La economía de Venezuela goza de buena salud Los recientes acuerdos económicos y productivos suscritos por los gobiernos de la República Popular China y la República Bolivariana de Venezuela, en el marco de una alianza estratégica, consolidan la envidiable solidez económica de esta nación suramericana. Los convenios, 12 en total, concebidos para impulsar la construcción de viviendas, el transporte público, la producción agrícola y la producción de poco más de 200 mil barriles diarios de petróleo, alcanzan un monto de 20 mil millones de dólares. Los nuevos acuerdos superan los establecidos con anterioridad y constituyen un espaldarazo a la salud económica de este país, que la semana pasada canceló los 111 mil 777 millones de dólares de su deuda externa, dando un mentís a la campaña de infundios y rumores desatada por sectores de la oposición, que trató de hacer ver que el país se encuentra en dificultades económicas y que para hacer ese pago debía acudir a ayuda externa. De ese monto 98. 142 millones de dólares correspondieron a deudas del sector público. La deuda externa venezolana recién cancelada es equivalente al 26% del Producto Interno Bruto ( toda la riqueza producida en el país), una cifra muy inferior a la que los técnicos y expertos económicos consideran aceptable: 60%. Esta deuda demando 3.200 millones de dólares para el pago de la amortización y su servicio, y representó 57% de las obligaciones totales del Estado, mientras que la deuda interna el restante 43%. La situación de Venezuela contrasta con la de otras economías, por ejemplo, la de los Estados Unidos, cuya deuda externa ronda los 16 billones de dólares y supera en casi un 20%de ese monto su Producto Interno bruto. En esta relación Deuda Externa-PIB, las hay todavía peores: Inglaterra, Alemania y Francia tienen deudas externas que prácticamente duplican sus respectivos productos internos brutos. Venezuela ni siquiera figura en la lista del Banco Mundial, que registra a los 68 países con las deudas externas más elevadas y que, por supuesto, encabeza Estados Unidos. Nuestro país mantiene, además, un nivel promedio de reservas internacionales cercano a los 22 mil millones de dólares, lo cual desmiente los supuestos problemas de liquidez denunciados por la oposición. A despecho de lo que ha querido hacer creer la derecha opositora, la economía venezolana goza de buena salud. En primer lugar, está orientada estratégicamente a revertir la condición de economía rentista, de economía dependiente de la renta petrolera sin respaldo industrial productivo, situación a la que fue conducida por una burguesía sin audacia ni interés nacional y los gobiernos liberales que antecedieron a la Revolución Bolivariana. En segundo lugar, maneja soberanamente la producción petrolera nacional y los recursos que de ella derivan, favoreciendo al pueblo. Así, el Estado venezolano ha invertido el 62,5% de los ingresos obtenidos en los últimos 14 años, en programas sociales ( 25,5% más que los gobiernos de la IV República). Cerca de 600 mil millones de dólares que antes se llevaban la burguesía nacional y las transnacionales petroleras. El país ha abierto un nuevo marco de relaciones internacionales en la línea de construir un mundo multipolar, que le ha permitido establecer acuerdos estratégicos de desarrollo con potencias como China y Rusia, en ámbitos tales como: defensa, agricultura, producción petrolera, transporte, viviendas y desarrollo industrial. Esto, para sólo citar el caso de China, ha significado una inversión en el país de más de 30 mil millones de dólares en los últimos 7 años. Esta línea de desarrollo económico del Gobierno bolivariano, ha significado la creación de 4 millones 170 mil nuevos empleos. El liderazgo de la ocupación informal heredada de la IV República ha sido revertido y ahora se sitúa en el 40,5%, mientras la economía formal emplea el 59,5% de la población ocupada Por esta, entre otras razones, el desempleo se ha mentido en el umbral del 8%, a pesar de los procesos recesivos que han afectado la economía nacional: el sabotaje petrolero asociado al golpe de Estado de los años 2002 y 2003, y la crisis de la economía capitalista iniciada a fines de 2008, cuyos efectos sobre los precios del petróleo se hicieron sentir. Es cierto que el país se registra un inflación que sigue siendo alta, pero aún así, es 23% más baja que la registrada en los gobiernos que antecedieron a Chávez, ha dicho el presidente del Instituto Nacional de Estadística, Elías Eljury La garantía de la actividad y del crecimiento económico es , sin duda alguna, la reserva petrolera: 297.700 millones de barriles de crudo, cuyo precio , en los últimos años, se ha mantenido sobre el umbral de los 100 dólares. Hace casi exactamente un año, El Centro para la Investigación Económica y Política (CEPR, siglas en inglés), con asiento en la ciudad de Washington, afirmó que “el crecimiento actual de la economía venezolana “ es sostenible y podría continuar al ritmo actual, o a uno mayor, durante muchos años más”. La conclusión es el resultado de un estudio titulado: ¿“Es sostenible la recuperación económica de Venezuela”?, publicado en septiembre de 2012 y elaborado por los economistas Mark Weisbrot, cofundador de la institución, y Jake Johnston. En principio, el documento, de 35 páginas, señala que en los últimos 13 años el debate sobre la economía en Venezuela “ asumió o concluyó” que ésta se encaminaba hacia algún tipo de colapso, pero demuestra que a lo largo de todo este tiempo tales presagios estaban errados. Apunta que en ese tiempo, Venezuela ha sufrido dos procesos recesivos en su economía y asienta que en los primeros 4 años de Gobierno del presidente Chávez, cuando el Gobierno no tenía el control de la industria petrolera, “ si hubo de hecho un alto grado de inestabilidad económica”. El primero de estos dos procesos recesivos fue el Golpe de Estado de abril de 2002 y el paro petrolero registrado entre diciembre de 2002 y febrero de 2003, que se tradujo en una pérdida del 29% del PIB y causó una grave recesión. “Las predicciones de los analistas y del FMI- dice el estudio-apuntaban a un futuro grave y a una recuperación lenta y difícil. “En repetidas veces, los pronósticos del Fondo Monetario Internacional subestimaron el crecimiento del PIB, con un gigantesco error de 10,6, 6,8 y 5,8 puntos porcentuales para los años entre 2004 y 2006. En realidad-agrega-la recuperación fue bastante rápida y la economía creció a un ritmo récord durante los cinco años posteriores, con un incremento del PIB de casi el doble, entre el final de la huelga petrolera ( primer trimestre de 2003) y el cuarto trimestre de 2008.” El segundo proceso recesivo identificado fue el provocado por la caída de los precios del petróleo, en un 50%, a partir del cuarto trimestre de 2008, pasando de 118 a 58 dólares por barril. “Con el colapso de los precios del petróleo en el cuarto trimestre de 2008-dice el estudio-muchos analistas concluyeron que el día del juicio final para Venezuela, había llegado finalmente”. Señala que el comienzo de ese proceso se dio en el primer trimestre de 2009 y los pronósticos negativos se mantuvieron hasta mucho después del comienzo de la recuperación, cinco meses después, durante el segundo trimestre de 2010. “En 2011-explican los autores-, la economía venezolana desafió a la mayoría de los pronósticos al registrar un crecimiento de 4,2%, el cual, para el primer trimestre de 2012 es de un 5,6 por ciento” En este trabajo -dicen los autores- analizamos los datos económicos disponibles para determinar, si existe la posibilidad de que la recuperación económica de Venezuela pueda ser sostenida o ,incluso, acelerada”. “Concluimos, que el crecimiento económico actual de Venezuela es sostenible y podría continuar al ritmo actual, o a uno mayor, durante muchos años más”, subrayan Wisbrot y Jonston. Powered by TCPDF (www.tcpdf.org)