Noviembre 6, 2015 Mis queridos hermanos sacerdotes y diáconos, religiosos, líderes laicos y fieles de la Arquidiócesis de Santa Fe, Sin duda estarán enterados de que hoy se estrena en los cines de todo Estados Unidos la película "Spotlight". Esta película destaca el periodismo de investigación que reveló una realidad muy dolorosa y difícil en nuestra Iglesia: el abuso sexual de menores por parte del clero católico. La película, sin duda, tocará un nervio crudo para quienes sufrieron abusos por parte del clero, abriendo viejas heridas y provocando recuerdos horribles que continúan acosándolos y molestándolos. El cardenal Sean O'Malley, arzobispo de Boston, donde el reporte inicial se llevó a cabo, ha ofrecido una perspectiva importante en la que señala que "el periodismo de investigación de los medios de comunicación sobre la crisis de los abusos provocó un llamado a la Iglesia a asumir la responsabilidad por sus fracasos y reformarse a sí misma- para hacer frente a lo que era vergonzoso y oculto - y hacer el compromiso de poner la protección de los niños en primer lugar, ante cualquier otro interés". Yo creo que el Cardenal O'Malley subraya dos pasos críticos que la Iglesia Católica ha tomado y continúa tomando en respuesta a la crisis de los abusos sexuales. Es decir, buscar el perdón de las víctimas de abuso sexual y enmendar la situación. Estos dos pasos de contrición y un firme propósito de enmendar la situación están profundamente arraigados en nuestra tradición y son vistos con mayor claridad en el Sacramento de la Reconciliación. La Arquidiócesis de Santa Fe y yo estamos decididamente comprometidos a buscar el perdón de los que han sido objeto de abusos por parte del clero católico romano y, al mismo tiempo estamos dedicados a ayudar en el proceso de reconciliación y sanación. Por otra parte, estamos determinados a garantizar que los niños nunca serán abusados de nuevo, ya que continuamente establecemos, promovemos y supervisamos programas encaminados a garantizar un entorno eclesial seguro para todos los niños y jóvenes. En respuesta a la crisis de los abusos, nuestra Arquidiócesis ha ordenado que cada sacerdote, diácono, seminarista y persona laica que trabaje con menores de edad debe tener una verificación de antecedentes y completar la formación del ambiente seguro. Nuestra coordinadora del ambiente seguro, junto con nuestra ya por tiempo establecida Junta de Revisión Independiente, se aseguran de que estas políticas se sigan fielmente. También somos parte de un esfuerzo nacional, encabezado por la Conferencia Estadounidense de Obispos Católicos y su propia Junta de Revisión Nacional, en el que somos auditados anualmente para asegurar que estamos haciendo lo que decimos que estamos haciendo. La Arquidiócesis de Santa Fe se ha encontrado en el cumplimiento de cada auditoría por la que hemos pasado. Estos y otros esfuerzos reflejan la nueva cultura de conciencia y vigilancia a la que todos debemos dedicarnos continuamente y asumir la responsabilidad de la seguridad de todos los niños y jóvenes. A través de los años he escuchado las historias trágicas de quienes han sido abusados por parte del clero y he tratado de expresar de alguna manera nuestro dolor y nuestro deseo de perdón y reconciliación. Como arzobispo de Santa Fe quiero asegurar plenamente a todos que seguimos comprometidos con la tolerancia cero en relación con el abuso de menores por parte de nuestros sacerdotes, diáconos, religiosos, empleados y voluntarios. Cualquier caso de sospecha de abuso debe ser reportado a las autoridades civiles. Estos casos también deben ser reportados a la Oficina del Ambiente Seguro y Asistencia a Víctimas de la Arquidiócesis. Annette Klimka, encargada de esta oficina, puede ser localizada llamando al 505-831-8144. Ella también puede proporcionar cualquier información sobre nuestros talleres de prevención. Por favor, únanse a mí en la oración por los que han sido objeto de abusos y deben lidiar con sus trágicas consecuencias por el resto de sus vidas. También, por favor oren por el éxito de nuestros esfuerzos para evitar que el terrible azote del abuso sexual vuelva a suceder en nuestra Iglesia. Sinceramente suyo en el Señor, Reverendísimo John C. Wester Arzobispo de Santa Fe