Lengua Castellana y Literatura 3º ESO TEMA 3 LA EDAD MEDIA: LA POESÍA MEDIEVAL (corresponde a los apartados de literatura de los temas 2-3 del libro) 1 1.- La Edad Media La Edad Media es el período histórico de la civilización occidental comprendido entre el siglo V y el XV. Su comienzo se sitúa en el año 476, con la caída del Imperio romano y, su fin, en 1453 con la conquista de Constantinopla por los turcos, o en 1492 con el descubrimiento de América. 1.1. Marco histórico La Edad Media se divide generalmente en dos épocas: Alta Edad Media y Baja Edad Media. En la Alta Edad Media (siglos V a X) conviven en la Península Ibérica tres grandes culturas: la cristiana, la hebrea y la musulmana. A pesar de esta convivencia, la imagen que nos ha llegado de la Edad Media nos muestra una sociedad predominantemente cristiana y caracterizada por un fuerte teocentrismo, ya que la vida gira en torno a la religión. Éstas son las tres clases sociales fundamentales que existen en la Edad Media: 1. La nobleza es un grupo minoritario, pero de gran fuerza política y militar, que ejerce su dominio sobre los vasallos, a los que presta protección y cede sus tierras a cambio de unos tributos, bien en dinero o en especies. La nobleza se siente especialmente atraída por los cantares de gesta, obras que narran las hazañas de los héroes pertenecientes a esta clase social. 2. El clero. Frente a la gran masa analfabeta del pueblo, los clérigos (clase social que sí tenía acceso a la cultura) se dedicaban a copiar libros y a la enseñanza. El clero será el impulsor de la primera escuela de creación literaria en nuestra lengua, el mester de clerecía. 3. El pueblo llano es el estrato inferior de la sociedad. Es el receptor de la lírica tradicional y de otras muchas manifestaciones literarias del momento. La Baja Edad Media (siglos XI-XV) son años complicados en lo que a la política respecta y de difícil coexistencia entre las tres culturas. De hecho, en 1492, musulmanes y judíos son expulsados de la Península. Un hecho importantísimo al hablar de este período es la aparición de los burgueses, habitantes de las ciudades, que se convierten a partir del siglo XIV en el centro de la actividad económica. Para este grupo, la religión no posee ya tanta importancia, lo que desembocará en la aparición del antropocentrismo. Literariamente, la Edad Media se inicia en el siglo X con las primeras manifestaciones escritas, las jarchas. 1.2. Características de la literatura medieval a) Presencia de la religión: La teoría del teocentrismo, Dios como centro del Universo, domina el pensamiento de la época. La Iglesia está presente en todos los aspectos de la vida: en la sociedad, en la política y, por supuesto, también en la cultura. b) Predominio de la oralidad: Las principales manifestaciones literarias medievales se crean para ser leídas ante el público. Por eso, las obras contienen una gran cantidad de recursos orales: llamadas de atención a los oyentes, música, fórmulas fijas… Con todo, no debemos olvidar que 2 los textos han llegado a nosotros gracias a algún individuo culto, que decidió escribirlos para que perduraran a través de los siglos. c) Didactismo: La literatura medieval busca a menudo una utilidad práctica: la difusión de una enseñanza moral y religiosa. En una época en que el analfabetismo está muy extendido, la literatura se entiende como un buen medio para enseñar al pueblo. d) Mestizaje cultural: En la España medieval coexistieron tres culturas: cristiana, musulmana y judía. Esta situación, que se mantuvo con altibajos durante 800 años, atravesó algunos momentos de gran estabilidad, pero se fue poco a poco deteriorando, hasta que a finales del siglo XV sólo se reconocería oficialmente una sola religión, la cristiana. 2.- La poesía lírica medieval En la Edad Media, la actividad cultural no se limitó a los monasterios, sino que, como se ha dicho anteriormente, la transmisión oral fue muy importante para la difusión de la literatura: los trovadores componían melodías para acompañar a sus versos; y los juglares relataban a su auditorio cantares de gesta, vidas de santos y poesía amorosa. Desde la caída del Imperio romano, en Europa comienza la fragmentación del latín, que permanece como lengua culta y evoluciona a las lenguas romances. El desarrollo de estas lenguas provoca la aparición de diferentes literaturas, tanto en la Península como en el resto de Europa. En la Península conviven dos tipos de literatura: una literatura culta, que trata temas didácticos, religiosos, políticos y morales; y una literatura popular, con temas sencillos que hablan de la vida cotidiana, el trabajo, la guerra… Los textos más importantes de la poesía lírica popular son las jarchas y las cantigas de amigo, cuyas características son las que se detallan a continuación: Jarchas Cantigas de amigo Surgen a principios del siglo XI. Escritas en mozárabe (lengua hablada por los cristianos que vivían en territorio musulmán). Estrofas breves (tres o cuatro versos), que aparecían al final de unos poemas árabes o hebreos cultos, llamados moaxajas. Son anónimas. De contenido amoroso, pues una mujer enamorada confiesa su pasión amorosa. Estilo: Emplean repeticiones. Usan fórmulas afectivas (diminutivos, exclamaciones…). Son versos de arte menor. Se escribieron en los siglos XIII y XIV. Se escribieron en gallego-portugués. Son estrofas de mayor extensión que las jarchas. Existen autores conocidos que cultivaron el género, luego, no son anónimas. De contenido amoroso, como las jarchas, pues una mujer enamorada habla a su madre, a sus hermanas o amigas, o incluso, a la naturaleza, de su amado al que llama “amigo”. Unas veces, lamenta su ausencia; otras, muestra su alegría ante su encuentro con él. Estilo: Emplean paralelismos. Normalmente, son versos de arte menor o, a veces, decasílabos. 3 3.- La poesía épica medieval En la Edad Media, los juglares cantaban, por plazas y calles, vidas de santos, poesías de amor y, sobre todo, poesía épica. Los poemas épicos son narraciones en verso que relatan las gestas o hazañas ejemplares de los héroes. La épica europea se clasifica en grupos de obras llamados ciclos. Cada ciclo gira en torno a las hazañas, históricas y ficticias, de un grupo de personajes. Los orígenes de la épica medieval castellana se encuentran en los siguientes poemas épicos: 1. El ciclo artúrico o bretón: Se centra en las aventuras de los caballeros de la corte del rey Arturo. 2. El ciclo carolingio: Su tema central es el emperador Carlomagno y sus caballeros. 3.1. La épica castellana: El mester de juglaría La difusión oral de la épica correspondía a los juglares, actores y cantores errantes que iban, de pueblo en pueblo, actuando en plazas o en castillos. El juglar se dedicaba profesionalmente a la recitación y su espectáculo debía reunir diversos ingredientes: música, mímica, malabarismo,… para atraer y mantener la atención del público. El oficio de los juglares se denomina mester de juglaría. Los poemas épicos más importantes son los cantares de gesta y los romances. Cantares de gesta: Los cantares de gesta son poemas épicos que narran, en verso, hazañas de héroes conocidos por el pueblo. Las características de los cantares de gesta son: a) En lo que respecta a la métrica, emplean la tirada épica, es decir, una serie indefinida de versos, de arte mayor (frecuentemente, 16 sílabas) y de rima asonante. b) En cuanto al argumento, estos cantares se centran en el enfrentamiento entre dos personajes o grupos de personajes por motivos religiosos, legales o morales. c) Los juglares usaban recursos para la recitación oral de las obras: Llamadas de atención al público para ganarse su interés (Si quisieseis escucharme, Oigan señores, ¡Cállense!...). El juglar usaba la gesticulación e incluso imitaba las voces de los protagonistas del relato. Las repeticiones eran constantes, ya que facilitaban al juglar la memorización del texto y la correcta comprensión por parte del pueblo. Utilizaban fundamentalmente oraciones simples, que eran más fáciles de recordar. Pedían al final de la representación la soldada, es decir, un sueldo por la actuación. Los cantares de gesta más conocidos son el “Cantar de Mío Cid”, “Las mocedades del Cid” y “Los siete infantes de Lara”. Pero, sin lugar a dudas, el más importante, el “Cantar de Mío Cid” que comentamos a continuación: 4 Poema de Mío Cid: El Poema de Mío Cid es un cantar de gesta que narra en verso las hazañas de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, un personaje histórico que vivió en la segunda mitad del siglo XI. Se trata del más antiguo de los cantares conservados y el único casi completo. Su valor es incalculable. El manuscrito que se conserva está fechado en 1207 por Per Abbat, un copista. Los críticos no se ponen de acuerdo en si antes de ese año existía ya el poema. El Poema es anónimo. Se han barajado diversas hipótesis acerca de su posible autor: Algunos mantienen la autoría compartida de dos juglares: sobre 1120, un juglar de la zona de San Esteban de Gormaz (Soria) redactaría los dos primeros cantares del poema, de carácter realista; y hacia 1140 un segundo juglar, de Medinaceli (también en Soria), añadiría el tercer cantar y modificaría los dos anteriores, introduciendo capítulos más fantasiosos. Otros sugieren que la obra podría haber sido escrita por un experto en leyes, dadas las referencias a esta temática que se observan en la obra o por un clérigo cercano a la zona de San Pedro de Cardeña (Burgos), debido a las alusiones que se hacen de este monasterio. A pesar de todo, la autoría del Poema de Mío Cid sigue siendo hoy un misterio. El Poema se compone de 3730 versos irregulares, con rima asonante, divididos en tres partes o cantares: 1) Cantar del destierro: El Cid es desterrado de Burgos por el rey Alfonso VI y pierde su honra. No se menciona la causa, pero se sabe que el Cid ha sido acusado de apropiarse de los impuestos que los moros pagaban al rey de Castilla. En esta situación, el Cid se ve obligado a abandonar a su mujer, doña Jimena, a sus hijas, doña Elvira y doña Sol, y todas sus pertenencias. De este triste modo deja Burgos acompañado solo de sus soldados más fieles. Pronto participa en una serie de batallas para recuperar su honor y poder volver así a su tierra. 2) Cantar de las bodas: El Cid conquista Valencia, su principal victoria. Desde allí, envía presentes al rey para ganar su confianza y, el propio Alfonso VI, pacta las bodas de las hijas del Cid con los infantes de Carrión. El Cid recupera así su reputación. 3) Cantar de la afrenta de Corpes: Los hombres del Cid se burlan de los infantes de Carrión por su cobardía (huyen de un león). Al sentirse humillados, deciden vengarse con las hijas del Cid, a las que llevan al robledal de Corpes, donde las maltratan y abandonan. El Cid pide entonces ayuda al rey y consigue que se celebren cortes en Toledo. Allí los infantes son vencidos por dos hombres de confianza del Cid. Se deshacen las bodas de las hijas del héroe que se casan ahora con los infantes de Navarra y Aragón, de modo que el Cid queda emparentado con los reyes de España. Por fin, ha recuperado su honra. La trama se desarrolla de forma verosímil, pero hay episodios de carácter claramente ficticios. No olvidemos que estamos ante una obra literaria, no histórica. El tema de la obra es el honor. Perdida la honra al ser acusado y desterrado, la principal preocupación del héroe será ganar de nuevo el honor militar y social. 5 Romances: Hacia finales del siglo XIII, los cantares de gesta empezaron a fragmentarse: el público pedía al juglar que repitiera los fragmentos más interesantes una y otra vez. De estos episodios, reescritos con un estilo más impactante, nacen los romances épicos. Un romance es una composición anónima, de carácter épico, creada para ser cantada o acompañada con algún instrumento. Los romances se componen de un número indefinido de versos octosílabos; riman los versos pares en asonante y los impares quedan sueltos o libres. El conjunto de romances se denomina Romancero: Romancero viejo: Está formado por los romances anónimos compuestos desde el siglo XIV hasta el siglo XVI. Romancero nuevo: Lo forman los romances escritos por autores conocidos a partir de la segunda mitad del siglo XVI. En el siglo XX, los autores de la Generación del 27 siguen utilizando el romance como forma de poesía tradicional española. Uno de los poetas que lo hace con mayor maestría es Federico García Lorca. El estilo de los romances está basado en el uso de recursos literarios que facilitan la memorización del poema: repetición y paralelismos, enumeración y estilo directo. 4.- La poesía narrativa medieval En la Edad Media, las personas cultas que sabían latín recibían el nombre de clérigos, aunque no fueran religiosos. Estos decidieron abandonar el latín como vehículo para transmitir la cultura y empezar a escribir sus obras en lengua romance. Así formaron el mester de clerecía. 4.1. El mester de clerecía En la primera mitad del siglo XIII surge el mester de clerecía. Se llama así a la escuela de los escritores cultos (es decir, clérigos) que eligen el romance como lengua para componer poemas didácticos durante los siglos XIII y XIV. La cuaderna vía será la nueva estrofa utilizada por los clérigos: cuatro versos alejandrinos (es decir, de 14 sílabas) que riman entre sí, con rima consonante. El esquema métrico es AAAA. Los temas más abundantes son los religiosos, aunque no faltan los históricos, los novelescos o los de temática nacional. Dentro del mester de clerecía se diferencian dos épocas: Siglo XIII: Las obras de este siglo son anónimas, excepto las de Gonzalo de Berceo. Siglo XIV: A partir de este siglo aparecen autores que quieren ser reconocidos, como Juan Ruiz, arcipreste de Hita, cuyas obras tratan temas filosóficos y morales. 6 Gonzalo de Berceo: Es el primer poeta español de nombre conocido. Nació en La Rioja. Su vida transcurrió entre los monasterios de San Millán de la Cogolla (Logroño) y Santo Domingo de Silos (Burgos), para los que trabajó. Su obra más importante es “Milagros de Nuestra Señora”. Este libro está escrito en cuaderna vía. Está formado por 25 milagros realizados por la Virgen María. En cada uno de ellos, destaca la intervención de la Virgen a favor de sus devotos para salvar su alma o protegerlos de algún mal. Los Milagros de Nuestra Señora tienen dos finalidades: 1) Finalidad didáctica: tratan de llevar a los lectores-oyentes a una vida recta por mediación de la Virgen María. 2) Finalidad propagandística: Berceo intenta buscar fama e ingresos económicos para los monasterios en los que vivió. Por eso escribe obras sobre vidas de santos ligados a esos monasterios: Vida de Santo Domingo de Silos, Vida de San Millán de la Cogolla, Vida de Santa Oria. Juan Ruiz, arcipreste de Hita: Poco se sabe con seguridad acerca de Juan Ruiz. Se cree que nació en Alcalá de Henares (Madrid). Al parecer fue sacerdote de la diócesis de Toledo y miembro de tribunales eclesiásticos, encargados de juzgar la vida “pecaminosa” de los sacerdotes. Su obra más importante es “Libro de Buen Amor”. Este extenso poema de Juan Ruiz tiene más de 1500 estrofas en cuaderna vía, además de un prólogo o introducción en prosa. Siguiendo la tendencia didáctica, trata el tema amoroso desde la perspectiva religiosa y profana. 1) El autor se propone, por un lado, informar e instruir a sus lectores sobre los peligros del loco amor o del amor mundano, y sobre las ventajas del buen amor o amor de Dios, pero su novedoso ingrediente, el humor, le permite aclarar: “Porque es cosa de humanos el pecar, los que quieran usar del loco amor, aquí encontrarán algunas maneras de hacerlo”. 2) Este libro es una autobiografía (ficticia) del arcipreste que cuenta sus intentos de seducir a mujeres, intentos que suelen acabar en fracasos. 3) Uno de los personajes más importantes creados por Juan Ruiz en esta obra es la vieja Trotaconventos (antecedente del personaje de Celestina), que refleja una costumbre arraigada en aquella sociedad: la existencia de viejas mensajeras o mediadoras en los asuntos amorosos. 4) Los temas fundamentales tratados por el arcipreste en esta obra, de manera didáctica y con mucho humor son: el dinero, el amor, un concepto positivo de la vida… 5) El Arcipreste intenta que su mensaje sea comprensible para todos. 7 5.- La poesía cortesana del siglo XV El siglo XV supone un gran cambio respecto al siglo anterior y, sin embargo, todavía no estamos en el Renacimiento. El cambio más importante que se produce en este siglo es el paso de una actitud teocéntrica medieval a una actitud antropocéntrica renacentista. Siglo V-Siglo XIV Siglo XV Edad Media Siglo Puente Teocentrismo: Dios-centro Siglo XVI Inicio del Renacimiento Antropocentrismo: Hombre-centro La poesía de cancionero es una manifestación literaria típica del s. XV. Se compone para ser cantada, leída o recitada en la corte; por eso, se la conoce también como poesía cortesana. El tema fundamental de esta poesía es el amor o las alabanzas a las damas; otros temas no menos importantes que los anteriores son las lamentaciones, las consideraciones morales y la sátira (es una composición literaria donde se ponen de manifiesto los vicios o defectos humanos siempre exagerándolos y con un humor negro). Esta poesía se recogió en unas colecciones llamadas cancioneros (en ellos se recopilaban poesías de autores y temas diversos). Los principales cancioneros son el Cancionero de Baena y el Cancionero de Stúñiga. En el s. XV hay que destacar a tres grandes poetas: 1) Marqués de Santillana, cuyo nombre era Íñigo López de Mendoza. Sus poemas más conocidos son las “Serranillas”, que narran normalmente el encuentro en la montaña y el diálogo, generalmente amoroso, entre un caballero y una campesina. 2) Juan de Mena: Su obra más conocida es “Laberinto de la Fortuna”, obra compuesta de 300 coplas (por eso conocido también como “Las trescientas”), donde describe el caos de la sociedad española con una intención política y moral. 3) Jorge Manrique: Hijo de don Rodrigo Manrique, nació en Paredes de Nava (Palencia) en 1440, (aunque ninguno de los datos es seguro) y murió en 1479 defendiendo a Isabel la Católica, de la que era partidario. Además de poeta, fue un hombre de armas. Entre sus obras más destacadas, nos vamos a centrar en la que, sin duda, es su obra cumbre: “Coplas a la muerte de su padre” Se trata de una dolorosa elegía en la que Jorge Manrique lamenta la inestabilidad de los bienes de la fortuna, la fugacidad de las glorias humanas y el poder igualatorio de la muerte que no respeta ni las grandezas ni las riquezas. Sólo la virtud personal desafía al tiempo. (☺Elegía: Composición poética que sirve para alabar a alguien y que expresa cierta tristeza por la muerte de un ser querido). Métrica y estructura La obra está compuesta de 40 coplas formadas cada una de ellas por dos sextillas unidas, cuyos versos tercero y sexto son de cuatro sílabas (pie quebrado) y, los restantes, de ocho sílabas; la rima es consonante y el esquema métrico es el siguiente: 8a 8b 4c 8a 8b 4c. 8 El poema se divide en tres partes: La 1ª parte va desde la copla 1 hasta la 24. Esta 1ª parte, a su vez, se divide en dos subpartes: 1ª subparte: Va desde la copla 1 a la 14: Jorge hace aquí una reflexión de carácter general sobre la muerte y la fugacidad de la vida. Esta reflexión se plantea de forma universal y sin poner ningún ejemplo concreto. 2ª subparte: Va desde la copla 15 a la 24: En ella, lo dicho anteriormente se ilustra con ejemplos concretos. En esta parte aparece el tópico del UBI SUNT? (☺Tópico.- Algo que aparece con frecuencia / Ubi sunt? –Es una pregunta retórica, es decir, aquella que hace el poeta simplemente para reflexionar acerca de un tema pero que no espera respuesta. Mediante el ubi sunt? el poeta se pregunta qué pasó con las cosas y las personas que un día existieron pero que han desaparecido tras la muerte). La 2ª parte va desde la copla 25 hasta la 32. En ellas trata la muerte de su padre, alabando sus virtudes y sus hazañas. La 3ª parte va desde la copla 33 hasta la 40. En ella aparece el diálogo entre don Rodrigo Manrique y la Muerte. Su padre acepta la muerte con resignación cristiana. Jorge presenta a su padre como una persona consciente de que va a morir rodeada de su familia y expresa la esperanza de la salvación de su padre. Jorge habla en su obra de tres vidas: la vida terrenal, es la que vivimos en la tierra y que acaba con la muerte; la vida eternal, la que vivimos después de la muerte en el cielo y, a la que Jorge llama “vida verdadera” y, por último, la vida de la fama, que es la que permanece en el recuerdo y que, de algún modo, vence a la muerte. El lenguaje que utiliza Jorge Manrique es claro y sencillo, inteligible para cualquier persona. (☺Inteligible, que se puede entender). 9