvió con la
construcción de un teleférico minero de 2,2 km, estableciendo apartaderos ferroviarios, silos de
almacenaje y carga para los vagones ferroviarios en San Miguel de las Dueñas.
En 1961, ENSIDESA se interesó por primera vez en el mineral de hierro de la MSP y a principios de los 70
adquirÃ-a la mitad del mineral de hierro.
A comienzo de los años 80 los trabajadores de Coto Wagner fueron transferidos a otras instalaciones de
MSP y las minas abandonadas.
El Coto Wagner vio cesar su actividad debido a que Ensidesa, la empresa que se convirtió en cliente único
de la MSP optó por comprar mineral en Europa condenando de esta forma los dos cotos al cierre y posterior
olvido.
Plano de situación del Coto Wagner.
Minas de hierro de Extremadura.
La minerÃ-a del hierro es una de las que ha tenido más importancia en Extremadura, en la época
contemporánea, aunque actualmente no existe ninguna activa.
Las manifestaciones ferrÃ-fera se encuentran por excelencia en la zona de Ossa Morena, en el flanco sur del
eje Olivenza−Monasterio, el cual se puede considerar como una provincia metalogenética que abarca el sur
de Badajoz, norte de Huelva y Noreste de Sevilla.
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Los yacimientos de hierro son de gran interés metalogénico y minero, ya que tuvieron importancia
económica antes del cierre de las explotaciones hace unos 25 años.
Destacan las mineralizaciones de hierro de Jerez de los Caballeros y las de magnetita del área de Burguillos
del Cerro, cuyo interés mineralógico también se pone de relieve por la existencia de numerosos
minerales singulares.
Las mineralizaciones de hierro de Extremadura se clasifican en tres tipos:
• Ligadas a Skarns.
• Singenéticas.
• Filonianas (hidrotermales).
Entre los indicios más representativos de la mineralización ligadas a skarns, se encuentran: San Guillermo,
Colmenar, Santa Justa, Bismark, ligadas al nivel inferior carbonatado y La Berrona y Mina Monchi ligadas al
nivel superior. La zona de mayor riqueza en magnetita se sitúa en las proximidades de los cuerpos intrusivos
y la asociación mineral correspondiente a skarns de hornblenda, grosularia y epidota. La mineralización
esta construida por magnetita y pirita.
En la mina Monchi se explotaba Hierro y actualmente está abandonada. En ella encontramos minerales
como Allanita, Vonsenita, Magnetita o Lollingita. Se sitúa en Burgillos del Cerro en la Sierra del Cordel
ocupando unas 4 has. El yacimiento es de tipo skarns, producidos por interacción fÃ-sico−quÃ-mica entre
roca intrusiva y la encajante. Las principales litofacies encontradas son granÃ-ticas, granodiorÃ-ticas, sienitas
y monzonitas. También las rocas carbonatadas afectadas por la intrusión, que son del cámbrico inferior.
Existen dos pozos Aurora y Consuelo con Castillete, Sala de Máquinas, Cargador de Minerales y Edificios
anexos donde se incluye una iglesia y las casas de los mineros.
Hay evidencias de que se ha extraÃ-do material de esta zona desde la Edad del Bronce, con estructuras de
habitación y materiales cerámicos aparecidos, asÃ- como una necrópolis.
Hasta mediados 1970 con su cierre definitivo.
GalerÃ-a de la mina Monchi.
Otros lugares donde hay mineral de hierro.
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Encontramos mineral de hierro nativo en: Sallent (Barcelona), Los Blázquez (Córdoba), Blanes (Gerona),
Camallera (Gerona), Quesa (Valencia).
Otras minas de magnetita son: Burguillos del Cerro (Badajoz), Cala (Huelva), Coto Wagner (León), Vivero
(Lugo), Marbella (Málaga), CehegÃ-n (Murcia), San Pablo de los Montes (Toledo).
Las zonas mineras de las que se extrajeron minerales de hierro, como la hematites son: Jerez de los Caballeros
(Badajoz), Cabárceno (Cantabria), Guadix (Granada), Cartagena (Murcia), Jumilla (Murcia).
ESTAÑO
La minerÃ-a del estaño es una de las más antiguas practicadas en España, junto con la del oro, plata,
cobre y plomo. Su origen se remonta a la época tartesica, desarrollándose después bajo la dominación
romana, en la que Galicia fue, junto a Bretaña y Cornualles, unas de las zonas suministradoras para la
fabricación del bronce.
Tras un periodo de estancamiento en los años 50 y 60, a mediados de los 70 la minerÃ-a del estaño
muestra un sensible desarrollo alcanzándose las producciones máximas de su historia minera, procedentes,
eso sÃ-, de muchas pequeñas explotaciones artesanales y, salvo excepciones, muy poco tecnificadas. En esa
época la producción de este metal provenÃ-a de cerca de dos centenares de explotaciones. A mediados de
los años 70 la producción de concentrados de estaño se cifraba en unas 600Tn al año (máximo de
737Tn en 1975), bajando en 1986 a 300Tn al año ( crisis del Internacional Tin Council y suspensión de la
cotización del estaño en el mercado de Londres), disminuyendo progresivamente hasta la actualidad.
La producción de concentrados de estaño fue en 1995 de 3,4Tn (mina Insuperable, Salamanca), frente a
18Tn en 1971 y a 37Tn en 1975 (máximo).
Como área favorable para la localización de yacimientos de estaño o de wolframio−estaño hay que
considerar en su conjunto al Macizo Hespérico, sobre todo en sus zonas Centro−Ibérica y
Asturoccidental−Leonesa.
Salvo en algunas áreas especificas en las que aparecen algunos tipos particulares de mineralizaciones de
estaño o estaño−wolframio, la historia minera del Sn se ha desarrollado en el llamado Arco del estaño,
que es una parte de la provincia metalogénica del estaño HercÃ-nico de Europa, que en España y
Portugal se ajusta al Macizo Hespérico.
El hundimiento del mercado de este metal y las sensibles bajas de su precio producidas a partir de mediados
de los años 80 han tenido como consecuencia la práctica desaparición de la minerÃ-a del estaño en
nuestro paÃ-s y, lógicamente, de las actividades de este sector.
A continuación se citan algunas de las zonas mineras en las que se explota el estaño.
Minas de Zamora y Salamanca.
En estas provincias es muy abundante la casiterita, tanto en forma de filones cuarcÃ-feros como en
sedimentos detrÃ-ticos recientes, generalmente en cristales perfectos, muchas veces maclados y de tamaño
que oscila entre 0,5 y 4 cm. Los mejores cristales se suelen encontrar en los filones o próximos a ellos, en las
zonas más alejadas aparecen en forma de granos más o menos rodados. Los colores de estos cristales van
desde el negro al castaño claro. En la mina "Nueva Cornualles", del término de Bernoy (Salamanca), se
han encontrado magnÃ-ficos cristales, generalmente maclados según la ley denominada "pico del estaño".
Algunos de estos cristales de 3 y 4 cm de longitud fueron llevados a la exposición de Viena. En Lumbrales
también en Salamanca, se han encontrado maclas cÃ-clicas únicas en el mundo. Aparecen también
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bellos cristales en Martinamor, Torrubia, Santo Tomé de Rozados y Cemprón.
En las localidades zamoranas de Carbajosa, Pino de Oro, Villadepera, Almaraz y Arcillera, aparecen cristales
de caseterita incluidos en cuarzo lechoso, formando a veces bellas geodas.
Minas de casiterita en Galicia.
De los numerosos yacimientos que existen en la zona occidental de España, merecen destacarse los que se
encuentran en Galicia. Estos yacimientos fueron ya explotados en época fenicia, y no cabe duda de que esta
región y las colindantes formaban parte de la región poco definida de las Casitérides, que suministró
estaño a fenicios, romanos y otros pueblos de la antigüedad. Ya Plinio mencionó los ricos aluviones con
casiterita de Galicia y Zamora.
La casiterita se encuentra incluida en filones de cuarzo, en forma de cristales, nódulos y pequeñas
bolsadas, que atraviesan rocas granÃ-ticas y distintos tipos de rocas metamórficas. Estos filones se han
explotado y se siguen explotando con bastante intensidad, pero los principales yacimientos de este mineral se
encuentran en los aluviones próximos a los mismos, que después de sufrir un proceso de meteorización
han sido transportados a zonas próximas, donde el mineral se concentra debido a su alta densidad.
De los numerosos yacimientos merecen destacarse los existentes en Beariz, Avión (Coto del Avión) y
Pesqueira. Los cristales son muy abundantes, a veces maclados en a "pico del estaño", generalmente
perfectos y de buen tamaño (algunos han alcanzado hasta los 10 cm) y con frecuencia engarzados en cuarzo.
Las localidades más famosas por la belleza de sus cristales son Beariz, San Bartolomé de Penouta y
Monterrey.
Mina de San Finx, Galicia.
Lousame es un municipio de la provincia de A Coruña, en Galicia (España). El municipio se asienta en la
vertiente norte de la pequeña penÃ-nsula del Barbanza; una accidente geográfico que limita al norte con la
rÃ-a de Noia y al sur con la rÃ-a de Arousa, y que asemeja a un enorme navÃ-o de roca que encarara el
océano atlántico. Sin duda, la historia de Lousame no se hubiera diferenciado en nada de otros centenares
de pequeños municipios de Galicia, de no haber sido por la riqueza metálica de su subsuelo. Un subsuelo
de rocas cristalinas donde numerosos filones de cuarzo encierran un excelente criadero
de casiterita−wolframita: las minas de estaño−wolframio de San Finx. Un recurso mineral que desde hace
cuatro mil años aporta a esta población riqueza, cultura industrial y posibilidades de desarrollo. La
minerÃ-a metálica de San Finx adquiere una importancia destacable en tres perÃ-odos históricos: edad del
bronce, edad media, y finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX.
El yacimiento minero de estaño de San Finx está presente en la historia universal de la minerÃ-a desde la
edad del bronce. En estos remotos tiempos ya eran conocidos los suficientes elementos de minerÃ-a como
para identificar las rocas portantes, extraer y separar los metales. El estaño es un metal absolutamente vital
en la economÃ-a de la edad del bronce, ya que este material se obtenÃ-a a partir de aleaciones binarias
(estaño−cobre) o ternarias (estaño cobre−
plomo). Es conocida la existencia de la ruta fenicia del estaño, a través de la que este pueblo comerciante
enlazaba desde Gadir (actual Cádiz) los ricos yacimientos del noroeste peninsular con los de Britannia y
Cornualles (zonas conocidas entonces como las Casitérides, otro de los referentes fundamentales en la
minerÃ-a del estaño).
En esta época, la actividad minera de la zona está acreditada por referencias documentales, toponÃ-micas,
e incluso diversas labores superficiales en estudio que se asocian a antiguas técnicas extractivas. Nombres
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mineros como Phoenicia, una de las concesiones mineras.
La actividad minera de la zona va a decaer en el tránsito de la edad del bronce a la edad del hierro; un
perÃ-odo que en Galicia está identificado como cultura castreña, dado el tipo constructivo en que se
agrupaba la población. La nueva metalurgia del hierro, que representa un cambio tecnológico de orden
mundial, llevará a reducir las demandas ordinarias de estaño como componente de los utensilios de bronce.
La actividad minera de San Finx se irá debilitando durante la presencia romana y hasta la alta edad media.
En la baja edad media se constata de nuevo la explotación en Lousame del estaño con destino al consumo
local: los picheleiros, o talleres de orfebres de estaño y plata en la vecina Santiago de Compostela, situada a
unos treinta y cinco kilómetros de las minas.
El tercer perÃ-odo histórico importante de la minerÃ-a de estaño−wolframio de Lousame, abarca desde
1884 hasta los años sesenta del
siglo XX. Un perÃ-odo que podemos subdividir considerando las dos empresas que sucesivamente explotan
el yacimiento minero: la empresa de capital británico The San Finx Tin Mines Limited, e Industrias Gallegas,
S.A.
El primero es el segmento temporal más importante desde el punto de vista del patrimonio histórico y de la
propia historia. A finales del siglo XIX, el proceso de industrialización interno de Galicia deriva en una
reactivación de la demanda de estaño, especialmente usado en la preparación de hojalata y soldadura en
la pujante industria conservera gallega. También tienen importancia las condiciones de la demanda
internacional de metales considerados estratégicos, como es el caso del wolframio.
En esta situación, y siguiendo un proceso parecido al de otros establecimientos mineros españoles, se
produce una importante inversión de capital británico para la explotación de la mina de San Finx, y en
1884 se inicia su explotación bajo un modelo racional de aprovechamiento minero. Es la familia Burbury, de
origen británico, la que inicia los trabajos del nuevo modelo de industria minera. Poco después, en el
año 1897, se establece la sociedad The San Finx Tin Mines Limited, que constituye la primera explotación
de wolframio iniciada en España y una de las primeras de Europa. Para ello se acometen importantes
inversiones con el objeto de disponer de las instalaciones técnicamente más punteras para la época (se
destacan las separadoras magnéticas de bandas cruzadas, las primeras separadoras electromagnéticas que
se montan en España; que hoy se encuentran en perfecto estado de conservación) y se realizan
considerables labores mineras.
Poco después del final de la Guerra Civil española, en 1940, se disuelve la sociedad británica, y la mina
pasa a ser propiedad de la empresa de capital español Industrias Gallegas, S.A., sociedad que la explota
durante los siguientes 25 años. En la Segunda Guerra Mundial, San Finx se convierte en un foco industrial
de interés estratégico con motivo de la llamada fiebre del wolframio.
Posteriormente a la guerra, y una vez superada la demanda extraordinaria de wolframio, la producción se
normaliza, manteniéndose hasta el año 1990. En ese año, la propiedad (Comunidad de Herederos de
Gabriel Pérez), debido a la caÃ-da permanente de los precios del estaño y el wolframio en los mercados
internacionales de metales, decide parar la explotación, pasando únicamente a realizar tareas de vigilancia y
mantenimiento.
Desde el punto de vista geológico, las minas de San Finx se sitúan en un campo filoniano que corta la
estructura del complejo Malpica−Tui. Los filones, en un paquete de unos 3,5 km de longitud, tienen una
potencia de entre 50 y 150 cm de media, son competentes y arman en esquistos, migmatitas y granitos sanos.
Los filones encierran un excelente criadero5 del complejo mineral casiterita−wolframio, con ley media
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conjunta superior al uno por ciento y relación de 2 a 3, y una presencia apreciable de plata. Como principales
minerales acompañantes podemos encontrar: arsenopirita, pirita, scheelita, calcopirita y molibdenita. La
estructura del yacimiento es compleja, puesto que dos sistemas de fallas, paralelas y perpendiculares a la
esquistosidad, dislocan el conjunto.
En cuanto a las labores mineras, merece la pena destacar las labores
superficiales en zanjas, pequeños pozos y trabajos subterráneos atribuidas a tiempos prehistóricos y
antiguos.
A partir de la llamada explotación racional, a finales del siglo XIX, el paquete de filones ha sido explotado
simultáneamente mediante minerÃ-a de montaña y pozos. Durante el s. XIX las técnicas de
explotación consisten en zanjas y trabajos de interior sin mecanización.
Ya en el siglo XX se procede mediante explotación de interior mecanizada6, utilizando los siguientes
sistemas de arranque: testeros, realces con relleno, sobreguÃ-as, realces a cámara vacÃ-a, rampas
descendentes y realce. Las zonas de mina a cielo abierto existentes actualmente son: Central, Buenaventura,
Castiñeiros, Phoenicia y Ernesto. Por su parte, los pozos y transversales con potencial de uso son: Pozo
Maestro, conjunto Pozo Nuevo (un pozo de 220 metros que da acceso a la planta 8ª); los transversales 4ª y
2ª plantas (un transversal de 400 metros que corta el paquete Buenaventura); y el transversal 3ª planta,
pocito y explotación Silva; además de las bocaminas Poblado y Revolta. En este apartado también
pueden considerarse las escombreras.
Bocamina de San Finx.
Otros lugares donde se han explotado minerales de estaño son: Logrosán (Cáceres), Santa Comba (La
Coruña), Monterrey (Orense), Penouta (Orense), Golpejas (Salamanca), Lumbrales (Salamanca), San Pedro
de Rozados (Salamanca), Terrubia (Salamanca), Carbajosa (Zamora).
MANGANESO
Las primeras referencias que se tienen sobre la minerÃ-a del manganeso en España proceden de Asturias,
donde se obtuvo una producción en 1856 de 21Tn. En 1858 comenzaron las explotaciones en Huelva, que
estuvieron en producción hasta 1973, año en que se cerró la mina Soloviejo. La actividad minera fue muy
intensa el siglo pasado, llegando a ser España el primer paÃ-s productor entre 1860 y 1890, con una
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aportación de las dos terceras partes del consumo mundial. En ese intervalo de tiempo se obtuvo un volumen
cercano a 2.6MTn, de las cuales los yacimientos de Huelva aportaron más del 80%.
Las causas principales de paralización de los trabajos fueron, el agotamiento de los depósitos de alta ley y
una bajada paulatina de la cotización internacional. A esto hay que añadir la baja calidad del mineral, con
un contenido en manganeso que oscila entre 30 y 35% y con el sÃ-lice muy alto, por lo que solo es aplicable
para la fabricación de silicomanganeso.
Los yacimientos más importantes se encuentran en las zonas siguientes:
Zona Sud−Portuguesa. Faja PirÃ-tica (Huelva Sevilla). Donde se ubica la minerÃ-a más importante del
paÃ-s. Yacimientos de origen exhalativo singenético sedimentario, relacionados con masas de sulfuros
masivos encajantes dentro del Complejo Volcano−Sedimentario del CarbonÃ-fero Inferior. Su morfologÃ-a
es lentejonar. Los minerales primarios son de silicatos (rodonita) y carbonatos (rodocrosita) y enriquecimiento
supergénico en la zona de oxidación con óxidos y peróxidos. Las leyes en manganeso son de unos
10−25% en Mn.
Zona Cantábrica (Asturias). Aparecen yacimientos de origen sinsedimentario, encajantes en calizas del
CarbonÃ-fero, con posterior removilización y disposición de arcillas manganesÃ-feras y ferrÃ-feras en
morfologÃ-as residuales paleo kársticas o recientes. Los minerales principales son hematites, limonita,
pirolusita. Los contenidos en Mn varÃ-an entre 6% y 35%. Existió una producción intermitente entre 1856
y 1966.
Oligoceno−Pliocuaternario, en la zona de Teruel. Los yacimientos sedimentarios de relleno kárstico no
residual se encuentran en esta zona. Su morfologÃ-a es masiva definida por lentejones y bolsadas de tamaño
variable, de poca entidad. Los minerales son óxidos de manganeso (principalmente pirolusita), con limonita,
calcita y productos arcillosos. Las leyes están entre un 25% y 75% de manganeso. Se explotaron minas entre
1864 y 1963, con volúmenes pequeños extraÃ-dos.
En el Neógeno−Cuaternario, la zona de Ciudad Real. Posee una mineralización producida por la
conjunción de procesos endógenos y sedimentarios, en relación con fuentes termales ligadas al
volcanismo cuaternario. Óxidos de manganeso del tipo psilomelana−manganomelana (criptomelana mas
abundante), con cantidades apreciables de cobalto y en menor medida de nÃ-quel. La ley media es del orden
de 30% en Mn. Hubo explotaciones de pequeño volumen y en escaso número que comenzaron a finales del
siglo pasado.
Minas de manganeso de Huelva.
Rusia, Brasil, Ghana, Nueva Zelanda, etc., hizo perder importancia a Huelva. No obstante, en la provincia se
concentra actualmente el 70% de las reservas nacionales de este producto.
El mineral yace irregularmente en bolsadas y lentejones dentro del jaspe, con los óxidos y peróxidos
(pirolusita, psilomelana, wad) en las zonas altas, como productos de alteración meteórica o enriquecimiento
supergénico, y los silicatos (rodonita) y carbonatos (rodocrosita) en profundidad, como minerales
primarios.
Se han citado como especies mineralógicas: la hausmanita, pirolusita, manganita, rodocrosita, rodonita y
braunita asociada a la pirolusita y a la hausmanita. En la mayor parte de los casos las explotaciones fueron
realizadas con procedimientos rudimentarios, en labores de rapiña emprendidas por los habitantes de los
pueblos cercanos a los yacimientos, coincidiendo el mayor auge de esta actividad con las alzas de precios del
metal.
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De esta forma se trabajaron todos los jaspes en mayor o menor grado, explotándose casi exclusivamente la
zona de óxidos siguiendo un método selectivo y abandonando el mineral más asociado a la sÃ-lice.
Ésta es una de las caracterÃ-sticas de los criaderos, su alto contenido en cuarzo.
Hasta el año 1960, las minas de manganeso onubenses suministraron al mercado internacional 2.400.000 t
de mineral con una ley media del 36% de Mn y 26% de Si. Después de esta fecha, las producciones
sufrieron un fuerte descenso, extrayéndose entre 1959 y 1972 unas 192.166 t, siendo Soloviejo la última
mina explotada y cesando su actividad en 1992.
Los óxidos y peróxidos tienen aplicación en la industria quÃ-mica (pilas eléctricas, coloración de
vidrios, tejidos, elaboración de productos farmacéuticos, etc.), y en la siderurgia (más del 95% del
manganeso es consumido en la producción del acero). Los silicatos y carbonatos se utilizan para aleaciones
especiales (ferromanganeso, silicomanganeso).
Una constante en la minerÃ-a del manganeso es la interrupción de actividades por causas azarosas, asÃcomo el cierre definitivo de minas por falta de reservas, que al poco tiempo volvÃ-an a ser puestas en
producción.
Entre los yacimientos más importantes existentes en Huelva, se pueden citar:
Santa Catalina
Situado a 2 km al Norte del puerto de La Laja, en el término municipal de El Granado, fue de las primeras
minas en explotarse con intensidad y trabajó sin interrupción entre 1859 y 1970, con una producción de
125.000 t de óxidos.
La Isabel
Localizada en el término del Almendro, junto al puerto de La Laja, es un caso singular porque en superficie
no va asociada a ningún crestón de jaspe. Sin embargo, aparecieron después en las labores.
El Toro
Situada en el término de Puebla de Guzmán, fue una buena mina tanto por la regularidad de su
mineralización como por sus leyes.
Pepito
Situada en el término de Nerva y sin apenas jaspes, fue principalmente una mina de carbonatos. Se realizó
un pozo de 120 metros con 12 plantas, siendo las 4 primeras de mineral oxidado. Entre 1952 y 1960 rindió
unas 38.000 t.
Cobullos
Con una corrida de unos 3.000 metros, se encuentra entre los términos municipales de CampofrÃ-o y El
Campillo. Esta zona ha sido explotada hasta su cierre con una irracional polÃ-tica de explotación,
abonándose a los mineros el producto a un precio convenido. El resultado fue una inmensa ratonera con
vericuetos por doquier. El peróxido fue utilizado por la casa Tudor.
Oriente
Se localiza al Sur de Zalamea la Real y próxima a la aldea del Pozuelo. Sus criaderos son parecidos a otras
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minas cercanas (Palanco, que tuvo zonas con hasta el 85% de MnO2 − y Guadiana). Tiene tres crestones de
jaspes, dos al Norte y uno al Sur, explotándose éste último a cielo abierto como fundente para RioTinto
Minera, por su alto contenido en sÃ-lice (95%). Los filones principales han sido tres: Principal, Sur y Norte o
Bolsada de Prada.
El Cuervo
Llamada también Preciosa, se encuentra en el término municipal de Valverde del Camino, al Oeste de
dicho pueblo. Es una labor antigua y su explotación principal fue a cielo abierto. Hasta el año 1926 se
habÃ-an extraÃ-do unas 200.000 t de carbonatos, aparte de los peróxidos. Calañesa se encuentra en el
término de Calañas y está situada al SE del mismo pueblo. Tras un largo periodo de inactividad, en
1.943 se procedió a desaguarla. ConcluÃ-do el bombeo, quedaron a la vista huecos de dimensionales
colosales. El pozo maestro tenÃ-a 104 metros.
Soloviejo
Con una corrida de 4.200 m, se encuentra en el término de Almonaster la Real, y presenta dos sectores, el
occidental y el oriental. Entre 1942 y 1960 se extrajeron de este grupo unas 80.000 t. Se trata de la última
mina de manganeso que ha estado activa en la Faja PirÃ-tica. En 1968 se iniciaron las labores de acceso a la
antigua explotación a cielo abierto de mina La Joya (no debe confundirse esta corta con la mina de pirita del
mismo nombre), en el sector oriental, y se realizaron las labores de descubierta del antiguo piso de dicha
corta. Al mismo tiempo se efectuó una pequeña campaña de sondeos en el piso para comprobar el
espesor de los macizos abandonados en la antigua explotación subterránea. Como consecuencia de estas
labores se localizaron 30.000 t de mineral. Ese mismo año se realizó un levantamiento geológico de
detalle de las labores de interior situadas por debajo del nivel 100, y un desmuestre de las mismas. Muy
posteriormente, (noviembre de 1987), se llevó a cabo una investigación en las labores de Poniente,
consistente en calicatas de 1,50 m. de profundidad y 41 sondeos de 40 metros. En 1989 se realizó en la zona
oriental una segunda fase de investigación, durante la cual se extrajeron 90.000 t de mineral. Se diseñó y
se puso a punto y en funcionamiento una planta de trituración, lavado y medios densos, con una capacidad
de tratamiento de 100 t/hora, que empezó a funcionar a la vez que se iniciaba la investigación entre la zona
de Levante (La Joya) y la zona de Poniente (La Grulla). Lamentablemente, esta investigación no confirmó
las esperanzas puestas en el yacimiento, por lo que una vez procesadas las toneladas existentes en la
descubierta de La Joya, se procedió en 1992 a la finalización definitiva de las labores. En 1.991, el equipo
técnico de la E.N. Adaro perteneciente a la oficina de Valverde del Camino (Huelva), puso a punto una
metodologÃ-a para la investigación de los yacimientos de manganeso, como resultado de la investigación
desarrollada en la corrida oriental de la mina Soloviejo. El objetivo de esa investigación era evaluar los
recursos de manganeso en el tramo comprendido entre la corta de la Joya y la carretera nacional de San Juan
del Puerto a Jabugo, para su eventual explotación a cielo abierto. Dicha propuesta de investigación ha
quedado en vÃ-a muerta hasta la fecha. Y un sin fin de minas más, jalonadas por sus caracterÃ-sticos
crestones de jaspes son testimonio de la relevancia que tuvo la minerÃ-a del manganeso en la provincia de
Huelva. Casi todas ellas fueron abandonadas sin conocer sus reservas y sus leyes, siendo difÃ-cil, por no decir
imposible, acceder hoy en dÃ-a a ellas, bien porque se encuentran inundadas en su totalidad, bien porque los
accesos han desaparecido (bocas de pozo, socavones, etc.) debido a los trabajos de restauración medio
ambiental emprendidos por las distintas administraciones (central, autonómica y/o local).
Detalle de la corta de la mina La Joya, en el yacimiento de Soloviejo, donde se observa el frente del cuerpo
mineralizado encajado entre pizarras grises arcillosas.
MAGNESIO
Minas de Eugui.
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En las proximidades de Eugui, situado en la provincia de Navarra, se descubrió hace pocos años un
importante yacimiento de magnesita, perteneciente al carbonÃ-fero superior, cuyo espesor llega a ser de 160
m y su superficie, si los grandes anticlinales que lo constituyen se extendiesen, serÃ-a del orden de los 30 a 50
km2. El nombre de la mina que explota el yacimiento es La Mina Azkarate.
En los frentes de cantera que se están explotando aparecen con bastante frecuencia grandes drusas y geodas
tapizadas por cristales perfectos de dolomÃ-a y magnesita, que alcanzan hasta los 7 cm de arista.
Generalmente son blancos, traslúcidos, en otras ocasiones ligeramente oscuros por la existencia de
pequeñas inclusiones carbonosas y otras veces amarillentos por la ligera pátina de hidróxido de hierro
que los recubre. Se encuentran en el yacimiento en gran cantidad y ejemplares de gran calidad se pueden
admirar en todos los museos de España.
Mina de Azkarate, Eugui, Navarra.
Yacimientos de olivino en Gerona.
En la provincia de Gerona, y principalmente en las proximidades de Olot, existe una zona volcánica de
carácter basáltico, relativamente reciente y muy bien conservada, en la que se encuentran con bastante
frecuencia como "núcleo" de bombas volcánicas, fragmentos de dunita de color verde oliva intenso. Estas
dunitas están constituidas esencialmente por la variedad magnésica de olivino, la forsterita. Una de las
localidades en la que se encuentran con mayor profusión es Canet d'AdrÃ-. Los olivinos de esta zona son
conocidos y apreciados en todo el mundo.
Otros lugares donde hay minerales con magnesio son:
Los minerales de talco se pueden obtener en : SomontÃ-n (AlmerÃ-a), TÃ-jola (AlmerÃ-a), Massanet de
Cabrenys (Gerona), Puebla de Lillo (León), Puerto de la Cruz Verde (Madrid), Marbella (Málaga), Mijas
(Málaga), Ojén (Málaga), SerranÃ-a de Ronda (Málaga)
En cuanto a la magnesita aparece en: Itrabo (Granada), Puebla de Lillo (León), Rubián (Lugo), Puerto de la
Cruz Verde (Madrid), Maro (Málaga).
La Carnalita se extrae en: Balsareny (Barcelona), Cardona (Barcelona), Sallent (Barcelona), Suria
(Barcelona), (Barcelona), (Lérida), El Perdón (Navarra). Y por último la dolomita: Pancorbo (Burgos),
ReocÃ-n (Cantabria), Almadén (Ciudad real), Ojos Negros (Teruel)
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CROMO
Nos encontramos ante poca información a la hora de buscar información sobre el cromo en España dada
su casi extinción en territorio español en la década de los 50 y los 60.
No hay en España yacimientos de cromo, aunque si existen pequeñas concentraciones de cromita en
masas de rocas ultrabásicas, pero siempre en la categorÃ-a de meros indicios sin interés económico. Los
yacimientos de cromo están invariablemente ligados a rocas ultrabásicas de complejos
ultrabásicos−básicos y presentan rasgos morfológicos, mineralógicos y geoquÃ-micos especÃ-ficos en
función del tipo de complejo en que se alojan.
Los indicios españoles de cromita son todos, y en lÃ-neas generales, concentraciones podiformes en
macizos alpinos, ya sean ofioliticos (desmembrados), como es el caso de los macizos gallegos o el de
Calzadilla de Los Barros ( Badajoz), o macizos IherzolÃ-ticos como los de Málaga.
En los macizos ultrabásicos de Málaga se conocen varios indicios de cromita (cromita + ortopiroxeno y
minerales de nÃ-quel accesorios) con ciertos rasgos morfológicos diferenciales. Lo más representativos
son: Arroyo de los Caballos (Macizo de Ojén): pod de cromita con envuelta dunÃ-tica, globalmente
lenticular, concordante con la foliación de la Iherzolita encajante. Arroyo de la Cala (Macizo de Ronda) de
dimensiones métricas, es también una concentración podiforme asociada a una zona de cizalla: son
varias venas anastomosadas de cromita con enclaves subredondeados o amigdalares de roca encajante
(harzburgita, iherzolita, dunita, piroxenita). Otros indicios, aun menores, se han descrito como filones de
escasa continuidad y potencia decimétricas, ya sean concordantes con la foliación de la perodita encajante
(mina de Baeza, Loma del Rio, Cerro del Ãguila, Tajo Moyano, Puerto de la Fuente del Cañuelo, Casa de
Las Minas) o no concordantes (Puerto de la Margosilla, Nebral, Puerto del Algarrobo).
Los macizos ultrabásicos de Galicia han sido interpretados como porciones de complejos ofioliticos
metamorfizados y desmembrados. En dos de ellos, los macizos ultrabásicos de Herbeira y Moeche (ambos
en el Complejo polimetamorfico de Cabo Ortegal), se han descrito sendas mineralizaciones de cromita de
escasa entidad. La cromita de Herbeira esta concentrada en schlieren y bandas lenticulares−planares de
extensión métrica y potencias decimétricas alojadas en dunitas con algunos horizontes proxenéticos
que se consideran parte (inferior) de la secuencia de cumulados. El indicio de Moeche es una masa métrica
irregular, muy tectonizada, asociada a serpentinitas cuyo protolito debió ser una dunita de la fracción
tectónicas de una secuencia ofiolÃ-tica.
En Calzadilla de los Barros se localizaron lentejones métricos con cromita en serpentinitas de un pequeño
stock ultrabásica, fragmento de complejo ofiolÃ-tico desmembrado, constituido por perioditas (harzburgitas
mayoritarias, dunitas minoritarias y piroxenitas muy puntuales) hoy totalmente serpentinizadas y diques de
ortoanfibolitas procedentes de gabros, en contacto, en el sector occidental, con metagabros muy cizallados.
MÃ-nimas concentraciones (pods) de cromita y otros minerales opacos se localizan en la banda paralela al
borde norte del macizo y en dos puntos de los sectores sureste y occidental, este próximo a los metagabros.
A continuación se explica alguna mina en la que se ha encontrado depósitos de cromo.
Mina de Ojen (mina de Westerveldita), Málaga.
La werterveldita es el último mineral nuevo descubierto y descrito hasta el momento en España, como
resultado del estudio de los peculiares depósitos de cromo−nÃ-quel existentes en la provincia de Málaga.
En 1971 y 72, un equipo holandés analizó detalladamente la mineralización, encontrando una variedad
de lollingita muy rica en nÃ-quel y un mineral nuevo, al que denominaron westerveldita, como homenaje al
Dr. J. Westerveld, antiguo profesor de la Universidad de Amsterdam. La westerveldita se encuentra asociada a
57
maucherita, como un componente muy minoritario, distinguible solamente mediante microscopÃ-a de luz
reflejada, en ejemplares de la mina La Gallega, unos 3 Km al este de Ojén (Málaga). La mineralización
de este yacimiento está formada fundamentalmente por una asociación de cromita granuda con niquelina
intersticial. Existen dos ejemplares tipo, uno depositado en la Universidad de Ãmsterdam y otro en la
Universidad Libre de Ãmsterdam.
Posteriormente se encontró westerveldita, relativamente abundante en algunos ejemplares, y fácil de
distinguir a simple vista, en Ilimaussaq, Groenlandia. Solamente se conoce la presencia de westerveldita en
estos dos yacimientos.
La mina de Ojen: La mina de cromo−nÃ-quel La Gallega, inundada en sus tramos inferiores, se encuentra en
la cabecera del Arroyo Siete Revueltas, en el malagueño municipio de Ojén. Se han hallado en
ella niquelina, cromita, gersdorfita, maucherita y westerveldita, entre otras especies.
Mina de Ojen, Málaga.
Principio del formulario
Hay minerales con cromo también en Calzada de Calatrava (Ciudad real), Cala (Huelva), Sierra de la
Capelada (La Coruña), Carratraca (Málaga), Marbella (Málaga), Ojén (Málaga), todos ellos de
cromita.
NÃQUEL
Tampoco hay explotaciones de minerales de nÃ-quel en España, aunque está en fase de evaluación un
nuevo (y quizás importante) yacimiento, el de Aguablanca, en una región limÃ-trofe entre las
Comunidades Autónomas de Extremadura y AndalucÃ-a, en el Macizo Ibérico. En el pasado reciente si
hubo algunas y poco relevantes explotaciones de nÃ-quel ( o mejor, de Ni−Co−Cu).
Por lo que respecta a los depósitos e indicios con paragénesis que incluyen minerales de nÃ-quel, quizás
los más conocidos, y que fueron objeto de exploración y explotación por razones estratégicas, serán
los asociados a los macizos ultrabásicos de Málaga, alpinos Iherzoliticos. Se ha diferenciado
mineralizaciones de nÃ-quel−(cromo) y nique−(cobre), en función de los minerales que acompañan a los
de nÃ-quel. Las primeras son mineralizaciones que presentan asociación cromita−niquelina−cordierita o
cromita−niquelina−ortopiroxeno. En todos los casos el encajante de las mineralizaciones, perioditas muy
serpentinizadas, alberga diques de rocas acidas, en ocasiones de carácter pegamatÃ-ticas.
58
De todos los indicios, el único cuyas labores son aun accesibles es el de mina La Gallega, en el macizo de
Ojén. La mineralización de Cr−Ni de la Gallega se presenta en filones tabulares y lenticulares de 2 a 5m
de corrida y 5−30cm de potencia; el filón principal se dirige N140º/50ºNE, concordante con la dirección
del layering general de la zona. La asociación mineral esta constituida por óxidos (cromita, ilmenita,
magnetita), arseniuros (niquelina, lolingita,otros), sulfuros (inclusiones polifásicas de pirrotina y calcopirita
en las cromitas) y silicatos (cordierita, ortopiroxeno, biotita, mica incolora, anfÃ-bol, serpentina, clorita,
talco). La proporción entre cromita y niquelina es variable de una muestra a otra, pero la cromita es
mayoritaria frente a la niquelina.
En el grupo de las mineralizaciones de nÃ-quel−(cobre) de los macizos de Málaga se han incluido indicios
que contiene sulfuros de Ni en asociación con otros sulfuros de Cu y Fe: unos y otros acompañados de
óxidos de hierro, suelen encontrase en filoncillos de potencia centimétrica (a veces constituyendo
verdaderos stockwork) en zonas de fractura, generalmente próximas a los bordes de los macizos, a través
de las cuales se han desarrollado con mayor intensidad los procesos de alteración de las rocas ultrabásicas,
y con frecuencia en presencia, o en las cercanÃ-as, de diques ácidos. En los del Macizo de Ojen (El Tejar,
SO Casa de las Minas, Puerto Verde) nÃ-quel y cobre se ponen de manifiesto por la presencia de garnierita y
carbonatos de cobre que acompañan a óxidos de hierro en ganga de talco, asbesto y micas.
En los enclavados del Macizo de Ronda (Arroyo de la Fuente de La Teja, El Castillejo, Arroyo de La Parra,
Peña Parda, Cerro Hinojares, Puerto de Las Golondrinas, Mina Majar del Toro) es casi general la presencia
de pentlandita en una paragénesis más compleja que contiene minas que fueron objeto de explotación en
el pasado, la Mina El Gallego, en el Macizo de Carratraca, es quizás la que ofreció la mineralización de
nÃ-quel mas pobre: asociación pirrotina−pentlandita−calcopirita con otras especies accesorias y secundarias.
Actualmente el yacimiento de nÃ-quel de mayor interés en España es el descubierto en Aguablanca. La
mineralización es una diseminación de pirrotina, calcopirita y violarita (con cantidades accesorias de
bravoÃ-ta, pirita y cromita) en un pequeño stock con gabros, dioritas y acumulados ultrabásicos, asociado
al plutón varisco de Santa Olalla de Cala. Se han evaluado 22.5millones de Tn con 0.5% de Ni y 0.5% de
Cu.
El resto de los indicios españoles de nÃ-quel pertenecen al grupo de mineralizaciones de Cu−Co−Ni en
series dominantes carbonatadas. AsÃ-, los yacimientos de Peñamellera (Sierra de Cuera, Asturias) y los de
Villamanin (León) encajan en calizas de montaña; o los del Pirieneo (Valle de GistaÃ-n, Huesca) y
Peramea (Lérida), asociados a calizas y facies detrÃ-ticas que albergan rocas subvolcánicas; o, por
último, los de la Cordillera Bética (Cerro Minado, Huércal−Overa, AlmerÃ-a; MolzÃ-var, Granada; y
otros menores de Sierra de Las Estancias), estrato ligados en horizontes carbonatados de la parte terminal de
la formación metapelÃ-tica ( con episodios de metabasitas) alpujárride, o en la base de la propia
formación carbonatada suprayacente.
BIBLIOGRAFÃA
GUIA PARA LA INVESTIGACION DE LOS RECURSOS MINERALES DE ESPAÑA, Instituto
Tecnológico Geominero de España.
WIKIPEDIA, ENCICLOPEDIA LIBRE, www.wikipedia.es
REVISTA BOCAMINA
IGME
PAGINAS WEB DE MINERIA EN ESPAÑA.
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Principales minas metálicas en España
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