lazarillo prologo y tratado primero

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La vida de
Lazarillo de
Tormes, y de sus
fortunas y
adversidades.
Autor: Anónimo
Resumen de tratados
Prólogo
Tratado Primero :
Cuenta Lázaro su vida y cuyo hijo fue
Tratado Segundo:
Cómo Lázaro se asentó con un clérigo, y de las cosas que con él pasó
Tratado Tercero:
Cómo Lázaro se asentó con un escudero y de lo que le acaeció con él
Tratado Cuarto:
Cómo Lázaro se asentó con un fraile de la Merced y de lo que le acaeció con él
Tratado Quinto:
Cómo Lázaro se asentó con un buldero, y de las cosas que con él pasó
Tratado Sexto:
Cómo Lázaro se asentó con un capellán, y lo que con él pasó
Tratado Séptimo:
Cómo Lázaro se asentó con un alguacil, y lo que le acaeció con él
PRÓLOGO:
Prólogo
• Empieza con un Prólogo breve en el que con un estilo
un tanto pedante, con citas de clásicos, dice el narrador
protagonista a Vuestra merced que le va a contar el
“caso” tal y como se supone que éste se lo ha pedido.
• Afirma el personaje que para ser correctamente
entendido, va a contar el caso desde el principio.
• No se sabe aún a qué se refiere o qué quiere decir eso
del “caso”. En todo caso, y valga la repetición, Lázaro,
que es un hombre adulto en el Prólogo, retrocede en el
tiempo- o lo que es lo mismo, hace un “flash back”,
como se dice en cine- y empieza a contar su vida desde
el principio, desde su nacimiento en el molino del río
Tormes hasta el momento en el que escribe, cuando ya
es un hombre bien situado, casado y “cornudo” (esto no
se lo pongas; di que es un hombre sin honra).
Prólogo
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En el prólogo pueden encontrarse dos ideas principales:
Una dirigida a todos los lectores y otra especialmente
dedicada a Vuestra Merced.
En la primera parte encontramos el motivo de por qué
está escribiendo esto; es decir, para dar noticia y evitar
que estas cosas nunca oídas ni vistas caigan en el
olvido.
Luego explica a Vuestra Merced por qué ha de relatar
su vida desde el principio diciéndole que esto es
necesario para que pueda entenderse bien la respuesta
a su pregunta.
Lázaro explica su vida desde el principio porque lo
considera propio para el buen entendimiento del
problema; es decir, cree que Vuestra Merced
comprenderá mejor lo que el Lazarillo está dando por
respuesta si conoce su vida desde el principio
Prólogo
•
En el prólogo el personaje se compara con un soldado
raso que se dirige al frente de combate dispuesto a dar su
vida. O sea, Lázaro considera que su labor de ascenso
tiene tanto mérito como la del soldado y por eso merece la
pena que se cuente desde el principio y que el mundo la
conozca.
•
Con la frase final del prólogo ("Y pues Vuestra Merced
escribe se le escriba y relate el caso(...), parescióme
tomalle del principio (...) porque consideren los que
heredaron nobles estados cuán poco se les debe, pues
Fortuna fue con ellos parcial, y cuánto más hicieron los
que, siéndoles contraria, con fuerza y maña remando,
salieron a buen puerto.") el protagonista intenta realzar la
labor de aquellos que ascienden por mérito personal y no
por herencia ya que estos luchan contra la supuesta
voluntad de la Fortuna. Lázaro cree que a pesar de no
tener honra, como es su caso, siempre es mejor su labor
que las riquezas heredadas.
Tratado Primero:
Cuenta Lázaro su vida
y cuyo hijo fue
Tratado Primero
•
Lázaro de Tormes es hijo de Tomé González (molinero) y
Antona Pérez. Ambos naturales de Tejares, aldea de
Salamanca.
•
Su nacimiento fue dentro del río Tormes, debido a que
el parto de su madre aconteció allí una noche mientras
su padre trabajaba en un molino en las cercanías del río
Tormes.
Tratado Primero
•
Cuando Lázaro tenía 8 años, su padre Tomé fue acusado
de robar harina de los costales. Por esta causa fue
echado de su tierra natal y fue a trabajar como cuidador
de los caballos de un moro (musulmán). Allí estuvo
hasta su muerte.
•
Antona se mudó a la ciudad y allí se dedicó a cocinar y
lavar ropa a estudiantes y mozos del Comendador de la
Magdalena.
Tratado Primero
•
Siendo viuda, Antona entró en amores con un hombre
negro, llamdo Zaide, con quien tuvo un hijo también
negro.
•
Cuenta Lázaro que su hermanito al ver a su madre y a
Lázaro ,blancos y a Zaide negro, huía de él con miedo.
Tratado Primero
•
Viendo esta situación, Lázaro pensó para dentro de si:
« ¡Cuántos debe de haber en el mundo que huyen de
otros, porque no se ven a sí mismos. »
•
•
El mayordomo (administrador del Comendador)
descubrió que Zaide había estado robando de todo lo
que podía para mantener a Antona y sus hijos.
Zaide fue azotado cien veces y luego untado de tocino
derretido en las heridas. (pena común en aquella
época).
Tratado Primero
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•
•
Antona recibió también castigo de cien latigazos y la
prohibición de entrar a casa del Comendador o que
recibiese a Zaide en la suya.
Para no quedar en desdicha, Antona terminó
trabajando en una posada (mesón de La Solana) y allí
pasó mil importunidades terminando de criar al niño de
Zaide y hasta que Lázaro se convirtió en un joven.
Allí conocieron a un ciego que pidió a Lázaro como guía
en su camino. La madre de Lázaro aceptó que este
sirviera al anciano y se lo encomendó. El ciego promete
cuidar de Lázaro como si fuera un hijo.
Pasado algún breve tiempo, el ciego decide marcharse
de la ciudad de Salamanca, ya que no había logrado
hallar alguna ganancia monetaria en sus gestiones.
Tratado Primero
•
•
Lázaro la noticia de su partida a su madre y ella lo
despide de manera emotiva sabiendo que era tiempo
de que Lázaro aprendiera a vivir por sus medios.
Saliendo de la ciudad, el ciego pide a Lázaro que preste
especial atención a una figura de piedra (verraco:
http://es.wikipedia.org/wiki/Verraco_de_piedra) que
estaba en la cercanía del puente:
Tratado Primero
•
Ya cerca del animal, el anciano dijo: « Lázaro, llega el
oído a este toro y oirás un gran rugido dentro de él. »
•
Cuando el anciano supuso que Lázaro se encontraba
cerca de la escultura de piedra, golpeó la cabeza del
muchacho contra la piedra con toda su fuerza y dijo:
« Necio, aprende, que el mozo del ciego un punto ha de
saber más que el diablo. »
Tratado Primero
•
•
En este sentido, Lázaro
abandonó la inocencia de la
niñez, considerando al ciego
como quién le dio « la vida » al
enseñarle a como sobrevivir en
la « carrera de la vida ».
Cuenta Lázaro que el ciego era
un hombre muy listo : rezaba de
forma emotiva, daba
pronósticos a las preñadas y
remedios naturales para casi
cualquier enfermedad. Era
respetado y seguido por
muchos, principalmente las
mujeres que pagaban por el
buen aviso del ciego.
Tratado Primero
•
•
•
A pesar de que el ciego « ganaba en un mes, lo que cien
ciegos en un año », este era bastante mezquino con
Lázaro. Lo alimentaba poco y lo trataba cada vez peor.
Sirviéndose de la habilidades que aprendió con el ciego,
Lázaro hacia todo tipo de trampas para poder
alimentarse.
Cuenta Lázaro que el ciego tenía un fardel (saco)
cerrado con llave, en que guardaba los alimentos. De allí
daba algunos trozos de pan a Lázaro y volvía a cerrarlo.
Tratado Primero
•
Aprovechando la distracción del ciego, Lázaro descocía
el fondo del fardel, sacaba pequeñas cantidades de
comida, para que el ciego no se diera cuenta del robo, y
luego volvía a coser el saco para dejarlo como antes.
•
También aprovechaba Lázaro los donativos que daban al
ciego por sus trabajos. Al recibir las monedas, Lázaro
escondía algunas en su boca y entregaba el resto al
ciego.
Tratado Primero
•
•
Lázaro cuenta sobre su gusto por el vino y cómo
engañaba al ciego para robar sorbos de la jarra que el
anciano tenía en la mesa al momento de comer.
Primero, aprovechaba para dar sorbos a la jarra pero el
anciano se dio cuenta y optó por mantenerla sujetada
del asa. Luego, Lázaro ingenió una especie de pajilla
(popote o sorbeto) por la que sorbía el vino.
Tratado Primero
•
Pero el anciano también sospechó la trampa del chico y
tomaba la jarra, colocándola entre sus piernas y tapándola
con la mano. Viendo Lázaro que era muy complicado robar el
vino, tuvo la idea de hacer un pequeño agujero al fondo de la
jarra que luego tapó con un poco de cera.
•
El propósito era esperar que la fogata derritiera la cera y el
agujero quedara libre para comenzar a gotear. De esta forma
Lázaro acercaba su cabeza a las piernas del ciego y robaba
gota a gota el vino del ciego.
Tratado Primero
•
La genial idea duró poco tiempo a Lázaro. Cierto día, el
anciano esperó a que Lázaro se acercara a sus piernas
para sober el vino de la jarra, cuando aprovechó el
descuido del muchacho para lanzarle la jarra a la cara.
•
Lázaro terminó con la cara cortada y sin varios dientes.
Durante largo tiempo, sintió coraje por el cruel acto del
anciano y comenzó su mala voluntad hacia él.
Tratado Primero
•
El ciego también se convirtió en una persona vil con
Lázaro y con frecuencia lo golpeaba y halaba del
cabello. Contaba a todos los que conocía sobre Lázaro y
el episodio del vino; todas las personas que le
escuchaban reían y le aconsejaban golpear al muchacho
para educarlo.
•
Como desquite hacia el ciego, Lázaro lo llevaba por los
caminos más dañados, cosa que el ciego notaba y por la
cual golpeaba al muchacho hasta dejarle moretones.
Tratado Primero
•
•
Otro día, el anciano recibió de limosna un racimo de
uvas. Al ver que estaban demasiado maduras y no podía
llevarlas en el fardel, el anciano acordó con Lázaro hacer
un banquete y compartirlas a la mitad con él.
El trato era que el anciano y Lázaro comerían las uvas de
una a una, hasta que el ramillete estuviera vacío.
Tratado Primero
•
Al comienzo el ciego cumplió lo prometido y comenzó a
comerlas de una en una…pero luego, cambió de idea y
comenzó a comerlas de dos en dos. Viendo esto Lázaro,
decidió ser más listo que el ciego y comenzó a comerlas
de tres en tres…hasta que terminaron todo el ramillete.
•
El anciano se quedo con el escobajo en la mano
pensando y luego dijo: « Lázaro, me has engañado. Juro
a Dios que tú has comido las uvas de tres en tres. »
Tratado Primero
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Lázaro negó la acusación, pero sintió curiosidad por
saber como el ciego lo había notado.
El ciego aclaró diciendo: « ¿Sabes porqué veo que
comiste las uvas de tres en tres? En que cuando yo las
comía de dos en dos, tú no decías nada. »
De esta forma, Lázaro aprendió que el silencio ante la
trampa, delataba la suya.
Entonces descubrió Lázaro la sutileza de aquella lección.
Lázaro cuenta sobre el día que engañó al ciego por una
longaniza que estaba asando al fuego. Resulta ser que,
siendo tentado por el olor de la longaniza que asaba el
anciano, Lázaro decide cambiarla por un nabo pequeño
y largo que había cerca del fuego.
En el momento en que el anciano buscaba el dinero
para que Lázaro comprara el vino, Lázaro hizo el cambio.
Tratado Primero
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Se fue Lázaro en busca del vino y el anciano se quedó
moviendo la longaniza, confiado en que allí estaba. Al
regresar el muchacho, ya el anciano tenía la longaniza
colocada entre el pan y justo dispuesto a darle un
mordizco.
Al encontrarse el sabor y dureza del nabo, el anciano
comenzó a pelear y acusar a Lázaro. El muchacho
enseguida negó alegando que se encontraba fuera
buscando el vino.
El anciano haló del pelo a Lázaro y acercó su larga y
puntiaguda nariz a la boca del muchacho. Tanto se
acercó que su nariz tocó la parte interior de la boca de
Lázaro y lo hizo vomitar la longaniza.
El anciano entonces supo quién había sido el ladrón de
la longaniza. Sucio y asqueado, tuvo que ser lavado con
vino por los amigos cercanos.
Tratado Primero
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El ciego dio gran castigo a Lázaro y los vecinos tuvieron
que ir a la casa a evitar que no lo matara a golpes.
Después de ocurrido el suceso, el anciano no se
cansaba de contar en el mesón todas las malas acciones
que había realizado el muchacho. Todos reían, menos
Lázaro que era lavado en sus heridas con vino.
Tratado Primero
•
Viendo toda su desventura, Lázaro decide abandonar al
ciego. Pero antes, era necesario desquitarse todo el
coraje que tenía guardado contra el ciego.
•
En un día repleto de una lluvia torrencial, se
encontraban Lázaro y el ciego pidiendo limosna en la
villa. Como había llovido durante la noche anterior y los
caminos aún se encontraban inundados, Lázaro decidió
mentirle al anciano y decirle que estaban en las
cercanías del río y que era necesario encontrar un paso
más angosto para cruzarlo.
Tratado Primero
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Confiando el anciano en la buena idea del muchacho, le
pidió que lo condujera al paso más estrecho y le avisara
cuando podía saltar.
Lázaro en realidad se encontraba en medio de la villa,
ante un gran poste de piedra que adornaba la plaza.
Hizo la falsa de haber cruzado el río y pidió al anciano
que tomara impulso para que también lo cruzara.
Confiado de sobra el anciano, caminó hacia atrás para
coger impulso y cruzar el cuerpo de agua. Con todas sus
fuerzas el anciano saltó hacia el frente. ¡Qué gran golpe
dio su cabeza contra el poste!
El anciano cayó de espaldas en un tremendo rebote,
con la cabeza partida y sangrando. Aprovechó Lázaro
para expresar su desquite: « ¿Cómo oliste la longaniza y
no el poste? Olé, olé ».
Tratado Primero
•
Y se marchó Lázaro, dejando el anciano ante un grupo
de gente que se había acercado para ayudarlo. Nunca
supo Lázaro sobre la suerte del anciano o que había
sucedido inmediatamente después del golpetazo.
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