25 de octubre: Beata María Teresa Ferragud y sus cuatro hijas

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Prelatura de Ayaviri
25 de octubre: Beata María Teresa Ferragud y sus cuatro hijas, mártires
María Teresa Ferragud Roig nació en Algemesí, Valencia, España el 14 de enero de 1853. Mujer piadosa y sencilla, se
casó a los 19 años con Vicente Silverio Masiá; hombre bueno y piadoso también, con el que compartía la convicción de
forjar una familia fundada en los valores de la fe.
El Señor concedió al matrimonio Masiá Ferragud nueve hijos, a los que educaron con cariño y dedicación. Las
responsabilidades que implicaba atender y educar a su numerosa prole y a su esposo, no fueron obstáculo para que
María Teresa participara diariamente de la celebración de la Eucaristía, de la que se nutria para poder vivir el amor en su
vida familiar.
Fue devota también del Santísimo Sacramento, del Sagrado Corazón de Jesús, del rezo diario del Rosario; mujer
caritativa, ayudaba a los más necesitados a través de la Conferencia de San Vicente de Paul, la cuál llegó a presidir.
María Teresa entendió que la fe era para la vida y su vida era fundamentalmente ser esposa y madre. Con tal testimonio
de madre, cuatro de sus hijas decidieron consagrarse al Señor. Tres se hicieron clarisas capuchinas: Maria Jesus
(Maria Vincenta Masiá Ferragud), nacida en enero de 1882, Maria Verónica (Maria Joaquina Masiá Ferragud), nacida el
15 de junio de 1884, Maria Felicidad Masiá Ferragud, nacida el 29 agosto de 1890; y Josefa de la Purificación (Josefa
Ramona Masià Ferragud), nacida el 10 junio de 1897, decidió hacerse agustina descalza.
Al estallar la guerra civil española en los años 30 del siglo pasado, estalló también la salvaje persecución religiosa. En
toda España los templos y monasterios ardían y llegaban noticias de muchas religiosas asesinadas por los
revolucionarios. Las cuatro hijas de María Teresa regresaron a casa de su madre para proteger sus vidas y ella las acogió
con cariño, esforzándose para que en casa pudieran mantener lo más posible la vivencia de sus vocaciones.
Con un odio realmente brutal, los milicianos buscaban intensamente a todo aquel que fuera católico comprometido.
Enterados de que en casa de María Teresa se encontraban cuatro religiosas, las detuvieron junto con su madre que no
había querido separarse de ellas.
Pocos días después, el 25 de octubre de 1936, las cinco mujeres fueron llevadas a una zona llamada Cruz Abierta para
ser asesinadas. La madre en un acto heroico pidió ser la última en ser fusilada, pues quería sostener a las hijas que había
llevado en su vientre para que no flaquearan ahora que iban a nacer a la gloria. Cada una murió gritando “Viva
Cristo Rey” y perdonando a sus verdugos.
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Generado: 20 November, 2016, 06:43
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