TEXTOS PARA LA DRAMATIZACIÓN DEL QUIJOTE ESCENA 2. AVENTURA DE LOS MOLINOS DE VIENTO (Basada en el capítulo VIII de la primera parte) PERSONAJES: – – – – narrador 1 narrador 2 Quijote Sancho NARRADOR 1. Así fue como Sancho se convirtió en escudero de Don Quijote que, tras proveerse de dinero, camisas y demás cosas que el ventero le había aconsejado, decidió emprender su segunda salida. NARRADOR 2. Iba Sancho Panza sobre su jumento como un patriarca, con sus alforjas y su bota, y con mucho deseo de verse ya gobernador de la ínsula que su amo le había prometido, cuando descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento de los que hay en aquellos campos. QUIJOTE. – La ventura nos favorece, porque, allí amigo Sancho Panza, se descubren treinta o más desaforados gigantes, con quienes pienso entrar en batalla y quitarles a todos la vida, que es un gran servicio a Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra. SANCHO. – ¿Qué gigantes? QUIJOTE. – Aquellos que allí ves, los de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas. TEXTOS PARA LA DRAMATIZACIÓN DEL QUIJOTE SANCHO. – Mire vuestra merced que aquellos no son gigantes, sino molinos y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas por el viento, hacen andar la piedra del molino. QUIJOTE. – Parece que no estás bien informado en esto de las aventuras, Sancho: ellos son gigantes y, si tienes miedo, quítate de ahí y ponte en oración, que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla. NARRADOR 1. Y diciendo esto espoleó a su caballo, sin atender a las voces que le daba su escudero, advirtiéndole que sin duda alguna eran molinos de viento y no gigantes, aquellos a los que iba a acometer. NARRADOR 2. Pero él iba tan convencido de que eran gigantes, que ni oía las voces de su escudero, ni se daba cuenta de lo que eran, aunque ya estaba cerca, sino que decía a grandes voces... QUIJOTE. – No huyáis, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete. NARRADOR 1. En eso estaban cundo se levantó un poco de viento y las grandes aspas comenzaron a moverse. Cuando don Quijote lo vio dijo... QUIJOTE. – Pues aunque mováis los brazos me lo habéis de pagar. TEXTOS PARA LA DRAMATIZACIÓN DEL QUIJOTE NARRADOR 2. Y diciendo esto, y encomendándose de todo corazón a su señora Dulcinea para que lo socorriese, arremetió a todo galope de Rocinante y embistió al primer molino que estaba delante. NARRADOR 1. Y dándole una lanzada en el aspa, el viento la volvió con tanta furia, que hizo la lanza pedazos, llevándose tras de sí al caballo y al caballero, que fue rodando muy maltrecho por el campo. SANCHO – ¡Válgame Dios! ¿No le dije yo que mirase bien lo que hacía, que no eran sino molinos de viento? QUIJOTE – Calla, amigo Sancho, que las cosas de la guerra cambian continuamente y , cuanto más lo pienso, más creo que ha sido el sabio Frestón quien ha convertido esos gigantes en molinos, para quitarme la gloria de vencerles. NARRADOR 2. Tras ayudarle Sancho a levantarse, volvió a subir a Rocinante y emprendieron el camino a Puerto Lápice.