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Premios a la exportación
Buenos días.
Quiero en primer lugar felicitar a las empresas
galardonadas en estos premios a la exportación y ponerlas
como ejemplo a seguir. Exportar es, sin lugar a dudas, la
mejor medicina contra la crisis. En las últimas décadas, han
producido una serie de hechos que han transformado el
entorno económico internacional y han generado nuevas
oportunidades para las empresas en los mercados
exteriores. La importante integración e interdependencia de
las economías nacionales, la tendencia a la
homogeneización de la población mundial, la caída de
importantes barreras comerciales y las mejoras en las
tecnologías nos han llevado a la globalización. La
globalización plantea también nuevos retos a las empresas.
La presencia creciente de empresas extranjeras en los
mercados locales significa una mayor competencia en
precios y una obligación para mejorar la calidad de sus
productos. Ahora, queramos o no, la globalización nos
atrapa. No podemos quedarnos al margen, no podemos
decir que no queremos jugar a este juego. Si nosotros no
exportamos, o no mejoramos el producto respecto al de los
competidores extranjeros, nos borrarán del mapa.
La economía gerundense inició en los años 90 un proceso
de apertura al exterior sin precedentes, como reacción a los
efectos de la globalización, aunque la demanda interna ha
sido el motor del crecimiento, en el que ha jugado un papel
preponderante el sector de la construcción.
En los últimos 10 años, el valor de las exportaciones
gerundenses en euros corrientes ha casi duplicado,
superando ya los 3.000 millones de euros anuales.
La expansión internacional de Girona está muy
condicionada por la estructura empresarial. Hace pocos
días, la vicepresidenta segunda y ministra de Economía y
Hacienda, Elena Salgado, decía en el foro "Dirigir y abrirse
al mundo" de Girona que en España hay demasiadas
empresas pequeñas. La empresa gerundense es de
pequeña dimensión, ciertamente. El 99,9% son pymes
(menos de 200 trabajadores) y el 50% de las empresas no
tienen trabajadores asalariados. Pero me parece que
tenemos muy claro que esto no es un obstáculo a la
exportación. En Girona tenemos unas 2.600 empresas que
exportan, si bien sólo un 38% de ellas lo hacen de forma
regular. Si tenemos en cuenta que sólo 600 empresas
concentran el 90% de las exportaciones, es evidente que
queda camino por recorrer.
A pesar de la actual situación de la economía, los datos
provisionales indican que durante los nueve primeros
meses del año las exportaciones de Girona han crecido un
12,57% (y las importaciones un 17,57%)
Si nos fijamos por áreas geográficas es significativa la
recuperación de las exportaciones en la zona Euro
+11,30% (principal área de exportación), si bien el mayor
crecimiento se produce en el resto de Europa (+ 12,40%) y
particularmente a los países no comunitarios (+30,61%). En
cuanto al resto del mundo destaca el crecimiento en
América Latina (+20,01%) y Oceanía (+ 46,09%)
En cuanto a los sectores de actividad, de las 29 primeras
partidas exportadas por Girona, 26 presentan una
evolución al alza (si lo comparamos con el mismo periodo
del año 2009) y sólo 3 reducen sus ventas al exterior.
Destacan por su importancia las referidas a: Hilados y
cables de cobre (+122,84%), Máquinas y aparatos de
impresión gráfica (+51,88%), Filamentos sintéticos
(+34,42%), Productos farmacéuticos y veterinarios
(+30,16%), Extractos de café (+20,48%), Transformados
cárnicos (+15,76%) y Papel (+15,74%)
Las empresas a menudo comienzan a exportar por
necesidad: a veces el mercado interior está saturado, no
crece y se ha quedado pequeño, a veces se da cuenta que
ha aumentado la competencia en el mercado nacional o la
empresa tiene un exceso de stocks.
Pero también se puede exportar porque aparece una
oportunidad, como por ejemplo la aparición de clientes
extranjeros que demandan nuestro producto.
Pero seguramente siempre es mejor empezar a exportar
por una visión estratégica: cuando vemos claro que es una
manera de ganar dimensión y capacidad para competir.
Ahora bien, antes de decidirse a exportar, hay que superar
algunas barreras: a menudo, hay dudas sobre la situación
política y económica del país de destino, a veces no
tenemos un equipo suficiente capacidad (el conocimiento
de idiomas es todavía muy reducido en nuestra casa), los
bancos no ofrecen todo la financiación necesaria o,
sencillamente, hay demasiados conformismo.
De hecho, la internacionalización no se improvisa de hoy
para mañana. Requiere un periodo de reflexión, de
adaptación y de definición de las estrategias más
adecuadas a los objetivos deseados. Por esta razón y
especialmente ahora que la salida a nuevos mercados se
convierte en una prioridad y en muchos casos una
necesidad urgente, desde la Cámara damos una
importancia especial a los programas destinados a
acompañar a las nuevas empresas exportadoras en su fase
inicial de apertura exterior.
Así, la Cámara pone a disposición de sus empresas un
servicio de asesoramiento cualificado y provee de
información específica para ayudar a tomar las decisiones
adecuadas en las diferentes fases del proceso de
internacionalización.
La Cámara también participa activamente en la
prospección de los mercados exteriores. Ofrece un amplio
abanico de programas que proporcionan apoyo técnico y
económico a los proyectos de expansión internacional de
sus empresas.
La coordinación entre instituciones y la puesta en valor de
este importante potencial de recursos técnicos y
económicos es vital para asegurar la competitividad
internacional de nuestras empresas y garantizar la
pervivencia y el crecimiento de nuestro tejido industrial y de
servicios.
Creemos que hay más apoyo institucional a la exportación.
Para promocionar la internacionalización de las Pymes
necesitan políticas públicas que incidan más en programas
personalizados que no actuaciones generales e
indiscriminadas. Y sobre todo, que estén bien dotadas
económicamente. Las políticas gubernamentales no deben
limitarse sólo a motivar la actividad exportadora, sino que
deben centrarse también en operaciones de importación de
bienes, capital o tecnología.
La Cámara es consciente de las necesidades de formación
y profesionalización que implica la puesta en marcha de
estrategias de crecimiento como la internacionalización.
Por ello, desde la Cámara se organizan cursos y
seminarios que responden a la demanda de aquellas
personas que deben asumir responsabilidades en
cualquiera de las áreas de gestión de los departamentos de
comercio exterior de las empresas.
La internacionalización es también un proceso que implica
un cambio cultural, tener apoyo público y, sobre todo,
seguir una estrategia.
La mayoría de los exportadores sabemos que no hay
recetas mágicas para internacionalizar la actividad
empresarial, ni fórmulas generalistas que garanticen el
éxito en los mercados internacionales. En el último término,
el éxito o fracaso siempre dependerá de la propia empresa
y de su capacidad para detectar y planificar oportunidades
de negocio internacional.
Para acabar, sólo quiero repetir una vez más que la
empresa no está sola. La Cámara está al lado de las
empresas y les ofrece toda una serie de servicios que
facilitan el proceso de internacionalización. Supongo que la
mayoría de los galardonados hoy estarán de acuerdo en
que, en esto de la exportación, lo más difícil es empezar.
Desde la Cámara les animamos a intentarlo, a buscar
nuevas oportunidades más allá de nuestras fronteras. Y
como dice la publicidad de un nuevo diario en catalán que
ha salido al mercado hace pocos días: cal ir a buscar el
futuro. Todos los premiados son empresarios y
empresarias que no han querido esperar a que los futuro
los venga a buscar, sino que han salido a encontrarlo.
Muchas felicidades y muchas gracias
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