AGENCIA INTERNACIONAL DE PRISIONEROS DE GUERRA. IGM

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LA AGENCIA INTERNACIONAL DE PRISIONEROS DE
GUERRA DURANTE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
JAVIER VARGAS GUARATEGÚA
A partir de la Guerra Franco-Prusiana de
1870-1871, el Comité Internacional de la Cruz Roja
comenzó a preocuparse por la suerte que en
adelante correrían los prisioneros. Las primeras
visitas de delegados del Comité Internacional de la
Cruz Roja a los campos de prisioneros de guerra para
verificar el trato que recibían y bajo qué condiciones
vivían tuvieron lugar durante la Primera Guerra
Mundial. Hoy en día, la protección de los prisioneros
y los detenidos sigue siendo un pilar de nuestras
actividades y, en 2015, los delegados del Comité
Internacional de la Cruz Roja visitaron más de
500.000 detenidos en 97 países o territorios.
La Primera Guerra Mundial, 1914-1918. Cerca del frente, un
coche ambulancia de la Cruz Roja Húngara recibe a los heridos y
les brinda primeros auxilios antes de su evacuación.
© Fototeca CICR / hist-e-00402
La Primera Guerra Mundial fue una guerra
sin precedentes en cuanto al número de víctimas y a
la amplitud de las destrucciones. Se emplearon
nuevas armas, como las armas químicas, y nuevos
métodos de guerra, como los ataques aéreos y los
bombardeos a larga distancia. Las consecuencias
humanitarias de la Gran Guerra fueron espantosas, y
el Comité Internacional de la Cruz Roja, con el apoyo
de las 38 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de
la Media Luna Roja reconocidas en esa época, no
vaciló en actuar para aportar algo de humanidad en
medio de ese infierno.
El objetivo de la Agencia Internacional de Prisioneros de Guerra, creada por el Comité Internacional de la Cruz
Roja al principio de la Primera Guerra Mundial, era centralizar la información relativa a los cautivos para que sus seres
queridos pudiesen recibir información acerca de su paradero y restablecer el contacto con ellos. La tarea era
gigantesca: durante y después de la guerra, los voluntarios de la Agencia prepararon fichas individuales y listas con los
datos de casi 2.500.000 prisioneros de guerra.
La Agencia Internacional de Prisioneros de Guerra se partió en agosto de 1914 y funcionaba bajo la dirección del
CICR. Creció con rapidez y abrió sus oficinas en el Museo Rath de Ginebra el 12 de octubre de 1914. Su objetivo era
buscar a las personas que habían quedado separadas por la guerra y restablecer el contacto entre ellas.
Las primeras grandes ofensivas de 1914 se caracterizaron por las batallas del norte y este de Francia, así como
por los encarnizados combates en Rusia, dando paso a la captura de muchísimos prisioneros y causando bajas
considerables.
Ya desde el comienzo de la guerra, el Comité Internacional de la Cruz Roja tomó importantes medidas para
hacer frente a esta dramática situación. El 15 de agosto de 1914 remitió una circular a las Sociedades Nacionales para
pedirles que le indicaran la composición de sus comisiones especiales de prisioneros de guerra y para proponerles que
establecieran una oficina central en favor de los detenidos, en conformidad con el cometido que les había conferido la
Conferencia Internacional de la Cruz Roja, reunida en Washington el año 1912.
El 27 de agosto, el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, Gustave Ador, anunció mediante una
circular la institución de la Agencia Internacional, con el fin de centralizar la información y la organización de los
donativos a los prisioneros de guerra. Esta circular preveía igualmente que la Agencia clasificara las solicitudes recibidas
y transmitiera una copia de las mismas a las Sociedades Nacionales de cada Estado detenedor, para conocer los lugares
donde se ubicaban las personas buscadas.
El 12 de octubre de 1914, la Agencia se instaló en el Museo Rath, en Ginebra y estableció un sistema de
tratamiento de información que le permitió tramitar con celeridad y eficacia las cinco mil solicitudes que le llegaban
cada día.
La Agencia Internacional de Prisioneros de Guerra se inauguró en agosto de 1914 y funcionaba bajo la dirección del CICR. Creció
con rapidez y abrió sus oficinas en el Museo Rath de Ginebra el 12 de octubre de 1914. Su objetivo era buscar a las personas que
habían quedado separadas por la guerra y restablecer el contacto entre ellas.
© Fototeca CICR / hist-01816-11
Basándose en las listas de los prisioneros de guerra que le facilitaron los Estados beligerantes, la Agencia
elaboró fichas para cada prisionero, clasificadas por ficheros nacionales, a las que se integraban las solicitudes de
información. En cuanto “concordaba” una información con una solicitud, la Agencia podía aportar una respuesta a la
familia o al municipio de origen de un prisionero de guerra, al cual se refería la respectiva solicitud de información.
Para obtener datos aún más precisos sobre la situación de los prisioneros de guerra, la Agencia estableció dos
ficheros suplementarios: uno topográfico en el que se indicaba la ubicación de las tumbas de los soldados fallecidos y un
otro regimental.
Además, la Agencia se ocupó al comienzo de la Gran Guerra de la correspondencia, los donativos y los envíos de
dinero a los prisioneros de guerra. Posteriormente, se hicieron cargo de esas actividades los servicios postales de los
países neutrales: los correos suizo, danés, neerlandés y sueco.
Durante la guerra, la Agencia confeccionó 4.805.000 fichas y remitió 1.854.914 paquetes y envíos de socorros
colectivos.
El Armisticio de noviembre de 1918 no entrañó el cierre de la Agencia, que prosiguió sus actividades de
información en el marco de las grandes operaciones de repatriación de los prisioneros de las Potencias Centrales y de
los cautivos detenidos en Rusia.
Tras la firma de los tratados de Paz de 1919, el Comité Internacional de la Cruz Roja puso fin, el 31 de diciembre,
al funcionamiento de la Agencia, la que fue reemplazada por un servicio especializado en el CICR durante el periodo
transcurrido entre las dos guerras. Éste se encargó de las investigaciones individuales, de las gestiones relativas a los
desaparecidos e incluso de expedir certificados a los ex prisioneros para que pudiera hacer valer sus derechos.
En 1916, la Cruz Roja danesa abrió en Copenhague una agencia similar a la de Ginebra, que se encargó de
recabar información sobre los prisioneros de guerra en el frente germano-ruso y prosiguió sus actividades hasta el 1º de
abril de 1919. Durante la guerra se estableció también otra agencia en Viena bajo la égida del Gobierno austríaco, para
tratar esencialmente las solicitudes relativas a los prisioneros de guerra austrohúngaros. 1
Departamento de recepción y clasificación de correspondencia. Tras las primeras grandes ofensivas que tuvieron lugar en el verano
de 1914, muchos soldados fueron tomados prisioneros y numerosos civiles quedaron atrapados en los territorios ocupados. Desde
las primeras semanas, todos los días llegaban a la Agencia entre 2.000 y 3.000 solicitudes o cartas.
© Fototeca del CICR / Boissonnas / hist-00580-27
1
CICR. World War I (1914-1918) : the International Agency for Prisoners of War. 30-05-2014. En línea:
https://www.icrc.org/spa/resources/documents/photo-gallery/2014/150-years-aipg-ww1.htm (Consultada el 7 de julio de 2016)
Departamento de búsquedas. Clasificación preliminar. Los principios y métodos de trabajo se elaboraron en forma gradual, según
los problemas que había que resolver. Para que el enorme volumen de datos procesados fuera utilizable, se analizaba y clasificaba
cada pieza de información.
© Fototeca del CICR / Boissonnas / hist-03557-24
Departamento de búsquedas. Las solicitudes y la información se registraban en fichas de diferentes colores. Las solicitudes se
volcaban en fichas blancas y la información en fichas de colores que indicaban la nacionalidad de las personas.
© Fototeca del CICR / F. Boissonnas / hist-00569-30
Sistema de archivo. Las fichas se clasificaban por nacionalidad y luego por el orden alfabético de los nombres. Las fichas también
contenían la transcripción fonética del nombre de la persona desaparecida, a fin de reflejar las diferentes formas posibles de
escribirlo.
© Fototeca del CICR / Boissonnas / hist-01819-28
Departamento de búsquedas, Sección Franco-Belga. Se solicitaba información a las oficinas de información de los gobiernos y a las
Sociedades Nacionales de los países en los que las personas habían desaparecido o habían caído prisioneras. Si no se recibía
información, se iniciaba el proceso de búsqueda.
© Fototeca del CICR / F. Boissonnas / hist-00581-03
Departamento de búsquedas. En ese tiempo, el procesamiento mecánico de datos, basado en el uso de tarjetas perforadas que
permitían procesar la información en forma mecánica, aún no estaba suficientemente desarrollado y las fichas se clasificaban en
forma manual. El enorme volumen de datos exigía trabajar con gran precisión y perseverancia.
© Fototeca del CICR / F. Boissonnas / hist-03557-12
Fichero británico. Se establecieron dos servicios principales, uno para la Entente y otro para los Imperios Centrales. Desde los
primeros días del conflicto se planteó la cuestión de la transmisión recíproca de las listas de prisioneros por los gobiernos a la
Agencia y el CICR tuvo que negociar con las diferentes partes.
© Fototeca del CICR / hist-00581-24
Sección alemana. Para que la Agencia cumpliese sus funciones con eficacia, era esencial que toda la información estuviese
centralizada en un solo lugar. Sin embargo, dicha información podía descentralizarse, por ejemplo, si había un frente claramente
discernible. La información sobre los alemanes tomados prisioneros en el frente ruso y sobre los rusos prisioneros en Alemania era
procesada en Copenhague por la Cruz Roja Danesa, a la cual la Agencia delegó esa tarea.
© Fototeca del CICR / Boissonnas / hist-00581-33
Departamento de personas desaparecidas. Los métodos de búsqueda evolucionaron durante el curso de la guerra. Por ejemplo, en
1915, la Agencia comenzó a realizar averiguaciones directas, comunicándose para ello con algunos comandantes de campamentos.
En 1916, además de la información facilitada por las autoridades, la Agencia intentó obtener información de los camaradas de las
personas desaparecidas, para lo cual comenzó a enviar cuestionarios en forma sistemática. El trabajo era enorme, pero se
recibieron numerosas respuestas.
© Fototeca del CICR / hist-00577-26
Departamento de civiles, sección Bélgica y Alsacia-Lorena. Al tiempo de la Primera Guerra Mundial, los civiles, a diferencia de los
prisioneros militares, aún no se hallaban protegidos por tratados. No obstante, su situación a menudo era igualmente dramática,
sobre todo para quienes vivían en países enemigos o en territorios ocupados, así como para los fugitivos, los refugiados o los
evacuados. El departamento de civiles de la Agencia se ocupaba de sus casos junto con los de los soldados, utilizando las mismas
técnicas y métodos.
© Fototeca del CICR / Boissonnas / hist-00573-27
Departamento de mecanografiado y copiado. Para que los departamentos de la Agencia pudieran desempeñar su trabajo
correctamente, debían funcionar las relaciones postales y el transporte entre los países. El CICR hizo numerosas gestiones para
mejorar las comunicaciones postales y telegráficas,de manera de obtener prioridades especiales y asegurar que los mensajes
cruzaran las líneas del frente.
© Fototeca del CICR / hist-01816-13
Departamento de envío de correspondencia. Los prolongados períodos de detención daban lugar a graves casos de depresión entre
los prisioneros. Este trastorno se denominaba "psicosis del alambre de púas". Para los prisioneros que llevaban detenidos más de
tres meses, la Agencia creó el mensaje expreso, que contenía un máximo de veinte palabras y que puede considerarse el precursor
de los actuales mensajes de la Cruz Roja.
© CICR / hist-00578-23
Transporte de paquetes enviados por la Agencia Internacional de Prisioneros de Guerra a los detenidos. Durante la contienda y
gracias a los servicios de la Agencia, se entregaron a los prisioneros de guerra más de 1.800.000 paquetes.
© Fototeca del CICR / R. Gilli / hist-03529-16ª.
PRUSIA, STETTIN, 1920. Prisioneros de guerra rusos repatriados bajo los auspicios del CICR. El armisticio de 1918 no trajo consigo
el cierre de la Agencia Internacional de Prisioneros de Guerra, que continuó con sus actividades de información en el contexto de las
principales operaciones de repatriación de cautivos. La Agencia se cerró a finales de 1919, pero sus actividades fueron asumidas por
una estructura permanente, el Servicio de Búsquedas del CICR.
© Fototeca del CICR / hist-03064-26
Una ciudad destruida. Las destrucciones de bienes civiles fueron enormes. Viviendas, fábricas, campos, poblados, incluso ciudades
enteras, quedaron arrasados. Para los civiles, las consecuencias resultaron dramáticas: carencias de todo tipo, hambruna e
importantes desplazamientos de población.
© Fototeca del CICR / RR / hist-e-05302
1915, Ginebra. Civiles que huyeron de los combates y la ocupación en el norte de Francia, atraviesan Suiza para llegar al sur del país
galo
© Fototeca del CICR / RR / hist-03530-02
Francia, soldado alemán herido. El número de soldados muertos y heridos en la Primera Guerra Mundial fue considerable; millones
de ellos murieron o resultaron heridos en lo que suele describirse como una verdadera carnicería humana.
© Fototeca del CICR / RR / hist-00802
Personal sanitario ayudando a un soldado francés herido. La Convención de Ginebra de 1906 celebrada para aliviar la suerte de los
heridos y los enfermos de los ejércitos en campaña protegió al personal sanitario de los ejércitos, así como al de las Sociedades de
Socorro voluntarias.
© Fototeca del CICR / RR / W. Speiser / hist-01142-23
Esta ambulancia de la Cruz Roja Húngara se encuentra cerca del campo de batalla. Los heridos son trasladados al vehículo, donde
reciben primeros auxilios antes de ser evacuados.
© Fototeca del CICR / RR / hist-03092
1916. Rusia, Transbaikalia. La unidad de cirugía en la sala de vendajes del lazareto de la Cruz Roja Rusa.
© Fototeca del CICR / CC BY-NC-ND / CICR / hist-01141-45
Trinchera francesa. Camilleros se protegen de los gases con máscaras. En 1915, hizo su aparición un arma nueva: los gases químicos.
En febrero de 1918, el CICR realizó un llamamiento en el que sostuvo que esas armas eran un “invento de la barbarie” que no podía
calificarse sino de “criminal”.
© Fototeca del CICR / RR / hist-01142-04
Distribución de paquetes entre prisioneros de guerra franceses en el campo de Würzburg, Baviera. En agosto de 1914, el CICR
estableció la Agencia Internacional de Prisioneros de Guerra en Ginebra, donde se centralizó la información y se organizaron las
donaciones en favor de los prisioneros.
© Fototeca del CICR / RR / hist-03003-34.
Havelberg, Prusia. Campo de civiles internados, unidad de mujeres. Los civiles internados fueron personas de nacionalidad enemiga
detenidas por un Estado; su estatuto era similar al de los prisioneros de guerra.
© Fototeca del CICR / CC BY-NC-ND / ICRC/hist-03003-32
Prisioneros de guerra austríacos en Italia. Durante la Primera Guerra Mundial, delegados del CICR visitaron a prisioneros de guerra
por primera vez para verificar que sus condiciones de vida fueran las adecuadas. Realizaron más de quinientas visitas a campos de
prisioneros en Europa y en otras partes del mundo.
© Fototeca del CICR / RR / hist-02540-11ª
Un grupo de prisioneros de guerra británicos, luego de que los alemanes retomaran la ciudad de Bapaume, Francia, en 1918.
© Fototeca del CICR / CC BY-NC-ND / ICRC / hist-02540-18ª
Prisioneros de guerra originarios de Senegal y detenidos por los alemanes en Bélgica reciben cigarrillos.
© Fototeca del CICR / RR / hist-00361
Inválidos de guerra alemanes y austro-húngaros posan delante del hospital de Tornea, en la Finlandia rusa. Fueron repatriados
gracias a la intervención de la Cruz Roja Sueca, que procedió a efectuar intercambios de inválidos de guerra.
© Fototeca del CICR / RR / R. Gilly / hist-01144-05
Ginebra. Paso por Suiza de un tren que se dirige a Lyon, Francia, y que transporta heridos y personal sanitario. Los heridos son ex
prisioneros de guerra franceses que fueron detenidos en Alemania.
© Fototeca del CICR / RR / R. Gilli / hist-00323-21
1919. Misión de Paul Schatzmann, delegado del CICR, a un campamento de prisioneros de guerra aliados, probablemente en la
Macedonia serbia. Después de la guerra, las visitas a los campos de prisioneros continuaron y el CICR también participó en la
organización del retorno de miles de ex cautivos.
© Fototeca del CICR / RR / hist-00376-03.
Alemania, Primera Guerra Mundial. Prisioneros de guerra británicos en un campo, a la hora de la sopa. En agosto de 1914, el CICR
estableció la Agencia Internacional de Prisioneros de Guerra en Ginebra, que se ocuparía de centralizar la información y organizar
las donaciones para los prisioneros. Se abrieron fichas y listas que reunieron los datos de unos 2,5 millones de prisioneros de guerra.
© Fototeca del CICR / hist-00351
Campo de Beni-Amar. Marruecos, 1915. Durante la Primera Guerra Mundial, delegados del CICR visitaron por vez primera centros
de detención, para cerciorarse de que las condiciones de vida de los prisioneros fueran las adecuadas. Realizaron más de quinientas
visitas a campos de prisioneros en Europa y en todo el mundo. En esta fotografía, se visita a prisioneros de guerra alemanes
detenidos en Marruecos. © Fototeca del CICR / hist-00617-12
Estonia, 1920. El armisticio de noviembre de 1918 no conllevó el cierre de la Agencia Internacional de Prisioneros de Guerra, que
continuó con sus actividades de información en el marco de las grandes operaciones de repatriación de los prisioneros. Durante los
cuatro años posteriores a la guerra, el CICR organizó el retorno de 425.000 prisioneros. En esta fotografía, aparece la fortaleza
Ivangorod en Narva, que era una estación de paso para los prisioneros de guerra rusos repatriados de Alemania y para los
prisioneros alemanes que venían de Rusia.
© Fototeca del CICR / hist-03050-26
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