La conformación de La Alianza UCR – Frepaso

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Ponencia preparada para las 2° Jornadas de Ciencia Política del Litoral - Universidad
Nacional del Litoral; 29 y 30 de Mayo de 2014.
Área temática:
Democracia, Partidos Políticos y Acción Colectiva
Autor:
Amancio Vázquez1 [email protected] (UNL/UNR)
La conformación de La Alianza UCR – Frepaso (1997 – 2001).
Usos de las teorías de negociación política para el estudio de las
coaliciones.
Resumen:
La ponencia se ocupa de analizar el proceso de conformación de La Alianza UCR –
Frepaso (1997 – 2001) a partir del uso de un modelo analítico basado en las teorías de
negociación política. El modelo analítico parte de un marco teórico clásico sobre la
negociación donde ésta es vista como una relación específica entre actores políticos que
comienza cuando aparece un interés común a ellos. El aporte estaría dado por la
precisión de las unidades de análisis más relevantes: quantum de poder de las partes
negociadoras, interés, grado de comunidad, complejo situacional, discreción,
desenvolvimiento del trámite y formalización; las cuales podrían operar como
esclarecedoras claves de trabajo.
Palabras clave:
Coaliciones políticas – poder político - negociación política
1
Licenciado en Ciencia Política (UNR), Doctorando en Ciencia Política (UNR).
1. Coaliciones políticas y teoría de la negociación
Las coaliciones políticas son sin duda uno de los temas más relevantes dentro del
universo político actual. A nivel global las coaliciones políticas y su configuración en
sus distintas modalidades: pre y post electorales, de gobierno, legislativas, etc. y en sus
distintos niveles: nacionales, regionales y locales, son un fenómeno que cobra cada día
mayor vigencia y se da a escala mundial tanto en los sistemas presidencialistas (más allá
de lo que sostenía el análisis académico tradicional), como en los parlamentarios o
mixtos. Lo mismo sucede a nivel nacional. En la Argentina de los últimos años, la
relevancia de las coaliciones políticas en el juego electoral ha impactado en forma
particular en el sistema de partidos generando una profunda reestructuración del mismo
y en forma general en el sistema político en su conjunto, lo que ha significado
profundas transformaciones en las formas de hacer y de pensar la política. El futuro
próximo de la competencia democrática por el poder parece encaminarse hacia un
horizonte regido en pleno por las coaliciones. Acaso, entonces, no sea exagerado
sostener que todo intento tanto de hacer como de analizar la política sin comprender las
características y las lógicas propias de la construcción de las alianzas entre partidos o
frentes partidarios adolezca del elemento interpretativo clave.
Alcanza con una definición general o mínima de coaliciones políticas para saber
que se entiende aquí por las mismas. El denominador común que otorga entidad al
concepto es la existencia constatada de una relación de unión entre dos o más partidos
políticos. En tal sentido cualquier alianza de partidos políticos con algún tipo de
objetivo, cualquiera sea este, puede ser considerada una coalición política. Por tanto
usaremos la definición de (Bergman, 1995: 29): “I shall speak of a coalition only when
two or more political parties form a group”.
La Alianza2, el caso de que se ocupa esta ponencia, puede clasificarse como una
coalición política gubernamental pre electoral. Es gubernamental porque las fuerzas que
la compusieron (el partido político argentino UCR y el frente partidario argentino
Frepaso) integraron de manera conjunta un mismo gobierno, en este caso el gobierno
nacional y es pre el electoral porque la alianza se selló antes de las elecciones.
El estudio de La Alianza tiene un interés específico significativo. Por un lado
implica una investigación sobre una coalición política dentro de un sistema
presidencialista, cosa que ha sido poco abordada por los análisis académicos, los cuales
2
Alianza para el trabajo la justicia y la educación (1997 – 2001)
tradicionalmente han tendido a considerar que en los sistemas presidencialistas, como
los que tiene casi todo el continente americano, la configuración de alianzas no son
significativas como sí lo son en los sistemas parlamentarios que, por su propia lógica,
necesitan de las coaliciones interpartidistas para formar gobierno. Por otro lado, para el
caso argentino, donde las coaliciones gubernamentales han cobrado recientemente un
protagonismo inédito en su historia, los estudios en profundidad sobre las coaliciones
políticas resultan casi una obligación para una ciencia política que pretenda aportar
conocimiento con capacidad de dar respuestas a la realidad política de su entorno. En
Argentina hay además escasa tradición en coaliciones (Ollier 2001) y tampoco existe en
el país, (Quiroga 2005), una cultura política coalicional y sin embargo la competencia
electoral argentina de estos tiempos aparece confinada exclusivamente al terreno aún
poco luminoso de las alianzas entre partidos políticos y frentes de partidos políticos. Un
claro ejemplo de esto es la reciente creación del Frente Amplio UNEM que aparece
como la única fuerza capaz de desafiar electoralmente en el 2015 al justicialismo en sus
distintas versiones.
La teoría clásica de la negociación política como la que presenta Melo (1979),
basándose en autores como Friedrich (1968), Verdú (1969), Dahl y Lindblom (1971)
entre otros, sostiene que toda negociación política es, en esencia, una de las formas
específicas que puede adoptar una relación de poder político. Específicamente se trata
de una relación de poder de carácter eminentemente consensual; ya que se da entre
partes dotadas de un quantum de poder similar. Es la forma característica que se da en
el plano externo de la realidad política, donde ya no se habla de otras formas de
relacionarse a través del poder político como mando/obediencia, la forma característica
que se da entre gobernantes y gobernados, sino de relaciones de poder equilibradas o
casi entre estados soberanos. Sin embargo, también en el plano interno de la realidad
política pueden darse relaciones de poder cuasi equilibrados, o de negociación. Tal es el
caso, entre otros, de las coaliciones o alianzas entre partidos políticos como la que se
trata aquí entre la UCR y el Frepaso durante la conformación de La Alianza.
Entendida a la negociación de esta forma, como una relación específica de poder
político, pueden determinarse los elementos clave que juegan en una relación de
negociación. Algunos elementos operan como requisitos para que pueda darse una
relación de negociación y otros elementos son los centrales en el procedimiento de la
misma. De tal modo, a continuación, se propone el siguiente modelo analítico para el
estudio de la negociación política.
Modelo analítico para el estudio de la negociación política:
Son las cuotas de poder de las partes negociadoras, que
Quantum de poder
requieren cierto equilibrio, de lo contrario no estarían dadas
las condiciones para una relación de negociación, sino más
bien para una relación de mando/obediencia.
Complejo
REQUISITOS
situacional
Es el ambiente, al que deben enfrentarse, las partes
negociadoras. Está compuesto por la coyuntura de hechos
de la realidad política en un momento determinado.
Este es un elemento central, pues constituye el detonante
Interés que afecte a
las partes
para que se produzca toda negociación. Es lo que las motiva
a conseguir el objetivo de la negociación, es decir a
alcanzar un acuerdo acerca de estos intereses que las
afectan.
Otro requisito para que pueda darse la negociación es que
Grado de
las partes puedan confiar en los procedimientos de la
comunidad entre
negociación y estén dotadas de cierta flexibilidad en sus
las partes
posturas. Lo que presupone que haya un mínimo de acuerdo
básico acerca de algunos valores comunes.
Es el secreto de las partes durante el trámite de la
PROCEDIMIENTO
negociación.
Discreción de los
Las negociaciones suelen ser secretas, ya que de esta
negociadores
manera es más fácil para las partes controlar el complejo
situacional en el intento por evitar que este se les vuelva
hostil.
Desenvolvimiento
del trámite
Son los avatares del proceso de negociación que
básicamente
se
traducen en las propuestas y las
contrapropuestas de las partes negociadoras.
Es el punto de mayor éxito de una negociación; cuando se
Formalización
ha alcanzado el objetivo de la negociación y éste se ha
formalizado en un documento que suele tomar las formas
de compromiso, pacto, tratado, acuerdo, etc.
2. La negociación UCR – Frepaso durante la conformación de La Alianza
La aplicación del modelo analítico propuesto para el estudio de la negociación política
entre la UCR y el Frepaso durante la conformación de La Alianza fue hecha más
extensamente en un trabajo anterior (Vázquez 2006). Para el propósito de esta ponencia,
que es mostrar las posibilidades analíticas que trae el uso de las teorías de la
negociación en el estudio de la conformación de las coaliciones políticas, basta un
desarrollo resumido del mismo.
I Requisitos
a) Quantum de poder de cada parte:
Es evidente que existió un quantum de poder equilibrado entre las dos fuerzas políticas
que permitió que se establezca una relación de negociación entre ellas. Por supuesto la
base del poder de cada una de las partes era distinta. Desagregando el concepto quantum
de poder en indicadores como imagen pública; resultados electorales y cargos públicos
podemos destacar las siguientes características en cada una de las partes.
UCR
a.1 Imagen pública:
Cuando empezaron las negociaciones por la Alianza, la UCR venía atravesando una
crisis que se remontaba a la hiperinflación de 1989 y que se había acentuado con la
firma del pacto de Olivos y el magro tercer puesto en las elecciones de 1995. Sin
embargo el punto más alto de esta crisis por la que atravesaba la UCR, se había dado en
1995. Para 1996, la UCR había experimentado una recomposición. El “trauma” del
pacto de Olivos, había quedado atrás; y muchas opiniones –tanto dentro de la UCR
como en el resto de la sociedad– parecían ver ahora, al citado pacto como una acción
política legal y racional que había logrado imponer una constitución más moderna, y
que había hecho retornar al protagonismo político al partido radical. Pese a este repunte,
la crisis de la UCR había sido muy grande. Tanto que para muchos se había roto el
sistema bipartidista tradicional argentino (UCR-PJ), especialmente desde las elecciones
de 1995, y el surgimiento del Frepaso. Para disputar contra el oficialismo, la UCR antes
debía luchar con el Frepaso por convertirse en la primera fuerza de oposición.
a.2 Caudal de votos –resultados en elecciones–
Elecciones: Presidente y vicepresidente de la Nación/ Diputados Nacionales (1995)
Fecha: 14 de mayo de 1995. Electores hábiles: 22.178.154. Porcentaje de votantes:
82,08%
En estas elecciones la UCR obtuvo para presidente y vicepresidente de la Nación
2.914.241 votos, lo que equivale al 16,8 % de los votos totales y le significó quedar en
el tercer puesto; y para Diputados Nacionales 3.679.864 votos (2° puesto), lo que
equivale al 21,7% de los votos totales y le significó la obtención de 28 Diputados
Nacionales.
Elecciones: Diputados Nacionales (1997)
Fecha: 26 de octubre de 1997. Electores hábiles: 23.199.814. Porcentaje de votantes:
79,62%
Para estas elecciones La Alianza ya se había formado y obtuvo el primer puesto
con 6.267.973 votos, lo que equivale al 36,33% de los votos totales y le significó la
obtención de 50 Diputados Nacionales. La UCR, no obstante, en algunos distritos se
presentó por si sola obteniendo 1.201.904 votos (3° puesto), lo que equivale al 6,97% de
los votos totales y le significó la obtención de 12 diputados nacionales.
a.3 Cargos públicos
UCR AÑO 1996
Gobernaciones Provinciales:
Catamarca: Arnoldo Castillo (período de mandato:10/12/1991-10/12/1999); Chaco:
Ángel Rozas (período de mandato:10/12/1995-10/12/2003); Córdoba: Ramón Mestre
(período de mandato: 12/07/1995-12/07/1999); Chubut: Carlos Maestro (período de
mandato:11/12/1991-11/12/1999); Rio Negro: Pablo Verani (período de mandato:
09/12/1995-10/12/2003).
Intendencias/ Jefaturas de Gobierno
Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Fernando de la Rua (período de mandato:
06/08/1996-09/12/1999)
Congreso nacional:
Senadores Nacionales: 10; Diputados Nacionales: 28
UCR AÑO 1997
Gobernaciones Provinciales
Catamarca: Arnoldo Castillo (período de mandato:10/12/1991-10/12/1999); Chaco:
Ángel Rozas (período de mandato:10/12/1995-10/12/2003); Córdoba: Ramón Mestre
(período de mandato: 12/07/1995-12/071999); Chubut: Carlos Maestro (período de
mandato:11/12/1991-11/12/1999); Rio Negro: Pablo Verani (período de mandato:
09/12/1995-10/12/2003).
Intendencias/ Jefaturas de Gobierno
Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Fernando de la Rua (período de mandato:
06/08/1996-09/12/1999)
Congreso Nacional:
Senadores Nacionales: 8; Diputados Nacionales: 12
FREPASO
a.1 Imagen pública
Para el momento de las negociaciones con la UCR, el Frepaso era un partido de
coalición que agrupaba un conjunto de fuerzas progresistas de centroizquierda. Era un
partido nuevo de creciente poder. El grueso de sus recursos se encontraba en los medios
comunicacionales, de los que hacía un uso intenso y eficaz, logrando una corriente de
opinión favorable; y en el prestigio de líderes de destacada imagen pública.
Era un partido que había crecido mucho a costas de otras fuerzas políticas y a
causa de la coyuntura, pero que no había logrado consolidar sus recursos en una base
organizativa a nivel territorial y con un programa a mediano y largo plazo. Por otra
parte el basar su accionar político en actividades expresivas de la conflictividad social o
testimoniales, lo hacía ver como un “partido de opinión” aparentemente más apto para
el rol de oposición que el de gobierno. De aquí que no haya correlato entre la
representatividad del Frepaso en la sociedad y el peso en las cámaras legislativas o el
efectivo ejercicio de cargos de gobierno. Esto constituía otra de las falencias básicas del
Frepaso, la falta de experiencia para gobernar.
a.2 Caudal de votos –resultados en elecciones–
Elecciones: Presidente y vicepresidente de la Nación/ Diputados Nacionales (1995)
Fecha: 14 de mayo de 1995. Electores hábiles: 22.178.154. Porcentaje de votantes:
82,08%
En estas elecciones el Frepaso obtuvo para presidente y vicepresidente de la
Nación 4.934.814 votos, lo que equivale al 28,4 % de los votos totales; y le significó
quedar en el segundo puesto; para Diputados Nacionales 3.507.792 votos (3° puesto), lo
que equivale al 20,7% de los votos totales y le significó la obtención de 20 Diputados
Nacionales.
Elecciones: Diputados Nacionales (1997)
Fecha: 26 de octubre de 1997. Electores hábiles: 23.199.814. Porcentaje de votantes:
79,62%
Para estas elecciones La Alianza ya se había formado y obtuvo el primer puesto con
6.267.973 votos, lo que equivale al 36,33% de los votos totales y le significó la
obtención de 50 Diputados Nacionales. El Frepaso, no obstante, en algunos distritos se
presentó por si solo obteniendo 339.249 votos (4° puesto), lo que equivale al 1,97% de
los votos totales y le significó la obtención de 3 diputados nacionales.
a.3 Cargos públicos
FREPASO AÑO 1995
Congreso Nacional:
Senadores Nacionales: 2; Diputados Nacionales: 20
FREPASO AÑO 1996
Congreso Nacional:
Senadores Nacionales: 2; Diputados Nacionales: 20
FREPASO AÑO 1997
Congreso Nacional:
Senadores Nacionales: 2; Diputados Nacionales: 3
b) Complejo situacional:
En diciembre de 1996, Carlos Álvarez publicó un documento donde explicitaba la
necesidad del Frepaso de llevar a cabo una política de alianzas, tanto para disputar el
gobierno como para gobernar. Esta fecha hasta agosto de 1997 (cuando se concreta la
alianza UCR- Frepaso), es el período de tiempo que aquí se toma como el complejo
situacional o ambiente en que se producen las negociaciones.
El justicialismo sufría la crisis relativa a los partidos tradicionales, pero además
atravesaba sus propios problemas. Uno de los principales eran las disputas internas que
habían configurado por un lado al llamado menemismo, y por el otro a sus opositores
que veían al menemismo como una estructura cerrada con pretensiones hegemónicas y
que concentraba el poder en sus seno. Por otro lado, el oficialismo venía del desgaste
que significa dos gestiones seguidas de gobierno, las cuales requirieron una reforma de
la Constitución Nacional, lo que evidenciaba para muchos la intención desmedida por
concentrar el poder. Además el gobierno afrontaba denuncias de corrupción, y
problemas graves de desempleo y exclusión social. Entre las importantes
transformaciones que había realizado el menemismo y que condicionarían (sobre todo
en materia económica) a los programas de La Alianza, y posiblemente al de cualquier
partido político durante muchos años se puede citar: convertibilidad cambiaria;
equilibrio fiscal; reforma del Estado; privatizaciones de empresas públicas;
flexibilización del mercado de trabajo; alineación con EEUU; endeudamiento externo;
apertura económica; desarticulación de la industria nacional; etc. Todas estas
transformaciones a grandes rasgos conforman el llamado modelo neoliberal menemista,
que si bien había sido aceptado en un principio, para el momento de las negociaciones
UCR-Frepaso por La Alianza, estaba siendo fuertemente cuestionado por la sociedad.
Desde una perspectiva más general se puede destacar la profunda devaluación
que sufría en la sociedad la actividad política en su conjunto. La problemática de la
desocupación era quizá el reclamo emblemático, ya que había dejado de ser un
problema exclusivo de los propios afectados y constituía una de las principales
preocupaciones de la opinión pública en general.
c) Interés que afecte a ambas partes:
Hay dos grandes intereses que afectaban a ambas partes:
1) Volverse competitivos para las elecciones legislativas de 1997, y presidenciales de
1999.
2) Conformar una alternativa política novedosa, abierta y progresista para enfrentar al
modelo neoliberal conservador populista y a los nuevos desafíos del mundo actual.
Aceptando como bases ya indiscutidas la democracia y la estabilidad.
El primer interés es eminentemente pragmático; el segundo es más ideológico.
Cabe preguntarse cuál de los dos intereses fue el mayor disparador de La Alianza. Es
posible suponer que de sólo existir el segundo interés común (la alternativa política al
menemismo) se hubiera llegado a un amplio diálogo y convergencia de posturas y
políticas comunes entre la UCR y el Frepaso; como podría haber sido un acuerdo
programático para una acción legislativa en común. Pero que en ausencia de una
necesidad de sumar votos para competir con el oficialismo no se hubiera sellado una
alianza electoral. Probablemente entonces, haya sido el primer interés (derrotar al
justicialismo) el que impulsó a transformar en alianza lo que podría haber sido un
simple acercamiento. Parece cosa segura, que a medida que se acercaban las elecciones
el interés por derrotar al menemismo se fue volviendo el objetivo más importante tanto
para la UCR como para el Frepaso, al punto de que se debían subordinar a él muchas
otras consideraciones. Según Eduardo Jozami (2004), en este interés casi obsesivo por
triunfar en las elecciones desplazando al PJ (sobretodo en las elecciones presidenciales
de 1999) se pueden encontrar las causas, tanto de que el FREPASO se haya alejado cada
vez más de la izquierda del espectro político, como de que La Alianza se haya
preocupado poco por intentar modelos alternativos de desarrollo político y social al del
neoliberal - conservador propuesto por Menem. Efectivamente ninguna de las dos
fuerzas políticas estaba dispuesta a arriesgar votos criticando hechos como la estabilidad
y la convertibilidad que tenían mucho arraigo en la sociedad.
d) Grado de comunidad entre las partes:
Resulta difícil establecer la polaridad ideológica de las partes, ya que ellas no son
internamente homogéneas. Pero en un sentido amplio, ambas fuerzas políticas
compartían un profundo sentido democrático, republicano y modernizador; con respeto
por los derechos sociales universales. En un sentido más acotado ambas fuerzas
políticas sostenían las banderas de recuperación de la ética política; lucha contra la
corrupción; lucha contra la concentración del poder; reivindicación del Congreso como
instancia de control y equilibrio. El Frepaso parecía, desde una primer mirada, ubicarse
más a la izquierda del espectro político que la UCR, en sus inicios, la crítica al modelo
económico neoliberal fue muy fuerte y se lo identificó con el movimiento de los
derechos humanos; por otro lado se vinculó con el socialismo y aún con el Partido
Comunista y en general sus dirigentes promovían todas las iniciativas consideradas
progresistas. La UCR, en cambio, parecía ser un partido más cercano al centro del
espectro político, teniendo incluso, sectores fuertemente identificados con el
conservadurismo. Aparentemente existía una considerable distancia ideológica entre los
dos partidos políticos. Esta idea era la común al respecto y para muchos el corrimiento
del Frepaso hacia el centro y aún hacia la centro derecha se dio como consecuencia de la
alianza con la UCR. Sin embargo mucho antes de la unión con el radicalismo3, el
Frepaso fue modificando sus posturas en temas clave de políticas económicas; y fue
desechando las alianzas con partidos de “izquierda”, acercándose mucho a la UCR. Para
el momento de la alianza podríamos decir que el grado de comunidad entre las partes
era muy alto; y que al importante núcleo de coincidencias respecto a temas económicos
y sociales básicos, se le había agregado un fuerte sentimiento antiperonista.
Uno de los problemas importantes de La Alianza fue por otro lado una latente
falta de identificación ideológica. Este problema también fue percibido dentro de La
Alianza, la cual creó tras su conformación el Instituto Programático de La Alianza
(IPA), con el objeto no sólo de establecer ideas para un programa futuro y conjunto de
gobierno, sino también para reducir la distancia ideológica entre las dos fuerzas, a través
de la creación de nuevos paradigmas e ideas, para dar cuenta de los nuevos desafíos
políticos surgidos por aquellos tiempos. Como señala Godio (1998), el IPA era “la
principal usina ideológica de la Alianza”.
3
Jozami ubica la fecha en 1994, Jozami, Ob. Cit., ps.,60-61
Desde lo económico pensaban un programa de fomento del empleo, promoción de
PYMES y desarrollo de las economías regionales, aunque condicionados por el anterior
gobierno también se pensaba en mantener algunos principios económicos del
oficialismo (poco después de conformarse La Alianza se definió por la continuidad de
cuatro principios macroeconómicos del oficialismo: convertivilidad, privatizaciones,
apertura y equilibrio fiscal).
II Procedimiento
a) Discreción de los negociadores:
La conformación de La Alianza fue fruto de las decisiones políticas de los líderes de
ambas partes. Fue a partir de la decisión de apartarse de la curiosidad periodística
mediante el silencio de quienes llevaban adelante las tratativas, cuando se pudo llegar a
definir las pautas de la fórmula presidencial, y a los fundamentos de un acuerdo
programático. Pese a la amplia cobertura que sobre el tema hicieron los medios de
comunicación, las tratativas finales para la integración de listas y demás conciliación de
posiciones, así también como el disciplinamiento de los integrantes de cada parte,
requirió, como prevé la teoría, de la discreción e incluso del secreto de los negociadores.
En el Frepaso muchos de sus integrantes se oponían a una alianza con el
radicalismo por cuestiones ideológicas, principalmente por el Pacto de Olivos, por esto
la decisión final de concretar La Alianza se tomó repentinamente y en secreto. En
efecto, el 2 de agosto por la noche en la casa de Federico Polak, vocero de Alfonsín, un
grupo de diez personas, entre quienes se encontraban los “Cinco Grandes” o “Grupo de
los Cinco” (Alfonsín, Álvarez, Fernández Meijide, Terragno y De la Rúa) dieron
nacimiento repentinamente a La Alianza.
Eduardo Jozami (2004) señala que en el Frepaso, la alianza electoral con la UCR
no fue aprobada por ningún organismo partidario, hasta después de haberse constituido.
b) Desenvolvimiento del trámite:
La negociación fue difícil. A ambas partes se les dificultaba determinar su propia
situación de fuerzas y la de la otra parte. El quantum de poder de cada uno era difícil de
precisar. Pero era evidente que a nivel general la balanza de fuerzas tendía a un
equilibrio. Por otro lado la inclinación de la balanza hacia un lado, en los casos de las
provincias gobernadas por los radicales (Córdoba, Chubut y Río Negro) llegó incluso a
frustrar la alianza. En cambio, para los radicales de la provincia de Buenos Aires y de
Capital Federal, las ventajas electorales que suponía un acuerdo con el Frepaso eran tan
evidentes que aún los sectores más reticentes a conformar la alianza con el Frepaso,
dejaron de lado rápidamente toda resistencia al acuerdo.
En términos generales, a la UCR se le hacía quizá más difícil reconocer un
equilibrio de poder con el Frepaso. Lo que es entendible considerando la historia y
experiencia de gobierno de uno y otro partido. Incluso los radicales más proaliancistas
planteaban que el radicalismo debía ser considerado como la fuerza hegemónica de la
alianza. Sin embargo desde el Frepaso (fundamentalmente argumentando la elección
presidencial de 1995 donde obtuvo el 30% de los votos contra un pobre 16,9% de la
UCR) muchos dirigentes como Carlos Auyero4 estaban seguros de que ostentaban un
mayor quantum de poder que la UCR y que de conformarse una alianza, el Frepaso
debería conducirla.
Esto ya significó dificultades acerca de las condiciones para empezar las
negociaciones. Hubo propuestas y contrapropuestas para casi todos los ítems que
supone un acuerdo programático. Por ejemplo, para los mecanismos de conformación
de listas la UCR proponía una interna abierta y el Frepaso acuerdos sobre las bases de
las encuestas de opinión. La revista “Noticias5” resumió los “puntos críticos” de las
negociaciones de la siguiente manera: La candidatura: difieren en la fecha de elección
interna; Política económica: las definiciones antimodelo de la UCR molestan al
Frepaso. Lucha anticorrupción: el Frepaso promueve una comisión multisectorial, De la
Rúa se opone. La justicia: el Frepaso quiere promover el juicio político a los miembros
de la Corte Suprema, la UCR opta por la cautela. Reforma militar: el Frepaso accedió a
votar en general el proyecto de Jaunarena solo a cambio de un debate sobre el
financiamiento educativo. Pata peronista: los frepasistas consideran una muestra de
sectarismo las reticencias radicales a sumar peronistas. Las provincias: el Frepaso es la
oposición más critica en las provincias donde gobiernan los radicales. Gobierno
porteño: los frepasistas temen que la actitud conciliadora de De la Rúa los desgaste.
Grupo de los 5: los radicales se quejan de que Álvarez pretenda disciplinar al radical
4
Auyero y Colombo, Frente Grande. Primeros Papeles de Trabajo. Período 1995-1999, Bs.As., mimeo,
1995
5
Revista Noticias, mes de agosto 1998
Terragno. Relaciones internacionales: los radicales miran hacia Europa y desconfían de
la actitud frepasista ante la embajada de los EEUU.
Respecto del tema central de la determinación del candidato a presidente se
acordó finalmente la realización de internas abiertas. Esta pauta para la definición de la
fórmula presidencial, junto con las bases de un acuerdo programático de acción
legislativa salió a la luz la madrugada del 3 de agosto de 1997, lo que significó el éxito
de las conversaciones y la formalización de la negociación en un compromiso.
c) Formalización de la negociación:
Como ya se ha señalado el punto de mayor éxito de toda negociación es la formulación
de un compromiso que suponga la formalización de los acuerdos alcanzados entre las
partes negociadoras. Cuando se concretó La Alianza, en la reunión en la casa de
Federico Polak, en la madrugada del 3 de agosto de 1997, se llegó a un acuerdo cuyo
núcleo era sencillo: Establecía que la UCR y el Frepaso se presentarían de forma
conjunta a las elecciones parlamentarias, tratando de lograr esta unión en todos los
distritos que fuera posible. Las listas se constituirían preservando la relación de fuerzas
en cada distrito y se acordarían para noviembre de 1998 internas abiertas para
determinar la fórmula presidencial. Estos acuerdos se redactaron en forma explícita en
un documento, cuyo original se quedó Dante Caputo y que supuso la formalización de
la negociación. Al margen de éste documento privado, puede tomarse a la “Carta
Constitutiva de la Alianza” –presentado a la justicia electoral, por lo que tiene validez
legal, el 26 de agosto de 1997 como el documento que establece el compromiso entre
las partes, y formaliza públicamente las negociaciones.
Con anterioridad a “La Carta Constitutiva de la Alianza”, a los pocos días de
concretada la misma se dio a conocer a la prensa otro escrito “El Compromiso de la
Alianza” donde se establece un acuerdo programático de acción legislativa y se sientan
las bases para la definición de una fórmula conjunta presidencial. Es decir se formalizan
los acuerdos acerca del interés que afectaba a ambas partes –propuestas políticas
alternativas a las menemistas y candidatura conjunta a la presidencia en 1999–. Este
“Compromiso de La Alianza”, junto con la “Carta Constitutiva de La Alianza”, serán la
base de la “Carta a los Argentinos” –formulada un año después en agosto de 1998– un
documento mucho más elaborado y conocido.
3. Conclusiones
El uso del modelo analítico sobre negociación que ha sido presentado en esta ponencia
aparece como una herramienta muy útil para ser aplicada al estudio de las coaliciones
políticas. El principal acierto de este abordaje estriba en la matriz teórica del modelo
que está basado en la idea seminal de poder político. Efectivamente toda coalición o
alianza política es, ante todo, una relación de poder. Las posibilidades de aplicación del
modelo irían incluso más allá de su uso para el estudio del proceso de conformación de
las coaliciones. Posiblemente puedan establecerse además relaciones vinculantes entre
el modo en que se conforma una coalición y su posterior ciclo vital. En tal sentido las
posibilidades de aplicación del modelo en relación con los fenómenos, cada día más
relevantes, de las coaliciones políticas aparecen ciertas y prometedoras.
Del análisis de las negociaciones entre la UCR y el Frepaso, durante el proceso
de conformación de la Alianza, se concluye lo siguiente:
a.- La Alianza habría sido posible porque estaban dados todos los requisitos para una
negociación política. Además de la voluntad de los líderes de las respectivas fuerzas
políticas para conformar la coalición, existía un fuerte interés común a ambas partes
negociadoras, así como un importante grado de comunidad ideológica y un quantum de
poder equilibrado entre ellas. Por otro lado el ambiente de la negociación, el complejo
situacional, era altamente propicio para la conformación de la alianza.
b.- El quantum de poder fue relativamente equilibrado lo que permitió que se establezca
una relación de negociación. Sin embargo la UCR tuvo una ventaja en cuanto a su poder
relativo lo que le permitió imponer la forma de elegir al candidato presidencial (internas
abiertas). Posteriormente con la elección de Fernando De la Rúa como presidente de la
Nación hubo un desbalance de poder a favor de la UCR. Pudo observarse entonces que
la conformación de La Alianza fue rápida y que esta pareció sólida, mientras la UCR y
el Frepaso, tuvieron un quantum de poder equilibrado y que tras el desequilibrio
abrupto esta comenzó a disolverse.
c.- El alto interés común entre la UCR y el Frepaso por derrotar al PJ electoralmente y
constituirse gobierno nacional en 1999 destrabó las mayores dificultades en las
negociaciones por La Alianza y dejó de lado la búsqueda profunda de un programa
alternativo de gobierno. Dentro del interés común que afecta a ambas partes en todo
proceso de negociación política; el objetivo de llegar al poder primó, soslayándose por
esto un profundo debate ideológico entre la UCR y el Frepaso, lo que derivó en
acuerdos ideológicos débiles.
d.- El complejo situacional, en la figura de una sociedad altamente critica con el modelo
oficialista y que se mostraba cansada de los sectarismos políticos, fue más que propicio
para la creación de la alianza.
e.- El acuerdo final entre la UCR y el Frepaso, respondió en mucha mayor medida, al
interés común por derrotar al PJ en las elecciones y conquistar el gobierno nacional en
1999, que en constituirse en una fuerza política alternativa al modelo imperante. En los
documentos que formalizaran la negociación se establecían acuerdos para la
presentación conjunta a elecciones y lineamientos políticos que La Alianza debería
apoyar. Es decir se explicitaban los acuerdos acerca de los intereses de las partes. Sin
embargo, los lineamientos políticos a seguir se basaban en principios muy generales.
Pronto quedó claro que La Alianza no tenía intenciones de arriesgar en ningún cambio
político sino más bien de conquistar el poder.
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