EL SECTOR TERCIARIO: EL TURISMO 1. importancia del turismo.- España es una gran potencia turística. Ocupa un lugar muy destacado (13% de Europa, 7% del turismo mundial, 2º puesto después de EEUU). Supone el 11% del PIB y el 12% de la población activa española, y un 20 de la del sector terciario, con 2.700.000 empleados. El turismo, junto con las remesas de emigrantes y las inversiones extranjeras, fue la principal fuente de desarrollo hasta la crisis del petróleo; también contribuyó a la modernización de la sociedad y las costumbres. Esto comenzó en los años 50, cuando hubo que aumentar la casi inexistente oferta hotelera; en los 60 se construyeron instalaciones hoteleras masivamente, y en los setenta, se consolidó como un destino turístico de primer orden, especialmente para los europeos. 2. características de la oferta turística: qué ofrecemos y dónde.- las razones para el éxito turístico de España son externas (el crecimiento económico de los países europeos en los años 50 y 60, la extensión de las vacaciones pagadas, el abaratamiento y mejora del transporte, sobre todo el aéreo, y la labor de los touroperadores), e internas (la variada y bien conservada naturaleza española, el clima, la riqueza histórica y gastronómica; en el terreno económico, los salarios reducidos y devaluación de la peseta provocó precios muy ventajosos para los visitantes en los años 60. Este éxito se ha mantenido pese a las fluctuaciones en el número de visitantes debido a la crisis del petróleo. La entrada en la UE incrementó el número de turistas y el gasto de éstos (salvo a finales de los 80, cuando hubo un repunte de precios que no fue acompañado de una mejora en la calidad), a la vez que se mejoraron las infraestructuras. La oferta turística: el litoral mediterráneo y Canarias.- ofrecen el modelo de turismo llamado de “sol y playa”. La costa mediterránea es fácilmente accesible tanto por carretera (autopista del Mediterráneo, A-7) como por avión (aeropuertos de Barcelona, Valencia, Alicante, San Javier, Palma), y se ha extendido por zonas económicamente deprimidas antes de la llegada del turismo (secanos, baldíos), siendo el turismo una “tabla de salvación” económica. Los distintos sectores de la costa se organizan en diferentes tramos, cada uno con un nombre, que es su “marca turística”: la costa brava (Gerona), con agrestes acantilados, muy accesible desde la frontera: Lloret de mar, San feliu de Guixol. La costa dorada (Tarragona): Salou, Cambrils, Port Aventura. Costa del Azahar, Costa Blanca, Costa Cálida (CastellónValencia, Alicante, Murcia, este de almería): playas muy buenas, parque de Terra Mítica, pero son zonas muy saturadas (Benidorm, Gandía, Torrevieja, la Manga…). El tramo Jávea-Calpe-Altea está especializado en turismo extranjero residente: por ejemplo, Calpe está lleno de alemanes; en la Manga hay urbanizaciones prácticamente exclusivas para ingleses. La costa del Sol: (Oeste de Almería, Málaga) Motril, Torremolinos, Marbella, Fuengirola. Por sus agradables temperaturas hay afluencia de extranjeros durante todo el año. Costa de la Luz (Huelva y Cádiz): sus atractivos son Doñana, su entorno natural, el surf (por la olas de Tarifa); los turistas suelen ser españoles (playas de Matalascañas, Isla Cristina…). Baleares: aquí estuvo el inicio del turismo en España, con turistas alemanes e ingleses, siendo Ibiza para ellos un destino mítico. Canarias: su clima cálido todo el año la convirtió en un segundo destino para alemanes y británicos, sin problemas de estacionalidad. Combina el turismo de sol y playa con otro más responsable y sostenible. El turismo de interior y del Norte de España.- ofrece, más que sol y playa, paisaje, naturaleza, riqueza histórica y gastronómica, turismo rural. Son regiones menos congestionadas turísticamente (con algunas excepciones, como Santillana del mar, San Vicente de la Barquera, Santiago de Compostela). Esta actividad ha sido una alternativa al declive industrial y agrícola. Marcas como “Galicia Terra”, “Cantabria infinita”, “Asturias, paraíso natural” indican la distinta naturaleza de este turismo. En el interior, destaca Madrid como la ciudad más visitada. Comunidades como Extremadura, Castilla la Mancha, Castilla León, Aragón, Navarra… explotan su patrimonio cultural (Ruta de la Plata, Camino de Santiago, Tierra de Caballeros…), histórico y natural sobre todo por medio del turismo rural. Este tipo de turismo lo practica gente más respetuosa con el medio ambiente y de mayor nivel cultural. La demanda.- En el turismo que se practica en España, tenemos que distinguir entre los extranjeros que vienen a España y los españoles que hacen turismo dentro o fuera de su país. El nº de extranjeros, que vienen por los factores explicados anteriormente, no ha dejado de aumentar (unos 60 millones al año), destacando los ingleses (16 millones), alemanes (10 millones), y franceses (9 millones). Sin embargo, con la mejora del nivel de vida en las últimas décadas, tampoco ha dejado de aumentar el turismo nacional, tanto el de sol y playa como el de interior. Las comunidades con más viajeros son Madrid, Cataluña y Andalucía. En cuanto a los destinos extranjeros, los españoles prefieren Francia, Portugal, Italia, Andorra… Siendo las comunidades emisoras: Cataluña, Madrid, Andalucía y Valencia. 3. Problemas del turismo y soluciones.- la acusada estacionalidad: los meses de verano concentran la mayoría de las visitas. La infrautilización durante el resto del año se arregla con viajes de “turismo social” (tercera edad) y precios más bajos con menos masificación. Concentración espacial: el 85% va a la costa mediterránea y archipiélagos; la solución es promocionar el turismo cantábrico y de interior. Concentración de la demanda en tres países (el 60% procede de Gran Bretaña, Francia, y Alemania), de manera que un cambio de gustos o de situación económica en estos países nos perjudicaría mucho. Para evitarlo, se debe diversificar la demanda, promocionando España en otros países. Dependencia de los touroperadores europeos, que hace que gran parte de lo que paga el visitante por el “paquete” turístico se quede en su país de origen. Para solucionarlo, se debería promover las empresas de touroperadores españoles. Atomización del sector: la mayoría de las empresas turísticas son familiares, o pequeñas cadenas, o establecimientos no declarados. La cadena española Sol-Meliá se extiende por el mundo, pero está muy lejos de las grandes cadenas estadounidenses. Impacto medioambiental: las construcciones turísticas, más o menos densificadas, se extienden sobre todo por la costa mediterránea, conduciendo en algunos casos (p. e. Benidorm) a horrorosas aglomeraciones no sostenibles; la solución pasa por programas de turismo sostenible que usen racionalmente el agua, energías renovable y gestionen racionalmente los recursos naturales. 4. Nuevos tipos de turismo.- a partir de los 90 se consolidan alternativas al turismo de sol y playa: el turismo cultural en ciudades con ferias, museos, congresos o rico patrimonio histórico-artístico. El turismo de deportes de invierno ha impulsado las estaciones de esquí, sobre todo en el Pirineo, Sierra Nevada y Cordillera Cantábrica. El turismo rural es la modalidad más extendida aparte de la de sol y playa. Lo practican habitantes de las ciudades que buscan un ambiente bucólico, pero también deportes de aventura, o agroturismo. El termal es de los más antiguos, creando verdaderos centros de ocio y descanso en los balnearios tradicionales (Archena, Fuencaliente…) o en los modernos “spas” urbanos. Menor importancia tienen el turismo enológico (recorridos por las regiones vinícolas, visita a bodegas…), el cinematográfico (rutas por escenarios de rodaje de películas famosas –como la “ruta de Almodóvar” en la Mancha), el turismo ecológico (actividades de sensibilización hacia la sostenibilidad ambiental, y el turismo “ético”, que busca contribuir al bienestar de las poblaciones locales (ONGs que promueven el turismo de voluntarios…).