Aplicación de la psicología positiva para la prevención de trastornos

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UNIVERSIDAD DEL TURABO
Escuela de Ciencias Sociales y Humanas
APLICACIÓN DE LA PSICOLOGÍA POSITIVA PARA LA PREVENCIÓN DE
TRASTORNOS EN LA CONDUCTA HUMANA
por
Caroline Rodríguez Mercado
DISERTACIÓN
Presentada como requisito para la Obtención del Grado de
Doctor en Consejería Psicológica
Gurabo, Puerto Rico
mayo, 2012
UNIVERSIDAD DEL TURABO
CERTIFICACIÓN DE APROBACIÓN DE DISERTACIÓN
La disertación de Caroline Rodríguez Mercado fue revisada y aprobada por los
miembros del Comité de Disertación. El formulario de Cumplimiento de Requisitos
Académicos Doctorales con las firmas de los miembros del comité se encuentra
depositado en el Registrador y en el Centro de Estudios Doctorales de la Universidad
del Turabo.
MIEMBROS DEL COMITÉ DE DISERTACIÓN
Dra. María L. Villeneuve Román, PhD
Sistema Universitario Ana G. Méndez
Directora
Dra. María del C. Santos Gómez, PhD
Universidad del Turabo
Miembro
Dra. Vidamaris Zayas Velázquez, PsyD
Universidad del Turabo
Miembro
©Copyright,
2012
Caroline Rodríguez Mercado. Derechos reservados
APPLICATION OF POSITIVE PSYCHOLOGY IN
THE PREVENTION OF HUMAN BEHAVIOR DISORDERS
by
Caroline Rodríguez Mercado
Dr. María L. Villeneuve Román
Thesis Committee Director
The problem researched consisted of exploring and analyzing the application
of Positive Psychology in the prevention of human behavior disorders through various
studies conducted in several countries, including Puerto Rico. The conceptual
framework used stemmed from the model developed by Martin Seligman (2002), who
developed the concept of Positive Psychology, and Fredrickson, author of Broaden
and Build Theory of Positive Emotions. Both authors are devoted to the scientific
study of the optimal functioning of the human being in order to counteract the effect
of negative emotions and facilitate preventive interventions or interventions centered
in the development of well-being and mental health. However, the effects of
psychology have traditionally been considered and framed remedially, within the
practice of psychological illnesses, without regard for the study of the positive
characteristics that contribute to human well-being (Vera Poseck, 2006).
The applied research design stemmed from meta-analysis (Jenick, 1989).
Therefore, a sample of 23 studies carried out between 1990 and 2011 in the United
States, Spain and Puerto Rico was reviewed. According to the results of the critical
analysis, 10,118 residents of the United States, Spain and Puerto Rico, of various ages
and genders, participated in research studies that included application of Positive
iv
Psychology in the treatment of behavior disorders linked to emotional/mental health
related conflicts. It was shown that the Positive Psychology model was mostly
applied to conditions of depression, anxiety, eating disorders, aggressiveness,
substance abuse, social dysfunction and negative emotions.
This research consensus shows that Positive Psychology is useful to prevent
the conditions treated. On the other hand, the results contribute to corroborate those
put forth by Martin Seligman (2002) and the benefits of the Broaden and Build
Theory of Positive Emotions developed by Fredrickson (2000), as they allow the
person to adapt well to difficult situations and life crises. The recommendations
presented include promoting that the Positive Psychology’s paradigm be taught to
psychologists and other health professionals, and that they be trained in it, know its
application and the ongoing research.
v
DEDICATORIA
Le dedico este trabajo académico a mi familia, mis amigos y todas aquellas
personas que creyeron en mí. También, a todos los profesionales psicólogos que
diariamente contribuyen en el bienestar psicológico y desarrollo óptimo de las
personas y la sociedad puertorriqueña. Este éxito es producto de la determinación de
trabajar en lo que creo y la fe que me sostiene, “…es pues la fe, la certeza de lo que se
espera, la convicción de lo que no se ve…” (Hebreos 11:1).
vi
AGRADECIMIENTOS
En primer lugar, doy gracias a la vida, a mi señor por permitirme disfrutar de
salud, vitalidad para el logro de esta meta y haberme mantenido con pie firme
rodeándome de seres humanos maravillosos y seres de luz que me apoyaron siempre.
Agradezco a mi amiga y colega la Dra. María Colton, por servir de motivación
inicial para dar comienzo a esta aventura. A mis ángeles guardianes (mami y papi),
mis hermanos, mis tres bellas sobrinas y abuelos por acompañarme y creer en mí;
particularmente a ti Irene por tu optimismo y apoyo incondicional. Gracias Javier por
la compañía, el espacio, el respeto y tu apoyo en esta empresa. Gracias Yolanda por tu
generosidad y disposición en todo momento.
Finalmente, al Comité de disertación, la Dra. María Villenueve, por su
honesta, incondicional y trasparente participación durante el proceso. Ha sido para mi
un ser de luz dirigiéndome con su basta sabiduría para ser hoy más competente en mi
profesión. Agradezco además, a la Dra. María del C. Santos y a la Dra. Vidamaris
Zayas por la aportación de su tiempo, recomendaciones y apoyo académico.
La persistencia, la motivación, el compromiso y la dedicación con la que
realicé este trabajo fue posible gracias a los que en mi creyeron y fueron testigos de
mi desarrollo profesional. Los quiero.
vii
TABLA DE CONTENIDO
Página
LISTA DE TABLAS………………………………………………………………… x
CAPÍTULO I: INTRODUCCIÓN
Antecedentes…………………………………………………………………………. 1
Planteamiento del problema…………………………………………………………. 5
Objetivo y justificación de estudio.…………………………………………………. 6
Pregunta de investigación…………………………………………………………… 10
Marco conceptual…………………………………………………………………… 10
Revisión de la literatura…………………………………………………………….. 13
Definición de términos y variable (fenómeno)……………………………………... 28
CAPÍTULO II: MÉTODO
Introducción………………………………………………………………………… 31
Diseño de investigación………………………………………….............................. 31
Descripción de la población y selección de la muestra…………………………….. 32
Descripción del instrumento de investigación………………………………………32
Proceso de validación………………………………………………………………32
Procedimiento……………………………………………………………………….33
Análisis cualitativo y cuantitativo.………………………………………………….34
CAPÍTULO III: RESULTADOS
Introducción……………………………………………………................................35
Estudios realizados en los Estados Unidos………………………………………….35
viii
Página
Estudios realizados en España………………………………………………………50
Estudios realizados en Puerto Rico…………………………………………………59
CAPITULO IV: DISCUSIÓN
Introducción…………………………………………………………………………71
Análisis crítico de acuerdo con la pregunta investigativa…………………………..72
Conclusiones……………………………………………………………………….. 89
Recomendaciones……………………………………………………………………90
Limitaciones…………………………………………………………………………92
REFERENCIAS…………………………………………………............................. 93
ix
LISTA DE TABLAS
Página
Tabla
1. Resumen de resultados de estudios analizados en los Estados Unidos de
Norteamérica …………………………………………………………………72
2. Resumen de resultados de estudios analizados en España …………………...78
3. Resumen de resultados de estudios analizados en Puerto Rico ………………81
4. Metanálisis: Resumen de hallazgos por país y del total ……………………..84
x
CAPÍTULO I
INTRODUCCIÓN
Antecedentes
La psicología es una ciencia que en los últimos 60 años ha centrado su atención e
intervención primaria en los problemas que emergen del ser humano. A su vez, en
intervenciones preventivas donde se dé énfasis a promover el bienestar de las personas y
desarrollar aquellas capacidades que le permitan su crecimiento y de ésta forma disfrutar
de una mejor calidad de vida. El mantener un estado de salud física o mental no debe
consistir únicamente en carecer de enfermedades o trastornos, sino en disfrutar de una
serie de capacidades y recursos que permitan resistir las adversidades y crear condiciones
que permitan el máximo desarrollo del individuo (Almedon, y Glandon, 2007; Vázquez,
y Hervás, 2008).
Actualmente, la sociedad puertorriqueña enfrenta situaciones sociales estresantes
y conflictivas tales como: violencia, drogadicción, alcoholismo, suicidio y trastornos
mentales, entre otros, que afectan la calidad de vida y el bienestar general de los
puertorriqueños (Asociación de Piscología de Puerto Rico, 2008). Martorelli y Mustaca,
(2004) plantean que en la realidad de la vida cotidiana de la persona los acontecimientos
estresantes, ansiógenos y conflictivos surgen, por lo regular, de las situaciones y
dinámicas que habitualmente o inesperadamente están expuestos y enfrentan. Por
consiguiente, es necesario que el ser humano conozca una serie de recursos y desarrolle
una serie de destrezas para afrontar las situaciones estresantes y conflictivas. Martínez
Martínez, (2006) señala que es importante que los seres humanos conozcan y reconozcan
aspectos tales como: los rasgos de personalidad, las fortalezas y virtudes positivas que
poseen como condición indispensables para enfrentar los cambios y situaciones adversas
1
a la que están expuestos en su vida diaria a los efectos de que logren una adaptación
psicológica saludable que habrá de reflejarse en una mejor calidad de vida.
La Psicología Positiva como parte de la profesión del psicólogo es una visión
reciente de nueva aparición que busca comprender, a través de la investigación científica,
los procesos que subyacen en las cualidades y emociones positivas del ser humano que
han sido ignoradas por mucho tiempo en esta disciplina. El interés en la aplicación de la
Psicología Positiva es aportar nuevos conocimientos acerca de la ‘psique’ humana; no
sólo para ayudar a resolver los problemas de salud mental que adolecen a los individuos,
sino también para alcanzar una mejor calidad de vida y bienestar sin apartarse de la más
rigurosa metodología científica propia de toda ciencia de la salud. De esta forma aporta
al desarrollo de investigaciones y conocimientos en relación a cualidades como el
optimismo, la felicidad y la inteligencia emocional. A su vez, representa un nuevo punto
que complementa los enfoques teóricos, conceptuales y modelos de la Psicología
existente (Vera Poseck, 2006).
En la Psicología Positiva se atiende y se valora, desde la perspectiva del pasado,
presente y futuro las experiencias subjetivas, el bienestar y la satisfacción, la esperanza y
el optimismo, la fluidez (flow) y la felicidad. A nivel individual, mediante la aplicación
del paradigma psicológico positivo se focaliza en aquellos rasgos en el individuo positivos
tales como: la capacidad de amar, la vocación, la valentía, las destrezas, la sensibilidad
estética, la perseverancia, la capacidad de perdonar, la originalidad, la orientación hacia el
futuro, la espiritualidad, el talento y la sabiduría. A su vez, en el nivel grupal se hace
énfasis en las virtudes cívicas y en los valores establecidos en las instituciones que
mueven a las personas a ser mejores ciudadanos/as vinculadas con la responsabilidad, la
2
capacidad de nutrir (nurturancé), el altruismo, el civismo, la moderación, la tolerancia y la
ética de trabajo (Seligman y Csikszentmihalyi, 2000).
Seligman Martin, Lee Duckworth y Steen, (2005) plantean que en la Psicología
Positiva se considera que una persona que presenta el mayor número de síntomas
psicopatológicos, además de sus preocupaciones y tristezas, tiene el deseo de aliviar el
sufrimiento. De acuerdo con los autores, esta persona también busca la satisfacción y la
alegría y, de igual forma, pretende tener una vida llena de significado y propósito. No
obstante, señalan que alcanzar un estado de satisfacción y alegría, así como una vida con
significado y propósito no se logra de forma automática sólo con remover el sufrimiento.
Indican que es necesario promover emociones positivas y que la reorganización del
carácter puede ayudar en aliviar el sufrimiento, enmendar la raíz de sus causas y
descubrir o redescubrir el significado y propósito en su vida directa o indirectamente.
Por otra parte, Seligman Martin y Csikszentmihalyi, (2000) mencionan que desde
los años 90, el interés por la prevención de trastornos emocionales y enfermedades
mentales contribuyó al desarrollo de la Psicología Positiva. Los autores han expresado
que en los últimos cincuenta años los psicólogos/as han internalizado y aprendido que el
enfoque médico patológico no ha ayudado significativamente a la Psicología como
disciplina a desarrollar modelos efectivos para la prevención de enfermedades mentales, de
violencia y de abuso de sustancias entre otros trastornos en la conducta. Por el contrario,
los mayores adelantos en el campo de la prevención se han dado como resultados de las
investigaciones dirigidas a desarrollar las competencias profesionales necesarias y no en
corregir deficiencias. Los autores aluden a que las investigaciones en el tema de la
prevención han demostrado que existen fortalezas en las personas que sirven de
amortiguadores contra la enfermedad mental. Entre estas fortalezas mencionaron la
3
valentía, la orientación hacia el futuro, el optimismo, las destrezas interpersonales, la fe, la
ética de trabajo, la esperanza, la honestidad y la capacidad de introspección que conduce a
las personas a tener una mejor participación ciudadana.
Las publicaciones de Seligman Martin y Csikszentmihalyi, (2000) acerca de la
Psicología Positiva, destacan cuatro cualidades positivas de la personalidad con las que se
trabaja terapéuticamente al aplicar este paradigma. Estas cualidades son las siguientes: 1)
el bienestar subjetivo, 2) el optimismo, 3) la felicidad y, 4) la auto-determinación. El
término bienestar subjetivo se refiere a lo que las personas piensan y en cómo se sienten
respecto a sus vidas. En otras palabras, este término refiere a conclusiones cognitivas y
afectivas a las que llegan cuando evalúan su existencia y que conducen a las cualidades
que las personas usualmente identifican como optimismo, felicidad y autodeterminación.
De acuerdo con las autoridades de la Academia Estadounidense de Médicos de
Familia (2006) las personas emocionalmente sanas tienen control de sus pensamientos,
sus sentimientos y sus comportamientos. Además, se sienten bien consigo mismas y
tienen buenas relaciones interpersonales; lo cual les permite enfocar y dirigir los
problemas hacia una nueva o mejor perspectiva. Martin y Boeck, (2003) refieren a que
las emociones se han estudiado principalmente por el papel adaptativo que han ocupado a
través de la evolución del ser humano. A estos efectos, las emociones son las que
promueven la activación que proporciona la energía necesaria para responder
rápidamente a un estímulo que redunda en el bienestar físico o psicológico en la persona
y que permite la supervivencia. No obstante, en los últimos años también se ha
descubierto que las emociones pueden ser perjudiciales para la salud porque influyen de
forma adversa en las enfermedades perdiendo, en este sentido, su valor adaptativo.
4
Finalmente, en el presente siglo 21, se empieza a aceptar que los trastornos
psicológicos leves o intensos pueden causar enfermedades en el organismo del ser
humano. Este vínculo, entre las emociones y la salud fisiológica, va mucho más allá de
que las emociones negativas puedan hacer más vulnerables a las personas a contraer una
enfermedad que afecte el organismo o que otras emociones positivas favorezcan la
recuperación de una dolencia a nivel fisiológico. De modo que, el enfoque de la
Psicología Positiva trae consigo todo un cambio en la intervención y el tratamiento de
enfermedades que atentan contra la salud física a los efectos de que se consideran los
factores psicológicos de la persona enferma, para así intervenir sus emociones con el
objetivo de mejorar su salud de forma integral; física y emocional (Prada, 2005).
Planteamiento del problema
El ser humano desde que nace es sometido a presiones de diversa naturaleza; unas
son de origen intrínseco, otras ambientales y con frecuencia conflictivas e incompatibles
entre sí (Ríos, 2004). Keyes (2001) plantea que existen personas que, aunque no están
mentalmente enfermas no disfrutan del bienestar emocional, psicológico o social
adecuado por ser poco o ninguno. El autor categorizó a estas personas como ‘humanos
lángüidos’. A su vez, categorizó como ‘humanos florecientes’ a aquellas personas que
se distinguen por tener niveles elevados de bienestar emocional y social. Según el autor,
estas personas demuestran tener la capacidad y la habilidad de resolver sus conflictos y
de autorealizarse como individuo en la vida realizándose a nivel personal y social.
De acuerdo con los últimos datos provistos por las autoridades de la Agencia para
la Administración de Salud en Puerto Rico fueron contabilizados 273 suicidios durante
el año 2008. También, se informó que para el 2004 había un total de 134,835 pacientes
atendidos por trastornos de salud mental. Estos datos aluden a trastornos por conceptos
5
de conductas antisociales, uso de drogas, alcohol, conducta suicida e incidentes
violentos. Por otra parte, según plantea Lebrón-Sanz (2004), los cambios políticos,
históricos, sociales y económicos por los que ha atravesado la sociedad puertorriqueña
afectan el desarrollo y la estabilidad emocional de las personas.
Seligman Martin y Csikszentmihalyi (2000) refieren que el modelo médico y
patológico adoptado durante años para atender los trastornos psicológicos y
enfermedades de naturaleza fisiológica en el ser humano ha sido incapaz de acercarse a
la prevención del trastorno mental. Según los autores, la perspectiva reduccionista que
propicia ambos modelos ha convertido a la Psicología en una ‘ciencia de la victimología’
al centrarse en el diagnóstico, en curar el sufrimiento de los individuos sin incluir la
prevención y potenciar las fortalezas en las personas. La problemática que conlleva la
falta de prevención de trastornos psicológicos y físicos en la salud por profesionales de la
salud genera la preocupación e interés de investigar el tema de la prevención de la salud
emocional, mental y física desde la perspectiva de la Psicología Positiva. Es a estos
efectos que el problema de investigación consistió en explorar y analizar a través de
diferentes estudios realizados en distintos países, incluyendo a Puerto Rico, la aplicación
de la Psicología Positiva para la prevención de trastornos en la conducta humana.
Objetivo y justificación de estudio
En los últimos años el proceso de investigación en la Psicología ha evolucionado
hacia el estudio analítico de aspectos dirigidos a la prevención que a condiciones de tipo
patológico que tradicionalmente se estudiaban (Vera-Villaroel y Guerrero, 2003;
Simonton, y Baumeister, 2005). Autores como Seligman Martin y Csikszentmihalyi
(2000) aseguran que uno de los retos para la Psicología en los próximos años será
investigar los aspectos positivos de la experiencia humana, entender y fortalecer aquellos
6
factores que permiten la prosperidad de los individuos, comunidades y sociedades para
mejorar la calidad de vida y también prevenir la patología que surge de condiciones de
vida adversas. Por consiguiente, surge la nueva e innovadora visión que se ha
categorizado como Psicología Positiva.
Cabe destacar que, el objetivo de la Psicología Positiva es catalizar el cambio de
paradigma en la Psicología para focalizar en el desarrollo de las fortalezas en las
personas. A estos efectos, la principal tarea del psicólogo/a que adopta este enfoque es la
prevención mediante el estudio en la persona de cómo adquiere y ha desarrollado las
fortalezas y virtudes como el elemento fundamental para la prevención de los llamados
desórdenes mentales (Seligman Martin y Christopher, 2000). Por cuanto, el objetivo en
esta investigación está dirigido a proveer información actualizada respecto a la aplicación
de la Psicología Positiva para la prevención de trastornos en la conducta humana. A su
vez, se tiene como objetivo, ofrecer recomendaciones que permitan viabilizar la
aplicación práctica de la Psicología Positiva en el proceso de intervención del psicólogo/a
al ofrecer un servicio de ayuda psicológica.
Los objetivos de investigación propuestos cumplen con el propósito de explorar
la aplicación de la Psicología Positiva ante la problemática que representa entender y
prevenir trastornos en la conducta humana. Es importante explorar y tener conocimiento
de cuáles son las características que propician el que algunas personas posean un
funcionamiento más saludable y una mejor adaptación en momentos de adversidad.
También se cumple con el conocer y comprender qué aspectos son importantes
desarrollar en el ser humano para lograr fortalecer el bienestar emocional en la persona.
A estos efectos, es necesario el desarrollo y el uso de nuevas aproximaciones y estrategias
7
para lograr mejores resultados en cuanto a salud mental se refiere (Keyes y López, 2002;
Costa y López, 2006).
El paradigma que se plantea a través de la Psicología Positiva permite reconocer
que el ser humano tiene una gran capacidad para adaptarse y encontrar sentido a las
experiencias traumáticas más terribles; capacidad que ha sido ignorada por la Psicología
tradicional durante muchos años (Park, 1998; Davidson, 2002). De aquí la necesidad de
reconceptualizar la experiencia traumática desde un modelo de intervención más
saludable fundamentado en la aplicación de métodos positivos de prevención al
considerar la habilidad natural de los individuos de afrontar, resistir e incluso aprender y
crecer en las situaciones más adversas (Calhoun y Tedeschi, 1999; Paton, Smith, Violanti
y Eräen, 2000; Stuhlmiller y Dunning, 2000; Gist y Woodall, 2000; Bartone, 2000;
Pérez-Sales y Vázquez, 2003).
De acuerdo con Hernández Sampieri, Fernández Collado y Baptista Lucio
(2006) toda investigación es justificable por sus aportaciones en términos de
conveniencia, relevancia social, las implicaciones prácticas que tienen los resultados, la
metodología que se utiliza y por su valor teórico. En este aspecto, el estudio y análisis de
la aplicación de la Psicología Positiva para la prevención de trastornos en la conducta
humana cumple con cada uno de los aspectos identificados por los autores. En términos
de la conveniencia, los resultados de este estudio proveen nueva información desde la
perspectiva de un análisis objetivo y crítico de diferentes investigaciones que fueron
llevadas a cabo en diferentes países por distintos autores acerca de la implementación de
programas de Psicología Positiva que redunda en la prevención de trastornos adversos en
la conducta humana. De igual forma, a través de los resultados de este estudio se
presentan y se sugieren estrategias que pueden ser desarrolladas en intervenciones
8
dirigidas a fortalecer el servicio de ayuda psicológica que ofrece el psicólogo/a en el
escenario profesional.
Los resultados obtenidos en la investigación son importantes por su relevancia
social, en la medida que benefician a los ciudadanos dadas las implicaciones prácticas en
términos de las nuevas estrategias que pueden ser incorporadas en la práctica
profesional del psicólogo/a. Por otra parte, este estudio aporta a la comunidad científica
del país y de cualquier otro que se interese en realizar un estudio similar al poder ser
reproducido. Además, a través de este estudio se integran los resultados de
investigaciones que han sido realizadas en distintos países, lo cual provee a la comunidad
científica un panorama amplio acerca de la aplicación de la Psicología Positiva para el
desarrollo del bienestar emocional del ser humano.
Los resultados de esta investigación tienen un valor teórico al ofrecer datos
actualizados que contribuyen a la literatura y al desarrollo de nuevos paradigmas. Los
mismos le proveen la oportunidad al psicólogo/a el entender las causas que conducen a
una persona a responder de manera más saludable que otra. A la vez, le permite
reconocer y considerar la importancia que representan las fortalezas del carácter de un ser
humano para facilitar y lograr una vida con mayor sentido de la felicidad y bienestar
psicológico aún en la adversidad. De esta forma, los psicólogos/as podrán tener la
oportunidad de incorporar en sus intervenciones la aplicación de estrategias para ayudar
a mejorar la calidad de vida y prevenir la aparición de trastornos o patologías que afectan
la conducta humana. Por otra parte, los profesionales de la salud mental también podrán
facilitar el desarrollo de diversas características en las personas que le permitan vivir más
plenamente; redirigiéndoles hacia un camino más adecuado que los conducirá al
bienestar psicológico esperado. Finalmente, estos resultados podrán ser utilizados por las
9
autoridades educativas universitarias para el diseño de currículos educativos que permitan
la capacitación de profesionales; así como desarrollar orientaciones y adiestramientos
para otros profesionales vinculados con esta temática.
Pregunta de investigación
La investigación formal requiere, de acuerdo con el método científico, desarrollar
preguntas de investigación e hipótesis según corresponda al diseño del estudio
(Hernández Sampieri, Fernández Collado, Baptista Lucio, 2006; Villeneuve Román,
2004). A estos efectos, en este estudio se ha formulado una pregunta para dirigir el
proceso investigativo según requerido en diseños de investigación de corte analítico a los
efectos de explorar, mediante la revisión documental, un fenómeno particular. La
pregunta de investigación es la siguiente:
1. ¿Cuál ha sido la aplicación de la Psicología Positiva para la prevención de trastornos
en la conducta del ser humano en diferentes países y Puerto Rico?
Marco conceptual
El marco conceptual al cual se acoge este estudio responde al modelo desarrollado
por Seligman Martin (2002) y Fredrickson (2000). Seligman Martin (2002), considerado
como uno de los fundadores de la Psicología Positiva, dispuso la forma de estructurar la
investigación en este campo a los efectos de proyectarla hacia el futuro. Según el autor
las tres vías fundamentales a través de las cuales se puede iniciar el camino de la felicidad
son las siguientes:
1. La Vida Placentera (emociones positivas). Esta vía busca aumentar las emociones
positivas del pasado, en el presente y del futuro. Es el nivel más superficial de felicidad y
el de más corta duración. Esta visión se remonta a la filosofía practicada por los
Epicúreos respecto a lograr la ‘Buena Vida’. Este concepto se refiere al bienestar
10
producto del disfrutar de la comida, del sexo, de la bebida o de una buena película, como
explica Seligman. Se trata de aprender a disfrutar de los placeres de la vida y desarrollar
métodos para disfrutarlos mejor, compartirlos con los demás, describirlos, recordarlos y
utilizar técnicas de meditación para estar más conscientes de ellos.
2. La ‘Vida Buena’ o Involucrarse con compromiso. Refiere al nivel intermedio de
felicidad propuesto por Aristóteles que llamaba eudaimonía. Se trata de la felicidad que
surge cuando la persona disfruta haciendo algo y siente que se es bueno o incluso
talentoso. Para alcanzar esta felicidad intrínseca es necesario identificar cuáles son las
habilidades o talentos que se tienen y encontrar dónde utilizarlos de una manera
comprometida; reconstruyendo la propia vida al ponerlos en práctica. Así se logra, no
sólo un gozo transitorio sino la sensación de que el tiempo se ha detenido al estar tan
absortos en lo que se hace. Según Seligman Martin (2002), la ‘Vida Buena’ no es esa
vida pasada, de pensar y sentir, sino de sentirse en armonía con el ‘ser’ y el ‘hacer’.
3. La Vida con Sentido o Significado. Representa un estado superior de felicidad y es
más duradero. Se trata de utilizar las habilidades y virtudes que se tiene y ponerlas al
servicio de alguna causa donde la persona se siente más grande y trasciende más allá de si
mismo. Es algo más que pasarlo bien o estar narcisistamente satisfecho con lo que se
hace bien. Refiere a encontrar aquello que realmente motiva en la vida como para desear
aportar algo al mundo. De acuerdo con el autor, la búsqueda de placer no tiene ninguna
relación con la cantidad de satisfacción en la vida. Sin embargo, la búsqueda de
compromiso y significado en la vida guardan una gran relación. El placer tendría algún
valor cuando el significado, el compromiso y el placer se combinan produciendo
sentimientos positivos profundos como algo mas allá que la suma de las partes; es lo que
denominó ‘la vida llena/completa’.
11
Las tres vías, según Seligman Martin (2002), no son ni exclusivas ni exhaustivas.
En otras palabras, se pueden perseguir diversos objetivos en el camino de la felicidad y
recorrerse desde distintos lugares. Señala el autor, sin menospreciar el valor que tiene la
experimentación de emociones positivas en cualquier momento del ciclo vital, que el
desarrollo de la vida buena comprometida y de la vida con sentido y significado para la
construcción del bienestar es lo de mayor importancia. El autor destaca además, el
estudio de la naturaleza de la eficacia del funcionamiento del ser humano, centrando su
atención en los potenciales, motivos y capacidades que hacen la vida de las personas
mejor adaptadas en las circunstancias de la vida (Vázquez y Hervás, 2008).
Por otra parte, aunque apenas existen modelos que den cuenta del papel que
tienen las emociones positivas en el funcionamiento psicológico de las personas,
Fredrickson (2001) centró su modelo de Ampliación y Construcción de las Emociones
Positivas en función de la salud y el bienestar. Este modelo surge como una respuesta a
la visión tradicional de que las emociones están unidas a patrones específicos de acción.
Así, por ejemplo, el miedo está vinculado a la urgencia de escapar y la ira con la
tendencia a atacar, entre otros. Estos patrones se han conservado por su determinante
valor supervivencial. Sin embargo, las emociones positivas no demuestran patrones tan
definidos. De hecho, la autora señala que los patrones que se detallan en la literatura
acerca de las emociones son bastante inespecíficos como por ejemplo: el gozo ha sido
vinculado con la activación sin propósito, el interés con el atender y la satisfacción con la
inactividad.
Fredrickson (2001) afirma que las emociones positivas comparten la capacidad de
ampliar los repertorios de pensamiento-acción de las personas, facilitando el desarrollo de
recursos personales de todo tipo; desde físicos (ej. destrezas físicas, salud y longetividad)
12
e intelectuales (ej. conocimiento y complejidad intelectual), hasta sociales (amistad,
apoyo y redes sociales) y psicológicos (ej. resiliencia, optimismo y creatividad). De modo
que, desde el punto de vista de la evolución en términos de supervivencia, señala que un
patrón de conducta que responde a obtener seguridad y llenar una necesidad son los
momentos más adecuados para construir nuevos recursos explorando, jugando,
ampliando, experimentando e integrando emociones positivas. El ampliar los repertorios
de pensamiento-acción para la conducta es un factor importante para una buena
adaptación; sin embargo ésta no es la única aportación de las emociones positivas. Según
Fredrickson, las emociones positivas tienen la capacidad de contrarrestar el efecto de
emociones negativas persistentes.
Revisión de la literatura
Historia e implicaciones en la práctica de la Psicología Positiva
La Psicología Positiva está presente desde hace miles de años cuando líderes,
filósofos y religiosos discutieron en sus trabajos aspectos relacionados con las virtudes, la
felicidad y el concepto de buena sociedad. A estos efectos, al mencionar el concepto de
la felicidad, se hace referencia a la perspectiva hedónica y la perspectiva clásica de la
‘eudaimonía’. La perspectiva hedónica se centra en la felicidad y se considera como una
orientación utilitarista. Según esta idea, las ganancias o pérdidas de la felicidad son casi
siempre temporales porque la persona tiende a regresar tarde o temprano a su punto de
origen o de referencia; esto es, a su estado de ánimo habitual (Vázquez y Hervás, 2008).
En la teoría hedonista se señala que la calidad de vida es la cantidad de buenos
momentos menos la cantidad de malos momentos (Seligman Martin, 2002).
La perspectiva ‘eudaimonía’, por el contrario, considera los valores que provienen
de una perspectiva filosófica/antropológica histórica según mencionan Duckworth, Steen
13
y Seligman (2005). En otras palabras, la misma se focaliza en que la persona se hace
cargo responsablemente del proceso histórico/personal para generar sus proyectos de vida
que realzan y que provienen del self (Little, Philips y Salmela-Aro, 2007). De acuerdo
con Martínez Martínez (2006), Ryff y Keyes (1995) el bienestar psicológico pleno
corresponde a la perspectiva de la ‘eudaimonía’ al considerar el dominio del entorno, la
autonomía y el crecimiento personal necesario para encontrar una vida con sentido, la
autoaceptación y las relaciones positivas con los demás.
En la actualidad del siglo XXI, la Psicología Positiva consiste en llevar a cabo una
investigación empírica de la sabiduría del pasado (Fernández Ríos, 2008). El interés
científico se dirige hacia el estudio de los mecanismos psicológicos de los recursos o las
virtudes que, en un contexto sociomaterial, contribuyen al desarrollo del funcionamiento
óptimo en el individuo, grupos, organizaciones y sociedades (Fernández Ríos, 2008). Sin
embargo, cabe destacar que la Psicología Positiva fue mencionada por primera vez como
tal por Maslow (1954) en su libro titulado Motivación y Personalidad cuando indicó que
la ciencia de la psicología ha tenido más éxito en el estudio de los aspectos negativos que
en aquellos positivos en el ser humano. Según el planteamiento de este autor, la
Psicología como disciplina ha restringido el estudio de las virtudes, del potencial humano
y de las aspiraciones alcanzables del ser humano. No obstante, los primeros pasos en la
aplicación del concepto de la Psicología Positiva fueron dados en el 1998 por Seligman
Martin, quien para esta fecha fuese el presidente de la American Psychological
Association.
Seligman Martin (2002) desarrolló una teoría conocida como Indefensión
Adquirida durante los años 70. El autor se convirtió en portavoz del concepto de
Psicología Positiva dado que propuso potenciar las fortalezas humanas para contrarrestar
14
los efectos nocivos que generan las situaciones adversas en el estado de ánimo,
emocional y físico de la persona. La perspectiva conceptual propuesta en el modelo está
centrada en el estudio del bienestar y en promover una concepción más positiva de la
especie humana. El mensaje que se trasmite es cónsono con la Psicología Positiva, en
cuanto a recordar que la Psicología no sólo versa acerca de arreglar o mejorar lo que está
mal, sino que también debe dirigirse a identificar las fortalezas y virtudes de las personas
para lograr una mejor calidad de vida; un mayor bienestar. Esta perspectiva tiene como
objetivo realzar los recursos intra e interpersonales para favorecer el desarrollo óptimo de
los seres humanos, grupos, organizaciones y sociedades.
Seligman Martin y Csikszentmihalyi (2000) hicieron referencia de que, antes de
la Segunda Guerra Mundial la Psicología, como disciplina, tenía tres misiones. En la
actualidad estas misiones se relacionan con el desarrollo de estudios para avanzar el
conocimiento y el tratamiento de enfermedades mentales, hacer la vida de la persona más
plena e identificar y fortalecer el talento del que dispone la persona. Sin embargo, los
autores indicaron que de estas tres misiones sólo se han hecho grandes avances en el
tratamiento de las enfermedades mentales. En cuanto a las otras dos misiones
relacionadas con identificar y fomentar el desarrollo del talento para mejorar la vida de
las personas, incluyendo a personas excepcionales como las categorizadas como ‘genios’,
han sido completamente olvidados.
Mencionó Seligman Martin (1998) que una de las posibles causas para este olvido
ha sido la incorporación de la Psicología como ciencia desde la perspectiva del modelo
médico. Por otra parte, los efectos de la Segunda Guerra Mundial entre el personal
militar hicieron necesario el atender las enfermedades mentales generadas como resultado
del conflicto bélico. Por consiguiente, quedó relegado a un segundo plano el estudio de
15
los procesos ‘normales’. De aquí en adelante la Psicología como disciplina, ha
conservado y aplicado la perspectiva que postula el modelo médico dentro de una visión
conservadora y tradicional que se fundamenta en que la ausencia de enfermedad o su
alivio es suficiente para alcanzar la felicidad o un grado óptimo de funcionamiento.
Expone Seligman Martin (2000) que, a pesar de aplicar el modelo médico en la
Psicología contemporánea por décadas, han existido elementos de la Psicología Positiva
en la práctica psicoterapéutica. A tales efectos, el mejor ejemplo de cómo los humanistas
han aportado a la Psicología Positiva ha sido la Terapia Centrada en el Cliente,
desarrollada por Rogers (1951). Esta terapia se fundamenta en lograr u obtener un
funcionamiento óptimo y total en la vida. Por cuanto, la Psicología Positiva surge con el
objetivo de investigar acerca de las fortalezas y virtudes humanas y los efectos que éstas
tienen en las vidas de las personas y en las sociedades en que viven (Cuadra y
Florenzano, 2003).
La Psicología Positiva se enmarca dentro de la tradición del modelo de la
competencia orientado a la prevención primaria pre activa universal. A través de este
concepto se adopta una perspectiva constructivista, humanista y esperanzadora de la
teoría y la práctica a los efectos de prevenir una gran cantidad de trastornos emocionales
y de reorientar la Psicología en las dos vertientes o misiones que han sido relegadas:
hacer más fuertes y productivas a las personas ‘normales’ para lograr una vida plena y
fortalecer y elevar el potencial humano (Janoff-Bulman, 1992; McAdams y Pals, 2006;
Seligman Martin y Csikszentmihalyi, 2000; Seligman, Steen, Park y Peterson, 2005).
Martínez Martínez (2006), Peterson y Seligman (2004) concurren en que al
aplicar la Psicología Positiva existe una línea de investigación centrada en las fortalezas y
virtudes que favorecen el crecimiento humano. Esta línea de investigación, permite
16
cultivar los mejores rasgos del carácter y plantearse la necesidad de crear instrumentos
empíricos para analizar y evaluar las intervenciones terapéuticas. A estos efectos,
Seligman Martin (2002) refiere en su libro titulado La Auténtica Felicidad que el sentirse
bien proviene del compromiso, las fortalezas y virtudes que nutren al ser humano para
lograr una vida auténtica. Para este autor, la ‘Vida Buena’se logra al utilizar las
fortalezas cada día con el fin de producir la auténtica felicidad y abundantes
recompensas. En este sentido señala que en la Psicología Positiva se encuentran tres
pilares: 1) el estudio de la emoción positiva, 2) el estudio de los rasgos positivos tales
como: las fortalezas y virtudes, habilidades como la inteligencia, el atletismo y, por
último, 3) el estudio de las instituciones positivas tales como: la democracia, las familias
unidas y la libertad de información en las que se apoyan las virtudes que, a su vez,
sustentan las emociones positivas (Seligman Martin, 2000).
Martínez Martínez (2006) en su artículo, El estudio científico de las fortalezas
trascendentales desde la psicología positiva, hace referencia de que las fortalezas
constituyen el principio fundamental de la condición humana y que una actividad
congruente con ellas representa un importante camino hacia una vida psicológicamente
óptima. Por otro lado, Vera Poseck (2006) indica que, de acuerdo con Peterson y
Seligman (2004), las fortalezas son aquellas capacidades que pueden adquirirse a través
de la voluntad; las cuales representan rasgos de personalidad. Añade ésta que, según los
autores, estos rasgos han sido considerados como los aspectos psicológicos que definen
las virtudes y como aquellas formas distinguibles en las que se manifiesta una virtud. En
este aspecto, en específico, se indica que las virtudes son las características centrales y
que han sido identificadas por los filósofos morales y pensadores religiosos como valores.
Al respecto, señala Martínez Martínez (2006) que el análisis de las virtudes en distintas
17
sociedades, culturas y épocas históricas dieron lugar a un consenso del cual surgen los
seis valores universales llamados: sabiduría, valentía, humanidad, justicia, templanza y
trascendencia.
Cabe destacar que el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos
Mentales (American Psychiatric Association, 2000) es un ejemplo para el análisis de
valores o virtudes. En éste se ha propuesto la creación de un esquema de clasificación de
las virtudes y fortalezas para facilitar el desarrollo de estrategias de intervención. Esta
clasificación es un intento para sistematizar el estudio de las virtudes y fortalezas que
demarca el campo de estudio. Luego de definirse una serie de criterios para discernir
aquéllas características humanas que se considerarían fortalezas o no, se incluyeron las
seis virtudes las cuales comprenden 24 fortalezas. A tales efectos, Peterson y Seligman,
(2004) desarrollaron un Manual titulado, Character Strengths and Virtues: A handbook
and classification donde describen las características de cada fortaleza por cada uno de
los seis valores universales. A continuación se describen lo seis valores universales:
1. Sabiduría y conocimiento. Incluye fortalezas tales como: creatividad, curiosidad,
mentalidad abierta, amor por el conocimiento y perspectiva.
2.
Valor. Comprende valentía, perseverancia, vitalidad y autenticidad.
3.
Humanidad. Figuran fortalezas como: amabilidad, inteligencia social y amor.
4. Justicia. Refiere a la capacidad de trabajar en equipo, equidad y liderazgo.
5. Templanza. Incluye la autorregulación, la prudencia, el perdón y la modestia.
6. Trascendencia. Incluye la apreciación de la belleza y la excelencia, gratitud,
esperanza, humor y espiritualidad.
Wulkmir (1967) plantea que la emoción es una respuesta inmediata del organismo
que le informa del grado en que un estímulo o situación le es o no favorable. De modo
18
que, cuando la situación parece favorecer su supervivencia, la persona experimenta una
emoción positiva (alegría, satisfacción, deseo, paz, entre otros). Por el contrario, cuando
el estímulo, situación, amenaza su supervivencia, la persona experimenta una emoción
negativa (tristeza, desilusión, pena, angustia, entre otros). Por consiguiente, indicó el
autor que los organismos vivos disponen del mecanismo de la emoción para orientarse, a
modo de brújula, para cada situación, en su lucha por la supervivencia.
La emoción es un estado afectivo que el ser humano experimenta, es una reacción
subjetiva al ambiente que viene acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y
endocrinos) de origen innato, influidos por la experiencia. Las emociones tienen la
función de adaptar el organismo a lo que le rodea. Es un estado que sobreviene súbita y
bruscamente, en forma de crisis más o menos violentas y más o menos pasajeras. Cada
individuo experimenta una emoción de forma particular, dependiendo de sus experiencias
anteriores, aprendizaje, carácter y de la situación concreta (PsicoActiva, 2003).
En todas las épocas los filósofos, médicos y psicólogos/as han buscado
explicaciones para conocer el modo en cómo funciona la razón, el origen y los efectos de
las emociones (Martin y Boeck, 2003). Esta búsqueda a través del tiempo ha ido
acumulando pruebas anatómicas que demuestran que el hecho de sentir, pensar y decidir
presupone un trabajo en el que participan conjuntamente el cerebro emocional y el
cerebro racional. Los neurólogos, en específico, han dado fin a la creencia secular del
dualismo cartesiano entre el cuerpo y el alma y, entre la razón y las emociones
demostrando que pensar y sentir forman una unidad inseparable (Martin y Boeck, 2003).
La experiencia de una emoción en los seres humanos generalmente involucra un
conjunto de cogniciones, actitudes y creencias acerca del mundo. Estas experiencias se
utilizan para valorar una situación e influye el modo en que la persona percibe cada
19
situación concreta. Según los autores Cosmides y Tooby (2000), así como Lazarus
(1991), López Shane y Snyder (2009) las emociones involucran sentimientos subjetivos
que incluyen la atención, la cognición, la expresión facial, cambios hormonales y
cardiovasculares.
Menciona Vera Poseck (2006) que la tendencia natural a estudiar aquello que
amenaza el bienestar del ser humano ha llevado a centrar el interés en aquellas emociones
que ayudan a hacerle frente a peligros o problemas inminentes. La idea principal de
muchas teorías acerca de las emociones es la conexión de las mismas a una tendencia
específica de acción. Plantean Martin y Boeck (2003) que Charles Darwin en el 1872
estableció una relación entre las experiencias emocionales y los componentes biológicos
en su libro La expresión de las emociones en el hombre y en los animales. Según estos
autores, Darwin intentó demostrar que existen esquemas más importantes de
comportamientos congénitos para las emociones tales como: la alegría, la indignación, el
miedo, la tristeza y observó que determinadas emociones desencadenan reacciones
anímicas y psicológicas parecidas en todas las personas.
Seligman Martiny Csikszentmihalyi (2000) consideran que las investigaciones se
han enfocado en estudiar las emociones negativas con el fin de lograr entender y mejorar
los problemas psicológicos en la persona. De acuerdo con Fredrickson (2003) existen
varias razones que explican por qué los científicos se ocupan por entender aquello que
aflige a las personas. En este sentido menciona, en primer lugar, que éstos se guían por el
tácito deseo de mitigar o suprimir aquello que afecta el bienestar de la humanidad. En
segundo lugar, las emociones positivas son menos que las negativas y son mucho más
difícil diferenciarlas unas de otras. No obstante, es mucho más fácil distinguir entre la
tristeza y el miedo que discriminar entre el buen humor y la satisfacción moral. En tercer
20
lugar, no es posible excluir cierto grado de prejuicio en términos de que para una buena
parte de la comunidad científica el estudiar la alegría o el buen humor es considerado
como algo ‘superficial’ e incluso ‘frívolo’. En síntesis, según la autora, es más fácil
explicar por qué existen emociones negativas que explicar la logística que pueda existir
detrás de las emociones positivas. Por ejemplo, indica que entender que el miedo, la ira
y el asco (entre otros) tienen funciones orientadas hacia la preservación y la
supervivencia del cuerpo humano es relativamente más sencillo que entender las causas y
el origen de la serenidad o de la alegría.
Fredrickson, para el año 1998, desarrolló la teoría que llamó Ampliación y
Construcción de las Emociones Positivas (The Broaden and Build Theory of Positive
Emotions - TACEP). La autora postuló que tales emociones positivas conducen a un
repertorio extenso de pensamientos y acciones que ayudan a construir recursos que
contribuyen al éxito en el futuro. López Shaney Snyder (2009) concuerdan con lo
planteado por Fredickson (1998) de que las emociones negativas están dirigidas a
proveer una respuesta rápida ante alguna situación de inseguridad y amenaza en
particular y que, por el contrario, las emociones positivas ocurren en situaciones seguras
y controlables dirigidas a lograr una ganancia a través de los recursos físicos,
intelectuales, psicológicos y sociales que les prepara para enfrentar tiempos futuros más
difíciles y de crisis.
Manon Martínez (2006) indica que según Fredrickson, el concepto de
‘Ampliación’ en las emociones positivas representa un repertorio momentáneo de
pensamientos-acciones y que el experimentar las emociones positivas construye recursos
personales, duraderos en las personas para superar las experiencias negativas. Por
ejemplo, la alegría, ánima a la persona a jugar en el sentido amplio de la palabra, a
21
empujar los límites y a ser creativos. A su vez, según señalado por Frijda (1986), permite
el desarrollo de destrezas físicas (fuerza, resiliencia-resistencia, precisión) de habilidades
psicológicas e intelectuales (comprensión de normas, memoria, autocontrol) y de
destrezas sociales necesarias para el establecimiento de relaciones de amistad y de apoyo.
Todas estas habilidades y destrezas, añaden López Shane y Snyder (2009), contribuyen al
logro de una ‘Vida Buena’y placentera.
Vaughan (2004) por su parte planteó que el optimismo forma parte de las
emociones positivas en la medida que la persona valora favorablemente toda
circunstancia o posibilidad. La autora menciona que el término optimismo procede de la
palabra latina optimus, que significa ‘mejor’ y fue utilizado por el filosofo Leibniz en su
tratado la Teodicea en 1710 para indicar que el mundo real que emerge del interior de la
persona en un momento dado es el mejor de todos los mundos posibles. Para Leibniz,
resulta ser el auténtico mundo; un mundo que potencia el bienestar y el sentido autónomo
en la persona. Vaughan (2004) comenta al respecto que, la sensación interna que genera
el sentido de autonomía, confianza en sí mismo y de una personalidad estable promueve
las auténticas fortalezas que poseerán las personas optimistas con las cuales desarrollarán
las ilusiones que los mantendrán en pie cuando las situaciones se agraven. A la luz de
éstas interpretaciones acerca de lo que significa el optimismo según el diccionario inglés
Oxford, se define este concepto como una disposición para esperar lo mejor o ver el lado
positivo de las cosas.
El estudio del optimismo como recurso psicológico surge de la reformulación de
la teoría de la Indefensión Aprendida (Abramson, Seligman y Teasdale,1978). En la
misma se postula la existencia de dos estilos explicativos: el optimista y el pesimista. De
acuerdo con Peterson y Seligman (1984) el estilo pesimista explica las respuestas en el
22
afrontamiento de los eventos negativos que les suceden a las personas en la vida cotidiana
en el que se le atribuye a una causa interna, estable en el tiempo y con un efecto global
en su vida. El estilo optimista refiere a la tendencia de explicar sucesos malos como
resultado de una causa externa inestable en el tiempo y específica de una situación que le
afecta.
Autores como Petersony Ávila (1995), Peterson y Seligman, Yarko, Martin y
Friedman (1998) y Kamen y Seligman (1987) sugieren que el optimismo en las personas
contribuye a predecir una mejor salud general, que la persona esté menos vulnerable a las
enfermedades físicas, que el Sistema Inmunológico funcione mejor y que la tasa de
mortalidad sea menor. De acuerdo con Vazquez y Hervás (2008) el pesimismo ocasiona
todo lo contrario a lo expuesto por los autores de referencia. Seligman Martin (2006)
plantea que esta virtud puede ser aprendida desde la niñez y que se debe enseñar a los
niños a pensar de forma adaptativa y positiva para hacerle frente al futuro. En este
aspecto se genera lo que ha sido identificado como resiliencia. El concepto de resiliencia
como parte de las emociones positivas generadas en el ser humano es definido por
Grotberg (2006) como: “… la capacidad del ser humano para hacer frente a las
adversidades de la vida, aprender de ellas, superarlas e inclusive, ser trasformados por
éstas” (p.18). Para esta autora, la resiliencia se activa cuando el ser humano experimenta
una adversidad que necesita ser enfrentada y superada.
Manon Martínez (2006) señala que la Psicología como una ciencia sistemática
que inició a finales del siglo 19 y comienzos del siglo 20, existía el interés en estudiar
procesos de adaptación al ambiente. Este interés se evidencia en las teorías que han sido
desarrolladas como la selección natural hasta la psicología analítica del ego. Añade la
autora que posteriormente los conceptos de motivación, competencia y autoeficacia se
23
enfocaron en los aspectos positivos de la adaptación durante el proceso del desarrollo en
la persona. En la década del 70, indica la autora, emerge en la psicología el estudio
sistemático del concepto de resiliencia en niños que están expuestos y/o confrontan
problemas y psicopatologías.
Los funcionarios de la Organización Mundial de la salud (1998), conocida como
WHO por sus siglas en inglés, sugieren la necesidad de adoptar medidas encaminadas a
impedir que se produzcan deficiencias físicas, mentales y sensoriales o cuando se han
producido, tengan consecuencias negativas en aspectos físicos, psicológicos y sociales.
A estos efectos, a pesar de que el tratamiento para la prevención no está claramente
definido, los funcionarios de la OMS distinguen la conceptualización clásica de la
prevención en tres niveles:
1. Prevención primaria, cuyo objetivo es reducir la aparición del trastorno (incidencia).
2. Prevención secundaria, cuyo objetivo es detectar lo más precozmente posible la
aparición de un trastorno y disminuir su efecto.
3. Prevención terciaria, que hace referencia a las intervenciones encaminadas a
disminuir las repercusiones negativas de la enfermedad una vez desarrollada y su
rehabilitación.
En 1994, las autoridades en el Instituto de Medicina de los Estados Unidos
decidieron adoptar el concepto de prevención a las estrategias destinadas a evitar el
desarrollo de un trastorno. Por cuanto, propusieron una nueva clasificación, la cual se
agrupa en dos categorías fundamentales:
1. Intervenciones preventivas universales dirigidas a toda la población.
2. Intervenciones específicas dirigidas a un área, que a su vez, pueden ser de dos tipos:
24
intervenciones preventivas selectivas, dirigidas a grupos de la población cuyo riesgo de
desarrollar el trastorno psiquiátrico es significativamente mayor al promedio de la
población en general e intervenciones preventivas indicadas, dirigidas a individuos con
riesgo de presentar síntomas, pero que no alcanzan a cumplir los criterios de trastorno
mental.
La segunda clasificación tuvo una mejor acogida en la medida que permite
distinguir entre prevención (evitar un trastorno) y otras formas de intervención (una vez
que el trastorno ya se ha presentado). No obstante, existen algunas controversias para su
aplicación. Por ejemplo, aún no está claro cuándo la prevención corresponde a evitar un
episodio de un trastorno, ya sea un primer episodio o uno posterior; lo cual restringiría
excesivamente el concepto. Este tema es particularmente relevante para los programas de
prevención con una población adulta, donde las probabilidades de que hayan existido
episodios previos ha sido alta. Sin embargo, en niños y adolescentes esta distinción no es
tan relevante y es más probable que la prevención de un episodio coincida con la de un
primer episodio (Gillham, Shatté y Freres, 2000).
La prevención, como parte del modelo de Psicología Positiva, está orientada a
que el ser humano logre un estilo de vida saludable para evitar las enfermedades físicas y
mentales; contrario a esperar sufrir la enfermedad para adoptar las acciones correctivas
con estilos de vida diferentes. La prevención de la enfermedad, del trastorno o el
desajuste antes de que ocurra resultaría en una sociedad con una mejor calidad de vida.
(Seligman Martin y Csikszentmihalyi, 2000).
La aplicación de la Psicología Positiva ha sido definida por las autoras Linley y
Joseph (2004), como: “… las aplicaciones de las investigaciones de la Psicología
Positiva en la facilitación del funcionamiento óptimo de las personas a un nivel
25
individual, grupal, organizacional, comunitario en la sociedad” (p.4). De acuerdo con las
autoras la Psicología Positiva ha trascendido en la práctica a otros escenarios en los que
se incluyen la Psicología Clínica, la Consejería, la Psicoterapia, la Educación y la
Enseñanza, la Psicología Forense y la Industrial/Organizacional. La aplicación de la
Psicología Positiva para cada uno de estos escenarios, según las autoras, son los
siguientes:
1. La Psicología Clínica, Consejería psicológica y la Psicoterapia. Entre las técnicas
terapéuticas más utilizadas por los profesionales que ejercen en el área Clínica, la
Consejería y la Psicoterapia se encuentra la Terapia Centrada en el Cliente propuesta por
Rogers (1951) en la cual se trabaja con las motivaciones del cliente para lograr su óptimo
funcionamiento. Otro procedimiento para trabajar con algunos grupos de personas es la
Terapia del Bienestar desarrollada por Fava, Rafavanelli, Cazzaro, Conti y Grandi en
1998; Ruini y Fava en 2004. Este proceso de terapia es efectivo en pacientes con algún
trastorno afectivo. Cada sección terapéutica es de 30 a 50 minutos en los que se busca
que la persona desarrolle control ambiental, crecimiento personal, propósito en la vida,
autonomía, auto-aceptación y relaciones positivas con los demás (Ruini y Fava, 2004).
Por otro lado, la Terapia de Atención (Mindfulness) es una de las técnicas que ha
sido reconocida para mejorar la autoconciencia. La misma ha demostrado ser muy
efectiva en poblaciones con condiciones clínicas, como también en poblaciones no
clínicas a los efectos de que permite que la persona seleccione opciones más informadas
y deliberadas (Grossman, Niemann, Schmidt y Walach, 2004). La Terapia de Calidad de
utilizadas por los terapeutas con el objetivo de ayudar a sus clientes a sentirse más felices.
Un ejemplo de esta terapia es el del modelo denominado por sus siglas en inglés como
CASIO. Este modelo consiste de cuatro componentes que proveen un sistema dirigido a
26
que las personas piensen acerca de áreas particulares de su vida. De modo que, la
persona analiza y reflexiona acerca de las circunstancias o características, actitudes
relacionadas, su percepción e interpretación, estándares de desempeño e importancia en
cuanto a lo que considera son sus dificultades. Esta técnica dirige a la persona a valorar y
examinar la importancia de algún área y dirige a la persona a examinar otras áreas de su
vida.
2. La Educación y la Enseñanza. La Psicología Positiva es aplicada a través
de la literatura escolar y en publicaciones especializadas de educación entre las que se
encuentran las revistas: School Psychology Quarterly presentada en el 2003 y Psychology
in the Schools desarrollada en el 2004. Clonan, Chafouleas, McDougal y Riley Tillman
(2004) señalan que la visión de la Psicología Positiva en el escenario educativo se
concentra en áreas de orientación para la prevención o reducción del estrés, la consulta
por medio de un currículo o proveedores de servicio y el desarrollo de competencias
académicas, mediante la enseñanza de experiencias e interacciones positivas entre pares.
3. La Psicología Forense. En las pasadas dos décadas ha aumentado evidencia empírica
que sugiere que el criminal reincidente podría ser reducido a ofensor rehabilitado como
resultado de recibir un castigo únicamente (Andrews y Bonta, 1998). No obstante, Ward
(2002), Ward y Mann (2004) han desarrollado el Modelo de la ‘Vida Buena’ el cual se
enfoca en el bienestar del ser humano e ubica la rehabilitación en un acercamiento más
constructivo, fundamentado en las fortalezas y las capacidades de la persona. Desde esta
perspectiva, la rehabilitación podrá ofrecer al ofensor un entendimiento concreto de cómo
podría vivir realmente una ‘Vida Buena’ de forma beneficiosa y plena.
4. La Psicología Industrial/Organizacional. La aplicación de la Psicología
27
Positiva en el escenario del trabajo incluye el modelo de Liderazgo Trasformador. A
estos efectos, se motiva a los empleados a generar o ampliar sus metas animándolos a
pensar de manera autónoma y se les reta para que establezcan diferentes maneras para
hacer las cosas. Además, se incluye el desarrollo del concepto de compromiso hacia un
trabajo en particular en el empleado. Este concepto es definido como: compromiso
racional (conducido por metas tales como recompensa económica o desarrollo
profesional) y compromiso emocional (guiado por una profunda creencia en los valores
del trabajo). Stair (2005) argumentó que la aplicación de la Psicología Positiva puede
crear altos niveles de compromiso emocional, un desempeño individual y conductas
discrecionales positivas que propician como resultado, la productividad y lucratividad
organizacional.
Definición de términos y variable (fenómeno)
En todo estudio se mencionan términos que se definen conceptualmente para
descifrar y clarificar su aplicación en la investigación que se realiza. A su vez, se definen
las variables las cuales representan el fenómeno objeto de análisis para indicar,
igualmente, en qué consisten y cómo se recopila la información requerida (Hernández
Sampieri, Fernández Collado, Baptista Lucio, 2006; Villeneuve Román, 2004). Los
términos y las variables en este estudio se presentan consecutivamente a continuación:
Términos
1. Salud mental. Estado de equilibrio psíquico de las funciones de percepción e
interpretación de las sensaciones propias (Sanz-Lebrón, 2004).
2. Conducta desadaptada. Actos que realiza una persona que va en detrimento del propio
individuo y/o de su grupo (Coleman, Butchery Carson, 1988).
28
3. Conducta adaptativa. Rendimiento típico de las actividades cotidianas que se requiere
para lograr la suficiencia personal y social (Sparrow, Balla y Cicchetti, 1984).
4. Conducta desviada. Conducta que se aleja considerablemente de aquella que se
considera la norma o el promedio (Coleman, Butcher y Carson, 1988).
5. Conducta de ajuste. Conducta por medio de la cual el individuo intenta tratar con el
estrés y satisfacer sus necesidades, incluyendo los refuerzos para mantener una relación
de armonía con el ambiente (Coleman, Butcher y Carson, 1988).
6. Enfermedad mental. Estado de la personalidad donde su conducta es estadísticamente
infrecuente, viola normas de la sociedad o presenta un funcionamiento perjudicial
(Research y Education Association, 2003).
7. Trastorno mental. Síndrome o un patrón psicológico de significancia clínica, que suele
aparecer vinculado a un malestar o una discapacidad (Recuperado el 2 de junio de 2010
en http://deficición.de/trastorno-mental/).
8. Emociones positivas. Síntomas de un funcionamiento óptimo que contribuyen
esencialmente al bienestar y la felicidad (López Shane, Snyder, 2009).
9. Hedonismo. Refiere a la conducta de búsqueda del placer (Seligman Martin, 2002).
10. Eudaimonía. Hace referencia al sentido, la autorrealización y crecimiento personal y
define bienestar en términos del grado en que una persona alcanza un funcionamiento
pleno. Es el desarrollo del potencial humano (Vázquez y Hervás, 2008).
11. Virtudes. Proviene del latín virtus, que corresponde al griego areté. Se llama virtud a
las cualidades buenas, firmes y estables de la persona, que perfeccionan su inteligencia y
su voluntad. Las virtudes disponen a conocer mejor la verdad y a realizar, cada vez con
más libertad y gozo, acciones excelentes para alcanzar la plenitud como persona
(Fernández Ríos, 2008).
29
Variable (fenómeno)
1. Psicología Positiva. Concepto que estudia científicamente las experiencias positivas
y los rasgos individuales positivos, además de las instituciones que facilitan su desarrollo.
Es un campo concerniente al bienestar y el funcionamiento óptimo del ser humano. El
propósito es ampliar el foco de la Psicología Clínica más allá del sufrimiento y su
consecuente alivio (Seligman Martin, Lee Duckworth y Stean, 2005). En este estudio se
analiza la aplicación de este concepto a través de la revisión de investigaciones realizadas
en diferentes países y Puerto Rico que han utilizado la Psicología Positiva como parte de
su procedimiento para analizar su efecto en la conducta humana.
2. Prevención. De acuerdo con las autoridades en la Organización Mundial de la Salud
(OMS, 1998) se refiere a la adaptación de medidas encaminadas a impedir que se
produzcan deficiencias físicas, mentales y sensoriales (prevención primaria) o, impedir
que las deficiencias, cuando se han producido, tengan consecuencias físicas, psicológicas
y sociales negativas. En este estudio se refiere al efecto de estrategias, actividades y/o
terapias utilizadas para anticipar o impedir condiciones negativas que puedan afectar a la
persona física, social y/o psicológicamente. Esta información se obtiene y se analiza a
través de la revisión documental de investigaciones realizadas en diferentes países y
Puerto Rico en las que se ha utilizado el concepto de Psicología Positiva.
30
CAPÍTULO II
MÉTODO
Introducción
La actividad investigativa requiere, según lo establece el método científico,
definir el proceso a ser implementado para llevar a cabo el estudio. A estos efectos, el
problema de investigación consistió en explorar y analizar a través de diferentes estudios
realizados en distintos países, incluyendo a Puerto Rico, la aplicación de la Psicología
Positiva para la prevención de trastornos en la conducta humana. La pregunta de
investigación formulada está dirigida a conocer, ¿Cuál ha sido la aplicación de la
Psicología Positiva para la prevención de trastornos en la conducta del ser humano en
diferentes países y Puerto Rico? De modo que, en este capítulo se describe el diseño de
investigación, la selección de la población y la muestra. También se describe en qué
consiste el instrumento para recopilar datos e información, validación de la información,
procedimiento a seguir para localizar e identificar la información requerida y el tipo de
análisis para la interpretación y presentación de resultados.
Diseño de investigación
El diseño de investigación para realizar este estudio responde al meta-análisis.
Por cuanto, el proceso metodológico del meta-análisis se fundamenta en la revisión y
análisis de los hallazgos de distintos estudios a los fines de integrar datos que ofrezcan
nuevos resultados, mayor conocimiento y evidencia científica. El meta-análisis fue
descrito por el epidemiólogo clínico y bioestadístico Jenicek (1989) como una
evaluación y análisis cualitativo y cuantitativo mediante el cual se logra la síntesis y la
integración estructurada de información que se obtiene de los resultados médicos de
diferentes fuentes informativas o de estudios independientes acerca de un mismo tema.
31
Descripción de la población y selección de la muestra
La población en este estudio resultan ser los documentos de investigaciones
presentados en las revistas profesionales, informes de estudios no publicados, tesinas,
tesis de maestría y doctorado de diferentes países y Puerto Rico que fueron realizados
utilizando el concepto de Psicología Positiva. Dada la amplitud y el alcance en términos
de países y los años cuando fueron realizados los estudios, se seleccionó
intencionalmente una muestra de la población de interés (Villeneuve Román, 2004). A
estos efectos se localizaron estudios realizados en los Estados Unidos, España y Puerto
Rico. El criterio de la selección de los países fue el acceso y la disponibilidad de la
información de investigaciones realizadas que utilizaron el concepto de la Psicología
Positiva a partir del año 1990 al 2011.
Descripción del instrumento de investigación
El instrumento para recopilar la información y los datos específicos para este
estudio fue la libreta de anotaciones o bitácora (Hernández Sampieri, Fernández Collado
y Baptista Lucio, 2006). En este instrumento fue resumida la información de cada
investigación seleccionada que formó parte del meta-análisis. En específico, se anotó la
referencia del autor, año, título del estudio, lugar donde se llevó a cabo, participantes,
detalles metodológicos, resultados, conclusiones y recomendaciones respecto a los
hallazgos vinculados con al aplicación de la Psicología Positiva.
Proceso de validación
La técnica para la validar la información que se obtiene mediante la revisión de
diferentes fuentes documentales se conoce como triangulación de datos (Denzin, 1978).
32
La triangulación de información cumple con el objetivo de explorar, analizar y establecer
credibilidad de la misma. Por consiguiente, presupone su confiabilidad (Hernández
Sampieri, et al., 2006).
Arias Valencia (1999) indica que el modelo de triangulación de datos es una
técnica que fue utilizada originalmente en los círculos de la navegación que consistió en
anotar múltiples puntos de referencias para localizar una posición desconocida. La autora
refiere que Campbell y Fiske en 1959 fueron los autores a quienes se les atribuyó el ser
los primeros en aplicar la triangulación de datos a la investigación. De acuerdo con la
técnica de triangulación de datos, la información en un mismo tema se corrobora a través
de tres fuentes o medios diferentes. En este contexto, los resultados cuantitativos y
cualitativos deben converger y llegar a conclusiones similares; razón por la cual se busca
la convergencia como punto crucial para el análisis (Lowe y Ryan-Wenger, 1992).
En este estudio, las tres estrategias utilizadas para recopilar los datos incluyó:
1) la revisión de la literatura que ha sido publicada en libros de texto, revistas
profesionales e informes en el tema de la Psicología Positiva pertinentes, 2)
investigaciones publicadas en revistas profesionales llevadas a cabo en Estados Unidos,
España y Puerto Rico y, 3) estudios de grado, tesinas y/o tesis de maestría y/o doctorales,
presentados en las instituciones universitarias en Puerto Rico que se encuentran en las
bibliotecas del país y de universidades en los Estados Unidos y España que se encuentran
incluidas en el sistema electrónico o Internet.
Procedimiento
El procedimiento para localizar e identificar la información pertinente al tema de
la aplicación de la Psicología Positiva incluyó una serie de actividades, las cuales
representó el plan de trabajo. A estos efectos, se procedió a acceder información a través
33
de medios electrónicos tales como: Academic Search Complete, Medline, PsycArticles y
Eric Education Resource Information Center. A su vez, se visitaron distintas bibliotecas
tales como: la Universidad de Puerto Rico, Universidad Interamericana (Recinto
Metropolitano), Universidad Metropolitana (Recintos de Cupey y del Turabo) y la
Universidad Carlos Albizu. Por cuanto, se estableció un calendario en el cual se
programó cada actividad por etapas. En síntesis, el procedimiento incluyó lo siguiente:
1. Revisión de la literatura
2. Identificación de investigaciones y estudios de grado: tesinas y tesis de maestría y
de doctorado.
3. Resumen y análisis de información.
4. Redacción de resultados.
Análisis cualitativo y cuantitativo
En la interpretación de la información se aplicó el análisis de contenido (Berelson,
1971). Este análisis permitió la descripción objetiva, sistemática y crítica del contenido
de la información y los datos de las investigaciones revisadas. En términos cuantitativos
se procedió a ordenar cronológicamente por fechas, frecuencias y otras medidas de base
numérica en tablas y/o gráficas, según fue requerido, a los efectos de establecer
tendencias, perfiles y/o comparaciones. A partir de este análisis se contestó la pregunta
de investigación y el problema planteado.
34
CAPÍTULO III
RESULTADOS
Introducción
El problema investigado estuvo dirigido a explorar y analizar a través de
diferentes estudios realizados en distintos países, incluyendo Puerto Rico la aplicación de
la Psicología Positiva para la prevención de trastornos en la conducta humana. A estos
efectos, y a la luz de la revisión documentada, los resultados del análisis de contenido
realizado incluye la presentación de un total de 22 estudios que fueron llevados a cabo
entre los años 1990 al año 2011 en el tema de la Psicología Positiva en los Estados
Unidos, España y Puerto Rico por ser países con el mayor acceso y disponibilidad para
obtener la información requerida.
El análisis de cada estudio realizado en los países de referencia responde a la
pregunta de investigación formulada. La pregunta lee como sigue: ¿Cuál ha sido la
aplicación de la Psicología Positiva para la prevención de trastornos en la conducta del
ser humano en diferentes países y Puerto Rico? A continuación se presentan
consecutivamente los estudios llevados a cabo en los Estados Unidos, España y Puerto
Rico. Estos estudios han sido organizados, según el país en que fueron llevados a cabo y
por orden cronológico; esto es, del estudio más antiguo o cercano al año 1990 al más
reciente año 2011.
Estudios realizados en los Estados Unidos
Deaner, Stephanie, McConatha y Jasmin (1993), llevaron a cabo un estudio
titulado, The relation of humor to depression and personality. Este estudio tuvo como
propósito corroborar la hipótesis de que el humor aumenta psicológica y fisiológicamente
los índices para lidiar con situaciones que provocan ansiedad.
35
La muestra de participantes fue de 129 personas quienes fueron seleccionados de
acuerdo con niveles de sentido de humor elevado o bajo según el Situational Humor
Response Questionnarie. A estos efectos, la muestra seleccionada incluyó de estudiantes
subgraduados de la Universidad de Allegheny, PA. El procedimiento llevado cabo para
comprobar la hipótesis consistió de hacerles creer que recibirían una descarga eléctrica
en doce minutos. La muestra de participantes se dividió en un grupo experimental y dos
grupos control. El grupo experimental se expuso a estímulos humorísticos, un grupo
control se expuso a estímulos sin humor y el otro grupo control no recibió ningún
estímulo.
Las variables dependientes fueron las medidas repetidas de ansiedad
autoinformadas (ritmo cardíaco y sonrisas). Los resultados demostraron que la ansiedad
había aumentado en el período anticipatorio como el investigador predijo. La interacción
entre la condición de humor y el tiempo de espera para recibir la descarga eléctrica indicó
que los participantes evidenciaron puntuaciones bajas de ansiedad y estrés mientras
esperaban la descarga. El análisis del investigador comprobó la hipótesis establecida y
concluyó que mientras mayor el sentido de humor aparentemente menor es la ansiedad
experimentada. El autor señaló que históricamente el humor ha ocupado un rol
importante en el campo de la salud mental y el hecho de que las personas usualmente se
sientan mejor cuando ríen sugiere la posibilidad de que el humor tenga propiedades
terapéuticas. En este aspecto, el estudio no alude directamente al enfoque de la
Psicología Positiva, no obstante, su relevancia en la Psicología Positiva es análogo a la
virtud de la trascendencia la cual menciona el rasgo del humor como recurso para
afrontar los problemas demostrando su efecto positivo como alternativa terapéutica,
además de adaptarse al modelo de ampliación y la construcción que propuso la autora
36
Fredickson en el año 2001 donde la ampliación de repertorio de pensamientos y acciones
del individuo fomenta la construcción de recursos en el futuro.
Fredrickson, Tugade, Waugh y Larking (2003) realizaron un estudio titulado,
What good are positive emotions in crisis? A prospective study of resilience and emotions
following the terrorist attacks on the United States on september 11th, 2001. El mismo
estuvo dirigido a conocer si las emociones positivas eran elementos críticos y activos
dentro del rasgo de la resiliencia, de acuerdo con el modelo de Fredickson desarrollado
para el 2001, conocido como Ampliación y Construcción de las Emociones Positivas
(The Broaden and Build Theory of Positive Emotions).
Las dos hipótesis del estudio leen como sigue: 1) las personas resilientes están
protegidas de la depresión por las emociones positivas y, 2) las personas resilientes
prosperan mediante las emociones positivas. El objetivo del estudio fue evaluar la
existencia de síntomas traumáticos en los 46 estudiantes participantes antes y después de
los eventos terroristas acontecidos.
La muestra de este estudio quedó constituida por 46 estudiantes universitarios
graduados de la Universidad de Michigan de un total de 133 estudiantes que habían
participado de un estudio anterior acerca de las emociones y la resiliencia entre los
meses de marzo y junio del año 2001 previo a los acontecimientos terroristas del 11 de
septiembre del 2001. La información en el estudio acerca de la presencia de los
síntomas traumáticos en los participantes después de vivenciar los ataques terroristas fue
obtenida a través de los siguientes instrumentos:
1. A modified single-item Affect Grid desarrollada por Rusell, Weiss y Mendelsohn en el
1989.
37
2. Preguntas vinculadas a los problemas y estresores que hubiesen experimentado desde
el evento del ataque terrorista de septiembre 11 de 2011 para describir brevemente el
(los) problema(s) en sus propias palabras.
3. Escala del Significado Positivo diseñada por Tugade y Fredickson en 2002.
4. Escala Diferencial de las Emociones de Izard’s del 1977, añadiéndose ocho
emociones positivas discretas desarrolladas por las autoras Shiota y Keltner en 2002.
5. Escala de medida de depresión del Centro de Estudios Epidemiológicos -CES-D
diseñado por Radloff en el 1977.
6. Se incluyeron los Cuestionarios utilizados en el estudio anterior relacionados con la
satisfacción de la vida, el optimismo y la tranquilidad, tales como: Escala de egoresiliencia desarrollada en el 1996 por J. Block y Kremen’s, Inventario de cinco factores
NEO (versión corta) desarrollada por Costa and McCrae’s en el 1992, Escala de
satisfacción con la vida (SWLS) de Diener, Emmons, Larsen y Griffin del 1985 y, la
Prueba de Orientación de la vida (LOT) de Scheirer y Carver del 1985.
El estudio se inició el 23 de septiembre de 2001, doce días después de los ataques
terroristas con el 89% (n= 41) de los participantes, mientras que el 11% (n= 5) restante
fueron examinados entre 37 y 56 días después de los ataques (entre octubre 18 y
noviembre 6). El análisis demostró que las emociones positivas tales como la gratitud, el
interés y el amor habían estado presentes en los participantes antes y después de vivenciar
el ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001. Ésto implicó una relación positiva
entre el rasgo de resiliencia (capacidad de recuperación) antes de los eventos y después
de los eventos traumáticos que les permitió superar síntomas depresivos y, por otra parte,
el crecimiento de los recursos psicológicos que les ayudaron a generar fuerzas para salir y
seguir adelante. Estos resultados corroboraron las dos hipótesis establecidas.
38
De acuerdo con los investigadores aunque el 72% de la muestra del estudio
reveló haber experimentado sentimientos de coraje, tristeza y miedo durante los días y
semanas después de los ataques terroristas también informaron haber tenido experiencias
frecuentes de gratitud, interés y amor. A tales efectos, los autores del estudio sugirieron
que las emociones positivas fueron elementos de vital importancia para ayudar a estas
personas resilientes a manejar el trauma emocional derivado de los ataques terroristas del
11 de septiembre del 2001 acontecidos en Nueva York, Estados Unidos. Los
investigadores concluyeron además, que la presencia de las emociones positivas en
eventos traumáticos apoyó el modelo propuesto acerca de la Ampliación y Construcción
de las Emociones Positivas según presentada por Fredickson en el año 2001.
Según los autores, los modelos de estrés y coping apoyan y fortalecen los
esfuerzos en cuanto a la importancia que tienen las emociones positivas. Las emociones
positivas tales como el agradecimiento, el interés y el amor demuestran proveer
experiencias más placenteras y subjetivas que las emociones negativas tales como el
coraje, el miedo y la ansiedad. Los investigadores sugieren que en la medida que las
emociones positivas reduzcan la atención en las emociones negativas permite que la
persona se relaje y pueda manejar situaciones adversas. Por tal razón, los autores
consideraron que la presencia de las emociones positivas durante la crisis ocasionada por
los eventos y ataques terroristas produjo un efecto saludable en los participantes con
rasgos resilientes. Esto sustenta su valor en las personas como parte de las emociones
positivas generadas en el ser humano para trasformar las circunstancias estresantes de
posibles desastres a oportunidades de crecimiento.
Steck, Abrams y Phelps (2004) de la Universidad del Estado de Nueva York en
Buffalo, publicaron un artículo titulado, Positive psychology in the prevention of eating
39
disorders como resultado del análisis de tres estudios que fueron realizados en el año
1999 en Nueva York. Este análisis los investigadores deseaban conocer si los tres pilares
que aplica la Psicología Positiva tales como el bienestar subjetivo, los rasgos individuales
constructivos y las instituciones positivas (familias unidas, democracias, libertad de
información) contribuía o no a realzar fortalezas personales, además de prevenir
conductas asociadas a desordenes alimentarios. Los primeros dos estudios analizados
responden al bienestar subjetivo y rasgos individuales constructivos. El tercer estudio
analizado responde a las instituciones positivas.
El primer estudio analizado por los autores títulado, Prevention of eating
disorders: Identification of predictor variables, fueron evaluadas cuatro áreas del
autoconcepto (físico, social, la competencia y la académica). La participación en este
estudio consistió de 830 féminas de procedencia caucásica y de un nivel socioeconómico
promedio. Las mismas asistían a los grados académicos de sexto a duodécimo de una
escuela suburbana del distrito de Western en Nueva York. En la recopilación de los datos
se utilizaron dos medidas: la Escala Multidimensional de Autoconcepto de Bracken
diseñada en 1992 y el Inventario de desordenes Alimentarios-2 de Garner desarrollado en
1991.
Los resultados del estudio sugirieron que el apoyo y reconocimiento de atributos
relacionados con la apariencia física aumentaba en esta población el sentido de poder
individual y personal. De esta forma se lograría una menor internalización o aceptación
del ideal delgado conducente al deseo de adelgazar. Los investigadores identificaron
que la autoestima es un aspecto considerado como uno de los valores de la Psicología
Positiva y que había demostrado una correlación significativa de ocurrencia en síntomas
asociados a desordenes alimentarios.
40
El segundo estudio analizado por los autores fue, The efficacy of a school-based
eating disorder prevention program: Building physical self-esteem and personal
competences. En este estudio participó una muestra de 1,441 féminas, estudiantes de
escuela intermedia, superior y estudiantes universitarios. Las metas del estudio
estuvieron dirigidas a reducir la internalización de influencias socioculturales, así como
también aumentar la autoestima hacia el aspecto físico, aumentar la competencia
personal y la adopción de métodos apropiados para el control de peso. El programa
incluyó sesiones de discusiones grupales acerca de la solución de problemas, ejercicios
cooperativos y la participación activa de los participantes.
La metodología utilizada fue diseñada para desarrollar el bienestar, fortalecer el
ego y las competencias así como atenuar las presiones socioculturales conocidas como
promotoras en los desordenes alimenticios conductuales. Se utilizaron tres
intervenciones enfocadas en reducir el efecto de las imágenes mediante la interrupción de
los procesos comparativos sociales. Los procedimientos fueron los siguientes:
Intervención de la Belleza Artificial, Realidades Genéticas, Belleza Artificial y
Realidades Genéticas. De acuerdo a los resultados, los investigadores en términos
generales, evidenciaron que el programa había sido efectivo en aminorar algunos factores
de riesgo, además de aumentar los factores de protección tales como la autoestima y la
competencia social.
El tercer estudio analizado por los autores lo fue Issues of self-image among
overweight African-American and Caucasian adolescente girls: A quialitative study. La
muestra de participantes fue de 341 féminas de décimo grado de tres escuelas superior en
Jerusalén. El estudio involucró la participación de maestros quienes fueron facilitadores
en el programa de prevención. El programa estuvo dirigido a desarrollar normas y
41
esquemas positivos en las niñas y en el ambiente escolar. Los resultados de este
programa demostraron una modificación en los patrones alimentarios, siendo estos más
saludables y regulares, además de una disminución en síntomas de desordenes
alimentarios. Por otra parte, el estudio también demostró una correlación positiva entre
las mujeres que mejoraron sus patrones de alimentación y las influencias positivas de sus
padres, contrario aquellas mujeres que reportaron influencias parentales negativas.
Los investigadores exhortaron a que todo profesional de salud mental debería
considerar los tres pilares de la psicología positiva (bienestar subjetivo, los rasgos
individuales constructivos y las instituciones positivas-familias unidas, democracias,
libertad de información) por su impacto saludable en la prevención de desordenes
alimentarios. La psicología positiva, trabaja conectando a las personas con sus propias
fortalezas y recursos existentes en su entorno, con el fin de aprender nuevas y mejores
formas de vivir. De esta forma se rescatan los recursos positivos del individuo más que
analizar lo negativo.
Harris, Luskin, Norman, Standard, Bruning, Evams y Thoresen (2006) desde la
Universidad de Stanford en Estados Unidos, realizaron un estudio titulado, Effects of a
group forgiveness intervention on forgiveness, perceiveid stress, and trait-anger. Este
estudio tuvo como objetivo evaluar los efectos de un programa de intervención
fundamentado en el perdón. La muestra seleccionada consistió de 259 adultos, de los
cuales 160 fueron féminas y 99 fueron varones, todos con una edad promedio de 42 años.
Estos participantes debían haber atrevesado por alguna experiencia interpersonal
dolorosa y que aún experimentasen emociones negativas al respecto. El grupo
experimental fue compuesto por 134 personas y el grupo control se compuso de 125
personas. El grupo experimental se clasificó según el género y por grupos de 8 a 12
42
personas; quienes participaron de seis sesiones de 90 minutos cada una durante seis
semanas. Finalizadas las sesiones se establecieron medidas para la primera evaluación
relacionada con los aspectos de ofensa-perdón específico, perdón-situaciones nuevas
probables y variables psicosociales relacionadas a la salud tales como, el estrés percibido
y rasgos de coraje. Luego de cuatro meses éstos aspectos fueron evaluados por segunda
vez.
El programa de adiestramiento dispuso de alternativas para el manejo de la
rumiación negativa (pensamiento negativo intrusivo) y la reducción de respuestas
psicológicas y fisiológicas asociadas a los sentimientos de coraje y heridas emocionales
asociadas a los sentimientos de culpa y a la conducta de no perdonar. Por otra parte, se
propuso ayudar a los participantes a ser más responsables en la manera de responder
hacia aspectos de su vida y a establecer relaciones interpersonales futuras más
saludables.
En términos generales, los resultados del estudio demostraron que la intervención
redujo los pensamientos y los sentimientos negativos acerca del objeto de transgresión
dos a tres veces más efectivamente que el grupo control. Se produjo además, un aumento
significativo en los pensamientos y los sentimientos positivos hacia el transgresor. Por
otra parte, el perdón demostró ser una característica autoeficaz para generar nuevas
situaciones, el estrés percibido y los rasgos de coraje. De acuerdo con los hallazgos del
estudio se refuerza lo propuesto por la Psicología Positiva a los efectos que evidencia que
el perdón de las ofensas produce una serie de cambios beneficiosos en el interior de la
persona; siendo esta cualidad una de las virtudes que forjan las fortalezas personales del
individuo.
43
Reed y Enright (2006) de la Universidad de Wisconsin-Madison en Estados
Unidos llevaron a cabo un estudio titulado, The effects of forgiveness therapy on
depression, anxiety, and posttraumatic stress for women after spousal emotional abuse.
Los investigadores compararon la aplicación de la terapia del perdón con tratamientos
alternos tales como; la validación de coraje, la asertividad y la construcción de destrezas
interpersonales. La muestra consistió de 20 mujeres, quienes fueron evaluadas y
distribuidas entre el grupo experimental y el grupo control. Los criterios de selección de
la muestra requerían que las participantes hubiesen sido abusadas emocionalmente por
sus parejas y estuviesen separadas permanentemente de éstas por un período de dos o
más años.
La duración del tratamiento promedio fue de ocho meses aproximadamente. El
grupo que participó en el tratamiento de la terapia del perdón había experimentando una
mejoría significativamente mayor en los síntomas de depresión, los rasgos de ansiedad,
los síntomas de estrés postraumático, la autoestima, el acto de perdonar, enviromental
mastery y finding meaning in suffering cuando se comparó con el grupo control que
habían participado de los tratamientos alternos (la validación de coraje, la asertividad y
la construcción de destrezas interpersonales).
De acuerdo con lo hallazgos, se concluyó que la aplicación de la terapia del
perdón tiene un efecto positivo en la recuperación psicológica y emocional de mujeres
abusadas. Se encontró que, luego de la terapia del perdón la mujer puede comprometerse
y apoyar causas sociales positivas más que enfocarse en la justicia social y/o venganza.
Así mismo señalan que los participantes del estudio al finalizar el mismo demostraron
intereses en estudiar y trabajar en escenarios sociales y legales en beneficio de la causa.
Finalmente, para estos investigadores lo hallazgos del estudio sugieren que el perdón
44
puede tener un efecto general en la regulación emocional, reducir la ansiedad, la
depresión, aumentar la autoestima y toma de decisiones saludables.
Toussaint y Friedman (2008) llevaron a cabo un estudio en Estados Unidos
dirigido a examinar la relación del perdón y la gratitud en el bienestar. El estudio lo
titularon, Forgiveness, gratitude and well-being: The mediating role of affect and beliefs.
Los propósitos de la investigación fueron, conocer cómo éstas dos características
ayudaban e impactaba de forma positiva y prosocial a las personas, así como también
examinar cómo el perdón y la gratitud estaban asociadas a cambios positivos en las
creencias cognitivas. Por otra parte, examinaron cómo estos cambios podrían explicar las
asociaciones entre el perdón, la gratitud y el bienestar.
La muestra seleccionada para el estudio fue de 72 pacientes ambulatorios, de los
cuales 35 fueron féminas y 37 fueron varones. Todos residentes del área de los
suburbios de Filadelfia quienes se encontraban atravesando alguna situación estresante y
presentaban dificultades en su estabilidad emocional diaria. Se utilizaron varias medidas
para evaluar las variables de estudio. Para evaluar la medida de bienestar se utilizaron las
siguientes escalas; The Bradburn Affect Balance Scale, The Fordyce Happiness Scale,
The Satisfaction with Life Scale (SWLS). La medida del afecto fue evaluado con la
Escala de Afecto de Friedman del 1998; la medida de creencias fue evaluada con la
Escala de Creencias de Friedman del 1993; la medida del Perdón fue evaluado con las
escalas Heartland Forgiveness Scale (HFS) de Thompson et al. en 2005 y Transgression
Related Interpersonal Motivations Inventory (TRIM) de McCullough et al. en 1998 y,
finalmente la medida de gratitud fue evaluada con Gratitude Questionaire-6 (GQ-6) de
McCullough et al. en 2002 y Gratitude Resentment and Appreciation test-Short Form
(GRAT).
45
Los resultados demostraron una asociación de un nivel moderado a fuerte entre
las variables del perdón y la gratitud, mientras que las variables de la gratitud y el
bienestar demostraron estar asociadas en un nivel más fuerte y consistente. Estos
hallazgos, según los autores, respaldan las investigaciones de otros autores tales como:
Sastre et al. en 2003; Maltby et al. en 2005, Emmons y McCullough 2003, McCullough
et al. en 2002.
Los investigadores señalan en términos generales, que los resultados del estudio
sugieren que el perdón, la gratitud y el bienestar están asociados positivamente entre sí.
A su vez, aunque las conexiones entre la gratitud y el bienestar resultaran ser de mayor
magnitud y consistencia, las conexiones entre el perdón, al menos en su estudio,
resultaron ser de tamaño proporcionado suficiente como para captar la atención de los
clínicos. Además, sugirieron que debido al crecimiento e interés de las intervenciones
positivas para aumentar y fortalecer el bienestar del ser humano era importante considerar
estas cualidades en las técnicas y ejercicios dentro de las intervenciones en la psicoterapia
por parte de los psicólogos con este enfoque terapéutico. Los autores plantearon en su
estudio que el perdón y la gratitud eran características psicológicas positivas que estaban
asociadas al bienestar.
Sin y Lyubomirsky (2009) de la Universidad de California en Riverside
realizaron un estudio titulado, Intervenciones de psicología positiva para aumentar el
bienestar y aliviar los síntomas depresivos: Un metaanálisis afín con la práctica
profesional. Ente los objetivos del estudio estaba publicar de forma integrada, los
resultados de una series de investigaciones realizadas acerca la efectividad general de las
Intervenciones con Psicología Positiva (IPP) con el propósito de proveer dirección a los
46
psicólogos clínicos respecto al manejo de métodos de tratamiento aplicando la Psicología
Positiva (IPP).
Las investigaciones analizadas incluyeron intervenciones terapéuticas donde se
aplicó la Psicología Positiva en áreas relacionadas, por ejemplo, mindfulness, terapia de
análisis de la vida, terapia del perdón; de modo que no fueron analizadas todas las áreas
que atiende este enfoque. Los criterios utilizados para seleccionar los estudios que se
incluyeron en el metaanálisis fueron los siguientes:
1. El cohorte de tiempo de los estudios seleccionados fluctuó entre los años 1977 y 2008
en el idioma inglés solamente.
2. Ser un estudio empírico de una intervención, terapia o actividad cuyo fin primario
fuera aumentar los sentimientos, los comportamientos y las cogniciones positivas, no
mejorar patologías o corregir pensamientos negativos o patrones de comportamiento
inadaptados.
3. Incluir mediciones previas y posteriores a la intervención de Well Being (WB) o
depresión (según la definición que figura en el Diagnostic and Statistical Manual of
Mental Disorders-IV-TR; American Psychiatric Association, 2000).
4. Contar con un grupo comparativo, por ejemplo, un grupo de control sin tratamiento, de
control neutral, tratado con placebo o con el tratamiento usual.
5. Proveer un tamaño del efecto (o información para calcular un tamaño del efecto) en
relación con la fortaleza y dirección de la diferencia entre el resultado del grupo sujeto a
la IPP y el grupo comparativo.
Las investigadoras analizaron un total de 74 estudios con una muestra total de
4, 266 participantes entre las edades de 17 años o menos, hasta la edad 60 años o más.
47
Las intervenciones de Psicología Positiva aplicadas en el metaanálisis fueron: 1)
Mindfulness, 2) Positive writing, 3) Hope therapy, 4) Positive reminiscence, 5) Life
review therapy, 6) Gratitude, 7) Well-being therapy, 8) Cognitive behavior therapy, 9)
Fordyce’s happiness program, 10) Forgiveness, 11) Cultivating sacred moments, 12) Life
coaching/goals, 13) Self-Management, 14) Discussing beliefs, 15) Rehearsal of positive
Statement, 16) Discussing beliefs, 16) Kindness, 17) Optimism or Gratitude, 18) Goals,
19) Counting Kindnesses, 20) Positive psychotherapy, 21) Personal strength activities,
22) Meditation, 23) Life Coaching y, 24) Goals training.
La información de cada estudio fue codificada por medio de moderadores tales
como: el estado depresivo de los participantes (depresivo-no depresivo), la selección de
participación en las intervenciones positivas (no autoseleccionado o autoseleccionado), el
formato de intervención (grupal, auto administrado e individual), la duración de la
intervención (menos de 4 semanas a más de 12 semanas) y el tipo de grupo comparativo
(grupo control, grupo neutral, placebo o tratamiento usual).
Los resultados, en general, demostraron que las IPP fueron significativamente
más efectivas que los grupos comparativos para aumentar el bienestar y disminuir la
depresión. A su vez, se evidenció que las intervenciones con Psicología Positiva con el
enfoque de la Psicología Positiva aumentan el bienestar y disminuyen los síntomas
depresivos. A través del análisis se logró identificar varios factores que influyen e la
efectividad de las intervenciones con Psicología Positiva. Estos factores fueron los
siguientes: el estado depresivo, la autoselección, la edad de los participantes, la
modalidad de intervención y la duración de las intervenciones.
Wahl-Thouin (2011) publicó un estudio titulado, Los efectos de entrenamiento de
la Psicología Positiva para un grupo de equipo de un hogar de jóvenes desertores (The
48
effects of Positive Psychology trainning for group home staff on runaway youths). Fue
realizado desde Walden University Minneapolis, Minnesota. Este estudio apoyó las
implicaciones positivas de la Psicología Positiva en el cambio social de la conducta. El
propósito del mismo fue examinar cuantitativamente la relación entre el adiestramiento
de Psicología Positiva ofrecido a personas que trabajaban en instituciones juveniles con
el porciento de jóvenes que huían de estas instituciones (youths running away).
El procedimiento del estudio consistió en ofrecer un adiestramiento centrado en
los conceptos y principios de la Psicología Positiva; en especial, en técnicas específicas
obtenidas del centro de Psicología Positiva en la Universidad de Pennsylvania y el libro
del autor Seligman Martin. A través de este adiestramiento se esperaba ayudar al
personal de las instituciones juveniles a que desarrollaran relaciones saludables con los
jóvenes y, a su vez, que pudieran ofrecerles la oportunidad de romper el ciclo de
violencia, el abuso, la negligencia, la indigencia o el abuso de sustancia. Por
consiguiente, se esperaba aceptar la hipótesis de que el adiestramiento provisto en
Psicología Positiva influía y afectaría al disminuir o eliminar el porciento de jóvenes que
huyen de las instituciones juveniles.
El diseño de investigación utilizado fue pre-experimental. La muestra de
participantes consistió de un total de 27 técnicos de salud conductual (behavioral health
technicians). De este total 18 eran varones y 9 eran féminas seleccionados de una
agencia de servicios a la familia en Tucson, Arizona y del Centro de Psicología Positiva
en la Universidad de Pennsylvania. A los fines de establecer la comparación para medir
el efecto del adiestramiento se comparó el porciento de huidas antes y después del
adiestramiento provisto a los empleados.
49
El resultado del estudio confirmó que las huidas de jóvenes disminuyeron luego
de que los empleados recibieron el adiestramiento en Psicología Positiva. Además se
observó una disminución estadísticamente significativa en el porciento de conducta
agresiva.
Los hallazgos condujeron al investigador a concluir que las técnicas aplicadas en
el adiestramiento de la Piscología Positiva ayudaron a disminuir las ocurrencias entre los
jóvenes a huir de las instituciones juveniles y de exhibir conductas violentas. Este autor
planteó que estos resultados fueron consistentes con el constructo teórico de la Psicología
Positiva por lo cual se rechazó la hipótesis nula. Finalmente, concluyó que, adiestrar
para aplicar la Psicología Positiva favoreció y ayudó a los adolescentes problemáticos a
que desarrollaran destrezas para tomar control de sus vidas y el ambiente, aspectos que
para ellos casi siempre suele ser caótico. Añadió que para contribuir en una vida
saludable y de calidad es necesaria la aplicación de lo que postula la Psicología Positiva;
enfocarse en las fortalezas de la persona, la comunidad y los factores ambientales. Los
resultados respaldan lo postulado por la Psicología Positiva acerca de la importancia de
las instituciones positivas para la prevención de desarrollo de condiciones psicológicas y
emocionales.
Estudios realizados en España
Vázquez, Cervellón, Pérez-Sales, Vidales y Gaborit (2005) realizaron un estudio
titulado, Positive emotions in earthquake survivors in El Salvador llevado a cabo desde la
Universidad de Complutense, Escuela de Psicología en Madrid, España. Los
investigadores sostuvieron que las emociones positivas y las destrezas positivas (ambos
recursos psicológicos) eran variables beneficiosas y elementos importantes en las
50
personas para protegerse de condiciones psicológicas traumáticas ante situaciones
inesperadas como los terremotos, otros desastres naturales y catástrofes como la guerra.
En este estudio se diseñó un Programa de intervención para analizar la existencia
de las emociones positivas y las destrezas positivas de personas ubicadas en dos de los
más grandes refugios en el Salvador llamados el Cafetalón y Santa Gertrudis luego de
enfrentar en el año 2001 dos terremotos que habían ocasionado daños que afectaron a
más de 50,000 personas y donde murieron 1,100 personas.
Luego de tres meses de haber ocurrido el primer terremoto fue seleccionado
aleatoriamente una muestra de 115 sobrevivientes. Éstos fueron agrupados por género
en ambos refugios. La edad de la muestra fluctúo desde los 18 a 72 años; siendo el 48
de los participantes varones y el 67 féminas.
Los datos fueron recopilados mediante un proceso de entrevista semiestructurada
de grupo focal, conocida como Community Cohesion Interview –CCI desarrollada por
Pérez-Sales en el 2001. Las preguntas incluidas en la entrevista focal estuvieron
relacionadas con el hedonismo, la(s) emoción(es) y eudamonia o crecimiento de
potencial humano.
De acuerdo con los resultados del estudio desde la perspectiva de las emociones
positivas se encontró que 36 de los participantes había interpretado el evento como una
causa natural, mientras que el 79 informó que había sucedido como consecuencia de un
castigo de Dios y por la conducta destructiva del ser humano, además de la pérdida de
respeto, la ausencia de oración y la violencia. De un total de 115 refugiados, 100 (88%)
de los entrevistados juzgó sus creencias religiosas como recursos muy útiles (positivas)
para manejar la situación.
51
Por otra parte, los resultados relacionados a la percepción de los participantes con
respecto a la eficacia de la autorregulación emocional señalaron que el 68% de la muestra
consideró que tenían algún mecanismo personal para manejar los momentos de ansiedad
y tristeza. El 42% de los participantes indicó que utilizaban más frecuentemente como
mecanismo la oración con un 42%, el 14% indicó salir a caminar, el 7% señaló visitar
amigos o familiares, el 6% mencionó mantenerse ocupados y el 5% indicó controlar sus
pensamientos. También se demostró que el 63% de los refugiados habían podido
recordar algún momento de felicidad durante los tres meses posterior al evento. Este
indicador, señalaron los investigadores, sugería que a pesar todas las circunstancias
dolorosas y adversas vividas pudieron experimentar emociones positivas.
En cuanto al desarrollo de destrezas positivas, el 66% de los refugiados señalaron
haber tenido experiencias de aprendizaje positivo, tales como: el crecimiento de destrezas
personales (30%), la valoración de las relaciones humanas (17%), las reflexiones
existenciales (12%) y el aprendizaje instrumental (5%). Además, en relación a las
respuestas asociadas con su visión del futuro se encontró que el 64% de los refugiados
expresaron haberse sentido más preparados para manejar eventos similares en el futuro, el
55% consideró que estarían mejor, el 20% prefirió enfocarse en el presente y el 31%
consideró que mediante la oración era posible prevenir acontecimientos catastróficos
futuros.
En síntesis, se concluyó que la mayoría de las víctimas informaron haber
aprendido aspectos positivos de la experiencia. Los autores consideraron la importancia
de que las víctimas no solo se esfuercen en reconceptualizar la crisis para desarrollar
nuevas destrezas, sino que también, desarrollasen un sentido de control y autoseguridad;
aspectos que podrían ayudarlos a prevenir el estrés psicológico.
52
Sánchez Hernández y Méndez Carrillo (2009) realizaron un estudio titulado, El
optimismo como factor protector de la depresión infantil y adolescente. Este estudio se
fundamentó en la perspectiva teórica del optimismo acerca de la característica
disposicional, la misma establece que la persona posee una predisposición generalizada a
esperar resultados positivos aunque atraviesen por momentos difíciles. También establece
que el estilo explicativo representado en el modelo de Indefensión Aprendida, que las
expectativas acerca de los acontecimientos futuros están estrechamente relacionados con
la explicación de los acontecimientos pasados.
El objetivo del estudio fue analizar la función del estilo explicativo optimista
como factor protector de la depresión infantil y de la adolescencia. También se examinó
las diferencias de género y edad del optimismo en la depresión. Las hipótesis generales
establecidas buscaban corroborar la relación positiva del estilo explicativo optimista en la
depresión y su sintomatología; así como las diferencias por edades y el género en los
síntomas depresivos.
La muestra de participación del estudio fue de 172 estudiantes escolares de 5to y
6to de nivel primaria, siendo el 108 féminas y un 64 varones con un nivel
socioeconómico de clase media alta. Los participantes fueron reclutados en un colegio de
la ciudad de Murcia. La recopilación de datos se llevó a cabo mediante el Cuestionario
de Estilo Atribucional para Niños –CASQ desarrollado por Seligman, Reivich, Jaycox y
Gillham en el 2005; la Escala de Depresión Infantil del Centro de Estudios
Epidemiológicos- CES-DC, versión modificada por Seligman, Reivich, Jaycox y Gillham
en el 2005 de la escala original de Weissman, Orvaschel y Padian del 1980.
Los resultados del estudio confirmaron las hipótesis planteadas. A tales efectos,
la relación con el estilo explicativo general optimista con la sintomatología depresiva
53
indicó que a más optimismo menos síntomas de depresión y que menos optimismo
mayores eran los síntomas de depresión. Por otro lado, la teoría de la desesperanza se
relacionó positivamente con los síntomas de depresión.
Los estudiantes de 5to y 6to de nivel primaria que demostraron tener un estilo
explicativo optimista presentaron menos sintomatología depresiva. Según indicaron los
investigadores los resultados de su estudio eran consistentes y análogos a los resultados
de otras investigaciones previamente realizadas. A estos efectos, plantearon la
importancia en la aplicación de los principios de la Psicología Positiva, para fomentar las
cualidades, competencias y capacidades en niños y adolescentes con el fin de aumentar la
satisfacción personal, llevar una vida más plena y de servir como factores protectores de
los trastornos psicológicos y de la salud en general; así como el mejorar la eficacia de las
técnicas de intervención psicológicas utilizadas tradicionalmente.
Manos, Sebastián, Mateos y Bueno (2009) llevaron a cabo un estudio titulado,
Resultados de una intervención multicomponencial psicosocial para mujeres con una
etapa temprana de cáncer de seno. El mismo consistió de la implementación de un
programa el cual incluyó todas las modalidades de intervención psicosocial que habían
demostrado ser beneficiosas. Participó una muestra de 188 mujeres seleccionadas del
Departamento de Obstetras y Ginecológico de La Paz Hospital en Madrid, España, que
habían sido operadas de cáncer del seno (non-metastastic breast cancer surgery) entre las
edades de 25 a 70 años.
El diseño del programa combinó intervenciones educativas, cognitivas,
conductuales y de apoyo social. Se organizaron 14 sesiones semanales con una
duración de dos horas cada una abarcando cinco unidades temáticas: 1) la preparación a
la quimioterapia, 2) la educación de salud, 3) la imagen corporal, 4) el manejo de estrés,
54
5) las destrezas de manejo (las destrezas de comunicación y establecimiento de metas).
Las medidas incluidas en el estudio fueron: adaptación en español de la Escala de Calidad
de Vida (EORTC) introducida por la Organización Europea para la Investigación y
Tratamiento del Cáncer (se añadió 51 ítems en siete de los factores que correspondían a
la misma cantidad de dominio de vida) y la Escala de Ajuste Mental para Cáncer (MAC).
Como parte de los procedimientos del estudio consistió de una entrevista
individual a cada participante luego de haber pasado por el proceso de cirugía y antes de
haber sido dada de alta del hospital. De igual forma se estableció el grupo que recibió el
programa (grupo experimental) y el grupo que no participó del programa al no consentir
el Programa de Intervención Psicosocial el cual fue ofrecido en el hospital durante ocho
años consecutivos en distintos períodos de tiempo.
Los investigadores encontraron que los resultados del estudio habían demostrado
que el Programa de Intervención Psicosocial fue significativamente efectivo en mejorar la
calidad de vida de las pacientes al comparar las medidas iniciales de la evaluación pre
tratamiento y con las medidas del grupo control. También se encontró que la
intervención había aumentado el deseo de luchar, la esperanza, el optimismo y se redujo
la ansiedad por la preocupación, como también el estilo de manejo de problema en los
participantes. Según los investigadores estos cambios perseveraron durante seis meses
posterior al estudio.
Marrero Quevedo y Carballeira Abella (2010) realizaron un estudio titulado, El
papel de optimismo y del apoyo social en el bienestar subjetivo. Este estudio fue llevado
a cabo en Tenerife, Islas Canarias en España donde se analizó conjuntamente los
diversos indicadores de bienestar. El objetivo del estudio fue analizar conjuntamente los
diversos indicadores del bienestar, con el objetivo de estudiar si el optimismo y el apoyo
55
social incidían de manera similar o diferencial en cada una de ellas. El estudio fue uno
trasversal y se llevó a cabo con una muestra de conveniencia compuesta de 477 personas
entre 18 y 66 años, mayormente estudiantes de Psicología y de Relaciones Laborales de
la Universidad de La Laguna. Esta muestra representó el 61% del total de la población de
este sector de estudiantes universitarios.
Los componentes del bienestar evaluados en el estudio fueron: 1) la satisfacción
en áreas específicas como; la pareja, el trabajo/estudios, la salud y el ocio, 2) la
satisfacción vital, 3) las emociones positivas, 4) las emociones negativas y el ajuste
psicológico. El optimismo disposicional fue medido mediante la prueba de Orientación
Vital Revisado (LOT-R), mientras que el apoyo social fue mediante el Social Support
Questionnaire (SSQ-6).
En la recopilación de los datos en el estudio se realizó mediante seis instrumentos:
la entrevista semiestructurada, la Prueba de Orientación Vital Revisado (LOT-R), el
Symptom Checklist 90-R (SCL-90-R), la Satisfaction with Life Scale (SWLS), la Positive
and Negative Affect Schedules (PANAS) y el Social Support Questionnaire (SSQ-6).
Los resultados demostraron que el optimismo se relacionó con la mayoría de los
indicadores de bienestar subjetivo. En otras palabras, las personas optimistas
demostraron estar mejor ajustadas psicológicamente, mayor satisfacción con la vida tales
como la pareja y la salud, más emociones positivas y menos negativas en sus vidas. Por
otra parte, las personas con mayor percepción de apoyo social demostraron estar más
satisfechas con su vida, su pareja, además de presentar más ajuste psicológico y más
emociones positivas que negativas.
El análisis del efecto conjunto del optimismo y del apoyo social en el bienestar,
demostró que las personas con optimismo y apoyo elevado experimentaban más
56
emociones positivas, mayor satisfacción con el ocio y con la vida, menos emociones
negativas, menos depresión y menos sensibilidad interpersonal que las personas
optimistas con escaso apoyo social. Al analizar la capacidad del optimismo y del apoyo
social para predecir el bienestar subjetivo se encontró que estos factores apenas
predijeron la satisfacción en las áreas específicas, sin embargo, predijo cerca de un 30%
de la varianza de la satisfacción vital, un 20% del ajuste psicológico y alrededor de un
14% de la varianza de las emociones positivas y emociones negativas.
De acuerdo con los resultados aunque el optimismo demostró guardar mayor
relación con los indicadores de bienestar, en general, los investigadores avalaron la
importancia del optimismo y del apoyo social en los distintos indicadores de bienestar
subjetivo. Según los investigadores es importante desarrollar investigaciones futuras
para poder precisar y profundizar acerca del significado de los distintos componentes del
bienestar, además de explorar qué otros factores vinculados al optimismo y el apoyo
social podrían incidir en el mismo.
Remor, Amorós-Gómez y Carrobles (2010) de la Universidad Autónoma de
Madrid en España llevaron a cabo una investigación titulada, Eficacia de un programa
manualizado de intervención en grupo para la potenciación de las fortalezas y recursos
psicológicos. La investigación tuvo como propósito evaluar la eficacia de un programa
manualizado de intervención grupal para la potenciación de las fortalezas y recursos
psicológicos (RP).
Siguiendo una metodología cuasiexperimental la intervención se aplicó a tres
muestras distintas para un total de 60 participantes. La primera muestra se constituyó de
estudiantes madrileños (n=22), la segunda muestra fueron españoles adultos con
esclerosis múltiple (n=14) y la tercera muestra estuvo compuesta por estudiantes
57
universitarios salvadoreños de Centro América (n=24) compuesta por españoles
saludables salvadoreños con una intervención-post con grupo cuasi control. Las variables
de estudio para conocer la efectividad del programa fueron: estado de ánimo, recursos
psicológicos, estrés, optimismo, satisfacción con la vida, depresión, ansiedad-insomnio,
disfunción social, síntomas somáticos, quejas de salud.
El Programa de Intervención consistió de 10 sesiones periódicas llevadas a cabo
semanalmente con una duración de 90 minutos. Mediante la aplicación de técnicas
cognitivas y conductuales el programa se centró en la enseñanza de habilidades que
favorecían el aprendizaje y la potenciación de los recursos psicológicos, tales como; la
comunicación asertiva, la empatía, el optimismo y el afrontamiento positivo, el perdón y
la gratitud, la vitalidad y el entusiasmo.
Las sesiones acerca del estado de ánimo fueron evaluadas al inicio y al final de las
mismas mediante una escala visual analógica. También se evaluó los recursos
psicológicos al inicio del programa, al final del mismo y en el seguimiento, para
examinar el efecto de la intervención. Como medidas de resultado también se incluyeron
indicadores de estrés, malestar físico y síntomas somáticos, indicadores de salud mental y
satisfacción con la vida.
Los resultados del estudio aunque presentaron algunas variaciones de acuerdo
con las características de cada grupo muestral, reflejaron que el efecto del estado de
ánimo de cada sesión del programa fue uniforme para todas. Se obtuvo la potenciación
de los recursos psicológicos, de entre los cuales se destacó el optimismo, el sentido de
humor, la capacidad de solucionar problemas y del autocontrol. El programa logró
además disminuir el estrés percibido, de la depresión, de los síntomas somáticos y de las
quejas subjetivas de malestar físico.
58
Según los autores en términos generales, los resultados indicaron un efecto
positivo del programa en el estado de ánimo de los particpantes en cada sesión para las
tres muestras, además de haber logrado la potenciación de recursos psicológicos. A tales
efectos, avalaron la eficacia del programa manualizado recomendado su aplicación en
contextos donde se quiera aumentar los recursos psicológicos.
Las técnicas aplicadas en estos estudio apoyan la importancia de los recursos
psicológicos propuestos por la Psicología Positiva para llevar una vida más plena y feliz.
Esto sugiere que el ser humano debe ser encaminado hacia intevenciones psicológicas
preventivas mediante la aplicación de elementos constructivos y potenciadores de las
capacidades positivas propuestas por la Psicología Positiva.
Estudios realizados en Puerto Rico
Velázquez Colombia, Sáez Santiago y Rosselló (1999) realizaron un estudio
exploratorio titulado Coping strategies and depression in Puerto Rican adolescents: An
exploratory study. El estudio tuvo dos objetivos: identificar las estrategias de manejo
utilizadas por un grupo de adolescentes puertorriqueños y explorar la relación entre las
estrategias de manejo y los síntomas de depresión.
El método del estudio incluyó una muestra de 51 estudiantes de varias escuelas de
la zona metropolitana en Puerto Rico. La muestra consistió de 32 féminas y 19 varones
entre las edades de 13 y 20 años de edad. Se administraron tres instrumentos para lograr
los objetivos del estudio. Estos fueron: el Inventario de Depresión Kovacs (CDI),
Adolescent Coping Orientation for Problem Experiences (A-COPE) desarrollada por
Peterson y McCubben en el año 1981 y una planilla informativa para obtener la
información sociodemográfica de la muestra de participantes.
59
Luego de obtener la información y el consentimiento previo de la muestra se
procedió a la administración de los instrumentos antes mencionados de forma grupal
durante el período escolar. Los resultados demostraron que el 47% de los participantes
no manifestaron síntomas depresivos. Sin embargo, el 37% de estos adolescentes
manifestaron síntomas moderados y el 20% evidenció síntomas severos. En términos de
la aplicación de estrategias para el manejo positivo y negativo, utilizaron en general
estrategias de manejo positivo. La diferencia de las puntuaciones entre los participantes
de ambos géneros no fue significativa. No obstante, se encontró una tendencia en los
varones a utilizar estrategias de manejo negativo al compararse con las participantes
féminas.
Los adolescentes que no presentaron síntomas depresivos versus los adolescentes
que si presentaban síntomas depresivos moderados utilizaban estrategias de manejo
positivo, tales como; compartir con la familia, relacionarse con amigos y actividades
sociales, búsqueda de apoyo social y percepción positiva hacia las situaciones de la vida.
A su vez, los resultados demostraron que entre los adolescentes participantes existian
sentimientos asociados con actitudes de competencia, buena autoestima y que
participaron de momentos de diversión.
Al llevar a cabo un análisis correlacional entre A-COPE y CDI para examinar la
relación entre las estrategias de manejo y la depresión, los autores encontraron que a
mayor utilización de estrategias de manejo con connotaciones positivas, más baja la
incidencia de síntomas depresivos. A su vez, se identificó una relación inversa de las
estrategias de manejo negativas con los síntomas de depresión, es decir, que las
estrategias de manejo negativas estaban asociados a los síntomas depresivos. Con
relación a la correlación entre A-COPE y la depresión para el total de la muestra se
60
encontró una relación significativa inversa con la depresión, en otras palabras la presencia
de depresión estaba acompañada de estrategias de manejo negativas.
Los autores para determinar el valor predictivo de las estrategias positivas y
negativas en la depresión realizaron un análisis de regresión múltiple. Este análisis
sugirió que estas estrategias podrían servir de predictores de cambio en la sintomatología
depresiva de adolescentes puertorriqueños. Sin embargo, consideraron que estos
resultados deberían ser interpretados con precaución porque los valores predictores de las
estrategias eran bajos.
Los autores concluyeron que el desarrollo de las estrategias de manejo efectivas
deberían ser consideradas como reductoras de los síntomas depresivos. Por tal razón,
recomendaron la integración de las mismas en el tratamiento de adolescentes con
depresión. De esta forma se ampliaría el repertorio de estrategias para desarrollar un
mayor sentido de competencia en los momentos de adversidad.
Quintero Cartagena (2002) llevó a cabo un estudio en Puerto Rico el cual tituló,
El humor como estrategia psicoterapéutica para el manejo de la depresión y la ansiedad.
Según la autora a través de utilizar el humor en la práctica psicoterapéutica se logra
alcanzar beneficios terapéuticos que le facilitan al cliente el manejo de situaciones y
cambios significativos en su filosofía de vida. El propósito de su investigación fue
examinar y analizar la aplicación y los beneficios del uso del humor en la práctica
psicoterapéutica para la disminución de síntomas de depresión y ansiedad.
El procedimiento llevado a cabo por la autora consistió en la revisión documental
de artículos y estudios realizados por otros autores. De esta forma la autora analizó el
concepto del humor enmarcado desde una perspectiva histórica filosófica. Además
analizó el humor como un proceso cognitivo-afectivo señalando la influencia de éste en
61
los sentimientos y actos de las personas. Finalmente, identificó las implicaciones de su
aplicación en el proceso psicoterapéutico particularmente en los trastornos de depresión y
de ansiedad, mediante el proceso cognitivo-afectivo de la Terapia Racional Emotiva. A
su vez, señaló que su intención en el análisis es aportar seriedad al concepto del humor
dentro de la terapia psicológica.
La autora en su artículo señaló que en la actualidad los estudios y trabajos
identificados a través de la literatura han encontrado que el uso del humor ayuda en
diferentes formas al proceso psicoterapéutico. La autora cita algunos autores que han
llevado a cabo estudios y trabajos este tema, entre estos autores menciona a Navas,
2001, Risco, 2001, Rodríguez, 2001, García, 1999 y Pappatera, 1996.
Por otra parte, mencionó al teórico Albert Ellis creador de la Terapia Racional
Emotiva y quien para la década de los 50 integró el uso del humor como técnica
terapéutica, obteniendo resultados favorables y aceptación por parte de su clientela.
Según esta autora Ellis sugirió el uso del humor como técnica psicoterapéutica ajustada
desde un enfoque cognitivo-afectivo para trabajar estados de ansiedad y depresión en los
clientes. Otros profesionales creadores de técnicas terapéuticas que han realizado la
integración de los conceptos de terapia y humor mencionado por la autora lo son Frank
Farrelly mediante su Terapia Provocativa y Walter O’Connell con su Teoría Natural
High Theory.
La autora señala que a finales del siglo XX mayores han sido las contribuciones
en la literatura, la atención y el interés al concepto del humor, en el campo de la
psicología era este tema dentro y fuera de Estados Unidos. Por otro lado, la autora hizo
referencia de investigaciones llevadas a cabo en Puerto Rico. A estos efectos, indicó que
Pappaterra en el año 1996 realizó un estudio mediante el cual analizó puertorriqueños
62
respecto al uso del humor en la terapia. La autora encuestó a 341 psicólogos licenciados
en Puerto Rico. Entre las condiciones incluidas en el estudio para la aplicación del uso
del humor se encontraban los trastornos depresivos, trastornos de ansiedad. Los
resultados del estudio evidenciaron que el 94% de los participantes consideraron que el
humor era una técnica eficaz en el proceso psicoterapéutico porque ayudaba a establecer
rapport, reducir la tensión del proceso y tratar temas dolorosos. A su vez se encontró que
el 92% de los psicólogos participantes no consideró que el uso del humor le restara
seriedad al proceso y trabajo como terapeuta.
Otro estudio mencionado por la autora fue el de los autores Abel y Maxwell
llevado a cabo en el 2002. El estudio tuvo como propósito conocer la influencia del
humor en los sentimientos y en la ansiedad. Participaron 203 estudiantes de primer año
de psicología, los cuales fueron expuestos a videos humorísticos que sirvieron de
estímulo durante la intervención. Los resultados del estudio demostraron que el humor
contribuyó a que disminuyase la ansiedad; evidenciando su efecto positivo. Por
consiguiente a la luz de los resualtdos la autora destacó la importancia y el beneficio de
añadir estrategias relacionadas al humor desde una perspectiva cognitiva-conductual en
desórdenes de ansiedad y depresión, porque éstos se caracterizan por pensamientos e
ideas de carácter irracional, derrotistas, absolutistas y exageradas. De igual forma, hizo
hincapié en la continuidad del estudio del humor como estrategia psicoterapéutica con el
fin de fortalecer la seriedad y validez de su aplicación por profesionales de la psicología.
Scharron del Río (2005) llevó a cabo un estudio en Puerto Rico títulado,
Spirituality, psychology and depressive symptoms: Translation, adaptation, and
evaluation of the psychometric properties of three self-report spirituality, instruments
and their relationship to depressive symptoms in Puerto Rican college. El propósito de
63
este estudio consistió en la traducción, adaptación y validación de manera preliminar de
tres instrumentos acerca de la espiritualidad: Spiritual Assessment Inventory, Spiritual
Well-Being Scale y Spiritual Trascendence Index. Se examinó además la relación de estos
con la sintomatología depresiva.
La muestra del estudio fue seleccionada por disponibilidad y consistió de 286
estudiantes de bachillerato provenientes de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río
Piedras, con una edad promedio de 21, siendo el 73% mujeres. Los resultados
demostraron una correlación significativa de las subescalas de cada instrumento con la
sintomatología depresiva, sugiriendo que a mayor creencia en la trascendencia y que a
mayor bienestar espiritual, menor la presencia de sintomatología depresiva. También se
encontró que mientras más inestable y decepcionante era la percepción de la relación con
un Poder Superior, se evidenciaba que los síntomas depresivos eran mayores. A su vez, se
encontró que los tres instrumentos y sus respectivas subescalas correlacionaron
significativamente con los instrumentos que midieron felicidad, optimismo y la calidad de
vida o el bienestar subjetivo.
Rodríguez y Cando (2005) llevaron a cabo un estudio titulado, Depresión,
desesperanza y espiritualidad en una muestra gerontológica probabilística del área
geográfica de San Juan. El objetivo de su estudio fue corroborar las hipótesis de que
existía una relación significativa entre el bienestar espiritual con la depresión y la
desesperanza en feligreses de diferentes denominaciones eclesiásticas del área
metropolitana. Fueron seleccionados para el estudio 413 personas de edad avanzada
entre los 65 y 95 años de edad, de los cuales el 55% fueron mujeres y 46% hombres. En
la recopilación de los datos e información se implementaron cinco instrumentos de
medición: la Hoja de Consentimiento, la Planilla Sociodemográfica, la Escala de
64
Bienestar Espiritual (SWBS) traducida al español por Kay Bruce y Ted Stagner en 1994,
el Inventario de Depresión Beck (BDI-II) y la Escala de Desesperanza de Beck (BHS).
De acuerdo con el análisis de datos se evidenció que no existían síntomas
depresivos y que la desesperanza entre la muestra de participantes era la misma. De
manera que fueron corroborados las hipótesis en términos de que mientras mayor era el
bienestar espiritual menos eran los síntomas de depresión y desesperanza entre los
participantes. Los investigadores señalaron que el mantener niveles adecuados de
bienestar espiritual y el asistir a servicios religiosos de forma regular puede beneficiar a
la población anciana como un factor protector ante la depresión y la desesperanza.
También se evidenció que a mejor calidad de vida y salud mental menor eran los
síntomas de depresión y desesperanza.
Pérez López (2008) de la Universidad Interamericana, Recinto Metropolitano de
la Escuela de Educación llevó a cabo un estudio el cual tituló, El manejo de la pérdida y
el duelo y las prácticas religiosas o espirituales en adultos puertorriqueños:
Implicaciones para la integración de una estrategia espiritual en consejería. Este
estudio tuvo como propósito conocer, describir y entender la experiencia de pérdida y el
significado que le adscribían un grupo de adultos puertorriqueños a la espiritualidad y la
religión en el manejo de pérdida y duelo.
La muestra de participantes fue de 10 adultos mayores de 25 años de edad quienes
habían enfrentado una pérdida por la muerte de un ser querido en un período de uno a
tres años y quienes presentaban una capacidad para comunicarse de manera clara y
concisa. El enfoque del estudio fue uno fenomenológico. La información se obtuvo
mediante un proceso de entrevista profunda. Los resultados obtenidos por la narrativa de
los participantes demostraron que las creencias y prácticas espirituales y religiosas
65
pueden mejorar la calidad de vida de las personas que batallan y se enfrentan con los
efectos negativos de sus vidas estresantes, además de servir de recurso importante de
afrontamiento para mitigar el efecto negativo del estrés. Este resultado, según la autora
fue consistente con la literatura relacionada. Los resultados indicaron además, que los
participantes que incluían la espiritualidad en sus experiencias de vida sentían paz,
tranquilidad y fortaleza. Uno de los aspectos más importantes identificados en el análisis
del estudio fue el deseo expresado de los participantes en continuar luchando para superar
la pérdida y seguir viviendo.
En términos generales, la investigadora apoyó en su estudio lo propuesto en la
revisión de literatura acerca de los beneficios de la espiritualidad, considerando esta
fortaleza una alternativa de ayuda en la práctica de la consejería, porque ofrece al cliente
la oportunidad de desarrollar una autoestima saludable que le proporcione sentido de
pertenencia, confianza, esperanza, seguridad y aliento.
Lugo Préstamo (2008) realizó un estudio titulado, La relación entre la
espiritualidad, el apoyo social y la presentación de síntomas de depresión en una
muestra de estudiantes universitarios en proceso de duelo. La investigación el cual tuvo
como propósito conocer la relación que existía entre la espiritualidad y el apoyo social, en
estudiantes universitarios que atravesaban un proceso de duelo y quienes presentaban
sintomatología depresiva. Este estudio se consideró pionero al investigar la relación
entre la espiritualidad, el apoyo social y el proceso de duelo en Puerto Rico.
El estudio se realizó en una institución universitaria del área Sur de Puerto Rico
con una muestra seleccionada por disponibilidad de 350 estudiantes universitarios del
nivel de bachillerato en proceso de duelo mayores de 18 años de edad. Doscientos treinta
66
y ocho (238) de la muestra fueron féminas, un 87% estaban solteros, el 99% fueron
ciudadanos americanos y el 72% practicaba el catolicismo como religión.
Los instrumentos utilizados fueron: la Hoja de Consentimiento Informado, el
Cuestionario de Datos Sociodemográficos, el Inventario de Evaluación Espiritual, el
Cuestionario de Apoyo Social (CAS-7) y el Inventario de Depresión Beck (EDB-II)
versión traducida en español. Para determinar la relación existente entre la espiritualidad
y la presentación de síntomas de depresión, el apoyo social y la presentación de síntomas
de depresión y la espiritualidad y el apoyo social. En el análisis de los datos se utilizó la
estadística correlacional momento producto de Pearson, a los efectos de comprobar las
tres hipótesis: 1) si existía relación de la espiritualidad y la presentación de síntomas de
depresión en una muestra de estudiantes universitarios que atraviesan un proceso de
duelo; 2) si existía relación entre el apoyo social y la presentación de síntomas
depresivos; 3) si existía relación entre el apoyo social y la espiritualidad entre una
muestra de estudiantes universitarios que atravesaban proceso de duelo.
Los hallazgos del estudio evidenciaron la existencia de una relación
estadísticamente moderada entre la espiritualidad y la presentación de síntomas de
depresión en la muestra de estudiantes universitarios; por lo que los autores rechazaron
las hipótesis de investigación. Por otro lado, una correlación negativa indicó que ha
mayor espiritualidad menor la presentación de síntomas de depresión en la muestra de
estudiantes universitarios que atravesaban un proceso de duelo. Esto fue respaldado por
el alto porcentaje de apoyo espiritual y ayuda recibida de Dios indicado por los
estudiantes universitarios que presentaron síntomas de depresión mínimos. Por
consiguiente, este dato según el investigador estableció que existía relación entre la
67
espiritualidad y la presentación de síntomas de depresión en la muestra de estudiantes
universitarios que atravesaban un proceso de duelo.
Por otra parte, cuando se investigó cuáles fueron las técnicas espirituales
utilizadas por los estudiantes durante el proceso de duelo los mismos indicaron que la
más utilizada fue la oración y luego la meditación. A la luz de estos hallazgos se
recomendó que una alternativa para trabajar el proceso de duelo fuera la oración y que, a
su vez, ésta sirviera como factor protector y de ayuda para que la persona no presentase
altos niveles de depresión.
Los hallazgos revelaron que existía una relación moderada entre el apoyo social
y la presentación de síntomas de depresión en la muestra de estudiantes universitarios por
lo que se aceptó la hipótesis alterna, implicando que existía una correlación estadística
altamente significativa en este grupo. Así mismo, la mayoría de los estudiantes
universitarios en el proceso de duelo informaron haber recibido apoyo social
especialmente de los familiares y los amigos demostrando una sintomatología depresiva
mínima en el proceso de duelo.
El estudio demostró una correlación significativamente alta entre el apoyo social
y la espiritualidad. La gran mayoría de los participantes del estudio consideró que la
espiritualidad era un aspecto importante en sus vidas. También se encontró que la
oración y la meditación fueron técnicas útiles para reincorporar en la terapia, además del
apoyo de la familia y de los amigos que también se identificaron como elementos de
vital importancia dentro del proceso de duelo. La investigadora recomendó que el
profesional de ayuda debía considerar las necesidades, las creencias y los valores
espirituales del paciente a los efectos de apoyar dentro de la dimensión espiritual la
creencia en un ser superior supremo o Dios. Esta investigación se vincula con los
68
principios de la psicología positiva en el aspecto de la importancia de la espiritualidad
como recurso emocional ya que se considera esta variable parte de las fortalezas que
permiten a la persona conectarse con algo más elevado, amplio y permanente lo cual
provee un propósito a su existencia.
Quiñones-Berrios (2010) realizaron un estudio titulado, La espiritualidad en el
desarrollo personal y profesional de un grupo de estudiantes de medicina en Puerto
Rico. El objetivo del estudio fue analizar los hallazgos obtenidos de una investigación a
los efectos de conocer el significado que los estudiantes de medicina le adscribían a la
espiritualidad en su vida personal y su práctica médica.
El estudio seleccionado fue llevado a cabo en el año 2007 en 125 escuelas
acreditadas en los Estados Unidos y Puerto Rico por el Liaison Committee on Medical
Education (LCME). De estas escuelas sólo cinco ofrecieron cursos de espiritualidad y
alrededor de 50 incluyeron el tema en algunos cursos o dentro de varios tópicos a través
de su currículo por considerar que el aspecto de la espiritualidad tenía un efecto positivo
en la recuperación y prevención de enfermedades y que, según planteaban los miembros
del Colegio Americano de Médicos, los médicos tenían la responsabilidad de atender en
todas sus dimensiones la condición del paciente, incluyendo aspectos psicológicos,
espirituales y existenciales.
De acuerdo con el análisis, la muestra que participó fue de 20 estudiantes de
medicina de diferentes denominaciones religiosas (10 mujeres y 10 hombres). De este
total, diez cursaba el primer año, tres del segundo, tres del tercer año y cuatro el cuarto
año de estudios. La recopilación de datos se llevó a cabo mediante un proceso de la
entrevista individual semi-estructurada.
69
Los resultados del análisis realizado demostraron que los participantes habían
considerado la espiritualidad una dimensión importante para sus vidas y para el
tratamiento médico de sus pacientes. A su vez, habían indicado que la integración de la
espiritualidad al tratamiento médico debía hacerse según fuese solicitado por el paciente
de forma respetuosa a las creencias y cultura de éstos. Además, los estudiantes de
medicina participantes señalaron la importancia de tener las destrezas necesarias para
poder hacer esa integración, considerando como vía su educación en la medicina,
ejercicios de autosugestión tales como: la meditación y el estudio de libros sagrados,
entre otros recursos.
Entre las conclusiones del estudio, las investigadoras indicaron que su
investigación destacó que las experiencias compartidas de los estudiantes participantes
permitían valorar y dar importancia a la espiritualidad y a la religión en sus vidas y en su
carrera médica.
70
CAPÍTULO IV
DISCUSIÓN
Introducción
A la luz de los resultados se discuten los hallazgos de este estudio. Los mismos
son producto del análisis crítico y ponderado de la revisión documental de una muestra de
investigaciones realizadas desde la década del 90 hasta el 2011. El análisis llevado a
cabo estuvo dirigido a ofrecer respuesta al problema investigado. El mismo consistió en
explorar y analizar a través de diferentes estudios realizados en distintos países,
incluyendo Puerto Rico, la aplicación de la Psicología Positiva para la prevención de
trastornos en la conducta humana.
Esta investigación se fundamenta en los planteamientos de Seligman Martin
(2002) acerca del Modelo de las Tres Vías y Fredickson (2000) respecto al Modelo de
Pensamiento –Acción de emociones utilizadas en la aplicación de la Psicología Positiva.
Según Seligman Martin, las tres vías para lograr el camino de la felicidad incluyen el
desarrollo de la Vida Placentera (emociones positivas), la ‘Vida Buena’ o Involucrarse
Comprometidamente, que se refiere a la puesta en práctica cotidiana las fortalezas
personales con el fin de tener experiencias óptimas, y la Vida con Sentido o Significado
la cual abarca el sentido vital y el desarrollo de objetivos que van más allá de uno mismo.
Fredickson, establece mediante el Modelo de Ampliación y Construcción de las
Emociones Positivas que las emociones positivas ocupan un lugar muy importante en el
funcionamiento psicológico de las personas. A partir de aquí, se presenta el análisis
crítico de acuerdo con la pregunta de investigación, las conclusiones, recomendaciones y
limitaciones del estudio.
71
Análisis crítico de acuerdo con la pregunta investigativa
En este estudio se formuló una pregunta de investigación. La misma lee como
sigue: ¿Cuál ha sido la aplicación de la Psicología Positiva para la prevención de
trastornos en la conducta del ser humano en diferentes países y Puerto Rico? A los
efectos de ofrecer una respuesta a esta interrogante, fue revisada una muestra de 23
investigaciones. De éstas, once fueron realizadas en los Estados Unidos de Norteamérica,
cinco en España y siete en Puerto Rico; todas en el tema de la aplicación de la Psicología
Positiva. Entre los 23 estudios, se contabilizó un total de 10,118 participantes en los que
se incluyeron a hombres y mujeres. De acuerdo con los datos, los procedimientos
utilizados relacionados con los conceptos de la Psicología Positiva fueron aplicados a
niños, adolescentes, jóvenes, adultos y viejos.
La Tabla 1 describe los hallazgos del análisis de estudios realizados en los Estados
Unidos de Norteamérica.
Tabla 1
Resumen de resultados de estudios analizados en los Estados Unidos de Norteamérica
Estados Unidos
Autor/Año
Deaner, Stephanie,
McConatha y Jasmin
1993
Tema de estudio
The relation of humor
to depression and personality
Participantes
Género
F M Ambos
-- -129
Fredickson, Tugade
Waugh y Larking
2003
What good are positive emotions
in crisis? A prospective study
of resilience and emotions
following the terrorist attacks
on the United States on
September 11th, 2001.
28
18
Steck. Abrams y Phelps
2004
Positive Psychology in the
prevention of eating disorders
2,612
Prevention of eating disorder:
Identification of predictor
variables
The efficacy of a school-based
eating disorder prevention
program: Building physical selfesteem and personal
competences.
72
Condición tratada
Técnicas aplicadas de
Psicología Positiva
Depresión, Ansiedad-Estrés
Humor, risa
Síntomas traumáticos
Desordenes
alimentarios
Emociones positivas:
gratitud, interés, amor
y resiliencia
Bienestar subjetivo,
rasgos constructivos,
instituciones positivas,
autoestima,
competencia personal
Tabla 1 continuación
Resumen de resultados de estudios analizados en los estados Unidos de Norteamérica
Estados Unidos
Autor/Año
Tema de estudio
Particpantes
Género
F
M Ambos
Condición tratada
Técnicas aplicadas de
Psicología Positiva
Issues of self-image among
overweight African-American
and Caucasian adolscent girls:A
quality study.
Harris, Luskin, Norman,
Standard, Evams y
Thoresen,
2006
Reed y Enright
2006
Toussaint y Friedman
2008
Sin, N. L. y Lyubomirsky, S.
2009
Wahl-Thouin, T. L.
2011
Total
Effects of a group forgiveness
intervention on forgiveness,
perceived stress, and trait-anger
160
The effects of forgiveness
therapy on depression, anxiety,
and posttraumatic stress for
women after spousal emotional
abuse
20
Forgiveness, Gratitude and
Well-Being: The Mediating
Role of Affect and Beliefs
35
37
Intervenciones de psicología
positiva para aumentar el
bienestar y aliviar los síntomas
depresivos: Un metaanálisis afín
con la práctica profesional
--
--
Los efectos de entrenamiento de
la PP para un grupo de equipo de
un hogar de jóvenes desertores
9
2,864
99
Ansiedad-Estrés,
Depresión
Perdón, pensamientos
positivos y autoestima
Depresión, Ansiedad,
Estrés, Pobre autoestima
Perdón y autoestima
Estrés
4266
18
Gratitud, perdón, bienestar
Depresión
Mindfulness
positive writing,
hope therapy,
positive reminiscence,
life review therapy, gratitud,
terapia del bienestar, terapia
cognitiva conductual,
programa de felicidad de
Fordyce, perdón, cultivando
momentos sagrados, life
coaching/goals, auto manejo,
discutiendo las creencias,
repetición de oraciones
positivas, amabilidad,
counting kindnesses,
optimismo, terapia de metas,
psicoterapia
positiva, actividades de
fortalecimiento personal,
meditación, life coaching,
entrenamiento de metas.
Agresividad, Abuso
sustancias, Negligencia
Emociones positivas
172 4,395
Del análisis se desprende que en las investigaciones realizadas en los Estados
Unidos de Norteamérica aplican procedimientos vinculados con el paradigma de la
Psicología Positiva para la prevención y el tratamiento de trastornos en la conducta
73
humana. Las condiciones de salud, emocional/mental, que abarcaron estos estudios
fueron: la depresión, la ansiedad -estrés, síntomas traumáticos, desórdenes alimentarios,
baja autoestima, agresividad, abuso de sustancias y negligencia.
Los once estudios analizados y llevados a cabo en los Estados Unidos de
Norteamérica fueron realizados entre los años 1993 al 2011. Del análisis se desprende
una participación de 7,431 personas de ambos géneros, hombres y mujeres. De esta
muestra de la población 2846 pertenece al género femenino, 172 al masculino y 6,149
personas no fueron identificados por su género. Los procedimientos aplicados de la
Psicología Positiva estuvieron relacionados en desarrollar e identificar rasgos y/o
atributos personales de los participantes asociados a las emociones positivas y fortalezas.
Entre éstas se identificaron los siguientes: la trascendencia (humor, optimismo, gratitud,
espiritualidad y esperanza), humanidad (amor), templanza (perdón y autorregulación),
sabiduría (mindfulness), resiliencia, autoestima, competencia personal y pensamientos
positivos.
Cabe señalar que las emociones positivas son aquellas que incluyen sentimientos
subjetivos que atienden el principal aspecto cognitivo y emocional generando sensaciones
placenteras en el individuo (López Shane y Snyder, 2009). Estas emociones abarcan todo
aquel sentimiento y cognición en el individuo que le produzca bienestar, de modo que,
los procedimientos y técnicas aplicadas en los estudios, en términos generales
respondieron al principio subjetivo que promueve sensaciones placenteras.
La aplicación de los procedimientos y estrategias fundamentadas en los principios
de Psicología Positiva demostraron su eficacia para mejorar los síntomas asociados a las
condiciones tratadas. Estos hallazgos respondieron y apoyaron lo postulado por
Seligman Martin (2002). El autor establece la importancia que tiene el promover
74
métodos positivos de prevención para el desarrollo y fortalecimiento de rasgos y
características para que perduren en la persona en función de las seis virtudes (sabiduría,
coraje, humanidad, justicia, templanza y trascendencia) que, a su vez, incluyen las 24
fortalezas para lograr el camino a la felicidad mediante una vida más placentera,
comprometida y con sentido. De igual forma, los hallazgos analizados respondieron al
postulado que establece el Modelo de Ampliación de Pensamiento-Acción de las
emociones desarrollado por Fredickson (2001). El Modelo se fundamenta en el papel que
ocupan las emociones positivas para el desarrollo de las fortalezas y recursos personales
de todo tipo que ayudan a los individuos el afrontar, resistir, aprender y crecer de las
situaciones adversas.
De acuerdo con el análisis las técnicas más utilizadas para las condiciones tratadas
fueron aquellas asociadas al desarrollo de las emociones positivas, seguido por la
aplicación de técnicas para el desarrollo de fortalezas asociadas a la virtud de
trascendencia (gratitud, espiritualidad, humor, optimismo, meditación y esperanza) y
templanza (perdón y autoregulamiento). Las técnicas de menor aplicación fueron
aquellas asociadas con la virtud de la humanidad (amor) y la sabiduría (mindfulness). No
obstante, su aplicación en mayor o menor grado resultó ser eficaz para la prevención y
tratamiento de las condiciones tratadas. Las emociones positivas resultaron ser
elementos de prevención y disminución de síntomas asociadas a condiciones de
depresión, ansiedad, desordenes alimentarios, agresividad, abuso de sustancias y
negligencia conductual. En este aspecto, Seligman Martin (2002), enfatiza la utilidad de
las emociones positivas para lidiar con los momentos adversos de la vida. Para este
autor, las emociones positivas hacen que las emociones negativas se desvanezcan
rápidamente. Por su parte, Fredickson (2000; 2001) postula que la ampliación de
75
repertorios de pensamiento positivo generan la acción que el individuo necesita para
manejar adecuadamente las situaciones del diario vivir y llevar una vida más plena.
Investigadores como Harris et al. (2006), Reed y Enright (2006), Toussaint y
Friedman (2008), Sin y Lyumbormisky (2009), en sus investigaciones señalaron que la
aplicación de técnicas relacionadas con la Psicología Positiva fomentaron la virtud de la
templanza mediante la aplicación de procedimientos y estrategias dirigidas al perdón y
autorregulación emocional para el manejo y prevención de la depresión y la ansiedad.
De acuerdo con los autores la existencia de esta virtud ayudó a aliviar los síntomas y el
malestar en los participantes. Por consiguiente, se demostró que era beneficioso porque
se logró disminuir en algunos participantes sentimientos negativos asociados a
resentimientos hacia transgresores dado que experimentaron sentimientos positivos como
la benevolencia y la amabilidad, que ayudaron a la disminución de los síntomas de
depresión y ansiedad originados por el sentimiento de resentimiento y venganza. Estos
resultados apoyan la aplicación de intervenciones que incluyen el perdón a los fines de
propiciar estilo positivo de afrontamiento respecto al dolor y la ofensa en la víctima;
reorientando el estado emocional de uno negativo a uno positivo. En este sentido, las
intervenciones dirigidas al perdón ayudan a resolver en la persona aquellas experiencias
terribles e injustas para ésta (Vázquez y Hervás, 2008).
La aplicación de las estrategias y procedimientos que se promueven en la
Psicología Positiva para desarrollar de fortalezas vinculadas a la virtud de la
trascendencia en los estudios analizados fueron el uso del humor, la gratitud, la
esperanza y la espiritualidad. El desarrollo de estas demostraron su importancia para el
tratamiento y la prevención de condiciones como la depresión, la ansiedad, síntomas
76
traumáticos y estrés (Deaner et al., 1993; Fredickson et al., 2003; Toussaint y Friedman,
2008; Sin y Lyumbormisky, 2009).
En términos de la aplicación de las estrategias dirigidas a desarrollar la fortaleza
del amor respondiendo a la virtud de la humanidad se encontró que resultaron ser eficaces
para el manejo de síntomas traumáticos, según se evidenció en el estudio de Fredickson et
al. (2003) acerca de desarrollar, ampliar y construir emociones positivas en la persona
afectada. El análisis de los estudios de Deaner, et. al. (1993); Steck, et. al. (2004); Harris
et al. (2006); Reed y Enright (2006); Toussaint y Friedman (2008); Sin y Lyubomirsky
(2009); y Wahl-Thouin (2011), señalan los beneficios de las emociones positivas tales
como la resiliencia, la gratitud, el interés y el amor para el desarrollo y tratamiento de
síntomas traumáticos y otros desordenes psicológicos como: la depresión, la ansiedad, la
conducta agresiva y los trastornos alimentarios. También se señala los beneficios del
optimismo, el humor, como factores de protección contra condiciones tales como la
depresión y la ansiedad según fue demostrado en el estudio de Deaner et al. (1993) y Sin
y Lyubomirsky (2009). Por otra parte, en los estudios de Fredickson, et al. (2003b);
Toussaint y Friedman (2008), se señaló que el perdón y la gratitud eran eficaces para la
prevención y el manejo de síntomas de ansiedad, depresión y síntomas traumáticos.
En síntesis, a partir de los hallazgos en la muestra de las investigaciones
analizadas en los Estados Unidos se corrobora la eficacia e importancia de la aplicación
de la Psicología Positiva en la prevención y tratamiento de desordenes psicológicos.
Estos resultados son cónsonos con lo postulado por autores como Seligman Martin y
Fredickson quienes han señalado que mientras más emociones positivas experimenta el
ser humano y cultive las fortalezas y las virtudes personales tales como el optimismo, el
amor, la gratitud, la espiritualidad, el perdón y la resiliencia mayor es el bienestar
77
psicológico que genera. Por consiguiente, lo beneficios positivos luego de aplicar un
proceso terapéutico fundamentado en los conceptos de la Psicología Positiva facilita el
manejo de condiciones y situaciones adversas por las que atraviesa el individuo,
disminuye o prevee el que surjan otras condiciones psicológicas o trastornos
emocionales.
La muestra de investigaciones vinculadas con la utilización de los conceptos de
Psicología Positiva en España estuvo constituida por cinco estudios en total. La Tabla 2
resume los resultados del análisis de las investigaciones llevadas en cabo en este país.
Tabla 2
Resumen de resultados de estudios analizados en España
España
Autor/Año
Tema de estudio
Participantes
Género
F
M Ambos
Condición tratada
Vázquez, Cervellón, PérezSales, Vidales y Gaborit
2005
Positive emotions in earthquake
survivors in El Salvador
67
Condiciones psicológicas:
Estrés psicológico-ansiedad
Síntomas traumáticos
Emociones
positivas,
destrezas
positivas
Sánchez Hernández y
Méndez Carrillo,
2009
El optimismo como factor
protector de la depresión infantil
y adolescente
108
Depresión
Optimismo,
bienestar
psicológico
Manos, Sebastián, Mateos y
Bueno
2009
Resultados de una intervención
multicomponencial psicosocial
para mujeres con una etapa
temprana de cáncer en seno
188
Estrés- Pobre ansiedad,
Autoestima, Estilo de
afrontamiento
Esperanza,
optimismo
Marrero Quevedo y
Carballeira Abella
2010
El papel de optimismo y del
apoyo social en el bienestar
subjetivo
---
---
477
Emociones negativas
Depresión
Bienestar
subjetivo,
emociones
positivas,
optimismo
Remor, Amorós- Gómez, M.,
y Carrobes
2010
Eficacia de un programa
manualizado de intervención en
grupo para la potenciación de las
fortalezas y recursos
psicológicos.
---
---
60
Depresión, AnsiedadEstrés, Síntomas somáticos,
Disfunción social.
Optimismo,
humor,
capacidad
solucionar
problemas,
afrontamiento
positivo, perdón,
gratitud,
entusiasmo,
vitalidad,
empatía.
363
112
537
Total
48
78
Técnica aplicada de
Psicología Positiva
64
Los estudios llevados a cabo en España abarcaron los años 2004 al 2010. Del
análisis se desprende una participación de 1,012 personas de ambos géneros, hombres y
mujeres. De este total, 363 pertenece al género femenino, 112 al género masculino y 537
no indicaron el género. Las condiciones de salud, emocional/mental, que abarcaron estos
estudios fueron: estrés-ansiedad psicológica, depresión, pobre autoestima, estilo de
afrontamiento, disfunción social, y somatización. Los procedimientos y técnicas
aplicadas de la Psicología Positiva estuvieron dirigidos al desarrollo e identificación de
emociones positivas y fortalezas personales tales como: destrezas positivas, bienestar
psicológico y subjetivo, capacidad para solucionar problemas, el afrontamiento positivo,
el entusiasmo y el desarrollo de virtudes. Entre las virtudes estudiadas se identificó la
trascendencia con el uso del optimismo, la esperanza, la gratitud; y la virtud de la
templanza con el uso del perdón.
Estos resultados avalaron la importancia de aplicar estrategias encaminadas hacia
el desarrollo de competencias psicológicas y fortalezas emocionales intra e
interpersonales en los seres humanos para reducir y prevenir eficazmente los problemas
clínicos o síntomas de una persona, mejorando de esta forma significativamente su vida.
En términos generales, el análisis de los hallazgos de los resultados de las investigaciones
evidenció que la presencia de fortalezas personales como la espiritualidad, gratitud,
perdón, vitalidad, empatía y resiliencia (destrezas sociales, bienestar psicológico,
capacidad para solucionar problemas y afrontamiento positivo) ayudan al tratamiento y
prevención de condiciones tales como la depresión, la ansiedad, síntomas traumáticos,
disfunción social, emociones negativas, autoestima y estilo de afrontamiento negativo.
79
La aplicación de los procedimientos utilizados para el desarrollo de fortalezas
personales para mejorar y prevenir de las condiciones tratadas en las investigaciones
realizadas en España apoyan los principios que postula la Psicología Positiva propuestos
por Seligman Martin y Fredickson acerca de los beneficios de las fortalezas, las virtudes
y las emociones positivas para el bienestar psicológico y la felicidad dado el rol
adaptativo que se logra para que la persona reinterprete su realidad. Una vez más se
demuestra que las variables de personalidad como la espiritualidad, gratitud, perdón,
vitalidad, empatía y resiliencia pueden ayudar a afrontar eficazmente las adversidades y
mantener un buen ajuste psicológico, minimizando el riesgo de padecer trastornos en la
conducta según lo exponen Seligman Martin y Fredickson en sus respectivas teorías.
En términos generales, el modelo de las tres vías postula que existen tres caminos
que conducen hacia una felicidad pasajera o una felicidad permanente. La vida
placentera por un lado, marcada por la búsqueda de gratificaciones y emociones
positivas, la buena vida dirigida a emplear las fortalezas y recursos personales hacia
gratificaciones autenticas y la vida con significado la cual para este autor es la que posee
el rasgo adicional de poner al servicio de los demás aquellas fortalezas personales con el
fin de experimentar la trascendencia. Vivir estas tres vidas es vivir una vida plena
(Seligman Martin, 2002).
El marco teórico propuesto por Seligman Martin propone además que el bienestar
del ser humano y el éxito en la vida proceden del desarrollo y el ejercicio de las
fortalezas personales. Y que son estas fortalezas y virtudes las que sirven en los
momentos malos y buenos de la vida. Los resultados de los estudios evidencian como las
virtudes y las fortalezas personales ayudan en la recuperación de las condiciones tratadas
y la prevención de condiciones psicológicas.
80
Las investigaciones realizadas en Puerto Rico vinculadas con la utilización de los
conceptos de Psicología Positiva estuvo constituida por nueve estudios en total. La tabla
3 resume los resultados del ánalisis de las investigaciones llevadas en cabo en este país.
Tabla 3
Resumen de resultados de estudios analizados en Puerto Rico
Puerto Rico
Autor/Año
Tema de estudio
Participantes
Género
F M Ambos
Velázquez Colombia,
Saéz Santiago y Roselló
1999
Coping strategies and
depression in Puerto Rican
adolescents: An exploratory
study.
32
Quintero Cartagena,
2002
El humor como estrategia
psicoterapéutica para el
manejo de la depresión y la
ansiedad.
--
Scharron del Río
2005
Rodríguez y Cando
2005
Pérez López
2008
Lugo Préstamo
2008
Quiñones-Berríos
2010
Total
Spirituality, psychology and
depressive symptoms:
Translation, adaptation, and
evaluation of the
psychometric properties of
three self-report spirituality,
instruments and their
relationship to depressive
symptoms in Puerto Rican
college.
544
Depresión
Optimismo, destrezas
sociales, recreación, apoyo
social, diversión, sentido de
competencia.
Depresión, Ansiedad
Optimismo, destrezas
sociales, recreación, apoyo
social, diversión, sentido de
competencia.
78
Depresión
Trascendencia,
espiritualidad, optimismo,
bienestar subjetivo, calidad
de vida
227
El manejo de la pérdida y el
duelo y las prácticas
religiosas en adultos
puertorriqueños:
Implicaciones para la
integración de una estrategia
espiritual en la consejería.
--
La espiritualidad en el
desarrollo personal y
profesional de un grupo de
estudiantes de medicina en
Puerto Rico.
--
Técnicas aplicadas de
Psicología Positiva
Humor
208
Depresión, desesperanza y
espiritualidad en una muestra
probabilística del área
geográfica de San Juan.
La relación entre la
espiritualidad, el apoyo social
y la presentación de síntomas
de depresión en una muestra
de estudiantes universitarios
en proceso de duelo.
19
Condición tratada
186
Depresión
Espiritualidad
--
10
Manejo de pérdida
(duelo), Estrés.
Espiritualidad, Autoestima
238
112
Espiritualidad, apoyo social
Depresión
10
10
715
405
Bienestar psicológico
Salud física
555
81
Espiritualidad
Los estudios llevados a cabo en Puerto Rico abarcaron los años 1999 al 2010
con una muestra de 1,675 personas de ambos géneros. De este total, 715 indicaron
que pertenecen al género femenino, 405 pertenece al género masculino y 555 no fue
identificado por género. Las condiciones tratadas fueron depresión, la ansiedad, el
duelo, la salud física y el bienestar psicológico. Los procedimientos y técnicas
aplicadas fueron el optimismo, el humor, destrezas sociales, la recreación, el apoyo
social, la diversión, sentido de competencia, la espiritualidad, el bienestar subjetivo,
calidad de vida y la autoestima. La aplicación de éstas se fundamentó en la
importancia del desarrollo de las fortalezas y virtudes personales las cuales funcionan
como barreras protectoras de las condiciones psicológicas, además de haber
demostrado su importancia para llevar una vida de bienestar pleno y duradero.
Un análisis de los estudios de los autores Velázquez Colombia, et al. (1999);
Quintero Cartagena (2002); Scharron del Río (2005); Rodríguez y Cando (2005); y
Lugo Préstamo (2008), señalan que las condición más recurrente de estudio fue la
depresión, mientras que los estudios de Quintero Cartagena (2002); Pérez López
(2008) señalan la ansiedad y el estrés como la segunda condición tratada de mayor
aplicación. Por otra parte, el estudio Pérez López (2008) demostró que la condición
tratada de menor aplicación fue el duelo y en el estudio de Quiñones-Berríos (2010)
lo fue el bienestar psicológico y la salud física.
La espiritualidad fue la estrategia de aplicación de la Psicología Positiva de
mayor uso para las condiciones tratadas en los estudios de Scharron del Río (2005),
Rodríguez y Cando (2005), Pérez López (2008) y Lugo (2008), Quiñones-Berríos
(2007). Las emociones positivas estuvieron presentes y estrategias de la Psicología
Positiva mediante el uso de destrezas sociales, la recreación, el apoyo social, la
diversión, el bienestar subjetivo, la autoestima, la calidad de vida, el apoyo social,
82
según lo señala los estudios de Velázquez Colombia et al. (1999), Scharron del Río
(2005), Pérez López (2008) y Lugo Préstamo (2008). Entre otras medidas aplicadas
fueron el optimismo y el humor (Velázquez Colombia et al.,1999; Quintero
Cartagena, 2002 y Scharron del Río, 2005).
A la luz de estos hallazgos se identificó que la trascendencia fue la medida
más aplicada de la Psicología Positiva. Se demostró que su desarrollo como fortaleza
y virtud personal contribuye al tratamiento y la prevención de condiciones
psicológicas. En ella se identifica espiritualidad como elemento predominante para
el manejo y la prevención de condiciones tales como la depresión, el manejo de
pérdida (duelo), el bienestar psicológico y bienestar físico. Este valor también
demostró, según el estudio de Camacho en el año 2005, tener el apoyo de los
psicólogos en su práctica debido a las cualidades positivas que tiene la espiritualidad
para que el individuo pueda encontrar paz interior, experimente seguridad, libertad,
satisfacción y optimismo en su vida.
En síntesis, del análisis de los resultados de las investigaciones llevadas a
acabo en Puerto Rico se evidencia que las condiciones tratadas fueron la depresión, la
ansiedad, el manejo de pérdida (duelo), el estrés el bienestar psicológico y bienestar
físico. Por otra parte, los procedimientos aplicados para el tratamiento y prevención
de tales condiciones apoyados en los principios de la Psicología Positiva; en
específico: el optimismo, el humor, la espiritualidad, las emociones positivas con la
aplicación de calidad de vida, destrezas sociales, sentido de competencia, apoyo
social y recreación. Todos éstos responden a la virtud de la trascendencia y las
emociones positivas; destacándose la espiritualidad para el manejo de condiciones
como la depresión y la ansiedad. La Tabla 4 resume el análisis de los resultados de
las investigaciones llevadas a cabo en los tres países de referencia.
83
Tabla 4
Metanálisis: Resumen de hallazgos por país y del total
País
Total de participantes
Condición tratada
Técnicas aplicadas de PP
Estados Unidos
n= 7,431
Depresión, ansiedad, duelo, estrés,
Trascendencia: Gratitud,
desordenes alimentarios, baja
espiritualidad, humor, optimismo,
autoestima, agresividad, abuso de
meditación, esperanza.
sustancias.
Templanza: Perdón, autoregulamiento
Humanidad: Amor
Emociones positivas: Resiliencia,
autoestima
Sabiduría: Mindfulness
España
n= 1,012
Depresión, estrés, síntomas
Trascendencia: Espiritualidad,
traumáticos, ansiedad, síntomas
gratitud
somáticos, disfunción social, estilo
Templanza: Perdón
de afrontamiento, emociones
Valentía: Vitalidad
negativas.
Humanidad: Empatía
Emociones positivas: Resiliencia,
destrezas sociales, bienestar
psicológico, capacidad para solucionar
problemas, afrontamiento positivo.
Puerto Rico
n= 1,675
Depresión, ansiedad, manejo de
pérdida (duelo), estrés, bienestar
Trascendencia: Optimismo, humor,
psicológico y bienestar físico.
espiritualidad
Emociones Positivas: Calidad de vida,
destrezas sociales, sentido de
competencia, apoyo social, recreación.
Total
n= 10,118
1. Depresión, ansiedad (estrés,
Trascendencia
síntomas traumáticos, duelo, baja
Emociones positivas
autoestima).
Templanza
2. Desordenes alimentarios,
Humanidad
bienestar físico, agresividad, abuso
Sabiduría
de sustancias, disfunción social,
emociones negativas.
De acuerdo con el análisis producto de los 23 estudios llevados a cabo entre
los años de 1990 al 2011 en los Estados Unidos de Norteamérica, España y Puerto
Rico se evidenció un total de 10,118 personas de diferentes edades y géneros. Los
procedimientos utilizados en las investigaciones analizadas incluyeron la aplicación
84
de los conceptos de la Psicología Positiva; así como el reconocimiento y desarrollo de
virtudes tales como: la trascendencia, la templanza, la humanidad, el valor (valentía) y
la sabiduría.
Entre éstos, la muestra mayor fue de Estados Unidos de Norteamérica con
7,431 participantes, le sigue Puerto Rico con 1,675 y luego España con una muestra
menor de 1,012 participantes. Las condiciones tratadas en los tres países fueron: la
depresión, la ansiedad (estrés, síntomas traumáticos, duelo, pobre autoestima),
desordenes alimentarios, bienestar físico, agresividad, abuso de sustancias, disfunción
social y emociones negativas. Entre estas condiciones las más tratadas fueron la
depresión y la ansiedad. Las estrategias más utilizadas en los tres países respondieron
a la virtud de la trascendencia con la aplicación del uso de la espiritualidad, el humor,
el optimismo, la meditación, la esperanza y las emociones positivas con el uso de la
calidad de vida, las destrezas sociales, el sentido de competencia, el apoyo social y la
recreación.
En general, las técnicas aplicadas para el tratamiento de las condiciones
analizadas en los estudios estuvieron dirigidas a desarrollar las virtudes consideradas
por la Psicología Positiva como características centrales y rasgos de personalidad
importantes para el alcance de la felicidad duradera y, a su vez, la prevención de
trastornos de salud mental. Las virtudes trabajadas en los estudios fueron la
trascendencia, la templanza, la humanidad, el valor (valentía) y la sabiduría. De
igual forma, se identificó la aplicación de técnicas enfocadas al desarrollo de
emociones positivas las cuales han sido destacadas y consideradas también en los
principios de la Psicología Positiva y los planteamientos de la teoría de Fredickson
(2000) conocida como Ampliación y Construcción de las Emociones Positivas la cual
85
establece la importancia del ser humano en experimentar emociones positivas para
llevar una vida psicológicamente óptima.
Las técnicas aplicadas que respondieron al desarrollo de la virtud de
trascendencia se enfocaron en las fortalezas tales como la gratitud, la espiritualidad, el
humor, el optimismo, la meditación y la esperanza; para el desarrollo de la virtud de
templanza se enfatizaron en las fortalezas del perdón y la autorregulación; para el
desarrollo de la virtud de la humanidad se destacaron las fortalezas del amor y la
empatía; para el desarrollo de la virtud de la valentía se enfocaron en la fortaleza de la
vitalidad; las técnicas y estrategias para el desarrollo de las emociones positivas
destacaron la aplicación de la resiliencia, destrezas sociales, autoestima, bienestar
psicológico, destrezas de solución de problemas, estilos de afrontamiento positivo,
apoyo social, calidad de vida, sentido de competencia y recreación.
En los Estados Unidos de Norteamérica el análisis de los once estudios reveló
que las condiciones más tratadas fue la depresión seguido de la ansiedad. Otras
condiciones tratadas incluidas fueron desordenes alimentarios, la baja autoestima, la
agresividad y el abuso de sustancias. Las estrategias más aplicadas en los estudios de
este país que respondieron a los principios de la Psicología Positiva se enfocaron en
primer lugar en la virtud de trascendencia distinguiéndose la fortaleza de la
espiritualidad seguido de la gratitud. En segundo lugar, se identificó como estrategia
de mayor aplicación las emociones positivas con el rasgo de la resiliencia seguido de
la autoestima. Otras estrategias aplicadas se enfocaron en la virtud de templanza con
el uso de del perdón, seguido del autoregulamiento, la virtud de la humanidad con la
fortaleza de amor y la virtud de la sabiduría con la fortaleza de mindfulness.
Por otra parte, el análisis de los cinco estudios llevados a cabo en España
reveló que las condiciones más tratadas fueron la depresión y la ansiedad. Otras
86
condiciones tratadas fueron síntomas somáticos, disfunción social, emociones y
estilos de afrontamiento. Las estrategias de mayor aplicación respondieron a la virtud
de trascendencia distinguiéndose el uso de la espiritualidad seguido de gratitud y las
emociones positivas con el uso de la resiliencia unida a las destrezas sociales,
bienestar psicológico, destrezas solución de problemas y afrontamiento positivo.
Otras estrategias aplicadas se enfocaron en la virtud de templanza con el perdón, valor
con la vitalidad y humanidad con empatía.
El análisis de los siete estudios llevados a cabo en Puerto Rico demostraron
que las condiciones más tratadas fueron la depresión y la ansiedad. Otras condiciones
tratadas fueron el manejo de pérdida, el bienestar psicológico y bienestar físico. Las
estrategias de mayor aplicación respondieron a la virtud de trascendencia con el uso
de espiritualidad seguido del optimismo, el humor y la aplicación de emociones
positivas con el uso de la calidad de vida, destrezas sociales, sentido de competencia,
apoyo social y la recreación.
Los estudios analizados respondieron a la definición de las autoras Linley y
Joseph en el 2004 acerca de la aplicación de la Psicología Positiva la cual consiste en
la aplicación de investigaciones de la Psicología Positiva para facilitar el
funcionamiento óptimo de las individuos. Concurrentemente, los hallazgos
concuerdan con los postulados de la Psicología Positiva propuesto por Seligman
Martin (2002) vinculados con el desarrollo y refuerzo de las seis virtudes universales
denominadas: sabiduría, valor, humanidad, justicia, templanza y trascendencia que a
su vez, están dirigidas al desarrollo de 24 fortalezas mediante una serie de
intervenciones. Según Martínez Martínez (2006) estas fortalezas constituyen el
principio fundamental de la condición humana para lograr la armonía y congruencia
con ellas representa una vida psicológicamente óptima.
87
Los hallazgos concuerdan con la teoría postulada por Fredickson (2000),
conocida como Ampliación y Construcción de las Emociones Positivas la cual postula
que experimentar emociones positivas construye recursos personales, duraderos en la
vida de las personas para superar experiencias negativas que a su vez, contribuyen al
logro de una vida buena y placentera. También los hallazgos respaldan lo postulado
por la Psicología Positiva acerca de la importancia y el efecto positivo de trabajar con
estrategias que puedan promover un funcionamiento óptimo a lo largo de la vida de
los seres humanos, así como trabajar para la prevención y el tratamiento de
condiciones psicológicas.
Las estrategias utilizadas en los estudios comprendieron cinco de las seis
virtudes incluyendo en estas once fortalezas y recursos personales (gratitud, la
espiritualidad, el humor, el optimismo, la meditación, la esperanza, el perdón, la
autorregulación, el amor, el mindfulness, la vitalidad y la empatía). Aunque estas
fortalezas se consideran emociones positivas, se identificaron además, emociones
positivas relacionadas a características de resiliencia, autoestima positiva, calidad de
vida, destrezas sociales, bienestar psicológico, capacidad de solucionar problemas,
afrontamiento positivo, sentido de competencia, autonomía, apoyo social y
recreación. Todos estos demostraron ser eficaces en el tratamiento y la prevención de
las condiciones tratadas, destacándose las estrategias asociadas a la virtud de la
trascendencia con la aplicación de las fortalezas de la espiritualidad, esperanza,
humor, y gratitud.
Fredickson (2001) establece que experimentar emociones positivas amplia un
repertorio de recursos intelectuales, físicos y sociales que permiten acrecentar nuevas
reservas a las cuales el ser humano puede recurrir de presentársele alguna amenaza o
una oportunidad. El análisis de los hallazgos de este estudio favoreció al rasgo de la
88
resiliencia como recurso psicológico más presente en las condiciones tratadas. Esto
confirma lo postulado por Grotberg en el 2006 cuando define el concepto como
“… la capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida,
aprender de ellas, superarlas e inclusive, ser trasformadas por éstas” (p.18). De modo
que, los resultados responden a la pregunta de investigación por consiguiente, al
problema objeto de estudio en cuanto a que las emociones positivas ayudan a la
prevención y el tratamiento de las condiciones tratadas como la depresión, la
ansiedad, desordenes alimentarios, bienestar físico, agresividad, abuso de sustancias,
disfunción social y emociones negativas.
Conclusiones
Las conclusiones en la investigación corresponden al consenso que evidencian
lo hallazgos o resultados luego del análisis de los datos. Por cuanto, las conclusiones
producto del consenso investigativo de este estudio se presenta a continuación.
1. La aplicación de la Psicología Positiva ayuda a prevenir las condiciones
psicológicas tratadas tales como; la depresión, la ansiedad, desordenes alimentarios,
bienestar físico, agresividad, abuso de sustancias, disfunción social y emociones
negativas. Por cuanto, se confirma lo postulado por Seligman Martin (2000) acerca
de la importancia de promocionar la salud y el bienestar de las personas para prevenir
y tratar condiciones psicológicas y trastornos emocionales.
2. A través de este estudio se corrobora que la teoría postulada por el autor Seligman
Martin (2002) acerca de las Tres Vías de la felicidad y el estudio de las fortalezas y
virtudes humanas naturales han demostrado su valor científico toda vez que su
aplicación en la vida de las personas evidenciaron una adaptación exitosa en la
mayoría de las circunstancias de sus vidas.
89
3. La aplicación de la Psicología Positiva permite reforzar, realzar y fortalecer los
recursos intra e interpersonal para favorecer el desarrollo óptimo del ser humano,
grupos, organizaciones y sociedades. De esta forma su aplicación hace más fuerte y
productivas a las personas porque les dirige a lograr una vida plena, además de
fortalecer el potencial humano.
4. El estudio científico de las fortalezas y virtudes humanas (recursos psicológicos)
que postula la Psicología Positiva permite que el ser humano con mayor o menor
grado de condiciones psicológicas o condiciones emocionales afronte y supere
momentos de adversidad.
5. El modelo de Pensamiento-Acción de emociones desarrollado por Fredickson
(2000) en función de la salud y el bienestar demuestra que su aplicación permite el
desarrollo de recursos personales de todo tipo; desde físicos e intelectuales, sociales y
psicológicos. Por consiguiente, la experimentación de emociones positivas es un
factor importante en la buena adaptación de situaciones difíciles y crisis en la vida del
ser humano.
Recomendaciones
De igual forma que toda investigación se logra establecer las conclusiones, se
plantean una serie de recomendaciones.
Las recomendaciones representan sugerencias a ser realizadas en el futuro. Las
mismas son las siguientes:
1. Diseñar e implementar intervenciones utilizando como marco de referencia la
Psicología Positiva para el tratamiento de la salud mental y social.
2. Implantar en la enseñanza universitaria a nivel graduado y entre profesionales en el
campo de la salud la aplicación de la Psicología Positiva con el propósito de
90
promover un modelo de tratamiento fundamentado en destacar las emociones
positivas para ayudar a las personas con problemas de salud mental o condiciones
emocionales que les permita afrontar las situaciones difíciles, facilitar y potenciar el
disfrute de una vida mas saludable.
3. Desarrollar estudios científicos en Puerto Rico que permitan establecer la válidez y
confiabilidad de la aplicación de este nuevo paradigma como tratamiento.
4. Promover la enseñanza de la Psicología Positiva en los Programas universitarios
de Psicología mediante el desarrollo e implantación de currículos y/o adiestramientos
que capaciten al estudiante graduado en Psicología hacia adquisición de técnicas y
estrategias de tratamiento de acuerdo con los planteamientos de la Psicología Positiva
como parte de su preparación.
5. Promover la investigación, la enseñanza y aplicación de la Psicología Positiva a
otras áreas relacionadas con el comportamiento humano, con el mundo social y la
calidad de vida.
6. Promover la capacitación y reflexión entre los profesionales del campo de la salud
conducente a un cambio de paradigma de la psicología tradicional (modelo médico) al
paradigma del bienestar y prevención que se plantea a través de la Psicología Positiva.
7. Promover el que se incluya en la práctica profesional psicológica técnicas y
estrategias de la Psicología Positiva con el fin de realzar las fortalezas personales y no
las debilidades de la persona.
8. Publicar artículos acerca de los beneficios del desarrollo de recursos psicológicos
(fortalezas, virtudes personales y emociones positivas) en el ser humano según la
literatura científica de la Psicología Positiva para el afrontamiento de situaciones
difíciles y crisis en la vida del ser humano.
91
9. Promover el desarrollo de talleres de educación continua acerca de la aplicación de
la Psicología Positiva en el ámbito profesional del campo de la salud, así como
charlas a instituciones educativas y organizacionales para fomentar la conciencia
acerca de la importancia y los beneficios de estos aspectos en el bienestar del ser
humano a nivel psicológico, físico, educativo, social y laboral.
10. Desarrollar instrumentos confiables y útiles en la investigación para ayudar a
identificar los factores que fortalecen el bienestar emocional y psicológico de las
personas con el fin fomentar el desarrollo de estrategias y métodos para enfrentar
positivamente situaciones adversas en la vida de los seres humanos.
Limitaciones
Es menester indicar que en toda investigación existen limitaciones. En este
estudio, la mayor limitación fue la representatividad del número de estudios
seleccionados como muestra dado a que la misma sólo abarcó poblaciones de Estados
Unidos de Norteamérica, España y Puerto Rico y se excluyeron a otros países. A
estos efectos, se dificultó la generalización de los resultados a la población mundial.
Por otra parte, no se logró encontrar en la literatura revisada suficientes estudios en el
tema analizado en Puerto Rico que avalaran lo propuesto por el enfoque de la
Psicología Positiva directamente.
92
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