UM-Tesauro VIII (43) 1 El ritmo circadiano: La Retina (Parte III) La Sabia Evolución: La Teoría falaz de la Evolución sin sentido a través de la Selección Natural al azar Como hemos leído en la edición número 42 del Tesauro, el mosaico de fotorreceptores de la retina de los vertebrados (´bastones y conos´) utilizado para la visión convencional transluce la energía de la luz en forma de fotones en la actividad neuronal y finalmente en forma de potenciales de acción. Además, la retina contiene ´células ganglionares especializadas´ que son fotosensibles y se proyectan directamente mediante el tracto retinohipotalámico al núcleo supraquiasmático (NSQ) en el hipotálamo anterior: el reloj maestro. Estas células son sensibles para reflejar el mundo exterior. El nombre supraquiasmático responde a su posición exactamente por encima del quiasma óptico. El ritmo inexorable de luz y oscuridad, día y noche, del movimiento de la Tierra alrededor del Sol de aproximadamente 24 horas determina una adaptación fundamental de todo organismo vivo (desde las bacterias hasta el ser humano) —los ritmos circadianos. La palabra ´circadiano´ proviene del latín circa— aproximadamente—y diem—día, y representa una respuesta pasiva eterna al ciclo solar día/noche. Por ende, los ritmos circadianos son una adaptación fundamental de todos los organismos vivos. El ciclo circadiano no sólo proporciona la organización diaria de la conducta de los humanos, sino que también regula aspectos de la función reproductiva de los animales que se reproducen estacionalmente. Desde el punto de vista histórico se reconoció al Ritmo Circadiano en la medicina china tradicional. El Huangdi Neijing compilado para el siglo II a.C. durante la Dinastía Hans (202-200 a.C.) observó los síntomas, comportamiento, reacciones de gente que padecía diferentes enfermedades durante el ciclo noche/día. Los chinos utilizaban aun el ritmo circadiano para la administración diaria de medicamentos1. Increíblemente, recién en la década de 1960 se reconocieron en la medicina occidental moderna enfermedades que seguían un ritmo circadiano. El autor de este artículo, durante un largo período de 23 años (1973-1996) como consultor oficial para el Gobierno Chino Figura 1: Premier Chu-En-lai y Domingo Liotta, Beijing (8 de noviembre de 1973). ´Un encuentro histórico´, según lo publicado en el Ren Min, periódico oficial chino, en su edición del 11 de noviembre de ese año. Figura 2a – El Dr. Liotta en el Instituto de Cirugía Cardiovascular de Guangchow (1978) fundamentalmente para la capacitación de profesionales en la disciplina de la cirugía cardiovascular en su servicio del Hospital Italiano de Buenos Aires, y en suelo chino también, estuvo muy interesado en aprender acerca del ritmo circadiano en la Medicina Tradicional, incluyendo la medicina herbal (naturista) y acupuntura y moxibustión2 (páginas 264-281).. UM-Tesauro VIII (43) Figura 2b: “El doctor descalzo”. El Dr. Liotta y la Misión Argentina en una zona rural del Sur de China durante una visita al ´consultorio´ del Doctor Descalzo (1973) En los mamíferos el núcleo supraquiasmático es una pequeña estructura pareada localizada sobre el quiasma óptico en el hipotálamo anterior a cada lado en la región ventral del tercer ventrículo y tiene dos divisiones marcadas; la división dorsomedial del NSQ con pequeñas neuronas que poseen gruesas ramificaciones de las dendritas y la porción ventrolateral del NSQ con neuronas más grandes y ramificaciones dendríticas más extensas que van más allá del límite aparente del NSQ3 (páginas 1189-1206) . El NSQ es el oscilador circadiano dominante de los mamíferos y sus proyecciones eferentes se extienden ampliamente a otros núcleos del hipotálamo. En síntesis, hemos tomado conocimiento de que la luz (cambios en la luminosidad) es el estímulo prevalente para el ritmo circadiano y la principal vía de sincronización fótica es el tracto retinohipotalámico que transporta aproximadamente el 10% de los axones del nervio óptico originados en las células ganglionares de la retina y finaliza, como hemos visto, en el principal marcapasos circadiano: el NSQ. En el Tesauro 42 se ha señalado que en los mamíferos, además del 10% de los axones del nervio óptico que forman el tracto retinohipotalámico y finalizan en el NSQ, aproximadamente otro 10 % llega al colículo superior (el tectum óptico de los vertebrados no mamíferos); entonces, aproximadamente el 80% de los axones de la retina relevan en el núcleo geniculado lateral del tálamo. Por lo tanto, el NSQ representa al ´reloj maestro´ biológico primario en los mamíferos, “la llave de oro” y el ritmo circadiano eterno es 2 su marca, y está presente normalmente en los modelos de sueño y alimentación de los animales. El ciclo circadiano, como proceso endógeno –hereditario- genéticamente controlado —bajo la presión de la sabia evolución práctica— mantiene su propio ritmo en ausencia de señales externas y es constante en los mamíferos. Es importante en la regulación y coordinación de los procesos metabólicos internos, así como en la coordinación con el medioambiente, es decir, con el mundo exterior. Una observación temprana de la oscilación circadiana endógena, independientemente de los estímulos externos, fue realizada por el geólogo francés Jean-Jacques d´Ortous de Mairan en 1729. Observó que los patrones de 24 horas en el movimiento de las hojas de la planta Mimosa Pudica continuaban aún cuando las plantas se mantenían en constante oscuridad. El NSQ (el ‘reloj maestro’), como se señaló, es sensible a la duración del día y de la noche a partir directamente del estímulo de la retina, lo analiza y lo pasa también a la glándula pineal, para la secreción de la melatonina. Esta glándula endócrina localizada en el epitálamo es una parte del diencéfalo. El diencéfalo forma el núcleo central del cerebro con el tálamo como su más grande componente. Según se desprende de lo dicho en el Tesauro 42, la retina es un derivado del diencéfalo; por ende, el nervio óptico, el tracto retinohipotalámico y el sistema visual derivan del diencéfalo. La glándula pineal es embriológicamente una evaginación de la parte dorsal del diencéfalo, también; y la melatonina se sintetiza y secreta siguiendo un patrón circadiano. El hipotálamo tiene una influencia importante en los sistemas simpático y parasimpático que inervan las glándulas exócrinas y los vasos sanguíneos. Además, las células neurosecretoras del hipotálamo sintetizan hormonas que entran en el torrente sanguíneo. Algunas actúan sobre los riñones y otros órganos; otras tienen influencia en la producción hormonal del lóbulo anterior de la glándula pituitaria a través de su sistema portal de vasos sanguíneos. Algunas de las células neurosecretoras del hipotálamo contienen y secretan un polipéptido conocido como hormona liberadora de gonadotropina; migran a lo largo del nervio terminal e ingresan en el cerebro anterior. El nervio terminal es un minúsculo nervio craneal (a veces denominado UM-Tesauro VIII (43) par craneal cero) rostral a los nervios olfatorios 4 (página 10). Por ende, el NSQ produce una señal circadiana simple que es transportada a las áreas del cerebro anterior basal, del tálamo y del hipotálamo que regulan la función circadiana. En consecuencia, la información del momento del día según lo captado por los ojos viaja al ´reloj´ del NSQ y a través de este reloj puede sincronizarse en el resto del cuerpo. Esta es la forma en la cual el tiempo de, por ejemplo, sueño/vigilia, termorregulación, sed y apetito es controlado en forma coordinada por el reloj biológico. En realidad, el ritmo circadiano y la temperatura corporal, rasgos bien caracterizados de la fisiología de los mamíferos, son complejos y requieren del hipotálamo anterior y preóptico para integrar información acerca del ritmo circadiano y la homeostasis (se ampliarán estos conceptos en los Tesauros 44 y 45). A continuación se detallan algunos indicadores; por ejemplo, la temperatura promedio del adulto humano controlada por el NSQ alcanza su valor mínimo a las 4.30-5 de la mañana aproximadamente; la melatonina está ausente para el sistema durante el despertar, o indetectable; su aparición nocturna con luz tenue comienza aproximadamente a las 9 de la noche y la secreción de melatonina se detiene aproximadamente a las 7.30 de la mañana. Se puede medir esta hormona en la sangre o en la saliva y se la ha utilizado como indicador circadiano, también. Por otro lado, el cortisol – hidrocortisona- (glucocorticoides) producido por la zona fasciculada de las glándulas suprarrenales que está presente en la sangre sufre variación diurna, el nivel alcanza su mayor nivel temprano en la mañana (a las 8 aproximadamente) y alcanza su nivel más bajo aproximadamente de medianoche a las 4 de la mañana. Klerman y colaboradores descubrieron que los métodos que utilizan los datos de melatonina en plasma se pueden considerar más confiables que los métodos que utilizan temperatura corporal interna o datos de Cortisol como indicadores del ritmo circadiano en humanos5. Es útil recordar en la práctica médica que se registra la presión sanguínea alta aproximadamente a las 18:30. Alrededor de las 6:45 de la mañana se produce un brusco incremento de la presión sanguínea que se asocia con frecuencia a una arritmia cardiaca y 3 molestias respiratorias. Se observó que el tiempo del tratamiento médico en coordinación con el reloj corporal puede incrementar la eficacia y reducir la toxicidad de las drogas. La administración regular de inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina (enalapril) antes de dormir puede reducir la riesgosa elevación nocturna brusca de la presión sanguínea y también beneficiar la remodelación ventricular izquierda en pacientes adultos con patología cardiovascular 6. Además, un corto período de sueño durante el día, una siesta corta reparadora, no afecta a los ritmos circadianos normales y tiene un efecto definitivamente saludable, disminuyendo el stress y mejorando la productividad, especialmente en el caso de los adultos 7, 8. Una cuestión fundamental es cómo el reloj ´maestro´ circadiano del NSQ interactúa con el reloj de sueño No REM-REM de la formación reticular pontina. Se reconoce que el reloj circadiano (NSQ) fija el umbral del reloj del ciclo de sueño, pero mediante un mecanismo desconocido. Las neuronas serotoninérgicas del rafe en el puente son usualmente dependientes del NSQ; se activan en forma regular durante el despertar y lentamente durante el sueño de ondas lentas y no se activan durante el sueño REM (movimientos oculares rápidos) 9. Sin embargo, se ha demostrado que las neuronas serotoninérgicas del rafe del mesencéfalo inervan el núcleo del NSQ para modular su respuesta a la luz; la serotonina inhibe las respuestas del NSQ a la luz, por ejemplo modulando delicadamente todo exceso. Pero no se han demostrado otras conexiones entre el NSQ y el puente. Finalmente, la ´zona lateral´ del hipotálamo contiene fibras del haz medial del cerebro anterior, un tracto importante que conecta al hipotálamo con la formación reticular del tronco cerebral y el cerebro anterior límbico y también están presentes neuronas dispuestas en forma esparcida. Una cuestión importante para la investigación es un mejor entendimiento de la interacción de la formación reticular pontina y del reloj circadiano. Los dos estados fundamentales del sueño son ondas lentas (sueño no REM) y sueño REM. Aparentemente, el ritmo circadiano y los procesos homeostáticos del sueño no REM interactúan en parte en el área Preóptica Ventrolateral (APVL) y a su vez inhiben la activación histaminérgica del tálamo y la UM-Tesauro VIII (43) corteza cerebral por parte del núcleo tuberomamilar. El núcleo tuberomamilar contiene las únicas neuronas histaminérgicas del cerebro, que tienen axones ramificados y largos que se extienden en dirección caudal a la formación reticular del tronco cerebral y rostral al tálamo y la corteza cerebral. Estas neuronas están activas en el estado de vigilia e inactivas durante el sueño no REM. 4 Las posteriores investigaciones demostraron que durante el sueño No REM un pequeño núcleo en el área preóptica ventrolateral tiene neuronas que se proyectan principalmente al núcleo tuberomamilar del hipotálamo posterior, que contiene histamina que produce neuronas que se proyectan en forma extendida al tronco cerebral, tálamo y corteza cerebral. Retomaremos el estado del sueño en el Tesauro 44, dedicado a ´Dormir y Soñar´. Como hemos dicho, las ediciones de Tesauro tienen como propósito estimular la investigación en los estudiantes de medicina a través de la integración básica y clínica. El sueño No REM y REM en los humanos constituye un estado fascinante, y se tratará en el Tesauro 44, RetinaParte IV. Dr. Domingo S. LIOTTA Decano y Profesor Emérito de Anatomía Clínica Facultad de Medicina, Universidad de Morón, Morón, Buenos Aires, Argentina [email protected] Referencias Figura 3: Algunos núcleos en la zona medial del hipotálamo. Hacia fines de la Primera Guerra Mundial, una pandemia de influenza frecuentemente complicada con neumonitis viral, de excepcional severidad, mató aproximadamente a 20 millones de personas, aun más que los fallecidos durante las acciones bélicas; la enfermedad se denominó “fiebre española” en forma errónea. Le siguió una segunda epidemia de encefalitis, dando como resultado un estado similar al sueño de severa falta de respuesta a los estímulos. La patología de la encefalitis denominada Encefalitis Letárgica de Von Economo mostró lesiones en el hipotálamo posterior. Subsiguientes trabajos experimentales en animales mostraron que las lesiones en el hipotálamo posterior provocaban un estado similar parecido al sueño, en tanto que las lesiones en el área preóptica —hipotálamo anterior — suprimían el sueño en forma radical. Como consecuencia de estas observaciones, se avanzó en la idea de un centro del sueño en el hipotálamo posterior. 1- Lu Gwei-djen, 2002, Celestial Lancets, Psychology Press: 137-140, ISBN 978-0-7007-1458- 2. 2- Liotta D. Amazing Adventures of a Heart Surgeon iUniverse, New York, 2007. 3- Moore RY Circadian Timing in Fundamental Neuroscience, Edited by Zigmond MJ, Bloom FE, Landis, Roberts JL, Squire LR Academic Press, 1999. 4- Kiernan JA Barr’s ,The Human Nervous System, An anatomical viewpoint, Ninth Edition, Lippincoat Williams, 2009. 5- Klerman EB, Hayley B et al. 2002. Comparison of the variability of three markers of the human circadian pacemaker , J Biol Rhythms.17 (2): 181193. 6- Grote L, Mayer J. et al. 1994. Nocturnal hypertension and cardiovascular risk: consequences for diagnosis and treatment, J Cardiovasc Pharmacol, 24(2):S26-38. 7- Pilcher JJ, Michalowski KR et al. (2001) The prevalence of daytime napping and its relation to nighttime sleep, Behavioral Medicine 27 (2): 71-76. 8- Rolston E, Sandlin RJ et al. 2007 Power-napping: Effects in cognitive ability and stress level among college students. Liberty University, final program/paper 10.353. htm Retrieved 2008-11-11. 9- Shepherd GM. Neurobiology, Third Edition. Oxford University Press, 1994. ***