El mercado laboral femenino

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El mercado laboral femenino
Fruto de su situación en la esfera reproductiva y de la pervivencia de
instituciones y prácticas patriarcales la participación de hombres y
mujeres en el mercado laboral es diferente. En términos estrictos de
participación ya hemos podido constatar que para los hombres adultos la
participación en el mercado laboral es generalizada. ¿Cómo se analiza el
papel de las mujeres en el mercado laboral capitalista? Se han formulado
diversas hipótesis sobre la misma, las que podemos llamar ejército de
reserva, segmentación y sustitución.
Para
los
partidarios
participación
de
las
de
la
mujeres
teoría
en
el
del
ejército
empleo
de
asalariado
reserva
es
la
siempre
precaria. Entran en él cuando la coyuntura demanda mayor empleo y salen
del mismo cuando este cae. Este comportamiento puede explicarse de
diferentes formas. En unos casos se considera que la situación marginal
de las mujeres permite a los empresarios disponer de ellas con relativa
facilidad y especialmente despedirlas en los malos tiempos sin generar
muchas resistencias. En otras versiones se sugiere que son las mismas
mujeres las que ven su presencia en el empleo asalariado como una
situación marginal, buscan empleo cuando sus familias necesitan obtener
ingresos adicionales bien por la pérdida de otros ingresos, bien para
cubrir gastos extraordinarios. En todo caso se sugiere la actividad
asalariada
de
las
mujeres
será
poco
estable
y
subsidiaria
de
las
coyunturas económicas.
La segunda hipótesis es la de la segmentación. Según la misma la
presencia de las mujeres en el mercado laboral sería permanente, y la
inferioridad social de la condición femenina se traduciría en que las
mujeres estarían empleadas en ocupaciones diferentes de los hombres. De
hecho puede verse (cuadro 6.1) que existe una clara diferenciación de
los empleos masculinos y femeninos. Las mújeres ocupan muchos empleos en
actividades
de
servicios
personales,
educación
y
(administrativas,
sanidad)
y
en
limpieza,
algunos
pocos
servicios
sectores
industriales (confección, textil). Se observa también que en general los
puestos de trabajo femeninos ocupan los lugares más bajos de la escala
laboral. Esta situación debe matizarse en el sentido de observar que las
mujeres están presentes tanto en empleos considerados poco cualificados
cómo en empleos que requieren estudios formales. Pero también en estos
últimos aparecen superrepresentadas en las escalas más bajas de la
profesión:
hay
proporcionalmente
más
enfermeras
que
médicos
y
más
maestras de primaria que profesoras de universidad. También se puede
1
observar que incluso en las profesiones femeninas las mujeres tienden a
ser minoría en las posiciones jerárquicas (la proporción de directoras
de escuela no se corresponde con la de maestras). La hipótesis de la
segmentación sugiere que el empleo varia menos con la coyuntura y
depende
más
de
las
circunstancias
particulares
que
atraviesan
los
sectores de empleo femenino. Si por ejemplo el sector textil entra en
crisis el empleo femenino se verá afectado pero no ocurrirá nada si la
crisis afecta a la industria automotriz. En todo caso la segmentación
puede tener más influencia sobre los ingresos y la carrera profesional
de las mujeres que sobre su presencia en el mercado laboral. Estudios
recientes sugieren que al actual cambio en la estructura del empleo, con
la expansión de las actividades de servicios puede explicar en parte el
actual crecimiento del empleo femenino en una situación de paro masivo
que
en
otras
épocas
podría
haberse
traducida
en
una
política
más
ofensiva de expulsión de las mujeres del mercado laboral.
La
tercera
hipótesis
es
la
de
la
substitución
según
la
cual
la
situación de dependencia de las mujeres se traduce en que aceptan
salarios inferiores que los hombres lo que conduce a la substitución del
empleo masculino por el femenino. esta hipótesis apoyaría la extensión
del empleo femenino por encima del empleo masculino.
Estas tres hipótesis tienen un punto en común: parten de la situación
de inferioridad social de la mujer y de su mayor relación con la
actividad reproductiva, aunque propugan efectos diferentes. Los intentos
de análisis empíricos más recientes muestran que de hecho las tres
situaciones se producen en áreas diferentes del mundo laboral, aunque
las
tendencias
permanente
de
generales
la
mujer
apuntan
en
el
a
un
mercado
crecimiento
de
laboral.
Este
la
presencia
hecho
puede
explicarse por causas diversas, bien por la reducción de los ingresos
del marido o por el cambio de las estructuras familiares (con un aumento
de las unidades familiares sin hombres) que obligan a las mujeres a
permanencer en el mercado laboral para obtener ingresos básicos para el
mantenimiento de la familia. Pero también hay indicios de que se deben
en parte a un cambio de pautas culturales y de una reivindicación por
parte de las mujeres de una nueva división del trabajo. El aumento del
nivel de educación formal de muchas mujeres actuaría en este sentido
como un importante elemento de reforzamiento de este cambo cultural, ya
que existen evidencias de la mayor pervivencia en el mercado laboral de
las mujeres que han alcanzado titulaciones formales.(Algunos economistas
sugieren
que
el
hecho
de
que
los
sueldos
de
estas
mujeres
sean
suculentos es lo que las anima a mantener su empleo).
2
A
pesar
de
todo
esta
presencia
no
deja
de
tener
problemas.
La
existencia de una segmentación laboral por género parece fuera de duda y
en
los
últimos
años
está
alcanzando
una
nueva
dimensión:
la
proliferación de empleos femeninos a tiempo parcial casi siempre mal
retribuidos, poco considerados socialmente y a menudo en horarios poco
atractivos. La doble jornada laboral (en el empleo y en casa) sigue
siendo común para la mayoría de mujeres asalariadas y sus posibilidades
de promoción están a menudo bloqueadas por prejuicios sexistas y por la
voluntad
de
muchas
empresas
de
personas que se promocionan.
exigir
dedicación
exclusiva
a
las
Una situación que sólo puede abordarse
desde la consideración a la vez, de las dos esferas complementarias, la
del empleo asalariado y la del trabajo reproductivo y que parta de la
consideración de la igualdad básica de hombres y mujeres. Mientras tanto
la
consideración
de
los
aspectos
de
género
constituira
una
clave
esencial para entender el funcionamiento de los mercados laborales.
TABLA 6.1 EMPLEOS DE HOMBRES Y MUJERES EN ESPAÑA
Tipo de empleo
Hombres
miles
% hombres
miles
Mujeres
% mujeres
1.DIRECTIVOS
------------Grandes emp
Pymes
Autónomos
702,7
----201.9
248,2
257,7
9.0
--2.5
3.2
3,3
320,1
----23,1
67,4
224,6
7.9
--0,7
1.7
5.5
2.TECNICOS,PROF. 616,1
3.TECNICOS MEDIOS 556.9
4.ADMINISTRATIVOS 558,3
5.SERVICIOS HOTEL.
PERSONALES,VENTAS 750.0
----------------- ----Restaurac,person. 319.0
Seguridad
188,2
Dependientes
242,8
7,9
7,1
7.2
592,9
289.3
636,0
14,6
7,1
15,7
9.6
----4,1
2,4
3,1
859,1
-----489,1
10,0
360,0
21,2
---12,1
0,2
8,9
7,8
216,9
5,3
24,1
166,0
0,1
14,6
12,2
---4,0
8,2
193,1
781,0
-----601,8
179,2
4,8
19,3
----14,8
4,4
39,1
0,5
1,8
0,0
7.803,9
100,0
4.056,2
100.0
6.T. AGRARIOS
606.9
7 T. MANUALES
CUALIFICADOS 1.883,6
8 OPERADORES
MAQUINAS
1.141,7
9 NO CUALIF.
948,6
----------------Servicios
314,6
Agric., Indles 633,9
10 FZAS.ARMADAA
TOTAL
fuente INE Encuesta Población Activa 1er trim 1995
3
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