Novela cuya historia trata sobre Olga, una anciana que, al

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Novela cuya historia trata sobre Olga, una anciana que, al
comprender que ya le queda poco tiempo de vida debido a su
enfermedad, decide abrir su corazón a través de una carta a su
nieta que está en Estados Unidos, para que logre entenderla
tras haber sostenido una vida de incomprensiones y peleas
entre las dos. “Esta carta se la tenía que haber escrito a tu
madre y en cambio te la he escrito a ti. Si no la hubiese
escrito, entonces sí que mi existencia habría sido
verdaderamente un fracaso”
Su vida ahora se limita a sus paseos de casa al jardín y del jardín a casa “mi coraza hecha jirones no me permite soportar largo tiempo las emociones fuertes. Para poder proseguir necesito distraerme, recobrar el aliento” y para ello busca refugio en su jardín. “Dando vueltas entre la casa y el jardín tu recuerdo se ha vuelto
insistente, una verdadera obsesión” Desde la cocina de su casa, “en mi puesto de batalla”, Olga relata todos los parajes
de su atormentada vida: su infeliz infancia, su solitaria juventud, su matrimonio sin
amor, su único y verdadero amor, la pérdida de su hija (que murió trágicamente en un
accidente cuando la nieta sólo era un bebé), para que finalmente, tal vez después de
su muerte, logre algún día perdonarla.
El libro se centra en las reflexiones de Olga, tras una vida de silencios, a modo de
cartas , en las que relata los recuerdos de su vida y todo lo que ocultaba en su
corazón, para dejar constancia de lo que ninguna de las dos ha sabido ni decir ni
escuchar. Pero lo que empieza siendo la reconstrucción de la historia de la familia se
convierte en una auténtica confesión en la que la nonagenaria Olga describe la
conducta, a menudo reprobable, de sus padres, de su hija, de su nieta y hasta la suya
propia. “Embustera podría ser el título de mi autobiografía. Desde que nací solo he
dicho una mentira. Con ella he destruido tres vidas”
Son cartas tristes y melancólicas de las que se desprende que, a menudo, el
distanciamiento entre los seres queridos es fruto de palabras no pronunciadas, de
conversaciones no mantenidas y de muchos silencios y secretos; “El remordimiento más grande es el de no haber tenido nunca la valentía de plantarle cara. Lo que me hacía actuar‐mejor dicho no actuar‐era la actitud que me había enseñado mi madre.”
Lo que no supimos decir nos dolerá eternamente y sólo el valor de un corazón
abierto podrá liberarnos de esta congoja.
“Ningún niño puede vivir sin amor”
CARTAS:
16 de noviembre de 1992:
Las cartas las escribe en la cocina “en mi puesto de batalla” como ella misma define.
“Hace dos meses que te fuiste y desde hace dos meses, salvo una postal en la que me
comunicabas que todavía estabas viva, no he tenido noticias tuyas.”
La novela nos sitúa en pleno otoño y Olga está en el jardín de su casa,” donde los
recuerdos se hacen más insistentes “con una única compañía, su perro ahora viejo
como ella. Está gravemente enferma y su autonomía se ha reducido notablemente y
lejos que irse a una residencia prefiere acabar sus días en su casa, en su jardín, con su
fiel y viejo amigo Buck.
Una rosa le devuelve al presente a su nieta en forma de recuerdos nostálgicos “tenías
diez años…son los recuerdos de cuando eras niña, una cachorrita vulnerable y
extraviada. A ella es a quien le escrito, no a la persona bien defendida y arrogante
de los últimos tiempos”
Evoca algunos momentos que han vivido juntas, momentos de mucha felicidad: por
ejemplo la elección del perro, cuando la nieta escogió una rosa y luego la plantaron
en el jardín. Ésta es la responsable de que ahora esté escribiendo esta carta.
“Me lo ha sugerido la rosa” (tal vez esta imagen guarde una simbología con su
propia conciencia). ”Coge un papel y escríbele una carta”
18 de noviembre:
Se siguen narrando hechos que sucedieron cuando estaban juntas: “Mientras fuiste
una niña, juntas éramos felices”
Reflexiona sobre los sueños remarcando algunas observaciones: le cuesta conciliar el
sueño a diferencia de cuando era joven:” cuando somos viejos, además de dormir
poco no soñamos, o si soñamos tal vez no nos queda recuerdo de ello”. No es capaz
de soñar con su nieta o si sueña ya no se acuerda. Hay mucha nostalgia en esta
observación puesto que le gustaría soñar con su nieta a la echa de menos.
Queda de manifiesto que las diferencias y las discusiones entre ambas cada vez eran
más notorias:” mi manera de limar las asperezas, mi fingida indiferencia ante los
ataques, te obligaron a buscar otros caminos (…)”
Un día su nieta decide marcharse lejos: “me voy a América “
20 de noviembre:
“Cuarto día y tercer encuentro...”Olga se siente inquieta y se pasa los días dando
vueltas entre la casa y el jardín con la tristeza como su única aliada:
“Repentinamente entiendes que el jardín y la casa ya no son un jardín y una casa,
ahora te pertenecen…tal vez ni siquiera la muerte pueda librarla de tu presencia, de
las alegrías y sufrimientos que has sentido en su interior”
Como ya resulta habitual, en las cartas se muestran más situaciones vividas entre las
dos protagonistas, ahora convertidos en recuerdos persistentes, como el episodio de
su bronquitis, de sus terrores nocturnos, de su instancia en el parvulario, el cuidado
del jardín,.. Con la edad la percepción de las cosas más mundanas va adquiriendo otra
dimensión, otra importancia.
Por otro lado recuerda cosas sobre su infancia, lo mucho que habría sufrido por causa
de su madre.:” la soledad era el precio de mi maldad (…) La soledad también nacía
de las preguntas”
Todas estas “actuaciones” y las numerosísimas preguntas que nunca hallaron
respuesta marcarán sin duda su carácter agrio. “Frecuentemente soy áspera y brusca” 21 de noviembre:
En esta carta airea algunos aspectos del pasado al igual que sus sentimientos; por
ejemplo cuando piensa en su hija Ilaria, ya fallecida; cómo intentó cuidarla, cosa que
no hicieron sus padres con ella, pero todo fue en vano. Nos nuestra a una hija rebelde,
de carácter ácido, lo que dificulta el diálogo y en consecuencia la relación entre
ambas.: “Aunque hayan transcurrido muchos años, no me da el menor placer hablar
de mi familia: en la memoria, mi madre se ha mantenido inmóvil y hostil como un
jenízaro” (Soldado de infantería de la antigua guardia del emperador turco).
“Me inquietaba el hecho de que no tuviese una identidad propia (su casa) y tardé
muchos años en acostumbrarme a la idea de que era mía, de que la existencia de mi
familia coincidía con sus paredes”
Aquí se centra sobre todo en la relación con su hija Ilaria. Ésta empeora cuando va a
visitarla a la universidad de Padua. “Cuando llevaba 6 años en la Universidad me
preocupó un silencio más prolongado que los anteriores, y cogí el tren para ir a
verla. Nunca lo había hecho desde que estaba en Padua (…) obedeciendo a mi papel
de madre, intentaba comprenderla, pero era muy difícil: todo estaba agitado, todo
era escurridizo, había demasiadas ideas nuevas y demasiados conceptos absolutos”
22 de noviembre:
Vuelve a evocar de nuevo episodios de su infancia haciendo hincapié en su instancia
en el Instituto del Sagrado Corazón y la huella que este tramo del camino estampó en
su vida. “La alegría, ¿sabes? es justamente lo que más he añorado”
Las emociones afloran constantemente “en mi fuero interno, con toda mi voluntad,
trataba de respetar los mandamientos que me habían enseñado. (…) no se enseñaba
la coherencia sino el conformismo”
A lo largo de toda la escuela primaria me debatí ferozmente entre la voluntad de
conservarme fiel a lo que sentía dentro de mí y el deseo de adherirme, pese a que lo
intuía como falso, a lo que los demás creían.
Referencia quebrada a su madre “detestaba a mi madre, a esa manera suya
superficial y vacía de actuar. La detestaba y, sin embargo, lentamente y contra mi
voluntad, me estaba volviendo precisamente como ella”
Hace unas confesiones muy duras y difíciles de digerir acerca de su hija Ilaria:
”Ilaria era prepotente por naturaleza, tenía más carácter y yo temía el
enfrentamiento abierto (….) para ser amada tenía que eludir el choque, simular que
era lo que no era...”
Las preguntas, reflexiones y las confesiones son continuadas, pero en esta carta
destacan por ser extremadamente intimistas.
29 de noviembre:
Nos cuenta el episodio que tuvo lugar en su jardín una mañana mientras daba un
paseo, se encontró una joven mirla víctima de un ventarrón. Pese a que “su mirada
asustada me causa desazón “le confiesa que se ocupará de ella hasta que recupere la
salud: “(…) entonces te dejaré emprender el vuelo”
Desazón, añoranza, intimismo son notas presentes al igual que las anécdotas
infantiles destacando su encuentro con el psicoanálisis de la mano de un tío suyo.
Referencia a su hija de cuando tuvo la decisión de recurrir a un médico para salir de
su estado de crisis permanente “su decisión me daba una sensación de alivio”. Pero
lejos de mejorar su relación esta se hizo cada vez más agria y donde las preguntas no
tenían afecto ni curiosidad. Destacan por su tono de interrogatorio, pero hay una
pregunta que destaca entre todas:” Quiero saber cuándo y por qué tú y tu marido me
despuntasteis las alas” Hay un intento de volver a hilvanar la relación a través de un
viaje a Grecia pero finalmente Ilaria decide no viajar (…)”Fueron una vacaciones
tristísimas”
Episodio del triste accidente de tráfico de Ilaria
1 de diciembre:
“Estos días me embarga un gran mal humor” quizás porque las temperaturas han
bajado y su miedo al frío es palpable, tanto el frío exterior como el que lleva en su
interior, ya que la ha obligado a renunciar a su paseo por el jardín. “habría podido
quebrarme como una vieja rama helada”
Su memoria la lleva a viajar al pasado haciendo hincapié de nuevo en su hija. Habla
de su viaje a Turquía “cuando regresó de aquel viaje con una panza de tres meses,
entonces todo volvió a mi mente. (…) ignoro quién es tu padre, acaso lo ignoraba
incluso tu madre (…) eran los años de la liberación sexual...”
“Las falsedades y las mentiras vuelven a aflorar ahora convertidas en monstruos
horribles, en ogros que todo lo devoran”
Referencia a la fundación, por parte de su hija Ilaria, de un círculo de feministas
junto con unas amigas “había muchas cosas justas pero entre esas cosas también
había muchos argumentos forzados, ideas insanas y desviadas”
Referencia a temas que aún hoy en día se debaten en nuestra sociedad como que las
mujeres son las dueñas de la administración de su propio cuerpo, el papel del
hombre,¿ necesidad biológica?, alusión al mundo animal, el peso de la genética, el
ambiente, la educación, sin duda todos ellos son factores que condicionan el
desarrollo de una vida.
Resulta curioso cómo la protagonista, Olga, reconoce que por su culpa ha destruido
tres vidas. “Embustera podría ser el título de mi autobiografía. Desde que nací solo
he dicho una mentira. Con ella he destruido tres vidas”
4 de diciembre:
Días de desazón. Su memoria una y otra vez le devuelve recuerdos tristes que
dormitaban en silencio en sus profundidades pero que ahora vuelven a la superficie
con gran persistencia, al igual que el dolor que los acompañaba, “tan intenso y
punzante como lo era aquel día de hace tantos años”
Habla de su secreto, para ello retorna a su juventud “…para contar una historia hay
que hacerlo desde el principio, y el principio está en mi juventud, en el aislamiento
un poco anómalo dentro del cual había crecido y seguía viviendo.”
Época en la que gozaba, según la protagonista de un gran privilegio que con los años
ha comprobado lo equivocada que estaba: “la soledad que en un principio me
parecía un privilegio, ¡cómo pesa con los años!”
Remarca cuál fue la cualidad que más le atrajo de su futuro esposo Augusto: “una de
las cosas que más me atrajo fue que me escuchase. Me escuchaba, eso era para mí
un auténtico milagro”
Referencia a la guerra que estalla en Italia, diez días después de su casamiento con
Augusto el (1 de junio de 1940) con trágicos sucesos a los que nunca, hasta la
fecha, había aludido: el fascismo y las leyes raciales.
Hay un cambio radical en su relación marital. Las dudas y las preguntas se suceden y
se deslizan por el tiempo cada vez con más frecuencia:
“¿Adónde había ido a parar la persona que había detrás de esa imagen
reconfortante?”
“¿Adónde había ido a parar el hombre agradable y disponible del tiempo del
galanteo?
“¿Era posible que el amor tuviese que terminar de esa manera?”
Después de tres años de matrimonio tenía en la mente un solo pensamiento, “y era
el pensamiento de la muerte”
Olga nos hace una gran revelación a cerca de su esposo. Su primera esposa había
muerto pero no por “enfermedad o accidente, sino que se había suicidado”.
¿Por qué al lector no le resulta tan extraño?
Después de cuatro años de una vida carente de afectos, cae entonces en una especie
de delirio místico, “cada vez me costaba más distinguir las cosas falsas de las
verdaderas”
“Casi todo estaba muerto dentro de mí...”
“La alegría, ¿sabes?, es justamente lo que más he añorado. La alegría…..en su
esencia se parece al sol, arde gracias a la combustión de su propio corazón”
10 de diciembre:
Cada vez vamos descubriendo más acerca la personalidad de la protagonista. Vuelve
a hablar de su nieta y de las pequeñas cosas que la hacían feliz, momentos dulces y
preciosos que nos llevan a la niñez, etapa en la que ambas pasaban mucho tiempo
juntas.
Retoma el tema de la guerra. Queda de manifiesto cómo tenía un pánico horrible a las
guerras: “La presencia de una guerra tan próxima y tan grave me causa una gran
turbación”
Aunque “es ridículo que a mi edad todavía me impresione tanto una guerra”
No para de remarcar la soledad que la embarga, su indignación se ha convertido en
rabia, y esa rabia sigue latiendo en su interior como una carcoma tozuda.
Lo más sorprendente para el lector es descubrir que está embarazada de otro hombre,
Ernesto, hombre que ejerce de médico en unas termas a las que acude. Éste será el
causante de sus continuadas y grandes turbaciones. A su lado experimentará el amor
verdadero, descubrirá sensaciones desconocidas hasta el momento, “por primera
vez en mi vida tuve la sensación de que mi cuerpo no tenía límites”.
Pero ambos tendrán que sufrir el distanciamiento.
La magia de la memoria hace que todo aparezca ante sus ojos como si estuviera en el
mirador de la fortaleza.
La muerte de la mirla hace aflorar imágenes infantiles que guardaba en su fiel
memoria “¡Qué hermosa magia!”
12 de diciembre:
Sus pensamientos esta vez se encaminan hacia un turbado y extraño acontecimiento
que le ocurrió a una amiga hace tiempo en relación a la muerte del marido de ésta.
Un hecho importante en este capítulo es la muerte de su marido Ernesto tras la cual se
hunde en” un profundísimo agotamiento”.
“La visión de Iria ya no me alegraba, sino que me causaba irritación (…) este
cambio no se le escapo, se dio cuenta de mi repulsa, se volvió caprichosa y
prepotente”
Iría desarrolla una habilidad, “la de husmear en sus sentimientos de culpa.
Funcionaba”
La situación que vive se vuelve asfixiante puesto que ya han muerto su hija y su
marido “están muertos, ya no existen; sin embargo yo sigo comportándome como si
fuese la superviviente de un naufragio”
Ambas muertes están relacionadas ya que ambos han muerto por la misma causa, en
accidente de tráfico; el primero al chocar su coche contra un muro y la de su hija
contra un árbol.
16 de diciembre:
En esta carta se mezclan varios temas como la muerte y la religión. Aquí cobra más
importancia el corazón que los pensamientos.
Tras la muerte de su marido busca apoyo y sosiego en la religión. “La muerte como
el amor era un tema que había que evitar”
Será entonces cuando conozca a un jesuita alemán con el que se ve una vez a la
semana. Sus charlas y sus consejos aportarán un poco más de luz y esperanza a su
solitaria y triste vida
“Al principio me intimidaba el hecho de que fuese cura, todas las cosas que le
contaba se las contaba a medias: tenía miedo e causar escándalo...”, con el tiempo
“le abrí el corazón como no lo había hecho con ninguna otra persona desde la
muerte de Ernesto”
A partir de este encuentro comienza a crecer dentro de sí, una serena conciencia de
existir.
20 de diciembre:
Es Navidad. La protagonista va al desván en busca del belén. Comienza a remover
cajas, baúles, objetos envueltos como reliquias, cosas de su infancia. En su mayor
parte eran objetos de cocina.
Sepultados en su interior, años de recuerdos adormecidos que afloran ahora
perfectamente conservados pero, éstos lejos de convertirse en misterio se vuelven
dolor.
“Cuando somos niños nos gusta mucho subir a los desvanes, en la vejez no tanto.
Todo lo que era misterio, se vuelve dolor del recuerdo.”
Allí encuentra un libro que había leído hace tiempo. Cuando lo coge y empieza a
recorrer sus primeras líneas todo vuelve a su mente. Se titula “Las maravillas del
2000”, un libro de ficción científica, con una historia sencilla pero rica en fantasía.
La idea que hiberna bajo sus páginas es que pese a que las máquinas alivian muchas
fatigas de los hombres, estos lejos de cultivar su espíritu y su pensamiento sólo
contribuyen a la destrucción:
“El hombre no ha perdido la pasión por destruir, sino que solamente ha aprendido a
contenerse”
“El tiempo se ha acelerado”
“¿Serás capaz de enfrentarte con los nuevos tiempos?”
Su nieta es la que verdaderamente le preocupa ahora que ve que su final está cada
vez más cerca.
21 de diciembre:
Los recuerdos vuelven a aflorar con gran intensidad.
“Como resultado de toda esa larga inspección en el desván, al final sólo bajé el
belén y el molde para tartas que había sobrevivido al incendio”
Y este último a pesar de ser un simple objeto en apariencia, quiere que su historia de
humilde objeto resuma y rememore la historia de sus generaciones. Éste ha ido
pasando de generación en generación y Olga quiere que la tradición continúe.
Aquí nos cuenta, a modo de flash back, como abuela y nieta preparaban una tarta.
Recuerda con nostalgia lo bien que se lo pasaban juntas entonces, cocinando y
manchando toda la cocina.
El capítulo concluye con el recuerdo de como su hija lloraba hace unos años porque
su madre iba a morir.
”No llores-le decía- es cierto que me marcharé antes que tú, pero cuando ya no esté
todavía estaré, viviré en tu memoria con bellos recuerdos (….) acudirán a tu mente
todos los momentos felices que hemos pasado juntas”
Sin duda el valor de los recuerdos es poderosísimo y con el tiempo se vuelven
compañeros fieles de nuestra memoria empapada de tantas y tantas imágenes que
sólo ahora parecen suspirar aliviadas por la repentina sensación de haber vivido
demasiado.
“Tengo la idea de que de alguna manera el tiempo ha padecido una aceleración”
22 de diciembre:
Olga prepara el belén y nos hace una pequeña descripción del mismo. Los recuerdos
siguen aflorando con gran intensidad y la nostalgia empapa cada una de sus palabras.
“Cuando estés leyendo esto, probablemente estarás aquí y mis cosas ya estarán en
el desván”
Hace una última reflexión acerca del efecto de las palabras de esta carta en su nieta
“Mis palabras, ¿te habrán puesto a salvo? (…) tal vez sólo puedas comprenderme
cuando seas mayor, podrás comprenderme solamente si has llevado a cabo ese
misteriosos recorrido que conduce desde la intransigencia a la piedad”
El libro finaliza con varios consejos y comparaciones muy significativas y muy
relevantes a la vez.
El primero relacionado con el crecimiento de los árboles, todo un ejemplo a seguir.
“no conseguía encontrar en ningún lado la energía necesaria para mantenerte a
raya. Hemos vivido en el mismo árbol, pero en estaciones diferentes…”
Y el segundo relacionado con el título del libro.
“Cuando ante ti se abran muchos caminos y no sepas cuál recorrer, no te metas en
uno cualquiera al azar: siéntate y aguarda (…) quédate quieta, en silencio y escucha
a tu corazón. Y cuando te hable, levántate y ve donde él te lleve”
ESTRUCTURA:
La estructura externa del libro se divide en quince partes que se corresponden, como
muestra su encabezamiento, con los días en los que va escribiendo su diario.
En cuanto a la estructura interna sigue los tres pasos habituales: planteamiento (los
dos primeros días); el nudo (el resto de días) y el desenlace (entre los dos y los tres
últimos días).
Los acontecimientos siguen un orden cronológico típico de un diario predominado
un tiempo verbal en presente y en primera persona porque es la propia protagonista
quien nos cuenta los hechos a modo de carta. Sin embargo hay que destacar que
aparece infinidad de flash backs, de retornos al pasado que ella nos devuelve con
muchísimo intimismo y mucha nostalgia al presente.
La historia que se cuenta en la novela tiene una brevedad muy notable en el libro ya
que dura poco más de un mes, 36 días para ser más exactos, va del 16 de noviembre
hasta el 22 de diciembre.
La narradora es Olga, una anciana enferma. Ella se presenta como narradoraprotagonista con tono autobiográfico, donde el tiempo juega un papel muy
importante en la novela y está perfectamente utilizado, ya sea al narrar los hechos en
presente como al retornar al pasado, guiada por su aún fiel memoria, a modo de
flash back, llevando y trayendo sus recuerdos al presente.
Su propósito queda bien remarcado, revelarnos la riqueza de sentimientos que
permanecen ocultos en el corazón y que nos obliga a reflexionar, a sonreír y a
conmocionarnos con esa voz que aflora como una dulce remembranza y que sin duda
nos ayudará a conocer mejor la naturaleza de nuestras relaciones.
“Hacia los sesenta, cuando el camino a tus espalda es más largo que el que tienes
delante, ves una cosa que antes nunca habías visto: el camino que has recorrido no
era recto, sino que estaba lleno de bifurcaciones,…cogiste algunos de esos desvíos
sin darte cuenta, otros ni siquiera los viste,…como el juego de la oca. Aunque no
sepas, en pasar de largo o desviarte a menudo está en juego tu existencia, y la de
quién está a tu lado”
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