38 LATERCERA Sábado 8 de agosto de 2015 Mundo [INMIGRACION] La ciudad francesa de Calais se ha convertido en el nuevo foco de tensión de los migrantes en Europa: más de 3.000 ilegales residen a los pies del Eurotúnel esperando su turno para cruzar a Reino Unido. Residentes y voluntarios cuentan a La Tercera las condiciones en las que viven. Por María Paz Salas Voluntarios relatan el drama de Calais E l improvisado campamento “La Jungla”, en la ciudad francesa de Calais, nació por su cercanía con el Eurotúnel, donde todas las noches cientos de inmigrantes intentan superar las medidas de seguridad y atravesar el Canal de la Mancha en busca de nuevas oportunidades al otro lado del túnel: en Reino Unido. Es en Calais, al norte de Francia, donde entre 3.000 y 5.000 inmigrantes sin papeles de distintas nacionalidades conviven en un improvisado campamento de un kilómetro de largo por 500 metros de ancho. Con artículos recolectados de distintos lugares, hombres y mujeres de Sudán, Eritrea, Afganistán, Siria, Libia y otros países, intentan levantar sus improvisados hogares a las puertas del Eurotúnel. La situación de Calais se ha convertido en un nuevo foco del drama migratorio en Europa. Según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), más de 225 mil inmigrantes y refugiados llegaron a la Unión Europea por el Mediterráneo en 2015, escapando principalmente de Africa y Medio Oriente. Muchos de ellos van a parar a Calais, considerado como una suerte de “purgatorio”, antes de cruzar el túnel que los llevará a Reino Unido. Pero el proceso no sólo es peligroso, sino que también cada vez más difícil. Nueve personas han muerto intentando cruzar por este lugar desde comienzos de junio. Incluso el gobierno británico está analizando cerrar durante las noches el túnel si la situación se agrava aún más. A pesar de que la seguridad aumenta día a día, muchos inmigrantes vuelven a intentarlo, colándose PARA ENTENDER Más de 225 mil inmigrantes han llegado a Europa por el Mar Mediterráneo, escapando de los distintos conflictos en Medio Oriente y Africa. Entre 3.000 y 5.000 inmigrantes se han instalado en la ciudad francesa de Calais, para intentar cruzar el Eurotúnel hacia Reino Unido. Reino Unido representa un país muy atractivo para los inmigrantes africanos. Además del idioma, viajan allí por sus condiciones laborales. en distintos vehículos. El 70% tiene éxito, pero la vida en el campamento tampoco es fácil. En “La Jungla” la organización Médicos del Mundo ha sido testigo de los principales problemas de quienes esperan el cruce. Fue una de las primeras ONG en notar que la situación iba camino a convertirse en una crisis humanitaria. “La situación no ha mejorado desde hace varios meses. Las condiciones son muy duras”, contó a La Tercera la coordinadora regional de Médicos del Mundo en Calais, Isabelle Bruand. Hace cinco semanas, la ONG tuvo que abrir una pequeña clínica ambulante para atender las necesidades de los migrantes. “Todos los días atendemos entre 60 y 90 inmigrantes para una consulta médica o cuidados de enfermería”, afirma. Los inmigrantes, explica Bruand, vienen desde dis- tintos países y culturas, pero la mayoría presenta problemas de salud similares. Todos están relacionados con los intentos de cruzar el Eurotúnel. “Tienen heridas en las manos y en las piernas, por intentar escalar”, asegura. Pero según explicó a este diario, Philippe Wannesson, bloguero y voluntario en “La Jungla”, los migrantes también están heridos porque todos los días “sufren de agresión policial por el intento de bloqueo para que no crucen la frontera”. Lo mismo opina Célia Demoor, residente de Calais de 25 años quien en su tiempo libre organiza a algunos vecinos para ayudar a los inmigrantes a través de su organización United Voices for Migrants in Calais. “Hay mucha violencia por parte de la policía. Por supuesto la situación a veces es difícil de manejar cuando son tantos, pero muchos quedan heridos tratando de cruzar porque es peligroso. Sin embargo, muchos también son víctimas de la policía que intenta prevenir que crucen”, comentó. Los inmigrantes también arrastran otras condiciones médicas como problemas dermatológicos, enfermedades respiratorias y problemas psicológicos. “Esto es por la acumulación de traumas que han vivido en sus países de origen, como en los viajes en barco rumbo a Europa. Tratamos de hacer distintas actividades para ayudarlos”, explica Bruand. El número de inmigrantes ha aumentado considerablemente en sólo un año. “Desde que he tenido 17 años he seguido la situación de cerca. Pero estos últimos días he ido bastante seguido al campamento. La situación ha cambiado mucho en un año. En este período los migrantes han pasado de 400 a más de 3.000”, explica Demoor. “La Jungla” Uno de los mayores problemas del campamento es la higiene y la sanitización, explica Paul Duke, encargado de Comunicación de Solidarités International, otra de las organizaciones presentes en Calais. Este organismo acudió por el llamado de Médicos del Mundo y está trabajando en terreno con los inmigrantes. “En el campamento sólo hay 26 escusados, es decir 115 personas por baño”, explica Duke a La Tercera. “Las condiciones sanitarias son malas, el acceso al agua es limitado y los mismos escusados son construidos con maderas por los propios inmigrantes”, describe Demoor. Otro gran problema es la falta de alimentos. “Hay una sola comida por día en los centros de apoyo, para el resto de las comidas un migrante tiene que recorrer grandes distancias”, dice Duke. “Uno de los centros de ayuda está a siete kilómetros de donde los inmigrantes tratan de cruzar, por lo que, por ejemplo, si un día quieren probar suerte para cruzar de noche, no volverán al centro por lo que puede que no coman en un día completo”, explica Demoor. Incluso según opina Wannesson, las condiciones del campamento en Calais son peores que la de los centros de refugiados en distintos países en conflicto. “Mucha gente que vino de Africa ha estado en campos de refugiados en Chad o Darfur y las condiciones de vida eran bastante mejores que estas”, explica Wannesson. Por lo mismo muchos de los voluntarios que colaboran en Calais se muestran críticos de las medidas adoptadas tanto por Francia como Reino Unido para solucionar el pro- blema migratorio. “Ellos no han respondido. Sólo han aumentado la seguridad para que los migrantes no crucen, entonces cada vez es más difícil cruzar, lo que lleva a que ocurran más accidentes. En La Jungla hay un problema humanitario urgente y no se está haciendo lo suficiente. Hay hombres, mujeres y niños que están en riesgo, sin ningún tipo de protección”, opina Bruand. “Están haciendo cada vez más difícil para las personas cruzar la frontera, hay más policías, tanto británicos como franceses, pero no están solucionando lo que provocó todo esto”, opina Wannesson. Para el primer ministro británico David Cameron, “al otro lado de la frontera hay gente que está intentando entrar en este país de forma ilegal, y aquí, en Reino Unido, tenemos a conductores y veraneantes sufriendo las consecuencias”. También la presencia de los migrantes ha causado tensiones con la propia comunidad francesa de Calais. “La gente de Calais está cansada de la situación porque impacta en la vida de la ciudad”, explica Demoor. La joven ha presenciado cómo el tema ha dividido a sus propios vecinos y amigos. “En general, hay personas que son ‘anti-migrantes’ incluso algunos muestran violencia física y verbal. También hay personas que sienten empatía con ellos. Hay quienes ayudan todos los días y son voluntarios, porque no quieren que estas personas vivan en estas condiciones”, describe Demoor. De todas formas los migrantes que llegan a Calais han logrado una cierta rutina dentro de la precariedad. “Aún así organizan sus vidas. Hay una escuela, tiendas y lugares de culto, como una mezquita y una iglesia, totalmente improvisadas. Algunos se quedan aquí por meses”, señala Demoor.b