1.Resolución Australia

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RESOLUCIÓN núm. 1: Las leyes antiterroristas de AUSTRALIA, Presentada por PEN
Melbourne, secundada por PEN Sydney
La Asamblea de Delegados de PEN International, reunida en su 81º Congreso Mundial en la
ciudad de Québec, Canadá, del 13 al 16 de octubre de 2015,
Desde 2001, más de 60 leyes antiterroristas han sido aprobadas por el parlamento federal de
Australia en interés de la seguridad nacional y de la “protección de las fronteras”. Tres leyes
recientes son especialmente preocupantes por lo que respecta a la libertad de expresión.
1. El artículo 35P original de la Australian Security Intelligence Organisation Act [Ley de la
organización para la inteligencia de la seguridad australiana] de 1979, sobre los delitos
relacionados con la revelación de información sobre “operaciones especiales de inteligencia”
ha sido enmendado por la National Security Legislation Amendment Act (No. 1) [Ley de
enmienda de la legislación de seguridad nacional] de 2014. En virtud de esta enmienda, todo
aquel que revele información sobre una operación especial de inteligencia puede ir a la cárcel
hasta diez años. Las protecciones para los periodistas son insignificantes. La ley es aplicable
incluso a aquellas personas que revelen información sin darse cuenta sobre algo de lo que no
tenían conocimiento que consituyera una operación especial de inteligencia.
También incluye todas las operaciones relacionadas con los solicitantes de asilo –la detención
por la Marina australiana o por el Departamento de Aduanas de embarcaciones en el Océano
Índico o entre Indonesia y Australia, el trato con los contrabandistas de solicitantes de asilo y
la gestión de los centros de detención de refugiados en el territorio no australiano de Nauru y
Papua Nueva Guinea (donde el asesinato de un solicitante de asilo, la muerte de otro por
negligencia médica, las agresiones, las violaciones y las agresiones sexuales a niños han sido
verosímilmente documentadas).
A los periodistas se les deniega el acceso a los campos de detención, y las visitas autorizadas
de los políticos para observar se han visto asimismo sujetas a operaciones de vigilancia. El
bloqueo informativo se extiende a la retirada de teléfonos móviles a los solicitantes de asilo. El
gobierno, y no los tribunales, define la legalidad de la publicación de cualquier información; y
los agentes de ASIO (Australian Security Intelligence Organisation u Organización de
Inteligencia de Seguridad Australiana) que trabajen en operaciones especiales son
básicamente inmunes a cualquier responsabilidad civil o penal.
2. La Counter-Terrorism Amendment (Foreign Fighters) Act [Ley de enmienda antiterrorista
(combatientes extranjeros)] de 2014 incluye una enmienda a la ley penal que crea un nuevo
delito: la apología del terrorismo, es decir: “asesorar, promover, fomentar o recomendar el
terrorismo” –una definición que potencialmente puede restringir la libre expresión y que
también crea la criminalidad “antes del hecho”.
3. Australia’s Telecommunications (Interception and Access) Amendment (Data Retention)
Bill [Proyecto de ley de enmienda (conservación de datos) de las telecomunicaciones
(intercepción y acceso)] de 2015 obliga a los proveedores de telecomunicaciones a recopilar y
almacenar grandes cantidades de datos sobre sus clientes durante un periodo mínimo de dos
años. Por lo menos 19 cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado pueden acceder a los datos
sin orden ni supervisión judicial de ningún tipo.
Las órdenes para acceder a los datos de los periodistas se expiden a petición del Director
General de Seguridad y están amparadas por disposiciones excesivas y punitivas sobre su
carácter secreto. Las empresas de medios de comunicación y los periodistas no recibirán
notificación previa de una búsqueda en sus metadatos, ni tampoco podrán defender sus
alegaciones antes de que se conceda el acceso.
PEN International está profundamente preocupada por la amenaza que estas leyes suponen
para la libertad de expresión, la libertad de prensa, las leyes de proyección de los periodistas y
la libertad de la información en interés público; por la excesiva ampliación de la criminalidad,
de forma que incluye comentarios, intereses y actos, insuficientes para demostrar la
intencionalidad de cometer un delito; y por el bloqueo informativo del gobierno australiano
sobre todas las operaciones de vigilancia y sobre sus operaciones relacionadas con el arresto y
la detención de los solicitantes de asilo en la isla Manus, en Nueva Guinea y en Nauru.
La Asamblea de Delegados de PEN International llama al gobierno australiano a
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Que revise y reformule y, si corresponde, derogue la National Security Legislation
Amendment Act (Núm. 1) de 2014, la Counter-Terrorism Amendment (Foreign
Fighters) Act de 2014 y la Telecommunications (Interception and Access) Amendment
(Data Retention) Bill de 2015, con el fin de garantizar la libertad de expresión, los
derechos legales de los periodistas, la libertad de información y el acceso a la justicia
para todos, incluidos los solicitantes de asilo aprehendidos por la Marina y el
Departamento de Aduanas de Australia y detenidos y mantenidos por el gobierno,
fuera del territorio australiano, en nombre de los contribuyentes australianos y con
cargo a sus impuestos;
Que facilite información al público australiano sobre los procedimientos y los
acontecimientos desarrollados en los campos de detención de los solicitantes de asilo
de Papua Nueva Guinea y de Nauru;
Que facilite las visitas de periodistas, políticos y observadores de derechos humanos a
los campos de detención de los solicitantes de asilo y garantice que puedan ejercer su
derecho a informar de quejas y violaciones de los derechos humanos.
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